Este material sirve también para que las niñas y niños sepan identificar qué les está pasando y que puede pasar a partir de ahora y también está disponible en valenciano, porque la infancia también tiene derecho a recibir la información en su lengua.
Ha llegado la DANA y nos han pasado muchas cosas. Cómo nos podemos sentir las niñas y niños en esta situación
Este material sirve también para que las niñas y niños sepan identificar qué les está pasando y que puede pasar a partir de ahora y también está disponible en valenciano, porque la infancia también tiene derecho a recibir la información en su lengua.
Las muertes infantiles aumentan en Estados Unidos cuando las poblaciones de murciélagos disminuyen.
Eyal Frank, economista ambiental de la Universidad de Chicago, fue el autor del estudio (Science, ), que fue publicado por Science nº385/2024: "The economic impacts of ecosystem disruptions: Costs from substituting biological pest control.
Los murciélagos pueden comer miles de insectos por noche y actúan como un control natural de plagas para los agricultores, por lo que cuando una enfermedad fúngica comenzó a matar poblaciones de murciélagos en los EE. UU. después de su introducción en 2006, los agricultores de los condados afectados utilizaron más insecticidas, descubrió Frank. Esos mismos condados sufrieron más muertes infantiles, que Frank relacionó con un mayor uso de insecticidas que son perjudiciales para la salud humana, especialmente para los bebés y los fetos.
El estudio fue recibido con una gran cantidad de elogios por parte de científicos no afiliados por su metodología y las importantes conclusiones que ofrece.
"Frank utiliza métodos estadísticos sencillos y las técnicas más avanzadas, y la conclusión es la misma", dijo Eli Fenichel, economista medioambiental de la Universidad de Yale, al New York Times . "Las enfermedades fúngicas mataron a los murciélagos, los murciélagos dejaron de comer suficientes insectos, los agricultores aplicaron más pesticidas para maximizar las ganancias y mantener la comida abundante y barata, el uso adicional de pesticidas provocó la muerte de más bebés. Es un resultado preocupante".
Carmen Messerlian, epidemióloga ambiental de la Universidad de Harvard, dijo al Times que el estudio era "fundamental" y "revolucionario".
El estudio muestra la necesidad de una comprensión más amplia de la salud humana que incluya la consideración de ecosistemas enteros, dijo Roel Vermeulen, epidemiólogo ambiental de la Universidad de Utrecht en los Países Bajos. "Enfatiza la necesidad de pasar de un análisis del impacto en la salud centrado en el ser humano, que solo considera los efectos directos de la contaminación en la salud humana, a una evaluación del impacto en la salud planetaria", dijo a New Scientist .
El periodista Benji Jones se hizo eco de ese sentimiento en Vox , calificando los hallazgos de Frank de "asombrosos" y escribiendo que tales estudios podrían ayudarnos a combatir la contaminación química de las corporaciones.
"Cuando se pasa por alto el vínculo entre la salud humana y la ambiental, las industrias impulsadas por políticas miopes pueden destruir los hábitats de la vida silvestre sin comprender plenamente lo que perdemos en el proceso", afirmó Jones. "Es precisamente por eso que estudios como este son tan importantes: revelan, en términos con los que la mayoría de las personas se pueden identificar, cómo la destrucción continua de la biodiversidad nos afecta a todos"
¿Cómo afecta la contaminación atmosférica a la infancia?: Segundo factor de riesgo de muerte. Informe SOGA 2024, UNICEF
La quinta edición del informe sobre el Estado del Aire en el Mundo, conocido como SoGA, realizado por primera vez en colaboración con UNICEF, concluye que la contaminación atmosférica causó 8,1 millones de muertes en todo el mundo en 2021. Además, concluye que los niños y las niñas menores de cinco años son especialmente vulnerables, con efectos sobre la salud como el nacimiento prematuro, el bajo peso al nacer, el asma y las enfermedades pulmonares.
En 2021, la exposición a la contaminación atmosférica se relacionó con más de 700.000 muertes de niños y niñas menores de cinco años, lo que la convierte en el segundo factor de riesgo de muerte en el mundo para este grupo de edad, después de la malnutrición. 500.000 de estas muertes infantiles estaba relacionada con la contaminación del aire en los hogares debido a la cocción en interiores con combustibles contaminantes.
La contaminación atmosférica procede de la quema de combustibles fósiles y biomasa en sectores como el transporte, los hogares, las centrales eléctricas de carbón, las actividades industriales y los incendios forestales. Estas emisiones no sólo afectan a la salud de las personas, sino que también contribuyen a los gases de efecto invernadero que están calentando el planeta. Las poblaciones más vulnerables se ven afectadas de forma desproporcionada tanto por los riesgos climáticos como por el aire contaminado.
Neumonía, asma y otros efectos
Algunos de los mayores efectos sobre la salud de la contaminación atmosférica se observan en la infancia. Los niños y las niñas son especialmente vulnerables a la contaminación atmosférica y los daños de ésta pueden empezar en el útero, con efectos sobre la salud que pueden durar toda la vida. La exposición de los niños y niñas a la contaminación atmosférica está relacionada con la neumonía, responsable de uno de cada cinco muertes infantiles en el mundo, y con el asma, la enfermedad respiratoria crónica más frecuente en los niños mayores.
En este mismo sentido, desde Children The City, advierten de que “la evidencia es absolutamente condenatoria: la salud de los niños se está viendo dramáticamente afectada por contaminantes del aire que tienen un impacto devastador en la salud de la raza humana y se convierten en el segundo factor de riesgo de muerte a nivel mundial”. En referencia al informe SoGA enfatizan que el grupo de edad de menos de cinco años es particularmente vulnerable a los efectos en cadena, entre ellos el nacimiento prematuro, el bajo peso al nacer y los problemas pulmonares. enfermedades.
“La salud de los niños se está viendo dramáticamente afectada por contaminantes del aire que tienen un impacto devastador en la salud”
“A pesar de los avances en la salud materno infantil, cada día mueren casi 2.000 niños menores de cinco años debido a los impactos en la salud relacionados con la contaminación del aire. Nuestra inacción está teniendo efectos profundos en la próxima generación, con impactos en la salud y el bienestar para toda la vida”, afirmó Kitty van der Heijden, directora ejecutiva adjunta de UNICEF. “La urgencia global es innegable -continuó-. Es imperativo que los gobiernos y las empresas consideren estas estimaciones y los datos disponibles localmente y los utilicen para informar acciones significativas y centradas en los niños para reducir la contaminación del aire y proteger la salud de los niños”.
Una preocupación también para ellos y ellas
Desde el Grupo asesor de Medioambiente de UNICEF, no pasan por alto esta realidad y se muestran preocupados de que no todo el mundo tenga en cuenta esta crisis climática. En concreto, piensan que en general muchos chicos y chicas no están interesados en el tema, no están suficientemente informados (convenientemente, tal vez por culpa de la desinformación) y también pueden pensar que no les afecta tan directamente. El negacionismo climático también preocupa a los jóvenes, niños y niñas más comprometido con este tema.
Desde el grupo quieren generar más conciencia sobre ello y reivindicar que el movimiento climático debe ser inclusivo. Entre los temas que quieren trabajar a partir de septiembre está reducir la desinformación o el desinterés sobre el cambio climático y generar contenido práctico para que todo el mundo esté concienciado.
Una realidad que concuerda con lo que advierten muchas otras organizaciones internacionales. Desde ISGobal advierte de que “nuestra población más joven y vulnerable, que es nuestro futuro, no dispone de los entornos que merece y que necesita para crecer bien. La mayoría de los niños y niñas viven en ciudades que son focos de contaminación atmosférica. Y, además, pasan hasta una cuarta parte del día en escuelas que suelen ser ‘puntos calientes’ urbanos de exposición medioambiental, en zonas densas y muy contaminadas. Esta situación en las ciudades es especialmente grave. Se calcula que el 33% de los casos de asma infantil en Europa pueden atribuirse a la contaminación atmosférica.
“La salud mental de los y las adolescentes también se ve afectada, ya que los estudios demuestran que la exposición a la contaminación atmosférica”
Los efectos más graves también pasan por la afectación de la memoria y las dificultades e el aprendizaje de los niños y niñas. Así lo constata un estudio realizado en Barcelona que relaciona directamente la contaminación atmosférica en sus escuelas con su desarrollo cognitivo. “La salud mental de los y las adolescentes también se ve afectada, ya que los estudios demuestran que la exposición a la contaminación atmosférica está asociada a síntomas de depresión, ansiedad, trastornos psicóticos y una peor salud mental general”, explican.
El camino a recorrer para mejorar eta situación puede verse en iniciativa de toda Europea como la campaña de Clean Cities, la iniciativas Streets for Kids o y Schools Streets. Trabajando en diferentes sectores para hacer frente a la contaminación atmosférica se puede marcar un cambio significativo en la infancia con beneficios duraderos.
El “plato Harvard”, el menú del juego infantil saludable.
"Plato Harvard" se ha llamado a una propuesta de menú saludable, creada por nutricionistas de Harvard, que es una guía para cocinar comidas saludables y equilibradas. Se compone de
Ahora el Observatorio del Juego Infantil ( Silvia Álava), de la Fundación Crecer Jugando, con esas misma proporciones ha creado el
El “plato Harvard” del juego
Estos juegos representan un 40 % del total y son aquellos que se hacen en el parque, la calle, la playa o la piscina. Son aquellos donde los niños deben negociar a qué van a jugar y decidir las normas. Están asociados a la práctica de psicomotricidad gruesa.
La psicomotricidad gruesa, nos explica Silvia Álava, está relacionada con el control general del cuerpo y se practica a través de juegos como el pilla pilla, escondite o los columpios, que desarrollan habilidades motoras.
El juego libre constituye un 25 % y suele realizarse en espacios interiores. Es de tipo simbólico pues se desarrolla a través de juguetes como muñecos o disfraces. No sigue ningún tipo de normas, sino que son los niños los que las van decidiendo y cambiando.
Además, este tipo de juegos fomentan la psicomotricidad fina, que está relacionada con movimientos más complejos que se realizan con los dedos. Algunos ejemplos son dibujar, escribir, vestir y desvestir al muñeco… Es un trabajo de coordinación óculo-manual donde se desarrollan destrezas más precisas, explica Silvia Álava.
Con un 25 % , son aquellos que deben seguir una serie de instrucciones y turnos. Algunos ejemplos serían el ajedrez, la oca, el parchís y los juegos de cartas. Mediante estos aprenden a interiorizar normas, que más adelante pueden resultar fundamentales para la adquisición de los límites que rigen la vida en sociedad, aparte de diseñar estrategias y aprender a ganar y a perder.
Estos son una proporción mínima y Silvia Álava los compara a cuando en la dieta consumimos azúcares (en forma de tarta, por ejemplo) que tienen que estar presentes pero de forma esporádica.
El tiempo recomendado depende de la edad, pero debería ocupar un 10 % respecto al resto de juegos. También hay que tener en cuenta el tipo de juego pues no es lo mismo que esté enfocado a aprender algo a que consista en un contenido más violento.
Por eso es importante seguir el indicativo del Código PEGI, que dice cual es la edad recomendada para dicho juego, aunque la psicóloga observa que los niños suelen meterse en juegos que no se corresponden con su edad.
“Es cierto que a los niños les gustan los juegos tecnológicos, pero el proceso de atención sostenida en este caso lo hace el videojuego porque son estímulos que cambian muy rápido a nivel audiovisual y auditivo. Está estudiado que introducen algo nuevo cada 4 o 6 segundos para que el cerebro esté siempre orientado a la novedad y no tengan que prestar su atención, lo que no contribuye a la maduración de la atención sostenida ni la función ejecutiva, que es fundamental”, apunta Silvia Álava.
Desarrollo de habilidades sociales
Uno de los principales beneficios del juego exterior es aprender a negociar, pues enseñan a acceder, a establecer reglas y a cooperar. Además, el establecimiento de normas en grupo contribuye a aceptar que si uno se salta las normas, el resto se enfada, lo que enseña al niño a adaptarse y aceptar las mismas normas que acepta el grupo.
También aprenden otras habilidades sociales básicas como la presentación que se da de una manera sencilla cuando un niño le dice a otro “¿puedo jugar contigo?”, nos explica la psicóloga.
Un debate abierto: la “gamificación” en la enseñanza
La “gamificación” (o ludificación en español) es un método que consiste en aplicar estrategias de juegos en contextos ajenos a estos con el fin de favorecer el aprendizaje y hacer de este una experiencia significativa y motivadora.
Ante el debate que suscita la aplicación de la ludificación en los centros educativos, Silvia Álava observa que las emociones agradables favorecen el aprendizaje mucho más que las emociones desagradables y por lo tanto, anima a que se fomente un aprendizaje divertido que estimule la curiosidad y las emociones agradables.
Sin embargo, esto no significa que haya que llevarlo al extremo, añade la psicóloga del Observatorio Infantil, pues también hay que enseñar a los niños a atender en clase y aprender a través del esfuerzo, el estudio y la memoria.
Se trata de combinar ambas facetas del aprendizaje: la que estimula la curiosidad y las emociones positivas con el trabajo de más memoria y atención. Habrá temas que se puedan enseñar jugando y otros donde el niño debe sentarse e “hincar codos”, añade la psicóloga.
---------------------- El juego: un derecho de la infancia reconocido -------------------------
El juego es un derecho reconocido por el artículo 31 de la Convención de los Derechos del Niño de 1989, el tratado internacional más importante con relación al reconocimiento de los derechos de la infancia.
De hecho, en el año 2013 el Comité de los Derechos del Niños de Naciones Unidas aprobó la Observación General nº17 sobre el derecho del niño al descanso, el esparcimiento y el juego, en la que instaba a los países miembros a respetar la necesidad de los niños a jugar.
La importancia del juego radica en que da paso a un buen desarrollo a nivel emocional, social y cognitivo. También procesa el razonamiento lógico, el pensamiento abstracto, la riqueza y fluidez de vocabulario, la organización espacial, la memoria y la empatía.
“Hay muchos países en guerra donde estos niños no están jugado, mientras que en otros países más occidentales como el nuestro, los niños también se ven privados del juego por la sobrecarga de actividades extraescolares o la sobreexposición a las pantallas, que hace que no estén jugando todo lo que deberían”, explica Silvia Álava.
El Observatorio del Juego Infantil es un instrumento de la Fundación Crecer Jugando dedicado al seguimiento, vigilancia y control de la aplicación de los derechos recogidos en dicha Convención. Su labor consiste en recopilar y contribuir a la difusión de todos los estudios e investigaciones cuyo contenido versa sobre el valor del juego y los juguetes.
“Rescatemos la importancia que tiene el juego tradicional, aprovechemos ahora que estamos en verano y hay más posibilidades al aire libre porque aunque se aburran al principio, siempre encuentran una manera de jugar. Me da mucha pena cuando me dicen que un niño de 8 años ya es muy mayor para jugar. Nos da la sensación de que los niños crecen muy deprisa y sí, crecen deprisa, pero es que a veces somos nosotros (los adultos) los que les estamos permitiendo que quemen etapas antes de tiempo”, concluye la psicóloga del Observatorio del Juego Infantil.
INFANCIA Y TAUROMAQUIA, Exposición de los niños, niñas y adolescentes a la violencia de las corridas de toros y festejos taurinos: Impactos y riesgos.
Texto en español de la Observación General núm. 26 (2023), relativa a los derechos del niño y el medio ambiente, con particular atención al cambio climático.
Observación General 26, su acceso para los más pequeños a través de láminas. Plataforma de Infancia.
Plataforma de Infancia material adaptado para niños sobre la Observación General
A través de las láminas se pretende, además de trasladar lo establecido en la Observación, que las chicas y chicos puedan interactuar con su contenido, trabajando también sus propios derechos mediante esta interacción.
Se trata de un total de 10 láminas distribuidas en 2 franjas de edad (de 6 a 8 años y de 9 a 12 años) para colorear e interactuar con ellas con diferentes técnicas que generen creatividad, reflexión, debate y propuestas.
Cada lámina recoge un mensaje principal de la adaptación de la Observación General 26, en relación al derecho a un medio ambiente saludable, a la participación infantil, a la información adaptada, a la cooperación y a las medidas que los gobiernos deben tomar.
El Comité de los Derechos del Niño ya publicó la Observación adaptada a chicas y chicos y desde la Plataforma de Infancia nos sumamos a que esta Observación llegue a todas las niñas y niños, independientemente de su edad. Proteger y cuidar del medio ambiente, así como contribuir a tener un mundo más sostenible es tarea de todas y todos.
Equipo Asesor OB26 |
El Equipo Asesor Infantil, además, ha creado una Carta Mundial (por el momento, solo disponible en inglés) que refleja las principales demandas y mensajes de niños, niñas y jóvenes de todo el mundo sobre sus derechos, el medio ambiente y el cambio climático.
La Observación General nº26 (OG26) trata sobre cómo los derechos de la infancia se ven afectados por la crisis medioambiental y establece qué deben hacer los gobiernos para defender estos derechos. Este instrumento será, de aquí en adelante, una guía de referencia para que los Estados hagan efectivo el derecho de la infancia a un medio ambiente seguro, limpio y sostenible.
La OG26 es el primer instrumento internacional en materializar este tipo de derechos. Para ello, establece el vínculo entre la degradación ambiental, el cambio climático y las obligaciones de los Estados de acuerdo con la Convención sobre los Derechos del Niño.
El Comité de los Derechos del Niño ha implicado especialmente a la infancia y adolescencia en esta Observación. Un proceso en el que han participado más de 16.000 niños y niñas de 100 países compartiendo sus ideas, opiniones y preocupaciones. La OG26 es la respuesta institucional al llamamiento realizado por la infancia y la juventud para que proteja sus derechos en materia de cuestiones ambientales.
Desde la Plataforma de Infancia, chicas y chicos de entidades miembro, se sumaron a participar de estos talleres en los que aportar a la Observación y también poder revisarla antes de su publicación.
Las cuestiones sobre las que dieron su opinión y expresaron sus ideas y preocupaciones fueron, por un lado, sobre cómo las niñas, niños y jóvenes pueden intervenir en las decisiones que el gobierno y empresas toman sobre el medio ambiente y el cambio climático; por otro lado, sobre de qué forma se sienten escuchados y tomados en serio cuando se expresan; y, por último, qué opinan que deben hacer los gobiernos para mantener seguras a las niñas, niños y jóvenes cuando se expresan, actúan o defienden sus derechos.
Infancia desplazada en un clima cambiante. Informe UNICEF: El cambio climático está transformando la infancia.
‘Impoy’ Prince Jhay Mark Timonio, de 8 años, se sienta en los escombros de casas rotas 20 de diciembre 2021 en Barangay Tapon, Purok 6 en Ubay, Bohol, Filipinas. La familia de Elyza perdió su casa como casi cualquier otra familia en este purok. © UNICEF/UN0570020/David Hogsholt. | ‘ |