La noticia se supo en enero de 2016, pero en
Uruguay pasó inadvertida: el FBI desbarató en Estados Unidos el sitio
web Playpen, dedicado a la pornografía infantil, con 215 mil miembros
registrados. Una vez detectada la página, los investigadores lograron
rastrear la dirección IP (número de conexión a una red) de 1.300
ordenadores y detener a 137 personas. Esta semana los coletazos de este
operativo llegaron a Uruguay: ocho personas fueron detenidas el
miércoles, luego de que Estados Unidos informara a la Dirección General
de Lucha Contra el Crimen Organizado e Interpol sobre ciudadanos
uruguayos que utilizaban esta página, informó a El País la jueza Julia
Staricco, a cargo de la investigación. Son hombres, la mayoría
residentes en Montevideo y algunos del interior, que quedaron en
libertad hasta que la Policía determine mediante el análisis de sus
computadoras si solo consumían este material o si también lo difundían.
En Uruguay el almacenamiento y la visualización de pornografía infantil
no son penados, algo que difiere de la normativa de otros países y que
genera controversia.
El operativo del FBI tiene dos particularidades. La
primera es que el sitio Playpen se encontraba alojado en el TOR, uno de
los principales portales de la "internet profunda", donde navegan miles
de personas que no quieren que los buscadores como Google rastreen sus
movimientos. Allí convive un universo oscuro, que va desde la venta de
armas y el sicariato al espionaje. La segunda particularidad es que para
atrapar a los usuarios de Playpen el FBI hackeó la página y la
administró durante dos semanas. En Uruguay se trata de la primera vez
que se producen detenidos por pornografía infantil a partir de la red
TOR.
Los ochos uruguayos detenidos engrosan una lista que ha
crecido en los últimos años en el país al ritmo de la difusión de
internet. Sin embargo, este delito no implica solo estos casos, sino
también los generados por una práctica conocida como grooming ("embaucamiento
de personas menores de edad con fines sexuales por medios
tecnológicos") o las situaciones presenciales en las que un adulto
produce imágenes de un menor con fines eróticos o sexuales, como sucedió
en febrero con el director de una agencia de modelos de Montevideo que
hacía desnudar a los menores, los manoseaba y filmaba videos.
El fenómeno, al que muchos califican de pandemia, es
tema de preocupación en todo el mundo. La semana pasada la Justicia de
Estados Unidos procesó por este delito al actor de la serie Glee, Mark Salling y en Argentina se halló el cuerpo de una niña de 12 años que fue asesinada por un hombre que hacía grooming en Facebook, que contactó a más de 1.500 niñas.
En Uruguay, la ley 17.815 de 2004 entiende la
pornografía infantil como la producción, distribución y divulgación de
material que contiene la imagen o cualquier otra forma de representación
de menores de edad, o mayores de edad "incapaces", en "actividades
sexuales explícitas, reales o simuladas", o "la representación de sus
partes genitales con fines primordialmente sexuales o eróticos". La ley
castiga la fabricación o producción de material pornográfico con dos a
seis de prisión, el comercio y la difusión con uno a cuatro años, y el
facilitamiento de la comercialización y difusión con seis meses a dos
años.
En 2015 se registraron en Uruguay unas 500 denuncias
por pornografía infantil, un 20% más que en 2014, y hubo 22 personas
procesadas, informó Winston Rodríguez, encargado de Delitos Informáticos
de la Dirección General de Lucha contra el Crimen Organizado e
Interpol. Estas cifras se refieren a los casos que llegan a esta
división, que por lo general son a través de la información que
suministran otros países, de las denuncias que arriban a través de los
juzgados o de personas que llaman a la Interpol. No hay estadísticas
globales que establezcan todos los casos de pornografía infantil que se
denuncian en el país.
Este año (el año policial comienza en diciembre) se
han acumulado unas 100 denuncias en Delitos Informáticos, pero ha habido
más procesamientos, alrededor de 23 o 24, algo que Rodríguez atribuye a
una mayor celeridad de respuesta de las redes sociales para los casos
de grooming y a la experiencia acumulada del equipo. "Si bien
la víctima está dentro del territorio, la red social está en Estados
Unidos. El proceso que causa eso es muy largo, es el mayor problema que
tenemos".
Alrededor de un 98% de los casos que trabaja Delitos
Informáticos, implican a personas que bajan pornografía infantil de de
redes P2P (Peer-to-peer, de intercambio de archivos entre
usuarios), como eMule y Ares, y la comparten. Esto sucedió en dos casos
recientes: una es la "Operación Sirte", por el que se procesaron a
cuatro hombres, luego de que Alemania alertara de usuarios que
intercambiaban material pornográfico infantil desde Uruguay. La otra fue
la "Operación sin Fronteras", realizada el 10 y 11 de diciembre del año
pasado, la mayor operación contra pornografía infantil en América. En
Uruguay fueron detenidas cuatro personas.
De acuerdo a un informe de 2011-2012 de la
Universidad Católica en torno a la descarga de material pornográfico
infantil desde Ares en 10 países de América Latina, los uruguayos fueron
los que más bajaron este tipo de archivos de internet en esos años. La
investigación, que se hizo utilizando un programa informático llamado
Florencio, indicó que en el año 2011 de cada 20 mil habitantes en el
país con acceso a internet 2,35 bajaron material pornográfico y en 2012
lo hicieron 2,8 habitantes. El promedio de los otros países era mucho
menor: 0,93% en 2011 y 0,57% en 2012.
De acuerdo a Rodríguez, en este tipo de redes,
cuanta más información tenga o intercambie el usuario de pornografía,
mayor es el prestigio. "Lo que se ve es que son personas muy retraídas,
que viven encerradas en su mundo virtual, y según lo que ellos dicen,
aman o ven de forma diferente a los menores. En su mayoría son hombres
de entre 30 y 50 años".
Delitos Informáticos cuenta con un equipo de ocho
personas. En 2015 se realizaron unas 2 mil denuncias a esta división y
este año van 350. Los delitos incluyen el hackeo, la sextorsión
(chantaje a partir del envío de imágenes de contenido erótico) y el phishing
(ardid para robar datos personales simulando ser una página conocida
por el usuario). En el caso de la pornografía infantil, Rodríguez no
especificó el tipo de procedimientos que utilizan para atrapar a los
sospechosos, aunque señaló que usan "todas las herramientas que estén en
el marco legal".
Kepa Paul Larrañaga, experto español en internet y
derechos de la infancia, explicó a El País que en España existe un
paquete de medidas en contra del cibercrimen, entre las que se encuentra
el "agente encubierto en Internet" y la "monitorización remota de
dispositivos electrónicos", que "consiste en utilizar técnicas validadas
de hackeo para monitorizar y perseguir ciber-delincuentes". Ambas
modalidades requieren de autorización judicial. Larrañaga explicó que
una dificultad a la hora de investigar es que muchas veces el material
pornográfico se comparte en foros cerrados y para entrar en estos "se
debe de tener credibilidad y hay que entrar aportando material
delictivo".
En España, como en muchos otros países, se castiga la
visualización de material pornográfico.
Para July Zabaleta, directora de la división
Políticas de Género del Ministerio del Interior, también se debería
penar en Uruguay. "Hay gente que tiene almacenada un montón de
pornografía, pero como no le pudiste comprobar que la haya compartido no
se la puede procesar. Si no existiera demanda no existiría quien
quisiera realizar pornografía infantil".
El fantasma del grooming.
Él la agregó a su red social y ella aceptó. Él ganó
su confianza y ella se enamoró. Él le pidió que le enviara fotos
sugestivas y ella lo hizo. En determinado momento él empezó a
presionarla con cosas que a ella no le gustaron y ella quiso cortar el
vínculo. Ese fue el principio de una pesadilla para esta menor de edad
uruguaya. El hombre la amenazó y le dijo que si no seguía con él iba a
crear un blog para subir todas sus fotos. No sólo hizo eso sino que le
hackeó el mail y mandó las imágenes a todos los contactos de la joven.
La chica le contó lo sucedido a los padres y se hizo la denuncia, pero
el hombre vivía en España y nunca fue atrapado. Delitos Informáticos
logró desactivar el blog, pero el daño ya estaba hecho. La joven entró
en depresión y dejó el liceo. La familia tuvo que mudarse de barrio y el
sentimiento de culpa invadió a los padres "¿Qué pasó? ¿Qué no vimos?".
La historia fue narrada por Andrea Tuana, directora
de la ONG El Paso, que trabaja con situaciones de explotación sexual
comercial o no comercial de niñas, niños y adolescentes. Se trata de uno
de los casos de grooming que se dieron en el país. Frente a esta
irrupción de delitos de explotación infantil en el que media la
tecnología, el proyecto de Ley de Violencia de Género, aprobado el 11 de
abril por el Consejo de Ministros y que se encuentra en la actualidad a
estudio del Parlamento, tipificó este delito, así como el de "difusión
de grabaciones de contenido íntimo".
Roberto Balaguer, psicólogo y experto en redes
sociales, dijo a El País que estos casos son más frecuentes de lo que se
cree, más en tiempos en los que para un adolescente no tener celular es
como estar fuera de la vida social. Los adultos que realizan grooming utilizan
fotos de perfil falsas de otros jóvenes, manipulan a los menores y se
aprovechan de su necesidad de afecto o autoestima. "Más o menos entre el
20% o 25% de los jóvenes te dicen que aceptan a alguien (en Facebook)
aunque no lo conozcan. Los criterios para aceptar a una persona en esas
edades muchas veces tienen que ver con el aspecto físico". Un problema
es que cuando los jóvenes quedan atrapados en esta situación en
ocasiones no recurren a los adultos porque sienten que hacerlo es pasar
por una segunda vergüenza. "Se recomienda apoyarse en su grupo de amigos
para que acudan al adulto que sea más confiable, que hagan las
denuncias, que tomen las medidas para tener pruebas".
Si bien para Delitos Informáticos lo fundamental es
el control paterno de lo que hace el menor en las redes sociales,
Balaguer considera que hay que apostar a la educación y desestimó el uso
de sistemas de control parental en internet, ya que esto es mucho más
difícil en la era de los celulares. "Hoy hay cuentas como Instagram o
Snapchat que están manejadas por los jóvenes y los padres no tienen
acceso. Lo que se hace en las redes sociales tiene que ser tema de
conversación, que no queden los jóvenes solos tomando decisiones". Para
Andrea Tuana el mejor control parental es el vínculo y el evitar todo
sistema de disciplina a través de la dominación. "Eso hace que nuestros
hijos aprendan a ser sometidos".
Para Luis Purtscher, presidente del Comité Nacional
para la Erradicación de la Explotación Sexual Comercial y No Comercial
de la Niñez y la Adolescencia (Conapees), influye en este problema la
consideración que tiene el mundo adulto sobre los menores. "Hay una
construcción social de carácter publicitario que muestra a los niños y
adolescentes como objetos de consumo, sobre todo respecto al cuerpo de
las mujeres. Los adolescentes no generan una imagen de sí mismos que los
adultos no estén generando".
Culpabilización de la víctima.
Karina Núñez es una trabajadora sexual de Young. Un
día un camionero al que conocía le mostró, como algo gracioso, el video
de dos menores con poses sugestivas que le había llegado al grupo de
WhatsApp que tenía con sus colegas. Se trataba de dos adolescentes que
estaban haciendo dedo en Paysandú para ir a su pueblo y un camionero le
dijo que las llevaba si le dejaban filmar algo "calentito". "La falta de
información de los camioneros es tremenda, pero nunca he visto que les
hicieran una capacitación y sensibilización", afirmó Núñez.
Si bien la pornografía infantil afecta a menores de
todas las clases sociales, siempre son más vulnerables los niños y
adolescentes que tienen mayor desprotección a nivel familiar, indicó
Tuana. Entre las modalidades de delito que la experta ha visto a lo
largo de los años se encuentra la captación de jóvenes en situaciones de
vulnerabilidad, a los que se les ofrece dinero para sacarse fotos sin
ropa, que deriva en ocasiones al pago por otro tipo de actos sexuales;
el ofrecimiento para que actúen en supuestas películas, que implicarían
trasladarse a otro punto del país o el exterior; la filmación de videos
pornográficos con adolescentes que son distribuidos por una red barrial;
adultos que se hacen pasar por fotógrafos y se acercan a liceos
ofreciéndoles a los adolescentes hacerse un book de publicidad y
terminan realizando material pornográfico. De acuerdo a Tuana, debe
haber muchísimos más casos de los que no se tiene conocimiento. "Sabemos
que en Uruguay operan redes de trata y de explotación sexual de niñas,
niños y adolescentes que muchas veces coinciden con el narcotráfico",
añadió.
Para Tuana, un aspecto crucial a tener en cuenta es
que una vez que se hace la denuncia, la respuesta judicial y policial
suele ser muy revictimizadora. "De alguna manera se culpa a esas
adolescentes, con frases tipo pero en la filmación se las veía muy
contentas y se minimiza el accionar de los abusadores. Se mira a los
jóvenes desde una mirada conservadora y como personas que engañan, que
incitan. También juega el prejuicio de clase". Para la abogada Alicia
Deus, presidenta del colectivo Infancia Adolescencia Ciudadana (Iaci),
en general hay una gran impunidad en todos los delitos sexuales porque
se investigan mal y poco. "La pornografía infantil no tanto, porque se
le da trascendencia sobre todo cuando son redes internacionales,
entonces viene la exigencia de investigación desde el exterior",
explicó. "Los delitos sexuales se consideran delitos de segunda
categoría. Y además son solo investigados a instancias de parte, no de
oficio, como la mayor parte de los delitos".
July Zabaleta, del Ministerio del Interior, informó
que se está trabajando en un protocolo específico de investigación de
situaciones de explotación sexual de niñas, niños y adolescentes, como
el que se tiene en la actualidad para violencia doméstica. "Queremos una
investigación criminal basada en que la víctima no sea tomada como un
objeto de prueba sino como sujeto de derechos, que hagas toda la
investigación tratando de molestar menos y evitar revictimizar a las
víctimas. Por ejemplo, en este protocolo establecemos que en el momento
que la víctima declara se disponga de mecanismos tecnológicos para que
esa entrevista sea vista por el juez y el abogado sin que el menor tenga
que estar repitiendo una y otra vez el relato".
Otro aspecto al que se apunta es a detectar
prácticas de abuso que están naturalizadas. "Hay lugares donde es muy
común que una chiquilina viva con un señor muchísimos años más grande
porque el señor la ayuda", señaló. Por otro lado, se apunta a que pueda
haber un registro correcto de los casos de explotación sexual porque
esta falta de estadísticas ayudan a invisibilizar el problema. Lo que se
pretende es que las causas que, por ejemplo, son caratuladas con
denominaciones como "atentado violento al pudor" u "omisión inherente a
la patria postestad" puedan ser registradas como "explotación sexual" si
los hechos ocurren en ese contexto.
Procesado por delito de proxenetismo.
Dos hombres fueron procesados con prisión el martes,
involucrados en delitos de proxenetismo y tenencia y porte de armas.
Uno de ellos, de 40 años, era el ideólogo y contaba con dos
antecedentes penales: por proxenetismo (por el que se lo volvió a
procesar) y por un delito de "Contribución a la explotación sexual de
menores". Salió de la cárcel hace siete meses, según el auto de
procesamiento de la jueza Julia Staricco. Reclutaba jóvenes a partir de
avisos clasificados pidiendo modelos para acompañar empresarios o para
la TV, pero luego les decía que era para tener relaciones sexuales. El
otro hombre, de 56 años, conocido personal trainer de la televisión, fue
procesado por porte y tenencia ilegal de armas. Este habría tenido
relaciones sexuales con las mujeres captadas a cambio de hacerlas
famosas.
"Se me cortó el trabajo: la gente dice que le da cosa".
Javier de los Santos tiene 51 años y pasó 35 años de
su vida recorriendo el país junto a su hermano gemelo René en el Dúo
Cantaclaro. Hasta agosto del año pasado las cosas iban más que bien: se
encontraban en el "mejor momento" de sus carreras, e incluso tenían
varios contratos de publicidad. Todo cambió la noche del viernes 14 de
agosto de 2015, cuando René fue detenido en Salto y procesado por
"retribución o promesa de retribución a personas menores de edad para
que ejecuten actos sexuales o eróticos de cualquier tipo".
El músico envió a una menor de 14 años videos de él
manteniendo relaciones sexuales con otra joven y le ofreció dinero para
que la adolescente le mandara fotos eróticas. La madre de la menor,
expareja del folclorista, lo denunció. "Yo soy el otro", repite una y
otra vez Javier de los Santos, al punto que estas cuatro palabras
parecen haberse convertido en el leitmotiv de su vida. "A partir de
agosto del año pasado se cortó todo", dijo a El País. De acuerdo al
cantante nacido en Tacuarembó, desde el procesamiento de su hermano casi
no ha vuelto a cantar en público, a excepción de unas pocas ocasiones
en que sus amigos lo contrataron.
"Al ser gemelo tengo que trabajar con la cara del
otro. He intentado trabajar en otras cosas y me dijeron que no, pese a
que necesitan gente, por la situación de mi hermano. En este momento
dependo de la ayuda de mis otros hermanos y mi señora trabaja. Una de
mis hijas empezó la facultad este año y quiere trabajar para ayudar a la
familia. A veces no tiene para el boleto". Javier comentó que su
principal vía de ingresos, las fiestas privadas, se cortó porque a las
personas "le da cosa" la situación."Salgo a la calle y muchas veces
tengo que explicarle a la gente mire que soy el otro. El hecho de ser
gemelo es una mochila bastante pesada".
René está preso en Tacuarembó y Javier vive en la
Costa de Oro, por lo que no ve mucho a su hermano, quien recibió una
sentencia de tres años y medio. "Yo sé que cometió un error, él se da
cuenta que lo que hizo perjudicó a mucha gente. Hubo dos tipos de
justicia, la oficial y la pública, de las redes sociales, y los medios.
"Fueron pocos los que dijeron Javier no tiene nada que ver".
OPERATIVOS MUNDIALES RECIENTES.
Operación Sirte.
El dato de que varias direcciones IP uruguayas
bajaban pornografía infantil de las redes P2P Ares y eMule llegó desde
Alemania en noviembre de 2015 a la Dirección General de Crimen
Organizado e Interpol. El 13 de mayo fueron procesados cuatro hombres de
49, 47, 45 y 34 años. Uno de ellos reconoció que descargaba pornografía
infantil desde 1996 y que se consideraba un "coleccionista" de este
material, según consta en el auto de procesamiento. "Me excito y me
masturbo, yo estoy en tratamiento psiquiátrico... Entiendo que no está
bien descargarlo porque alguien le hizo algo a algún niño para bajarlo",
declaró. Otro de los detenidos, que tenía unos 20 videos y mil fotos,
sostuvo que la primera vez que consumió este material fue cuando le
saltó en la red de la que bajaba música un video con niñas rusas.
"Garantizo que nunca más voy a bajar, reconozco que estuve mal.
Enseguida les dije a los muchachos: No me digan que es por el eMule´".
Un tercer detenido aseveró: "Yo no quiero ser un monstruo". Luego de las
pericias informáticas, la jueza José María Gómez concluyó que "la
difusión se encuentra ínsita en la modalidad informática utilizada pues
esos programas implican no solo la descarga sino que están destinados
para compartir y divulgar archivos". Por ese motivo pudieron ser
procesados con prisión.
"Sin fronteras".
La mayor operación contra la pornografía infantil en
América se produjo en 15 países en simultáneo e implicó 60 detenciones,
más de 700 equipos incautados y cuatro menores rescatados en México y
Chile, según informó BBC. En Uruguay fueron detenidos cuatro hombres
(dos residían en Montevideo, otro en Minas y un cuarto en Rosario) que
contaban con 320 mil fotos y 45 mil videos con pornografía infantil que
era descargada de la red Ares. En la computadora de uno de ellos se
encontraron más de 130 Gb de pornografía infantil, de niños de entre 1 a
12 años siendo abusados sexualmente por adultos, según aparece en el
auto de procesamiento. Otro de los detenidos expresó que él no compartía
archivos pero que al estar conectado cualquier otro usuario podía
acceder a estos.
Añadió que cuanto más compartía, más rápido podía bajar
archivos. Un tercer detenido dijo que por el chat de Ares otras
personas le pasaban material, así como direcciones de donde obtener
pornografía infantil. La jueza Julia Staricco procesó a los detenidos
con prisión porque "aun cuando su finalidad última no era la difusión,
sus archivos eran compartidos por otros usuarios para poder bajar ellos
nuevos archivos de manera más rápida".
MENORES INVISIBLES PARA LOS ADULTS
Un debe respecto a las víctimas de explotación
sexual infantil es la falta de un servicio de atención especializado,
señaló Andrea Tuana, directora de la ONG El Paso. “Son casos muy
difíciles de intervenir, necesitás una gran cantidad de recursos humanos
para que esos menores tengan contención. Trabajar con la comunidad, con
las instituciones. Es uno de los puntos más débiles de nuestro país. Al
sistema político no le importa. Los niños, niñas y adolescentes son
invisibles, no molestan, no son los que te van a robar a la estación de
servicio. Y, además, están cumpliendo una función social, que es la de
la mercantilización del cuerpo y de la sexualidad. Esta sociedad es la
que produce varones que compran sexo”, dijo.
“El Estado no dispone de servicios de atención, los
que tiene son más que nada para trabajar violencia doméstica. En
Montevideo hay un pequeño grupo que se llama Travesías, que trabajan
espectacularmente bien, pero son muy poquitos”, agregó.
Luis Purtscher, presidente del Comité Nacional para
la Erradicación de la Explotación Sexual Comercial y No Comercial de la
Niñez y la Adolescencia (Conapees) del INAU reconoció que hacen falta
“recursos humanos, generar nuevos dispositivos de atención, más campañas
de sensibilización, un contacto más cercano con los territorios”.
Purtscher explicó que a Travesías se agregan equipos
itinerantes en el interior, y que el INAU planea tener referentes en
violencia en cada departamento.
Tuana señaló que la violencia doméstica o el abuso
sexual intrafamiliar se encuentra muchas veces en las historias de los
menores víctimas de explotación sexual de cualquier tipo. “Muchos te
dicen ‘algo se quebró en mí, si sufrí todo esto, salir a la calle y
dejarme sacar una foto me genera un beneficio y yo lo controlo’”. Ese
beneficio puede ser una recarga de celular, un vaquero, una cena en un
restaurante.