Los cortes de electricidad ponen en peligro la vida de los niños y niñas en la Cañada Real - Expertos de la ONU. Denuncia desde la

                                                                     

GINEBRA (22 de diciembre de 2020) - Un apagón de dos meses en la Cañada Real, un asentamiento informal en la comunidad de Madrid, está poniendo en peligro la salud de unos 1.800 niños y niñas, ahora que las temperaturas se acercan a los 0 grados, afirmaron hoy expertos en derechos humanos de las Naciones Unidas*, que pidieron al Gobierno de España que restablezca de inmediato la electricidad a los hogares afectados.

"Los niños y niñas de la Cañada Real Galiana están sufriendo unas condiciones de vida extremadamente difíciles, y su salud está en grave peligro", advirtieron los expertos. "Ahora que se acerca el invierno, y especialmente durante la pandemia de COVID-19, la electricidad debe ser inmediatamente restaurada."

El último corte de energía comenzó el 2 de octubre y afecta al menos a 4.500 personas, particularmente en los sectores 5 y 6 de la Cañada Real Galiana. El asentamiento alberga a unas 8.000 personas que viven en una franja de 16 km de largo y 75 m de ancho establecida hace más de 40 años. Muchas de las personas residentes son migrantes o romaníes.

"Las temperaturas en Madrid continúan bajando, y al menos un bebé ya fue llevado al hospital con síntomas de hipotermia", dijeron los expertos.

"Sin electricidad, no hay calefacción ni agua caliente en las casas, lo que significa que los niños y niñas no pueden ducharse ni lavarse adecuadamente. Durante la pandemia COVID-19, cuando la higiene es más importante que nunca, esto es especialmente preocupante."

La salud de muchos niños y niñas ya sufre las consecuencias: los que utilizan sillas de ruedas eléctricas no pueden cargar sus baterías; los niños y niñas con diabetes no pueden mantener la insulina a la temperatura adecuada; los niños y niñas con autismo tienen problemas para adaptarse a la falta de luz, y una niña que normalmente utiliza un equipo de oxigenoterapia durante 15 o 16 horas al día ha visto impedido su uso.

"La falta de electricidad no sólo viola el derecho de la infancia a una vivienda adecuada, sino que tiene un efecto muy grave en sus derechos a la salud, a la alimentación, al agua, al saneamiento y a la educación", dijeron los expertos.

Los niños y niñas no tienen luz para hacer sus deberes y no pueden usar Internet para las clases que se están dando en línea durante la pandemia. Además, las ONG que proporcionan apoyo educativo esencial a los y las estudiantes fuera del horario escolar no pueden funcionar porque carecen de calefacción y electricidad.

"Sin una acción decidida para remediar inmediatamente esta situación, el rezago educativo de los niños y niñas que viven en Cañada Real va a empeorar aún más", dijeron los expertos.

Criticaron a las autoridades que culparon de los cortes de electricidad a las plantaciones ilegales de marihuana, y dieron a entender que las personas residentes en el asentamiento informal son delincuentes.

"Pedimos a las autoridades que dejen de estigmatizar a las personas inmigrantes, a los miembros de la minoría romaní y a las personas que viven en la pobreza", dijeron los expertos.

"Las personas que viven en la Cañada Real necesita urgentemente el apoyo del Gobierno para lograr unas condiciones de vida adecuadas, y no ataques verbales que provoquen la hostilidad pública."

Los expertos señalaron que han estado en contacto con el Gobierno de España de antemano para aclarar los problemas en cuestión.

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*Los expertos: Sr. Balakrishnan Rajagopal, Relator especial sobre la vivienda adecuada como elemento integrante del derecho a un nivel de vida adecuado, y sobre el derecho a la no discriminación en este contexto; Sr. Gerard Quinn, Relator Especial sobre los derechos de las personas con discapacidad; Sra. Koumbou Boly Barry, Relatora Especial sobre el derecho a la educación; Sra. Hilal Elver, Relatora Especial sobre el derecho a la alimentación; Sra. Tlaleng Mofokeng, Relatora Especial sobre el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental; Sr. Felipe González Morales, Relator Especial sobre los derechos humanos de los migrantes; Sr. Fernand de Varennes, Relator Especial sobre cuestiones de las minorías; Sr. Olivier De Schutter, Relator Especial sobre la extrema pobreza y los derechos humanos; y Sr. Pedro Arrojo-Agudo, Relator Especial sobre los derechos humanos al agua potable y el saneamiento.

Los Relatores Especiales forman parte de lo que se conoce como los Procedimientos Especiales del Consejo de Derechos Humanos. Los Procedimientos Especiales, el mayor órgano de expertos independientes del sistema de derechos humanos de la ONU, es el nombre general de los mecanismos independientes de investigación y supervisión del Consejo que se ocupan de situaciones de países específicos o de cuestiones temáticas en todas las partes del mundo. Los expertos de los Procedimientos Especiales trabajan de forma voluntaria; no son personal de la ONU y no reciben un salario por su trabajo. Son independientes de cualquier gobierno u organización y prestan servicios a título individual.

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