HDIA, Hablando de Infancia y Adolescencia: Blog GSIA con información y reflexión sobre la realidad que viven millones de niñas, niños y adolescentes en el mundo.
La pérdida de un ser querido por suicidio es un suceso
muy doloroso, tanto para los niños como para los adultos. Reconociendo
esta realidad, el Instituto de la Mente Infantil (Child Mind Institute) ofrece las siguientes recomendaciones para ayudar a niños y adolescentes a responder a una pérdida dolorosa de un modo saludable:
Es fundamental hablar del suicidio de forma clara,
pero sin proporcionar detalles a los niños y adolescentes sobre el
método específico del suicidio. Docentes y padres deben transmitir
mensajes consistentes, para reducir la confusión, la información errónea
y el “secretismo”.
El suicidio debe explicarse en términos de un trastorno
psiquiátrico no tratado. En ocasiones, las personas ocultan el dolor
emocional, incluso de aquellos que son más cercanos, lo que dificulta la
ayuda. Es esencial no dramatizar o “sensacionalizar” el suicidio, pero no evitar hablar de ello.
Los padres deben animar a su hijo o hija a hablar sobre lo que ha oído y lo que está pensando al respecto,
escuchándole sin juzgar. Es importante continuar verificando sus dudas,
dado que a los niños les lleva tiempo procesar las experiencias
perturbadoras, y puede que, más adelante, tenga preguntas importantes
que hacerle. Si bien en el caso de los adolescentes, es posible que
prefieran hablar de ello sus amigos, los padres deben transmitirles su
interés por sus inquietudes y preocupaciones.
Si un niño o niña tiene depresión o tiene antecedentes
de tentativa de suicidio antes del suceso, es prioritario que los padres
tengan esta conversación, y no la eviten porque sea difícil hablar de
ello o y porque les preocupe que su hijo/a pueda sentirse peor. Es fundamental ayudarle a exteriorizar sus pensamientos y sentimientos, haciéndole ver la conexión entre ambos.
En estos casos, cabe señalar que hablar sobre el suicidio no
incrementará el riesgo de que el niño/a con antecedentes previos pueda
llegar a cometer otro intento, al contrario: hablar de ello, disminuye
el riesgo.
Algunos niños pueden sentir culpabilidad, llegando a
pensar que podrían haber hecho algo para evitar el suicidio de su
compañero/a. Hay que hacerles saber que este es un sentimiento común:
cuando una pérdida es muy difícil de aceptar, no podemos evitar pensar
en lo que deberíamos o podríamos haber hecho de manera diferente. Hay
que ayudarles a comprender que no son responsables, en ningún modo, de lo que ha sucedido,
y que cuando sucede algo tan inesperado, el shock inicial tarda un
tiempo en desaparecer, antes de poder comenzar a comprender lo que ha
sucedido y finalmente lo aceptemos.
Es saludable para la comunidad educativa el
responder a una pérdida de esta índole mediante una celebración u
obituario sobre la vida del niño o adolescente que ha fallecido, así
como el poder asistir al funeral, si así lo permite la familia.
A veces, los adolescentes pueden recurrir al consumo de
alcohol y/o drogas u otras conductas de riesgo, como una forma de
enfrentar la pérdida dolorosa. Hay que observarlos de cerca y
explicarles que es normal experimentar una amplia variedad de emociones
intensas (tristeza, enfado, confusión…), y, algunas veces, al mismo
tiempo. Asimismo, es oportuno enseñarles algunas estrategias que les ayuden a controlar estos sentimientos,
tales como hablar de ello con amigos o un adulto de confianza, correr o
realizar otro ejercicio intenso, ejercicios de respiración, permitirse
llorar, etc. Esto es lo que se conoce como “afrontar el problema”, o anticipar posibles dificultades y saber cómo tratarlas.
Hay dos factores clave que están involucrados en el suicidio (y ambos se derivan de la depresión). El primero es tener el deseo de morir,
que surge de pensamientos negativos (por ej., cuando un niño o niña
siente que es una carga, que está completamente solo o que todo el mundo
estará mejor sin él o ella). Para contrarrestar esto, los adultos deben
expresar de forma clara y concisa lo devastador que sería para ellos si
el niño o niña desapareciera de su vida. El segundo factor de riesgo es
la capacidad de morir, que proviene de la planificación y de la
tolerancia al dolor y al miedo. Los niños que cometen autolesiones
presentan un mayor riesgo de suicidio, porque anulan su impulso de
autoconservación y se acostumbran a sentir dolor. En estos casos,
conocer que otros menores se han suicidado y cómo lo han hecho, puede
influir en esta capacidad e incrementar el riesgo de suicidio.
El Instituto concluye recordando que el dolor y la aceptación de una muerte repentina en tales circunstancias lleva tiempo, y no se puede evitar o acelerar este proceso.
Sin embargo, ofreciendo a los niños la oportunidad de compartir sus
sentimientos, podemos ayudarles a recuperarse de un modo saludable.
El Máster Propio en Políticas de Infancia y Adolescencia: Retos actuales ofrece herramientas teórico-prácticas a profesionales o futuros profesionales e investigadores, que permitan conocer e intervenir en el campo social de la infancia, desde una comprensión global de la misma, que se apoya en las aportaciones de los nuevos estudios de infancia y en las orientaciones que emanan de la Convención sobre los Derechos del Niño, de las Naciones Unidas, para las políticas de infancia.
El concepto de infancia ha ido evolucionando a lo largo de la historia. En el siglo XX, especialmente en sus últimos años, se ha prestado mayor atención al desenvolvimiento de los seres humanos en esta etapa de la vida, atención que se ha concretado, entre otras cuestiones, en el interés creciente hacia los derechos de la infancia. En 1989 este proceso se ve reforzado por la aprobación de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los niños y las niñas, que reconoce a las personas menores de 18 años de edad derechos civiles, sociales, económicos, culturales y políticos, derechos de ciudadanía en suma para el colectivo infantil, considerado previamente como puro objeto de protección. En el ámbito de las ciencias sociales se ha producido también una transformación. Desde un enfoque sociológico se considera que la infancia es un espacio temporal en la trayectoria de vida de las personas, y también el espacio social definido para el desarrollo de la vida de los niños. Se reconoce que también los niños, como grupo social, no sólo pueden actuar, sino que actúan de hecho, y se relacionan con los demás grupos sociales, modificando, construyendo y contribuyendo a los cambios que se producen en la sociedad. En el nivel internacional, la revisión crítica de los viejos paradigmas aplicados en las llamadas “ciencias del niño” ha conducido a un fructífero desarrollo de los “nuevos estudios de infancia” donde confluyen diferentes disciplinas, además de la sociología: desde el derecho a la pedagogía, desde la economía al trabajo social, desde la antropología a la psicología, con amplias y novedosas contribuciones al conocimiento de los rasgos que caracterizan a la infancia y la adolescencia actualmente. Por fin, desde las distintas instituciones dedicadas a promover el bienestar de la infancia, se viene destacando la necesidad de contar con profesionales amplia y profundamente formados que contribuyan al diseño e implementación de las políticas sociales, bien sean éstas promovidas por organismos internacionales, Administraciones públicas o por las diferentes organizaciones no gubernamentales que actúan en el país o en la cooperación internacional. Con la creación del Máster en Políticas de Infancia y Adolescencia se pretende responder a una demanda creciente de capacitación en el área del diseño y aplicación de políticas de infancia, con especial atención a temas como vulnerabilidad, inmigración, espacio urbano, participación, derecho a la salud y la educación, bienestar y protección jurídico-social de la infancia, indicadores y métodos de investigación Así, este Master viene a rellenar un vacío que existe en España, en comparación con el desarrollo que los nuevos estudios de infancia y la formación en Derechos del Niño vienen experimentando en otros países, facilitando: La formación de nuevos especialistas o investigadores. La posibilidad de realizar intercambios con otras universidades de nuestro entorno geográfico o cultural. La asociación con proyectos de investigación transversales sobre la situación de los niños y adolescentes en distintos contextos.
El Comité de los Derechos del Niño (Naciones Unidas)
recomienda a España la formación de profesionales.
En sus Observaciones finales sobre los informes periódicos quinto y sexto combinados de España expresa reiteradamente la necesidad de que los profesionales que trabajan en administraciones públicas, instituciones, empresas o servicios a la infancia y la adolescencia posean una formación adecuada sobre los derechos humanos de los niños. Así recomienda al Estado que: 16. c) Imparta a los profesionales que trabajan con los niños y para ellos formación sobre la manera de determinar el interés superior del niño. 17. b) Promueva los conocimientos de los profesionales de distintos ámbitos que trabajan con los niños y para ellos, incluidos los jueces y fiscales de familia, e imparta programas de formación acerca de los derechos del niño y de la aplicación del derecho del niño a ser escuchado, entendido como un derecho y no como una obligación. 31. c) Imparta formación permanente de buena calidad a todo el personal docente en las clases ordinarias y vele por que se presten un apoyo individual suficiente y la debida atención a los niños con dificultades de aprendizaje. 43. b) Impartir a todos los profesionales que intervienen en cuestiones de protección internacional y de migración formación sobre la Convención, los derechos del niño y el deber de proteger a los niños que solicitan protección internacional.
El Máster en Políticas de Infancia y Adolescencia: Retos actuales
ofrece un programa formativo que satisface ampliamente
las recomendaciones del Comité de los Derechos del Niño.
Con solo 16 años, Manuela Martín lucha para que los líderes
mundiales escuchen el grito de auxilio de las generaciones más jóvenes,
que en pocos años sufrirán los efectos del cambio climático. Aunque sabe
que ya es demasiado tarde para pararlo, insiste en que aún estamos a
tiempo de paliar sus consecuencias. Pero hay que actuar ya. Espera que
la próxima huelga mundial del clima en septiembre sea un punto de
inflexión.
Digna representante de su generación, la Generación Z
, Manuela Martín deja cada viernes sus clases de 4º de la ESO para
reclamar a los líderes mundiales medidas inmediatas que frenen el cambio
climático y les aseguren un planeta para ellos y sus descendientes.
Con apenas 16 años Manuela lo tiene claro. A pesar de no tener acceso
a la Administración ni a las instituciones, ni siquiera edad para
votar, si los jóvenes no alzan la voz ahora, cuando tengan posibilidad de intervenir ya será demasiado tarde.
Activista del movimiento global Jóvenes por el clima, es consciente de que “no se puede frenar o parar el cambio climático, aunque sí que podemos intentar mitigar algunos de sus efectos”. “En España vamos a sufrirlo y todavía no somos conscientes de ello”, añade Manuela.
La juventud le hace ser optimista e insiste en que hay esperanza.
“No es el fin del mundo, estamos a tiempo”, confiesa Manuela. La buena
noticia es que la gente está tomando conciencia de esta crisis climática:
“Los ciudadanos mayores empiezan a ver la necesidad de dejar un mundo
mejor para sus hijos, que son los que realmente van a sufrir el cambio
climático”.
En lucha
Las reclamaciones de los jóvenes se personalizan en la joven sueca
Greta Thumberg, que inició en Estocolmo el pasado verano el movimiento
Fridays for Future. El 15 de marzo de 2019 se dio el
pistoletazo de salida para la lucha en España. Ese día, miles de
personas salieron a la calle de decenas de ciudades con un manifiesto
por delante y un lema por bandera: “La lucha contra el cambio climático no puede esperar. No hay planeta B”.
Manuela hace un llamamiento para la próxima gran convocatoria.
“Esperamos que la huelga mundial que va a haber en septiembre sea
descomunal. Que no haya un solo político en el mundo que no nos escuche
gritar que queremos un planeta, porque no va a haber otro“.
Es un movimiento que comenzó en agosto de 2018. Greta Thunberg
se sentó frente al parlamento sueco todos los días escolares durante
tres semanas para protestar contra la falta de acción contra la crisis
climática. Ella publicó lo que estaba haciendo en Instagram y Twitter y
pronto se volvió viral.
El 8 de septiembre de ese año, Greta decidió continuar golpeando
todos los viernes hasta que las políticas suecas proporcionaran un
camino seguro por debajo de los 2 grados centígrados, es decir, uno de
los objetivos del Acuerdo de París de 2015.
Su iniciativa inspiró a jóvenes del todo el globo, que comenzaron a
seguir su ejemplo y a reivindicar la lucha por un mundo que, como rezan
su consignas, "no se puede reemplazar".
Corría 2011. Soplaba el viento a favor de la primavera árabe.
Murtaja Qureiris apenas tenía diez años cuando, en una concentración de
chiquillos con bicicletas, lanzó megáfono en mano una súplica: "El
pueblo reclama derechos humanos". Por aquel episodio fue detenido tres
años después y ahora, recién cumplida la mayoría de edad, se enfrenta a
la pena capital, con la petición del fiscal de que su cuerpo sea
sometido a la crucifixión pública y la desmembración.
"Murtaja es, sin duda, la víctima más joven de
un sistema judicial saudí que descaradamente incumple la legislación
internacional", reconoce a EL MUNDO Maya Foa, directora de la ONG
británica Reprieve. "Hay otros muchos jóvenes en el corredor de la muerte saudí,
con un riesgo inminente de ejecución por ejercitar su derecho a la
libertad de expresión. Los socios occidentales del reino deberían exigir
justicia para todos ellos", comenta.
Murtaja se ha convertido en el enésimo icono del calvario que sufren quienes desafían a la monarquía saudí del príncipe heredero Mohamed bin Salman. El joven procede de una provincia del este de Arabia Saudí y
creció en una familia de activistas de la minoría chií, que denuncia
décadas de marginación. Su hermano Ali murió en la represión
gubernamental de una de las marchas que han tomado la calle desde 2011,
al calor de las revueltas que sacudieron la región y que fueron
sofocadas con la complicidad occidental a través de una renovada oleada
de autoritarismo.
El menor fue detenido en septiembre de 2014 pero
la fiscalía general saudí no presentó cargos en su contra hasta tres
años después. Entre las acusaciones, figuran participar en protestas
antigubernamentales, asistir al funeral de su hermano, estar en posesión
de armas de fuego, arrojar cócteles molotov contra una comisaría, y
enrolarse en una organización terrorista. Murtaja, trasladado a un centro de detención juvenil, pasó su primer mes entre rejas en confinamiento solitario.
"Hay al menos seis menores ejecutados el pasado abril"
Su
defensa denuncia que fue forzado a ofrecer una confesión con la promesa
falsa de que sería puesto en libertad. Lejos de recobrarla, en mayo de
2017 fue conducido a un centro penitenciario de adultos. Las autoridades
no le permitieron contactar con un abogado hasta la primera vista de su
juicio, celebrada el pasado agosto ante una corte especializada en
delitos de terrorismo. Según Amnistía Internacional, la petición del
fiscal es que sea condenado a pena capital -habitualmente por
decapitación- y sometido a la "crucifixión", un término empleado por los
tribunales locales para referirse a la exposición pública del cuerpo
tras el degollamiento.
Su más que probable futuro en el corredor
de la muerte ha suscitado ahora la alarma internacional. "No hay
vulneraciones más graves de la legislación internacional que la
ejecución de un niño. Al pedir la pena capital para Murtaja, poco
después de ejecutar a otras personas que fueron arrestadas cuando eran
adolescentes, el régimen saudí está publicitando su impunidad ante el
mundo", denuncia Foa.
Murtaja Qureiris, en el centro de la imagen, en una captura del vídeo de 2011 difundido
"Junto
a Murtaja, las vidas de otros tres menores de edad, Dawud al Marhun,
Ali al Nimr y Abdalá al Zaher corren peligro por la brutalidad del
Gobierno", agrega Adubisi. El caso más conocido es precisamente el de Al
Nimr, de 24 años y sobrino de Nimr al Nimr,
un reformista chií ejecutado a principios de 2016 por liderar las
protestas pacíficas que recorrieron la provincia saudí de Al Qatif
exigiendo el fin de la discriminación a la minoría chií del país y una
reforma constitucional.
A finales de abril Riad ejecutó a 37 presos en seis ciudades del reino. Las víctimas eran, en su mayoría, miembros de la maltratada minoría chií
y habían sido condenados por espionaje, violencia, terrorismo y
participación en manifestaciones. Entre los enviados al cadalso, se
encontraban tres súbditos que fueron arrestados cuando eran menores. "La
información que manejamos nos indica que otros menores son candidatos a
sumarse a la lista de condenados a muerte", admite Adubisi.
Confesiones extraídas bajo tortura
En
todos los casos -subraya el activista-, se cumplió el mismo patrón.
"Los menores fueron ejecutados después de confesiones extraídas bajo
tortura y coerción. La mayoría fueron acusados por protestar y reclamar
derechos y han sido privados de cualquier derecho legal. Algunos ni
siquiera han tenido oportunidad de reunirse con un letrado", detalla.
Las
recientes ejecuciones han concitado la condena internacional para un
país que aún arrastra el descrédito por el asesinato del periodista
saudí Jamal Khashoggi en
el consulado saudí en Estambul. Según Human Rights Watch, 139 personas
fueron ejecutadas en el reino el pasado año. En lo que va de 2019, 110
personas han corrido la misma suerte. Riad alega que la aplicación de la
pena capital "solo puede ser impuesta para los delitos más graves y
tras someterse a los controles más estrictos".
Un argumento que rechazan las organizaciones de derechos humanos. "Las autoridades saudíes tienen un escalofriante historial de uso de la pena de muerte como arma para aplastar la disidencia
política y castigar a los manifestantes antigubernamentales, incluidos
menores de la perseguida minoría chií del país", denuncia Lynn Maalouf,
directora de investigación de Amnistía Internacional en Oriente Próximo.
Un decapitación que ahora sobrevuela sobre el sombrío porvenir del
pequeño Murtaja.
Con motivo de la conmemoración del Día Universal de los Derechos de la Infancia
la Plataforma de Infancia, en colaboración con el Ministerio de
Sanidad, Consumo y Bienestar Social organiza, desde hace más de 10 años,
actividades para la formación, toma de conciencia y divulgación de los
derechos de niñas, niños y adolescentes recogidos en la Convención sobre
los Derechos del Niño.
Este año la Convención sobre los Derechos del Niño cumple 30 años y, para celebrarlo, queremos contar un año más, con la participación de niñas, niños y adolescentes,
y reivindicar que sus opiniones deben ser consideradas en todos los
temas que les afectan, porque las decisiones que se tomen ahora
comprometen su presente y su futuro.
Por eso, lanzamos el proceso participativo “Cumplimos 30”, para que niños, niñas y adolescentes puedan trabajar las propuestas que se presentarán el 20 de noviembre en el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social con motivo del Día de la Infancia. Para ello, desde la Plataforma de Infancia hemos desarrollado una Guía para Educadores, e impartiremos talleres
a aquellos grupos que lo soliciten. Además, recopilaremos todas las
conclusiones y demandas de los chicos y chicas y las elevaremos a los
organismos competentes para que sean tenidas en cuenta.
Para participar en el proceso y solicitar talleres, es necesario realizar una prescripción a través del formulariohasta el 15 de septiembre.
Calendario para el proceso ¡Cumplimos 30!
Inscripción a las actividades y/o talleres: hasta el 15 de septiembre.
Confirmación de los talleres (daremos preferencia a las organizaciones miembro de la Plataforma de Infancia): del 16 al 20 de septiembre
Ejecución de las actividades: desde la confirmación de inscripción hasta el 15 de octubre.
Envío de conclusiones de las actividades: hasta el 15 de octubre.
La información completa de la convocatoria, materiales, participantes, puede encontrarse en la web www.diadelainfancia.es
MÁSTER Políticas de Infancia y Adolescencia: Retos actuales
Escuela de Gobierno (Universidad Complutense de Madrid) ABIERTO EL PLAZO DE INSCRIPCIÓN
Presentación
El concepto de infancia ha ido evolucionando a lo largo de la historia. En el siglo XX, especialmente en sus últimos años, se ha prestado mayor atención al desenvolvimiento de los seres humanos en esta etapa de la vida, atención que se ha concretado, entre otras cuestiones, en el interés creciente hacia los derechos de la infancia.
Por fin, desde las distintas instituciones dedicadas a promover el bienestar de la infancia, se viene destacando la necesidad de contar con profesionales amplia y profundamente formados que contribuyan al diseño e implementación de las políticas sociales, bien sean éstas promovidas por organismos internacionales, Administraciones públicas o por las diferentes organizaciones no gubernamentales que actúan en el país o en la cooperación internacional.
Con la creación del Máster en Políticas Sociales de Infancia y Adolescencia se pretende responder a una demanda creciente de capacitación en el área del diseño y aplicación de políticas de infancia, con especial atención a temas como vulnerabilidad, inmigración, espacio urbano, participación, derecho a la salud y la educación, bienestar y protección jurídico-social de la infancia, indicadores y métodos de investigación
Así, este Máster viene a rellenar un vacío que existe en España, en comparación con el desarrollo que los nuevos estudios de infancia y la formación en Derechos del Niño vienen experimentando en otros países, facilitando:
La formación de nuevos especialistas o investigadores.
La posibilidad de realizar intercambios con otras universidades de nuestro entorno geográfico o cultural.
La asociación con proyectos de investigación transversales sobre la situación de los niños y adolescentes en distintos contextos.
Estructura del PROGRAMA:
BLOQUE I: Perspectivas teóricas en los estudios de infancia (7 créditos)
Sociología de la Infancia en España
Teorías de infancia y sociedad
Calidad de vida y bienestar subjetivo en la infancia
La infancia como agente en la sociedad digital y su relación con las nuevas tecnologías
BLOQUE II: Políticas y derechos de los niños (7,5 créditos)
Modulo 2.1. Bienestar social y políticas sociales:
Modulo 2.2. Derechos de infancia:
BLOQUE III. Métodos de investigación e intervención con infancia (10,5 créditos)
Modulo 3.1. Métodos de investigación con infancia
Modulo 3.2. Métodos de intervención con infancia
BLOQUE IV. El derecho a la educación, la salud y una vida digna (8,5 créditos)
Modulo 4.1. El derecho a la educación
Modulo 4.2. El derecho a la salud
Modulo 4.3. El derecho a una vida digna
BLOQUE V. Infancia y adolescencia en un mundo urbano, globalizado e hiperconectado (6,5 créditos)
Modulo 5.1. La infancia en un mundo globalizado
Modulo 5.2. La vida de los niños, niñas y adolescentes en la ciudad
Modulo 5.3. La infancia en la era de internet
BLOQUE PRÁCTICO (20 créditos)
Elaboración y defensa de una tesis de fin de máster
El Master en Políticas de Infancia y Adolescencia: Retos actuales ofrece un programa formativo que satisface ampliamente las recomendaciones del Comité de los Derechos del Niño.
Perfil del estudiante
a) Profesionales del ámbito de la infancia, en los servicios públicos, la empresa o el tercer sector que en la actualidad ya están trabajando y desean profundizar en estos conocimientos, así como adquirir un Título Propio de Máster de la UCM.
b) Graduados o equivalentes que procedan de titulaciones afines y quieran especializarse en estas materias para ejercer en el futuro su carrera profesional en ellas, así como obtener una titulación de Máster Propio UCM.
c) Investigadores predoctorales y postdoctorales que desean profundizar en la línea de los nuevos estudios de la infancia.
Metodología
Clases teóricas, dirigidas a proporcionar los conocimientos teóricos a los alumnos, mediante un diálogo con el profesor. Clases prácticas, dirigidas al debate y la reflexión de los alumnos para que los conocimientos adquiridos puedan aplicarse en el ámbito profesional. Tutorías individuales, para la orientación del trabajo de fin de Máster.
Duración: Octubre de 2019 a Junio de 2020
Horario: Viernes, de 15.30 a 20.00 h y algunos sábados, de 9.30 a 14.00 h
Lugar: Escuela de Gobierno - Universidad Complutense de Madrid
Información sobre financiación, forma de pago y becas: solicitarla en la siguiente dirección ebrey@ucm.es
Es un placer anunciar la conferencia inaugural del "Máster en Políticas de Infancia y Adolescencia: Retos Actuales" (2019-2020), de la Escuela de Gobierno de la UCM, a cargo de Felipe Morente, Catedrático de Sociología de la Infancia en la Universidad de Jaén.
Dicha intervención acerca de "La imagen actual de la infancia, de la paidolatría a la ciudadanía incierta" será celebrada en la Escuela de Gobierno, en el Campus de Somosaguas de la UCM, el 4 de octubre de 2019, de 15h30 a 17h30, antes de la primera sesión del título.
Si desea asistir, se ruega inscripción mediante el siguiente enlace:
Los pocos chicos que
todavía se dedican a este deporte sufren la presión de un entorno de
desigualdad que asocia la gimnasia a las mujeres.
"Empezamos
a filtrar comentarios tipo 'se le pasaba la tontería con un par de
tortas', pero le acabarían llegando. De 'eres un maricón' o 'eres una
nena'… para arriba", cuenta Anabel, madre de Eneko Lambea, campeón de
España.
Pese a las
carencias y la lentitud con la que ha crecido, nuestro país es ya un
referente para gimnastas masculinos de todo el mundo: "Hay países que
tienen un solo niño intentando cambiar las normas", dice Rubén Orihuela,
primer federado
Eneko empezó a hacer gimnasia rítmica
al tiempo que aprendía a andar. Así lo recuerda su madre, Anabel, que
no vio en ello una diferencia sino una forma de potenciar el desarrollo
psicomotor. "Nació creando, utilizando los espacios y haciendo malabares
con todo lo que tenía en las manos. También tenía una pelota porque su
padre es entrenador de fútbol, pero nunca le llamó la atención". 15 años
después, Eneko Lambea es uno de los gimnastas de más talento en la
rítmica española: oro en la Copa de España, campeón nacional y
representante de España en la primera cita internacional masculina. Una
referencia para otros niños que refleja felicidad sobre el tapiz, pero
también el sufrimiento fuera de él por la presión de un entorno de
desigualdad que parte de la asociación de su deporte a las mujeres.
Aunque
su familia trató de aislarle de comentarios, insultos y situaciones que
pudieran afectarle, el joven vizcaíno ha tenido momentos críticos.
"Como todos los niños que han elegido este camino", apunta Anabel a
eldiario.es. "Todas las familias tenemos historias comunes y lo único
que queremos es que las siguientes generaciones puedan practicar la
gimnasia en igualdad".
Para Eneko el proceso de incorporación a un deporte que a
priori le excluía fue muy natural. En su barrio estaba el Sakoneta, uno
de los mejores clubes, donde también entrenaba su hermana. Con apenas
dos años las entrenadoras vieron potencial en él y crearon un grupo de
iniciación. A los cuatro ya tenía una importante dedicación, y fue
entonces cuando el entorno se volvió hostil.
"Empezamos
a filtrar comentarios tipo 'a estos padres habría que darles un par de
hostias para que saquen a su hijo de ahí' o 'se le pasaba la tontería
con un par de tortas' o 'por culpa de ese niño a mi hijo le está
gustando esto'. Infinidad de cosas hemos tenido que aguantar. Intentamos
que no le llegasen a él, pero qué tontería, le acabarían llegando. De
'eres un maricón' o 'eres una nena'… para arriba". El momento más
difícil llegó a los 13 años, con la explosión de hormonas –como lo
define su madre–. "No quiso dejar la gimnasia, pero sí le afectaban los
comentarios que escuchaba. Con ayuda externa hemos conseguido sacarlo de
ahí y ahora lo tiene muy claro. Él es gimnasia".
Según
datos de la Federación de Gimnasia, en el primer campeonato de España
individual en 2012 participaron 15 gimnastas. Siete años después han
sido 67 los participantes, a los que hay que sumar los 34 de la nueva
Copa de España. Entre los que se han incorporado recientemente está
Ismael Gómez, campeón benjamín en pelota y subcampeón en la
clasificación general. Perteneciente al C.D.Húecar de Cuenca, su padre
Rubén se asombra con la evolución de la gimnasia rítmica masculina en
solo tres temporadas, desde que se inició con siete años.
"En
este poco tiempo ya hay otros dos niños de cinco y seis años que siguen
sus pasos en el club y a nivel nacional hay una enorme diferencia.
Cuando empezamos había dos o tres campeonatos en toda la temporada y
ahora tenemos diez o doce salidas cada año". Como todos los niños que se
sumergen en este deporte, Ismael también ha pasado momentos difíciles,
especialmente en el colegio. "La gimnasia rítmica masculina es
complicada. No está bien vista para un hombre y ha sufrido más insultos
de lo que la gente se imagina. El chaval ha tenido muy malos momentos.
Sus amigas lo adoran y lo quieren, pero los niños no lo ven tan bien".
Sobre
el tapiz se aíslan de esos comentarios y se transforman. "Eneko ahí es
feliz, es su vía de escape. Pero fuera es otra historia", dice su madre.
"Ha tenido que sacar fuerza para entrenar porque los niños dicen
verdaderas brutalidades cuando son pequeños, lo que escuchan en casa, y
luego crecen y hay un boom donde el hombre es hombre, la mujer es mujer, y hay machitos y princesitas.
No sabemos gestionar las diferencias porque no hay educación en las
casas y en el cole. Luego poco a poco van madurando. Ahora algunos de
los compañeros a los que llama 'machitos', los del fútbol, también le
admiran".
Necesidad de referentes
Según los datos del
Consejo Superior de Deportes, en España hay 3.966 hombres federados en
la gimnasia de 41.897, pero al no existir el equipo nacional masculino,
es difícil cuantificar cifras concretas sobre la rítmica como
especialidad masculina. En su afán por crecer, saben que el apoyo entre
ellos es esencial, que cualquier gesto o comentario ayuda a los más
pequeños. Los mayores son conscientes de que pueden suponer un referente
como lo fue para Eneko el valenciano Álvaro Prada, quien le animó a
seguir durante una competición.
"Ahora es él quien se
acerca a los pequeños", relata su madre. "Cuando eres bueno en un
deporte tienes que utilizarlo para mejorar la sociedad, y hacerlo fuera
del tapiz. En casa lo hablamos. Trabajamos para que sea un buen
deportista pero también para cambiar cosas. Tenemos mucho camino por
delante, hay tanto que hacer por la igualdad… Todos los padres que
estamos con niños en la gimnasia tenemos estos problemas. Sabemos que
tenemos que hacer que los que vengan después lo tengan más fácil. Como
hizo Rubén Orihuela, el primer federado, que se partió la cara por dar a
conocer este deporte. Eneko no es consciente de que sea un referente.
Me dice 'mamá, pero qué les voy a decir yo'. Pero sabe que puede marcar
su trayectoria. Tomamos el relevo de Rubén".
Rubén
Orihuela se lanzó a la gimnasia rítmica hace veinte años, cuando nadie
imaginaba que un niño pudiera practicarla. Lo hizo de forma
inconsciente. "Tuve la suerte de ser un ignorante", comenta. Tenía 11
años y realmente no sabía que los chicos no la practicaban, que no
existía. "Simplemente pensaba que donde yo entrenaba no había niños pero
que si mejoraba algún día me encontraría con otros. Con el tiempo te
das cuenta y entonces vienen las dificultades. Era un sueño, pero era
muy complicado tener un sueño cuando no puedes ver que alguien lo ha
hecho, no puedes tener referentes. Te gustaría volar, vale, pero ¿has
visto a alguien volar alguna vez?"
Entrenador desde
2010 y especialmente desde su retirada en 2018, Rubén Orihuela trata de
aconsejar y ayudar. "Cuando te reúnes con ellos o te escriben, miras
atrás. Recuerdo cómo viví ese momento en el que me está preguntando, por
el que está pasando, y pienso en qué puedo colaborar". Lo hace también
en su gimnasio, donde ya hay algún niño. "Estos chicos son muy valientes
solo con el hecho de ir cada día, compartir espacio con tantísimas
niñas y todo lo que repercute por detrás… Aunque tenga solo uno o dos
niños llenan el espacio. Es muy diferente, aman lo que hacen. Hay muchas
niñas que hacen gimnasia porque sus padres les apuntan porque es lo que
toca, porque es lo normal y después ya ves si le gusta. El niño que
decide hacer gimnasia está teniendo una lucha tremenda en su vida, y
sabes que va a dar todo en cada entrenamiento".
Los gimnastas se fijan en España
Pese
a las carencias y la lentitud con la que ha crecido, España es ya un
referente para gimnastas masculinos de todo el mundo. La Federación
Internacional –muy influenciada por las potencias de Rusia o Japón– no
concibe que los hombres puedan practicar esta especialidad. Gimnastas de
Italia, Francia o Sudamérica toman España como referencia. "Vivimos un
poco al margen de lo que dicen", explica Anabel. "Este año ha sido el
primer torneo en Ámsterdam y han ido Eneko, Álvaro y Javier con otros
dos chicos franceses. Conocemos que hay alguno en Grecia, en Estados
Unidos… pero tienen muy poca posibilidad de desarrollarse. Nosotros
estamos mal, porque también hay voces discordantes y mucho miedo al
cambio, pero nada que ver con lo que vemos fuera".
En
ese camino, Rubén Orihuela, primer federado, fue esencial. "Hay países
ahora que se encuentran exactamente igual que cuando empecé yo", dice.
"Tienen un solo niño intentando cambiar las normas. Hay un movimiento,
hay gimnastas en todo el mundo tratando de romper esos moldes. Se ponen
en contacto con entrenadores y gimnastas de aquí para ver cómo pueden
hacerlo. Su camino va a ser más corto que el que pude tener yo, porque
una cosa es iniciar el movimiento y otra es sumarse a él".
Para
cambiar la percepción social sobre su participación en la gimnasia
conocen dos vías: visibilidad y educación. La primera es la sensación de
que lo que no sale en televisión no existe. La segunda, que mientras se
siga imponiendo el fútbol para ellos, habrá pocos cambios. "Hay que
empezar desde los colegios, donde esos profesores pasan tantísimas horas
con los niños", dice Rubén. "Crecemos con lo que vamos escuchando día a
día. Si desde el colegio ya te dicen que los niños juegan al fútbol y
las niñas hacen ballet, vamos a seguir de la misma forma. Es muy
complicado cambiar esto, tenemos que pensar que estamos en una
disciplina que ha cambiado sus normas por completo, que es un movimiento
importante", recalca. "La gimnasia, pese a las licencias, es
minoritaria. Y dentro de eso lo chicos aún más. Son lo último de lo
último", recalca Anabel. "Para cambiar esto tiene que cambiar la
sociedad, pero si hacemos ruido conseguiremos que dejemos de ver como
‘machorra’ a una chica por jugar al rugby o ‘amariconado’ a un niño
porque hace gimnasia".
La infancia es un importante agente de cambio social. Defender la libertad de expresión y el derecho de participación de niñas y niños beneficia al conjunto de la sociedad. Al establecer lugares de expresión, ellos y ellas apuntan problemas y proponen soluciones que, desde diferentes miradas, inciden en nuestro presente, protegiendo el bienestar de todas las personas en el marco de diversidad que conforma el conjunto poblacional. Decir “los niños y niñas y el cambio social” aún provoca en la población adulta incredulidad y sospecha. Se nota en las muecas de los foros y auditorios en las que se conjuran sonrisas complacientes al hablar de los niños y niñas que luchan por lograr cambios sociales y los llevan a efecto. Esa gracia es una risa sin chiste o por un chiste sólo para adultos. Sin embargo, a quienes defendemos no sólo saber enunciar los derechos de las niñas y niños sino permitir que éstas y éstos sean sujetos propietarios de su destino, no nos hace ningún tipo de gracia. No nos resignamos. Insistimos en incidir sobre aquellas noticias que se hacen eco de los cambios producidos cuando los niños y niñas realizan acciones colectivas para reclamar, desautorizar, manifestar, pedir o provocar. Insistimos y nos lo tomamos en serio. No admitimos muecas ni risas, exigimos palabras e interlocución social. Debemos los adultos y las adultas conjurarnos, invocar ese espíritu del cambio de los niños y niñas, simplemente apoyando sus iniciativas. No vale mediar por ellos ni mediar para normar sus conductas para modelar la cautela de quienes ni confían ni creen en sus demandas sociales o personales. Insistiremos en los acuerdos, en provocar pactos con los niños y niñas. A esto se refieren muchos de los comentarios que se pueden leer en esta o en cualquiera de las ediciones anteriores y seguro que futuras de esta revista de prensa. Simplemente a las personas adultas os pedimos ese nivel de atención que supone saber de las noticias sobre las demandas sociales de la infancia y la adolescencia. Más al estar veladas entre el clúster de ruido social. Equipo GSIA.