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Educar en la era de la desinformación.

El modelo rápido de consumo de contenidos que TikTok ha logrado imponer 
no favorece el ejercicio de una mirada crítica. 
Ninguna plataforma de redes sociales está diseñada 
para que te tomes tiempo para pensar.

Tan importante como enseñarles a no mentir es hacerlo para que no les mientan, 
para que reconozcan los bulos y las falsedades...
La mirada crítica sobre nosotros mismos debe ser anterior a la mirada crítica sobre los demás




En una aula de un colegio finlandés se proyectan vídeos de TikTok y Twitter de su primera ministra, Sanna Marin, bailando y cantando en una fiesta. La profesora abre después un debate sobre lo que han visto y muchos de los alumnos están de acuerdo en que Marin ha tomado drogas. En ese momento, la ministra ya había hecho un test con resultado negativo. Los adolescentes, que no han leído los periódicos, estudian después las informaciones y pruebas desmintiendo el bulo. Es un ejemplo de las medidas que se ensayan en los colegios públicos de Finlandia para que los niños aprendan a reconocer las noticias falsas y que entran dentro de su programa de alfabetización mediática.

Leo esta noticia en el NYTimes y reconozco que educar a los niños para que sean sinceros, coherentes y honestos es un objetivo de cualquier padre y madre. Que aprendan a no mentir como vía para conseguir sus fines o hacer daño a los demás lo tenemos interiorizado como parte de la labor de traer y dejar a nuestros hijos en el mundo. Pero tan importante como enseñarles a no mentir es hacerlo para que no les mientan, para que reconozcan los bulos y las falsedadesUn estudio publicado en 2022 en el British Journal of Developmental Psychology concluyó que la adolescencia es el momento apropiado para que crean en todas las teorías de la conspiración de corte ultraderechista que les cuentan. Un factor clave, según este estudio, son las redes sociales y su influencia en las creencias de los jóvenes sobre cómo es el mundo, que desdibujan los límites entre los verosímil y lo verdadero.

Me detengo para intentar entender cómo educar a mi hijo para que no le haga mella la ingente cantidad de vídeos machistas y negacionistas que circulan por su red favorita. No basta que una y otra vez yo le diga, “esto es falso”. El modelo rápido de consumo de contenidos que TikTok ha logrado imponer no favorece el ejercicio de una mirada crítica. Ninguna plataforma de redes sociales está diseñada para que te tomes tiempo para pensar.

Pero educarlos para no mentir ya es, o debería ser, hacerlo para que no les mientan. Heidegger decía que la verdad se descubre cuando se levanta el velo de la mentira, pero para hacerlo se requiere rectitud de espíritu. Para conocer la verdad no solo bastan los hechos y las pruebas, también la voluntad de querer conocerla aunque vaya en contra de nuestras creencias. Todos tenemos atajos cognitivos, sesgos y prejuicios que hacen más difícil identificar una falsedad cuando respalda nuestras creencias. Enseñarles a reconocer la verdad exige que los padres y madres nos acostumbremos a quitarnos la venda que llevamos, y ayudarles a identificar los sesgos y prejuicios (muchos heredados) que les impiden detectar una mentira. 

Decirles que la mirada crítica sobre nosotros mismos debe ser anterior a la mirada crítica sobre los demás. Contarles qué prejuicios nos llevan a aceptar ciertas mentiras. Enseñarles una diversidad de fuentes de información para que puedan hacer un análisis racional de cada situación, repetirles que no se puede pasar por alto lo que no es reciente o no está a la vista, construir para ellos realidades alternativas coherentes a las que ellos consideran infalibles. Los medios de comunicación tienen una labor esencial: hay que ponerles periódicos de ideología diversa encima de su mesa, que aprendan desde muy pequeños la diferencia entre un medio y una red social, y animarles a que lean y lean. A que distingan el pensamiento rápido del reflexivo.

Enseñar a nuestros hijos a reconocer las mentiras, también las nuestras, es una de nuestras labores. Una profesora de un colegio finlandés resumía muy bien este trabajo: “No quiero que piensen como yo, solo darles herramientas para pensar por sí mismos”.     

La segregación escolar: un modelo competitivo basado en la elección de centro

Skitterphoto on @pexels
Carmen Rodríguez Martínez,
Javier Esteban Marrero,
Rodrigo Juan García. 
Diario de la Educación.
Fundación Periodismo Plural.

Existen cuestiones tan contradictorias como las declaraciones de Andreas Schleicher, director de Educación de la OCDE y creador de PISA, cuando afirma que, “la segregación escolar no es el camino para mejorar la educación”, mientras extiende por el mundo el neocolonialismo que supone PISA contribuyendo a las clasificaciones de los sistemas educativos y aumentando la desigualdad.
Tan contradictoria como el interés de la OCDE junto al Banco Mundial en conseguir una educación en equidad, con metodologías instrumentales, que se apoyan en políticas basadas en datos evaluados para que conduzcan a una educación de calidad y eficiente, además de en modelos de financiación privada y en lo que se considera una inversión sostenible basada en los resultados, para satisfacer una ideología de mercado que reproduce las clases sociales y las jerarquías. Para ello son organizaciones económicas, para proteger al capitalismo y fomentar la iniciativa empresarial.

Un modelo competitivo para educación basado en el éxito

La nueva concepción de la educación como un elemento central para la transformación hacia una sociedad más competitiva y con una mayor producción crea un imaginario social hacia la mejora educativa basada en el éxito. Lo que antes eran mercados restringidos a las industrias del entretenimiento, el cine, deporte, arte… se aplican a abogados, médicos, bancos de inversión, escuelas, universidades… Con el objetivo de conseguir la sublimación permanente, hay que ser competitivo, compararse, medirse y optimizarse. De ahí que en los programas televisivos triunfe la elección de la mejor cantante, el mejor cocinero… costurera o famoso que deben demostrar un talento o algo adicional que suponga su “éxito”. Este modelo de mercado se traslada a todos los ámbitos sociales generando una situación de agravio para la mayoría de las personas; resignación de los que no acceden a una situación de vida cómoda porque se vulnera una convivencia justa y presión de los ganadores para mantenerse en la competición.
En educación la transferencia de las “buenas prácticas”, el “nobel de la educación” o el docente global (negocio para la empresa Varkey), las políticas de incentivos, etc… representan el triunfo del éxito, que solo sirve para destacar la crisis generalizada de la educación, para volver a reclamar los discursos elitistas ante el fracaso de la escuela. Y destacar que el profesorado es uno de los actores más relevantes que están sirviendo con sus malas praxis a unos resultados catastróficos. La responsabilidad recae solo en el profesorado, no en los niveles socioeconómicos del alumnado, ni en la calidad de la educación o en la falta de recursos personales o materiales. Todos estos discursos solo sirven para potenciar la escuela privada o modelos de escuelas con gestión privada que se basan en incentivos al profesorado y trasladan los modelos de la economía al sistema escolar.

La elección de centro: escuelas Charter, autónomas y concertadas

Cada vez hay una mayor tendencia a potenciar la elección de centro haciendo competir a las escuelas públicas entre ellas, y a las públicas con las privadas. Para poder elegir escuela éstas deben ser diferentes y para eso las acompañan de toda una serie de políticas educativas como son los vouchers, la ampliación del distrito, los proyectos educativos, los rankings, evaluaciones, o cualquier tipo de estrategia que potencie la competitividad entre las mismas.
Tanto las escuelas Charter (en EE. UU.), como las escuelas de Chile tienen como punto central de sus políticas el postulado neoliberal de la elección, que plantea que se puede acceder a todo lo que se desea, sin existir barreras y sin estar determinado por la clase social, etnia o género. En educación defenderá que las familias tienen derecho a escoger la escuela que prefieren para sus hijos e hijas, que se comportaran de la misma forma para pobres y ricos.
Los partidarios de los programas de elección escolar argumentan que estas políticas atraen a los estudiantes de un rango geográfico más amplio que las escuelas públicas, por lo que tendrían una mayor pluralidad de estudiantes. Pero las investigaciones realizadas en el Estado de Arizona ven incrementada la segregación por raza, status socioeconómico y hasta por capacidad. Las escuelas Charter buscan estudiantes dotados o con necesidades especiales. Permiten formal o informalmente que las escuelas seleccionen a estudiantes y excluyan a otros. Algunas buscan seleccionar problemas minoritarios y con desventajas económicas, pero la mayoría buscan a estudiantes de altas capacidades, con antecedentes favorables en las escuelas públicas para evitar aquellos que requieren más recursos (Gilblom y Sang, 2019). En tres ciudades con altas proporciones de escuelas autónomas, Detroit, Nueva Orleans y Washington DC., las escuelas mostraban patrones de exclusión para mejorar la posición en el mercado y aumentar la segregación racial y socioeconómica (Lubienski, Gulosino y Weitziel, 2009).
Además, las familias menos privilegiadas carecen de recursos (capital social, empleos flexibles, apoyo familiar, transporte) para participar en opciones de elección.
Lógicamente, solo tendrá sentido la elección de centros en sistemas educativos con una oferta diferenciada. La situación de España al respecto es propicia para su aplicación porque ya contamos con dos redes escolares, pública, y privada concertada (centros privados sostenidos con fondos públicos), esta última supone un 30% de la escolarización obligatoria, siendo mayoritariamente de instituciones religiosas católicas (64%)(1). Teniendo en cuenta que la privada y concertada acoge solo al 7,5% de los alumnos/as desfavorecidos y que un alumno de un entorno más pobre tiene 5,5 veces más probabilidades de repetir curso. En España cada vez hay una mayor tendencia a potenciar la elección de centro haciendo competir a las escuelas públicas entre ellas, y a las públicas con las privadas. La crisis de 2008 ha influido en el aumento de la segregación escolar, rompiendo la disminución que se estaba produciendo desde el año 2000. A ello ha contribuido la reducción de financiación pública en el sistema educativo, junto a las políticas educativas introducidas con la LOMCE (2013) que han conseguido que Madrid sea la segunda región de Europa en segregación escolar, con un 45% de escuelas privadas (Murillo y Martínez-Garrido, 2018). Y España será el sexto país con más segregación de la Unión Europea, con un índice del 31% y un aumento en los dos últimos años de un 14,5% (Save The Children España, 2016).
Actualmente el gobierno del Partido Popular y Ciudadanos, con el apoyo de Vox plantean en su Decreto de admisión el fomento de la privada y una reducción del nivel socioeconómico en la baremación, que tendrá como consecuencia un nuevo éxodo hacia la privatización de la región más poblada de España, con uno de los niveles socioeconómicos y culturales más bajos. La educación pública en Andalucía recoge un 77% de la población escolar, 9 puntos más que la media española, y 4 por debajo de la media europea. Con estas políticas pronto alcanzará a Madrid en segregación escolar.
La segregación escolar no solamente incide en el aprendizaje de los estudiantes, sino que empobrece la educación socializadora, la convivencia y la integración social. No se puede construir una ciudadanía democrática creando escuelas de ricos y de pobres, la educación debe estar comprometida con la cohesión social y con los derechos fundamentales de la igualdad. No existe el derecho fundamental a la educación con el desarrollo de políticas que van en contra de la educación pública y a favor de la segregación escolar.

El Convenio de la OIT sobre el trabajo infantil logra la ratificación universal.

Por primera vez en la historia de la OIT, 
todos sus Estados Miembros han ratificado una convención internacional del trabajo.
Los 187 Estados Miembros de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) han ratificado 
el Convenio de la OIT sobre las peores formas de trabajo infantil, 1999 (núm. 182).
También la Convención sobre los Derechos del Niño 
está firmada por todos los países miembros de la ONU, menos uno.

GINEBRA (OIT Noticias)

Video, acceso.


El Convenio núm. 182 sobre las peores formas de trabajo infantil  logró la ratificación universal después de la ratificación por parte del Reino de Tonga.

La embajadora del Reino de Tonga, Titilupe Fanetupouvava’u Tuivakano depositó formalmente los instrumentos de ratificación con el Director General de la OIT, Guy Ryder, el 4 de agosto de 2020.

El citado Convenio es el que ha logrado la ratificación más rápida en la historia de la Organización, desde su aprobación en la Conferencia Internacional del Trabajo que tuvo lugar hace 21 años.

“La ratificación universal del Convenio 182 constituye un hito histórico y permitirá que todos los niños gocen a partir de ahora de protección jurídica frente a las peores formas de trabajo infantil”, afirmó Guy Ryder, Director General de la OIT. “Ello pone de manifiesto un compromiso a escala mundial para erradicar de nuestra sociedad las peores formas de trabajo infantil, incluidas la esclavitud, la explotación sexual y la utilización de niños en conflictos armados u otros trabajos ilícitos o peligrosos susceptibles de menoscabar la salud, la moral o el bienestar psicológico de los niños”.

La ratificación universal del Convenio 182 constituye un hito histórico. Ello pone de manifiesto un compromiso a escala mundial para erradicar de nuestra sociedad las peores formas de trabajo infantil, incluidas la esclavitud, la explotación sexual y la utilización de niños en conflictos armados u otros trabajos ilícitos o peligrosos susceptibles de menoscabar la salud, la moral o el bienestar psicológico de los niños."

Guy Ryder, Director General de la OIT

La Sra. Sharan Burrow, Secretaria General de la Confederación Sindical Internacional (CSI), acogió con beneplácito la ratificación.

“La ratificación universal del Convenio núm. 182 pone de relieve de forma eficaz y oportuna la importancia de las normas de la OIT y la necesidad de encontrar soluciones multilaterales frente a los problemas mundiales. El trabajo infantil infringe gravemente los derechos fundamentales, y corresponde a los mandantes de la OIT y a la comunidad internacional garantizar la plena aplicación de dicho Convenio, en particular mediante actividades de debida diligencia en las cadenas mundiales de suministro”, señaló la Sra. Burrow.

“La ratificación universal del Convenio núm. 182 de la OIT sobre las peores formas de trabajo infantil marca un hito histórico”, afirmó Roberto Suárez Santos, Secretario General de la Organización Internacional de Empleadores (OIE). “La OIE y las organizaciones que la integran refrendan desde hace varios años la aplicación de dicho Convenio. En la actualidad, la comunidad empresarial es consciente de la necesidad de que las empresas lleven a cabo su actividad de forma que se respeten y promuevan los derechos infantiles. Ello es aún más acuciante como consecuencia de la pandemia de la COVID-19 . No podemos permitir que dejen de lograrse avances en la lucha contra las peores formas de trabajo infantil. Debemos actuar de consuno para erradicar todas las formas de trabajo infantil”.

La citada ratificación universal constituye un nuevo avance con respecto a las expectativas de Kailash Satyarthi, Premio Nobel de la Paz, que afirmó: “Sueño con un mundo seguro para todos los niños, en el que la infancia sea segura ...y todos los niños gocen de la libertad de ser niños”.

La OIT estima que hay 152 millones de niños que realizan trabajo infantil , 73 millones de los cuales llevan a cabo trabajos peligrosos. El 70% de todo el trabajo infantil tiene lugar en el sector agrícola y obedece principalmente a situaciones de pobreza y a las dificultades de los padres para encontrar un empleo decente.

© bobthemagicdragon

En virtud del Convenio núm. 182 se establece la prohibición y la erradicación de las peores formas de trabajo infantil, incluidas la esclavitud, el trabajo forzoso y la trata de niños. Se prohíbe la utilización de niños en conflictos armados, la prostitución, la pornografía y actividades ilícitas como el tráfico de drogas, así como en trabajos peligrosos.

Dicho Convenio es uno de los ocho Convenios Fundamentales de la OIT . Estos abarcan la abolición del trabajo infantil, la erradicación del trabajo forzoso, la abolición de la discriminación en el trabajo y los derechos de libertad sindical y negociación colectiva. Dichos principios también figuran en la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo  (1998).

Desde la fundación de la OIT en 1919, la erradicación del trabajo infantil ha constituido uno de sus principales objetivos. El Sr. Albert Thomas, primer Director de la Organización, afirmó que el trabajo infantil “representa la explotación de la infancia y es el reflejo del mal... lo más insoportable para el corazón humano. La protección de los niños constituye siempre el punto de partida para llevar a cabo una labor eficaz en materia de legislación social”.

La lucha contra el trabajo infantil es el objetivo principal del Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil y Trabajo forzoso (IPEC+) , uno de los mayores programas de la OIT de cooperación para el desarrollo, en el que se ha brindado asistencia a más de 100 países de todos los continentes.

La incidencia del trabajo infantil, incluidas sus peores formas, disminuyó en casi un 40% de 2000 a 2016, a raíz del aumento del índice de ratificación de los Convenios núm. 182  y 138 (sobre la edad mínima para trabajar)  y la adaptación de legislaciones y políticas eficaces en los países.

No obstante, el ritmo de los avances ha sido cada vez menor en los últimos años, en particular en relación con el grupo de menor edad (de 5 a 11 años) y determinadas zonas geográficas. Como consecuencia de la pandemia de la COVID-19, existe un riesgo real de que se produzca un retroceso con respecto a los avances logrados hasta ahora, y de que el trabajo infantil aumente por primera vez en veinte años, a menos que se adopten medidas adecuadas.

En el marco de la meta 8.7  de los Objetivos de Desarrollo Sostenible , adoptada por todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas en 2015, se aboga por “poner fin a todas las formas de trabajo infantil para 2025”. El partenariado global, la Alianza 8.7 , de la que la OIT presta servicios de secretaría, reúne a más de 250 asociados y 21 países pioneros para coordinar, innovar y acelerar los progresos encaminados a poner fin al trabajo infantil, el trabajo forzoso, la trata de personas y la esclavitud moderna. La ratificación universal del Convenio núm. 182 pone de manifiesto la voluntad de todos los Estados Miembros de la OIT de erradicar el trabajo infantil, incluidas todas sus formas, en todos los lugares.

Ese objetivo histórico se ha alcanzado pocos meses antes de que comience el Año Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil en 2021 , cuya celebración liderará la OIT en colaboración con sus asociados. Su objetivo es aumentar la concienciación sobre el problema y contribuir a lograr avances para subsanarlo.

El exceso de extraescolares. La generación triste. #30añosCDN.


“Hemos criado niños bilingües, trilingües algunos; 
niños que nadan como peces, que juegan al fútbol como ases,
 que practican todo tipo de gimnasia, que bailan lo que les pongas, 
que hacen robótica, que tocan instrumentos, que juegan al ajedrez…  
Hemos criado a toda una generación desarrollando capacidades a golpe de extraescolares. 
Pero… ¿Son felices?”.

Luis Aretio, Psicólogo en Sevilla.

Nada nos gusta más que ver a nuestros hijos felices, y sí, son ellos quienes eligen hacer extraescolares; algunos porque les gusta, muchos porque no tienen más remedio, otros porque los parques están vacíos, otros, también muchos, porque los padres no saben muy bien qué hacer con ellos ya que nadie les enseñó qué es eso de dedicar tiempo a los hijos, y se auspician como chóferes increíbles que traen y llevan a sus más o menos talentosos hijos de un lado para otro buscando una creatividad más o menos vistosa.
Muchos no saben quién los recoge cada día, si será su padre, su madre, los abuelos, o algún vecino que amablemente se ofrece desde la empatía con ese “tú no te preocupes” que salva tantas vidas. Muchos llegan a casa y aún no hay nadie; una llamada, “ya estoy aquí”, a lo que le sigue en muchos casos un “muy bien, pues ponte a estudiar que yo llegaré para la cena”.
Familias ausentes por sus obligaciones (no siempre) y niños distanciados de un contacto tan necesario como vital. Son los hijos de un contexto a veces de exigencia y rivalidad, donde vales en la medida que destacas y te esfuerzas más por ganar que por disfrutar. Son reflejo de las expectativas más narcisistas, el postureo social en su versión más cruel; porque si ellos triunfan será porque alguien los ha “preparado” muy bien, y se nos llena la boca ensalzando sus gloriosas gestas mientras coleccionamos medallas falsas victoria tras victoria.
Es bueno, muy bueno, que los niños tengan actividades de todo tipo para su esparcimiento, ocio y desarrollo; lo que no son nada buenos son los excesos; y no tenemos medida. En los entrenamientos de fútbol de las categorías infantiles están prohibiendo la entrada a los ¿adultos? por desproporcionados, por violentos y por ordinarios. Un ejemplo tan denigrante como la mismísima prohibición en sí, porque es duro que nuestros hijos sepan que no nos sabemos controlar y ni mucho menos respetar.
Si no ganan en algo buscamos la pega en los monitores, en los jueces, o discutimos las reglas a viva voz por supuesto delante de ellos, para que vean cómo los defendemos desde nuestro pedestal de súper madres y súper padres. Faltaría más. Algunos abuelos también deberían ser conocedores de los límites humanos de sus nietos; que sí, que son poderosos, pero eso no implica que puedan con todo ni con todos. «Abuelos y abuelas, sus nietos son maravillosos, pero no para los demás, lo tienen que entender, cada quién tiene nietos a los que adular, no es nada personal».
Tenemos niños muy preparados, muy ocupados y muy estresados. Tenemos lo que hemos decidido tener, pero pensemos más en su felicidad que en la nuestra, porque la infancia es demasiado breve como para saturarla de tanta actividad.
No es magia, es educación.
Luis Aretio


Greta & Divina honoured by Dutch children’s organisation

KidsRights has given its International Children’s Peace Prize 
to Thunberg and peace activist Divina Maloum.

A Dutch children’s rights organisation has awarded its annual prize to 16-year-old climate activist Greta Thunberg and a 14-year-old peace campaigner from Cameroon.

Thunberg’s prominence on the world stage is the result of her role as the instigator and leader of a series of recent global climate strikes. Maloum meanwhile warns youngsters about the dangers of getting involved in armed groups, while also promoting the role of children in peace and sustainable development efforts.
‘You are true change-makers’

South African Archbishop Desmond Tutu, patron of the organisation, said he was ‘in awe of the winners’, who were chosen by the KidsRighs’ Expert Committee out of 137 applicants from 56 countries.

Archbishop Tutu told the two award winners that their messages were ‘amplified by your youthful energy and unshakable belief that children can, no must, improve their own futures’. “You are true change-makers who have demonstrated most powerfully that children can move the world,” he added.

Marc Dullaert, Founder of KidsRights and chairman of the Expert Committee, said: “The impact of both Greta and Divina for the future of many children is unmistakable, they are the rightful winners of the International Children’s Peace Prize 2019.”
‘They are rightful winners’

The prize will be awarded at a ceremony on Universal Children’s Day, November 20, in The Hague. The ceremony will also celebrate the 15th anniversary of the International Children’s Peace Prize which became a global phenomenon and reached 1.2 billion people last year.

More information about Greta and Divina’s award, along with other young people who were nominated, and the International Children’s Peace Prize is available here.

Manifiesto contra la criminalización de los menores extranjeros no acompañados.


200 catedráticos firman un manifiesto 
contra la criminalización de los Niños y Adolescentes Extranjeros no acompañados.


Manifiesto


CONTRA LA CRIMINALIZACIÓN DE LOS NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES EXTRANJEROS
DENTRO Y FUERA DE LOS SISTEMAS DE PROTECCIÓN EN EL ESTADO ESPAÑOL.

Desde el Observatorio Criminológico del Sistema Penal ante la Inmigración (OCSPI) promovemos este manifiesto, al que se han adherido profesores e investigadores especialistas de diferentes disciplinas de Universidades públicas y privadas de España.

Contexto:
En las últimas semanas los medios de comunicación han dado a conocer una serie de movilizaciones vecinales contra la existencia de centros de menores en determinadas barriadas o ciudades, justificando sus protestas en la peligrosidad de este grupo de menores. Así ha ocurrido en el barrio de la Macarena en Sevilla o en El Masnou en Barcelona. En el centro de protección de Hortaleza en Madrid aparecieron pancartas racistas de una organización ultraderechista, Hogar Social, con el siguiente texto:“¡Cuidado! (presuntamente) aquí habitan (presuntamente) MENAS (presuntamente) peligrosos”. Por otra parte, se están difundiendo bulos en las redes sociales sobre la autoría de graves hechos delictivos por parte de  menores extranjeros no acompañados. Los medios de comunicación, con cierta frecuencia, resaltan en sus titulares aspectos negativos sobre estos chicos.

Justificación del manifiesto:
Algunos de estos mensajes mediáticos, a través de imágenes y titulares, están contribuyendo a la creación de un estado de animadversión contra menores de edad extranjeros en desamparo.
Las concentraciones de protestas y las reacciones contra estos menores muestran una visión desenfocada del problema. Se apunta de forma errónea a todos los menores extranjeros como conflictivos y peligrosos, en lugar de centrar la atención en la situación de peligro en la que se encuentran por falta de una estrategia nacional sobre la inmigración infantil y juvenil.
Estos discursos y acciones incitan al racismo y al odio, distorsionan la complejidad de los procesos migratorios que viven estos chicos y chicas, alimentan falsas ideas y generan prejuicios que bloquean la convivencia e intentan romper la cohesión social.
En estos últimos 20 años, sin embargo, la presencia de niños, niñas, adolescentes y jóvenes menores de edad extranjeros ha significado una oportunidad para reformular la forma de gestionar la diversidad cultural en el ámbito de la infancia, así como para profundizar en el acompañamiento e intervención desde el trabajo interdisciplinar en red.
La movilidad infantil y juvenil en este mundo globalizado no es un problema, sino una ventana de oportunidad para pensar y evaluar la calidad del estado de derecho en  nuestras sociedades democráticas.

Manifiesto

Desde el ámbito académico queremos pronunciarnos contra la criminalización de estos chicos y chicas y exigimos una reacción pronta por parte de las Administraciones locales, autonómicas y estatales concernidas para que sus derechos fundamentales sean siempre respetados.

Los menores -niños, niñas y adolescentes- extranjeros no acompañados no son peligrosos, están en situación de peligro. Y toda la sociedad en su conjunto debe contribuir a su protección.

Un estructurado análisis de esta realidad apunta a que la única dirección en la intervención con estos menores es el escrupuloso respeto a la normativa y sentencias nacionales e internacionales que abogan por la excelencia en la atención, cuidado y trato de la infancia más desfavorecida.

Hay que llamar la atención sobre la necesidad de una reflexión de alto nivel para poner en marcha un plan nacional sobre la inmigración infantil y juvenil que atienda las necesidades de esos adolescentes y jóvenes desde un punto de vista holístico. Solo desde una política pública general e integrada será posible evitar el fortalecimiento de incipientes grupos populistas que alimentan el odio y la división social.

Animamos a reaccionar contra las posturas que tratan de mostrarnos a estos adolescentes como un foco de problemas, y a apostar por la oportunidad que supone arropar a esta infancia desamparada. Es de sobra conocido por la comunidad académica que estrategias educativas que procuran bienestar a los niños, niñas y adolescentes y su desarrollo integral desde una perspectiva de cuidado, afecto, protección y seguridad personal, de no violencia y de establecimiento de límites pactados, contribuyen a un proceso de maduración con el que se consiguen grandes logros conductuales, académicos y relacionales. De esta manera se reduce el riesgo de que caigan en la delincuencia y se incrementa la posibilidad de que aporten a nuestra sociedad como parte de una ciudadanía responsable e integrada.

Propuesta:
Por eso, proponemos a todos los agentes involucrados en la protección de la infancia, a los medios de comunicación y a la sociedad en su conjunto que actúen y hablen bajo las tres siguientes premisas indiscutibles:
  1. Son niños, niñas y adolescentes. La procedencia es irrelevante de cara a su protección.
  2. No son peligrosos. Están solos y en clara situación de peligro.
  3. Como sociedad es nuestra obligación proteger a estos menores de la situación de riesgo en la que a veces se encuentran. No hay ninguna necesidad de protegernos de ellos.
Además, ante la corriente populista creciente que etiqueta a los niños, niñas y adolescentes extranjeros no acompañados como delincuentes 
resulta necesario solicitar:
  1. Que el Gobierno del Estado inicie una reflexión para diseñar y poner en marcha un Plan Nacional sobre inmigración infantil y juvenil. Entre los temas que urgen tratar, apuntamos a la necesidad de que se eliminen las barreras de inclusión de estos menores extranjeros en el sistema educativo, se eviten las macro instituciones, que con frecuencia  están hacinadas, se promocione su inserción laboral, y se les apoye en su transición a la vida adulta. En dicha reflexión hay que abandonar la estrategia de seguridad y de control fronterizo de las políticas migratorias que generan que la titularidad de los derechos de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes sea constantemente puesta en duda por su doble condición de menores y extranjeros.
  2. Que el Ministerio Fiscal vele por hacer prevalecer la protección de la infancia, haciendo cumplir la normativa y las sentencias de los tribunales nacionales e internacionales que ordenan la defensa y tutela de los derechos fundamentales de estas los niños, niñas y adolescentes menores de edad, asumiendo con firmeza las directrices del Comité de los Derechos del Niño.
  1. Que los medios de comunicación dejen de construir una imagen de los niños, niñas y adolescentes extranjeros como sujetos sociales criminalizados. Les recordamos a los medios de comunicación la responsabilidad que tienen con la sociedad y les pedimos que no alimenten discursos estereotipados y racistas. En ese sentido, los invitamos a profundizar, desde una perspectiva de derechos, en las causas estructurales de estas migraciones y les pedimos que resalten historias de superación y éxito de la inmensa mayoría de estos chicos y chicas, así como que eviten el uso del acrónimo MENA por haber adquirido una connotación peyorativa.

Fuimos a un centro de detención para niños y niñas en la frontera de Estados Unidos. Lo que vimos fue lamentable.

Estos abusos inadmisibles contra niños y niñas 
no son lo que Estados Unidos debería estar promoviendo.

HUMAN RIGHTS WATCH.


¿Cuánto aumentaría el precio de tu tableta de chocolate sin trabajo infantil?.

Si no es por la ética, al menos que sea por el negocio.

Patricia Peiró,

Dos economistas crean un modelo económico con el que calculan que con un incremento del 2,8% se eliminarían las tareas más "extremas" que desempeñan los niños. Para acabar con la práctica por completo hace falta un 47%.

¿Cuál es el precio que debemos pagar los consumidores por eliminar el trabajo infantil de la cadena de producción de las deliciosas tabletas de chocolate? Dos economistas estadounidenses han calculado cuánto habría que aumentar el precio del cacao para que siguiera dando los mismos beneficios a sus productores sin necesidad de emplear a niños, más baratos y manejables: un 2,8%. Ese es el precio de sacar a un menor del colegio para ponerlo a trabajar en el campo.







Jeff Luckstead y Lawton L. Nalley han diseñado un modelo económico para calcular la repercusión en la cuenta de la compra de este comercio más justo. "Desarrollamos un modelo de hogar agrícola, en el que los ingresos son generados por el cultivo de cacao. Para esta labor, el hogar puede usar el tiempo de los adultos, el de los niños o el de trabajadores contratados", explica Luckstead. Este 2,8% se refiere al aumento que resultaría tras eliminar las formas de trabajo infantil más "extremas" (las que incluyen tareas peligrosas o implican más de 42 horas semanales), suprimir las "normales" (entre 14 y 42 horas semanales), lo elevaría al 12%, mientras que desligar por completo a los menores de la producción de cacao haría que subiese un 47% (trabajar menos de 14 horas semanales). La Organización Internacional del Trabajo establece estas tres diferencias atendiendo a criterios de duración de la jornada laboral y la peligrosidad de las tareas. La investigación se ha publicado en el la revista Plos One.
Los economistas desarrollaron su modelo en el contexto de Ghana, el segundo país productor de cacao (20% del total global), y que da trabajo directo a dos millones de personas. "El modelo que hemos empleado podría adaptarse a otras situaciones. Sin embargo, dependiendo del tema y el mercado, habría que hacer modificaciones", advierte el investigador. En este país de África occidental Unicef calcula que hay alrededor de 200.000 niños trabajando en este sector en las condiciones más duras. Toda la región de África Occidental acapara el 70% de la producción mundial de cacao, un sector que emplea a 2,2 millones de niños, según en Cacaobarómetro de 2018, un informe realizado por 15 ONG europeas. El número uno lo ocupa Costa de Marfil, un país que aporta el 40% de este producto.
"Las discusiones sobre el precio del cacao y otros productos básicos son complejas, pero es necesario tenerlas. Proporcionar un precio justo al agricultor puede ser un punto de partida clave para abordar la pobreza y el trabajo infantil. Sin embargo, este no es el único problema a tratar. El acceso a servicios de calidad como educación, salud y registro de nacimientos es igualmente importante", puntualiza Muhammad Rafiq Khan, de la oficina de Unicef en Ghana.


Es extremadamente difícil hacer cumplir la ley de trabajo infantil sin empujar a las familias a la pobreza

El Gobierno de Ghana lanzó en 2017 un plan para reducir estas cifras. "Hay que abordar las situaciones de pobreza que llevan a las familias a depender de los ingresos que puedan aportar los niños, y cambiar las percepciones sociales que valoran el trabajo infantil como normal, aceptable o incluso necesario", recalca Blanca Carazo, responsable de Programas de Unicef Comité Español. "Son mano de obra barata, obediente y muy rentable, para muchas familias, la única alternativa para sobrevivir", secunda David del Campo, director de Cooperación Internacional de Save the Children. Un 30% de los niños de Ghana abandona el colegio en primaria, un 15% nunca ha pisado una escuela, según datos de la Unesco.

"Es extremadamente difícil hacer cumplir la ley de trabajo infantil sin empujar a las familias a la pobreza. Por eso creamos este modelo, porque los hogares del cacao estarían más dispuestos a reducir estas prácticas si no les supusiera una carga financiera. Además, los consumidores quieren productos obtenidos éticamente, incluido el cacao", explica uno de los autores del estudio. La investigación se encuadra dentro del Cocoa Livelihood Program, un proyecto de la Fundación Mundial del Cacao, patrocinado por la Fundación Bill y Melinda Gates y destinado a mejorar los medios de vida de más de 200.000 pequeños productores en África subsahariana a través de capacitación, diversificación de cultivos y organizaciones de agricultores. "Tradicionalmente, el sistema ha centrado su esfuerzo en la respuesta (es decir, retirar a los niños del trabajo infantil), pero la evidencia muestra que un enfoque más integral y preventivo que contemple el empoderamiento económico y el desarrollo, la educación y la protección infantil es más efectivo", recalca Rafiq Khan.

La investigación no analiza si los consumidores estarían dispuestos a asumir ese aumento de precio, qué mecanismos de control habría que establecer para garantizar que el incremento se traduce realmente en la reducción del trabajo infantil. "Sería necesario acompañar esta medida de intervenciones para el cambio social, y de mecanismos de protección que no dependan del mercado o la producción", apunta Carazo. "También hay que poner el acento en los productores que compran ese cacao para fabricar sus productos y que a veces se basan en relaciones comerciales abusivas. Son ellos los que exigen que se siga produciendo más a bajo coste", indica del Campo.

El coautor del estudio señala un dato interesante: "Si tiene éxito en reducir o eliminar las peores prácticas de empleo de menores, la Junta de Comercialización del Cacao de Ghana podría etiquetar su producto como libre de trabajo infantil, lo que diferenciaría su cacao de otros países y mejoraría su comercialización".
Si no es por la ética, al menos que sea por el negocio.



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La historia de Manthoc Lima Nicolle de la Cruz (18 años)


"Yo no quiero vivir en un sociedad de mujeres sumisas, maltratadas, asesinadas. 
 No entiendo por qué hay gente que no quiere que vivamos en una sociedad de respeto, dignidad y solidaridad. 
Quiero que desde pequeños nos enseñen a respetar a todas las personas, 
que se implemente la educación sexual integral y no se vulneren nuestros derechos".
Nicolle De la Cruz.

El día 12 de junio es el día contra el trabajo infantil, 
no se puede estar en contra del trabajo infantil, 
se tiene que estar en contra de la explotación laboral infantil.
"Les digo que tienen voz, que tienen derecho a participar, a estudiar, 
y si trabajan, a estar protegidos".


La historia de Nicolle de la Cruz (18 años), y su lucha por la importancia de que se implemente la educación sexual integral en las escuelas, es prueba de empoderamiento juvenil y valentía, en un escenario cargado de discursos y grupos que se oponen al derecho de niños, niñas y adolescentes de ser informados sobre este tema.
Nicolle de la Cruz Ñañez es una lideresa natural. Ha vivido en Villa El Salvador casi toda su vida y ha ayudado a sus padres desde que era niña, primero, reciclando productos, y luego en la bodega familiar. “Trabajar dignifica y es mi aporte a la economía familiar. Nunca he sentido que eso me haya quitado parte de mi infancia”, cuenta.

Conversamos con ella en el local del Movimiento de Adolescentes y Niños Trabajadores Hijos de Obreros Cristianos (Manthoc) de su distrito, un espacio que es como su segunda casa. Desde que tenía 9 años, su madre la llevaba al servicio de biblioteca que ofrecían. La pequeña Nicolle hacía sus tareas, pero miraba con curiosidad los talleres que se realizaban para niños, niñas y adolescentes. “Mientras estaba en la biblioteca podía ver cómo ellos se expresaban, cómo hablaban de sus sentimientos, de sus derechos, de la importancia de respetarse. Quise formar parte de ese movimiento social, aprender, y así empecé”, recuerda la joven que fue coordinadora nacional del Manthoc de 2014 a 2016.

La última de cinco hermanos, es hoy la primera de su familia en culminar estudios secundarios e iniciar una carrera universitaria. Nicolle estudia leyes, y cuando termine esa carrera quiere estudiar Trabajo Social para aportar a las políticas del país, pero también al movimiento del cual forma parte. De hecho, actualmente es colaboradora acompañante del Manthoc. En sus propias palabras, eso significa cambiar el “chip” que la sociedad impone a muchos chicos y chicas.

Pero ese chip, explica Nicolle, no es fácil de cambiar. “Les hablo de que tienen que respetarse unos a otros, respetar las diferencias. Les digo que tienen voz, que tienen derecho a participar, a estudiar, y si trabajan, a estar protegidos. Desarrollamos diferentes dinámicas y hay cambios importantes”, señala. 

La joven les enseña cosas que pueden parecer simples, pero suelen ser muy complejas en una sociedad conservadora, que hace del estereotipo y de la violencia hacia las mujeres el pan de cada día.
Cuando Nicolle estaba en el colegio, presenció situaciones de bullying contra compañeras, motivadas por la intolerancia a diferentes maneras de ser, de vestirse, o por romper con el esquema que impone la sociedad de cómo debe ser una mujer y un hombre. “He peleado muchas veces por esas injusticias. No podía con esos abusos. Uno puede vestirse como quiere, ser como quiere, y eso hay que respetarlo mientras no le faltes el respeto al otro. Ese es un principio fundamental en el movimiento y en mi vida”, afirma.

Uno de los problemas que más le preocupa a Nicolle es la alta tasa de embarazo adolescente en el país, y en especial en su distrito, Villa El Salvador. “Varias amigas del colegio terminaron la secundaria embarazadas y hoy tienen a sus hijos. Otras abandonaban el colegio por vergüenza y prejuicios”, recuerda.  Por ello, Nicolle tiene claro que la educación sexual integral en las escuelas es fundamental, para eliminar el machismo y la violencia sexual, y para informar a las niñas, niños y adolescentes sobre sus derechos reproductivos.  “Es muy importante informar en las escuelas sobre estos temas. No les decimos a los chicos que tengan una familia ahora. Les enseñamos a cuidarse. A cuidar sus cuerpos”, explica.

Nicolle tiene claro que se enfrenta a una sociedad muy conservadora, que considera la educación sexual como un tema tabú. También es consciente que se enfrenta a una sociedad que desinforma con fines particulares. Y sabe que aunque el reto es muy grande, está dispuesta a enfrentarlo. “Yo no quiero vivir en un sociedad de mujeres sumisas, maltratadas, asesinadas.  No entiendo por qué hay gente que no quiere que vivamos en una sociedad de respeto, dignidad y solidaridad. Quiero que desde pequeños nos enseñen a respetar a todas las personas, que se implemente la educación sexual integral y no se vulneren nuestros derechos”.  

En ese camino, Nicolle sigue trabajando, visitando colegios públicos para dictar talleres, enfrentando con valentía a grupos y discursos que se oponen a sus luchas, con la certeza de que muchos chicos y chicas escuchan con interés y quieren ser informados.