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Los esplais del Baix reivindican los derechos de la infancia con actividades para toda la ciudadanía

El 20 de noviembre se celebra el Día Universal de los Derechos de los Niños. Con motivo de esta celewbración, la entidad de ocio y tiempo libre Fundesplai promueve el 'Derecho al Ocio' mediante una campaña por el Baix Llobregat y el resto de Cataluña, con actividades que llegarán a más de 32.000 niños. En el Baix, los esplais de municipios como Gavà, Sant Joan Despí y Sant Andreu de la Barca han organizado sus propias iniciativas para concienciar a la ciudadanía sobre la importancia de respetar y defender los derechos de la infancia.



ellobregat

17 de noviembre de 2024





Este miércoles 20 de noviembre, se celebra el Día Universal de los Derechos de la Infancia, que conmemora el aniversario de la firma de la Convención de los Derechos del Niño, en 1989. En el marco de esta efeméride, como cada año, Fundesplai impulsa una campaña para reivindicar el ‘Derecho al Ocio’, recogido en el artículo 31 de la Convención.


Con motivo de la campaña de Fundesplai y el 20-N, varios esplais de municipios del Baix Llobregat (como Sant Boi o Sant Andreu de la Barca) han organizado acciones comunitarias y propuestas de ocio, con actividades para concienciar a la ciudadanía de la importancia y la necesidad de respetar los derechos de la infancia, abiertas a la participación de todo el barrio.


Entre la programación llobregatense, destacan las ‘Fiestas de los Derechos del Niño’ de Sant Joan Despí y Sant Andreu de la Barca. La primera será este mismo domingo 17 de noviembre, organizada por los Esplais Tricicle y Nus de Sant Joan Despí; la segunda, el próximo domingo 24 de noviembre, de la mano del Esplai Pingüí de Sant Andreu. Además, el mismo día 24, el Esplai El Mamut de Gavà vuelve a organizar una nueva edición de su carrera ‘Metres x la Infància’, con un circuito que comenzará a las 11h desde la plaza Batista Roca.


Una campaña por toda Cataluña


La campaña de Fundesplai llegará a 169 escuelas y 40 esplais de toda Cataluña adheridos a la entidad. Durante la jornada del 20 de noviembre, la entidad dará voz a más de 32.000 niños y jóvenes, para que ellos mismos aprendan sobre sus derechos y los reivindiquen (con especial atención en el ‘Derecho al Ocio’).

En este sentido, para recordar la importancia de los derechos y valores recogidos en la Convención, Fundesplai ha elaborado su propio manifiesto, que se leerá antes de todos los eventos de la campaña, en el que anima a todo el mundo a “trabajar conjuntamente para conseguir un mundo mejor”.

Comisión de Niños


Para darle todavía más fuerza a la voz de la infancia, la entidad creará una Comisión de Participación integrada por niños de entre 9 y 12 años de sus espacios de ocio y escuelas. Los integrantes de esta plataforma serán elegidos por sus propios compañeros mediante un sistema de votación. Una vez conformada la comisión, los niños se reunirán periódicamente para debatir posibles mejoras en las entidades y escuelas a las que pertenecen, en ámbitos como los menús del comedor o las propuestas de actividades.


Con este proyecto, los niños podrán contribuir a mejorar los espacios educativos de la entidad, aportando sus propias ideas y opiniones, que permitirán adaptar estos espacios de ocio a las necesidades e intereses reales de la infancia. Las decisiones y propuestas que se tomen en estas reuniones de la Comisión se trasladarán a los equipos educativos de las entidades. 

Mamá, por favor, ¿puedes borrar esa foto mía de tu instagram?

Pese a la enorme preocupación que existe actualmente 
en torno al uso de las pantallas por parte de los menores y sus efectos negativos, 
lo cierto es que niños y niñas comienzan su relación con el entorno digital 
mucho antes de tener siquiera capacidad de desearlo.

Según el estudio que realizó la firma de seguridad informática AVG en diferentes países, el 23 % de los menores tenía presencia en internet antes de nacer y el 81 % antes de cumplir seis meses. En España, una encuesta realizada entre padres y madres de niños y niñas de 9 a 17 años puso de manifiesto que el 89  % de las familias compartía alrededor de una vez al mes contenidos de sus hijos en Facebook, Instagram o TikTok.

PV productions/Shutterstock

Es lo que conocemos como el sharenting, una práctica cada vez más extendida hoy día entre las familias que parecen no ser conscientes de los riesgos que conlleva.

Por no hablar de los padres o madres influencers y el beneficio que les supone usar imágenes de sus hijos en sus cuentas para atraer a las marcas: el estudio “Exposición de menores en Instagram: instamadres, presencia de marcas y vacío legal”, señala que, de las cuentas analizadas, las publicaciones donde aparecen menores reciben un 41 % más likes respecto a las que no.

¿Acaso no tienen los padres derecho a publicar las imágenes de sus hijos? Sí y no. Hasta los 14 años, los padres, como tutores legales, tienen la potestad de decisión sobre cómo gestionar sus datos personales y, por ende, de su imagen. Pero precisamente son los padres y las madres los que están obligados a velar por la seguridad y el bienestar de los hijos. Los derechos de la infancia deben estar siempre por encima de los nuestros.

Cuando subimos una foto o vídeo a internet perdemos su control

Porque ¿quién puede resistirse a compartir una bonita foto familiar de unas vacaciones o un momento especial con nuestros amigos y seres queridos? Algo esporádico y natural que no debería convertirse en recurrente.

Además, debemos ser conscientes de que cualquier imagen publicada en internet (también en perfiles privados) puede poner en riesgo la seguridad y privacidad de los hijos (su huella digital). Una vez que se envía, aunque sea a un círculo pequeño de personas, la imagen escapa a nuestro control y podría convertirse en pública, a todos los efectos, si se comparte o se descarga por nuestros contactos.

Según el informe Perfil del detenido por delitos relativos a la pornografía infantil, en el 72 % de los casos de agresores sexuales duales penados existían imágenes cotidianas de menores no sexualizadas, es decir, fotos provenientes de fuentes comerciales, álbumes familiares o fuentes legítimas. Esto se aplica especialmente a esas fotos inofensivas y familiares en una piscina o en la playa, ya que nunca se sabe dónde puede acabar ese contenido.


Leer más: El impacto de la inteligencia artificial en la educación sexual


Y a estos riesgos, ahora se suma el aumento exponencial del uso de aplicaciones de inteligencia artificial generativa, dando lugar a los deepfakes y al morphing, que consiste en alterar la imagen del menor (puede ser cualquier foto en cualquier contexto) con otras de carácter pornográfico, dando lugar a una nueva fotografía de alto contenido sexual protagonizado, sin quererlo, por parte del menor.

Pero si es una foto muy ‘graciosa’, ¿por qué le da vergüenza?

A este comentario le suelen seguir otros del tipo: “Pero si son niños jugando en la piscina; si solo es mi bebé en la bañera; fue una caída muy graciosa… ¿qué peligro puede tener eso? ¡Anda que no hay cosas peores en las redes sociales!”.

El 56 % de los padres comparte información potencialmente vergonzosa de sus hijos, el 51 % da datos con los que puede localizárseles y un 27 % cuelga fotos directamente inapropiadas. En España, el 42 % de los menores siente vergüenza  por los contenidos subidos por sus padres a internet.

Además, también nos encontramos ya en redes sociales con muchos perfiles de centros escolares, centros deportivos o asociaciones que, para promocionar sus servicios y actividades, publican y comparten cientos de imágenes de los menores, muchas veces muy inapropiadas (en bañador), aunque cuenten con las autorizaciones familiares correspondientes para ello.

Repercusiones legales

¿Y qué ocurre cuando esos hijos crecen, se hacen adolescentes y nos piden que las borremos?

Cuando nuestros hijos, sobrinos o nietos tienen edad suficiente para opinar sobre lo que se publica de ellos en redes, su voluntad debe prevalecer. Así lo especifica la ley, por ejemplo, en España,  la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales:

“En caso de que el derecho se ejercitase por un afectado respecto de datos que hubiesen sido facilitados al servicio, por él o por terceros, durante su minoría de edad, el prestador deberá proceder sin dilación a su supresión por su simple solicitud”.

Y debemos de saber que, aunque pongamos emoticonos para cubrir sus caras, en caso de poder ser identificables de alguna manera, podremos ser sancionados por la Agencia Española de Protección de Datos con multas de hasta 3 000 €, máxime si no tenemos permiso de los progenitores o estos nos han solicitado su borrado (hay sanciones por ello de 10 000 €.)

Aun así, parece necesario adoptar futuros mecanismos o medidas, más allá de las existentes (en el Código Civil, la Ley Orgánica de Protección a la infancia y la adolescencia frente a la violencia, LOPIVI, la Ley de Servicios Digitales, DSA, o la Ley Orgánica de Protección de Datos Personales y garantía de los Derechos Digitales, LOPDGDD), ya que resultan insuficientes para garantizar la seguridad y privacidad de los menores en las redes sociales.

Antes de publicar fotos de menores, pensemos

  1. Lo primero y más importante: ¿nos gustaría que esa imagen estuviera en manos de personas desconocidas? ¿Cómo podría perjudicar la publicación de este contenido al menor en la vida adulta (de cara a conseguir un empleo, entablar una relación sentimental o en cualquier otra faceta de su vida personal)?

  2. Empaticemos con los menores y su sensibilidad, especialmente en la edad adolescente: preguntemos siempre antes de publicar una fotografía suya en internet o enviarla a familiares.

  3. Debemos compartir esta preocupación con los familiares más cercanos, hermanos y padres, para que respeten la voluntad de los menores.

  4. Configuremos la privacidad de redes sociales y canales de mensajería instantánea para asegurar que usuarios que no sean contactos no puedan acceder a las fotos, e incluso aunque lo sean, no puedan descargárselas.

  5. Desactivemos siempre la opción de etiquetado en las redes sociales para que las personas no puedan etiquetarnos ni a nosotros ni a nuestros hijos (si tuvieran perfil) automáticamente si nuestra autorización.

Tal y como nos recuerdan desde la Agencia Española de Protección de Datos y la iniciativa PantallasAmigas

existe la obligación de cuidar la imagen e intimidad de los menores, 
no el derecho de hacer un uso arbitrario de ellas. 
Es su huella digital presente y futura la que está en juego.

Avances y desafíos en el cumplimiento de sus derechos humanos en el Perú. Informe "Nuestras Voces" de Niñas, Niños y Adolescentes

Nuestras Voces 2024, 
Informe alternativo: Niñas, Niños y Adolescentes informan
sobre los avances y desafíos en el cumplimiento de sus derechos humanos en el Perú


Este informe recoge las voces de 93 niñas, niños y adolescentes (NNA) de 42 organizaciones en 17 regiones del país. Ellos se reunieron para analizar y presentar, desde sus propias perspectivas, un informe sobre los principales avances y desafíos en la situación de los derechos humanos de las NNA en el Perú, para el Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas.

Acceso al Informe.

Informe elaborado con el apoyo de: Acción por los Niños,  Aldeas Infantiles SOS Perú, CHS Alternativo, IFEJANT, IPRODES, MANTHOC, Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza, Save the Children, Terre des Hommes Suisse, UNICEF, Voces Ciudadanas y World Vision Perú.




Compromiso empresarial con los derechos de la niñez y la adolescencia Informe Anual 2023 en América Latina y el Caribe

El sector empresarial es un aliado clave de UNICEF y un motor para lograr resultados a gran escala en pro de la realización de los derechos de la niñez y la adolescencia en América Latina y el Caribe.



unicef América Latina y el Caribe

Junio 2024 

Anne-Claire Dufay
Director Regional a.i. de UNICEF 
para América Latina y el Caribe




En 2023, nuestras alianzas y colaboraciones con empresas han demostrado cómo el liderazgo y compromiso de este sector pueden transformar las vidas de millones de niños, niñas, adolescentes y sus familias. A través de alianzas estratégicas y de la creación de valor compartido, logramos resultados para todos, creando nuevas oportunidades y contribuyendo a los Objetivos de Desarrollo Sostenible.


En 2023, UNICEF trabajó con el sector empresarial en 21 de nuestras 24 oficinas de país en América Latina y el Caribe, y a nivel regional, logrando el fortalecimiento de alianzas existentes y el desarrollo de nuevas oportunidades con más de 2.000 empresas y otros grupos de interés. Mediante su inversión, influencia, innovación y políticas corporativas, el sector empresarial contribuyó a abordar retos clave que impactan a los niños, niñas y adolescentes en la región.


Gracias al apoyo de empresas y aliados y mediante asociaciones público-privadas en América Latina y el Caribe, hemos logrado:

• Movilizar más de 21 millones de dólares a los programas de UNICEF;

• Contribuir a la adopción de políticas nacionales sobre nutrición, debida diligencia empresarial, lactancia materna y trabajo; y prevención de la explotación sexual;

• Alcanzar a más de 5 millones de niños, niñas, adolescentes y familias.


UNICEF colabora con los sectores público y privado para acelerar y amplificar su inversión, impulsar la innovación y ampliar nuevas ideas y soluciones que garanticen que todos los niños, niñas y adolescentes aprendan y desarrollen su máximo potencial. En 2023 UNICEF lanzó la iniciativa “Líderes por la educación”, una alianza regional que busca afrontar la crisis de aprendizaje agravada por la COVID-19.


Asimismo, celebramos como hito en 2023 la participación, por primera vez, de la juventud en foros regionales y globales sobre empresas y derechos humanos. Las juventudes de la región alzaron sus voces, instando a los gobiernos, las empresas y las Naciones Unidas a garantizar la participación efectiva de los niños, niñas y adolescentes tanto en las discusiones como en los espacios de toma de decision sobre la debida diligencia en sus territorios.


En 2024, cuando se conmemora la adopción de los 35 años de la Convención sobre los Derechos del Niño, hacemos un llamamiento al sector empresarial a reafirmar su compromiso con los derechos de la niñez y la adolescencia, forjando asociaciones estratégicas y potenciando la acción colectiva para lograr un mayor impacto en nuestra región.


Este informe destaca las principales alianzas y buenas prácticas empresariales implementadas con éxito en 2023, con testimonios de nuestros aliados quienes resaltan el poder transformador de nuestro trabajo colaborativo en favor de millones de niños, niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe. Esperamos que estas intervenciones los puedan inspirar para sumar esfuerzos y ampliar nuestra misión.



Unicef América Latina y el Caribe. Informe anual 2023

Contenido

Prólogo 7

1. Cómo contribuye el sector empresarial al logro
de resultados para la niñez y la adolescencia 8

1.1 Supervivencia, desarrollo y acceso a dietas saludables 12

  1. 1.2  Desarrollo infantil temprano, educación y desarrollo de habilidades para la vida y el trabajo 16

  2. 1.3  Protección contra la violencia, la explotación y el abuso 27

  3. 1.4  Acceso a servicios de agua, saneamiento e higiene y a un medio ambiente sostenible 30

  4. 1.5  Políticas sociales y de cuidado 37

  5. 1.6  Prevención de desastres y acción humanitaria 41

2. Abordando los impactos adversos del sector
empresarial en la niñez y la adolescencia 46

3. Llamamiento al sector empresarial para fortalecer
su compromiso con la niñez y la adolescencia 52

Acceso al documento (pdf)


 

Los derechos digitales de la infancia, libro.

 Reconocer una nueva generación universal de derechos fundamentales 
aplicables en el ecosistema digital.



SALIERNO, Karina V.
Editorial: Astrea
ISBN: 978-987-706-485-8


Plantea la necesidad de sistematización y reconocimiento de los derechos digitales fundamentales de la infancia con obvia posible proyección a toda persona humana, en el entendimiento de que resulta imprescindible actualizar los derechos humanos tradicionales y sus normas protectorias, así como también, identificar nuevas situaciones de riesgo en donde las soluciones jurídicas actuales resultan por lo menos insuficientes
Por ello, propone reconocer una nueva generación universal de derechos fundamentales aplicables en el ecosistema digital.

Es necesario advertir inicialmente que las relaciones humanas intersubjetivas han mutado de espacio y de lugar y han adquirido la universalidad ilimitada del entorno digital. En este camino, se desdibujan las barreras de contención del espacio físico y se amplía el horizonte de vulneración de los derechos fundamentales en el ecosistema digital.

Tal vez no seamos lo suficientemente conscientes de este cambio, o bien el brillo de la tecnología haya nublado la visión de los objetivos de la humanidad, pero lo cierto es que se hace necesario dar un paso adelante en la protección de los derechos fundamentales en el entorno digital para poder enfrentar los constantes desafíos que el avance de la ciencia le impone a la persona humana.

El desarrollo de la técnica de recolección y análisis de datos, de los algoritmos predictivos y del perfilamiento (data profiling), presenta un desafío único para los mecanismos de control y protección de los derechos fundamentales.

El ecosistema digital se encuentra liderado por grupos de poder que basan sus ganancias en la recolección, perfilamiento y marketing de datos.

La libertad de elegir y el valor que tiene la posibilidad de elegir, representa alejarnos de la comodidad de no pensar y seguir un instinto de aceptación.

La capacidad de tomar decisiones es fundamental para el desarrollo del plan de vida como sustento de la libertad y la dignidad y es esencial para garantizar los valores políticos de las naciones que la protegen.

La inteligencia artificial es un paraguas de algoritmos que incluye, biometría, reconocimiento facial, predicción de comportamientos e intervención en toma de decisiones humanas. El mercado de la inteligencia artificial está creciendo exponencialmente, y las empresas requieren de este tipo de servicios porque le brindan el mayor campo de predicción del comportamiento humano.

Como vemos, el desafío es enorme, tenemos más preguntas que respuestas, pero lo importante es adentrarnos en el camino de la investigación de los aspectos ventajosos y desventajosos de esta nueva tecnología, que puede brindarnos innumerables beneficios pero que también puede constituirse en vehículo potenciador de riesgos para el desarrollo de la personalidad humana y el goce de los derechos fundamentales.

Presentación de la Estrategia Estatal de Infancia y Adolescencia, #EEDIA

La Estrategia Estatal de Derechos de Infancia y Adolescencia 2023-2030 (EEDIA) 
fue aprobada por parte del Consejo de Ministros. 
 
El Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 celebra la presentación de la Estrategia Estatal de Infancia y Adolescencia. El acto es inaugurado por la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra.


Se trata de un compromiso que articula la acción del conjunto de España y de las Administraciones con el fin de garantizar los derechos de las niñas, niños y adolescentes. 

Desde 2016 no existía una estrategia de este tipo en nuestro país, y es en 2018 cuando el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas recomendó a España su formulación para la plena aplicación de la Convención de los Derechos del Niño.


En la jornada participan también el secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez y la directora general de Derechos de la Infancia y Adolescencia, Lucía Lósoviz, junto con expertos del sector como el Ex miembro del Comité de Derechos del Niño y catedrático de Derecho Internacional de la Universidad de Valencia, Jorge Cardona Llorens; el director de la Plataforma de Infancia, Ricardo Ibarra; la presidenta del Consejo de la Juventud de España, Andrea González Henry y el profesor de metodología de investigación social de la Universidad de Santiago de Compostela, Antonio Rial Boubeta.

Asimismo ha contado con la mirada de la infancia, central en la elaboración de la Estrategia, a través de la participación de miembros del Consejo Estatal de Participación de la Infancia y de la Adolescencia (CEPIA).


Desconexiones sin conexión

Hay una característica nueva de la forma de vivir, sentir, 
pensar e incluso actuar en la actualidad, 
es que está desconectada de lo que nos precede, nos sustenta 
y nos sirve de guía y de base de sustentación.
...la anomia como marco referencial sin referencias.


Hay varios fenómenos sociales -que no particularmente individuales o casuales-, que han emergido y están extendiéndose en los últimos tiempos y que, seguramente, tienen que ver con nuestras conexiones afectivas, comunitarias, familiares, amistosas. Los seres humanos somos seres conectados a unas formas de vida, a unos grupos familiares, a un territorio, a un grupo laboral o profesional, etc…


Durante la infancia y la adolescencia ensayamos estas funciones vitales y nos vamos conectando a destinos previstos o a proyectos personales por desarrollar. Casi siempre tienen que ver con modelos cercanos aderezados de otros que nos vienen vía productos culturales, fiestas, celebraciones, tradiciones.

Pero una característica nueva de la forma de vivir, sentir, pensar e incluso actuar en la actualidad, es que está desconectada de lo que nos precede, nos sustenta y nos sirve de guía y de base de sustentación. Creo que, en gran parte, esto ocurre por el enorme auge que ha tomado la anomia como marco referencial sin referencias. Anomia es (según el DLE) “trastorno del lenguaje que impide llamar a las cosas por su nombre” y “conjunto de situaciones que derivan de la carencia de normas sociales o de su degradación”.

Bajo este paraguas anómico discurre gran parte de nuestras vidas, donde se han desdibujado y degradado muchos de los principios, fórmulas y objetivos de una óptima y positiva convivencia.

Las calles no deben ser el reino del más fuerte, los centros escolares territorios de competitividad y hegemonía, los hogares lugares de cohabitación sin convivencia efectiva, los lugares de trabajo puestos aislados sin verdadera comunicación, etc…

No siendo esto, estaríamos en conexión social y humana. Pero vemos que predominan ahora los mensajes mediáticos y en las redes, de personas singulares, especiales, que se diferencian de lo común y general, para elevarse por encima con un sentido enorme de exclusividad, que es lo que les concede el estatuto de triunfo o victoria. Actitudes antisociales, hechas de cachitos de particularidades salidas no se sabe de dónde. Lo contrario al sentido de ciudadanía, que contiene la idea incluyente de bien común, que me incluye a mí también, la idea de derecho y deber que viene a remplazar las de privilegio y discriminación, propias de sociedades autoritarias y excluyentes.

La cultura de las pantallas alimenta todas estas cuestiones que están regidas por la anomia: yo, en solitario, me fabrico un mundo sin normas que me molesten a mí, degrado las propuestas de bien común, invento lenguajes, situaciones, aventuras o sucesos deseados inventados. Cambio hasta mi rostro y mis gestos, hago una performance de cualquier necedad o tontuna. Sin necesidad de preparación. Si estoy al otro lado, me trago todo esto como promesa de éxito, porque sólo se traga el producto final, no el proceso.

La anomia y la carencia de conocimiento y experiencia de los procesos, está criando y educando seres humanos muy exigentes y demandantes, sin raíces, sin paciencia, sin voluntad, con caprichos y deseos irrefrenables, con la convicción de que son derechos de su persona, aunque colisionen con derechos de otras personas.

El problema más grave, a mi entender, es que todo esto es incompatible con los aprendizajes de todo tipo, que requieren de tiempo, método, repetición, voluntad, atención. Para llegar a conocer algo y manejarlo con destreza, hay que cumplir el paso por estos peldaños. Los niños, niñas y jóvenes pegados a las pantallas no pueden tener estas experiencias de aprendizaje. Les parece que todo es automático, les abona el narcisismo espontáneo, les presenta un mundo exógeno lleno de facilidades y resultados mágicos e inmediatos.

Difícil que estas generaciones encajen con la educación reglada o la educación familiar, que contienen necesariamente normas de funcionamiento, para que se sustenten con solvencia y dignidad. Si la mayor parte de niños, niñas y jóvenes exigen horarios a su medida para dormir, comer, salir, entrar, estar, colaborar,.., asignaturas atractivas y evaluaciones excepcionales (eso no me gusta), comidas y alimentos a la carta , estímulos continuos en sus aprendizajes para la vida, amistades virtuales, conexiones continuas que desconectan del entorno material, imágenes que lo explican todo en un instante, audiovisuales vertiginosos llenos de ruidos y efectos especiales donde no logras saber lo que ocurre, y modelos de influencers youtubers de los que no saben más que lo que presentan frente a la pantalla. Si la verdad vale menos que la mentira y un corte de pelo o un maquillaje cotiza en el mercado del éxito virtual y económico…. ¿cómo seguimos esperando que las niñas, niños y adolescentes puedan progresar en aprendizajes escolares o familiares?

Decimos que la escuela está obsoleta y en gran parte es verdad. Que en ella faltan recursos materiales y personal con buena formación para una profesión tan difícil. Que los métodos están anticuados. Que las administraciones educativas no tienen un interés especial en mejorar los planes de estudios, que las pedagogías quedan en los departamentos universitarios .

Todo eso es cierto y verdad. Pero quién educará a quienes educan?

Unas generaciones analógicas que tienen que educar a varias generaciones digitales lo tienen difícil, aunque siempre siempre creeremos que cuando se quiere se puede.