“Construyendo espacios seguros”, XXVI Congreso SEPS. 16 al 18 noviembre, Valencia.
Sesión nº18, especial de la 'Serie de investigaciones sobre los niños y el trabajo' nº 18.
El Niño en la Ciudad, La 11.ª Conferencia Mundial
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¿Cómo fomentar el juego al aire libre?.
No obstante, en la sociedad actual se observa una disminución en el juego al aire libre en comparación con generaciones anteriores: el uso del espacio público por parte de los niños, que antes pasaban horas y horas en el exterior y a menudo participaban en grandes grupos, está ahora más limitado en cuanto a tiempo, compañeros y actividades.
Más actividades sedentarias
Esto viene motivado por cambios en nuestro estilo de vida, en donde hay un aumento de las actividades estructuradas, en su mayoría sedentarias, junto con el incremento del uso de dispositivos electrónicos (videojuegos, redes sociales…) que han cambiado las preferencias de juego de muchos niños.
Por otro lado, en muchas áreas urbanas se ha reducido el acceso a espacios verdes y ha aumentado el tráfico de vehículos. La falta de zonas de juego abiertas en los barrios se considera un obstáculo importante para las oportunidades de crecimiento que ofrece el juego.
Al tiempo, hay una mayor preocupación por parte de los progenitores, que tienden a estar más preocupados por la seguridad de sus hijos, con una mayor conciencia sobre los riesgos potenciales en entornos al aire libre. Esto impide que los niños tengan la oportunidad de jugar libremente sin supervisión.
Pero debido a la importancia para el desarrollo de que los niños experimenten y aprendan a gestionar el riesgo es aconsejable mantener un equilibrio entre las comprensibles exigencias de seguridad y las necesidades de los niños de jugar libremente.
Ciudades amables
Es importante reconocer estos desafíos y buscar formas de fomentar el juego espontáneo y al aire libre. Las ciudades debieran organizarse pensando mucho más en los niños. Es necesario que puedan estar en la calle, que haya espacios de juego, parques locales y rutas seguras, tanto hacia estos parques como hacia los colegios, a los que los niños puedan acceder de forma autónoma.
Existen informes de la Unión Europea y la Organización Mundial de la Salud que destacan la importancia del juego activo y libre y la actividad física para el desarrollo integral de los niños. Proporcionan recomendaciones para que las instituciones públicas, padres y educadores promuevan espacios de juego para fomentar el juego al aire libre en la vida cotidiana de los niños.
El papel de los adultos también es importante en el fomento y apoyo de este tipo de juego: los padres, educadores y responsables políticos pueden y deben desempeñar un papel clave al crear entornos propicios, proporcionar oportunidades y motivar a los niños a participar en actividades al aire libre.
¿Qué deben hacer los padres y docentes?
Entre las formas en que padres y profesores pueden fomentar el juego libre podemos señalar:
Permitir que los niños y niñas elijan sus propios juegos y juguetes facilitándoles un espacio seguro para jugar, ya que los niños disfrutan más cuando tienen libertad para explorar y descubrir las cosas por sí mismos.
Promover una mayor oferta de juego para los niños, en términos de tiempo y espacio, que suponga más actividades informales al aire libre y más pausas escolares para promover la actividad física en la escuela
Proporcionar materiales de construcción que les permitan ejercitar la imaginación y la creatividad. También es interesante facilitar equipos adecuados para jugar al aire libre como pelotas, bicicletas, columpios…
Los niños disfrutan jugando con sus padres y educadores, por lo que es importante involucrarse en sus juegos: animarlos y ayudarles a crear nuevas reglas y variaciones. Tratar de generar rutinas conjuntas que promuevan el cambio de las actividades sedentarias por actividades y deportes al aire libre, visitas a parques o jardines, excursiones, acampadas, etc.
Reforzar sus logros y celebrar sus éxitos para fomentar esta parte divertida y emocionante de la vida de los niños, y demostrarles que el juego es una forma importante de aprender y explorar el mundo que les rodea.
¿Y las autoridades qué pueden hacer?
Las autoridades, sobre todo en el ámbito municipal, también juegan un papel importante en el fomento del juego libre:
Cambiar las políticas de planificación de modo que incorporen directrices sobre el uso del suelo que sean compatibles con las necesidades de los niños y los jóvenes.
Invertir en parques y espacios públicos, creando áreas de juego bien equipadas, gratuitas, accesibles y seguras para el juego libre que promuevan el juego activo y el desarrollo de habilidades físicas.
Promover la creación de espacios verdes y naturales (jardines, huertos escolares…) adaptados a los niños para que puedan explorar la naturaleza y conectarse con el medio ambiente.
Fomentar la colaboración con las escuelas y otras instituciones organizando actividades al aire libre para los niños (festivales, eventos deportivos) que permitan que los niños tengan la oportunidad de coincidir con otros niños de orígenes diversos, se diviertan y aprendan nuevos juegos.
Un importante papel facilitador
Pese a que se ha investigado mucho sobre el papel del juego y el modo en que los distintos tipos de juego tienen impacto en el desarrollo infantil, debemos ahondar más para establecer cómo los diferentes tipos de juego apoyan estas características de diferentes maneras y promueven el desarrollo y el aprendizaje en todas las edades.
En todo caso, el papel de los adultos en el juego libre infantil es importante, ya que pueden actuar como facilitadores, modelos a seguir, proveedores de recursos y garantes de ambientes seguros en espacios para el juego libre.
'Juega, convive y respeta', mejor que 'prohibido jugar a la pelota'
Un trabajador coloca los nuevos carteles. NIUS |
El Ayuntamiento de Cádiz ha comenzado a retirar de sus calles y plazas los carteles que prohíben a los menores jugar a la pelota en los espacios públicos, y los ha sustituido por otros en los que puede leerse 'Juega, Convive y Respeta'
Descolonizando Discursos Infantiles, una Orientación Posthumanista y Crítica desde la Educación Superior.
Este proyecto pretende estudiar cómo el realismo activo, el posthumanismo y el nuevo materialismo podrían contribuir a una reconfiguración de la infancia en el diseño y contenido de los planes de estudios y proyectos de investigación poscualitativos y poscoloniales.
Reúne a miembros nacionales e internacionales de todas las disciplinas, incluidas las artes creativas, las humanidades, la medicina, el derecho, las ciencias sociales y naturales. El enfoque transdisciplinario se centra en cómo los conceptos de niño e infancia incluyen y excluyen, y continúan marginando, no solo a los humanos jóvenes, sino también a los académicos de la primera infancia en el mundo académico y en naciones y continentes enteros (por ejemplo, África). Los miembros de este colectivo investigan cómo los marcos poscualitativos basados en el realismo existente, el poshumanismo y el nuevo materialismo pueden relacionarse de manera diferente con los llamados "pueblos perdidos" tanto del humanismo como del poshumanismo, e informar sobre teorías y prácticas descolonizadoras y posdesarrollistas en todas las fases de la educación.
En el corazón de este proyecto está la noción de una educación infantil en un esfuerzo por descolonizar la educación (superior). Desde 2016, el proyecto ha apoyado con éxito a muchos investigadores de maestría y doctorado y ha generado una gran cantidad de publicaciones, incluidas publicaciones multimedia, artículos revisados por pares, capítulos y libros (ver recursos). También ha recibido a varios miembros en Sudáfrica, incluidos Karen Barad, Fikile Nxumalo, Affrica Taylor, Karen Malone y muchos más de forma virtual. Más de 40 miembros del equipo interactúan, comparten y colaboran entre sí a través de grupos de lectura, desarrollo de propuestas de subvención, cosupervisión, presentaciones de conferencias, coloquios, talleres de escritura y otras iniciativas de colaboración. Las redes sociales y los espacios de reunión virtuales sincrónicos permiten la colaboración continua entre continentes y espacios geopolíticos.
Investigación
Después de la desaparición del apartheid, la educación superior se ha preocupado por el género, la raza, la clase, la sexualidad y la capacidad, pero hasta ahora se ha prestado poca atención a la edad como categoría de exclusión. En particular, los conceptos de niño e infancia no han sido incluidos en los discursos decoloniales sobre la transformación de los espacios educativos y los currículos. A pesar de décadas de crítica académica sostenida y contestación en la investigación de la primera infancia, los programas de estudio actuales a nivel mundial y las pedagogías promovidas en sus cursos aún tienden a asumir el niño occidental esencializado y universal que se desarrolla de acuerdo con un proceso lineal de formación similar a una etapa de acuerdo con su /su/su potencial innato (desarrollismo).
Además, el concepto de niño tiende a referirse a un ser niño cronológico en el mundo y a la infancia como una etapa de la vida del ser humano con poca o ninguna relevancia para las pedagogías y metodologías de la educación superior. Desde conceptos binarios y por tanto excluyentes de las distintas variables intervinientes, se continúa haciendo su dañino trabajo de exclusión, como Cultura/Naturaleza, Adulto/Niño, Educación Superior/Educación de la Primera Infancia. El proyecto DECD continúa desconstruyendo nociones como 'indígena', 'postcolonial' y 'descolonizador' mediante temporalidades unilineales problemáticas y una meta/física del individualismo. Teorizar la diferencia de manera diferente abre estos (y otros) conceptos para incluir el filosofar animista de los niños pequeños y la creación de sentido discursivo material. Las filosofías de la cultura de la naturaleza se necesitan con urgencia en el (polémico) llamado Antropoceno: el tiempo geológico de un planeta dañado por los humanos como resultado del capitalismo industrial global, la estandarización del tiempo universal, la mecanización del trabajo y la extracción de combustibles fósiles.
El proyecto DECD proporciona espacios intelectuales solidarios, tanto presenciales como virtuales, para que filósofos, teóricos y profesionales interactúen en diversos contextos geográficos para participar en la investigación y la deliberación sobre la realidad actual, el posthumanismo, el nuevo materialismo y el impacto que tienen estas filosofías. para descolonizar la primera infancia, en particular desarrollando enfoques que tengan resonancia para las perspectivas y contextos del sur.
Una de las críticas en las que se basa el posthumanismo es el carácter occidental no problematizado de los conocimientos -blanco, masculino, heterosexual, capaz- que se supone que son aplicables en todos los contextos y que se han utilizado para subyugar otras prácticas de conocimiento en su dominio. Lo que distingue a este proyecto es su interés también en cómo el posthumanismo mismo tiende a ignorar cómo la edad a menudo se pasa por alto en su teorización. Los investigadores de este proyecto son muy conscientes de estas prácticas de conocimiento y uno de los objetivos del proyecto es investigar y problematizar los conocimientos de los contextos del Norte y del Sur, para cuestionar el adultocentrismo, con miras a desarrollar y evaluar marcos posthumanistas poscoloniales para pedagogías innovadoras, prácticas de investigación y programas académicos en todas las fases de la educación.
Contacto: decdproject@gmail.com
Ciudades amigas de los niños y ciclistas: "¡Las calles son para todos!"
Entre el 5 y el 7 de mayo de 2023, la alianza Kidical Mass reunión a decenas de miles de personas en sus bicicletas en más de 500 lugares de todo el mundo, exigiendo "¡Las calles son para todos!" de las zonas urbanas a las rurales.
Calles abiertas para la infancia , viernes 5 de mayo de 2023
Indicadores, concepto y utilidad en las políticas locales de infancia y adolescencia, Guía UNICEF.
Resumen:
Contar con datos para tomar mejores decisiones, como nos ha recordado el Comité sobre los Derechos del Niño en su Observación General nº 5 (2003), es fundamental.
Y los indicadores son un instrumento que nos permite llevar a cabo esta tarea. Desde UNICEF España pusieron en marcha una Caja de herramientas: un repositorio de recursos que abarcan las diferentes áreas del conocimiento necesarias para impulsar transformaciones reales en el disfrute de los derechos de los niños, niñas y adolescentes allí donde viven.
Ahora presentan esta guía, enfocada a los indicadores y dirigida a las Entidades Locales interesadas en conseguir mejorar el bienestar de la infancia, para ayudarlas en la tarea de medir, mejorar y compartir dichos logros.
Los indicadores son un elemento fundamental para evaluar las políticas locales de infancia y adolescencia. La presencia de indicadores a lo largo de todo el ciclo de planificación de este tipo de políticas asegura que las intervenciones públicas puedan ser objeto de análisis, midiendo su impacto en el bienestar y la calidad de vida de niñas, niños y adolescentes.
En esta guía, UNICEF nos aproxima al papel que desempeñan los indicadores, su tipología más relevante y la manera de trabajar con ellos.
Fuente Observatorio de la Infancia y Adolescencia de Andalucía
Luces y sombras en el bienestar: la percepción de niños y niñas, Informe Educo.
Este informe es el fruto de un proceso de investigación en el que se han consultado a cerca de 200 niños, niñas, adolescentes y personas de referencia de su entorno, como educadores, madres y padres, para explorar la influencia del entorno social y ambiental en el bienestar de la infancia. Desde el análisis de la interrelación de las tres dimensiones del bienestar (material, relacional y subjetiva) con los derechos de niñas y niños se ha abordado asimismo la importancia del medio ambiente en su bienestar, así como las diferencias de género en la percepción del mismo o el gran impacto de la COVID-19.
Coordinación: Fernando Rodríguez Hervella
Producción: Lola López y Fernando Rodríguez (Educo), Elisabet Padial García (Coordinadora Andaluza
de ONGD),
Este informe incluye una comparativa con un estudio anterior realizado en cuatro países de América Latina (Guatemala, Bolivia, Nicaragua y El Salvador), y está enmarcado en el proyecto “Percepciones de niñas y niños sobre la influencia del entorno social y ambiental en su bienestar. Una propuesta de enfoque para los agentes andaluces de cooperación”, cofinanciado por la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AACID).
Esto es lo que deben hacer los municipios para garantizar el derecho al juego.
- El juego es un derecho clave de la infancia pero no siempre se cumple. El Comité explica a los gobiernos locales cómo garantizar un entorno óptimo donde niños y niñas puedan desarrollar su potencial
Cuando pensamos en derechos de la infancia, raramente se nos ocurre que jugar sea uno de ellos. Sin embargo, se encuentra junto a derechos tan importantes como la educación, la salud o la protección.
¿Por qué el ocio tiene tanta importancia para un niño o niña? Porque aprendemos jugando. El juego desempeña un papel importante en el desarrollo del cerebro, y los aspectos que fomenta en la primera etapa de la vida son incontables: la creatividad, la actividad física, la imaginación, las aptitudes sociales, cognitivas y emocionales, etc. Contribuye, incluso, a la participación de la infancia en la vida cultural de su comunidad.
Sin embargo, poner en práctica ese derecho no siempre es tarea fácil.
Una práctica en riesgo
Las dificultades que sufren muchos niños y niñas para ejercer su derecho al juego o al ocio y el descanso preocupan al Comité de los Derechos del Niño, como dejó claro en su observación general Nº 17 (de 2013) sobre los derechos recogidos en el artículo 31 de la Convención sobre los Derechos del Niño.
El Comité advierte que el aumento de la población urbana, especialmente en los países en desarrollo, junto con la comercialización de las estructuras de juego, “están modificando las formas en que los niños realizan sus actividades recreativas, culturales y artísticas”. La violencia, los conflictos o el trabajo infantil dificultan también el disfrute de estos derechos en todo el mundo.
Problemas que hay que superar para llevar a la práctica el artículo 31:
- Entornos insalubres y peligrosos.
- Resistencia al uso de los espacios públicos por los niños. El uso de los espacios públicos por los niños para el juego, la recreación y las propias actividades culturales se ve obstaculizado también por la creciente comercialización de las áreas públicas, que excluye a los niños. Además, en muchas partes del mundo la tolerancia de los niños en los espacios públicos va en disminución.
- Falta de acceso a la naturaleza.
- Exigencias de éxito académico que no permite tiempo libre o descanso, con horarios excesivamente estructurados y programados.
- Falta de inversión en oportunidades culturales y artísticas para los niños.
- El papel creciente de los medios electrónicos. Plataformas digitales.
Existen además ciertas categorías de niños y niñas que tienen aún más difícil el disfrute de estos derechos en condiciones de igualdad, según el Comité. En especial, las niñas, los niños en situación de pobreza, los niños con discapacidad, los niños indígenas y los que pertenecen a minorías.
Garantizar el juego
Fomentar que los niños y niñas en todo el mundo puedan ejercer su derecho al juego de forma segura es un deber de todos y todas. Entre las muchas iniciativas que tienen este objetivo está la campaña de la Fundación LEGO y UNICEF, que busca integrar el juego en las aulas, los hogares y las comunidades de todo el mundo con el objetivo de crear un entorno que permita a los niños y niñas desarrollar todo su potencial.
Pero recordamos que es obligación de los Estados miembros del Comité adoptar las medidas legislativas, administrativas, judiciales, presupuestarias, de promoción y de otra índole adecuadas para facilitar los derechos amparados por el artículo 31 (incluyendo el derecho al juego). Las observaciones generales incluyen los estándares que deben llevar a cabo los Estados para cumplir la Convención, como explica Clara Martínez García, investigadora de Derecho Administrativo y de la Infancia en España:
«El Comité saca una observación general sobre el derecho al juego, ahí empieza a explicar a los estados cuáles son sus tareas concretas para cumplir con la Convención: juego seguro, en entorno saludable, etc. Dice lo que es y lo que no es», explica Martínez García. «Cuando en España traslademos todo lo que dice la convención a nivel autonómico y municipal, tenemos que ver lo que nos toca».
«En todas las observaciones generales aparece el nivel municipal o local. Esto quiere decir que a juicio del Comité no queda en un nivel estatal lejano, sino que apunta a los municipios; estos tienen un rol clave», incide.
Cumplir con la Convención: tareas para los municipios
La Observación General nº 17 ofrece, como indica Martínez, pautas concretas a los gobiernos locales para que garanticen el derecho al juego.
Por un lado, el texto incluye los factores que determinan un entorno óptimo para ejercer este derecho. Si bien es cierto que los niños y niñas son capaces de jugar incluso en los ambientes más desfavorables, es preciso asegurar ciertas condiciones para que puedan hacerlo de forma segura.
Entre ellas: que el niño o niña esté libre de estrés, exclusión social o discriminación, y protegido de la violencia. Que pueda disfrutar de tiempo libre. Que cuente con espacio y oportunidades para jugar al aire libre. Que tenga un espacio accesible para jugar sin control ni gestión de los adultos. Que ese espacio esté libre de contaminación, tráfico y otros peligros físicos para que pueda circular libremente y de forma segura dentro de su vecindario.
La planificación pública debe atribuir prioridad a la creación de entornos que promuevan el bienestar de los niños. Los municipios son quienes deben, por ejemplo, evaluar las instalaciones de juego y recreación para garantizar la igualdad de acceso de todos los grupos de niños, prestando atención a aspectos como:
- la accesibilidad de los parques, centros comunitarios, instalaciones deportivas, etc.
- la protección de estas zonas de juego y recreación contra quienes pongan en peligro la seguridad de los niños.
- que haya zonas verdes, espacios abiertos y naturaleza; control del tráfico y la contaminación, y transporte seguro y asequible.
- la creación de clubes, instalaciones deportivas y actividades para niñas y niños de todas las edades y de todas las comunidades, permitiendo que los niños produzcan y creen sus propias formas culturales, teniendo en cuenta sus necesidades y aspiraciones.