Cada año, una sección nacional del IBBY tiene la oportunidad de ser
la patrocinadora internacional del Día del Libro Infantil y selecciona
un escritor representativo y a un reconocido ilustrador de su país para
que elaboren el mensaje dirigido a todos los niños del mundo y el cartel
que se distribuye por todo el mundo, y se promueva la celebración en
las bibliotecas, centros escolares, librerías, etc.
Este año le corresponde a la sección de Letonia, que difunde el
mensaje de la escritora Inese Zandere (1958) y el cartel del ilustrador
Reinis Petersons (1982).
A continuación te ofrecemos la traducción del mensaje al castellano publicado en la web de la OEPLI.
Los libros hacen grande lo más pequeño
Las personas tienden al ritmo y a la regularidad, de la misma
forma que la energía magnética organiza las virutas de metal en un
experimento de física, de la misma forma que un copo de nieve crea
cristales a partir de agua. Ya sea en un cuento de hadas o en un poema, a
los niños les gusta la repetición, los refranes y los motivos
universales porque pueden reconocerse una y otra vez; dan regularidad a
un texto. El mundo adquiere un orden precioso. Aún recuerdo que de niña
luchaba conmigo misma por defender la justicia y la simetría, la
igualdad de derechos para la izquierda y la derecha: si tamborileaba con
los dedos una melodía sobre la mesa, contaba cuántas veces debía
golpear con cada dedo para que los demás no se sintieran ofendidos.
Solía aplaudir dando una palmada con la mano derecha sobre la izquierda,
pero pensé que eso no era justo y aprendí a hacerlo al contrario, con
la izquierda sobre la derecha. Por supuesto, este afán instintivo de
equilibrio resulta gracioso, pero lo que muestra es la necesidad de
evitar que el mundo llegara a ser asimétrico. Tenía la sensación de ser
la única responsable de todo su equilibrio.
La inclinación de los niños hacia los poemas y las historias
surge, igualmente, de su necesidad de llevar regularidad al caos del
mundo. Desde la indeterminación todo tiende hacia un orden. Las
canciones infantiles, las canciones populares, los juegos, los cuentos
de hadas, la poesía… son formas de existencia rítmicamente organizadas
que ayudan a los más pequeños a estructurar su presencia en el gran
caos. Crean la conciencia instintiva de que el orden en el mundo es
posible y que todas las personas tienen en él un sitio único. Todo fluye
hacia este objetivo: la organización rítmica del texto, las series de
letras y el diseño de la página, la impresión del libro como un todo
bien estructurado. La grandeza se revela en lo más pequeño y le damos
forma en los libros infantiles, incluso cuando no estamos pensando en
Dios o en los fractales. Un libro infantil es una fuerza milagrosa que
promueve el enorme deseo de los pequeños y su capacidad de ser. Promueve
su coraje para vivir.
En un libro, los pequeños siempre son grandes, de manera
instantánea y no solo cuando llegan a adultos. Un libro es un misterio
en el que se encuentra algo que no se buscaba o que no estaba al alcance
de alguien. Lo que no pueden comprender lectores de una cierta edad
permanece en su conciencia como una impronta y continúa actuando aun
cuando no lo entiendan completamente. Un libro ilustrado puede funcionar
como un cofre del tesoro de sabiduría y cultura incluso para los
adultos, igual que los niños pueden leer un libro destinado a adultos y
encontrar su propia historia, un indicio sobre sus vidas incipientes. El
contexto cultural modela a las personas, estableciendo las bases para
las impresiones que llegarán en el futuro, así como para las
experiencias más difíciles a las que tendrán que sobrevivir sin dejar de
ser íntegros.
Un libro infantil representa el respeto por la grandeza de lo más
pequeño. Representa un mundo que se crea de nuevo una y otra vez, una
seriedad lúdica y preciosa, sin la que todo, incluida la literatura
infantil, es simplemente un trabajo muy pesado y vacío.
(Texto original: Inese Zandere. Ilustración: Reinis Pētersons. Traducción: Attesor traducciones).
Bibliotecas, librerías y otras entidades celebran habitualmente este aniversario mediante la organización de exposiciones, encuentros con escritores e ilustradores, presentaciones de libros, sesiones de libro-forum y actividades de animación a la lectura.
Desde las cuatro Secciones de la OEPLI se anima principalmente a las librerías y bibliotecas, para que organicen actos en torno a la figura de Andersen
En la web del IBBY puedes leer el mensaje original en inglés, y también puedes descargar el folleto en español, con información adicional sobre el autor y el ilustrador.
Bibliotecas, librerías y otras entidades celebran habitualmente el
Día Internacional del Libro Infantil mediante la organización de
exposiciones, encuentros con escritores e ilustradores, presentaciones
de libros, sesiones de libro-forum y actividades de animación a la
lectura.
Desde las cuatro secciones de la OEPLI se anima, principalmente
a las librerías y bibliotecas, para que organicen actos en torno a la
figura de Andersen. En la web de OEPLI puedes ver el listado de adhesiones y las bases y formulario para participar.
Desde 1967, el 2 de abril, coincidiendo con la fecha del nacimiento del escritor danés Hans Christian Andersen, el IBBY promueve la celebración del Día Internacional del Libro Infantil con el fin de promocionar los buenos libros infantiles y juveniles y la lectura entre los más jóvenes.
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