Mostrando entradas con la etiqueta Educación. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Educación. Mostrar todas las entradas

¿Educamos para el cambio o para el fracaso?

Hay una sola cosa que no me canso de repetir: el mundo está cambiando a una velocidad sin precedentes. En este escenario, una pregunta crucial se hace cada vez más evidente: ¿estamos realmente preparando a las generaciones futuras para enfrentar y liderar el cambio, o más bien para lidiar con él? 



Linkedin

Daniel Alberdi Alberdi

15 de noviembre de 2024





Hay un lado positivo en el hecho de que ya estamos empezando a ver cambios en la forma en que educamos a nuestros hijos y la verdad es que solo necesitamos ser un poco más rápidos, ya que los cambios nos están superando. Si queremos que no solo sobrevivan, sino que prosperen en un futuro impredecible, entonces todo el juego debe acelerarse en la transformación de la educación


Durante décadas, nuestro sistema educativo ha dado por sentado que el mundo es un mundo de estabilidad asegurada, que requiere la adquisición exitosa y estudiosa de conocimientos fijos para utilizarlos en una función lineal. La niña y el niño está imbuido de la búsqueda de respuestas correctas, el seguimiento de las reglas del "juego" y el movimiento dentro de un entorno de "juego" predecible. Pero la realidad actual es todo lo contrario: lo único perenne es el cambio, y el cambio genera conocimientos cambiantes. 


Jean Piaget fue quizás el primero en advertirnos que los niños desarrollan su comprensión del mundo a partir de la experiencia y la adaptación. Sin embargo, durante demasiado tiempo las escuelas no han escuchado esta verdad, aferrándose a un modelo de educación que no se adapta al mundo real. Estamos empezando a ver algunas excepciones; el sistema educativo de Finlandia es un ejemplo de liderazgo en la preparación de los niños para un mundo en constante cambio. 


Ya se están observando cambios en la educación superior, ya que las universidades y los centros de formación profesional han integrado en sus planes de estudio el liderazgo en condiciones de incertidumbre, al reconocer que el liderazgo en tiempos de incertidumbre es un requisito profesional básico. Se trata de una capacidad que, según John Kotter, un referente en gestión del cambio, separa el trigo de la paja en lo que se refiere al liderazgo. 


Sin embargo, estos cambios siguen siendo insuficientes. Demasiados programas académicos tienen un enfoque que todavía es teórico y no tiene relación con la situación real sobre el terreno. Necesitamos pasar de enseñar conceptos estáticos a enseñar habilidades dinámicas, de “cómo reaccionar ante un cambio” a “cómo anticipar y liderar mejor un cambio”.


La transformación de la educación que necesitamos no es un proceso aislado. Es necesario lograrla colectivamente, un acuerdo nacional en el que todos los actores, gobiernos, establecimientos educativos, empresas y la sociedad en general deben comprometerse a repensar y rediseñar nuestro sistema educativo para que esté realmente alineado con las necesidades del siglo XXI.


Para concluir, el tema en cuestión no es un asunto exclusivo de las escuelas y universidades. Nosotros, como sociedad, necesitamos pensar detenidamente sobre lo que estamos enseñando a los jóvenes del mañana e insistir en un sistema que les brinde lo que necesitan no solo para sobrevivir, sino para prosperar en un mundo lleno de desafíos y oportunidades.


Hemos visto desarrollo, pero eso no debe darnos satisfacción. El ritmo del cambio a nivel global no da lugar a la satisfacción. Si vamos a formar a una generación no solo para manejar el cambio sino para impulsarlo, la velocidad tiene que ser la de la insistencia y la resolución. No se trata de desechar lo que hemos creado, sino de reformularlo y modernizarlo para que nuestras escuelas y universidades estén realmente preparadas para afrontar el futuro.


¿Estamos preparados para acelerar el cambio educativo y preparar a los líderes para guiar a la sociedad hacia un futuro incierto? Esa es la pregunta. 

Los estudiantes precisan mejor protección contra la violencia y el acoso escolar

Muchos estudiantes son víctimas de violencia y acoso en todo el mundo, un lastre que el día de hoy trasciende la escuela por medio de las redes sociales; sin embargo, sólo 32 países tienen una legislación para combatir el problema, alerta un nuevo informe de la agencia de la ONU para la educación.


Naciones Unidas

Noticias ONU

6 Noviembre 2024



                                                                    © UNICEF/Anush Babajanyan VII Photo
 
Mediadores pares simulan un caso de acoso escolar 
en la escuela Branko Radicevic en Mitrovica Norte, el 30 de mayo de 2018.

“Aunque todos los niños deben sentirse respetados, aceptados y seguros en la escuela para aprender y desarrollarse, muchos estudiantes siguen siendo víctimas de violencia y acoso”, dijo la directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), Audrey Azoulay.


La UNESCO publicó un informe sobre el tema en la víspera del Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar, celebrado cada primer jueves de noviembre.


Con motivo de la jornada, Audrey Azoulay alertó de que en la era de las redes sociales, estos fenómenos ya no se detienen en la puerta de la escuela, sino que la trascienden y continúan y se amplifican en línea.


En línea con el informe, Azoulay señaló que si bien el acoso es un problema del que ningún país escapa, sólo 32 Estados cuentan con un marco jurídico completo dedicado a combatir la violencia en las escuelas.


Más aún, 793 millones de escolares viven en países donde no están prohibidos los castigos corporales en la escuela.


Prioridad educativa


Por ello, la responsable de la UNESCO aprovechó la efeméride como la ocasión de “dar un salto colectivo hacia adelante para que la lucha contra la violencia y el acoso se convierta en una prioridad educativa”.


En este sentido, la agencia reclamó una mejor protección de los estudiantes contra los ataques físicos, verbales y psicológicos, especialmente ante el aumento de la discriminación y la violencia relacionadas con el género y la identidad sexual.


Según los datos de la UNESCO, casi un tercio de los estudiantes del mundo afirma haber sido agredido físicamente al menos una vez durante el año escolar y otro tercio sufre acoso cada mes.


Ciberacoso


El estudio indica también que el ciberacoso es cada vez más frecuente y afecta a uno de cada diez niños, y que más del 16% de los menores ha sufrido negligencia física o emocional.


Además, explica que estos fenómenos tienen graves consecuencias no sólo para el aprendizaje, sino que afectan la salud mental de los estudiantes, y precisa que las probabilidades de sufrir soledad severa, insomnio e ideas suicidas se duplican como consecuencia del acoso.


Acoso a estudiantes LGTB+


El informe destaca que la violencia en las escuelas impacta de manera desproporcionada a ciertos grupos en función de su género, orientación sexual, situación socioeconómica y otros factores de identidad.


A nivel mundial, el 42% de jóvenes lesbianas, gays, bisexuales y transgénero han sido ridiculizados, objeto de burlas o amenazas en la escuela, principalmente por otros estudiantes, debido a su orientación sexual o identidad de género.


Por su parte, las niñas siguen siendo particularmente vulnerables, señala el estudio, y cita que hasta el 25% de las adolescentes sufren violencia de género, y que hasta el 40% de estos incidentes ocurren en las escuelas.


Guía para profesores


La UNESCO recalca el papel fundamental de las políticas públicas, normas y cooperación multisectorial para frenar la violencia y el acoso escolar, y ha elaborado una serie de orientaciones, al igual que guía dirigida a los profesores para combatir la violencia de género y el acoso en las escuelas.


Asimismo, promueve enfoques inclusivos que involucren a todas las partes: estudiantes, profesores, familias y comunidades para crear entornos de aprendizaje seguros y respetuosos.


También apoya proyectos que ponen en práctica sus recomendaciones, sobre todo en África y Asia, y ayuda a prevenir el acoso basado en el género, alentando a los estudiantes a tratarse con respeto y dándoles información para que las víctimas sepan a dónde ir en busca de ayuda.


En África occidental, la UNESCO ha capacitado a más de 20.000 educadores para crear un entorno escolar libre de violencia.


Con Francia echó a andar un proyecto de dos años sobre la salud mental de los estudiantes que tiene como objetivo mejorar las competencias de los equipos educativos en este ámbito y crear redes de apoyo para los estudiantes que reúnan a profesores y educadores, personal sanitario y servicios sociales.


Promover la paz y el respeto por los demás


El informe también llama a las autoridades educativas de todos los países a intervenir en los programas escolares para garantizar que los contenidos educativos promuevan los valores de la paz y el respeto por los demás.


Para lograr que los sistemas educativos en los que todos los estudiantes puedan aprender y prosperar, estando libres de violencia, exclusión y discriminación se requiere un compromiso inquebrantable, “no sólo con acciones inmediatas, sino con la transformación sostenida y sistemática de la manera en que abordamos la educación”, apunta el estudio.


“Esto no es solo un imperativo educativo, sino también social, esencial para el bienestar y el desarrollo de las generaciones actuales y futuras”, enfatiza la UNESCO.

Más de 250 millones de niños en el mundo no asisten a la escuela

Pese a décadas de avances y compromisos internacionales, la población mundial no escolarizada se ha reducido apenas un 1% y la cantidad de niños y jóvenes fuera de las escuelas sigue siendo muy alta, señala la agencia de la ONU para la educación, que atribuye el problema a la falta crónica de inversiones en el sector.



Naciones Unidas

Noticias ONU

1 Noviembre 2024



                                                    UNICEF Kenya. Estudiantes de una escuela en Kilifi, Kenya


El número de niños y adolescentes escolarizados se ha incrementado en 110 millones desde que se adoptó el Objetivo de Desarrollo Sostenible sobre educación en 2015, con más niños en la escuela hoy que nunca; sin embargo, la cantidad de niños que no asisten a la escuela llega a 250 millones, una cifra demasiado elevada en este punto de la historia, apuntó la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).


En su nuevo Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2024, el organismo destaca que las tasas de finalización de estudios también han subido y que en la actualidad, los jóvenes que terminan la secundaria superan por 40 millones a los que lo hacían en 2015.


Este avance muestra que los esfuerzos mundiales para garantizar la educación universal han llegado a un punto muerto preocupante, ya que la población no escolarizada se ha reducido apenas un 1% en casi diez años.


La educación de calidad, privilegio de unos pocos


La directora general de la UNESCO recordó que la educación “es el motor fundamental de las sociedades prósperas, inclusivas y pacíficas”.


“Sin embargo, la educación de calidad corre el riesgo de convertirse en el privilegio de unos pocos si no tomamos medidas serias para dar a todos los niños del mundo la misma oportunidad de aprender y prosperar”, enfatizó Audrey Azoulay.


Si bien ha habido avances en la matriculación escolar, las disparidades persisten, señala el informe.


Brecha alarmante entre ricos y pobres


Además, la brecha entre los países ricos y pobres sigue siendo alarmante: en las naciones de renta baja el 33% de los niños y jóvenes en edad escolar está fuera de la escuela, en comparación con el 3% de las de renta alta.


África subsahariana es la región del mundo con mayores desafíos, ya que alberga a más de la mitad de todos los niños y adolescentes sin escolarizar del mundo, subraya el estudio.


En un segundo informe, que monitorea el financiamiento de la educación, se recalca la falta crónica de inversión como el gran obstáculo para alcanzar la escolarización universal.


Elaborado por la UNESCO y el Banco Mundial, el texto detalla que los países de altos ingresos invierten 8543 dólares por estudiante, mientras que los países de ingresos bajos y medios sólo destinan 55 dólares a cada alumno.


Deuda y educación


La situación se complica aún más por la carga de la deuda. Así, en África los países gastan ahora casi tanto en el servicio de la deuda como en educación, mientras que la ayuda mundial a la educación disminuyó del 9,3% en 2019 al 7,6% en 2022.


Para responder a esta situación, la UNESCO en colaboración con la presidencia brasileña del G20 ha instado a diseñar mecanismos de innovadores de financiamiento, incluidos los canjes de deuda por educación.


Los líderes discuten acciones concretas para resolver la crisis educativa mundial en la Reunión Mundial de Educación de la UNESCO, que tiene lugar en Fortaleza, Brasil desde ayer 31 de octubre.


Al término del cónclave, más de 40 ministros de Educación ratificarán la Declaración de Fortaleza, que llama a priorizar la educación como una herramienta clave para un futuro más justo y sostenible. 

Asimimismo, ese documento final pide enfoques educativos renovados a los desafíos más apremiantes mediante la incorporación de la educación climática en los planes de estudio escolares, la promoción de la educación para la paz contra el aumento de la incitación al odio y la discriminación, y la promoción de la igualdad de género en la educación y a través de ella. 

La ministra de Juventud apunta que la segregación escolar “es un debate que nos interpela a todos y que lo atraviesa todo”

La ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, considera que el gobierno español debe implicarse en la lucha contra la segregación escolar, pese a que se trata de un ámbito que mayoritariamente depende del ministerio de Educación, y que buena parte de las competencias en educación están transferidas a las autonomías. “Es un debate que nos interpela, y que lo atraviesa absolutamente todo, más allá de la competencia específica de unos y otros”, sentenció el jueves en un almuerzo-coloquio en Barcelona organizado por la Fundación Pere Tarrés.



EL DIARIO de la EDUCACIÓN

Bernat Ferrer




Rego considera que “el debate de los derechos [del niño] debe trascender el debate de las competencias”, y que “más allá de la competencia específica” el gobierno español debe implicarse en “empujar derechos”, en tanto que “desde el ministerio planteamos la infancia como sujeto de derechos, y tenemos la perspectiva de elevar a políticas de rango de estado las políticas que tienen que ver con la defensa de estos derechos”. Según Rego, la lucha contra la segregación escolar se incardina con el Pacto de Estado para la Erradicación de la Pobreza Infantil, “que tiene en cuenta aquella carencia de oportunidades que tiene un segmento de la infancia del estado y que debemos abordar colectivamente”.


La ministra enfatizó que el 34,5% de los niños de todo el Estado viven en situación de pobreza o en riesgo de exclusión social. Y resaltó: “El Estado es la cuarta economía de la UE, y crecimos un 2,5% el pasado año. Por el contrario, invertimos en políticas públicas un 1,5% del PIB, un 1% por debajo de la media UE. Es una incongruencia, es necesario cerrar esta brecha. Debemos pasar del 1,5% al 2,4% del PIB, tenemos la riqueza necesaria para hacerlo, tan sólo debemos redistribuirla. Sólo hace falta voluntad política.”

“Hay niños que no viven en casas que tengan la temperatura adecuada, y que sus padres y madres no pueden darles un calzado adecuado, o bien comidas adecuadas. Estos niños tienen un futuro afectado por las condiciones en las que viven, y una democracia no puede permitirse definirse como robusta si no resuelve estas desigualdades”, sentenció. 

Cole de tarde, extraescolares, aparcaniños y oportunidades

Arranca el curso con el eterno quebradero de cabeza de qué hacer con los niños mientras hay que trabajar. Y el debate de si jornada continua o jornada partida, abanderado por Isabel Díaz Ayuso, es una engañifa para tapar la segregación clasista.



elDiario.es

María Iglesias

13 de septiembre de 2024




Alumnas y madres en el primer día de vuelta al colegio.  Álex Zea (EP)

Cuando teníamos 13 años, las y los niños de 8º de EGB (hoy 2º de la ESO) de mi colegio fuimos seleccionados para participar en un debate escolar en el Parlamento de Andalucía junto a otros dos o tres centros de la comunidad. La idea era que propusiéramos, debatiéramos y en su caso aprobáramos las medidas que nos interesaran. Nosotros lo tuvimos claro: queríamos dejar de tener clases por las tardes, poder descansar, jugar en el barrio, ver la tele, estar en familia. Yo fui la portavoz de la propuesta. Logramos que se aprobara. Pero fue una victoria simbólica porque en la realidad seguimos teniendo clases por la tarde y sufriendo el sopor en el pupitre después de comer, sobre todo en los meses de calor que tanto se alargan en el sur y luego ese infinito trayecto del bus de ruta. 

Recuerdo que al llegar a casa ni el tiempo ni la energía daban ya para nada.


Desde que soy madre, este año por primera vez sin hijos en la Primaria, afronto el tema de si jornada continua (solo de mañana) o partida (mañana y tarde), objeto de exhaustivos análisis como este en elDiario.es, como un auténtico dilema personal. Porque la niña que sobrevive en mí ve horripilada que vuelve esa obligatoriedad de tener clases por las tardes impuesta por la presidenta Ayuso, tan adalid ella de la libertad (de beber cervezas y de que los millonarios tributen cada vez menos), e incluso la madre que soy prefiere mil veces las extraescolares deportivas, de idiomas, creativas a las que, convertida en taxista, llevo años llevando a mis hijos. Pero mi situación de privilegio socioeconómico no me impide ver que hay muchas familias, la mayoría, en las que no es planteable que la madre, ¡menos aún el padre!, recorte su jornada laboral verpertina para atender a los críos y puedan pagar actividades y academias privados.


El tiempo y el dinero no dan. Entonces, o bien, con suerte, primero pueden dejarlos en ese comedor concedido a empresas hasta suspensas año tras año por la dirección y el Consejo Escolar (CE) del cole pero que ganan el concurso público por presentar la oferta más barata, y acto seguido los inscriben en actividades “asequibles” casi siempre de mero entretenimiento que se ofrecen, subcontratadas, en los patios de recreo, o recogen a los chiquillos los abuelos o deben quedarse solos en casa. En todo caso, en desventaja académica y de salud, física y mental, frente a las hijas e hijos de quienes llenamos sus tardes de experiencias de pago alejándolos de los buitres al acecho del sedentarismo y las redes sociales.


Lo que el falso debate esconde


Entonces, ¿cole por la tarde sí o no? Pues para mí es un falso debate que busca enmascarar lo que de verdad deberíamos estar hablando y reivindicando y logrando, sobre todo cuando ejerce el gobierno una coalición progresista, y es: ¿dinero para la escuela pública o bajadas de impuestos a los ricos y, encima, pago a la concertada?


Me explico. Yo soy una convencida defensora de la escuela pública, no de boquilla, ni solo en mis artículos, sino sobre todo escolarizando en ella a mis hijos y, además, siendo durante años secretaria de la Junta Directiva del AMPA, reivindicativa representante de las familias en el CE, y activa en gestiones ante la Administración y en manifestaciones.


Pese a ello sé que obligar a todo el alumnado a quedarse por la tarde en los coles públicos en el actual contexto de desinversión en ellos sería un castigo para quienes hoy disfrutan de extraescolares elegidas. Quizá a cambio de cierta homogeneización con los actualmente excluidos, eso es cierto, lo que explica mi dilema. Pero en todo caso dejaría a ambos grupos de escolares de la pública en desventaja frente a los de la concertada y la privada que reciben formación de tarde pagada con la suma de las subvenciones públicas crecientes más los recursos de familias que pagan cuotas extras de más de 1.500€.


Urge más escuela pública pero se invierte en concertada


Ante las realidades injustas y dañinas que urge cambiar se arguye siempre “es un tema complejo”. Así se paraliza a la gente, bajamos los brazos y todo sigue como conviene a las elites beneficiadas, ¿no?


Para avanzar en la solución lo primero es evitar que nos hagan el lío, radiografiar la realidad, diagnosticarla y ponerse a trabajar. Y en este tema hay dos líneas de acción concretas:


La primera es aumentar la inversión en la escuela pública, incrementando para costearla los impuestos a multinacionales y multimillonarios y acrecentando el presupuesto de educación (porque este curso arranca con el promocionado “Plan de refuerzo de Lengua y Matemática” descafeinado al tener solo 95 millones € de los 500 millones € prometidos).


Y, por supuesto también aprovechando la bajada de la natalidad para cerrar aulas concertadas innecesarias y derivando al alumnado a la pública. ¿Alguien pondrá el cascabel al gato? Ojalá, pero lo dudo. Al menos en Andalucía, con la Junta del PP ejerciendo las competencias educativas, vamos a más concertada y no a menos con el riesgo cada vez más cerca de materializarse de que concierte hasta los bachilleratos que hasta ahora solo pueden ser públicos o privados. ¿Por qué la izquierda no se planta y reduce y cierra conciertos? ¿Acaso no temen el castigo electoral y por tanto es también responsabilidad social nuestra, de todos?


Con más dinero para la pública se contratarían más profesores y con esos recursos humanos y recursos materiales se podrían ofrecer por las tardes, desde el sistema público, con otros turnos docentes, atractivas actividades de idiomas, deportivas, creativas que hicieran innecesario pagar por extraescolares ajenas a la escuela.


Recortar y racionalizar la jornada laboral


Por último, no hay que olvidar una segunda línea de acción que es imperiosa no ya solo pensando en las y los chavales sino en las familias y la sociedad. Me refiero al inaplazable recorte y racionalización de la jornada laboral de trabajadoras y trabajadores.


Porque tenemos que hacer real nuestro derecho a vivir sin que cada hora sea producir, comer y dormir. Justo esta semana de “vuelta al cole” un estudio de la Autónoma de Barcelona plantea con datos lo que sabemos colectivamente por experiencia: que el alto consumo de ansiolíticos en España se debe sobre todo a la mala organización del trabajo que genera estrés e imposibilita conciliar.


Todo lo cual se agudiza entre las mujeres. Porque, voy a compartiros algo que he descubierto estos días: las y los hijos de madres con estudios universitarios tienen hasta 12 veces menos probabilidad de abandono escolar. Con ese dato en mente: ¿a quiénes veis junto a los peques cada tarde supervisando los deberes, a mamás o a papás?

No nos distraigamos y vayamos al grano de lo que hay que transformar para mejorar la vida de la mayoría social.