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Independencia, política reproductiva y altos costes: el embarazo adolescente cae un 73% entre las jóvenes latinas

A pesar de que la población adolescente hispana aumentó un 79% entre el año 2000 y 2022, los nacimientos disminuyeron un 56%



EL PAÍS

CARLA GLORIA COLOMÉ

Nueva York, 12 AGO 2024



Maranda Corely, de 19 años, cuida de sus tres hijos en su recámara
en Ellisville, Mississippi. 
LYNSEY ADDARIO (GETTY IMAGES)

Yahaira Yamileth Martínez tuvo el primer gran susto de su vida a los quince años. Su prima de cinco, a quien estaba cuidando, se rajó de un golpe la barbilla. El segundo gran susto vino luego, cuando presenció una convulsión de su prima de dos años, a quien también dejaron a su cargo. Yahaira está casi segura de que no quiere tener hijos, porque lleva demasiado tiempo cuidando a los de sus tías y a los de las amigas de su abuela. “He ayudado a cuidar muchos niños en mi familia”, dice. “Cuido a mis primos desde el momento en que nacieron hasta ahora, desde hace casi 13 años”. No existe una razón única, pero un estudio confirma que cada vez menos adolescentes latinas son madres, contribuyendo así al descenso ininterrumpido de la natalidad que desde hace dos décadas se reporta en Estados Unidos.


En los últimos años, el fenómeno del embarazo adolescente va en descenso: el Sistema Nacional de Estadísticas Vitales reveló que la tasa de natalidad entre las jóvenes de 15 a 19 años en Estados Unidos disminuyó un 71% entre el 2000 y 2022, pasando de 47,7 a 13,6 nacimientos por cada 1.000 adolescentes, a pesar de que la población femenina adolescente aumentó un 7% en ese periodo. Si en el año 2000 hubo 475.104 nacimientos de madres adolescentes, en el 2022 se registraron 145.313.


Sin embargo, entre todas las adolescentes, son las latinas las que menos están teniendo hijos a estas edades. A pesar de que la población adolescente femenina hispana aumentó un 79% durante el período, los nacimientos disminuyeron un 56%, de 131.009 en el 2000 a 57.256 en 2022. El número de primeros nacimientos de madres adolescentes de origen latinoamericano disminuyó un 73%, y los segundos nacimientos un 85%.


Yahaira ahora tiene 21 años y estudia biología en Rowan University, en New Jersey. Tener hijos es algo que le asusta. Su madre, hondureña, le ha sugerido que no los tenga tan joven. Su padre, de El Salvador, le ha pedido que se centre en los estudios. Entre su círculo de amigas hablan del asunto: las madres apenas tienen tiempo para estar con los niños, las guarderías son impagables, el salario es poco, la renta es carísima. Su amiga cubana Sam Gómez, de la misma edad y estudiante de arte, es más tajante: “Pienso con frecuencia cuánto no quiero tener hijes, y la mayoría de mis amigues se sienten igual”, asegura. “Hemos pasado por nuestros propios traumas y dificultades, y estamos todes de acuerdo en que tener un hije cuando estás en una posición confortable es algo irresponsable”.


El estudio arroja algunas luces sobre las posibles causas de esta disminución de la natalidad en madres adolescentes: las edades más avanzadas en la primera relación sexual, una menor actividad sexual entre las adolescentes o un mayor uso de anticonceptivos. Los investigadores también señalaron que “un segundo hijo al que mantener y cuidar hace más difícil que las madres adolescentes puedan asistir a la escuela secundaria o a la universidad y conseguir un empleo adecuado”, algo que, según ellos, aumenta aún más “su riesgo de pobreza y el de sus hijos”.


No obstante, el estudio no menciona que las adolescentes hispanas puedan tener otras razones para planificar cuándo traer un hijo al mundo, retrasar esa decisión e incluso valorar la posibilidad de no tenerlos.


Aunque el estudio del Sistema Nacional de Estadísticas Vitales no hace referencia a que la condición de migrante o ser hija de inmigrante influye directamente en la experiencia que las adolescentes tienen sobre lo que es la maternidad y en su decisión de ser madres, este es un factor definitivo, al menos para algunas jóvenes y los especialistas.


“Ser emigrante influye mucho en mi forma de ver la maternidad”, dice Penélope Rojas, de 15 años, estudiante de Silverado High School, a quien su madre autorizó para hablar sobre el tema con EL PAÍS. “He visto cómo les va a muchas amigas de mi familia con sus hijos y, sinceramente, es bastante desalentador. No puedes evitar fijarte en lo cansadas que parecen las madres”. Penélope llegó de Cuba muy pequeña, atravesó el Darién junto a su madre y ahora vive en Las Vegas. “He visto de primera mano la lucha que enfrentó mi mamá por empezar en un país nuevo y no tener estabilidad. Si no estoy asentada primero con una carrera, un hogar y un sistema de apoyo, entonces no tendré hijos”, dice.


La Dra. Susana Márquez, quien trabaja con madres latinas y migrantes en su proyecto Wellness Para La Mamá, insiste en que es importante entender que “ahora la mujer latina está pensando mucho en su superación individual y no repitiendo los traumas o patrones de nuestros ancestros de tener familias grandes. Están por superarse, están tomando decisiones para sanar su salud mental y emocional, para tener mejores hábitos cuando sean madres. Otra razón es que muchas latinas están decidiendo no tener hijos porque el costo de vivienda es muy alto, los gastos médicos y todo lo que es necesario para traer un bebé al mundo”.


Otro factor importante, según la doctora, es el cambio político alrededor de la salud reproductiva. “Muchos recursos y asistencias reproductivas han sido eliminadas en varios estados, como la planificacion familiar con Planned Parenthood, el tema del aborto o el uso de anticonceptivos”. Según Márquez, hay un “temor grandísimo en la comunidad”, ya que no pocas mujeres latinas creen que “van a ser separadas de sus hijos, deportadas o no van a poder recibir asistencia médica”.


Algunos expertos ven en la tendencia del descenso en la natalidad de madres adolescentes un síntoma favorable, que apuntaría a que las mujeres están planificando mejor sus embarazos y que tienen mayores recursos a su alcance. Marta Alvira Hammond, investigadora de Child Trends, un centro de investigación con sede en Maryland que se centra en las infancias, las familias y el bienestar infantil, cree que aunque es probable que muchos factores contribuyan con el descenso de la natalidad en adolescentes, dos posibles causas principales son “el aumento de los recursos educativos de calidad para la salud reproductiva dirigidos a los adolescentes latinos y los desafíos económicos que enfrenta esta población, lo que podría significar que más jóvenes optan por no tener hijos porque no pueden permitírselo”.


Desde el Child Trends también hacen énfasis en el costo del cuidado infantil hoy, un tema que hasta se ha colado en la campaña presidencial, y que “es demasiado elevado para muchas familias hispanas de bajos ingresos, ya que seis de cada diez familias hispanas con niños en 2020 experimentaron dificultades con la vivienda, las facturas, la alimentación o las necesidades médicas”. Lina Guzmán, Directora de Estrategia de Child Trends, advierte que el panorama “puede ser aún más complejo si no se tiene el estatus legal adecuado. Y algunos que sí lo tienen, aún pueden dudar en buscar o solicitar algunos de esos servicios”


Hope Cottage es una de las organizaciones que brindan apoyo a madres y familias en el país, sea cual fuere su estatus migratorio. “Nosotros no preguntamos acerca del estatus migratorio, simplemente queremos brindar apoyo a las familias que lo necesiten”, dice Vanessa Ramírez, Directora de Servicios de Apoyo a la Crianza. “La falta de acceso prenatal y materno es un problema para todas las mujeres y en especial para nuestras mujeres latinas, quienes muchas veces no tienen seguro médico o la información sobre cómo acceder a servicios de bajo costo”.


En las instalaciones de Hope Cottage en Dallas, Texas, también han registrado que la mayoría de las mujeres embarazadas que llegan pidiendo ayuda tienen más de 30 años, y que el número de adolescentes embarazadas es cada vez menor. El 60% de familias que acuden a Hope Cottage son latinas, y cerca del 80% busca asistencia con el programa de apoyo a la crianza, donde se benefician, entre otras cosas, con pañales, toallas húmedas o ropa para bebés. También facilitan sus inscripciones al programa Medicaid, el acceso a alimentos u otros servicios médicos. En enero, la organización inauguró la clínica CeCe’s Place, que ofrece varios servicios para embarazadas, tales como ultrasonido o pruebas de embarazo.


Aunque el reciente estudio no revela a qué edad las latinas están eligiendo tener hijos, o cuántas deciden no tenerlos, la población latina sigue expandiéndose “a un ritmo sustancialmente más rápido que la población no hispana”. Así lo afirmó recientemente Kristie Wilder, demógrafa de la División de Población de la Oficina del Censo, que publicó un reciente informe donde se confirma que es la población hispana la que está a la cabeza del crecimiento demográfico en el país “debido al aumento natural, es decir, más nacimientos que muertes”. Las proyecciones de 2023 sobre la población nacional del Censo dicen que para 2100 la población de Estados Unidos se reducirá a 366 millones, a causa de la reducción de la fertilidad y el envejecimiento poblacional. Aun así, la población hispana sobrepasará el doble de la actual, y alcanzará la cifra de 128.8 millones en 2060. Entonces, casi uno de cada tres residentes de los Estados Unidos será hispano. 

HDIA, Hablando de Infancia y Adolescencia, nº de mayo, Revista GSIA.

                                       Hablando de Infancia y Adolescencia. 

La Asociación GSIA edita esta Revista de Prensa, bimensual y digital,
que analiza la actualidad recogida por los medios 
en relación a la infancia y la adolescencia, 
aportando nuestro propio enfoque 
con distintos secciones, artículos y columnas de opinión.

       Acceso desde aquí. 

 

Dejamos de verlos como sujetos
(con derechos, deseos, opiniones propias…), 
para contemplarlos como objetos, recipientes.., 
en los que introducir pensamientos, aprendizajes.., 
para que maduren, y se conviertan en adultos.

  Así les estamos arrebatando su consideración como personas autónomas.

Existe un pensamiento que se transmite generacionalmente, que determina que la niñez y la adolescencia 
son tránsitos en la vida, camino de un culmen construido en nuestro imaginario. 

Es decir, sin que seamos conscientes, dejamos de verlos como sujetos (con derechos, deseos, opiniones 
propias…), para contemplarlos como objetos, recipientes, en los que introducir pensamientos, aprendizaje, 
conocimientos, etc. para que maduren, y se conviertan en adultos. 

Por tanto, si consideramos que un/a niño/a o adolescente es un ser que se encuentra en tránsito de convertirse
 en un adulto, le estamos arrebatando su consideración como persona autónoma, ya que lo entendemos como
 un ser incompleto, a falta de convertirse en lo que debe ser y aún no es.
 
Esto no quita que como a cualquier persona, adulta o niña, deba de protegerse, y que desde el concepto de 
ciudadanía, se garanticen sus derechos y su participación en sociedad. Que niñas y niños necesitan del apoyo 
de adultos, es tan cierto como que quienes somos adultos necesitamos también del apoyo, ayuda, o cuidado de
 otras personas… Es lo que tiene vivir en sociedad, a pesar del concepto individualista de libertad que maneja 
un espectro social adulto –que reclama sus derechos, pero parece olvidar sus obligaciones-, que desde nuestras 
relaciones de vecindad y ciudadanía, debemos tener en cuenta el respeto y bienestar de nuestros semejantes. 

Posiblemente, y reiterando lo ya comentado, este es el quid de la cuestión, ¿consideramos a niñas, niños 
y adolescentes nuestros semejantes?

Muchas son las noticias que recogemos en nuestra sección ‘Se ha dicho’ que transmiten un extrañamiento
 de todo lo que sucede a niñas y niños, especialmente si hablamos del uso de las tecnologías de la 
información, donde se está produciendo un debate reduccionista dicotómico (si o no), sin contemplar las
 aristas y complejidades existentes en nuestra convivencia con las pantallas y su uso. Hay muchas noticias que
 alertan de los riesgos, y pocas son las noticias como la que recoge la demanda de 850 niños y niñas que han
 participado en la elaboración de un manifiesto reclamando más derechos digitales

Este extrañamiento genera, como se recoge en esta sección, una visión determinista y monolítica que proyectan
 los medios audiovisuales, que los convierten en un “otro”, en muchos casos incapaz o amenazante, sobre el que
 hay que decidir. 
Más si cabe, en estos casos, en aquellas zonas del mundo que padecen la concepción occidental de la infancia,
 cargada de una consideración de marginalidad fruto de los procesos de colonización, a la que a la condición de
 “niño o niña como ser inferior”, se agregan las realidades de los países del sur global, o las condiciones de vida
 en sus procesos migratorios a los países occidentales. 

Sobre este contenido se encuentran dos fantásticas reseñas en nuestro ‘Escaparate’, que analiza sendas obras en las que participa nuestro socio de honor, Manfred Liebel, dedicadas a las infancias en el sur del mundo.
Junto a esta mirada crítica hacia la concepción de la infancia en estas zonas, el otro libro habla sobre
 protagonismo infantil centrado en los grupos de niñas y niños que en estas sociedades se encuentran en
 situación de vulnerabilidad. Recomendamos estas lecturas para profundizar y superar las visiones limitantes
 hacia niñas, niños y adolescentes.

Sobre el ejercicio y el respeto a sus derechos, así como a su integridad, nos hacemos eco en nuestro 
‘Destacados del Blog’, que destaca, como recogemos literalmente, que de acuerdo con un informe publicado por la “Comisión de Derechos de las Mujeres e Igualdad de Género (FEMM). De los 27 Estados integrantes de la Unión, solo ocho siguen sin implementar la educación afectivo-sexual en sus centros educativos de forma obligatoria, y España se encuentra en esa lista”. Es un hecho preocupante que todo en lo que se piensa en materia infantil y juvenil sea el control y la limitación, y no en facilitar el acceso a conocimientos y herramientas que les ayude a desenvolverse en los nuevos entornos relacionales y de consumo que trae consigo la era digital.

En lugar de pensar en ellos como nuestros semejantes, para hacerlos más competentes y capaces en su autonomía, los convertimos en esos “otros” no completos –en contraposición con ser adultos- que necesitan de limitaciones para desarrollarse… 

Una paradoja interesante: para el desarrollo de una persona, se deben limitar sus derechos (acceso)… 
¿Qué pensaríamos si nos aplicáramos ese razonamiento los adultos?

Equipo GSIA



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12 años por un pequeño pero apasionado grupo de profesionales de diferentes especialidades.

Su finalidad principal es la de contribuir al reconocimiento de los derechos humanos 
en la infancia y la adolescencia, a través del estudio, la formación, 
la sensibilización y la difusión de los mismos. 

75 niñas, niños y jóvenes celebran hoy el Día de Europa, como miembros de la Orquesta Juvenil Europa y del coro participativo "Europa Eres Tú".

Para celebrarlo la Oficina y el Parlamento Europeo organiza 
la Gala del Día de Europa, bajo el lema: 
"Música, el lenguaje universal de la paz



Orquesta y Coro Sinfónicos OJEM.
Coros del Liceo Francés de Madrid.
Coros de la Escuela Orquestal OJEM.
Coro participativo "Europa eres tú".
Dirección: Adriana Tanus
Auditorio Nacional.
a las 19,30h.


El concierto estará a cargo del proyecto didáctico/profesional OJEM (Orqueta Jovenil Europa de Madrid), que dirige Adriana TanusUna orquesta compuesta por niñas. niños y adolescentes, en el que participan cerca de mil niñas, niños y jóvenes en distintas secciones de actividad musical.

Para esta gala la OJEM  ha constituido una agrupación especial: Coro participativo "Europa eres Tú", a la que se han sumado hasta 225 personas (incluidas los niños) de todas las cuerdas vocales y de varias procedencia.

En este concierto, como en todo los que organiza OJEM, destaca presencia de gente menuda y de una calidad artística probada. 

Hoy tocarán en la orquesta 45 niños y jóvenes y 30 niñas y niños de coro, acompañados por el resto del coro de personas mayores.
Concierto en el que se interpretarán 12 obras, destaca el Himno de Europa, del 4º movimiento de la 9ª sinfonía de L.V. Beethoven, en su 200º aniversario de su estreno.



"El recreo de la infancia: Argumentos para otro comienzo", libro de Eduardo Bustelo

 No es este un libro sobre, ni mucho menos para la infancia. 
Es, en todo caso, un libro con la infancia.
No es este un libro sobre la infancia sino sobre la libertad.

Eduardo Bustelo
Editorial: EDUNLa
Colección: Cuadernos del ISCo
ISBN 978-987-8926-34-6


Sinopsis: Emilio García Méndez, Fragmentos del Prólogo

El recreo de la infancia constituye, en realidad, un lúcido y muy poco frecuente intento de desentrañar críticamente (en el profundo sentido del sociólogo estadounidense Charles Wright Mills) algunas razones del malestar social contemporáneo. En él me parece vislumbrar también un cálido homenaje a un verdadero maestro en esta línea poco frecuente de pensamiento y reflexión. No creo equivocarme al identificar El recreo de la infancia como un magnífico tributo a lo mejor del pensamiento filosófico de Alessandro Baratta dedicado al tema de la infancia. Un pensamiento cuya amplitud trasciende la cuestión de la niñez. Sin embargo, no es este un libro sobre, ni mucho menos para la infancia. Es, en todo caso, un libro con la infancia. Porque no es en la infancia donde Eduardo Bustelo identifica las posibilidades emancipatorias de un nuevo comienzo, sino en un diálogo inédito entre adultos y niños
Para ello, se ofrecen aquí algunas coordenadas que no deberían desaprovecharse. La recuperación para este análisis del riquísimo y relegado concepto de la Grecia clásica, redescubierto por Foucault, de parrhesía —entendido como un diálogo franco y sincero— sostiene un delicado equilibrio en el que poesía y rigor se articulan con una sobriedad no desprovista de eficacia. Sin ser en modo alguno un texto fácil, este trabajo resulta tan convocante como envolvente. No hay aquí una demagógica idea metafísica de la infancia como paraíso perdido, ni tampoco como artilugio mágico de una tierra prometida. Es que, en definitiva, no es este un libro sobre la infancia sino sobre la libertad.

 

Eduardo Bustelo Graffigna
: Ya fallecido en 2014, dedicó toda su vida a la defensa de los niños y niñas, fue Fundador y primer director, Unicef Argentina
Licenciado en Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional de Cuyo. Magíster en Ciencia Política y Administración Pública, FLACSO. Master of Science en Política y Planificación Social, London School of Economics and Political Science. Ex director, Maestría en Política Social de la Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires; ex director, Maestría en Política y Planificación Social, Universidad Nacional de Cuyo. Diputado provincial (2007-2011) y vicepresidente primero de la Cámara de Diputados de la provincia de San Juan.  
 

Luces y sombras en el bienestar: la percepción de niños y niñas, Informe Educo.

 Este informe es el fruto de un proceso de investigación en el que se han consultado a cerca de 200 niños, niñas, adolescentes y personas de referencia de su entorno, como educadores, madres y padres, para explorar la influencia del entorno social y ambiental en el bienestar de la infancia. Desde el análisis de la interrelación de las tres dimensiones del bienestar (material, relacional y subjetiva) con los derechos de niñas y niños se ha abordado asimismo la importancia del medio ambiente en su bienestar, así como las diferencias de género en la percepción del mismo o el gran impacto de la COVID-19.

Acceso al Informe


Coordinación: Fernando Rodríguez Hervella
Producción: Lola López y Fernando Rodríguez (Educo), Elisabet Padial García (Coordinadora Andaluza
de ONGD), 
y por parte del Instituto de Investigaciones en Ciencias del Comportamiento de la Universidad Católica Boliviana, “San Pablo”: Marcela Losantos Velasco y Jazmín Mazó (Responsables de proyecto); Andrés Villalobos, Lorena Alarcón, Carla Andrade (Equipo de Investigación) y Madeleine Irusta (Diagramación de instrumentos). 

Este informe incluye una comparativa con un estudio anterior realizado en cuatro países de América Latina (Guatemala, Bolivia, Nicaragua y El Salvador), y está enmarcado en el proyecto “Percepciones de niñas y niños sobre la influencia del entorno social y ambiental en su bienestar. Una propuesta de enfoque para los agentes andaluces de cooperación”, cofinanciado por la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AACID).

"Deporte, Educación y Convivencia: Protección de la Infancia y la Adolescencia", curso postgrado UPV/EHU..


el nuevo curso del posgrado universitario
Deporte, Educación y Convivencia: Protección de la infancia y la adolescencia”.

CALENDAR: Octubre 2021  /  Mayo 2022


PLAZAS OFERTADAS: 30
MODALIDAD Semipresencial
IDIOMA Castellano
Nº CRÉDITOS: 20 Créditos ECTS
PRECIO ORIENTATIVO: 600 €
LUGAR DE IMPARTICIÓN: Fac. Educación Bilbao-Instalaciones Athletic Club
RESPONSABLE: Facultad de Educación de Bilbao
CONTACTO: mariadelmar.boillos@ehu.eus   /   946017564

El objetivo de este título es formar a profesionales del deporte, deporte escolar y federado desde un enfoque innovador, inclusivo y atendiendo a unos valores de convivencia que fomenten el desarrollo integral de las personas. El deporte se entiende como fuente de aprendizaje y socialización y como una oportunidad para trasmitir valores y hábitos saludables a las personas menores.


Competencias:

  • Conocer el marco legislativo relativo a la protección de la infancia y la adolescencia y vincularlo al ámbito deportivo.
  • Reconocer buenas prácticas en la protección del menor e identificar intervenciones con carácter preventivo.
  • Ser capaz de diseñar, desarrollar y evaluar los procesos formativos que tienen lugar en los entrenamientos y disponer de las herramientas para la resolución de conflictos antes, durante y después de la formación.
  • Desarrollar espacios de aprendizaje que garanticen la igualdad de derechos y oportunidades desde una especial atención a la educación en valores, la equidad y el nivel emocional.
  • Identificar el deporte escolar y federado como una herramienta para el desarrollo de las habilidades sociales y críticas, y el servicio a la ciudadanía.
  • ..................

Obesidad infantil, una urgencia en España agravada por el confinamiento.

La Gasol Foundation y UNICEF unen fuerzas para abordar el problema de la obesidad infantil en España, donde el 34,9% de los niños y niñas sufre sobrepeso y/o obesidad; una  situación agravada por el confinamiento derivado de la pandemia de coronavirus. 
La alianza plantea un plan de acción basado en tres objetivos: contribuir a la adopción de medidas políticas, impulsar un plan de sensibilización y asegurar el desarrollo de medidas preventivas. Además, la fundación del jugador de baloncesto ha organizado una cumbre solidaria de hábitos saludables en la que participarán una treintena de expertos.
obesidad infantil confinamiento
EFE/Ricardo Ferro



Con el objetivo de abordar la problemática de la obesidad infantil en España, agravada por la reciente crisis sanitaria de la COVID-19 y el confinamiento, la Gasol Foundation -creada por los hermanos Pau y Marc Gasol con la misión de luchar contra la obesidad infantil- y UNICEF  forjan una alianza.
Con este acuerdo se inicia una relación a largo plazo con la mirada puesta en promover estilos de vida saludable entre los niños en España para prevenir y reducir las cifras de sobrepeso y obesidad infantil, que hoy afecta al 34’9% de los menores. Algo que repercute con mayor gravedad en las poblaciones en situación de vulnerabilidad socioeconómica.
“Existen multitud de evidencias de que que los niños y niñas en España están creciendo en un entorno obesogénico que estimula el sedentarismo e incentiva comer alimentos de baja calidad nutricional, que no respeta su vulnerabilidad madurativa ni fomenta su desarrollo”, explica Cristina Ribes, directora ejecutiva de la citada fundación.
Además, tal como señala el estudio anual “El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo” de Naciones Unidas, países de todo el mundo continúan luchando contra múltiples formas de desnutrición, entre ellas el sobrepeso y la obesidad.
Mientras, el acceso a alimentos nutritivos sigue siendo un reto para muchas familias a causa del alto coste. Según el informe, en 2019, 38 millones de niños menores de 5 años tenían sobrepeso.
Para Javier Martos, director ejecutivo de UNICEF España, “son datos que nos preocupan enormemente porque son crecientes y no solo afectan a la salud de los niños y niñas. Que dos de cada tres niños no se alimentan de forma saludable implica, además de riesgos para su salud física, que estarán más expuestos a tener un menor rendimiento escolar o sufrir trastornos relacionados con la autoestima”.

Así ha afectado el confinamiento a la obesidad infantil

Esta situación, además, se ha visto recientemente agravada por la crisis sanitaria de la COVID-19.
Los estudios relacionados con las consecuencias del confinamiento muestran incrementos del nivel de sedentarismo y tiempo de pantallas, dificultades para acceder a alimentos saludables y para dormir las horas recomendadas, y un mayor nivel de estrés en los adultos, que habitualmente se transmite a los menores.
El confinamiento ha supuesto un grave deterioro de los hábitos de salud de los niños, muchos de los cuales han visto perjudicado su bienestar físico y mental.
Ante esta preocupación, UNICEF y la Fundación han abierto una línea de trabajo conjunta para abordar la problemática de la obesidad infantil en nuestro país.
“Como Defensor Mundial para la Nutrición y el fin de la Obesidad Infantil de UNICEF, y presidente de la Gasol Foundation, me hace especial ilusión anunciar la alianza entre ambas entidades en pro de la salud infantil. Siendo conscientes de la envergadura de la pandemia de la obesidad infantil y las consecuencias del confinamiento en los hábitos de salud de los niños, creemos que es necesario unir fuerzas y actuar de forma urgente con el foco puesto en las poblaciones más vulnerables”, explica Pau Gasol.

Las bases de la alianza entre la Gasol Foundation y UNICEF

La alianza entre ambas entidades se concreta en un plan de trabajo a tres años en el que se identifican tres líneas estratégicas de actuación con  los siguientes objetivos:
  1. obesidad infantil confinamiento
    El sedentarismo y el tiempo excesivo que dedican los menores a las pantallas agrava los problemas de sobrepeso y obesidad. EFE/ Luis Tejido
    Contribuir a la adopción de medidas políticas y legislativas dirigidas a la promoción de estilos de vida saludable y que desincentiven la incorporación de hábitos malsanos.
  2. Llevar a cabo un completo plan de sensibilización sobre la obesidad infantil para generar una mayor concienciación social sobre las consecuencias de la obesidad en la infancia. Dentro de este plan se incluirán acciones dirigidas tanto a los responsables políticos del Gobierno central y de las comunidades autónomas, como a la sociedad en general.
  3. Asegurar el desarrollo de intervenciones preventivas basadas en la mejor y más actualizada evidencia científica a la vez que contribuye a la generación de nuevo conocimiento científico que convierta a España en líder mundial en la promoción de hábitos de vida saludable

Jóvenes Repensando las Aulas 2020. Escuelas Postpandemia.

Jóvenes de 18 a 29 años proponen 
soluciones innovadoras 
para un inicio de curso escolar más seguro y digital.

 
 
Desde Educación Conectada, Fad y BBVA hemos invitado a jóvenes estudiantes de 18 a 29 años a que sean parte de la solución de los principales retos a los que se enfrentarán los centros escolares el próximo curso escolar mediante el concurso de ideas “Escuelas pospandemia. Jóvenes repensando las aulas”, cuyas propuestas ya puedes conocer.

Entre ellas, encontramos iniciativas tan imaginativas como teselar el aula en hexágonos para garantizar la distancia de seguridad, diseñar trajes EPIS para no perder el contacto con compañeros o compañeras, e instalar entre los pupitres mamparas de materiales sostenibles como el cartón reciclado.

¿Son las ciudades actuales entornos adecuados para los niños?.


Pedagogos, sociólogos y arquitectos ven urgente un replanteamiento de las urbes 
 para que dejen de ser esos lugares inhóspitos,
 y vuelvan a ser de la ciudadanía. Una ciudadanía inclusiva y plural.


El País.
Una niña con mascarilla en una céntrica, Pamplona. EP.

Dice Francesco Tonucci, psicopedagogo de referencia internacional y gran activista de la protección de la infancia, que la ciudad es ahora como el bosque de nuestros cuentos: un lugar sucio y gris al que tememos. La ciudad es difícil para todos. Lo es para los adultos, pero también para los mayores, para las personas con necesidades especiales y, obviamente, para los niños. Lo sabemos los que tenemos hijos y encontramos las ciudades como territorios inhóspitos en los que el paseo, el juego y la estancia no tienen cabida en sus calles. Todo está compartimentado y estructurado, todo gira en torno a la movilidad, pero incluso esa movilidad es muy determinada: el carro no cabe entre los coches ni puedes acceder con él a muchas estaciones de metro, los niños han perdido su autonomía, el tráfico y los edificios han fagocitado la espontaneidad del juego. La economía manda.


Pedagogos, sociólogos y arquitectos ven urgente un replanteamiento de las ciudades para que dejen de ser esos lugares inhóspitos y vuelvan a ser de la ciudadanía. Una ciudadanía inclusiva y plural que tenga en cuenta a los niños, niñas y adolescentes. Sobre ello versó el encuentro intergeneracional Ciudad y ciudadanía de la infancia y la adolescencia en el COVID, organizado por el Grupo de Sociología de la Infancia y la Adolescencia (GSIA) el pasado 26 de junio. A través de esta jornada, que contó con la participación de Tonucci y de un grupo de jóvenes de la ESO y Bachillerato, se buscaba poner el foco en la necesidad de negociar los espacios de convivencia en la ciudad entre los distintos ciudadanos que se mueven en ella –incluidos los niños y adolescentes–, pero también en la necesidad de incorporar en la escuela la visión de los estudiantes como ciudadanos de pleno derecho.

Para Lourdes Gaitán, socia fundadora del GSIA y secretaria del Comité Científico de Sociología de la Infancia de la FES, hoy las ciudades se han vuelto cada vez más segregadas, “son ciudades más para pasar que para estar”, y aboga porque el movimiento favorable a una mayor presencia de los niños en la calle se inscriba en el movimiento de transformar las ciudades a través de la humanización: “Hacer las calles más humanas pasa por algunas cosas que ya se han empezado a hacer en algunas ciudades: más zonas peatonales, uso de otro tipo de vehículos menos agresivos que los coches y medidas para reducir la contaminación. Esto último le preocupa mucho a los niños y a los jóvenes, como hemos visto en la pasada cumbre sobre el clima. Los niños son muy activos y muy sensibles a las cuestiones del medioambiente, por eso hay que escucharles”.

El parque como elemento segregador

El confinamiento ha hecho (aún) más visibles las ciudades como jaulas. En ellas, algunos puntos de desfogue (los parques infantiles, las áreas de entrenamiento, las áreas caninas) que, similares a las ruedas del hámster, posibilitan algo de movimiento extra. ¿Dónde llevamos a los niños para que liberen su energía? Al parque, esos recintos que Lourdes Gaitán define como “corralitos” para separar espacios de convivencia: los niños pequeños dentro (los que juegan), los adultos fuera (los que vigilan y marcan los tiempos). 

Para Virginia Navarro, arquitecta y cofundadora de cuartocreciente arquitectura, un proyecto creado con el objetivo de mejorar los principales espacios en los que se desarrolla la infancia (casa, escuela y ciudad), los parques infantiles y también los patios escolares son espacios muy pobremente diseñados: “Estos espacios solo incluyen un tipo de juego: en el parque infantil es un tipo de juego repetitivo (subir, bajar, columpiarse, balancearse) y en los patios escolares son juegos reglados, materializados en canchas de deporte y juegos con balón. Además, recogen un rango de edad muy limitado, dejando fuera a los niños más mayores y adolescentes”.

En esto último insiste también Gaitán, quien ve en estos espacios más que lugares para un esparcimiento seguro, espacios para la segregación, ya que no incluyen ni a todas las edades ni la variedad de juegos y actividades que necesita la infancia: “Las plazas y los parques sin barreras son espacios que comparten varias generaciones. Cuando segmentamos y vallamos los parques, se produce la segregación de las personas que frecuentan estos lugares en función del grupo de edad al que pertenecen. El parque, como espacio público de uso compartido, debería ser un espacio de aprendizaje y convivencia, pero si intervenimos en ese espacio rompemos ese ecosistema”. Recuerda la socióloga cómo la imaginación de los niños supera con creces la del adulto que diseña estos espacios: “En los parques los niños suplen la falta de imaginación de los adultos cuando desbordan los límites y reutilizan a su manera el espacio; por ejemplo, usando botellas de agua como portería para jugar con el balón”.

Tampoco existen alternativas fuera de estos espacios. Según Virginia Navarro, la pérdida de juego en las calles de la ciudad supone, por primera vez en toda la historia de la humanidad y especialmente en los países desarrollados, que no existe en la infancia el juego libre no supervisado. Esto significa, según la experta, que “en ningún momento” el niño socializa y juega sin estar sometido a la mirada adulta. “Esta falta de autonomía es una pérdida sin precedentes. Su origen se sitúa en los años 90 y se fue incrementando con rapidez en años sucesivos, lo que ha demostrado que tiene consecuencias a nivel físico (incremento de la obesidad, miopía, falta de vitamina D), emocional (poca frecuencia de relación entre iguales, ansiedad, tristeza, mala autogestión de las emociones y falta de concentración) y en el aprendizaje (pierden la oportunidad de sacar provecho de materiales ocasionales como piedras, hierba, tierra; de tomar posesión del espacio; o de asumir riesgos razonables, entre otros)”, afirma.

Las ciudades también educan. El pedagogo Loris Malaguzzi consideraba el entorno físico como un “tercer profesor” después del maestro y los otros niños. Tal y como están planteadas las ciudades hoy, y teniendo en cuenta la cuestión de los parques infantiles y la desaparición del juego de las calles, ¿qué están aprendiendo los niños y niñas de ellas? Según la arquitecta Virginia Navarro “aprenden que la ciudad pertenece al adulto y al coche, que su acogida solo se da en parques específicos y que es peligrosa e inhóspita”. Además, añade que cuando los espacios públicos mejores de la ciudad (históricos) están ocupados de terrazas y turistas, “también perciben lo público como un espacio que puede dedicarse principalmente al consumo, algo que se potencia cuando sus principales salidas públicas son a centros comerciales”.

Una ciudad centrada en las necesidades de todos

Una ciudad adecuada para niños y niñas es una ciudad que es buena para todos", dice Tonucci en La città dei bambini. Almudena de Benito, arquitecta y fundadora del proyecto Chiquitectos, considera que actualmente en las ciudades no solo nos hemos olvidado de la infancia, sino también de las mujeres y de la tercera edad. “La ciudad fue pensada para un modelo productivo y remunerado, vinculado tradicionalmente a lo masculino; diseñada para un hombre trabajador de mediana edad que se mueve en coche. Un hecho que se aprecia claramente en la velocidad a la que los peatones cruzamos las calles anchas en los semáforos (como la Castellana, en Madrid); un reto imposible para una persona anciana, dependiente, o para los niños y niñas”. Señala también que, aunque en algunos países europeos como Austria, han surgido desde los años 70 propuestas del llamado “urbanismo con perspectiva de género”, en España esto es algo más reciente. “Este tipo de planificación pretende priorizar las tareas del cuidado -asociadas a las mujeres- frente a la movilidad lineal trabajo-casa. Es decir, las ciudades se diseñan desde el ámbito reproductivo y de los cuidados, sin olvidar el trabajo productivo. Creo que esta es la clave, construir una ciudad centrada en las necesidades de todas las personas que la habitan y que priorice el encuentro frente al consumo, de ahí la importancia del espacio público como lugar de socialización. Plazas para estar, sin necesidad de consumir, que se convierten también en espacios lúdicos. Entender la ciudad como un gran campo de juego no solo beneficia a la infancia”, explica.

¿Cómo debería ser una ciudad para que incluyera las necesidades de todos?.
Para responder a esta pregunta, Virginia Navarro considera interesante contar con el ejemplo de Pontevedra, una ciudad de más de 50.000 habitantes, en la que se transformó completamente la movilidad urbana, lo que ha repercutido en beneficios en la infancia, pero también en el resto de la ciudadanía. “El tráfico no solo es un problema de las grandes ciudades: en 1996 Pontevedra triplicaba la intensidad de tráfico del centro de Madrid. Los principios de actuación, que iniciaron la transformación en 1999, son absolutamente vigentes para incluir a la infancia en nuestras ciudades: todos los espacios públicos urbanos deben poder ser usados por todos los vecinos y vecinas sin distinción de capacidades, edad o estatus socioeconómico para actividades diversas; la movilidad peatonal es la forma más natural y básica de desplazarse por la ciudad, y ningún otro tipo de movilidad puede sustituirla ni debe desplazarla; la ciudad debe tener una alta calidad ambiental con niveles más reducidos de contaminación aérea y acústica; la ciudad debe ser un espacio sin violencia, libre de prácticas que generen peligro o sensación de peligro”.
Esto se tradujo, según la arquitecta, en una serie de actuaciones concretas, pensando siempre en la ciudad en su conjunto. “Se redujo drásticamente el tráfico, se limitó la velocidad a 30 km/h, se eliminaron espacios de aparcamiento en las calles saturadas (cuando existe la percepción de que se puede circular y estacionar aumenta el tráfico), se ampliaron las calles hasta darle el mismo espacio al coche que al peatón, se eliminaron barreras arquitectónicas y se crearon caminos escolares seguros para favorecer la autonomía de los niños. Todo ello ha contribuido a crear una ciudad amable con la infancia, que ha llenado sus calles y sus plazas”. A esto se añade como principio de diseño la presencia de naturaleza, no como algo decorativo, sino como elementos que propician beneficios a nivel físico, psicológico y ambiental.


Todo esto exige, como se ha visto en el caso de Pontevedra, la reconstrucción de un tipo totalmente diferente de ciudad que no todas las ciudades están dispuestas a asumir. ¿Utopía o realidad? Almudena de Benito no considera imposible modificar cosas como la creación de una red de espacios verdes accesible a pie, la restricción del tráfico o la peatonalización de algunas calles. “Son pequeñas medidas que no suponen una gran inversión en infraestructuras y que contribuyen a construir una ciudad más amable y abierta”, cuenta. Por su parte, Virginia Navarro tiene claro que aunque no todas las estructuras físicas urbanas permiten generar entornos igual de amables, es posible una importante transformación si existe “una férrea voluntad política”. Y es urgente, porque según la ONU uno de los grandes desafíos de nuestro siglo será la vida de las ciudades, ya que 7 de cada 10 personas vivirán en una ciudad en 2050. “¿No empieza a ser una absoluta necesidad plantearnos las ciudades como ecosistemas sostenibles para todos?”, plantea la arquitecta.