A medida que las organizaciones no gubernamentales internacionales (ONGI) se esfuerzan por crear un impacto duradero, debemos dar prioridad a los miembros más vulnerables, pero a menudo ignorados, de nuestras comunidades: los niños y las niñas. Sabemos que serán ellos quienes tendrán que vivir con los impactos de las decisiones que se tomen hoy. Por eso es más importante que nunca que encontremos nuevas formas de integrar sus voces y necesidades en las plataformas de toma de decisiones, tanto dentro de las organizaciones como fuera de ellas.
de Organizaciones para el Desarrollo
Dan Mtonga
25 Noviembre, 2024
Seis jóvenes investigadores del Young Minds CAMP compartieron sus investigaciones dirigidas por niños y niñas: Baaska de Mongolia, Narin de Camboya, Alex de Tailandia, Htar Mu y Bunny de Myanmar. |
La pregunta es: ¿cómo? Mediante la participación infantil en los estudios, investigaciones y plataformas relacionadas con el cambio climático para permitir a los niños y las niñas impulsar el cambio de las políticas que afectan a sus vidas. Invertir en investigación y estudios dirigidos por niños y niñas no es sólo un imperativo moral, sino también una prioridad estratégica en la mejora de los programas de desarrollo.
Ninguna decisión sobre mí, sin mí
La investigación dirigida por niños y niñas significa darles voz. Escuchar sus deseos y aspiraciones significa que nuestros proyectos y programas deben responder mejor a sus necesidades y tener un mayor impacto en su futuro. World Vision no llevaría a cabo proyectos en comunidades locales sin antes hablar con las personas que viven y trabajan allí e implicarlas en las decisiones que afectan a sus vidas. Dar a la gente la posibilidad de participar en el éxito de los programas de desarrollo aumenta su implicación en ellos y, como resultado, el impacto es más profundo y duradero. Los niños y niñas no son diferentes.
La investigación dirigida por niños y niñas nos da una visión única de los retos a los que se enfrentan y de las oportunidades que tienen. Sitúa a la infancia en el centro del diseño de nuestra investigación, la recogida de datos y la reflexión. De este modo, adquirimos una comprensión auténtica de sus experiencias y de sus necesidades. Esto, a su vez, nos permite encontrar soluciones para cada contexto, adaptadas a las realidades del terreno, y mejorar el compromiso y la implicación de las comunidades.
Influir en las decisiones políticas
La investigación infantil tiene el potencial de influir en la política y la programación de manera significativa. En primer lugar, permite una defensa informada ya que proporciona a las ONGI datos creíbles y centrados en la infancia con los que abogar por el cambio de políticas. En segundo lugar, permite una programación basada en pruebas ya que informan sobre una situación real sobre el terreno. En tercer lugar, amplifica las voces de la infancia. La investigación dirigida por niños y niñas les ofrece una plataforma para promover sus puntos de vista y llegar a los responsables de la toma de decisiones, garantizando que se dé prioridad a sus necesidades.
Por qué la investigación dirigida por niños y niñas es importante para las ONG internacionales
Cuando abogamos por la infancia, debemos hacerlo teniendo en cuenta su interés superior. La investigación dirigida por niños y niñas nos obliga a rendir cuentas. Cuando involucramos a la infancia en nuestros programas, debemos responder ante ellos por el trabajo que realizamos. Al mismo tiempo, aumenta la eficacia de nuestras intervenciones, ya que los proyectos diseñados con sus aportaciones tienen más probabilidades de éxito. Invertir en ella demuestra nuestro compromiso con una programación centrada en los niños y niñas, fomenta la inclusión y la participación, e impulsa un cambio duradero basado en las voces y experiencias vividas por los niños y niñas.
Se trata tanto de una elección estratégica como de un imperativo moral y también de estar a la altura de nuestros valores. No podemos pretender hablar en nombre de la infancia o abogar por el cambio en su nombre si no les hacemos partícipes de nuestra toma de decisiones. Defendiendo las voces de los niños y niñas para informar de las políticas y las prácticas, crearemos un futuro más brillante y equitativo para todos.
En conclusión, hay tres prioridades que deben tenerse en cuenta a la hora de situar a la infancia en el centro del trabajo de desarrollo:
- En primer lugar, las ONG deben integrar la investigación dirigida por niños y niñas en su programación actual.
- En segundo lugar, las ONG deben proporcionar capacitación a los investigadores que trabajan con niños y niñas.
- Y por último, las ONG deben abogar por un cambio político centrado en la infancia.
Si logramos dar estos tres pasos, podremos empoderar a la próxima generación de líderes y crear un cambio duradero.