Y a la vez nos preguntamos: ¿cómo es posible que siga habiendo explotación de niños y niñas en nuestro país?, ¿es posible acabar con la trata de seres humanos?,
Los niños y niñas también son víctimas de trata
Los datos y las estadísticas nos cuentan la historia oficial, y esta es que la trata estaría principalmente protagonizada por mujeres víctimas de explotación sexual, identificadas en contextos de prostitución. Sin embargo, la historia real de la trata es otra, y los niños y niñas explotados también son víctimas.
Desconocer ese aspecto nos lleva a desvincular a la infancia de la trata de personas, aunque poco a poco vamos teniendo conocimiento de esa realidad gracias a las entidades que se ocupan de las víctimas, o incluso a través de los medios de comunicación. Cada vez son más frecuentes noticias sobre niños retenidos por adultos, informaciones que los implican en adicciones y tráfico de drogas, o en “relaciones románticas destructivas”, aunque todas ellas con un mismo patrón: no incluyen referencia alguna a la trata de seres humanos.
Lo que mejor define a la trata de seres humanos es la explotación de la vulnerabilidad de una persona concreta, más allá de la edad. Ya sea por una red criminal, su propia familia, un supuesto novio o una compatriota, se va a aprovechar la situación de la víctima para cubrir una demanda y sacar un beneficio económico.
Puede ser a través del servicio doméstico, en clubs de prostitución, con la mendicidad organizada, el transporte de drogas, en el campo o en un taller. En cualquiera de estos casos, lo que tienen en común sus víctimas es que han perdido el control sobre sus vidas y están controladas por quienes los explotan.
Una herramienta para la estimación de las víctimas
Convencidos de la importancia de los datos para mejorar cualquier situación, desde UNICEF estamos trabajando, junto al Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones (IUEM) de la Universidad Pontificia Comillas, para que la historia de la trata en España tenga unas cifras y un lenguaje común.
Es necesario que las distintas culturas profesionales de quienes luchan para erradicarla y trabajan con sus víctimas, manejen los mismos criterios a la hora de definir qué se considera “explotación”, “víctima”, “modos de captación”, etc., todos ellos conceptos que determinan que una persona sea considerada o no víctima de trata y, por tanto, tenga que ser protegida y sus derechos reconocidos.
Para generar datos que aporten a esta historia que queremos contar, hemos desarrollado una herramienta de estimación de víctimas según las recomendaciones de la Agencia de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), que ya se ha utilizado en países de nuestro entorno.
Para probarla, hemos observado los datos disponibles de la Comunidad de Madrid*, y en este contexto la herramienta revela que apenas se estarían atendiendo el 26% de personas vinculadas a procesos de trata, dejando al 74% restante oculto o invisible a los ojos de las organizaciones, autoridades y de la sociedad en general.
En lo que respecta a los niños, niñas y adolescentes, entre 2015 y 2019 los distintos organismos y entidades detectaron a 85 víctimas menores de edad; sin embargo, los cálculos estiman que ese número ascendería hasta los 571 en la Comunidad de Madrid, lo que significaría que no hemos sabido mirar a 486 niños y niñas que estaban siendo explotados.
La tecnología utilizada para aumentar la protección
La tecnología tiene un papel cada vez mayor en la explotación de personas. Los tratantes utilizan las redes sociales como método de captación de personas, una nueva forma de explotación online que ha surgido con fuerza, y las transacciones monetarias ligadas a la explotación se hacen con tecnología imposible de rastrear, lo que impide la persecución de los delincuentes.
Sin embargo, la tecnología también puede estar a nuestro favor para cubrir lagunas y abordar algunos de los numerosos retos que se nos plantean. Así, frente a las dificultades que muchas de las víctimas enfrentan, como la protección de sus datos, probar la filiación de sus hijos, abrir una cuenta bancaria como solicitante de asilo, etc., la tecnología nos brinda posibilidades para reforzar a la persona como titular de sus datos y facilitar la autogestión de su identidad.
A través de una nueva plataforma creada con tecnología blockchain y puesta a disposición de todos los agentes claves en la lucha contra la trata y la atención a sus víctimas, pretendemos aumentar la protección de toda esa información personal tan delicada, sobre la que solo podrán mandar las víctimas.
Conocer los datos reales es clave para acabar con la trata
Volviendo a la pregunta inicial, podemos decir que la explotación de seres humanos está claramente imbricada con la forma en que nuestras sociedades y economías se organizan, y no parece fácil acabar con ella si seguimos con la lógica de cubrir servicios con mano de obra barata y sin derechos.
Sin embargo, podríamos afirmar que el principio del fin de la trata pasa por poder contar la historia completa, ya que solo conociendo la realidad a la que nos enfrentamos podremos adoptar medidas para frenar la explotación y proteger a las víctimas. ¡Y en esa dirección estamos trabajando muchas organizaciones como UNICEF!
Sirva este post también para agradecer a todos aquellos que han compartido su experiencia y formas de hacer las cosas, junto a los que hemos estado trabajando para conseguir ese lenguaje común. Los espacios de reflexión conjunta y la innovación tecnológica también son fundamentales en la lucha contra la trata de personas y la adecuada atención a sus víctimas.
*Datos proporcionados por Fiscalía, Guardia Civil, CITCO y entidades que atienden a víctimas.
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