Diálogos de Saberes y Aprendizajes sobre derechos de participación de NNA: 15 de Octubre: Art. 17 CDN.

 #InvitaciónDNICR: Presentamos programa de nuestro penúltimo "Diálogo de Saberes y Aprendizajes 2020". En esta ocasión abordamos el derecho de los NNA a recibir y acceder a información.  

✅ Si no se ha inscrito no olvide llenar el siguiente formulario: https://bit.ly/3dobSGd  

⁉️ comunicaconrespeto@dnicostarica.org  

DNI Costa Rica,   
Patronato Nacional de la Infancia UNICEF Costa Rica,  
Pani.



Consulta de la UE a los Niños, Niñas y Adolescentes:

para trabajar en sus derechos y lanza una encuesta a niños y niñas.

Wendy Aros-Routman
La Comisión Europea lanza una consulta con niños, niñas y adolescentes para comprender los desafíos a los que se enfrentan y trabajar mejor en la defensa de sus derechos. 

     La encuesta está disponible aquí


    Plazo para rellenarla: 30 de octubre. 


¿Tienen todos los niños y niñas de la Unión Europea las mismas oportunidades? ¿Pueden acceder a todos los servicios esenciales, y lograr su máximo potencial? Garantizar los derechos de la infancia es una prioridad y la Comisión Europea ha decidido preguntar directamente a los niños y niñas la mejor forma de hacerlo partiendo de sus propias experiencias.

Para ello desde UNICEF, junto con tres organizaciones especializadas en infancia (Save the Children, EuroChild, World Vision International y Child Fund Alliance), hemos ayudado a elaborar una encuesta que lanza la Comisión Europea con un objetivo: conocer las experiencias, opiniones y preocupaciones de la infancia y adolescencia europea para comprender mejor los desafíos a los que se enfrentan y ayudar a priorizar y sugerir soluciones.

El organismo europeo está trabajando en dos importantes textos para los niños, niñas y adolescentes:

  1. Una estrategia sobre cómo la UE y los países de la UE pueden proteger mejor los derechos del niño. Los niños, niñas y adolescentes tienen reconocidos los derechos que están descritos en la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño. La Estrategia, que se publicará a principios de 2020, trabajará para que se cumplan todos ellos.
  2. Una iniciativa de Garantía Infantil que trabajará para garantizar que todos los niños, niñas y adolescentes de la UE tengan acceso a todos los servicios que necesitan para que tengan las mismas oportunidades de desarrollarse y alcanzar su máximo potencial. 

Para la elaboración de las preguntas también ha participado la infancia: se ha contado con la ayuda de un grupo de niños, niñas y adolescentes para asegurar que las preguntas sean «adecuadas para los niños y niñas» y tengan sentido.

Todas las aportaciones se recopilarán en un documento que formará parte del desarrollo de la Estrategia de la UE sobre los Derechos del Niño y la Garantía Infantil. La encuesta es anónima, individual y pueden participar niños y niñas a partir de los 11 años, y se tarda en rellenar entre 20 y 30 minutos como máximo. 

El plazo para llenar la encuesta es hasta el 30 de octubre y y su previsión es publicarla a principios de 2021. Los informes, así como la Estrategia y Garantía Infantil finales, se pondrán a disposición del público y se compartirán con todos los niños, niñas y adolescentes que han estado involucrados en el proceso.

  • La encuesta está disponible aquí
  • Plazo para rellenarla: 30 de octubre

Los jóvenes exigen democracia generacional.

 "La lucha de los jóvenes por el clima está diciéndole a tipos de 50 y 60 años
 que no tienen derecho a decidir sobre sus vidas".
Entrevista al investigador Emilio Santiago Muíño, ganador de la primera plaza 
de antropología climática:  “transformaciones antropológicas de la crisis climática"
que ha creado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

 
Emilio Santiago Muiño.
El cambio climático no es solo un asunto ambiental, de un planeta que se calienta. También es una cuestión de la acción y percepción humanas; y abordar el aspecto social parece cada vez más relevante para reconocer y tratar el problema
Así lo muestra que el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) haya creado este año la primera plaza dedicada a analizar las “transformaciones antropológicas de la crisis climática", que acaba de ganar el antropólogo social Emilio Santiago Muíño (Ferrol, 1984).
Desde su nuevo puesto, la tarea del investigador gallego será profundizar en la complejidad social y cultural de fenómenos relacionados con esta crisis ecológica, algo que, avanza, puede abarcar “desde el conflicto por una mina de litio en Cáceres a las asambleas ciudadanas por el clima, el movimiento de los chalecos amarillos, la actividad lobista o aspectos de la vida cotidiana como los hábitos de transporte de los ciudadanos”.

Con su plaza se inicia en el CSIC una línea de investigación de antropología climática ¿Qué es la antropología climática?Podríamos llamar antropología climática a la atención que está presentado la antropología social y cultural al problema de la crisis climática y las transformaciones que impone. Es un campo de trabajo académico, con sus publicaciones o sus proyectos de investigación. Pero también es un enfoque científico de vital importancia para la deliberación ciudadana sobre qué es la crisis climática, cómo nos afecta y qué podemos hacer, prioritariamente para mitigarla, y como plan b para adaptarnos a sus consecuencias.

¿Por qué es importante esto para la ciencia del cambio climático o la acción climática?. 

Sin ciencias sociales, la crisis climática es sencillamente incomprensible. El calentamiento global no es un problema atmosférico. Es un problema social y cultural que se manifiesta “atmosféricamente”. Lo origina un determinado tipo de economía concreta, basada en el crecimiento perpetuo y la quema de combustibles fósiles. También una determinada cosmovisión, unas relaciones de propiedad específica, unas costumbres, unos imaginarios sobre lo que es la tecnología o la vida buena, o unas pautas de consumo insostenibles. Lo gestiona la política, con sus diferentes ideologías, sus luchas de intereses. Y afecta de modo muy desigual en función de si eres rico o pobre, de un país del Norte o del Sur, hombre o mujer, de un grupo cultural dominante o periférico. De hecho, ni siquiera todos los pueblos del mundo conciben la relación con la naturaleza de la misma manera. Esa palabra tal y como nosotros la empleamos, para una parte de la humanidad, carece de sentido. No es una entidad separada de la sociedad que podamos explotar, sino parte de la comunidad en la que se vive. 

Por todo ello, no se puede pensar la insostenibilidad como un problema técnico, de ingeniería. Los datos están ahí, pero la crisis climática es algo mucho más complejo: es un problema social, cultural y político. Y la antropología, como ciencia social que estudia cómo las sociedades presentan modos muy diferentes de interpretar el mundo, y vivirlo en sus prácticas cotidianas, tiene un aporte imprescindible. Sin antropología nuestra comprensión de la crisis climática quedará coja. En lo puramente científico, y también en lo político. En lo científico, por ejemplo, no se puede desconectar la crisis climática del capitalismo. Pero no solo como sistema económico, también como proyecto de civilización. En lo político, por poner otro ejemplo sencillo, si alguien piensa que una iniciativa de mitigación climática podrá funcionar de arriba hacia abajo, sin tener en cuenta cuál es su impacto desde el punto de vista de las comunidades donde se va a implementar, en el mejor de los casos fracasará. Y en el peor, tendrá éxito a costa de imponer un colonialismo climático.

¿Son las movilizaciones de juventud por el clima el movimiento por los derechos civiles del siglo XXI?.

Todas las sociedades humanas son conflictivas. Evolucionan y se transforman, cambian y se adaptan, a través de conflictos, a veces para bien y a veces para mal. Cuando Marx dijo que la historia es la historia de la lucha de clases, captó muy bien la idea, aunque de modo algo reducido, pues no siempre los grupos humanos se enfrentan en forma de clase contra clase. Y sin duda las movilizaciones de los jóvenes por el clima, que son un fenómeno nuevo y esperanzador, son un conflicto que puede transformar nuestra sociedad. En este caso para mejor. Podríamos emparentar esta lucha con la lucha por los derechos civiles, sin duda. Pero también con muchas otras luchas modernas. Por supuesto la lucha ecologista clásica, de la que los jóvenes por el clima suponen una nueva oleada. Pero de alguna manera también con la lucha del movimiento obrero, las luchas antirracistas y decoloniales, la lucha feminista… Todas presentan una fórmula parecida: quienes sufren, quienes pierden por defecto en el orden social y político establecido, se rebelan. Y logran articular una identidad de lucha común, marcando un horizonte de cambios deseables, y entrando en la disputa por el rumbo que debe tomar la sociedad. Además, las conexiones y la herencia recibida por los movimientos sociales más antiguos es evidente. La transformación social siempre es una carrera de relevos. Hoy lo han tomado los jóvenes por el clima.

¿Qué es lo que está haciendo diferente esta “nueva oleada” de activistas climáticos?.

Las luchas de los jóvenes por el clima presentan una novedad fascinante. Están poniendo encima de la mesa una demanda imprescindible pero inédita: la democracia generacional. Están diciéndole a tipos de 50 y 60 años que no tienen derecho a decidir sobre sus vidas sin tenerlas en cuenta, porque las peores consecuencias de no hacer nada contra la emergencia climática quienes las van a pagar son los y las jóvenes, no los altos funcionarios ni los altos directivos que hoy monopolizan decisiones climáticas que, además, van a ser irreversibles. Los avances democráticos son siempre nuevos derechos conquistados. Y la juventud por el clima está abriendo la brecha de un nuevo tipo de derechos que la crisis ecológica va a poner en primera línea de disputa: la democracia generacional, el derecho al futuro, que lo estamos perdiendo. Nada asegura que este combate se vaya a ganar, en la historia no hay leyes ni certezas. Pero lo que sí es seguro es que si conseguimos evitar un cambio climático catastrófico en las próximas décadas, habrá sido gracias a su irrupción rebelde, desobediente, a su bella manera de decir ‘por aquí no’.

¿Cuál es su lectura sobre el momento en el que estamos ahora mismo en cuanto a acción climática, también en el plano institucional?.

Estamos por un lado convirtiendo el cambio climático en un punto fuerte en la agenda política oficial en Europa. Eso tiene unas implicaciones muy amplias: desde que está en trámite una ley de cambio climático –por fin–, hasta que un organismo de investigación como el CSIC considere que el cambio climático es una línea prioritaria de investigación a medio y a largo plazo.

El cambio climático se ha convertido en un problema social oficial y la sociedad está orientando sus instituciones a tratar de dar con una solución. Pero esto no significa que la solución que se vaya a dar esté apuntando en la dirección correcta, por los medios correctos y al ritmo correcto. Sin duda es una primera victoria, pero no es suficiente. El resultado dependerá ahora de cómo se desarrollen estas acciones, estas políticas públicas o estas líneas de innovación.

Lo que está claro es que el cambio climático ya es un tema del que ningún partido político puede escaquearse y que va a estar en las decisiones de presupuestos públicos, pero la pandemia ha generado una situación social compleja porque estamos en un momento muy difícil como para afrontar el lado difícil de la emergencia climática.

Es coyunturalmente un mal momento para la lucha climática, entre otras cosas porque la movilización está coartada por las propias características del confinamiento y de las restricciones para proteger la salud pública, pero también porque los imaginarios sociales están todavía muy impactados por el duelo y el drama que ha supuesto la pandemia. Hasta que no salgamos del asunto pandemia, va a ser difícil que el cambio climático vuelva a estar en el centro de la preocupación colectiva del modo en que por ejemplo lo estuvo en 2019. Lo cual es paradójico porque no hay mejor forma de recomponer nuestras economías y nuestros países que haciendo de la transición ecológica una columna vertebral de la reconstrucción.

Denuncian la “sociedad adultocéntrica, machista y capacitista” en la que viven las niñas con discapacidad.

Especialistas en derechos humanos denuncian la “sociedad adultocéntrica, machista y capacitista” 
en la que viven las niñas con discapacidad.

Niños con Discapacidad

Jorge Cardona, consultor de los Comités de la ONU de los Derechos del Niño y de los Derechos de las Personas con Discapacidad, avisó este jueves de que “las niñas con discapacidad se encuentran en una situación de triple desventaja” porque “son menores de edad en una sociedad adultocéntrica, son mujeres en una sociedad machista y tienen una discapacidad en una sociedad donde el paradigma de la visión caritativa y médica de la discapacidad sigue siendo predominante”.

La confluencia de todos esos elementos provoca lo que puede denominarse una discriminación interseccional”, denunció Cardona durante la mesa redonda ‘Las niñas con discapacidad y las políticas de infancia’, organizado por la Fundación Cermi Mujeres (FCM) en colaboración con la agencia Servimedia, cuyo director general, José Manuel González Huesa, moderó el encuentro.

Cardona instó a garantizar el derecho a “vivir una vida libre de violencia" y alertó de que “las niñas con discapacidad se encuentran en una situación de extrema vulnerabilidad ante esta lacra”.

En este sentido, Rosangela Berman-Bieler, asesora especialista en discapacidad y desarrollo inclusivo de Unicef, aseguró que las niñas y adolescentes con discapacidad están más expuestas a diferentes tipos de abuso y violencia y “la solución no está en apartarlas de la sociedad, sino en escucharlas y garantizar su protección”. Además, destacó la importancia de que se apueste por el empoderamiento, a “saber decir que no” y a detectar situaciones de vulneración de derechos.

Precisamente, la secretaria general del Patronato de Cermi Mujeres, Pilar Villarino, manifestó su preocupación por la mayor exposición de las niñas y adolescentes con discapacidad a lacras como la trata, la mutilación genital, esterilizaciones forzosas, abortos coercitivos y diferentes tipos de abuso.

Así, denunció los abusos que se dan en ocasiones en entornos cercanos, como familias y centros institucionalizados. “Que en tu propia familia se aproveche la discapacidad para cometer más abusos o en centros institucionalizados es terrible. Es una de las especificidades que no podemos dejar de denunciar nunca”, sentenció Villarino.

BATALLAS NO GANADAS

En este punto, el director general de Save the Children, Andrés Conde, subrayó la necesidad de que se apruebe cuanto antes la Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia, una recomendación que la ONU ya realizó a España en 2010. Expresó su deseo de que cuente con el máximo consenso y apeló a la sociedad civil a trabajar desde la unidad. “Hay un buen contexto, pero no están ganadas esas grandes batallas que tenemos que librar en favor de las niñas con discapacidad”, añadió.

Por su parte, la directora general de Infancia, Familia y Natalidad de la Comunidad de Madrid, Ana Sastre, señaló que “la igualdad se garantiza si, como sociedad, ponemos los medios para que esto sea así”. A su juicio, “hay un agujero enorme que es que las niñas con discapacidad no se ven, no están y no se les escucha. Hay un déficit de participación de la infancia en general, pero el hecho de ser mujeres, tener una discapacidad y ser menores de edad las hace invisibles en todas las dimensiones de la vida, y en las políticas públicas, igual”.

Precisamente, todos los ponentes resaltaron la importancia de que se cuente con la participación de la infancia, sin olvidarse de los menores con discapacidad y, especialmente, de las niñas. Por ello, Ana Sastre explicó que, desde la Comunidad de Madrid se está trabajando para modificar el marco legal de protección a la infancia y se contará con esta parte de la ciudadanía, así como con el movimiento asociativo de la discapacidad y de infancia.

Sastre enumeró otras de las acciones que se llevan a cabo desde el Gobierno autonómico, aunque precisó que “quedan grandes pasos por dar” para avanzar desde el enfoque puramente asistencial hacia una visión de derechos humanos.

PANDEMIA

En cuanto a la situación ocasionada por la pandemia, Cardona puso el acento en la falta de accesibilidad de la información sobre la pandemia y la falta de participación de las niñas con discapacidad en la toma de decisiones sobre cuestiones que les afectan, como el derecho a la educación. “Se podía decir que en marzo era una urgencia, pero ahora estamos en octubre. ¿Qué medida se ha tomado al respecto?”, reflexionó este experto de la ON

En esta línea, Ana Sastre defendió que, en esta crisis, “las desigualdades se han evidenciado más que nunca” y se ha demostrado que “hacíamos muchas cosas mal”.

Respecto de la situación en otros Estados, Andrés Conde dijo que “los países nórdicos tienen una sensibilidad en términos de protección de la infancia mucho más desarrollada”, pues no la entienden como “propiedad, sino como algo que hay que cuidar”.

Por último, para avanzar en materia de igualdad, Pilar Villarino subrayó la relevancia de tejer alianzas entre las organizaciones de la sociedad civil y, a su vez, de estas con las administraciones públicas y los medios de comunicación. En su opinión, esto es fundamental para acabar con “la invisibilidad y el olvido” de las niñas con discapacidad.


Adios, Juan Enrique Bazán.

 Despedimos a Juan Enrique, 
con quién la Asociación GSIA hemos compartido inquietudes, tareas, docencias,
investigaciones y acciones, siempre con la infancia y la adolescencia como portagonistas, 
y especialmente con la infancia trabajadora (MOLACNATS).

Un abrazo a la familia.
Descanse en paz 



Como recuerdo a su labor replicamos aquí un documento suyo. 
Juan Enrique Bazán habla sobre el movimiento social de la Niñez Trabajadora en el contexto de América Latina. :



Mi voz, nuestro futuro en común. Día internacional de la Niña, 11 octubre.

El mundo alberga a más de 1 100 millones de niñas menores de 18 años 
que están preparadas para convertirse en la generación más grande de mujeres líderes, 
emprendedoras y promotoras del cambio que el mundo haya visto.
En 2020, conmemoramos los 25 años desde la adopción de 


ONU Mujeres/Ryan Brown
El progreso de las adolescentes no ha ido a la par con las realidades a las que se enfrentan hoy en día, y la COVID-19 ha empeorado aún más estas brechas. 
Este año, bajo el lema “Mi voz, nuestro futuro en común”, debemos aprovechar la oportunidad para reimaginar un mundo mejor con la inspiración de las niñas adolescentes; un mundo en el que se sientan motivadas y gocen de reconocimiento, en el que se las tenga en cuenta y se invierta en ellas.
En 2020, conmemoramos los 25 años desde la adopción de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing : la agenda global para promover los derechos y el empoderamiento de las mujeres y las niñas a nivel mundial. Junto a esta importante guía se unen otros esfuerzos como puede ser Generación Igualdad , una campaña que se lanzó a principios de 2020 y que abarca varios años. Se trata de un programa por una acción audaz sobre la igualdad de género con una narrativa clara y acciones relacionadas con las necesidades y oportunidades de las adolescentes, así como posibles soluciones a sus problemas.

Mientras las niñas adolescentes de todo el mundo reivindican su poder como impulsoras del cambio, en el Día Internacional de la Niña 2020 nos centraremos en sus peticiones para que puedan
:
  • Aprender nuevas habilidades para el futuro que ellas elijan.  
  • Dirigir una generación de activistas para acelerar el cambio social.
Cómo participar
  • Comparte historias de niñas adolescentes o de organizaciones dirigidas por niñas que te inspiren y que estén desarrollando soluciones innovadoras o trabajando para conseguir un cambio social positivo en cuestiones como la igualdad de género, tanto en sus comunidades como en sus países. Impulsemos su liderazgo, sus acciones y su repercusión para que puedan inspirar a otras.  
  • Participa en una iniciativa dirigida por los jóvenes que se presentará en el Día Internacional de la Niña. Numerosos jóvenes de todo el mundo están diseñando una campaña con el propósito de potenciar la diversidad de las voces de las niñas y su visión de un mundo reimaginado.  
 
Los efectos del COVID-19 sobre las mujeres y las niñas
La pandemia del COVID-19, que ha causado una profunda conmoción en nuestras economías y sociedades, ha subrayado la dependencia que la sociedad tiene de las mujeres, tanto en primera línea como en el hogar, al tiempo que ha puesto de manifiesto las desigualdades estructurales en todos los ámbitos, ya sea el económico, el sanitario, la seguridad o la protección social.
Antecedentes
En 1995, en la Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing, los países adoptaron por unanimidad la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing - el plan más progresista jamás realizado para promover los derechos no solo de las mujeres sino también de las niñas. La Declaración de Beijing es la primera en llamar específicamente a los derechos de las niñas.
El 19 de diciembre de 2011, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Resolución 66/170 para declarar el 11 de octubre como Día Internacional de la Niña y reconocer los derechos de las mismas y los desafíos únicos a los que enfrentan en todo el mundo, así como promover su empoderamiento y el cumplimiento de sus derechos humanos.

Las adolescentes tienen derecho a una vida segura, educada y saludable, no solo durante estos años críticos de formación, sino también a medida que maduran y se convierten en mujeres. Si reciben apoyo efectivo durante la adolescencia, las niñas tienen el potencial de cambiar el mundo, tanto como niñas empoderadas de hoy como trabajadoras, madres, emprendedoras, mentoras, jefas de hogar y líderes políticas del mañana. La inversión para ello pasa por la defensa de sus derechos en por de un futuro más equitativo y próspero, en el que la mitad de la humanidad sea un socio igualitario para resolver los problemas del cambio climático, los conflictos políticos, el crecimiento económico, la prevención de enfermedades y sostenibilidad global.
Las niñas están rompiendo los límites y las barreras que plantean los estereotipos y la exclusión, incluidos los dirigidos a los niños con discapacidad y los que viven en comunidades marginadas. Como emprendedoras, innovadoras e iniciadoras de movimientos globales, las niñas están creando un mundo que es relevante para ellas y las generaciones futuras.

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible ( ODS ) adoptados por los líderes mundiales en 2015, incorporan una hoja de ruta para que el progreso que sea sostenible y no deje a nadie atrás.
Lograr la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer es parte integral de cada uno de los 17 objetivos. Solo garantizando los derechos de las mujeres y las niñas en todos los objetivos llegaremos a la justicia y la inclusión, a economías que funcionen para todos y a mantener nuestro entorno compartido ahora y para las generaciones futuras.
Y tú, ¿qué quieres ser de mayor?, Video.
 



Las infancias y el currículo del capital: el caso Divercity.

Cuervo-Montoya, E., & Giraldo-Urrego, L. M.(2020). 
Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, 18 (3), 1-25.
https://dx.doi.org/10.11600/1692715x.18302 .     

Acceso al estudio.


En Colombia, un modelo de negocio educativo centra su interés en la infancia como nicho de clientes, asegurándose rentabilidad por dos vías: desde el ofrecimiento de servicios de entretenimiento infantil y procesos de formación, y desde la fidelización de marcas comerciales a través de juegos de rol, los cuales pretenden educarles para el «mundo real». 

Divercity, una «ciudad (divertida) a escala, donde los niños  y las niñas entre los 3 y los 13 años pueden asumir más de 45 roles entre oficios y profesiones mientras aprenden cómo funciona el mundo real» (Divercity, 2018a)

El artículo presenta reflexiones teórico-críticas sobre Divercity bajo la estrategia de análisis documental, develando sus intencionalidades y prácticas formativas, así como identificando componentes curriculares que le constituyen desde el punto de vista ideológico-económico. Los resultados apuntan a un creciente ejercicio de consumo instructivo de los infantes en los centros comerciales. 

Se concluye que existe una consolidación de procesos iniciales de mímesis del consumo adulto y una fidelización de las grandes marcas presentadas por Divercity. 

*N.R.: Traemos este artículo por su posible relación con similar dispositivo, que en España se llama Micropolix.


"La transición ecológica, una cuestión generacional: jóvenes comprometidos contra el cambio climático".

El próximo 15 de octubre, 
a las 17 horas (UTC+2), 
en línea, 
Organiza ATREVIA.



ATREVIA
organiza la primera sesión del ciclo de webinars “La transición ecológica, una cuestión generacional”, que tendrá lugar el próximo 15 de octubre. 

El objetivo es dar voz a uno de los colectivos que más activamente se encuentra apostando por la adopción de una hoja de ruta hacia la descarbonización, tratando de visibilizar que la lucha contra el cambio climático es un clamor social, transversal y que está intrínseca y éticamente relacionado con la justicia intergeneracional.


Para hablar de los problemas climáticos que enfrentamos como sociedad y, especialmente, para comentar el papel que tienen los jóvenes en su solución, intervendrán:

-Pablo González (CEO y fundador de Trivu)

-Elena Ruiz Cebrián (Presidenta del Consejo de la Juventud de España)

-Alejandro Rodríguez Bolaños (Coordinador de Sostenibilidad, Innovación y Tecnología de Talento para el futuro).

Coordina: Laura Ojea (redactora en El Español).

Si estás interesado, puedes inscribirte en el siguiente enlace: https://bit.ly/3ljeitN

"Pobreza y desigualdad en niñas y en niños" . Informe OIA 2020.

 Rodríguez de Cortázar, Ainhoa,
Serie: Estado de la Infancia y Adolescencia en Andalucía; nº 3.
Junta de Andalucía. Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación. 

Acceso al Documento.

Resumen:

El cuaderno "Pobreza y desigualdad en niñas y en niños" forma parte de la serie monográfica Estado de la Infancia y Adolescencia en Andalucía, cuyo objetivo es describir la realidad de la población menor de 18 años en la Comunidad Autónoma a partir de una serie de indicadores cuantitativos procedentes de fuentes como registros oficiales y encuestas consolidadas.

Contiene información sobre las principales cifras de pobreza y desigualdad económica en la infancia y adolescencia de Andalucía, información obtenida a partir de la Encuesta de Condiciones de Vida de 2019 y de años anteriores.

Incluye indicadores como el riesgo de pobreza o exclusión social (AROPE), el porcentaje de niñas y niños con privación material severa y/o con diferentes carencias, así como el porcentaje de menores de 18 años que viven en hogares con baja intensidad laboral. También muestra la evolución de las tasas de pobreza relativa y de pobreza grave en niñas y en niños y analiza el efecto de las transferencias sociales y pensiones de jubilación y supervivencia en la reducción de la pobreza relativa y grave en menores de 18 años. Por último, presenta los principales indicadores de desigualdad económica.

Para ofrecer una visión contextualizada y comparada de la pobreza en la infancia, incluye datos de España y de la Unión Europea, para población menor de 18 años y para población general.

El 29,5% de las personas menores de 18 años de Andalucía está en riesgo de pobreza o exclusión social en 2019, es decir, 469.995 niñas, niños y adolescentes. Este año las niñas presentan un riesgo de pobreza o exclusión social (calculado con el umbral de pobreza de Andalucía) 5 puntos porcentuales superior que el de los niños. Si empleamos el umbral de pobreza de España, se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social el 40,8% de la población infantil y adolescente andaluza.

En 2019, el 43,6% de las personas menores de 18 años de Andalucía vive en hogares sin capacidad para afrontar gastos imprevistos (de 650 euros), el 43,4% vive en hogares que no pueden permitirse salir de vacaciones al menos una semana al año, el 13,4% vive en hogares que han tenido retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda principal y el 9,1% de los niños, niñas y adolescentes de la comunidad andaluza vive en hogares que no pueden permitirse mantener la vivienda a una temperatura adecuada. En España los porcentajes de niñas, niños y adolescentes con este tipo de carencias son inferiores.
El 12,2% de las personas menores de 18 años en Andalucía reside en hogares sin empleo o con muy baja intensidad laboral en 2019, el 15,8% de las niñas y el 8,7% de los niños de la Comunidad Autónoma.

Tomando como referencia el umbral de pobreza de Andalucía, puede decirse que en 2019 se encuentran en riesgo de pobreza el 23,0% de las personas menores de 18 años, una tasa de pobreza relativa 5 puntos porcentuales superior a la de la población general de la Comunidad Autónoma.

Las transferencias sociales reducen el riesgo de pobreza en la infancia andaluza unos 10 puntos porcentuales. Sin transferencias sociales y sin pensiones el riesgo de pobreza alcanzaría al 35,9% de las personas menores de 18 años (empleando el umbral de pobreza relativa de Andalucía).

El 11,7% de la población menor de 18 años de la Comunidad Autónoma se encuentra en riesgo de pobreza grave (umbral de pobreza grave de Andalucía), en 2019 la tasa de pobreza grave es 2 puntos porcentuales mayor en las niñas que en los niños. Las transferencias sociales y las pensiones de jubilación o supervivencia reducen la pobreza infantil grave de Andalucía unos 12 puntos porcentuales.

En cuanto a las desigualdades económicas, el índice S80/S20 adopta un valor de 6,1 para Andalucía en 2019, es decir, la quinta parte de la población andaluza con mayor nivel de renta ha obtenido 6 veces más ingresos que la quinta parte más pobre de Andalucía. El coeficiente de Gini (33,4) se ha reducido respecto a 2018 en Andalucía.



Manifiesto en defensa del derecho al juego y al aire libre

 Manifiesto en defensa del derecho al juego y al aire libre

Si deseas adherirte a este manifiesto te invitamos a rellenar el formulario que se encuentra en ESTE ENLACE

Durante la gestión de la pandemia la infancia, la adolescencia y la juventud han sido las grandes olvidadas y maltratadas. Al no atender a su mirada, sus derechos y sus necesidades, las ciudades se convirtieron en espacios tremendamente hostiles para ellos y ellas. No podemos solucionar el pasado, pero sí podemos evitar que se reincida en errores como la clausura de zonas verdes y especialmente de los parques infantiles.

En un artículo recientemente publicado en Science, los autores afirman que “las medidas de mitigación de la pandemia que afecten al bienestar de la infancia sólo deberán tomarse si existe evidencia de que serán de ayuda, porque existe abundante evidencia de que son dañinas”. Y cada vez hay un mayor consenso entre las personas expertas para que deje de actuarse en contra de la “evidencia científica”, solicitando por tanto que no se cierren los parques públicos y las zonas de juego infantil.

Estos cierres son una anomalía en el contexto internacional, que se vuelve todavía más incomprensible en la medida en que espacios cerrados como bares y casas de apuestas permanecen abiertos al público y se solicita la vuelta al trabajo presencial en puestos en los que se podría seguir teletrabajando. Disfrutar de un paseo por el parque o de pasar un rato con nuestros hijos e hijas en unos columpios, cumpliendo las normas de seguridad, no es un acto de irresponsabilidad ciudadana sino una necesidad. En estos gestos confluyen el derecho al juego y a la salud, pues la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades, como afirma la OMS. Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a jugar y divertirse porque es la base de su desarrollo emocional, relacional y psicomotriz.

La inmensa mayoría de las ciudades han procurado facilitar el acceso de la población a las zonas verdes durante los confinamientos, estableciendo protocolos seguros, y han mostrado una especial atención en cuidar del bienestar integral de la infancia, adolescencia y juventud en estas complejas y dramáticas situaciones. Medidas que han sido avaladas por un contundente respaldo científico.

Ante la falta de sensibilidad social que se ha mostrado en estos primeros confinamientos selectivos, nos tememos que según se agudice la crisis sociosanitaria se profundice en medidas que desatiendan los derechos, necesidades y particularidades de la infancia, la adolescencia y la juventud.

Además, conviene recordar entre otras cuestiones, que el juego es un derecho recogido en la Convención sobre los Derechos del Niño impulsada desde Naciones Unidas, y que no puede conculcarse de forma arbitraria. Madrid y otras muchas urbes de la región pertenecen a la red mundial de Ciudades Amigas de la Infancia impulsada por UNICEF. Todas las ciudades firmantes se comprometen a velar por los derechos de la infancia, entre ellos a garantizar el derecho al juego: La infancia debe disfrutar plenamente de juegos y recreaciones, los cuales deberán estar orientados hacia los fines perseguidos por la educación; la sociedad y las autoridades públicas se esforzarán por promover el goce de este derecho.

Estos cierres no pueden basarse en que estos espacios “fomentan las relaciones sociales”. Nuestras vidas, los barrios y las ciudades son inexplicables sin ellas. Y puede que ahora las necesitemos más que nunca. De lo que se trata es de que la ciudadanía se relacione de forma segura y de que las administraciones públicas faciliten que así sea.

Hemos puesto muchos apellidos a nuestras ciudades durante estos años, educadoras, amigas de la infancia, de los cuidados… Hoy nos toca hacer que todo esto no sean palabras huecas. Abrir los parques y las zonas de juego infantil supone un gesto de solidaridad intergeneracional, pero sobre todo es también un paso ineludible para avanzar en un modelo urbano que sea realmente inclusivo y reconozca el derecho a la ciudad de la infancia..

La población juvenil se ve también profundamente afectada por toda esta situación. No es solamente la incoherencia de mantener abiertas las casas de apuestas (cuando la población joven es de los colectivos más vulnerables a esta adicción por su realidad económica), sino que además estos cierres afectan a un espacio clave para el ocio alternativo y no mercantilizado para las personas jóvenes. Y que además tiene el perverso efecto de dificultar la actividad de las organizaciones que trabajan con adolescencia y juventud.

Rechazamos categóricamente cualquier mensaje, venga desde las administraciones o desde la prensa, que criminalice o difunda un estereotipo perjudicial sobre la juventud. Queremos colaborar en conseguir una convivencia segura e inclusiva, que contemple las realidades de la infancia y la juventud.

Indudablemente, la ciudadanía debe comprometerse a cumplir las recomendaciones sanitarias, pero también debe cuestionarlas y solicitar que se cambien cuando, ante la complejidad de regular de forma rigurosa basándose en evidencias científicas, parece imponerse la prohibición como la fórmula más sencilla. Medidas como el cierre de parques y zonas verdes, sin ningún respaldo científico-técnico, puede conllevar el cuestionamiento sistemático de otras medidas razonables y necesarias.

No somos la ciudadanía más incívica e irresponsable del mundo, así que igual que se nos solicitan esfuerzos y cumplimos, nuestras ciudades también deben de esforzarse por tomar el derecho al juego en serio, así como por asumir el acceso a los parques como una cuestión de salud y de justicia social.

Ante las prohibiciones arbitrarias, apelamos al respeto de los derechos de la infancia y adolescencia recogidos en la Convención sobre los Derechos del Niño. Además alentamos a que la ciudadanía manifieste y exija, de forma responsable, creativa y lúdica, su derecho al aire libre y al recreo, como un acto de responsabilidad cívica. Sabemos cuidar, sabemos cuidarnos y queremos ciudades que en estos duros momentos nos cuiden.

Madrid, a 2 de octubre de 2020

Si deseas adherirte a este manifiesto te invitamos a rellenar el formulario que se encuentra en ESTE ENLACE

SUSCRIBEN ESTE MANIFIESTO: ENTIDADES:
– Federación INJUCAM
– Exploradores de Madrid
– Red de ONGD de Madrid
– Madres por el Clima
– Ecologistas en Acción
– Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM)
– Asociación Hacenderas
– Liga de la Educación y la Cultura Popular

– FAPA Francisco Giner de los Ríos

Participar es de valientes: ¡Ya está aquí el Ciberencuentro 2020!. 23 y 24 Octubre.

 "Participar es de valientes" 
es el lema del encuentro que celebraremos entre el 23 y 24 de octubre, 
nuestro ya tradicional Ciberencuentro, pero esta vez a distancia y con la tecnología de por medio.

BgqnhrlmtrvcqgpdqejsharrrcjfcombmccwchiinngeegenfjEn Cibercorresponsales, una de las citas más importantes del año, siempre, es el Encuentro Estatal de Cibercorresponsales que se ha venido celebrando presencialmente en diferentes sitios. En esta novena edición, las circunstancias nos empujan a celebrarlo on-line, pero con las mismas ganas de siempre.

Acceso a la web del CiberEncuentro 2020

¿Estás preparad para el Ciberencuentro on-line?

Pide a tu guía que rellene la INSCRIPCIÓN para que podáis participar desde tu grupo.

 

"Yo soy valiente con..."

Ya sabes que participar es de valientes y en Cibercorresponsales hay un montón. Por lo tanto, contamos contigo para una de las sesiones, la más importante, la del sábado por la tarde. ¿Tienes algo importante que contarle al mundo? ¿Quieres plantear un debate sobre alguna cuestión que te preocupe? ¿Quieres realizar un encuesta entre las y los participantes sobre alguna cuestión que te gustaría abordar? ¿Quieres trasladar un mensaje que aprendiste en algún sitio? ¿Quieres enseñar algo beneficioso al resto de cibercorresponsales? Hay mil posibilidades y puede ser una gran oportunidad para expresarte libremente y se te escuche.

Puedes plantear lo que quieras rellenando el FORMULARIO DE VALIENTES tras haberte inscrito junto a tu grupo en el encuentro. Para eso tienes que estar en coordinación con tu guía.

¿Cómo saber todo lo que vamos a hacer?....


Educación, Informe OIA 2020.

Gómez-Domínguez, David ; Alaminos Romero, Francisco J.
Edita: Junta de Andalucía. Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación. 
Observatorio de la Infancia en Andalucía. Escuela Andaluza de Salud Pública.


El cuaderno de Educación forma parte de la serie monográfica Estado de la Infancia y Adolescencia en Andalucía, cuyo objetivo es describir la realidad de la población menor de 18 años en la Comunidad Autónoma, a partir de una serie de indicadores cuantitativos procedentes de fuentes como registros oficiales y encuestas consolidadas.

En él mostramos datos del alumnado matriculado en Andalucía e indicadores educativos de resultados, de transición y de nivel formativo, a través de información estadística presentada de forma sintética. Para ello, se han utilizado datos procedentes de la Unidad Estadística y Cartográfica de la Consejería de Educación y Deporte de la Junta de Andalucía y del Anuario estadístico "Las cifras de la educación en España. Curso 2017-2018 (Edición 2020)" elaborado por la Subdirección de Estadística y Estudios del Ministerio de Educación y Formación Profesional.

Así, el cuaderno comienza ofreciendo datos sobre el número de alumnado que, de 0 a 17 años, está matriculado en Andalucía en enseñanzas de régimen general según etapa educativa, titularidad del centro y provincia durante el curso académico 2019-2020 y datos desglosados del curso 2018-19. Para este curso, en Andalucía se encuentran matriculados 1.436.062 chicos y chicas de los que 370.798 (un 25,8%) lo están en Centros privados (concertados y no concertados). El número de alumnos es superior al de alumnas en todas las etapas educativas excepto en Bachiller. Sevilla y Málaga son las provincias con mayor número de alumnado.

Por otro lado, se recoge el número de alumnos y alumnas con algún tipo de Necesidad Específica de Apoyo Educativo (NEAE). Un total de 102.582 alumnos y alumnas matriculados en Andalucía en este curso (7,1% del total) presenta alguna NEAE. Este alumnado, en su mayor parte, se encuentra matriculado en Educación Primaria (43,6%) y en Educación Secundaria (31,9%). Y en un 79,7% en centros públicos. Además, se distribuyen en tres grandes grupos: un 50,7% son chicos y chicas con Necesidades Educativas Especiales (NEE), un 13,6% presenta Altas Capacidades Intelectuales y un 35,7% Dificultades de Aprendizaje.

En relación al alumnado extranjero, éste supone un 5,8% (83.895) del total de chicos y chicas matriculados en Andalucía. El porcentaje más alto (un 39,8%) se encuentra cursando Educación Primaria. Las provincias con mayor número de alumnado extranjero son Málaga y Almería con un 30,1% y un 28,9% respectivamente.

El porcentaje de alumnado que promociona de curso va decreciendo conforme vamos avanzando en las etapas educativas. Las chicas promocionan siempre en porcentajes mayores. Del mismo modo, esta promoción también es mayor siempre en el caso de los centros de titularidad privada.

Respecto a la tasa de idoneidad del alumnado andaluz, tenemos que decir que es similar a la media de España para los 8, 10 y 12 años y no tanto para los 14 y 15 años situándose por debajo. Igualmente, es mayor en el caso de las chicas para todas las edades llegando a estar un poco más de 9 puntos porcentuales por encima a partir de los 14 años.

Aunque sigue estando por encima a la media española, la tasa de abandono educativo temprano en Andalucía ha ido decreciendo de forma paulatina desde 2008 a 2018. En 2018 se sitúa en un 21,9%, cuatro puntos porcentuales por encima de la media en España para el mismo año. La tasa de abandono de las chicas es inferior (17,6%) a la de los chicos (26%) en un poco más de 8 puntos porcentuales.

Por último, en Andalucía, en 2018, un 67,2% de la población de 20 a 24 años ha completado al menos la Educación Secundaria. En el caso de las chicas, en casi 11 puntos porcentuales superior a los chicos.

Este indicador viene creciendo desde 2008. Aun así, sigue estando por debajo de la media nacional en 5,5 puntos porcentuales.

En España se descarta que la escuela expanda el virus, a fecha de hoy.

Un estudio no halla un impacto significativo en las tres primeras semanas de curso.
“Si las escuelas hubieran actuado como amplificadoras de los contagios, 
ya debería observarse un efecto en  la incidencia global”

Ignacio Zafra,

Colegio S.Sebastión. Fco. Jiménez,
Un informe entregado a la Comisión Europea por el grupo de Biología Computacional y Sistemas Complejos de la Universidad Politécnica de Cataluña ha concluido que las tres primeras semanas de curso no han tenido un impacto significativo en la evolución de la epidemia en España. “Si las escuelas hubieran actuado como amplificadoras de los contagios, ya debería observarse un efecto en la incidencia global”, tras haberse superado el periodo de dos semanas que se utiliza como indicador de la marcha de la enfermedad, señala el documento donde, además del conjunto del país, se analiza de forma específica la situación en Andalucía, Cataluña, Madrid, Comunidad Valenciana (entre las cuatro suman el 61% de la población escolar) y Castilla y León.

“Hay que subrayar que es solo un primer análisis y que todo puede cambiar. Pero lo que vemos es que la apertura en sí no ha cambiado significativamente las tendencias. Las comunidades donde la incidencia estaba subiendo han seguido haciéndolo a un ritmo parecido, y las que estaban bajando han continuado haciéndolo”, afirma la física Clara Prats, una de las autoras del informe, especializada en el análisis de la dinámica de la pandemia. “Puede que esté habiendo un cambio más sutil que vayamos viendo las próximas semanas, pero de momento esta es la fotografía”, afirma.
Los resultados parecen respaldar las medidas adoptadas por los centros para prevenir los contagios que, después de ciertas dudas, las comunidades endurecieron a finales de agosto a instancias de los ministerios de Sanidad y Educación. Y deben ser vistos con cautela no solo porque se refieren a un periodo corto, sino porque han coincidido con el buen tiempo, en el que, admite Prats, ha resultado más sencillo ventilar las aulas.

Estudio por edades
El análisis, incluido en un informe mayor y titulado Reapertura de las escuelas en tiempos de pandemia, una primera evaluación tres semanas después, abarca el mes de septiembre y muestra la evolución de la epidemia semana a semana. Primero, observando la incidencia general por cada 100.000 habitantes acumulada en dos semanas. Y a continuación descendiendo a la evolución de los contagios entre la población de cero a 18 años en cuatro autonomías: Andalucía, Cataluña, Comunidad Valenciana y Castilla y León. En este caso, se toman el 100% de los contagiados (independientemente de que sean más o menos que la semana anterior) y se observan las variaciones que experimenta la incidencia específica de cada grupo de edad en la incidencia total de infectados. Los datos reflejan que Andalucía y Cataluña han experimentado un “ligero aumento” de los contagios en edades de población escolar. Pero esa subida, de unos tres puntos porcentuales, puede explicarse “por un mayor esfuerzo diagnóstico” en esta franja tras el inicio de las clases, creen los investigadores. “No quiere decir que sea el motivo, sino que con él se podría explicar el aumento”, señala Prats.
En Cataluña, por ejemplo, cuando un niño da positivo se realizan PCR a todos los compañeros de su grupo burbuja, y también se han hecho cribados en escuelas de zonas de alta incidencia. En Andalucía, que acaba de anunciar un cambio en el protocolo, se han venido realizando las pruebas solo a aquellos compañeros del positivo considerados por salud pública contactos estrechos, lo que a veces implica a toda la clase y otras solo a una parte. En cualquier caso si se hacen más test, lo previsible en un grupo de población que presenta un elevado porcentaje de asintomáticos es que el número de casos aumente, así como su peso relativo frente a otras franjas de población que no están siendo tan escrutadas.

Bajada y subida
En la Comunidad Valenciana (que realiza PCR a todos los miembros de una burbuja cuando hay un positivo), los datos reflejan incluso un pequeño descenso relativo, en torno a un punto porcentual, en los contagios de los grupos de hasta 18 años desde el inicio de las clases. En Castilla y León, en cambio, sí se ha producido un aumento relevante en el grupo de 0 a 9 años (cuyo peso en el total de los contagios ha avanzado 10 puntos porcentuales, hasta alcanzar el 22,8%). Los investigadores creen que ello puede indicar que se están produciendo más contagios en los centros, pero sin descartar otras opciones, como que se esté realizando a este grupo de edad un número de pruebas mayor del esperable o que haya un infradiagnóstico de otros grupos. “No tenemos una respuesta clara, es un dato sorprendente que requiere buscar una explicación”, admite Prats.
Una portavoz de la Consejería de Educación de Castilla y León señala que desde el inicio del curso se han detectado 173 contagios de alumnos en toda la autonomía —destaca Palencia, que suma ella sola 91—. Y que, pese a que se realizan PCR a todos los compañeros de una clase en la que se encuentra un contagiado (se han realizado 5.000 en el ámbito escolar, tanto a estudiantes como a profesores), apenas se han encontrado cadenas de transmisión en los centros escolares.
El análisis por franjas de edad no incluye otros territorios porque no ofrecen datos segmentados “utilizables” por el grupo de investigación (esto es, en archivos descargables que incluyan series históricas). Madrid tampoco los ofrece, pero la comunidad sí ha sido incluida en la primera parte del informe, que analiza la evolución general de la epidemia en el territorio desde que empezaron las clases, “debido a su actual importancia en términos de la situación epidemiológica”.
Pese a la advertencia que supone el dato de Castilla y León, Prats indica que los resultados reflejan una baja tasa de transmisión debida quizá al hecho de que los niños puedan tener menos capacidad de infectar, aunque la tienen. Y probablemente al éxito, al menos provisional, de las medidas implementadas para prevenir los contagios.

El grupo de Prats remite desde marzo, en virtud de un convenio, a dos direcciones generales de la Comisión Europea, la sanitaria y la vinculada a las nuevas tecnologías, así como al Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades, informes, que al principio eran diarios y ahora son tres a la semana, sobre la evolución de la pandemia en España y en otros países europeos basados en los indicadores y modelos de análisis de tendencia que han desarrollado.

Cuarentenas rápidas, cadenas de contagio cortas
El informe elaborado por el grupo de Biología Computacional y Sistemas Complejos destaca el análisis sobre las cadenas de contagios en los centros educativos elaborado por el Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña, que ofrece una visión esperanzadora, aunque de momento muy provisional, sobre el comportamiento del coronavirus en las escuelas y el éxito de las barreras implantadas para contenerlo.
Según los datos recopilados en los centros durante las dos primeras semanas de clase en Cataluña, el 87% de los llamados casos índices (el primero que se detecta, a partir del cual se empieza a tirar del hilo) hallados en grupos burbuja no generaron ningún contagio en su clase. Es decir, tras realizar pruebas PCR a todos los demás integrantes de la clase no se detectaron más infectados, por lo que cabe deducir que su contagio se había producido fuera del centro. En un 7% de los casos solo se detectó otro infectado. En un 4% se encontraron dos. En un 1%, tres. Y solo en un 0,6% un número superior.
En el informe, los investigadores no aventuran los motivos de que apenas haya contagios o de que las cadenas sean cortas. Pero sí subrayan las medidas sanitarias adoptadas, especialmente la obligación de que profesores y alumnos, a partir de los seis años, lleven la mascarilla toda la jornada salvo para comer. “En esto interviene quizá que los niños puedan ser menos infecciosos. Y muy probablemente las medidas implantadas para prevenir los contagios, así como las cuarentenas de los grupos burbuja, que al aislar a la clase entera permiten cortar rápidamente la posibilidad de que se produzcan cadenas de contagio en el aula”, afirma Clara Prats, una de las autoras del informe.

Adicción de los jóvenes al móvil.

 16 de Octubre, 10h.
Universidad de Burgos,
Con la participación del Kepa Paul Larrañaga
Presidente de  la Asociación GSIA.
Acceso para unir a esta convocatoria.