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Hay que pasar de la cultura de la violencia a la del buen trato

El director de la Cátedra Infancia y Adolescencia de la Universitat Politècnica de València (UPV), Vicente Cabedo, reclama pasar de la actual “cultura de la violencia” a la del “buen trato”, un “cambio de paradigma” que debe comenzar en los centros escolares, que además tendrían que convertirse en “escuelas de ciudadanía en la que formarse en valores”.

Conche Tejerina | València (EFE) 
29 octubre 2023

Cabedo dirige desde hace una década esta Cátedra -que comenzó como Aula-, una iniciativa “abierta a la sociedad” cuya finalidad es la promoción y el desarrollo de actividades de formación y sensibilización tanto para los menores, en ocasiones “invisibilizados” y “no escuchados”, como para sus familias, haciéndoles a ambos protagonistas y partícipes de la mismas.

También creó hace dos años la Red de Universidades por la Infancia y Adolescencia (RUIA), un proyecto de colaboración interdisciplinar en el que ya participa una treintena de universidades españolas y que pretende la promoción y garantía de los derechos de los menores, la investigación, la innovación, la formación y divulgación y la transferencia del conocimiento.

Infancia y adolescencia, una situación “nada halagüeña”

En una entrevista con EFE, Cabedo señala que la situación de la infancia y la adolescencia “no es nada halagüeña” en el contexto actual de conflictos bélicos, por los problemas que afectan a los menores migrantes no acompañados (Menas) o por la pobreza infantil, que en España afecta a un porcentaje importante de la población.

También se refiere a la violencia vicaria, que hasta no hace mucho ha sido “invisibilizada” y que hace de los menores víctimas porque al ser testigos del maltrato que sufren sus madres lo “interiorizan” y “ven como algo normal los valores de la cultura de la violencia”.

Sobre el uso y abuso de las nuevas tecnologías y las redes sociales de los menores, considera que más que prohibirles hacerlo, los adultos deben “acompañarles” e intentar enseñarles a hacer un uso responsable de sus contenidos y a que aprendan que debe ser “una parte” de su ocio, como leer, hacer algún deporte o jugar con sus hermanos o amigos.

Pornografía a edades cada vez más tempranas

También indica que el acceso a pornografía se hace a edades cada vez más tempranas y supone un problema porque no están aún formados en las relaciones sexuales y esa concepción del sexo les daña, y ante el auge de violaciones grupales de menores afirma que “algo está fallando porque las relaciones no son negativas, pero sí los abusos y las violaciones”.

Ante problemas como el repunte de las violaciones grupales o del acoso, tanto en centros escolares como a través de las redes sociales, Cabedo aboga por hacer un “cambio de paradigma cultural desde la infancia” porque, afirma, “no puede negarse que vivimos en una cultura de la violencia, pero se debería pasar a la cultura del buen trato”.

“Hay que hacer mucha pedagogía. A la infancia y adolescencia les hace falta educarse más en valores y en el ámbito de la igualdad y del respeto a la diversidad de género, sexo, raza o religión. Tenemos que hacer una mayor inversión en educación en este sentido”, afirma este profesor titular de Derecho Constitucional en la UPV.

Regreso de Educación para la ciudadanía o Ética

A su juicio, deberían volver a las escuelas asignaturas como Educación para la Ciudadanía o Ética, aunque reconoce que el problema es que esto “se politiza”, y se muestra convencido de que los colegios e institutos deberían ser una “escuela de ciudadanía en la que formarse en valores”.

Hay que “crear ciudadanos respetuosos con los derechos de las personas, solidarios y no violentos”, asevera este doctor en Derecho Constitucional, quien cree que desde edades tempranas se debería empezar a conocer la Constitución, para que sepan de dónde derivan los derechos y la dignidad de los ciudadanos.

También aboga por “modificar” el artículo 39 de la Constitución, en el que asegura se piensa en niños, niñas y adolescentes como “objetos de protección”.

Y lo explica así: “No me gusta la visión de proteger al niño porque es desvalido, destierro la palabra proteger, lo que hay que garantizar es que tenga una vida con un desarrollo físico, psicológico y sin ningún tipo de agresión, una autonomía progresiva”.

Ley de Protección Integral

Cabedo subraya que la Ley Orgánica de Protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia (Lopivi), aprobada en junio de 2021, significa un “hito” en materia de protección y es una norma “moderna, muy consensuada y modélica” pero que hay que “llevar a la práctica”.

Destaca que supone un “cambio de paradigma trascendental” en el abordaje de la lucha contra la violencia y su erradicación, ya que el foco de atención “no se concentra ya en dar una respuesta a la violencia consumada, sino en la prevención, en su evitación y, especialmente, en la creación de los denominados entornos seguros y en la promoción del buen trato”.

Considera que las dos figuras para la prevención y protección frente a la violencia que crea -el coordinador o coordinadora de bienestar y protección del alumnado, y el delegado o delegada de protección en el ámbito del ocio, deporte o tiempo libre- deberían ser personas con la formación suficiente que se dedicaran de forma expresa a este tema y no profesores que compaginen esta labor con sus clases.

“Lo importante es detectar el problema de forma precoz para evitarlo y no cuando el menor haya sufrido ya un acoso”, explica Cabedo.

Por último, subraya que la Cátedra ha impulsado ayudas para jóvenes tutelados en los sistemas de protección a la infancia para que, cuando cumplan 18 años, puedan acceder a una universidad, y destaca que la Universidad de Alicante ha lanzado una convocatoria similar y espera que el resto de universidades se sumen a esta iniciativa.


El impacto psicológico de la hipersexualización en la infancia

 De Lolita a Barbie, el impacto psicológico de la hipersexualización en la infancia


Por: Lic. Sonia Almada

Infobae

10 Sep, 2023 00:10 a.m. ESP


Este concepto alude a la exposición de contenidos, comportamientos o actitudes de naturaleza sexual a una edad temprana, cuando los niños y niñas no están preparados para recibirlos. Por qué se la considera una forma de maltrato y cuáles son sus graves consecuencias en la psiquis.




Publicada por primera vez en 1905, Tres ensayos para una teoría sexual es una obra escrita por Sigmund Freud. Fue uno de los trabajos más influyentes del autor y presenta algunas de sus ideas fundamentales sobre la sexualidad humana.


Allí afirma que la sexualidad en la infancia existe, lo que fue un escándalo para la época. Freud argumenta que la sexualidad no comienza en la pubertad, sino que está presente desde el nacimiento. Explica que los deseos y emociones sexuales son parte natural de la experiencia infantil. Esto significa que, desde muy pequeños los niños y niñas tienen la capacidad de experimentar placer, que actividades como chuparse el pulgar, acariciar partes de su cuerpo y explorarlo son actividades de índole erótica y forman parte de su desarrollo.


Freud sostuvo durante toda su vida que el desarrollo psicológico estaba estrechamente ligado al sexual. El psicoanalista separa la sexualidad de la anatomía, enfatizando que las vicisitudes de la sexualidad en el ser humano no dependen de una geografía anatómica del cuerpo sino que está sobredeterminada por el deseo inconsciente. Después de Freud, otros discursos pensaron y argumentaron la sexualidad infantil, como la antropología, la sociología, la criminología y el derecho, para que hoy demos por sentado que la sexualidad comienza y se desarrolla desde que nacemos.


La hipersexualización en esta parte de la vida supone la imposición de la sexualidad adulta a las niñas y los niños y adolescentes, que no se encuentran ni emocional, ni psicológica, ni físicamente preparados para la misma y ocasiona severas complicaciones y secuelas.


La hipersexualización en la infancia es un término que se utiliza para describir el fenómeno por el cual los niños son expuestos a contenidos, comportamientos o actitudes de naturaleza sexual a una edad temprana, antes de que estén preparados para comprenderla o antes de que hayan alcanzado la madurez emocional para lidiar con las propuestas. Esto puede ocurrir a través de la televisión, la música, la publicidad, y medios digitales. También refleja la tendencia de interpretar comportamientos y actitudes de los niñas y niñas y traducirlos a intenciones sexuales y lenguaje del mundo de los adultos.


La hipersexualización tiene consecuencias negativas en el desarrollo y secuelas en la vida de los niños y muchos especialistas la consideramos una forma de maltrato infantil.


En los vídeos musicales, shorts, películas, series, moda y en los reels filmados por las propias familias o por los niños y niñas aparece como tema recurrente la adultización.


Se ve a las niñas maquilladas y vestidas como adultas, en posiciones sugerentes, con poca ropa e impostando posturas sexys. Se les atribuyen deseos y aspiraciones sexuales adultas como desear conquistar a un amiguito, casarse con él. En general, las más damnificadas son las niñas porque se las conceptualiza no sólo como adultos, sino como objetos del deseo del otro, los varones.


Sin embargo, también a los niños se los presiona para cumplir roles adultos. En redes sociales se los ve vestidos como grandes, pidiendo matrimonio, impostando posiciones dominantes y hasta sádicas e hipersexualizadas. En ambos casos se trasladan los roles de género impuestos socialmente. Las niñas como objetos sexuales, los niños como proveedores y dueños de esos objetos. También puede verse la exposición excesiva o la presión para que las personas jóvenes transgénero participen en comportamientos o actitudes sexualmente explícitas o sugestivas antes de estar emocional o psicológicamente preparados para comprender o manejar, adjudicándoles un desarrollo psicosexual que no tienen.


La traslación del mundo adulto a la infancia hipersexualizándola afecta al desarrollo natural de las etapas de la vida y altera el crecimiento durante la infancia.


Las niñas y niños se enfrentan a un “como si“ fueran maduros o mayores, sitiados por mensajes de contenido adultocéntrico y sexual que desemboca muchas veces en experiencias entre niños para alcanzar esa exigencia que se les impone, ser adultos y sexys. Desde imitaciones a partir de patrones observados y el constante contacto con imágenes hipersexualizadas hace que muchos niños y niñas se enfermen mentalmente.


Del mismo modo, el acceso cada vez más temprano y creciente a la pornografía o contenido erótico a través de redes sociales confunde gravemente a los niños y niñas que no comprenden la sexualidad adulta y muchas veces intentan imitarla entre ellos.


Los riesgos no solo están en los medios digitales, en el peligro de crecer bajo la falsa creencia de que el éxito está vinculado de forma única a la imagen sexualizada o de ser atractivo eróticamente, aniquila la posibilidad de crecer en búsqueda de los deseos y desafíos propios y acordes a la edad.


Los niños y niñas hipersexualizados viven momentos de angustia extrema, con pensamientos intrusivos que no pueden manejar. Creen que deben verse sexys, apabullantes, sugerentes y musculosos. Se los expone a dietas para conseguir cuerpos ficticios y no acordes a su desarrollo.


La industria de la moda, de la música, del cine, de los cosméticos, la publicidad, las revistas y los videojuegos construyen un imaginario social erotizado, que no viene de ahora, comenzó en la industria del juguete hace años, con Barbie.


En la nueva película de Barbie donde se intenta, sin éxito, cuestionar los estereotipos de belleza que han llevado a las mujeres y las niñas a operarse, lastimarse y sufrir ante la cultura de las dietas y la seducción, y a los varones a ocupar lugares también estereotipados, naufraga por su falta de autenticidad.


Es una publicidad más, un eslogan de larga duración, que se apropia de las ideas del feminismo para conquistar al público y, con un aparato publicitario de los más feroces que se haya visto, intentan rescatar de la condena social a la muñeca de rosa.


Barbie abrumadora y estereotípicamente perfecta ahora es feminista y asexuada (aunque toda la vida fue una muñeca adulta que tenía novio). Lleva adelante la revolución junto a las feas y olvidadas del sistema contra el patriarcado, que solo está interpretado por los tontos, agresivos, posesivos y desmayados Kens, como si el machismo fuera solo cosa de varones. Se impone Barbie de nuevo con su imagen idílica perfecta para estragarnos una vez más.


La erotización de las niñas, entonces, no es nueva. Otro ejemplo, “Lolita” de Vladimir Nabokov, una de las novelas más polémicas e inquietantes del siglo XX, que Stanley Kubrick amplió a leyenda con su versión cinematográfica. La novela cuenta la historia de un hombre de cuarenta y tanto años y su enamoramiento pedófilo por una niña de 12 años. La hipersexualización de la niña se encarna en su posición como seductora y dominante.


El productor James Harris comentó en una entrevista sobre la elección de la adolescente para protagonizarlo: “Sabíamos que teníamos que hacerla un objeto sexual, no podía tener comportamiento de niña. Si la hacíamos un objeto sexual, todos en la audiencia tenían que comprender el por qué alguien querría abalanzarse sobre ella”.


Los niños y niñas tienen sexualidad, acorde a cada una de sus etapas de desarrollo. La sexualidad de los adultos no es equiparable a la sexualidad infantil, trasladarla o forzarla provoca daño en el psiquismo infantil con consecuencias difíciles de recuperar.


Las consecuencias


La hipersexualización en la infancia puede tener varias secuelas psicológicas que varían en gravedad según la intensidad y la duración de la exposición.


Algunas de las secuelas psicológicas incluyen: angustia, ansiedad, depresión, pensamientos intrusivos, obsesiones, autoimagen distorsionada, baja autoestima, comportamiento sexualizado (pueden ser inapropiados para su edad, lo que puede llevar a preocupaciones sobre su seguridad y bienestar y de otros niños). Vulnerabilidad al abuso y explotación sexual.


Los riesgos de la erotización infantil son diversos, más sutiles o marcados, pero todos son complejos. Es muy importante conversar con los niños y niñas acerca de los contenidos en redes sociales, dosificar las horas de exposición, supervisar la información que les llega y comprobar que los contenidos a los que acceden sean apropiados para su edad.


La hipersexualización es un fenómeno social grave y de consecuencias actuales negativas y en un futuro inciertas.


Cuidar la infancia, es respetar sus deseos, sus momentos evolutivos, su desarrollo psicosexual, acompañando cada momento en su debido proceso, sin atarearse con urgencias. Es sin duda, un difícil trabajo que tenemos en estos tiempos pero se torna imprescindible.

El Tribunal Supremo ha establecido que, en el delito de pornografía infantil, cada menor es una víctima.

El Supremo endurece la jurisprudencia sobre el delito de pornografía infantil.
El alto tribunal anula la sentencia recurrida y dicta una nueva 
en la que condena a los acusados por tantos delitos o delitos continuados, 
como víctimas sometieron una o más veces.

El Tribunal Supremo ha establecido que en el delito de pornografía infantil cada menor es una víctima y deben entenderse cometidos tantos delitos como personas menores resulten atacados, de manera que rechaza que pueda imponerse una sola condena por un delito continuado.

La sala de lo penal ha dictado una sentencia en la que fija como doctrina que en el delito de captación y utilización de personas menores para la elaboración de material pornográfico o para su utilización en espectáculos exhibicionistas o pornográficos -artículo 189.1.a del Código Penal- existen tantos delitos como personas sean objeto de abuso.

De esta forma, rechaza que pueda imponerse una sola condena por un delito continuado sobre varias personas menores, una posibilidad que solo admite en supuestos en los que la reiteración de conductas se proyecta sobre un mismo sujeto pasivo.

El Supremo aplica esta doctrina al estimar parcialmente un recurso de la Fiscalía contra una sentencia de la Audiencia de Tarragona que condenó a penas de hasta 57 años y medio de prisión a cuatro personas mayores como autores responsables de un único delito continuado de pornografía infantil.

En el juicio, el fiscal sostuvo la existencia de 103 delitos de utilización de personas menores para la elaboración de pornografía infantil, todos ellos en concurso real, y apreciando la continuidad delictiva respecto de alguna de esas infracciones penales.

Por todo ello, el Tribunal Supremo anula la sentencia recurrida y dicta una nueva en la que condena a los acusados por tantos delitos o delitos continuados, como víctimas sometieron una o más veces.

La sentencia, ponencia del magistrado Pablo Llarena, explica que "corromper el proceso educativo del personas menor es socavar los criterios y las pautas éticas que deben acompañar su trayectoria hasta la madurez".

Y añade que el delito continuado se caracteriza por "una reiteración de ataques lo suficientemente diferenciados como para romper la unidad de acción que preside a los varios comportamientos que el sujeto activo despliega para obtener un material pornográfico (con la idea de acumulación que este mismo concepto encierra)".

Dicho delito precisa además de "conocer y asumir que la reiteración opera como un mecanismo particularmente hábil para descarriar y torcer el desarrollo de la persona menor de manera profunda e irremediable, descomponiendo palmariamente sus principios y afectando, indefectiblemente, su definitiva personalidad".

Sexteo, Informe Anual 2018 de la IWF.


Imágenes y videos de abuso sexual infantil en línea.


El Informe Anual 2018 de la IWF (publicado el 25 de abril de 2019) proporciona los últimos datos y tendencias sobre lo que está sucediendo a nivel mundial para abordar las imágenes y videos de abuso sexual infantil en línea'Once upon a year' presenta una historia real sobre una niña llamada Olivia cuya violación y tortura sexual es vista diariamente en línea por nuestro dedicado equipo de analistas. Vea nuestro informe en pantalla completa arriba o descargue un PDF de nuestro informe a continuación. 
Alentamos a cualquiera que trabaje en esta área a usar nuestras estadísticas para ayudar a informar su valioso trabajo.
Vea un resumen de nuestros hallazgos de 2018 en nuestro comunicado de prensa . 
Lee la historia de Olivia aquí . 
Lea el blog de la baronesa Floella Benjamin aquí .
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“Sexting”: children who generate, 
receive and share sexual images of themselves do not produce and possess “child pornography”.


“Sexting” by children (generating, receiving and sharing sexually suggestive or explicit images/videos of themselves through mobile technology) does not amount to conduct related to “child pornography”, when it is intended solely for the children’s own private use. Children coerced into such conduct should be addressed to victim support and not subjected to criminal prosecution.


Por qué los niños suben a redes sus vídeos sexuales...

La primera macrooperación contra la difusión de material de contenido sexual infantil autoproducido abre el debate del uso de las redes sociales.

ANA ALFAGEME

y ELISA SILIÓ





Niños que se graban desnudos, en posiciones provocadoras o masturbándose en el baño o su dormitorio. Muchas veces acompañados de amigos o familiares. Luego suben el vídeo en su cuenta de Instagram o YouTube. Quieren seguidores y likes. Los padres no lo saben. La Policía Nacional informó ayer de que había identificado a 110 menores que habían publicado vídeos autoproducidos de contenido sexual a través de Instagram, Periscope, Twitter o YouTube. La mayoría, menores de 13 años, deseaba nuevos seguidores para sus canales de YouTube y más likes en sus publicaciones. Se trata de la primera macrooperación contra la difusión de material de contenido sexual infantil autoproducido, informa la Policía Nacional en una nota.

¿Qué conduce a esos niños a exhibirse así en Instagram o en un vídeo en la red social más potente del mundo? Los expertos coinciden en que en la joven y cambiante selva de las redes sociales se plasma la sexualización precoz entre los preadolescentes y la banalización del sexo.



“Desde la sociedad se inculca a los niños una belleza con gran componente sexual”, asegura Benjamin Ballesteros, presidente de la Fundación Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo (ANAR), veterana en el estudio del binomio infancia-web. “Los preadolescentes de 12 y 13 años se sexualizan precozmente en un mundo que les ve como objetos sexuales. Luego está la aspiración de los pequeños de formar parte del mundo de los adultos y las redes”.


Silvia Álava, doctora en Psicología Clínica, ahonda en esta idea: “Me he encontrado casos en los que la policía llama a los padres para alertarles de las fotos que suben sus niñas. No de sexo explícito, pero sí con poses muy sexualizadas para su edad”. Por eso es tajante: “Hay que evitar su sexualización y mucho menos para vender determinados productos o conseguir determinados likes. ¿Qué mensaje estamos dando a la sociedad del futuro?”.

El Centro Nacional para Menores Desaparecidos y Explotados (NCMEC) de Estados Unidos alertó a la Policía española. Desde comienzos de 2018 los agentes detectaron gran cantidad de publicaciones de material de explotación sexual infantil en redes. Verificaron que estas habían sido realizadas por los menores que protagonizaban los vídeos y utilizaban sus cuentas para difundir las imágenes. “Aprovechaban los momentos de intimidad en sus domicilios para grabar las imágenes con un alto contenido sexual”, dice la nota de la Policía, y en ellos “aparecían en muchos casos junto a amigos o familiares de su misma edad”.

“Antes de los 13 años los niños no tienen el suficiente desarrollo cognitivo o madurativo para ser conscientes de lo que puede llegar a trascender el subir una foto de ese tipo”, prosigue la psicóloga Álava. “En ese momento dejas de ser el dueño de la foto, la puedes borrar después de un proceso complicado”.

Por su parte, la profesora de antropología de la universidad de Granada, Nuria Romo, investigadora en violencia sexual entre jóvenes y adolescentes, se muestra impactada y cree que el uso de redes sociales en la infancia está aún poco estudiado. “Niñas de la edad de mi hija, que tiene ocho años, saben perfectamente como manejar YouTube y subir vídeos. Viven rodeados de un mundo tecnológico”. Los críos, dice la experta, repiten unas cuantas posturas provocadoras y sexis, que saben que les reportan likes.

En algunos casos de los perfiles de niños identificados dentro de la operación (de entre 2 y 13 años) “varios adultos habían contactado con ellos solicitándoles estos vídeos a cambio de diferentes contraprestaciones”. Los padres de los menores sabían que sus hijos eran usuarios de las redes, pero no eran conscientes de su actividad en ellas. También se encontraron “vídeos en los que aparecían niños de entre los 2 y 5 años”, siendo sus familiares más cercanos los responsables de estas grabaciones en las que se podía ver a los menores desnudos o semidesnudos. Aunque el material grabado por los familiares se produjese en su entorno lúdico, mantiene la Policía, los niños quedaban expuestos y al alcance de terceros una vez fueron publicados en las redes.

“La primera responsabilidad de la conducta de los niños es de los padres, pero la escuela no puede permanecer ajena y debe de promover buenos programas para combatir que pasen cosas como esta”, sostiene Mar Camacho, directora general de Innovación Educativa en Cataluña. Esta experta en TICS en la escuela reclama que no solo se haga prevención en secundaria, sino en los últimos años de primaria. “Cada vez a los niños se les entrega antes un móvil. Hay una tendencia por el devenir de la sociedad. Antes se lo daban a los 12-13 años y ahora es un regalo de comunión”, cuenta.

Álava no es partidaria de prohibir el móvil sino de “analizar qué quieres subir y por qué quieres gustar a los demás. La forma de tener autoestima no es a través de likes en redes, sino en tu mundo analógico. Hay chicos con muchos seguidores en redes que en su vida real no tienen seguridad. Cuando uno tiene una buena autoestima, no necesita likes para reafirmarse”.

Pedagogía y pornografía.






Hace unos meses, mientras me preparaba para facilitar un taller, de nuevo dirigido a un público exclusivamente femenino, me enteré de la sentencia en el juicio a la jauría
Y digo jauría porque la idea de manada es otra cosa: una comunidad de cuidado y respeto formada por individuos de distintos sexos y edades que conviven, se ayudan, se protegen, juegan y se desplazan juntos. 
Hace tiempo que utilizo ese término para referirme a la necesidad que tienen niños y niñas de relacionarse, sin la continua mediación de los adultos, en un grupo heterogéneo de edades. Y me molesta la confusión. 

La palabra jauría se acerca mucho más al tipo de grupo que formaban los agresores. Según indica el diccionario es un conjunto de perros que participan en una caza dirigidos por un humano, o de personas que se manifiestan furiosamente y con peligro para otras.

El lenguaje es una pieza fundamental del pensamiento, por eso conviene utilizarlo correctamente. Pero, en los medios de comunicación, las redes sociales…y las conversaciones indignadas con la sentencia, seguimos empleando la palabra manada una y otra vez para referirnos a los cinco hombres que violaron a María hace dos años, en Pamplona. 

Me preocupa que con este término podamos estar aceptando, aunque sea inconscientemente, que una violación es un fenómeno natural, un impulso biológico de la naturaleza masculina. Incluso, como han pretendido algunos biólogos, un mecanismo adaptativo mediante el cual, los machos que no pueden perpetuar su semilla por los cauces socialmente aceptados, aseguran la continuidad de sus características genéticas…

En Contra nuestra voluntad (1975), la feminista americana Susan Brownmiller, ofrece una visión radicalmente distinta de la violencia sexual, como un hecho cultural escasamente vinculado al placer o la gratificación, y mucho más relacionado con el intento de perpetuar el poder patriarcal. Según esta autora, la violación está en la base de un proceso de intimidación social e individual por el cual las mujeres aprendemos a tener miedo de los hombres y a darles gusto. Una especie de teatro donde se afirma la superioridad del macho y se asegura la dominación psicológica de lo masculino sobre lo femenino.
Que, como la de María, la mayor parte de las violaciones se planifiquen con antelación, invita a descartar la falacia naturalista basada en una supuesta provocación femenina o en una excitación súbita e incontrolable de la energía sexual masculina. 
Para reforzar su tesis cultural, Brownmiller afirma en la misma obra que la violación no existe en todas las sociedades humanas, y es un fenómeno raro en el mundo animal. En el caso de los mamíferos, por ejemplo, las hembras rechazan con agresividad a los machos, y solo aceptan el coito durante la ovulación. Entre los caballos  y otros animales, este tipo de actos tienden a producirse cuando las crías no han podido satisfacer sus necesidades básicas, o son apartados de su entorno natural, estabulados y hacinados. Curiosamente, poco después de que se popularizara el planteamiento feminista, varios zoólogos, todos ellos varones, encontraron casos de violación entre los ciervos, los orangutanes, los patos, los peces y las moscas… 
Con esta, casi grotesca controversia, queda al descubierto la influencia de los prejuicios del investigador en sus hallazgos, así como el uso tendencioso (ya sea voluntario o involuntario) de la biología para naturalizar, y por lo tanto justificar determinados comportamientos humanos. Trasladar ideas y sentimientos propios de nuestra especie para observarlos en el mundo animal plantea numerosas dificultades epistemológicas. Pero incluso si pudiéramos superarlas, la gran diversidad de ejemplos que, en todos los aspectos, nos ofrecen las otras especies, tal vez simplemente nos esté incitando a comprender que lo más importante no es lo que somos sino lo que queremos ser. 
Nuestra capacidad para simbolizar mediante el lenguaje, el arte y el pensamiento es una prueba de nuestra doble naturaleza que se despliega desde la biología, pero es modelada por la cultura. Para generarla y, sobre todo, transmitirla disponemos,  entre otras cosas, de una extraña actividad social, plenamente nuestra, que denominamos educación.

Un discurso sobre la sexualidad

María, otra María, tiene siete años y sus padres acaban de cambiarla de colegio. 
Hasta hace unas semanas, acudía a un centro concertado en cuyos lavabos, dos compañeras de su misma edad perfectamente encantadoras la forzaban a introducir el mango de la escobilla del water por el ano y la vagina. Después, bajo la amenaza de volver a hacerlo, la chantajeaban para conseguir diversos privilegios: dulces, regalos o ir a jugar a su casa. Hasta que sus familias lo descubrieron. 
¿Cómo explicar este comportamiento inaudito en niñas tan pequeñas?. 
Charo Altable, especialista en temas de género y educación sexual, no pareció excesivamente sorprendida con el relato. Me explicó que en sus talleres suele preguntar, incluso a alumnos de tercero de primaria, si saben qué es la pornografía: prácticamente todas las criaturas afirman haberla visto en alguna ocasión…. Pero lo más inquietante es que, en la mayoría de los casos, lo han hecho acompañadas de algún familiar: un hermano mayor, un primo, un tío…

Aunque es uno de los productos de entretenimiento estrella (con más visitas, en sus principales webs, que en todas las de mayor audiencia juntas), un negocio muy lucrativo que crece rápidamente en todo el mundo (unos 97 billones de dólares, según las estimaciones), la pornografía está rodeada de un espeso halo de silencio. Es un auténtico tabú del que apenas puede hablarse, menos aún vinculada a la infancia y la educación. 
Desde hace tiempo se ha convertido en un ritual de iniciación sexual para muchas personas. Es un auténtico texto alfabetizador, una completa programación didáctica que acompaña las (primeras) experiencias afectivo-sexuales de millones de (pre)adolescentes, jóvenes y adultos;  muchos de ellos confiesan que esas imágenes les dan ideas para experimentar en sus relaciones personales

La pornografía despliega un discurso sobre los cuerpos, sus formas y sus usos para conseguir un tipo de emoción física que llamamos excitación. Promete un Placer mentalmente anticipado, condicionado, vinculado al poder y, por regla general, vivido de forma individual, e incluso culpable. Sus imágenes contienen toda una teoría de la sexualidad: explican qué es y cómo practicarla; muestran las premisas, las condiciones, los gestos, los movimientos…modelan una mecánica adictiva del deseo separado de la intimidad, la afectividad y la noción de compartir. Ponen en escena las características de la feminidad patriarcal: objetualización, pasividad, sumisión, dependencia, despojo…, y promueven una imagen estereotipada del cuerpo que afecta tanto a la construcción de la líbido como a la identidad y la autoestima.

Cuando otra María se mostró desnuda por primera vez, frente a su novio, éste no pudo disimular su decepción: Pero…Las tetas no son así ¿verdad?. Acostumbrado a estimularse con la fisionomía de las actrices, el joven apenas podía excitarse con otras formas…¿Tiene la pornografía algo que ver con la cirugía de senos y genitales a la que muchas mujeres están dispuestas a someterse con tal de verse deseables…?
En la era del hipersexo, la industria del porno perpetúa una visión machista de las relaciones que, sin embargo, se  enmascara bajo conceptos como diversión, libertad o  incluso empoderamiento.

Entre lo real y lo virtual

También en la violación de María puede rastrearse la influencia de la pornografía: la planificación, la agresión en grupo, el tipo de víctima, su pasividad inducida, las prácticas, los gestos, las grabaciones…
Algunos párrafos de la sentencia que se ha difundido a través de los medios parecen inspirados por la dificultad para empatizar con el sufrimiento de la víctima. Ven en los vídeos a un grupo de personas practicando actos sexuales en un ambiente de jolgorio y regocijo; identifican a una mujer madura que de manera autónoma ha elegido mantener relaciones no convencionales, en una sociedad avanzada que ha alcanzado un considerable grado de libertad para autodeterminarse sexualmente… 
Numerosos estudios explican cómo, al alterar la bioquímica del cerebro y su sistema de recompensas, la pornografía es fuertemente adictiva. Su uso continuado genera una especie de confusión entre la realidad y la ficción. Comentando los mensajes que recibe habitualmente de sus admiradores, una conocida actriz porno no pudo ocultar su asombro: se creen que lo que hago es verdad, que disfruto en el plató, con ese tipo de relaciones…Les cuesta comprender que estoy actuando.

En los casos extremos, la pornografía termina convirtiéndose en un sustituto que permite llenar un vacío: el de la ausencia de experiencias reales. Sus efectos dañinos sobre la calidad de la vida y las relaciones empiezan a ser estudiados: es más fácil que las y los jóvenes, que consumen pornografía, compren o vendan sexo, que sean víctimas de abusos y violencia sexual, que desarrollen adicciones… 
Falta también una educación afectivo-sexual vivencial, consciente, desenfadada, sin moralina e integrada en la vida. Que vaya más allá de la explicación del aparato reproductor y los métodos anticonceptivos. Además de buscar responsabilidades allí donde están los beneficios: que quienes contaminan y se lucran con negocios tóxicos, al menos paguen sus consecuencias.

Porno Infantil desde internet.

Descubierta una web específica de prono infantil en EEUU.
El FBI desbarató el sitio web Playpen, dedicado a la pornografía infantil, con 215 mil miembros registrados.

Fernanda Muslera
05 jun 2016
Uruguay


La noticia se supo en enero de 2016, pero en Uruguay pasó inadvertida: el FBI desbarató en Estados Unidos el sitio web Playpen, dedicado a la pornografía infantil, con 215 mil miembros registrados. Una vez detectada la página, los investigadores lograron rastrear la dirección IP (número de conexión a una red) de 1.300 ordenadores y detener a 137 personas. Esta semana los coletazos de este operativo llegaron a Uruguay: ocho personas fueron detenidas el miércoles, luego de que Estados Unidos informara a la Dirección General de Lucha Contra el Crimen Organizado e Interpol sobre ciudadanos uruguayos que utilizaban esta página, informó a El País la jueza Julia Staricco, a cargo de la investigación. Son hombres, la mayoría residentes en Montevideo y algunos del interior, que quedaron en libertad hasta que la Policía determine mediante el análisis de sus computadoras si solo consumían este material o si también lo difundían. En Uruguay el almacenamiento y la visualización de pornografía infantil no son penados, algo que difiere de la normativa de otros países y que genera controversia.

El operativo del FBI tiene dos particularidades. La primera es que el sitio Playpen se encontraba alojado en el TOR, uno de los principales portales de la "internet profunda", donde navegan miles de personas que no quieren que los buscadores como Google rastreen sus movimientos. Allí convive un universo oscuro, que va desde la venta de armas y el sicariato al espionaje. La segunda particularidad es que para atrapar a los usuarios de Playpen el FBI hackeó la página y la administró durante dos semanas. En Uruguay se trata de la primera vez que se producen detenidos por pornografía infantil a partir de la red TOR.

Los ochos uruguayos detenidos engrosan una lista que ha crecido en los últimos años en el país al ritmo de la difusión de internet. Sin embargo, este delito no implica solo estos casos, sino también los generados por una práctica conocida como grooming ("embaucamiento de personas menores de edad con fines sexuales por medios tecnológicos") o las situaciones presenciales en las que un adulto produce imágenes de un menor con fines eróticos o sexuales, como sucedió en febrero con el director de una agencia de modelos de Montevideo que hacía desnudar a los menores, los manoseaba y filmaba videos.

El fenómeno, al que muchos califican de pandemia, es tema de preocupación en todo el mundo. La semana pasada la Justicia de Estados Unidos procesó por este delito al actor de la serie Glee, Mark Salling y en Argentina se halló el cuerpo de una niña de 12 años que fue asesinada por un hombre que hacía grooming en Facebook, que contactó a más de 1.500 niñas.

En Uruguay, la ley 17.815 de 2004 entiende la pornografía infantil como la producción, distribución y divulgación de material que contiene la imagen o cualquier otra forma de representación de menores de edad, o mayores de edad "incapaces", en "actividades sexuales explícitas, reales o simuladas", o "la representación de sus partes genitales con fines primordialmente sexuales o eróticos". La ley castiga la fabricación o producción de material pornográfico con dos a seis de prisión, el comercio y la difusión con uno a cuatro años, y el facilitamiento de la comercialización y difusión con seis meses a dos años.
En 2015 se registraron en Uruguay unas 500 denuncias por pornografía infantil, un 20% más que en 2014, y hubo 22 personas procesadas, informó Winston Rodríguez, encargado de Delitos Informáticos de la Dirección General de Lucha contra el Crimen Organizado e Interpol. Estas cifras se refieren a los casos que llegan a esta división, que por lo general son a través de la información que suministran otros países, de las denuncias que arriban a través de los juzgados o de personas que llaman a la Interpol. No hay estadísticas globales que establezcan todos los casos de pornografía infantil que se denuncian en el país.

Este año (el año policial comienza en diciembre) se han acumulado unas 100 denuncias en Delitos Informáticos, pero ha habido más procesamientos, alrededor de 23 o 24, algo que Rodríguez atribuye a una mayor celeridad de respuesta de las redes sociales para los casos de grooming y a la experiencia acumulada del equipo. "Si bien la víctima está dentro del territorio, la red social está en Estados Unidos. El proceso que causa eso es muy largo, es el mayor problema que tenemos".
Alrededor de un 98% de los casos que trabaja Delitos Informáticos, implican a personas que bajan pornografía infantil de de redes P2P (Peer-to-peer, de intercambio de archivos entre usuarios), como eMule y Ares, y la comparten. Esto sucedió en dos casos recientes: una es la "Operación Sirte", por el que se procesaron a cuatro hombres, luego de que Alemania alertara de usuarios que intercambiaban material pornográfico infantil desde Uruguay. La otra fue la "Operación sin Fronteras", realizada el 10 y 11 de diciembre del año pasado, la mayor operación contra pornografía infantil en América. En Uruguay fueron detenidas cuatro personas.

De acuerdo a un informe de 2011-2012 de la Universidad Católica en torno a la descarga de material pornográfico infantil desde Ares en 10 países de América Latina, los uruguayos fueron los que más bajaron este tipo de archivos de internet en esos años. La investigación, que se hizo utilizando un programa informático llamado Florencio, indicó que en el año 2011 de cada 20 mil habitantes en el país con acceso a internet 2,35 bajaron material pornográfico y en 2012 lo hicieron 2,8 habitantes. El promedio de los otros países era mucho menor: 0,93% en 2011 y 0,57% en 2012.
De acuerdo a Rodríguez, en este tipo de redes, cuanta más información tenga o intercambie el usuario de pornografía, mayor es el prestigio. "Lo que se ve es que son personas muy retraídas, que viven encerradas en su mundo virtual, y según lo que ellos dicen, aman o ven de forma diferente a los menores. En su mayoría son hombres de entre 30 y 50 años".

Delitos Informáticos cuenta con un equipo de ocho personas. En 2015 se realizaron unas 2 mil denuncias a esta división y este año van 350. Los delitos incluyen el hackeo, la sextorsión (chantaje a partir del envío de imágenes de contenido erótico) y el phishing (ardid para robar datos personales simulando ser una página conocida por el usuario). En el caso de la pornografía infantil, Rodríguez no especificó el tipo de procedimientos que utilizan para atrapar a los sospechosos, aunque señaló que usan "todas las herramientas que estén en el marco legal".

Kepa Paul Larrañaga, experto español en internet y derechos de la infancia, explicó a El País que en España existe un paquete de medidas en contra del cibercrimen, entre las que se encuentra el "agente encubierto en Internet" y la "monitorización remota de dispositivos electrónicos", que "consiste en utilizar técnicas validadas de hackeo para monitorizar y perseguir ciber-delincuentes". Ambas modalidades requieren de autorización judicial. Larrañaga explicó que una dificultad a la hora de investigar es que muchas veces el material pornográfico se comparte en foros cerrados y para entrar en estos "se debe de tener credibilidad y hay que entrar aportando material delictivo". 
En España, como en muchos otros países, se castiga la visualización de material pornográfico.
Para July Zabaleta, directora de la división Políticas de Género del Ministerio del Interior, también se debería penar en Uruguay. "Hay gente que tiene almacenada un montón de pornografía, pero como no le pudiste comprobar que la haya compartido no se la puede procesar. Si no existiera demanda no existiría quien quisiera realizar pornografía infantil".

El fantasma del grooming.

Él la agregó a su red social y ella aceptó. Él ganó su confianza y ella se enamoró. Él le pidió que le enviara fotos sugestivas y ella lo hizo. En determinado momento él empezó a presionarla con cosas que a ella no le gustaron y ella quiso cortar el vínculo. Ese fue el principio de una pesadilla para esta menor de edad uruguaya. El hombre la amenazó y le dijo que si no seguía con él iba a crear un blog para subir todas sus fotos. No sólo hizo eso sino que le hackeó el mail y mandó las imágenes a todos los contactos de la joven. La chica le contó lo sucedido a los padres y se hizo la denuncia, pero el hombre vivía en España y nunca fue atrapado. Delitos Informáticos logró desactivar el blog, pero el daño ya estaba hecho. La joven entró en depresión y dejó el liceo. La familia tuvo que mudarse de barrio y el sentimiento de culpa invadió a los padres "¿Qué pasó? ¿Qué no vimos?".
La historia fue narrada por Andrea Tuana, directora de la ONG El Paso, que trabaja con situaciones de explotación sexual comercial o no comercial de niñas, niños y adolescentes. Se trata de uno de los casos de grooming que se dieron en el país. Frente a esta irrupción de delitos de explotación infantil en el que media la tecnología, el proyecto de Ley de Violencia de Género, aprobado el 11 de abril por el Consejo de Ministros y que se encuentra en la actualidad a estudio del Parlamento, tipificó este delito, así como el de "difusión de grabaciones de contenido íntimo".
Roberto Balaguer, psicólogo y experto en redes sociales, dijo a El País que estos casos son más frecuentes de lo que se cree, más en tiempos en los que para un adolescente no tener celular es como estar fuera de la vida social. Los adultos que realizan grooming utilizan fotos de perfil falsas de otros jóvenes, manipulan a los menores y se aprovechan de su necesidad de afecto o autoestima. "Más o menos entre el 20% o 25% de los jóvenes te dicen que aceptan a alguien (en Facebook) aunque no lo conozcan. Los criterios para aceptar a una persona en esas edades muchas veces tienen que ver con el aspecto físico". Un problema es que cuando los jóvenes quedan atrapados en esta situación en ocasiones no recurren a los adultos porque sienten que hacerlo es pasar por una segunda vergüenza. "Se recomienda apoyarse en su grupo de amigos para que acudan al adulto que sea más confiable, que hagan las denuncias, que tomen las medidas para tener pruebas".
Si bien para Delitos Informáticos lo fundamental es el control paterno de lo que hace el menor en las redes sociales, Balaguer considera que hay que apostar a la educación y desestimó el uso de sistemas de control parental en internet, ya que esto es mucho más difícil en la era de los celulares. "Hoy hay cuentas como Instagram o Snapchat que están manejadas por los jóvenes y los padres no tienen acceso. Lo que se hace en las redes sociales tiene que ser tema de conversación, que no queden los jóvenes solos tomando decisiones". Para Andrea Tuana el mejor control parental es el vínculo y el evitar todo sistema de disciplina a través de la dominación. "Eso hace que nuestros hijos aprendan a ser sometidos".

Para Luis Purtscher, presidente del Comité Nacional para la Erradicación de la Explotación Sexual Comercial y No Comercial de la Niñez y la Adolescencia (Conapees), influye en este problema la consideración que tiene el mundo adulto sobre los menores. "Hay una construcción social de carácter publicitario que muestra a los niños y adolescentes como objetos de consumo, sobre todo respecto al cuerpo de las mujeres. Los adolescentes no generan una imagen de sí mismos que los adultos no estén generando".

Culpabilización de la víctima.

Karina Núñez es una trabajadora sexual de Young. Un día un camionero al que conocía le mostró, como algo gracioso, el video de dos menores con poses sugestivas que le había llegado al grupo de WhatsApp que tenía con sus colegas. Se trataba de dos adolescentes que estaban haciendo dedo en Paysandú para ir a su pueblo y un camionero le dijo que las llevaba si le dejaban filmar algo "calentito". "La falta de información de los camioneros es tremenda, pero nunca he visto que les hicieran una capacitación y sensibilización", afirmó Núñez.
Si bien la pornografía infantil afecta a menores de todas las clases sociales, siempre son más vulnerables los niños y adolescentes que tienen mayor desprotección a nivel familiar, indicó Tuana. Entre las modalidades de delito que la experta ha visto a lo largo de los años se encuentra la captación de jóvenes en situaciones de vulnerabilidad, a los que se les ofrece dinero para sacarse fotos sin ropa, que deriva en ocasiones al pago por otro tipo de actos sexuales; el ofrecimiento para que actúen en supuestas películas, que implicarían trasladarse a otro punto del país o el exterior; la filmación de videos pornográficos con adolescentes que son distribuidos por una red barrial; adultos que se hacen pasar por fotógrafos y se acercan a liceos ofreciéndoles a los adolescentes hacerse un book de publicidad y terminan realizando material pornográfico. De acuerdo a Tuana, debe haber muchísimos más casos de los que no se tiene conocimiento. "Sabemos que en Uruguay operan redes de trata y de explotación sexual de niñas, niños y adolescentes que muchas veces coinciden con el narcotráfico", añadió.

Para Tuana, un aspecto crucial a tener en cuenta es que una vez que se hace la denuncia, la respuesta judicial y policial suele ser muy revictimizadora. "De alguna manera se culpa a esas adolescentes, con frases tipo pero en la filmación se las veía muy contentas y se minimiza el accionar de los abusadores. Se mira a los jóvenes desde una mirada conservadora y como personas que engañan, que incitan. También juega el prejuicio de clase". Para la abogada Alicia Deus, presidenta del colectivo Infancia Adolescencia Ciudadana (Iaci), en general hay una gran impunidad en todos los delitos sexuales porque se investigan mal y poco. "La pornografía infantil no tanto, porque se le da trascendencia sobre todo cuando son redes internacionales, entonces viene la exigencia de investigación desde el exterior", explicó. "Los delitos sexuales se consideran delitos de segunda categoría. Y además son solo investigados a instancias de parte, no de oficio, como la mayor parte de los delitos".
July Zabaleta, del Ministerio del Interior, informó que se está trabajando en un protocolo específico de investigación de situaciones de explotación sexual de niñas, niños y adolescentes, como el que se tiene en la actualidad para violencia doméstica. "Queremos una investigación criminal basada en que la víctima no sea tomada como un objeto de prueba sino como sujeto de derechos, que hagas toda la investigación tratando de molestar menos y evitar revictimizar a las víctimas. Por ejemplo, en este protocolo establecemos que en el momento que la víctima declara se disponga de mecanismos tecnológicos para que esa entrevista sea vista por el juez y el abogado sin que el menor tenga que estar repitiendo una y otra vez el relato".

Otro aspecto al que se apunta es a detectar prácticas de abuso que están naturalizadas. "Hay lugares donde es muy común que una chiquilina viva con un señor muchísimos años más grande porque el señor la ayuda", señaló. Por otro lado, se apunta a que pueda haber un registro correcto de los casos de explotación sexual porque esta falta de estadísticas ayudan a invisibilizar el problema. Lo que se pretende es que las causas que, por ejemplo, son caratuladas con denominaciones como "atentado violento al pudor" u "omisión inherente a la patria postestad" puedan ser registradas como "explotación sexual" si los hechos ocurren en ese contexto.

Procesado por delito de proxenetismo.

Dos hombres fueron procesados con prisión el martes, involucrados en delitos de proxenetismo y tenencia y porte de armas. Uno de ellos, de 40 años, era el ideólogo y contaba con dos antecedentes penales: por proxenetismo (por el que se lo volvió a procesar) y por un delito de "Contribución a la explotación sexual de menores". Salió de la cárcel hace siete meses, según el auto de procesamiento de la jueza Julia Staricco. Reclutaba jóvenes a partir de avisos clasificados pidiendo modelos para acompañar empresarios o para la TV, pero luego les decía que era para tener relaciones sexuales. El otro hombre, de 56 años, conocido personal trainer de la televisión, fue procesado por porte y tenencia ilegal de armas. Este habría tenido relaciones sexuales con las mujeres captadas a cambio de hacerlas famosas.

"Se me cortó el trabajo: la gente dice que le da cosa".

Javier de los Santos tiene 51 años y pasó 35 años de su vida recorriendo el país junto a su hermano gemelo René en el Dúo Cantaclaro. Hasta agosto del año pasado las cosas iban más que bien: se encontraban en el "mejor momento" de sus carreras, e incluso tenían varios contratos de publicidad. Todo cambió la noche del viernes 14 de agosto de 2015, cuando René fue detenido en Salto y procesado por "retribución o promesa de retribución a personas menores de edad para que ejecuten actos sexuales o eróticos de cualquier tipo".
El músico envió a una menor de 14 años videos de él manteniendo relaciones sexuales con otra joven y le ofreció dinero para que la adolescente le mandara fotos eróticas. La madre de la menor, expareja del folclorista, lo denunció. "Yo soy el otro", repite una y otra vez Javier de los Santos, al punto que estas cuatro palabras parecen haberse convertido en el leitmotiv de su vida. "A partir de agosto del año pasado se cortó todo", dijo a El País. De acuerdo al cantante nacido en Tacuarembó, desde el procesamiento de su hermano casi no ha vuelto a cantar en público, a excepción de unas pocas ocasiones en que sus amigos lo contrataron.

"Al ser gemelo tengo que trabajar con la cara del otro. He intentado trabajar en otras cosas y me dijeron que no, pese a que necesitan gente, por la situación de mi hermano. En este momento dependo de la ayuda de mis otros hermanos y mi señora trabaja. Una de mis hijas empezó la facultad este año y quiere trabajar para ayudar a la familia. A veces no tiene para el boleto". Javier comentó que su principal vía de ingresos, las fiestas privadas, se cortó porque a las personas "le da cosa" la situación."Salgo a la calle y muchas veces tengo que explicarle a la gente mire que soy el otro. El hecho de ser gemelo es una mochila bastante pesada".
René está preso en Tacuarembó y Javier vive en la Costa de Oro, por lo que no ve mucho a su hermano, quien recibió una sentencia de tres años y medio. "Yo sé que cometió un error, él se da cuenta que lo que hizo perjudicó a mucha gente. Hubo dos tipos de justicia, la oficial y la pública, de las redes sociales, y los medios. "Fueron pocos los que dijeron Javier no tiene nada que ver".

OPERATIVOS MUNDIALES RECIENTES.

Operación Sirte.

El dato de que varias direcciones IP uruguayas bajaban pornografía infantil de las redes P2P Ares y eMule llegó desde Alemania en noviembre de 2015 a la Dirección General de Crimen Organizado e Interpol. El 13 de mayo fueron procesados cuatro hombres de 49, 47, 45 y 34 años. Uno de ellos reconoció que descargaba pornografía infantil desde 1996 y que se consideraba un "coleccionista" de este material, según consta en el auto de procesamiento. "Me excito y me masturbo, yo estoy en tratamiento psiquiátrico... Entiendo que no está bien descargarlo porque alguien le hizo algo a algún niño para bajarlo", declaró. Otro de los detenidos, que tenía unos 20 videos y mil fotos, sostuvo que la primera vez que consumió este material fue cuando le saltó en la red de la que bajaba música un video con niñas rusas. "Garantizo que nunca más voy a bajar, reconozco que estuve mal. Enseguida les dije a los muchachos: No me digan que es por el eMule´". Un tercer detenido aseveró: "Yo no quiero ser un monstruo". Luego de las pericias informáticas, la jueza José María Gómez concluyó que "la difusión se encuentra ínsita en la modalidad informática utilizada pues esos programas implican no solo la descarga sino que están destinados para compartir y divulgar archivos". Por ese motivo pudieron ser procesados con prisión.

"Sin fronteras".

La mayor operación contra la pornografía infantil en América se produjo en 15 países en simultáneo e implicó 60 detenciones, más de 700 equipos incautados y cuatro menores rescatados en México y Chile, según informó BBC. En Uruguay fueron detenidos cuatro hombres (dos residían en Montevideo, otro en Minas y un cuarto en Rosario) que contaban con 320 mil fotos y 45 mil videos con pornografía infantil que era descargada de la red Ares. En la computadora de uno de ellos se encontraron más de 130 Gb de pornografía infantil, de niños de entre 1 a 12 años siendo abusados sexualmente por adultos, según aparece en el auto de procesamiento. Otro de los detenidos expresó que él no compartía archivos pero que al estar conectado cualquier otro usuario podía acceder a estos. 
Añadió que cuanto más compartía, más rápido podía bajar archivos. Un tercer detenido dijo que por el chat de Ares otras personas le pasaban material, así como direcciones de donde obtener pornografía infantil. La jueza Julia Staricco procesó a los detenidos con prisión porque "aun cuando su finalidad última no era la difusión, sus archivos eran compartidos por otros usuarios para poder bajar ellos nuevos archivos de manera más rápida".

MENORES INVISIBLES PARA LOS ADULTS

Un debe respecto a las víctimas de explotación sexual infantil es la falta de un servicio de atención especializado, señaló Andrea Tuana, directora de la ONG El Paso. “Son casos muy difíciles de intervenir, necesitás una gran cantidad de recursos humanos para que esos menores tengan contención. Trabajar con la comunidad, con las instituciones. Es uno de los puntos más débiles de nuestro país. Al sistema político no le importa. Los niños, niñas y adolescentes son invisibles, no molestan, no son los que te van a robar a la estación de servicio. Y, además, están cumpliendo una función social, que es la de la mercantilización del cuerpo y de la sexualidad. Esta sociedad es la que produce varones que compran sexo”, dijo.
“El Estado no dispone de servicios de atención, los que tiene son más que nada para trabajar violencia doméstica. En Montevideo hay un pequeño grupo que se llama Travesías, que trabajan espectacularmente bien, pero son muy poquitos”, agregó.
Luis Purtscher, presidente del Comité Nacional para la Erradicación de la Explotación Sexual Comercial y No Comercial de la Niñez y la Adolescencia (Conapees) del INAU reconoció que hacen falta “recursos humanos, generar nuevos dispositivos de atención, más campañas de sensibilización, un contacto más cercano con los territorios”.
Purtscher explicó que a Travesías se agregan equipos itinerantes en el interior, y que el INAU planea tener referentes en violencia en cada departamento.

Tuana señaló que la violencia doméstica o el abuso sexual intrafamiliar se encuentra muchas veces en las historias de los menores víctimas de explotación sexual de cualquier tipo. “Muchos te dicen ‘algo se quebró en mí, si sufrí todo esto, salir a la calle y dejarme sacar una foto me genera un beneficio y yo lo controlo’”. Ese beneficio puede ser una recarga de celular, un vaquero, una cena en un restaurante.