La ONG Save the Children ha alertado este lunes de que hay niños y niñas que viven en familias afectadas por las consecuencias de la dana en Valencia que no han podido recibir ninguna ayuda por la situación de sus hogares, que ya estaban en una situación precaria antes de las inundaciones del 29 de octubre.
16/12/2024
Foto: CARLOS GARCÍA POZO. |
Cuando se cumple un mes y medio de la catástrofe y el plazo para solicitar diversas ayudas a las personas afectadas llega a su fin, la entidad ha hecho un análisis de las ayudas otorgadas por las administraciones y señala como perfiles más vulnerables aquellas familias con niños y niñas que ya se encontraban en una situación de pobreza antes de la dana, familias que trabajaban en la economía informal o aquellas que estaban regularizando su situación.
El director de Save the Children en la Comunitat Valenciana, Rodrigo Hernández, ha indicado: “Estamos trabajando con niños y niñas que viven en familias que, si antes de la dana ya estaban en una situación muy complicada, ahora lo están mucho más, ya que lo han perdido todo”.
“Ahora que estamos empezando a ver lo que hay debajo del barro, la situación es mucho peor de lo que nos temíamos”, ha apuntado en un comunicado de la oenegé.
Así, uno de los perfiles con los que la organización se está encontrando en el terreno es el de niños y niñas que viven en familias que trabajaban en la economía informal, por lo que la destrucción de muchas empresas y casas de la zona ha hecho que se queden sin ingresos y, además, sin poder optar a ayudas relacionadas con la pérdida de su empleo.
“Son familias con una situación muy complicada, que trabajan en estas condiciones precarias muchas veces por necesidad, y en la mayoría de ocasiones nos estamos encontrando que son madres solas con hijos e hijas a cargo”, ha señalado Hernández.
Sobre las medidas destinadas a la compensación por daños en las viviendas, recuerda que las familias más vulnerables suelen vivir de alquiler y lo que se está encontrando en esta emergencia es que muchas de ellas incluso sin contrato, por lo que es necesario que se tomen medidas para ayudarlas también en esta materia.
“Nos preocupan no solo aquellos niños y niñas que se han quedado sin casas, sino también aquellos que van a vivir en casas insalubres, que presentan goteras, humedad en las paredes, el suelo o los cimientos, o podredumbre en los marcos de las ventanas o el suelo”, ha indicado el director, para quien esa situación puede repercutir en su salud física y mental y “afecta a su crecimiento, desarrollo, rendimiento escolar y seguridad”.
Además, Save the Children señala que el primer obstáculo que tiene este tipo de familias para acceder a las ayudas es su desconocimiento, por lo que no se pueden ni siquiera plantear solicitarlas.
En este sentido, la organización recomienda que, además de ampliar el plazo para poder solicitarlas, se acompañen de campañas de difusión que alcancen a la población afectada más vulnerable, en un lenguaje accesible.
También considera necesario la renovación automática de prestaciones y ayudas que estuvieran recibiendo previamente, como está sucediendo ya con la Renta Valenciana de Inclusión, así como la instalación de puntos de información en terreno, concretamente en los municipios más afectados.
Por último, la entidad muestra también su preocupación por la situación de la infancia migrante que viven en familias que pueden quedar fuera de estas medidas por no tener documentación que acredite sus relaciones laborales y otro tipo de cuestiones necesarias para acceder a las ayudas.