Delincuencia de menores: cárcel o brazos cruzados: un falso debate.

Los que no pensamos que metiendo niños en la cárcel vaya a avanzar mucho la sociedad, 
no sufrimos menos por esos sucesos. 

Roberto Uriarte Torrealday,
Profesor de Derecho Constitucional 
de la UPV-EHU.

Copiar de los modelos represores y anticuados, 
todos los cuales tienen niveles de delincuencia muy superiores a los nuestros, 
es poco inteligente. 

Umberto Eco nos enseñó magistralmente en ‘El nombre de la rosa’ la necesidad que el pensamiento reaccionario tiene de inyectar en las personas el clima de miedo que justifique su perpetuación. La coincidencia en un tiempo reducido de varios delitos graves en Bilbao, protagonizados por menores de edad, ha generado una alarma social importante, al amparo de la cual personas que habitualmente predican la resignación y el sometimiento a las políticas que nos imponen los poderes fácticos nos descubren repentinamente su faceta más crítica. Al contrario de lo que predican respecto de otras políticas públicas, en materia de seguridad ciudadana no plantean la resignación, sino que se dedican a agitar la legítima indignación popular. 

Y lo hacen planteando atajos fáciles para resolver problemas complejos. Dicen que no podemos quedarnos de brazos cruzados ante la gravedad de los delitos cometidos por menores de edad. Que no puede ser que delitos tan graves queden impunes. Que es preciso rebajar la edad penal.

Aunque su argumentación esconde una falacia evidente, hay que reconocer que quienes así opinan han conseguido, por una parte, erigirse en portavoces del dolor que generan las muertes violentas y a la vez, establecer el marco del debate en unos términos que, aún siendo falsos, les resultan favorables. La pregunta sería, según ellos: ¿Debemos permanecer de brazos cruzados o hay que plantearse la rebaja de la edad penal?


Frente a esta maniobra, conviene recordar que los que no pensamos que metiendo niños en la cárcel vaya a avanzar mucho la sociedad no sufrimos menos por esos sucesos. 
Pero creemos que meter un niño en la cárcel es facilitar que se convierta en un delincuente de por vida. 
Es más, si echamos una mirada desprejuiciada al mundo, podemos comprobar que hay  diferencias importantes entre unos países y otros sobre cómo abordar el problema de los delitos cometidos por menores e incluso de los delitos en general. 
Y podemos comprobar también que los países que tienen sistemas penales más agravados coinciden exactamente con los menos civilizados y más atrasados y en los que la inseguridad y la delincuencia son superiores a las que tenemos nosotros. 
Es evidente que ninguno de nosotros tomaría como modelo para abordar nuestros problemas sanitarios o educativos los sistemas sanitarios o educativos de los países que aún siguen encarcelando a niños en pleno siglo XXI. Si no nos planteamos seguir sus sistemas sanitarios o educativos, ¿por qué tomar como modelo sus sistemas penales?   

No faltará quien alegue la excepción norteamericana: un país económicamente próspero y que sigue manteniendo uno de los sistemas penales más crueles. Es el país con mayor número de presos del mundo y con mayor proporción de su población encarcelada. Más de un millón y medio de sus habitantes abarrotan sus cárceles. A quienes plantean este modelo se les podría responder que, a pesar de ello, probablemente habrá pocos países con un desarrollo económico equiparable y que sean menos eficientes garantizando la seguridad de sus ciudadanas y ciudadanos.

En resumen, considero que el debate al que nos quieren llevar es un debate falso: 
.- no se trata de elegir entre la ley del Talión o la benevolencia; 
.- no se trata de elegir entre cárcel y brazos cruzados: 
.- se trata de que todas las políticas públicas se inspiren en los modelos más racionales y sensatos y no en la demagogia. 

Las políticas de reeducación de niños y adolescentes predelincuentes, como las políticas sanitarias, las políticas educativas o cualquier otra política pública, se deben basar en los mismos criterios, en la racionalidad y en la eficiencia, en los programas más vanguardistas, las técnicas más eficientes, el personal más capacitado; y deben tomar como modelo a los países que obtienen resultados más eficaces y que poseen unas sociedades con tasas menores de delincuencia.
Copiar de los modelos represores y anticuados, todos los cuales tienen niveles de delincuencia muy superiores a los nuestros, es poco inteligente. El debate no es entre aplicar la cárcel o no hacer nada. El debate es sobre cómo intervenir: o con políticas públicas eficientes o con las que ya se sabe que no funcionan, porque a todos los países que las aplican les dan malos resultados.

Es evidente que se han cometido errores en las políticas públicas relativas a estos menores. Que muchos de estos errores se han cometido por falta de coordinación suficiente entre los servicios forales, la policía y los jueces y fiscales; cuando no por omisión o dejación de responsabilidades por parte de las administraciones implicadas. 
Es evidente también que hace falta una mayor sensibilidad respecto del problema; que hay que revisar a fondo las políticas desarrolladas; que hay que diagnosticar los muchos puntos débiles del modelo; y que hay que rectificar cuanto antes los errores cometidos. 
Pero de lo que no cabe duda es de que nunca se rectifica un error cometiendo otro mayor. Es absurdo pretender mejorar la seguridad en nuestras ciudades tomando como modelo políticas de países que en materia de seguridad están muy por detrás de nosotros.

Infancias y medios: atención a las voces de los niños y las niñas

Atención a las voces de los niños y las niñas.Heloísa Andreia de Matos Lins, Renata Reis Genuíno, Helena Ferroni Branquinho

Diversidad en la infancia,
Ediciones Complutense,
Vol 1 (2017),



Este artículo recoge elementos de dos estudios empíricos realizados con niños y niñas entre 4 y 12 años de la ciudad de Campinas (São Paulo, Brasil), mapeando sus relaciones con los medios y cuestionando las representaciones comunes alrededor de ellos, sobre todo a partir del marco teórico centrado en la llamada pedagogía de la infancia y los posibles vínculos entre la sociología de la infancia y la psicología histórico-cultural. Ambos estudios fueron realizados con una perspectiva cualitativa y las principales fuentes para la producción de datos fueron las conversaciones con los niños y niñas, con algunos adultos (padres o profesores) y/o la observación de campo (registros fotográficos de juegos y notas en un cuaderno de campo). Los principales aspectos analizados, a partir de la escucha de los niños y niñas, revelan una complejidad de elementos para la construcción de indicadores. Sin embargo, también señalan que los artefactos y/o contactos con los medios digitales constituyen marcas importantes con respecto a la constitución y la pluralidad de las infancias – sus deseos, juguetes, creaciones y fantasías – a veces similares a las generaciones anteriores, otras completamente diferentes, lo que impulsa a los investigadores y educadores hacia nuevas vías de investigación.

es una revista interdisciplinaria e iberoamericana, cuyo objetivo es promover el conocimiento científico sobre las vidas de los niños, niñas y adolescentes, principalmente en el ámbito español, portugués e iberoamericano y orientado en la línea de los nuevos estudios de infancia.

© 2017. Universidad Complutense de Madrid
Está permitida la difusión y reproducción no comercial de este artículo siempre citando al Autor, a la Revista Sociedad e Infancias y a Ediciones Universidad Complutense.

Con el Patrocinio de  Aldeas Infantiles SOS y Asociación GSIA 

          




Ardor guerrero en las aulas.

Fernando Hernández Sánchez,
Profesor de Didáctica de las Ciencias Sociales,
Fac. de Formación de Profesorado y Educación, 
Universidad Autónoma de Madrid.  
                



Qué lejos estaba el maestro Alonso, autor de la zarzuelilla Las corsarias, 
de sospechar que la historieta de ese fray Canuto,
cuyos favores sexuales se rifaban las integrantes del cuerpo de baile del Teatro Martín al compás del “foxtrot bailable de las dormilonas: Buenas noches caballeros” y las picantes evoluciones de Celia Gámez y sus coristas,
iban a pasar, de enervar al público masculino frecuentador del subgénero sicalíptico, 
a formar parte del currículum de formación en valores en colegios e institutos.

Hace seis años, José Ignacio Wert, ministro de Educación de imperecedera memoria, realizó unas declaraciones al vetusto diario de los Luca de Tena (ABC) en las que sentenció: “Educación para la Ciudadanía (EpC) se convirtió en una asignatura con carga de adoctrinamiento”. Reciclando todo tipo de intoxicaciones emanadas del lobby integrista, Wert descalificó el currículum de la materia por considerarlo trufado de ideología anticapitalista, anticristiana y antiespañola —la trilogía invertida de las esencias patrias—. Como no se cansarían de repetir las voces alojadas en lo más profundo de la caverna, EpC promovía un nuevo modelo de moral subversiva, relajada, promiscua y disolvente acorde al proyecto desnacionalizador de la izquierda.

Cuando declinaba la primavera de 2015, Wert nos dejó para instalarse en los Campos Elíseos, y no al estilo de los héroes griegos, que recibían tal recompensa por razones virtuosas y sin gravar el erario público. Wert se fue, pero su espíritu dejó impregnaciones. Su sucesor, Íñigo Méndez de Vigo y Montojo, y la ministra de Defensa, María Dolores Cospedal García, tomaron el testigo en la misión de “españolizar” a la infancia y la juventud.
Catecismo en horario escolar, evaluable y computable en el expediente, o “cultura de defensa y los valores asociados a ella”
En diciembre de aquel mismo año, los dos departamentos firmaron un Acuerdo Marco Interadministrativo con la finalidad de “promover el conocimiento y sensibilización de los jóvenes escolares sobre los temas relacionados con la paz, la seguridad y la defensa” mediante el desarrollo de contenidos curriculares de las asignaturas de Valores Sociales y Cívicos (Enseñanza Primaria) y Valores Éticos (Enseñanza Secundaria).

Ambas son la alternativa a Religión, otra materia que el conservadurismo se ha empeñado en reforzar durante estos años con la correspondiente sanción del Tribunal Constitucional. El diseño resultante habría sido muy del gusto de la aristocracia del Antiguo Régimen: “Iglesia, Mar o Casa Real” era el destino para los hijos segundones hasta el siglo XVIII. “Altar o Milicia” parece ser la falsa disyuntiva que se les ofrece a los estudiantes y a sus familias en la segunda década del XXI. Catecismo en horario escolar, evaluable y computable en el expediente, o “cultura de defensa y los valores asociados a ella”.
Como parte del programa destinado a proporcionar un cierre ultraconservador a la crisis política abierta en 2011 llega hoy a nuestras manos el Proyecto “Conocimiento de la Seguridad y la Defensa Nacional en los centros educativos” para la etapa de Primaria.
Se trata, según sus autores, de una iniciativa que se basa en un supuesto “consenso social sobre la relación existente entre el futuro comportamiento como ciudadanos de nuestros menores y jóvenes y la educación que estos reciben, además de en el ámbito familiar, en la escuela”.

Dando por sentado que exista semejante acuerdo y en tal sentido, más allá de la episódica generalización de la estética de casa-cuartel aplicada a los bloques de vecindad por mor de la reacción al contencioso catalán, los autores nos ofrecen diez unidades didácticas destinadas a “mejorar el conocimiento de la Seguridad y la Defensa Nacional” y a concienciar al alumnado “sobre los aspectos relacionados con estas”.

Un somero repaso a las 240 páginas del material colgado en la web del MEC da que pensar, a pesar del aval del Centro Nacional de Innovación e Investigación Educativa (CNIIE), que sus autores hace mucho que no pisan un centro educativo y que, casi sin lugar a dudas, hace mucho también que no salen de un cuartel.

Desde el punto de vista pedagógico, es un desastre en cuanto a planteamiento, metodología y diseño de las actividades. Las unidades didácticas cuentan con un planteamiento expositivo absolutamente inadecuado para los estudiantes de los niveles a los que se dirige: ¿alguien piensa que el alumnado de 5º y 6º de Primaria puede digerir, sin la correspondiente adecuación del vocabulario o un extracto de los principales contenidos, cuatro páginas de apretado texto de las Reales Ordenanzas? ¿O una entrevista de la misma extensión al secretario general de la OTAN? ¿Nadie ha caído en las sustanciales diferencias existentes entre un aula de Primaria y un Hogar de Suboficiales?
A modo de compensación y para contrarrestar la densa parte doctrinal, el apartado relativo a las actividades se ajusta al clásico esquema pinta-recorta-colorea. Parece un muy pobre concepto de lo que es contenido educativo. Hacer por hacer, eso sí, con mucha exposición de manualidades, muchos ¡vivas! y unas cuántas apelaciones al alistamiento desde tierna edad.

La transmisión vertical y jerárquica —el tema obligado de contenidos y el activismo sin finalidad clara- quedan compensados por los broches musicales que cierran cada unidad didáctica, consistentes en seguir el compás, cuando no entonar a paso rítmico los respectivos himnos de las distintas armas.
Cabría preguntarse si los asesores del Proyecto sobre Cultura de la Defensa no han encontrado otro hito mejor que el de las guerras de Marruecos para anclar los valores de las fuerzas armadas del siglo XXI
Destaca entre todas, a modo de corolario, la propuesta sobre el aprendizaje del pasodoble “Banderita, tú eres roja/ banderita, tú eres gualda”. Qué lejos estaba el maestro Alonso, autor de la zarzuelilla Las corsarias, de sospechar que la historieta de ese fray Canuto cuyos favores sexuales se rifaban las integrantes del cuerpo de baile del Teatro Martín al compás del “foxtrot bailable de las dormilonas: Buenas noches caballeros” y las picantes evoluciones de Celia Gámez y sus coristas iban a pasar, de enervar al público masculino frecuentador del subgénero sicalíptico, a formar parte del currículum de formación en valores en colegios e institutos. Todo un reto para los encargados de ajustar semejantes contenidos a los estándares de aprendizaje…
Ironías aparte, cabría preguntarse si los asesores del Proyecto sobre Cultura de la Defensa no han encontrado otro hito mejor que el de las guerras de Marruecos para anclar los valores de las fuerzas armadas del siglo XXI.

¿Una guerra colonial es el mejor referente posible en el marco de la escuela multicultural, multiétnica y plurinacional actual? ¿Es conmemorable una matanza como la que llevó a los reclutas carentes de recursos para procurarse un sustituto o comprarse un destino confortable —los soldados de cuota— a pagar un terrible tributo de sangre en el Barranco del Lobo o Annual?.

Una empresa exterior sin más justificaciones que el afán de sublimar un complejo de inferioridad internacional, la defensa de los intereses mineros vinculados a determinados sectores de la oligarquía restauracionista o las fanfarronadas de un monarca inconsciente de los sufrimientos de su propio pueblo ¿rinde un buen servicio a institución alguna? Una campaña brutal, en la que se aquilató el espíritu inclemente e inhumano de toda una generación de oficiales, los africanistas, cuya vesania se tradujo en execrables crímenes de guerra entonces y en la posterior guerra civil ¿puede erigirse en espejo del talante de las fuerzas armadas en 2018?

La aproximación a las obras de algunos autores a los que se cita, aunque se lean poco, en la Historia de la Literatura de Bachillerato —Imán, de Ramón J. Sender, o La ruta (segunda parte de la trilogía La forja de un rebelde) de Arturo Barea— desarbolaría, de ser así, buena parte de lo aprendido por el alumnado al llegar a etapas superiores.

Tampoco resulta muy edificante la exposición a unos himnos cuajados de ditirambos debidos al numen poético de José María Pemán. Casan mal con el afán de modernidad y, puestos a mayores, con el alineamiento exterior de España y sus ejércitos. Sería curioso conocer la opinión de los mandos de los ejércitos aliados de la OTAN, organización en cuyo origen se encuentra la Carta del Atlántico que sirvió de programa común de acción para la derrota del Eje, al saber que ese Pemán era, según la OSS-CIA en octubre de 1948, un “notorio falangista comprometido con el espionaje pro-nazi durante la segunda guerra mundial”.
Más allá de su recorrido por todas y cada una de las organizaciones reaccionarias extremistas de la época, resulta inaceptable la reintroducción en las aulas de un personaje indigno de figurar en el panteón de la escuela española, si no es a título de enterrador.
Como presidente entre 1936 y 1938 de la Comisión de Cultura y Enseñanza de la Junta Técnica del Estado, encargada de la depuración del funcionariado docente, José María Pemán fue el destructor no solo del magisterio republicano, sino también del procedente de la tradición liberal. Por consiguiente, corresponsable del páramo cultural que hundió a España en medio siglo de aislamiento y retraso. No parece el mejor aval para figurar en los manuales escolares.

Nos encontramos, en definitiva, ante un proyecto que nace ya anticuado, dotado de materiales con evocaciones rancias, metodológicamente obsoleto, filosóficamente reaccionario y adoctrinador en los principios hueros de un nacionalismo castizo, limitado y excluyente. 
Una iniciativa impropia de una sociedad avanzada y plural; inadecuada para con un patriotismo cívico que esté más pendiente de las personas que de los símbolos; y desacorde con la imagen de unas fuerzas armadas modernas, profesionales y comprometidas con la defensa de los valores democráticos. 

  La resiliencia de los estudiantes con antecedentes de inmigración.

Factores que conforman el bienestar.







  Los flujos migratorios están cambiando profundamente la composición de las aulas. Los resultados del Programa de la OCDE para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) revelan que en 2015, casi uno de cada cuatro estudiantes de 15 años en países de la OCDE informaron que habían nacido en el extranjero o tenían al menos un padre nacido en el extranjero. Entre 2003 y 2015, la proporción de estudiantes que habían emigrado o que tenían un padre que había migrado a través de las fronteras internacionales creció en seis puntos porcentuales, en promedio en todos los países de la OCDE.
La resiliencia de los estudiantes con antecedentes de inmigración: Factors that Shape Well-being revela algunas de las dificultades con las que se encuentran los estudiantes con antecedentes de inmigración y dónde reciben el apoyo que necesitan. 
El informe proporciona un análisis en profundidad de los factores de riesgo y de protección que pueden socavar o promover la resiliencia de los estudiantes inmigrantes. Explora el papel que los sistemas educativos, las escuelas y los docentes pueden desempeñar para ayudar a estos estudiantes a integrarse en sus comunidades, superar las adversidades y desarrollar su resiliencia académica, social, emocional y motivacional.

“El lugar más peligroso para un niño es su casa y el coche de sus padres”. Dejarlos salir de casa es una manera de cuidarlos.


“Los dos lugares más peligrosos para los niños son su casa y el coche de sus padres”. Así de tajante se manifiesta el psicopedagogo y dibujante italiano Franceso Tonucci, conocido por el seudónimo Frato, sobre el contexto actual de la infancia, principalmente en los países occidentales. En este sentido, alude a la “gran contradicción” que a su juicio se produce entre la disminución del número de delitos o accidentes de tráfico y el miedo que se traslada a los niños sobre estas situaciones, provocando que “ un niño no pueda salir de casa sin que un adulto lo acompañe”.
Sobre esta visión de la infancia y otros temas como el papel que actualmente ejercen los adultos en la sociedad y el control absoluto que tienen en los gobiernos ha reflexionado este lunes el pensador italiano en el campus de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) en Toledo, donde ha ofrecido una conferencia en la que ha cuestionado, entre otros asuntos, el desconocimiento (y su consecuente “incumplimiento”) de la Convención sobre los Derechos del Niño (1989) por parte de la sociedad actual.
“Es una parte que me interesa y me preocupa mucho porque, desde ese año -el 89-, los adultos del mundo decidieron establecer y definir los derechos del niño, y sigue siendo una ley totalmente desconocida. Y claro, si es desconocida, casi no vale la pena decir que se está incumpliendo”, razona Tonucci en una entrevista con eldiarioclm.es sobre esta normativa que establece criterios como la participación de los niños en la toma de decisiones que puedan afectarles directamente, como las políticas de urbanismo de una ciudad. Una filosofía necesaria para comprender la afirmación que realiza sobre la peligrosidad de la casa o el coche familiar para los niños.
El cambio “fundamental” que recoge esta normativa, explica Tonucci, es la transformación de la visión de los adultos sobre los niños como “futuros ciudadanos” a considerarlos “ciudadanos, pequeños pero ciudadanos”. Es decir, sustituir la premisa “conservadora” de educar a los niños “para mañana” poniendo “como modelo el ayer” por la aceptación de sus derechos como ciudadanos y su influencia en las decisiones que puedan adoptarse a nivel político en el desarrollo de los municipios.
Precisamente, esta última reflexión es una de las que aborda en su conocido libro ' La ciudad de los niños', un proyecto experimental que se llevó a cabo en la ciudad italiano de Fano y que se ha extendido a otras del resto del mundo. “Este proyecto se funda sobre una idea básica: hemos reservado todo el poder a los adultos y lo hemos gestionado muy mal” en ámbitos como “el medio ambiente, la economía o la justicia social”, recalca Frato.
De esta manera, el psicopedagogo subraya que la reconstrucción y el desarrollo de las ciudades después de la Segunda Guerra Mundial se ha hecho “para los adultos y no para todos”. “Si salgo cuando la escuela está cerrada no encuentro ni un niño de menos de 10 años jugando solo en la calle o en la plaza, muchas veces estas presencias están prohibidas”, señala Tonucci al tiempo que denuncia que esta clase de restricciones son “abusos, y la Convención de los Derechos del Niño lo dice muy claro: el interés del niño siempre debe ser superior”.

Niños en los gobiernos y el ejemplo de Pontevedra.

El también dibujante italiano, que ha expuesto su conferencia alternando sus viñetas y sus reflexiones sobre la infancia, apunta a dos ejes como base de este proyecto social: la escucha a los niños y la participación de estos en el gobierno de la ciudad. “No los estamos escuchando por generosidad sino por necesidad”, recalca Frato, que destaca que, en ocasiones, las decisiones que se puedan tomar por ejemplo a nivel urbanístico en una ciudad puede poner “prácticamente en contra a los propios padres”.
“Si la política ofrece propuestas buenas, la gente lo va a entender, pero deben ser buenas, apuestas muy coherentes sin hacer nunca marcha atrás”, describe Tonucci. En este ámbito, el italiano destaca como ejemplo de ciudad a Pontevedra, que ha hecho un recorrido “impresionante” en la transformación de su estructura urbana en los últimos años.
“La administración se presentó hace 16 años con un programa muy claro: si nos votáis ponemos la ciudad al servicio de la gente, con todo lo que implica. Los dueños son los peatones por lo que se ampliaron aceras, se estrecharon calzadas, se prohibió el aparcamiento en muchos sitios...y el alcalde, Miguel Anxo Fernández, ha sido reelegido en las últimas cinco elecciones”. “La gente se ha acostumbrado y está contenta, esto es muy interesante porque hoy en día es muy difícil encontrar ciudadanos orgullosos de su ciudad”, añade.
Imagen de la entrevista con Francesco Tonucci / UCLM
Imagen de la entrevista con Francesco Tonucci / UCLM

Tonucci vive en Roma, “la ciudad más bella del mundo pero donde es insoportable vivir”. “Criar hijos en Roma es imposible, nosotros lo hemos hecho pero con un esfuerzo fatal”, expone el pensador italiano como ejemplo contrario a Pontevedra, una ciudad de tamaño similar a Toledo y en la que, no obstante, apunta cosas que mejorar como una mayor participación de los niños en el gobierno.
“Proponer que los niños entren en el gobierno de la ciudad es una propuesta novedosa, pero es muy clara en la Convención de los Derechos del Niño, que dice que ellos tienen que dar su opinión y que esta ha de tenerse en cuenta con las cosas que les afecten”, dice Tonucci, que lamenta que, “por el contrario, la autonomía de los niños se ha perdido en los últimos 30 años de una manera brutal”. “Hoy un niño no puede salir de casa sin que un adulto lo acompañe”.

El miedo y los medios

Retomando la cuestión sobre el miedo, Tonucci apunta al suceso que ha copado en las últimas semanas la actualidad mediática del país, el asesinato del niño de 8 años Gabriel Cruz. “Estoy aquí una semana -en España- y cada vez que enciendo la televisión solo se habla de este pobre chico”. En todas las conferencias que ha realizado, Frato señala que he escuchado la misma pregunta: ¿Cómo se pueden llevar a cabo estas ideas habiendo ocurrido algo así?
“¿Dónde ha ocurrido? ¿En la calle? Ha ocurrido dentro de casa, una persona de la familia... con lo cuál, ¿cómo podemos justificar que no dejemos a los niños salir de casa?¿de quién tenemos miedo?”, cuestiona Tonucci, que recalca de nuevo que el lugar “más peligroso para los niños es su casa, igual que para las mujeres”. “Pasando a un nivel menos grave, si se hace una encuesta sobre la causa de los accidentes de niños y su ingreso en hospitales, verán que son solo accidentes domésticos o de coches (el de sus padres), por lo que sería interesante que los medios explicaran a los lectores esta situación. Dejarlos salir de casa es una forma de cuidarlos”, asevera.

Revista GSIA Marzo 2018, Hablando de Infancia y Adolescencia.

Aprovecha estos días para leer nuestra nueva Revista de Prensa.

Actualidad y reflexión sobre la realidad que viven millones de niñas, niños y adolescentes en nuestra sociedad y en nuestro mundo.

IR A LA NUEVA REVISTA DE MARZO 2018 

Los derechos humanos de las niñas 
en la agenda política
Adelantándose de algún modo al protagonismo que tendría la causa de las mujeres el pasado 8 de marzo, la prensa nos trajo en el mes de febrero un conjunto de noticias que tenían a las niñas en su centro de atención. Noticias que mostraban la misma doble cara que las que, unos días más tarde, se referían a las mujeres, esto es, por un lado, noticias positivas y esperanzadoras en la medida que realizaban el reconocimiento de los valores y las capacidades de las niñas en un mundo que tiende a dejarlas en segundo plano, mientras que, por otro, señalaban el largo camino que todavía queda por recorrer para que sus derechos humanos sean plenamente respetados.

Acabando con la Violencia en la Infancia, Informe Global 2017

La violencia genera miedo. 
Y liberarse del miedo es tan importante en la vida 
como la liberarse de la necesidad y el hambre


documenta la escala de violencia sufrida por millones de niños del mundo 
en su vida cotidiana y en sus relaciones en sus hogares, escuelas y comunidades. 
Presenta la evidencia más reciente sobre las causas y consecuencias de la violencia 
en la infancia y demuestra cómo se puede prevenir dicha violencia.


Presentación:
Para una gran parte de la población mundial, la vida es mejor que hace 30 años. Los ingresos han aumentado significativamente. La expectativa de  vida ha aumentado. Menos gente vive en la pobreza extrema. Menos madres mueren durante el parto. La comunidad global también ha avanzado en muchas direcciones para lograr que el mundo sea un lugar más pacífico para todos.

Sin embargo, al menos tres de cada cuatro niños en el mundo (1.7 mil millones) ha experimentado alguna forma de violencia interpersonal, crueldad o abuso en su vida diaria el año anterior, tanto si son de países ricos o pobres, en el norte o en el sur. 
Es lamentable que la violencia esté rodeada de una cultura del silencio. En consecuencia, la violencia contra los niños aún es mayormente invisible en el discurso sobre el desarrollo. La violencia infringe la dignidad y los derechos de los niños, y les impide disfrutar las alegrías de la niñez. La violencia en la niñez también altera el desarrollo de capacidades e impone altos costos financieros y humanos a los individuos y las sociedades. No obstante, la tendencia está cambiando. 
La Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño de 1989, ratificada por todos los estados miembro de la ONU a excepción de uno, ha sido la inspiración para gobiernos nacionales y otros agentes para poner fin a la violencia contra los niños. 
Dado que poner fin a la violencia es una prioridad claramente articulada de los Objetivos de Desarrollo Sustentable, tenemos una oportunidad única de interrumpir el ciclo de la violencia, en especial, para los niños y las mujeres que sufren la peor parte de esta. 

Este informe reúne evidencias globales para demostrar de qué manera la colaboración  y el aprendizaje en diferentes geografías, disciplinas y sectores pueden unir a académicos, encargados de formular políticas y profesionales para poner fin a la  violencia en la niñez.

El informe identifica grandes brechas en el conocimiento global y las evidencias relacionadas con diferentes dimensiones de la violencia en la niñez. 
Por ende, exige mucha más inversión en información, investigación y evaluación para romper el silencio en torno a la violencia y promover la acción pública en todo el mundo.
No es fácil definir y medir la violencia en la niñez. 
El informe comienza presentando tasas estimadas de prevalencia para desarrollar una imagen global de la  violencia en la niñez. 
Exige a los estados invertir para fortalecer los sistemas de datos para informar todas las formas de violencia que experimentan los niños de todas las edades y entornos. 
Este informe también exige acciones globales y locales para promover los derechos de los niños y evitar la violencia. 
Propone dejar de considerar la violencia como una serie de episodios discretos y comenzar a reconocer que es un proceso que está presente en la vida cotidiana de todos los niños. 

La violencia genera miedo. 
Y liberarse del miedo es tan importante en la vida 
como la liberarse de la necesidad y el hambre

Creemos firmemente que poner acabar con la violencia en la niñez 
debería ser una prioridad en el mundo 
para lograr el desarrollo humano verdaderamente sustentable

A.K. Shiva Kumar y Vivien Stern
Copresidentes globales,  Know Violence in Childhood

Concluyendo:
“Todos los niños merecen una infancia sin violencia”
Pero el delito atroz de nuestra sociedad continúa siendo una epidemia silenciosa. 
Por lo tanto, en un momento en el que el mundo ha demostrado su compromiso con los nuevos Objetivos de Desarrollo Sustentable y con la eliminación de todas las formas de violencia contra los niños, necesitamos informes como este más que nunca. 
Este informe aporta conocimientos que son fundamentales para el desarrollo de programas eficaces para prevenir y abordar la violencia y el abuso infantil. Este informe también ayuda a crear un diseño previo para llevar a cabo acciones colectivas  para lograr el cambio”.
Sus hallazgos han sido analizados en este informe, en publicaciones académicas y en un sitio web integral.

La alegre experiencia de la niñez no debería verse opacada por las agresiones y los temores. La violencia en la niñez puede eliminarse a través de esfuerzos concertados. Las estrategias de prevención deberían intentar realzar las capacidades individuales, incluir la prevención de la violencia en instituciones y servicios, y eliminar las causas originales de la violencia. 
La acción pública debe comenzar por romper el silencio que rodea a la violencia, fortalecer los sistemas de prevención de la violencia y mejorar el conocimiento y las evidencias.


* Este informe es el resultado de “Know Violence in Childhood: una iniciativa global de investigación independiente. La Iniciativa plantea la necesidad de acabar con la violencia en la niñez en todo el mundo. Al examinar los datos existentes y encomendar nuevas investigaciones, la Iniciativa ha sintetizado el conocimiento de las causas y las consecuencias de la violencia en la niñez y ha identificado estrategias basadas en evidencias para prevenir la violencia en la niñez. Al reunir a un grupo diverso y multidisciplinario de investigadores  y expertos, la Iniciativa organizó su trabajo en función de tres Grupos de aprendizaje: hogares y familias, escuelas y comunidades y espacios públicos. 
Se encargaron 44 investigaciones de más de cien autores en universidades e instituciones de todo el mundo. A su vez, estas investigaciones se basaron en 3,100 artículos, libros e informes, incluidas más de 170 revisiones sistemáticas de evidencias sobre la prevención de la violencia en la niñez. Durante los tres años de la Iniciativa, se produjeron una edición especial del Journal of Psychology, Health and Medicine  (Marzo de 2017), monografías de antecedentes y bibliografía comentada.La Iniciativa también organizó una serie de reuniones regionales en Asia Central, en el este de Asia y el Pacífico,  y en América Latina y Sudáfrica, que reunieron a investigadores, profesionales y creadores de políticas para abordar cuestiones de violencia en la niñez que tienen importancia principal en sus regiones.

Entre los socios de Know Violence in Childhood se incluyen FXB USA, Inc., la Fundación de Salud Pública de la India  y la Universidad de Delaware. La ayuda financiera fue suministrada por un donante anónimo, American Jewish  World Service, la Fundación Bernard van Leer, la Fundación IKEA, la Fundación NOVO, la Fundación OAK, la Fundación Robert Wood Johnson, la Fundación UBS y UNICEF.

Sin duda, estas son las mejores extraescolares, y las más baratas.

Las 7 actividades 
que tus hijos deben hacer fuera del colegio resumidas en un esquema.

Qué actividades extraescolares son las mejores para los niños 

y también las más baratas.



Sí, el judo, la pintura, la música o la danza están muy bien. 
Complementan todo lo que nuestro hijo aprende en el colegio y además le aportan muchos beneficios. 
Pero a veces (y parece ser que cada vez con más frecuencia) 
olvidamos esas actividades básicas, mucho más baratas y más enriquecedoras. 

Tal vez porque pensamos que es obvio, que son demasiado básicas... o porque simplemente no caemos en la cuenta de que son fundamentales para los hijos.
Nos referimos a actividades tan necesarias para los hijos como jugar ... o aburrirse. Pero hay más. Observa con atención este genial esquema con las 7 actividades básicas que los hijos deben hacer fuera del colegio. 
¿Las tendrás en cuenta?

Imprime y ten presente este genial esquema con las 7 actividades que los hijos deben hacer fuera del colegio todas las semanas.


Ya sea durante la temporada escolar o en vacaciones, estas son sin duda las mejores extraescolares a las que puedes (y debes) apuntar a tu hijo. La idea, que parte de la escuela Montessori, nos parece perfecta para imprimir y tener siempre presente. Porque a veces se nos olvidan las cosas básicas. Y porque sí, ante tanta información, y tanta oferta de actividades fascinantes para nuestro hijo, cada vez nos resulta más difícil centrarse en las cosas importantes. Sin desmerecer a la práctica de fútbol, danza, música o pintura, estas otras extraescolares son mucho más esenciales y mucho más baratas:

1. Participar en las tareas de la casa. No es una propuesta. Es prácticamente una obligación. Si los niños tienen derechos, también obligaciones. Y entre ellas está colaborar en casa. Pero es que además estas tareas no suponen ningún castigo para ellos, sino más bien de un premio. Está demostrado que los niños que participan en las tareas del hogar se sienten más valorados y son mucho más independientes, lo que contribuye en hacer crecer su autoestima y en mejorar la confianza en sí mismos. Se sienten parte importante de la familia y además experimentan lo que significa por primera vez la responsabilidad. 

2. Jugar. Jugar con papá, con mamá, con los hermanos. Jugar con los amigos, con los abuelos o los tíos. Jugar con primos y vecinos. Jugar en soledad, porque también se puede. Jugar, que significa además (no lo olvides nunca) aprender.

3. Ir o salir fuera de casa. Salir de paseo. Salir al parque, de excursión al campo o si se puede... ¡a la playa! Salir de excursión implica para el niño moverse, saltar, correr, descubrir, imaginar. 

4. Dibujar. ¿Sabes la cantidad de beneficios que tiene para un niño usar sus lapiceros de colores? No hace falta que tu hijo sea un Picasso. basta con que use su imaginación. Pintar hace que desarrolle su psicomotricidad fina, que centre su atención, que potencie su paciencia, que mejore su autoestima, que imagine, cree, fantasee... ¿Necesitas más razones para animarle a dibujar?

5. Leer. Si hablábamos de los beneficios de dibujar, no podemos más que rendirnos a las maravillas de la lectura. Leer para un niño supone abrir una puerta enorme hacia el aprendizaje. Los libros son transmisores de valores, de emociones, de vocabulario... Ayudan a los niños a desarrollar la memoria, la atención, la comprensión lectora. Y por supuesto, incentivan su imaginación. 

6. Aburrirse. Tendemos a pensar que nuestro hijo debe estar ocupado constantemente con algo. '¡Que no se aburra!'. Así que programamos su agenda con ciento de actividades, le ofrecemos miles de juguetes, encendemos la televisión, jugamos con ellos para llenar esos pocos minutos que les quedan libres... Gran error. Esos minutos (los minutos que le quedan libres) son los que debemos dejar precisamente libres. Para que se aburran. ¿Sabes por qué? Porque el aburrimiento es un generador de ideas fabuloso. Si dejas que tu hijo se aburra, estarás potenciando su creatividad, su capacidad para inventar e imaginar. ¿No te parece fascinante? 

7. Nada de tele, tablet ni aparatos electrónicos en 24 horas cada dos días. Bueno, y aquí llega la actividad más polémica y complicada de sobrellevar. Sí, para qué negarlo: hoy en día, la tablet y la televisión están presentes en la vida de los niños todos los días de la semana. Ya ni imaginamos cómo era la vida antes, ¿verdad? ¿Y si probamos? ¿Y si intentamos llenar un día entero con otras actividades 'no electrónicas'? ¿Qué pasará? ¡Intentémoslo!

Ya sabes, si tienes alguna duda sobre las extraescolares a las que deberías apuntar a tu hijo, o qué actividades puedes aprovechar para llenar sus días de vacaciones, observa durante un rato este esquema. ¡Y fuera dudas!

Déjalos comer tierra: Salvar a nuestros niños de un mundo desmesurado.

Los científicos afirman que los niños necesitan microbios, 
no antibióticos, para desarrollar la inmunidad.
  Los entornos hiper-higiénicos pueden llevar a enfermedades crónicas.




El conocimiento científico ha llevado a pruebas innegables,de que la exposición temprana a estos organismos es beneficiosa para el bienestar de nuestros niños.






Dr B Brett Finlay y Marie-Claire Arrieta.
Let Them Eat Dirt: Saving Our Children from an Oversanitized World.


Sí, es importante lavarse las manos. Es crítico durante la temporada de resfriados y gripe y especialmente si visita a alguien en el hospital.


El problema es que, al menos en Occidente, los padres (y sobre los vendedores de fantasías crematísticas para su salud financiera) se han tomado el trabajo de mantenerse limpios hasta el límite.

La nueva ciencia muestra que destruir grandes organismos llamados microbios con nuestros desinfectantes para manos, jabones antibacterianos y dosis generosas de antibióticos está teniendo un impacto profundamente negativo en el sistema inmunológico de nuestros niños, dice la microbióloga Marie-Claire Arrieta, coautora de un nuevo libro llamado Déjalos comer tierra: Salvar a nuestros niños de un mundo desmesurado.

La profesora asistente de la Universidad de Calgary, junto con su co-autor, el estimado microbiólogo Brett Finlay, argumentan que estamos criando a nuestros hijos en un entorno más limpio e hiper higiénico que nunca antes. Dicen que exagerarlo de la manera en que lo hacemos está contribuyendo a una serie de condiciones crónicas que van desde las alergias a la obesidad. Conversé recientemente con Arrieta para saber más.


Ambos somos microbiólogos y hemos estado estudiando la comunidad de microbios que viven en nuestras entrañas, lo que llamamos nuestro microbioma intestinal. En los últimos años, la investigación de nuestro laboratorio y otros laboratorios ha demostrado que la salud de este microbioma temprano en la vida es realmente crucial para nuestra salud de por vida. No es solo que seamos científicos, sino que ambos somos padres. Pensamos que los padres y cuidadores realmente se beneficiarían de nosotros al llevar este conocimiento al público.

Hemos escuchado durante un tiempo que el uso excesivo de antibióticos puede provocar infecciones hospitalarias resistentes a los antibióticos, algo que podemos asociar con las personas mayores y otras personas inmunodeprimidas. Pero creo que las implicaciones son mucho más inmediatas e individuales que eso. ¿Cuál es la conexión entre los microbios y el desarrollo del sistema inmune en la infancia?

Cuando nacemos no tenemos microbios. Nuestro sistema inmune está subdesarrollado. Pero tan pronto como los microbios entran en escena, ponen en marcha nuestro sistema inmune para que funcione correctamente. Sin microbios, nuestro sistema inmunitario no puede combatir bien las infecciones.......


En los 150 años desde que descubrimos que los microbios causan enfermedades infecciosas, hemos luchado para mantenerlos a raya. Pero una reciente explosión de conocimiento científico ha llevado a pruebas innegables de que la exposición temprana a estos organismos es beneficiosa para el bienestar de nuestros niños. Resulta que nuestro énfasis actual en la hiper-limpieza y las dietas deficientes están afectando la salud de por vida de nuestros hijos.....



Este interesante e importante libro explica cómo los millones de microbios que viven en nuestro cuerpo influyen en el desarrollo infantil; por qué un desequilibrio en esos microbios puede provocar obesidad, diabetes y asma, entre otras afecciones crónicas; y cómo, desde la concepción, los padres pueden tomar medidas concretas para influir positivamente en la salud a largo plazo de sus hijos. Los autores ahondan en el papel de los microbios en todo, desde la nutrición y los métodos de parto hasta las elecciones sobre alimentación y estilo de vida ("¿Deberíamos tener una mascota?" "¿Debo darle a mi hijo un antibiótico y un probiótico?" "¿Debería dejarlo? su juego con un amigo que está enfermo? ").

Basado en la mejor literatura científica publicada hasta la fecha, incluido el trabajo de vanguardia de los autores, este libro cambiará la forma de ver la suciedad y la comida, y le permitirá dar a sus hijos un comienzo más saludable en la vida.