Este video, que busca resaltar la importancia de las buenas prácticas pedagógicas en Estados Unidos, se basa en diversas investigaciones creadas por expertos en desarrollo cerebral y alfabetización, además evidencia cómo una actitud positiva hacia los niños en un ámbito educativo, puede marcar la diferencia en el desarrollo de diversas habilidades emocionales y cognitivas.

Muy de la mano con esto está la visión de Rollins Center. Según se menciona en El Tiempo, la organización asegura que el buen trato debería ser la base de apoyo en los procesos de aprendizaje de los niños, especialmente en el aprendizaje de la lectura como medio para desarrollar otras habilidades. Esa preocupación surge de los bajos porcentajes que está sufriendo EE.UU. con respecto al analfabetismo: sólo el 36 por ciento de todos los niños tiene la capacidad de leer con soltura al final del tercer grado. Pensando en esto, el video plantea la importancia de crear los espacios indicados para hacer frente a este problema. Éstos se basan, por supuesto, en el buen trato, pero además, en la propias voces de los niños.

The Rollins Center plantea la importancia de promover momentos de discusión y diálogo entre los estudiantes. Ellos están convencidos de que cada niño debe encontrar su voz y para eso es importante dejarlos hablar. Aunque el silencio es importante para aquietar la mente y promover la concentración en el aula, Varela afirma también que en las salas de clase también se aprende de la interacción, del diálogo y de la socialización con otros. Así entonces, es tarea de los docentes el encargarse de generar interacciones positivas con los niños, pero también es tarea de ellos el abrir los espacios indicados para que puedan desarrollarse de muchas formas. Todo esto basado en el respeto, en el lenguaje positivo, en el apoyo y en el buen ejemplo.
Las buenas actitudes o el buen trato no solo determinan la forma como establecemos relaciones sociales, también generan sentimientos positivos como la confianza y la seguridad, elementos que deberían ser indispensables al interior de las escuelas. Si queremos que los niños aprendan, ellos deben desarrollarse en aquellos espacios donde sean tratados como personas, donde puedan potenciar sus habilidades y crear su propia voz.