Delito contra la libertad de dos niños de 17 meses.

La Fiscalía pide un año de cárcel para un periodista por acosar a niños de 17 meses.
El ministerio público quiere que se prohíba al reportero acercarse 
a menos de 500 metros de la casa y otros lugares frecuentados por los menores.
El escrito del Ministerio Público coincide con la jueza de instrucción 
que investigó los hechos.
El periodista (¿?) tendrá que sentarse en el banquillo.


La Fiscalía Provincial de Madrid ha solicitado un año de prisión para el redactor de ok diario Alejandro Entrambasaguas por un supuesto delito de acoso y hostigamiento a dos de los hijos menores del exvicepresidente segundo del Gobierno y candidato a la Comunidad de Madrid, Pablo Iglesias, y la ministra de Igualdad, Irene Montero, en los meses de noviembre y diciembre de 2019. El ministerio público pide también que se le prohíba, durante dos años, acercarse a menos de 500 metros tanto del domicilio como de los lugares frecuentados por los menores.


Por su parte, los dirigentes de Podemos han elevado la petición a una pena de dos años de prisión, a la orden de alejamiento por cinco años y a una compensación económica de 10.000 euros por el “daño moral sufrido”.

La empresa editora del medio digital dirigido por el periodista Eduardo Inda, Dos Mil Palabras S. L., y Alejandro Entrambasaguas habían recurrido el procesamiento, pero la Audiencia Provincial denegó la petición, por lo que el reportero tendrá que sentarse en el banquillo.

Llamadas a la cuidadora
El relato de la Fiscalía añade que el acusado llamó en “reiteradas” ocasiones a María Bárbara de la Cuadra, cuidadora de los hijos de Iglesias y Montero. Primero, acudió a su domicilio en noviembre de 2019. Después de insistir llamando a la puerta de su casa, sin éxito, un vecino de De la Cuadra le dio el número de teléfono de la cuidadora y Entrambasaguas la llamó reiteradamente a lo largo de más de un mes. Entiende el ministerio público que lo hizo para conseguir información de los niños y de la propia De la Cuadra. Ella no atendió las llamadas.

Entrambasaguas también se personó varias veces en el domicilio de Iglesias y Montero, en Galapagar (Madrid), “llamando insistentemente” al telefonillo y a la puerta. Una de ellas fue sorprendido por los escoltas de Iglesias y Montero, a los cuales negó ser periodista y aseguró estar en la zona por curiosidad. Otra, llamó más de siete veces al telefonillo de la casa, según recoge el escrito del Ministerio Público, lo que alertó a los escoltas. En otra ocasión, llevó cámaras de grabación “con el fin de localizar” a los niños u “obtener en su defecto información” de ellos. El acusado preguntó incluso a menores que disfrutaban de zonas infantiles cercanas.

El escrito del Ministerio Público coincide con la jueza de instrucción que investigó los hechos en que el acusado provocó un cambio en las rutinas de los menores. Se modificaron sus horarios, el lugar de entrega y recogida, sus entornos de ocio. Los niños dejaron de salir de la vivienda por temor a que no se preservase su seguridad y su intimidad. La actuación de Entrambasaguas, entiende la Fiscalía, llevó a la cuidadora a dejar su trabajo con los niños, a finales de diciembre de 2019.

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