La realidad de la infancia en las inundaciones de Filipinas


3500 Millones

Ideas irreverentes contra la pobreza

desde Filipinas
por Gonzalo Atxaerandio,
Responsable de la respuesta de emergencia en Asia



Cuando llegué a Filipinas hace dos años, Manila y las provicinas de alrededor aún estaban recuperándose del paso del tifón Ketsana, que dejó más de 460 muertos y millones de personas afectadas en todo el país. Hoy, al ver la devastación causada por las fuertes lluvias monzónicas sólo puedo pensar en lo terrible que debe ser para un niño ver cómo el agua se lleva parte de tu vida.

Desde la comodidad de nuestra casa, en una planta 10, el golpear de la lluvia implacable aterrorizaba a mis hijos. ¿Cómo sería para ellos levantarse con el agua literalmente al cuello? Una de las niñas que he conocido estos días en un centro de evacuación, Rosalie, de 10 años, me lo contaba sin perder su sonrisa.

“Antes de irnos a la cama el agua me llegaba por aquí”, me decía señalando su cintura. “Así que juntamos sillas en mitad de la habitación y allí dormimos. Cuando me desperté el agua me llegaba por aquí”, señalando sus hombros. Nos les quedó más opción que salir a buscar un lugar seguro fuera de casa. “Nos llevamos algunas cosas y nos fuimos. Me costaba mucho andar, lo pies me pesaban mucho dentro del agua”.

Desde entonces Rosalie y su familia viven en una clase, en el segundo piso de su escuela, covertido en un refugio improvisado. Muchos de estos centros de evacuación no tienen electricidad ni agua corriente y por lo general clases de 20 alumnos acogen hasta a 20 familias a la vez.


Rosalie me contaba que era muy difícil dormir así, que pasaba mucho calor por el día y mucho frío por la noche. Los niños muestran a veces una capacidad de superación y resistencia admirable ante este tipo de desastres, pero sabemos que detrás de esas sonrisas están quienes se llevan la peor parte. Los niños y niñas siempre son los más vulnerables ante cualquier tipo de catástrofe.

En nuestras visitas a los centros de evacuación vimos que muchos niños no tenían colchonetas ni mantas para dormir, ropa limpia o jabón para lavarse. “Tan sólo hay un par de lavabos en el piso de abajo, pero tienes que hacer mucha cola. A veces los niños más grandes me empujan y me echan de la fila”, me decía. Cada letrina se comparte entre unas 20 familias. Baños portátiles alojados en el exterior, que ya comienzan a desbordarse y verter contenido hacia el área donde juegan los niños.

Hemos intentado proporcionar algún alivio, repartiendo kits de emergencias con colchonetas, mantas para dormir y artículos de higiene. Se que no va a ser suficiente. El Gobierno, las agencias humanitarias y los donantes necesitan aumentar esfuerzos para que niños como Rosalie tengan un sitio donde vivir, con baño privado, agua corriente y electricidad.

El agua no da un respiro y se estima que las familias no podrán volver a casa en los próximos meses. Muchas escuelas que están haciendo las veces de refugio, como la de Rosalie, no podrán reanudar sus clases. “Echo de menos el colegio, me gusta leer historias de Filipinas en clase. No sé qué habrá pasado con todos mis materiales escolares. Echo de menos el cuaderno donde apuntaba todo”, me decía.

Son estos pequeños anhelos infantiles los que me provocan un nudo en el estómago. Ni siquiera en la peor situación de emergencia podemos permitir que ningún niño se vea privado de su derecho a la educación ni de unas condiciones de vida decentes.

Nota de los editores del blog:


1.800.000 niños afectados por las recientes inundaciones en Filipinas. Save the Children alerta de que los niños y niñas afectados por las inundaciones necesitan acceso urgente a los servicios sanitarios. Para ayudar a Save the Children en esta emergencia: http://www.savethechildren.es/colabora.php

La defensa jurídica y los derechos de los niños, Manual Uruguay/Unicef


Manuel de Defensa Jurídica
de los Derechos Humanos de la Infancia

UNICEF
Urugay 2012


Este trabajo se formula con la pretensión de contribuir a la reflexión teórica en torno a la naturaleza de la racionalidad jurídica que informa la Convención sobre los Derechos del Niño y a los alcances de los principios normativos que de ella derivan, así como al análisis de los mecanismos establecidos en el derecho positivo uruguayo para su operativización.

Todo ello con la finalidad última de aportar al proceso de construcción de una nueva dogmática referida al derecho aplicable a las personas menores de edad, labor que ha de ser necesariamente emprendida si se pretende impregnar de otra racionalidad la praxis cotidiana de los operadores judiciales, en tanto ese conjunto de interpretaciones, sistematizadas de las normas de derecho que conforman la dogmática, guían y estructuran diariamente el trabajo de los magistrados.

El proceso de construcción de la dogmática jurídica comienza luego que se ha puesto en tensión el tenor literal de las disposiciones normativas con la racionalidad axiológica inherente al ordenamiento jurídico a que dichas normas pertenecen; solo a la luz de los principios que el orden jurídico pretende realizar puede formularse un juicio válido respecto del significado concreto de las disposiciones normativas, que por esencia poseen una naturaleza ge- nérica y abstracta.
Uno de los signos de la vitalidad que exhibe aún en la contemporaneidad el paradigma tutelar es la proliferación de trabajos de naturaleza dogmática, en los que se presentan un conjunto sistematizado de interpretaciones de las normas de derecho positivo formulados a partir de poner en tensión los presupuestos de racionalidad jurídica inherentes al derogado paradigma tutelar con los textos de derecho positivo tanto nacionales como internacionales; lo que trae aparejado efectos muy negativos en la praxis jurisdiccional, propiciando la persistencia de prácticas reñidas con los principios que inspiran no solo a la Convención sobre los Derechos del Niño sino a todo el sistema internacional de protección de derechos humanos.

Todo esfuerzo encaminado a la producción de dogmática jurídica en materia de derechos de las personas menores de edad debe partir necesariamente del pilar axiológico sobre el que se asienta y se estructura todo el andamiaje normativo contenido en la Convención sobre los Derechos del Niño:
el pleno reconocimiento de la condición de sujeto de derecho de las personas menores de 18 años.

Presupuesto axiológico cuya racionalidad inherente ha sido universal- mente validado; reflejo de un consenso que le confiere una validez transcul- tural. Esta vocación universal lo convierte en un imperativo moral y jurídico fundamental, el que ha de ser observado en todas las circunstancias y que no puede desconocerse so pretexto de la apelación a un cierto ethos o una parti- cular concepción de la vida propia de una comunidad determinada.
A partir de una incuestionable premisa ontológica la Convención sobre los Derechos del Niño considera a las personas menores de edad como un sujeto en desarrollo; esto es un ser titular de todos los derechos inherentes a la personalidad humana que requiere para el pleno ejercicio de éstos de una especial protección.
La Convención rompe con la dicotomía capacidad-incapacidad; confi- riéndole al niño un particular estatuto jurídico que se deriva del reconoci- miento de su condición de sujeto de derecho y de persona en desarrollo.

La persona menor de edad no ha de ser tratada como un mero objeto de tutela ni tampoco como un adulto.


Criminalidad o Exclusión Social?. Niños Hambrientos o Delincuentes?

Justicia para los Niños en un Mundo Dividido

Criminalidad o Exclusión Social?


Londres
6-7 Noviembre



Antes incluso de "la restricción crediticia" de 2008 y de la crisis económica de 2011, la globalización de los sistemas neo-liberales económicos y fiscales ha tenido un efecto generador de la polarización social, económica y cultural.

Éste fenómeno ha tenido cómo resultado un número cada vez mayor de niños, jóvenes y familias que se encuentren ubicados en una situación de desigualdad de oportunidades y de desventaja social, desplazándoles a los márgenes de nuestra sociedad donde están bastante representadas las minorías étnicas y las poblaciones migrantes.

Esas condiciones han generado desesperación en algunos y enojo en otros. Estás son también un factor importante en el surgimiento de formas distintivas de delincuencia en grupo y desorden público en esos barrios y, últimamente, de motines en las principales ciudades del Reino Unido.

Por estas razones se hace necesario mirar más allá de los enfoques tradicionales e individualizados para trabajar con jóvenes con problemas y centrarse en cambio en el trabajo con grupos y en las comunidades en las que viven.






Amamantar a los hijos, un derecho de toda mujer, más si es trabajadora

Amamantar a los hijos en el trabajo, un derecho de toda mujer

Este es un derecho que no se puede negar a ningún niño por ningún motivo.
Y la sociedad que niega ese derecho al niño y la madre,
es una sociedad que no atiende a los DDHH 

Noticias de la OIT, Ginebra 3 de agosto de 2012

La semana mundial de la lactancia materna (1-7 de agosto) se celebró en más de 170 países con el fin de fomentar la práctica y mejorar la salud de los bebés.
La OIT se unió a las celebraciones con un llamado a favor de que las mujeres puedan amamantar a sus hijos en el lugar de trabajo.

Permitir que las mujeres amamanten en el trabajo es bueno para las madres y para sus niños, y también para los empleadores, afirma la OIT. 

El derecho a seguir amamantando – cuando se regresa al trabajo después del permiso de maternidad – es importante para la salud de la madre y sobre todo para la de su hijo”, declaró Manuela Tomei, quien dirige el Departamento de la Protección de los trabajadores de la OIT.

La lactancia materna es la mejor manera de proporcionar a los recién nacidos las sustancias nutritivas que necesitan, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), que recomienda la lactancia materna exclusiva hasta que el bebé cumple los seis meses, y la continuación del amamantamiento, con la introducción de alimentos complementarios, hasta los dos años.

Los empleadores que otorgan a las madres el tiempo para amamantar, y destinan un espacio para tal propósito con las condiciones higiénicas adecuadas, se benefician en términos de aumento de la productividad debido a una disminución del ausentismo por licencia parental (gracias a la buena salud de los bebés), una tasa más alta de regreso al trabajo y una mejor moral de los empleados”, señaló Tomei.


'Esclavos invisibles', un documental contra la explotación infantil


'Esclavos invisibles', 

'Esclavos invisibles', el documental narrado por Calle 13 
denuncia la trata de personas en América Latina
Un documental contra la explotación infantil

Ducumental de MTV Latinoamerica en conjunto con el grupo musical Calle 13 y UNICEF que muestra la dura vida que muchos jóvenes de latinoamerica soportan a diario, siendo explotados tanto laboralmente como sexualmente.

René Pérez Joglar (Residente) y Eduardo Cabra (Visitante), los dos intengrantes del grupo Calle 13, estuvieron en la Casa América de Madrid para promocionar 'Esclavos invisibles', un documental que denuncia el tráfico de personas en América Latina. 
El grupo puertorriqueño participa en el proyecto poniendo voz a la narración.

El grupo puertorriqueño Calle 13, formado por René Pérez Joglar (Residente) y Eduardo Cabra (Visitante), acudió el pasado miércoles (18/07/12) para promocionar el documental 'Esclavos invisibles', un trabajo multimedia para luchar contra la prostitución infantil en lationamérica y en las que el grupo colabora poniéndo su voz a la narración.

'Esclavos invisibles' es un documental producido por MTV Latinoamérica en colaboración con Unicef, dentro de la campaña MTV EXIT contra la trata y la explotación, que funciona desde 2004. Además de prestar su voz para el documental, Calle 13 también donó los derechos de una de sus canciones: Prepárame la cena, demostrando su compromiso con la causa.

En el documental se pueden ver los testimonios de Laura, Marcela, María y José, cuatro jóvenes latinoamericanos que sufrieron en sus propias carnes lo que significa ser víctimas de la esclavitd sexual y que, afortunadamente, fueron capaces de escapar de esa situación para poder contarlo.

Según datos de la Organización Mundial del Trabajo (OIT), se estima que cerca de 2,5 millones de personas son víctimas de la trata en todo el mundo. Cada año, miles de mujeres son llevadas de Latinoamérica a Estados Unidos, principalmente a través de México, víctimas del tráfico de personas.

"Yo no tenía conocimiento de este problema y es algo que nos afecta directa e indirectamente, ya sea porque hay un vecino que está pasando por ello o porque tenemos familiares que están promoviendo esa situación. No necesariamente tienen que ser niños", dijo René Pérez en unas declaraciones que recoge El Mundo.

El documental se estrenó el pasado 29 de noviembre en las cadenas MTV Latinoamérica y Tr3s y puede verse íntegramente por internet. Aprovechando su paso por España para realizar la gira de su último disco, los dos miembros de Calle 13 estuvieron el miércoles en la Casa América para promocionar el documental en nuestro país.

Pese a estar enfocado en Latinoamérica, "en España también sucede. Es el tercer país con más demanda de prostitución", según denunció Marta Arias, directora de Sensibilización y Políticas de Infancia de UNICEF España, que estuvo presente en el debate que se realizó después de la proyección del documental.

Progreso e Infancia, reflexión.


Niños de la Calle, Programa Rescate, Perú


PROGRAMADE RESCATE DE NIÑOS DE CALLE

Juan Enrique Bazán*

En su mensaje a la Nación ante el Congreso de la República, en el 191 aniversario patrio, el Presidente del Perú señaló:        Debo destacar dos iniciativas que empezaremos pronto: el Programa de rescate de niños en calle y el Programa de rescate de adultos en calle; que ayudaran a recuperar sus capacidades y su dignidad a las personas víctimas de explotación sexual, laboral o en abandono”        Al respecto, queremos comentar lo que explícita y tácitamente nos parece sustantivo.

En primer término, nos sorprende positivamente que el mensaje presidencial incluya una mención de la niñez que vive en calle. Esta actitud es nueva y feliz al distanciarse del vacío que ostenta la clase política sobre esta materia y de los límites de la burocracia pública. En segundo término, la mención es esperanzadora en tanto se ubique en el marco de la doctrina de la protección integral. Bajo esta premisa el “programa de rescate de los niños que viven en la calle” podría fundarse bajo los principios universales de la Dignidad, Igualdad y Justicia social y de los principios particulares de la protección integral como los referidos a la prohibición de excluir, solidaridad e interés superior del niño. En la misma perspectiva de protección integral, el programa supondría, de un lado, garantizar la supervivencia a los niños que viven en calle, lo cual implicaría el derecho a la vida, a la salud y a la seguridad social, y de otro lado, garantizar el desarrollo que articule el derecho a la educación, cultura, recreación, al nombre y las libertades de pensamiento, conciencia y religión.

Dicha propuesta gubernamental, desde la misma doctrina de protección integral, debería considerar los derechos a la protección especial contra toda forma de explotación, abuso y maltrato. Y el Estado, debería saber garantizar un proceso justo que los proteja contra el secuestro, la trata y el uso ilícito de estupefacientes. La protección especial de niños que viven en calle se tornaría jurídicamente recurrente justamente por las condiciones excepcionalmente difíciles en las cuales viven. Sin embargo, la iniciativa del “programa rescate”, lejos de soslayar el asunto, debería relevar los derechos de la participación de los niños, niñas y adolescentes que viven en calle, es decir, los derechos de opinión, expresión, información y asociación.

El programa de rescate, así focalizado, constituiría una acción social del Estado ajustada a los Derechos Humanos de la Niñez; y descartaría en todos los planos el rescate a usanza militar, correccional, o de limpieza social, ya que estos operativos  en desuso en América Latina han sido política y legalmente sancionadas tal como obra en la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Desde la segunda vuelta de la campaña electoral pasada, el entonces candidato Ollanta Humala no volvió sobre el tema hasta su reciente mensaje a la Nación. En ese entonces, a través del Instituto Generación tuvo contacto con los niños, niñas y adolescentes que viven en calle, los cuales le plantearon un petitorio que contenía lo siguiente: Creación de dormitorios infantiles, comedores populares, educación sin discriminación, capacitación para el trabajo y promoción de empleo en condiciones protegidas.

El anunciado programa de rescate, teniendo la intervención estatal como garante de derechos en la acción social pública, y el petitorio, como genuina expresión ante las autoridades por parte del sujeto social de derechos, podrían confluir en expectativas comunes como Estado y población excluida respectivamente. Esto sería un caso único en América Latina.

Las necesidades insatisfechas, el enfoque de derechos del niño, la protección integral y la centralidad de la niñez que vive en la calle, deberían ser los componentes de un planeamiento estratégico para alcanzar la efectividad de los derechos humanos de la niñez que vive en la calle. El anunciado programa podría colocarse en estas perspectivas.

Prof. Juan Enrique Bazán
Profesor de Maestría Políticas sociales Promoción de la Infancia
Unidad de Post Grado Ciencias Sociales
UNMSM

FOTOS SPACIOLIBRE.NET y GENERACION BLOG




El 36% de los adolescentes sufrió algún ataque en Internet

 El 36% de los adolescentes sufrió algún ataque en Internet  

Informe de ESET
Fuente  Diario Ti 




“Niños y adolescentes hacen un uso cotidiano de las nuevas herramientas informáticas disponibles en el mercado. Para que se trate de experiencias gratificantes y positivas, es fundamental que los jóvenes cuenten con una guía que los acompañe en su recorrida por el ciberespacio", declaró Raphael Labaca Castro, Coordinador de Awareness & Research de ESET Latinoamérica. 
Sin embargo, apenas el 11.5% de los jóvenes encuestados acudiría a sus padres en caso de ser víctima de un incidente de este tipo. Consultados sobre si existe diálogo al interior de la familia sobre estos temas, el 40.4% de los adolescentes afirmó que son ellos quienes explican a los padres cómo cuidarse en Internet. Sólo en un apenas 7.10% son los padres quienes brindan consejos a sus hijos y en el resto de los casos la comunicación no se establece nunca (22.6%) o sólo ocasionalmente (29.9%).



La escuela tampoco es referenciada como un lugar de contención en estos casos: más de la mitad de los jóvenes (58.8%) afirmó no haber recibido información sobre amenazas en Internet o consejos para protegerse en su colegio.
“Con equipos informáticos cada vez más modernos y un lenguaje que evoluciona rápidamente, hoy los padres sufren la doble presión de tener que educarse para poder educar a sus hijos. Pero es fundamental enfrentar la tarea con calma y mantener el control de modo de generar un ambiente de colaboración familiar. Los chicos son el activo más grande que tenemos, nuestro futuro, por lo que hay que enfrentar con responsabilidad la tarea de acompañarlos no sólo en el mundo físico sino también en el virtual. En lo que refiere a Internet, como a la vida en general, son los padres quienes cuentan con la experiencia necesaria para proteger a sus hijos", concluyó Labaca Castro.
Al ser consultados sobre qué harían en caso de ser víctimas de estas amenazas, el 43.1% aseguró que bloquearía al atacante, mientras que el 39.6% utilizaría las herramientas web puestas a disposición por el sitio web involucrado para realizar una denuncia.

Para acceder al informe completo de ESET Latinoamérica puede ingresar a:
www.eset-la.com

Midiendo la Pobreza infantil en los paises ricos, Informe


UNICEF, Informe

El informe cubre la Unión Europea y otros seis países de la OCDE (Australia, Canadá, Japón, Nueva Zelanda, Suiza y Estados Unidos) y examina el porcentaje de niños que viven por debajo de su "línea de pobreza" nacional - definida como el 50 por ciento de la mediana de la renta disponible de los hogares.

Niños Invisibles


                               Los niños invisibles


Por Juan Gelman

  Hay estadísticas de todo tipo en cualquier país, pero una  aflora poco o nada públicamente entre las miles que cada año se compilan en EE.UU.:


.- la de los niños sin techo del país,
.- 1,6 millones en el año 2010, es decir,
.- uno de cada 45, y un 38 por ciento más que en el 2007, según una investigación del National Center on Family Homelessness (NCFC) (www.homelesschildrenamerica.org, diciembre 2011).
Nada mal para el país más poderoso del planeta.

El hecho cambia imágenes del sin techo en EE.UU. No se trata ya de un hombre solo y andrajoso que pide limosna en una esquina: el segmento de homeless que aumenta más rápidamente es de las familias con hijos. Tampoco de un haragán: unos 4 millones de familias perdieron su vivienda desde comienzos del 2007 a comienzos del 2012, informó The New York Times (//topics.nytimes.com, 19-7-12), al compás del crecimiento de la desocupación.

En el 2007 explotó el globo hipotecario que condujo a la crisis económica mundial que hoy castiga al mundo. Ese año, 2,2 millones de deudores hipotecarios perdieron su departamento o casa en EE.UU. y un millón en el 2010 (//utopianist.com, 18-1-11). Y aun los que trabajan con un salario exiguo no siempre pueden pagar un alquiler. En Orlando, el alquiler promedio de un departamento con dos dormitorios exige que el inquilino gane 18 dólares la hora. Una pareja que labore 40 horas por semana no la puede sufragar con un salario mínimo de 7,67 dólares la hora (//cfl.homeless.wordpress.com, 5-7-12).

En el estado de California hay que ganar 26 dólares la hora para alquilar esa clase de departamento, pero el salario mínimo que perciben muchos es de no más que 8 dólares la hora (//nlihc.org, 2012). No es sólo el desempleo, entonces
.
El problema de los sin techo no tenía a comienzos de la década de los ’80 la calidad de endemia que alcanzó después. La tasa de familias neoyorquinas con hijos pequeños echadas a la calle aumentó un 500 por ciento entre 1981 y 1995 (www.eric.ed.gov, enero 1996) y el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano registró en su evaluación correspondiente al 2010 que el 35 por ciento de los homeless del país dormía en albergues del gobierno y de entidades caritativas (//portal.hud.gov, 14-6-11).

Ralph da Costa-Núñez, que fue funcionario del ex alcalde de Nueva York Ed Koch, señaló al ex presidente Ronald Reagan como el culpable de la veloz expansión del fenómeno: “Anuló todos los programas sociales que ayudaban a los pobres. ¿A dónde iban a ir? A la calle, a los albergues. Un día le dije al alcalde Koch que lo que empezaba así iba a permanecer” (www.alternet.org, 16-7-12). En tanto, Reagan mistificaba la cuestión.

“Lo que tenemos en este país –declaró en el programa televisivo TV Good Morning America el entonces presidente de EE.UU.– es un problema que siempre tuvimos, incluso en los mejores tiempos; tal vez somos ahora más conscientes de su existencia, y es la gente que duerme a la intemperie, los sin techo que no tienen techo, se podría decir, por elección” (//abc.go.com, 31-1-84). Sí, desde luego, cómo no. Bill Clinton continuó estas políticas de su predecesor republicano y sus reformas en materia de pobreza no tomaron muy en cuenta a las mujeres y los niños. La ley de ayuda temporaria a las familias necesitadas que se promulgó durante su mandato imponía rigurosas exigencias para acceder a la asistencia y ésta, como lo indica el nombre de la ley, era de limitada duración.

Los niños homeless, en este marco, devienen “los marginados más jóvenes de EE.UU.”, señala el informe del NCFC. “Se han convertido gradualmente –agrega– en una parte descollante de un Tercer Mundo que está emergiendo en nuestra nación. A pesar de que su número crece, los niños sin techo son invisibles para la mayoría de nosotros, no tienen voz ni audiencia. Sin una cama que puedan llamar propia, han perdido seguridad, privacidad y el confort hogareño, así como a sus amigos, pertenencias, mascotas, rutinas reposadas y a sus comunidades. Estas pérdidas producen una experiencia de vida perturbadora que inflige heridas profundas y duraderas.”
Seis estados solamente –de los 50, más el distrito federal, que constituyen la federación estadounidense– han desarrollado estrategias para enfrentar la situación. Otros han diseñado proyectos decenales para resolverla por completo, pero su eficacia está por verse. Se olvida, además, que los niños sin techo pasan hambre y son más proclives a contraer infecciones respiratorias y digestivas, asma, tuberculosis y otras enfermedades. Su desamparo no les permite asistir a clase con regularidad: los cambios de ubicación de sus familias son frecuentes. En este caso, mucho más que en otros y por otras razones, se aplica lo dicho alguna vez por Jean Cocteau: “La infancia sabe lo que quiere. Quiere dejar atrás la infancia”.