Existe
un consenso en reconocer la importancia del juego y de las prácticas
corporales y motrices como determinantes del desarrollo integral de la
infancia en relación con procesos sociales culturales e identitarios.[1]
Así como el juego ha sido por muchas décadas objeto de discusión en las
ciencias sociales desde distintos abordajes (históricos sociológicos
pedagógicos y psicológicos), el movimiento -y el sedentarismo como falta
de actividad física- se ha identificado como una preocupación creciente
en las sociedades actuales;[2] esto se evidencia a partir de problemáticas enmarcadas en contextos como:
La necesidad de movimiento El juego, el deporte y la recreación resultan claves para el desarrollo integral de la infancia. El ejercicio de estos derechos potencia habilidades personales como la cooperación, el trabajo en equipo, la resolución de problemas, el pensamiento crítico, la conciliación de intereses, la recuperación de acontecimientos traumáticos,[11] además de que favorece la promoción de la salud y la prevención de enfermedades.[12] El periodo de la infancia y la adolescencia resulta fundamental para la generación de patrones de actividad corporal y motriz, lo cual otorga un potencial transformador a las experiencias en relación al juego y al movimiento en esta etapa.[13] Considerando la importancia del espacio público como ámbito de socialización en la infancia, también se ha remarcado la potencialidad del juego como catalizador en la apropiación y transformación de la ciudad por parte de los/as niños/as; en este sentido, el juego materializa una forma amplia de expresión y de participación ciudadana.[14] En este marco, la garantía de estos derechos interpela a las familias entorno a la importancia de las actividades al interior del hogar, pero también implica una responsabilidad del Estado para garantizar condiciones que permitan el desarrollo de actividades al aire libre, a través de espacios adaptados para la infancia en sus distintas etapas de desarrollo (primera infancia, infancia y adolescencia). La inequidad no es un juego En muchos contextos el derecho al juego todavía se encuentra subvalorado, convirtiendo a las prácticas lúdicas en expresión de inequidades sociales, económicas, educativas y territoriales.[15] En este sentido, puede ser valorado como un indicador que permite analizar la acción de los Estados y la sociedad en general en relación a las condiciones de bienestar y calidad de vida de niños, niñas y adolescentes. Desde Equidad para la Infancia queremos resaltar la importancia del derecho al juego a partir de una reflexión que tome en cuenta los contextos y situaciones que determinan su pleno ejercicio. Una mirada que profundice en la incidencia de las desigualdades en la infancia, permite analizar las posibilidades diferenciadas de acceso que brindan nuestras sociedades en materia de infraestructuras adecuadas, ambientes y prácticas saludables. La garantía del derecho al juego, al deporte, a la recreación, a la vida activa y a la salud requiere políticas públicas que brinden recursos, tiempos y espacios para los/as niños/as y sus familias, sobre todo en los sectores con mayores vulnerabilidades. |
[1]
El reconocimiento del derecho al juego se ha cristalizado tanto en la
Convención Internacional de los Derechos del Niño (CDN), como muchas de
las legislaciones nacionales en América Latina. Vea cómo ha quedado
reconocido formalmente en algunas de los países América Latina en: http://www.equidadparalainfancia.org/el-reconocimiento-formal-del-derecho-al-juego/
[2]
La necesidad de impulsar más oportunidades y espacios para el
desarrollo de actividades físicas en la infancia, se ha identificado
como una preocupación creciente en los países de la región, debido al
aumento del sedentarismo y sus consecuencias en la salud, pero también a
partir de las posibilidades de la vida activa como medio de
socialización, integración y cooperación social. Vea algunos ejemplos
en: http://www.equidadparalainfancia.org/politicas-publicas-para-impulsar-la-actividad-fisica-en-la-infancia/
[3]
Según la Organización Mundial de la Salud en los países con economías
emergentes la prevalencia de sobrepeso y obesidad infantil entre los
niños en edad preescolar supera el 30%. Se estima que sin intervención
de políticas públicas específicas, los niñ@s con sobrepeso se mantendrán
obesos durante la infancia, la adolescencia y la edad adulta,
aumentando las probabilidades de generar cardiopatías o enfermedades
crónicas que reducirían la calidad de vida y su potencial desarrollo.
OMS (2015) En: http://www.equidadparalainfancia.org/obesidad-y-sobrepeso-en-la-infancia/
[4]
“Los jóvenes están frente a una pantalla un tercio de su existencia,
mucho más tiempo que el que comparten con personas reales… las pantallas
han desplazado en un 18 % al estudio, en un 13 % a la lectura, en un 17
% a los deportes y en un 17 % a las actividades sociales con la
familia…” Tal como reflexiona Antonio Franco desde Ecuador, el uso
intensivo de estos equipos evidencia que los comportamientos de los
jóvenes y las estrategias para llegar a ellos, han cambiado y que es
necesario entenderlas para enfrentar esta nueva realidad. Franco (2013) http://www.equidadparalainfancia.org/el-uso-de-la-tecnologia-en-la-infancia-y-adolescencia/
[5]
Tal como señala la publicación del Centro Nacional de Educación
Ambiental (CENEAM – España): “La casa blindada, la casa con dobles
ventanas, con rejas y tapias, la casa que se esconde de la calle y que
busca sistemas privados de seguridad no sólo no contribuye a la
seguridad colectiva, sino que comienza a generar islas de inseguridad en
su entorno. Este divorcio entre lo de “adentro” y lo de “afuera” rompe
ese diálogo necesario entre espacio privado y público para crear
confianza y permitir que éste sea habitado por menores…” CENEAM (2009)
En: http://www.equidadparalainfancia.org/hagan-sitio-por-favor-la-reintroduccion-de-la-infancia-en-la-ciudad/
[6]
En muchas de las ciudades de la región existe un déficit de espacios
públicos para el juego y es que no sólo se trata de colocar juegos en
espacios citadinos, es necesario también considerar una serie de medidas
adicionales para el desarrollo de la infancia en la ciudad; pero tal
como señala Eduardo Lugo Laguna, en ciudades como la mexicana Puebla, el
espacio público vecinal es un ámbito desatendido, Laguna (2013) En: http://www.equidadparalainfancia.org/derechos-de-los-ninos-y-espacios-jugables/
[7]
El panorama regional en relación a la infraestructura y condiciones
para la realización de actividades físicas en la escuela es heterogénea.
El porcentaje de alumnos que asisten a escuelas con campos deportivos
todavía muestra importantes brechas en la región: en Argentina solo el
44,8% de los/as niños/as cuentan con espacios para practicar deportes en
sus colegios; en Uruguay 47%; Brasil 53,3%; Perú 69,8%; Chile 80,7%.
UNESCO (2008). En: http://www.equidadparalainfancia.org/una-mirada-al-interior-de-las-escuelas-primarias/
[8]
De acuerdo Luz Chapela, el tiempo y los espacios urbanos contemporáneos
esconden una violencia inaudita derivada de la casi absoluta exclusión
económica (y por lo tanto política, social, jurídica, ecológica,
cultural, étnica o lingüística) de poblaciones vulnerables. Chapela
(2007) http://www.equidadparalainfancia.org/ciudades-inhospitas/
[9]
Habitar ciertos territorios puede acarrear desigualdades urbanas y
procesos estigmatizantes; en este sentido, Gabriel Kessler analiza en
qué medida la estigmatización territorial genera privaciones específicas
en la población y cómo agrava otras ya existentes. Kesler (2012) En: http://www.equidadparalainfancia.org/las-consecuencias-de-la-estigmatizacion-territorial-reflexiones-a-partir-de-un-caso-particular/
[10]
De acuerdo con las investigaciones de Javier Auyero: “…los pobres no
respiran el mismo aire, toman la misma agua, ni juegan en el mismo
terreno que otros”. Auyero (2011). En: http://www.equidadparalainfancia.org/sufrimiento-ambiental-e-infancia-entrevista-javier-auyero/ y http://www.equidadparalainfancia.org/la-otra-inclusion-social/
[11]
El deporte, el juego y la recreación contribuyen a un buen estado
físico, bienestar mental y a la interacción social. UNICEF (2004) En: http://www.equidadparalainfancia.org/deporte-recreacion-y-juego/
[12]
La inactividad física se considera el cuarto factor de riesgo de
mortalidad más importante en el mundo, por tanto la OMS insiste en la
importancia de la actividad física para la salud desde los primeros años
de vida. OMS (2010). En: http://www.equidadparalainfancia.org/recomendaciones-mundiales-sobre-actividad-fisica-para-la-salud/
[13]
UNESCO propone la alfabetización física desde la educación preescolar
hasta el nivel secundario, como puntapié inicial para la formación de
ciudadanos con mayor confianza en sí mismos, mayor control y
coordinación, a través de programas que fomenten el juego activo diario
en pos de un desarrollo humano integral. UNESCO (2015). En: http://www.equidadparalainfancia.org/educacion-fisica-de-calidad/
[14]
Cristina Bloj considera la potencialidad del juego como catalizador en
la apropiación de la ciudad por parte de los niñ@s y su participación en
la transformación del espacio público, a partir de la experiencia
rosarina de “la Ciudad de los niños”. Bloj (2015) En: http://www.equidadparalainfancia.org/ciudades-e-infancia-juego-participacion-y-derechos/
[15]
De acuerdo con Cristina Bloj, el derecho al juego y la recreación se
encuentra subvalorado por ser un “derecho cultural”. Bloj (2015) En: http://www.equidadparalainfancia.org/ciudades-e-infancia-juego-participacion-y-derechos/
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