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La nueva publicidad infantil entra en los hogares a través de vídeos divertidos y cotidianos protagonizados por niños reales de carne y hueso.

Niños ‘influencers’( niños influyentes) y regalos de Navidad: 
¿dónde está el límite de la nueva publicidad de juguetes?. 
¿Niños Trabajadores en la Publicidad?. ¿...en la publicidad dirigida a sus coetáneos?

Llega la Navidad un año más y con ella la publicidad de juguetes. Más allá de los anuncios tradicionales, la nueva publicidad infantil entra en los hogares a través de vídeos divertidos y cotidianos protagonizados por niños reales de carne y hueso. Este artículo analiza el papel que están ocupando los kid influencers –niños influencers– en Youtube, por qué resultan tan atractivos y ofrece evidencias de su influencia.

El objetivo es hacer una llamada a una mayor regulación de este tipo de publicidad y, sobre todo, al fomento de una educación digital publicitaria en familia y en la escuela, la mejor y más útil herramienta que tenemos a nuestra disposición.


Los reyes del consumo de medios infantil

Youtube se ha convertido en el rey del consumo infantil, por encima de la televisión tradicional e incluso de las plataformas de streaming. Durante el confinamiento de 2020, el 78 % de los niños veían con asiduidad vídeos de Youtube. Ahora es la plataforma favorita de los niños entre 5-14 años, que pasan en ella una media de 85 minutos al día.

Dentro de este medio de comunicación es creciente la presencia de los llamados kid influencers. Son niños y niñas que graban actividades cotidianas (jugar, comer…) en vídeos de formato corto y divertido. Muchas veces, ayudados por sus padres y con contenido de marcas incluidos. Estos influencers tienen millones de visualizaciones e incluso están doblados en múltiples idiomas.

No consuma noticias, entiéndalas.

Algunos de los kids más populares en Youtube son El mundo de Ryan, con 30 millones de suscriptores (y que ha dado el salto a la televisión: en España lo podemos ver en Clan TV) o Sis and Bro, con más de 16 millones. En español, son muy conocidas Las Ratitas (24 millones de suscriptores) o Dani y Evan (3,16 millones), que han sacado incluso libros de sus aventuras.

Esta plataforma basa sus recomendaciones en algoritmos e insiste en el contenido que sabe que gusta a cada niño. Así, hace que nuestros hijos puedan pasar horas “pegados” a una pantalla viendo a otros niños abrir sobres sorpresa o jugar con sus juguetes en bucle. Horas y horas de los mismos impactos. Pero ¿saben los niños identificar que muchos de esos vídeos son publicidad?, ¿influyen en sus decisiones de compra?, ¿debemos ponerles límites?

Influencia probada: “Quiero eso”

La influencia de la publicidad en los niños es uno de los temas más trabajados desde la comunidad científica. 
Las investigaciones nos dicen que los niños a partir de cinco años empiezan a distinguir la publicidad tradicional de otro tipo de contenido. Pero hasta los 9-11 no comprenden correctamente la intención persuasiva de estos mensajes. Además, los niños en edad escolar pueden diferenciar la publicidad, pero no muestran resistencia cuando el mensaje persuasivo viene de sus redes de confianza o celebridades. Es decir, les influye más un contenido que viene de un influencer que de un spot tradicional.

La influencia de los kid influencers se produce en un proceso persuasivo de diferentes capas:

  1. Los niños quedan fascinados por una estética divertida e inmersiva que les hace tener una actitud positiva hacia el personaje y lo anunciado.

  2. Se crea una ilusión de intimidad que genera una relación especial con esos personajes en el tiempo (algo que se llama parasocial interaction).

  3. Se produce una identificación aspiracional con ellos, tal y como también sabemos que ocurre con los personajes de ficción seriada. De ahí que muchos padres y madres habrán escuchado a sus hijos decir “quiero eso” cuando ven este tipo de vídeos. Quieren tener lo que tienen ellos y, finalmente, ser como ellos.

Con la señalización no es suficiente

Aunque algunos de estos vídeos estén identificados como publicidad cuando hay una marca (no lo están todos), su influencia comercial sigue siendo predominante en unos niños que no tienen la madurez crítica necesaria para entender completamente un mensaje publicitario. Muchos de ellos ni siquiera saben leer de manera correcta, por lo que habría que armonizar una señalización que incluyera avisos orales, entre otras cuestiones. Es necesaria más regulación de este tipo de contenido publicitario por parte de las plataformas: reducir la presencia de marcas, las recomendaciones que hace el algoritmo y valorar qué tipo de productos es adecuado que se publiciten. Mención especial se llevarían, por ejemplo, la comida ultraprocesada que tan presente está en estos contenidos y que puede promover un estilo de vida poco saludable entre los pequeños, aunque no haya una marca concreta detrás.

Fomento del consumismo exacerbado

No podemos poner vallas al campo inmenso que es Youtube. Tampoco hay que alarmarse porque mucho del contenido de juguetes que ven es inofensivo, aunque de manera reiterada puede fomentar un consumismo exacerbado, especialmente en esta época del año, o no coincidir con los valores que quieren inculcar los padres.

Se recomienda ampliar el contenido que los niños pueden ver en Youtube y reducir o negociar el cambio de vídeos si han estado mucho tiempo viendo un tipo de contenido específico como los kid influencers. Sobre todo, es bueno sentarnos con ellos para reflexionar cuando aparezca una marca en ese contenido y reflexionar con ellos sus decisiones de consumo.

Por otro lado, es muy recomendable analizar este tipo de contenido en los colegios desde las primeras etapas de Educación Infantil, ya que la reflexión pausada con otros compañeros reforzará la actitud crítica y una auténtica alfabetización mediática que irá creciendo con los años.

Tal y como nos muestra la ciencia, los niños pueden aprender a entender la publicidad, también en los complejos escenarios en línea. Y es lo más efectivo que tenemos por el momento.

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N.R.: En todo esto hay  un trasfondo que recorre toda esta sociedad: estos fenómenos que "padecen" los niños, ¿no son similares a los que "disfrutan" los mayores de edad?. Usando indebidamente el concepto "infantilización"  hay estudios y se han hecho análisis similares sobre los adultos y la publicidad, en los que la posición de una parte no pequeña de la sociedad adulta se vería perfectamente y similarmente retratada. 
Si parte de la sociedad importante adulta no está madura para soportar, analizar y comprender la presión, los significados y la potencia persuasiva de la publicidad, por qué hemos de hacer lo "apropiado" con los niños, y no con los adultos?. 
Y si un ejemplo vale más que mil palabras,  qué pretendemos con sermonear, restringir a los niños..., si los adultos se dejan llevar, alucinan... con los anuncios igual que aquellos?.
¿No estará esta contradicción más allá de donde la estamos planteando?.

Otro punto importante es la perspectiva de niños trabajadores de estos niños influyentes.

Explotación Sexual de la Infancia y la Adolescencia(ESIA), España a examen, VI Seminario ESIA/FAPMI.

[Descargar Programa en .pdf]

[Programa y ponenetes]

   El Comité de Derechos del Niño en su informe de 2018 sobre la aplicación de la Convención de los Derechos del Niño en España, puso de manifiesto diferentes preocupaciones en materia de violencia contra la infancia y la adolescencia, incluyendo la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes, instando al país a implementar medidas para hacerle frente.  Desde entonces, se han producido algunas mejoras, especialmente a nivel jurídico que aumentan la protección de la infancia y la adolescencia frente a la ESIA, como por ejemplo la aprobación de la tan esperada Ley Orgánica de Protección Integral de la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia (LOPIVI).  Con el nuevo examen por parte de este organismo a España que tendrá lugar nuevamente en 2023, buscamos, con este seminario, analizar los avances que han acontecido en nuestro país en el contexto del abordaje de la explotación sexual de la infancia y la adolescencia, pero también los retos para seguir avanzando en la protección efectiva de los derechos de niños, niñas y adolescentes. 

Fecha y formato

25 y 26 de noviembre de 2021

ONLINE a través de la Plataforma Zoom

Personas destinatarias

Este seminario se dirige a profesionales y estudiantes de las distintas disciplinas afines al ámbito infantil y adolescente, organizaciones que trabajan en el contexto de la protección a la infancia y la adolescencia y al público general sensibilizado con esta realidad.

Inscripciones

Gratuitas, requiere inscripción previa.

Aforo: 250 personas por orden de inscripción. 

Acceso e inscripciones a través de: https://forms.gle/HG3hCx9SNV94bs7F9

Secretaría técnica

Jessica Rodríguez García, Responsable dl Área de Gestión de la Información y el conocimiento, FAPMI-ECPAT España.
jessica.rodriguez@fapmi.es  


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Cómo blindar la infancia de los niños artistas!.... O la Felicidad del Segundo Violín.

Las niñas, niños y adolescentes de menos de 16 años pueden trabajar legalmente en espectáculos y rodajes bajo fuertes controles de la autoridad laboral.
No hay problema y su capacidad para el trabajo está demostrada. 
El problema está cuando hay empresarios que no respetan a esos NNA ni esa legislación, y algunos padres que tampoco los respetan. 



Billy Elliot, Manolito Gafotas, Harry Potter o Anakin Skywalker. Lo que tienen en común estos personajes de ficción, en apariencia tan dispares, es algo evidente: todos fueron una vez interpretados por niños. Y algo que no lo es tanto: los actores que les dieron vida cobraron sus primeras nóminas cuando apenas empezaban la pubertad.

Los actores Liam Neeson (izquierda), el niño Jake Lloyd y Ewan McGregor, en ‘La amenaza fantasma’, de Star Wars

La mayoría de los países prohíben el trabajo infantil, pero el mundo del espectáculo es la excepción. Esta relación laboral, sumamente regulada, está sujeta a fuertes protocolos y medidas de seguridad. El objetivo es blindar la infancia para que los niños sean felices sobre los escenarios.

En España, el Estatuto de los Trabajadores prohíbe el trabajo infantil por debajo de los 16 años, pero levanta la mano en el caso de espectáculos públicos como única excepción. El Real Decreto 1435/1985, de 1 de agosto art. 2... (BOE» nº. 194, 14/08/1985) detalla en qué condiciones pueden trabajar estos niños artistas.

Por ejemplo, no pueden realizar horas extras, ni horarios nocturnos, o participar en espectáculos peligrosos. Un tutor o representante debe supervisar los rodajes y los ensayos y acompañar al menor. Los niños actores tienen que gozar de tiempo libre suficiente para continuar con normalidad sus estudios y no despegarse de la familia y los amigos. Ello justifica que gocen de “una serie de condiciones laborales especiales respecto al resto de los trabajadores, como más descansos o límites de jornada inferiores”, apunta Julio García Cantó, letrado del despacho García Carbonell Abogados.

Cada sector cuenta con sus propias reglas. Por ejemplo, en los teatros de Madrid, donde no es raro que los menores protagonicen musicales como El rey león o Billy Elliot, “los niños de 4 a 16 años no pueden trabajar más de cinco horas diarias, con ensayos incluidos”, explica García. También tienen prohibido “realizar dos actuaciones en un mismo día” y no pueden ser discriminados salarialmente “por razón de la edad”.



....Cuando Carlitos Alcántara apareció por primera vez en la serie de televisión Cuéntame cómo pasó (donde era protagonista), Ricardo Gómez, el actor que lo interpretó, tenía siete años. Representantes del Grupo Ganga, la productora de la serie, comentan que, en estos casos, deben seguir al pie de la letra las pautas que marca la autoridad laboral para que los jóvenes compaginen la faceta de actor con la de estudiante y niño. “Tuvieron maestros en el plató, pero el mérito de sus éxitos académicos y profesionales es exclusivamente suyo”, explica la productora. Además, en la Comunidad de Madrid, “los actores menores pueden grabar un máximo de cinco horas al día y con el límite de dos días por semana”.

¿Pueden firmar sus propios contratos? La cuestión trae debate. Patricia García, socia directora de Laboral de FILS Legal, aclara que el acuerdo de trabajo debe ser firmado por los padres en nombre del hijo. Solo es obligatorio el consentimiento complementario del menor “si tuviere suficiente juicio”, según dicta la ley. El problema estriba en saber qué se entiende por “suficiente juicio”. Los tribunales han tenido que decidir cuándo un menor puede considerarse maduro para que su opinión sea tenida en cuenta. Así, en el caso de niños muy pequeños (siete, ocho o nueve años), la potestad para firmar el contrato de trabajo “va a recaer exclusivamente en sus padres”, explica Patricia García, mientras que a edades de 11 o 12 años lo normal es que “se requiera también la firma del menor”.
Cotizar como artistas

En todo caso, la autoridad laboral mira con lupa que todo está en regla antes de conceder el permiso de trabajo, que siempre “tiene carácter excepcional”, recalca la abogada. Tras firmar el contrato, el menor pasa a ser un trabajador y a cotizar por ello, por lo que “se le da de alta en la Seguridad Social, en el régimen de artistas”, añade Jaime Garrido, socio director del despacho especializado en derecho del entretenimiento Visualiza Legal.

En este entramado legal, la cesión de la imagen de los niños es un asunto espinoso. No es raro que los actores, una vez adultos, se nieguen a que su imagen se siga asociando a una película que los encasilla, o a un anuncio que todos recuerdan.

La decisión, propia o parental, tiene difícil marcha atrás. Garrido aclara que, por lo general, a partir de los 14 años los menores pueden ceder voluntariamente su propia imagen.

En el caso de niños más pequeños, los padres o los tutores deciden por él. En opinión del abogado, esto significa que si el afectado, una vez adulto, reclama una indemnización por el uso de su imagen, “las acciones las tendrían que dirigir contra sus progenitores o los tutores legales”. El plazo para reclamar, además, es corto: cuatro años “desde que el legitimado hubiera podido presentar su acción civil contra cada intromisión ilegítima”.

Esto no significa que los pequeños estén a merced de los padres. El Ministerio Fiscal puede intervenir de oficio si considera que la integridad del menor que participa en un espectáculo o en una película está en peligro. “Si la utilización de la imagen o el nombre del menor en los medios de comunicación menoscaba la honra o reputación del menor, no será válida la autorización prestada por él o por sus representantes”, agrega el abogado.

Además, contratar a niños sin seguir los protocolos puede desembocar en importantes sanciones. La ley califica estos comportamientos como muy graves, resalta Julio García Cantó, por lo que las multas para las productoras “pueden ir desde los 49.181 hasta los 983.763 euros”.


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La arriesgada idea de enseñar espíritu emprendedor en el colegio.

El problema no es enseñar a emprender, a enfrentar retos, a gestionar un proyecto, a procesar ideas y materializarlas: son destrezas muy útiles. El problema sería el modo en que se envuelve ese aprendizaje.

La cultura del emprendimiento entra, poco a poco, en las escuelas. El objetivo principal es impartir un espíritu, una actitud vital desde edades tempranas. Pero debajo de ese sostén se deslizan enseñanzas que enseñan a los niños a no identificarse con lo que huela a cosa pública; a desinteresarse y a asumir que el cultivo de lo común quedó obsoleto, que uno solo depende de su destreza para multiplicar el dinero.

"El discurso del emprendedor traslada el riesgo a cada individuo, ya no hay problemas estructurales, sino deficiencias de actitud individual y problemas en tu capacidad para hacerte un hueco en esta vida".
Los datos contradicen esta lógica.

Muchas instituciones y agrupaciones promueven la enseñanza y transmisión del emprendimiento más como un sistema moral que como una profesión o un conjunto de técnicas y conocimientos. Y ese es el riesgo.



Pantallazo del vídeo promocional del libro Emprendedores.

A principios de mayo circuló por la red el contenido de los libros de texto que se emplearán en Castilla y León después de un acuerdo con la Fundación María Jesús Soto. Son cuadernos ilustrados, adaptados a un lenguaje seductor para niños. Títulos como Mi primer libro de economía, ahorro e inversión o Mi primer viaje al mundo de la empresa y los emprendedores.

Enseñan a invertir, por ejemplo, en trigo: «Si la producción de trigo es escasa, como es una materia prima muy necesaria, la gente la seguirá comprando cueste lo que cueste (…) si debido a las predicciones meteorológicas sospecho que la producción de trigo podría ser escasa, compraré activos que representen el precio del trigo y cuando el precio haya subido los venderé y ganaré mi beneficio».

En el vídeo promocional de uno de los libros, se escenifica la filosofía de las lecciones: «¿No te da miedo? Necesitarás dinero…», le dice un niño a la sonrisa de la emprendedora Carol —una sonrisa imperturbable como de libro de catequesis–. «Sí, seguro que hay fantasmas que me acechan», responde ella, «sé que tendré preocupaciones, miedo a perder dinero, que habrá momentos en que mis fantasmas me dirán que no voy a ser capaz, pero no lo haré sola. Dentro de mí estará mi espíritu emprendedor».

En otro frame del vídeo, aparece el homo emprendedor como la última estación de la evolución de la especie (animado por dos seres de luz). Va precedido de un currito penoso que si montara en bici, recordaría al repartidor de pizzas de alguna plataforma molona.

La implantación de este tipo de asignaturas evoluciona lentamente. La Comunidad de Madrid ha anunciado para el próximo curso la inclusión en el currículo de dos asignaturas de creatividad y emprendimiento para primaria y secundaria. La propia LOMCE abogaba por fomentar el sentido de iniciativa y el espíritu emprendedor.

El problema no es enseñar a emprender, a enfrentar retos, a gestionar un proyecto, a procesar ideas y materializarlas: son destrezas muy útiles. El problema sería el modo en que se envuelve ese aprendizaje.

Junto a la épica de aspiración y sueños, de atletismo vital, se van consolidando en las escuelas lógicas perversas. Mario Saavedra, de teinteresa.es, analizó algunos contenidos de un libro de McGraw Hill. Según la nota, sus páginas animan, por ejemplo, a contratar cuanto antes un plan de pensiones o señalan que «se ha demostrado que el nivel de protección que asume el sector público puede perjudicar el crecimiento económico».

Este libro se destina a 4ª de ESO, sus contenidos se articulan ya de manera más directa, pero serían más asumibles si, previamente, el estudiante, en su niñez, ha fantaseado junto a Carol o cualquier alter ego colorido.

Muchas instituciones y agrupaciones promueven la enseñanza y transmisión del emprendimiento más como un sistema moral que como una profesión o un conjunto de técnicas y conocimientos. No se enseña espíritu matemático en la escuela. La única asignatura que guiaba y moldeaba el espíritu (o lo intentaba) era la religión.

En la escuela, en el cine, en la publicidad, en la televisión… Jorge Moruno, autor de ensayos como La fábrica del emprendedor o No tengo tiempo, encuentra un objetivo claro tras estos movimientos: que se destierre las palabras desamparo o abandono para que quienes no puedan sobrevivir se culpen a sí mismos, sientan vergüenza, se callen.

«A partir de la crisis, se estableció la precariedad como premisa, no como condición a superar. Ante la incapacidad de dar trabajo estable a tanta gente, hay una batalla por definir lo que sucede», explica Moruno. «El discurso del emprendedor traslada el riesgo a cada individuo, ya no hay problemas estructurales, sino deficiencias de actitud individual y problemas en tu capacidad para hacerte un hueco en esta vida», señala.

Los fantasmas de la joven Carol se llaman Preocupación, Fracaso, Quebranto e Incapacidad. Representan las amenazas que enfrentará en su camino empresarial. Todos son incorpóreos, todos se refieren a formas del ánimo, a quiebras de la motivación. Incluso Preocupación, con la piel grabada de gráficos, no muestra la realidad como un freno per se; el problema es la mala actitud con que se procesa la realidad.

«No hay contextos ni diferencias de partida, solo traumas individuales, temores que tú tienes, miedos que tienes que superar; ahí se engarza con el discurso de la autoayuda», reflexiona Moruno.

Debemos crecer, apunta Moruno, diseñarnos como marcas, ser accionistas de nuestra fuerza de trabajo, y el que no corra suficiente se queda fuera: «Ahí están las analogías que se hacen entre el trabajo y el deporte… Claro que la motivación es constitutiva del ser humano. Sería imposible escalar el Everest sin motivación: la pregunta es si tenemos que hacer de la vida una escalada continua al Everest».

Emprendedores todos

La editorial SM facilita en su web una serie de actividades para clases de infantil, primaria y secundaria bajo la premisa de que todos, indistintamente, son emprendedores en potencia y con el fin de reflexionar en torno a la importancia de tener una actitud emprendedora ante la vida.

Es bello que los niños sueñen; admirable que un maestro avive la confianza de los alumnos. ¿Pero con qué objeto? El enfoque del crecimiento personal genera un relato invertido: si todos pueden, si el éxito depende del espíritu y además cualquiera puede moldear su espíritu, al fracaso solo cabe atribuirle una causa: la pereza.

¿Y cómo van a sostener los que se esfuerzan a quienes no tienen un duro, es decir, a quienes prefirieron pasárselas a la bartola? Eso sería premiar el parasitismo.

Los datos contradicen esta lógica. El periodista Javier Salas, de El País, recogió varios estudios sobre los contextos sociales de los triunfadores. En EEUU, los niños que pertenecen a familias repantingadas en el 1% de población más rica tienen 10 posibilidades más de convertirse en innovadores que los pertenecientes a círculos con ingresos por debajo de la media, «al margen de sus notas».

Para tocar la cumbre, en Norteamérica, hacen falta dos cosas: sobresalir en matemáticas y ciencias y tener una familia rica. Es decir, haber nacido ya en la cumbre. Para que el mérito catapulte a alguien hacen falta billetes o una carambola del destino.

Y no es solo achacable al liberalismo salvaje de EEUU: un estudio sobre Finlandia, explicaba Salas, descubrió unos patrones idénticos.

«Si miras muchas de las empresas que han triunfado en España, casi ninguno de los emprendedores tiene origen humilde. No me gusta la expresión de hijos de, pero, al final, lo son. El creador de La Nevera Roja, por ejemplo, era el hijo del presidente de Telepizza», matiza Carlos Otto, periodista de El Confidencial especializado en tecnología, economía y emprendimiento.
espíritu emprendedor
Frame de un capítulo de ‘Los Simpsons’

La seducción entrepreneurship

La sinfonía emprendedora goza de un sex appeal radiante a pesar de la realidad. El autoempleo y el emprendimiento no son señales ni disparadores del crecimiento económico. Según la OCDE, los países con más tasa de autoempleo son algunos de los que padecen una menor renta per cápita: Grecia, Turquía, México…

No obstante, el atractivo persiste para gran parte de la sociedad, incluidos los padres. «Estamos en una especie de discurso facilón y que no va a ningún sitio sobre la necesidad de colmar a nuestros hijos de espíritu emprendedor», considera el periodista.

¿Por qué seduce tanto ese discurso? «Porque te están vendiendo un ascensor social. Cuando te dicen que en un garaje puedes hacerle la competencia a Google, te están diciendo que de aquí a dos años puedes ascender muchas plantas en el ascensor social», resume Otto.

El éxito del flirteo depende de las necesidades del flirteado. El anecdotario, el libro de leyendas se expandió durante la crisis. «Yo publicaba reportajes que ahora no funcionarían sobre chavales que se quedaban en paro, cogían el despido y montaban una empresa, o sobre universitarios que hacían una startup. A lo mejor ni siquiera habían constituido la S.L. y no seguíamos el recorrido para ver cómo les iba. Igual les iba mal. Pero como había tanto pesimismo, vendías una actitud. Los periodistas nos contagiamos de esa necesidad de optimismo. Los reportajes se leían y compartían muchísimo», recuerda Otto.

El discurso emprendedor como compensación humosa de una realidad asfixiante. La pescadilla que se muerde la cola: se alivia la desesperación soñando con fugarse de un tiempo deplorable, pero esa fantasía se satisface a sí misma, favorece la inacción y sostiene el estado de cosas que engendra esa desesperación.

La crisis terminó y no. Se resolvió con la instalación de una precariedad monótona a la que uno puede acostumbrarse (o resignarse), y más si siente que dispone de las herramientas para solucionar su situación. Los alicates y llaves inglesas del sacrificio y el optimismo. 

Al finalizar cada jornada, miles de jóvenes se aprietan las tuercas a sí mismos preguntándose si se han esforzado de verdad. 
Miles de jóvenes, como la sonriente Carol, echan la culpa a sus fantasmas.
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Roblox, ¿Explota a los niños su modelo de negocio?.

People Makes Games ha acusado a Roblox Corporation de explotación infantil por permitir la venta de sus creaciones y quedarse con un porcentaje del dinero mucho más alto que en otras plataformas.
Según una investigación, Roblox se queda con más del 75% de las ganancias de los creadores, quienes en su mayoría tienen edades de entre 9 y 15 años.

Roblox más que un videojuego es una plataforma, un lugar virtual al que cualquiera puede acceder gratuitamente para jugar a las creaciones tanto del equipo oficial de desarrollo como de los usuarios, que acaban siendo las más populares. 

Ahora una investigación de People Makes Games ha puesto este modelo de negocio en el punto de mira, acusando a Roblox Corporation de explotación infantil por permitir la venta de sus creaciones y quedarse con un porcentaje del dinero mucho más alto que en otras plataformas.

El vídeo publicado por People Makes Games explica que de los 200 millones de usuarios que Roblox recibe en un mes, la mayoría tienen edades que oscilan entre los 9 y los 15 años. Cualquiera de estas personas puede crear contenido para la plataforma, ya sea en forma de juego o de complemento cosmético (camisetas, peinados, gafas…) y venderlo a través de la tienda integrada a cambio de Robux, la moneda virtual de Roblox. Para ello no es necesario nada más que tener una cuenta gratuita en la plataforma.

Roblox se queda con más del 75% de las ganancias de los creadores

Aunque cualquier usuario pueda crear y vender sus creaciones, para reclamar el dinero que has generado se requieren más de 13 años de edad, una membresía de Roblox Premium y haber obtenido 100.000 Robux con tus ventas. Esa cantidad no se transfiere íntegramente al usuario, sino que los creadores sólo ven un 24,5% de los beneficios; comparados con otras tiendas digitales, Steam da un 70% a los creadores y Epic Games Store un 88% de los ingresos. De los 100.000 Robux que generan, los usuarios sólo reciben unos 300 euros en su cuenta bancaria; mientras que en la tienda de Roblox costaría 1000 euros comprar esa cantidad de moneda virtual.

Además, la investigación de People Makes Games pone el foco en lo difícil que es conseguir destacar en Roblox dada la cantidad de creaciones que existen, algo que la plataforma potencia en su página web oficial: "Creadores como tú ganan dinero por hacer algo que les apasiona. Nuestros mejores desarrolladores reciben ingresos de más de 2 millones de dólares al año por permitir compras dentro de las experiencias", dice la compañía en su apartado de creaciones. Los creadores pueden comprar espacios publicitarios para sus juegos y contenido en Roblox utilizando la moneda virtual para ello, así como con un sistema de apuestas, pero aun así hay una probabilidad muy baja de conseguir destacar, según la investigación.

Derechos del Niño y 10 Principios Empresariales.

 Los Derechos del Niño y Principios Empresariales instan a las empresas 
respetar y promover los derechos de la infancia en sus actividades. 


Puedes descargarte el documento completo aquí 
o el resumen aquí.

Desarrollados en colaboración con el Pacto Mundial de Naciones Unidas y Save the Children, estos Principios identifican las acciones que las empresas deben llevar a cabo para prevenir los impactos negativos sobre los niños y las medidas voluntarias para promover los derechos de la infancia en el lugar de trabajo, en el mercado y en la comunidad en la que operan.


Si bien los Principios no suponen nuevas obligaciones para la empresa, están alineados y aportan un enfoque de derechos de infancia a los Principios Rectores sobre las Empresas y los Derechos Humanos de las Naciones Unidas.Puedes descargarte el documento completo aquí o el resumen aquí.

El trabajo infantil aumenta por primera vez en 20 años y la pandemia puede empeorar la situación, 12 de junio.

 12 de junio, día mundial contra la explotación laboral de niñas, niños y adolescentes.
Los avances para acabar con esta explotación se han estancado por primera vez en dos décadas y 
la pandemia de COVID-19 amenaza con abocar al trabajo infantil a nueve millones más de niños para 2022. 
Un nuevo estudio de UNICEF Y OIT indica que el mundo no está en vías de eliminar el flagelo para 2025 
y que, para cumplir esa meta, el progreso global tendría que ser casi 18 veces más rápido que en los últimos 20 años. 

Noticias de la ONU

Durante los últimos cuatro años, el número de niños que trabaja ha aumentado en 8,4 millones, elevando hasta 160 el número de niños, niñas y adolescente que desempeñan alguna tarea laboral señala un informe conjunto de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), junio 2021.


El estudio advierte que los avances para acabar con el trabajo infantil se han estancado por primera vez en 20 años, invirtiendo una tendencia a la baja que permitió reducir esta lacra en 94 millones entre 2000 y 2016.

Pero esas no son las únicas malas noticias que aporta el informe, lanzado un día antes de la celebración del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, ambos organismos advierten que la cifra todavía podría crecer más debido a debido a la COVID-19.

Se calcula que la pandemia del coronavirus podría abocar a nueve millones más de niños al trabajo infantil hacia finales de 2022 y que, según las predicciones de un modelo de simulación, esta cifra podría aumentar hasta los 46 millones si los menores carecen de acceso a una cobertura de protección social básica.

En cifras concretas, el reporte señala que se ha producido un aumento significativo del número de niños de 5 a 11 años que trabajan, una franja de edad que representa algo más de la mitad de la cifra total mundial, y que desde 2016 también creció en 6,5 millones el número de menores de 5 a 17 años que desempeñan tareas peligrosas, hasta alcanzar los 79 millones.

Estamos lejos de acabar con el trabajo infantil para el 2025

Sin embargo, el nivel de progreso varía drásticamente según las regiones.

Aunque desde el 2008 disminuyó el porcentaje y el número de niños que trabajan en Asia y el Pacífico y en América Latina y el Caribe, la aparición de la COVID-19 pone en peligro ese avance.

Por otro lado, desde 2016 aumentó en 16,6 millones en África subsahariana, región responsable de gran parte del incremento global del trabajo infantil. La subida se debió a múltiples factores como el crecimiento de la población, las crisis recurrentes, la pobreza extrema y las medidas inadecuadas de protección social.

El estudio indica que el mundo no está en vías de eliminar el trabajo infantil para 2025, como lo plantean los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Para cumplir esa meta, el progreso global tendría que ser casi 18 veces más rápido que el ritmo alcanzado en las dos últimas décadas.

Según las estimaciones realizadas antes de la pandemia del coronavirus y basadas en la velocidad de los cambios entre 2008 y 2016, en 2025 habrá unos 140 millones de niños trabajando si no se toman las medidas adecuadas de forma acelerada.

© UNICEF/Kamuran Feyizoglu
Un niño turco trabajando en el campo. El 70% del trabajo infantil ocurre en la agricultura.

El sector agrícola concentra la mayoría del trabajo infantil

Otras conclusiones clave del informe son:              

  • Por sectores, el agrícola, con un 70% o 112 millones, es donde se desempeñan la mayoría de los niños que trabajan, seguido por el 20% en los servicios con 31,4 millones de menores afectados, y el 10% en la industria, que emplea a 16,5 millones de niños.
  • Casi el 28% de los niños de 5 a 11 años y el 35% de los niños de 12 a 14 años que trabajan van a la escuela.
  • El trabajo infantil es más frecuente entre los niños que entre las niñas en todos los grupos de edad. Sin embargo, la brecha de género en el trabajo infantil se reduce si se tienen en cuenta las tareas domésticas realizadas por las niñas durante al menos 21 horas a la semana.
  • La prevalencia del trabajo infantil en las zonas rurales (14%) es casi tres veces superior al de las zonas urbanas (5%).
  • Los niños que trabajan corren el riesgo de sufrir daños físicos y mentales. El trabajo infantil compromete su educación, restringe sus derechos y limita sus oportunidades futuras, además de que conduce a círculos viciosos de pobreza y trabajo infantil por generaciones.
UNICEF/ Nyani Quarmyne
Niños trabajando en una instalación informal de procesamiento de oro en Ghana. El trabajo infantil es algo común, debido a la pobreza.

Para invertir la tendencia al alza del trabajo infantil, la OIT y UNICEF piden:

  • Una protección social adecuada para todos, que incluya prestaciones universales para los niños.
  • Aumentar el gasto en educación de calidad y conseguir que todos los niños vuelvan a la escuela, incluidos los que no iban antes de la COVID-19.
  • Fomentar el trabajo decente para los adultos, de modo que las familias no tengan que recurrir a la ayuda de los niños para generar ingresos familiares.
  • Acabar con las normas de género nocivas y la discriminación que influyen en el trabajo infantil.
  • Invertir en sistemas de protección de la infancia, desarrollo agrícola, servicios públicos rurales, infraestructuras y medios de vida

Red Niños y Trabajo

Recientemente se ha presentado la Red Niños y Trabajo, Children Work.
Aquí su presentación y Objetivos:

Somos un grupo internacional y diverso de investigadores académicos y profesionales preocupados por la infancia y los derechos del niño, con un interés particular en el trabajo infantil. 

Si bien creemos firmemente que se debe eliminar el trabajo dañino realizado por los niños, es de vital importancia que las intervenciones y campañas se basen en la evidencia, se informen sobre las propias experiencias de los niños trabajadores y consideren el bienestar de manera integral: deben atender al bienestar general. -ser y desarrollo de los niños - físico, mental, social y espiritual - según lo estipulado por la CDN (artículos 17, 23, 27, 32). 

Este sitio web está dedicado a nuestros esfuerzos y publicaciones con este fin.



Declaración Red de Niños y Trabajo.

Muchachos dirigiendo un taller de reparación de bicicletas en Asuán,Egipto.
 
Fotografía de Carl Heibert.  

Nuestro objetivo fundamental es que los niños y niñas, como es su derecho, vivan en un entorno que permita y promueva su desarrollo físico, mental, moral, espiritual y social, en su máximo potencial*.   
El desarrollo efectivo en cualquier ámbito requiere de la participación activa de los niños.  También requiere su protección contra daños, pero toda protección debe tener en cuenta la intención más amplia de permitir que los niños prosperen: un enfoque estrecho en proteger a los niños de riesgos particulares con demasiada frecuencia da lugar a restricciones que pueden obstaculizar su bienestar y obstaculizar sus oportunidades de desarrollar

 Aplicando esta preocupación fundamental al trabajo de los niños, hemos llegado a reconocer que los niños y adolescentes pueden y trabajan, con o sin pago, para mantenerse a sí mismos y a sus familias, particularmente en situaciones de pobreza severa, pero también en una variedad de contextos y entornos culturales.  En muchos casos, su trabajo permite a los jóvenes aprender habilidades técnicas, comerciales y para la vida que los ayudan a lograr una vida digna y productiva como adultos dentro de sus sociedades, un aprendizaje que es especialmente importante donde la educación disponible ofrece beneficios limitados. 

 También es importante observar que el trabajo está integrado en las relaciones sociales y que las relaciones de apoyo son clave para el bienestar y el desarrollo de los niños. A través del trabajo, incluso los niños pequeños participan en las actividades de sus familias y comunidades, realizando tareas y quehaceres y, en ocasiones, contribuyendo al sustento familiar mediante el trabajo remunerado o no remunerado; de esta manera, construyen sus relaciones con quienes les rodean y desarrollan un sentido de responsabilidad social y económica y de ciudadanía. 

 Sin embargo, el trabajo que realizan los niños y adolescentes puede tener efectos tanto negativos como positivos. En particular, el trabajo a veces obstaculiza o impide la escolarización, o conlleva un grave riesgo de daño físico o psicológico. Sin embargo, las intervenciones destinadas a proteger a los niños impidiéndoles trabajar con demasiada frecuencia dañan las posibilidades de los niños que se supone deben estar protegidos, privándolos de los beneficios de un trabajo seguro y, a veces, empujándolos a peores formas de trabajo. 

 Por tanto, es necesario prestar mucha atención al trabajo que realizan los niños e intervenir en su nombre cuando el trabajo les perjudique. 
Décadas de investigación en todos los continentes nos llevan a concluir que el respeto genuino de los derechos del niño requiere que la intervención se aplique y evalúe de acuerdo con los siguientes criterios clave: 

1.-  Los niños deben poder realizar un trabajo que los beneficie y contribuya a su pleno desarrollo. Es importante reconocer y aprovechar los aspectos positivos del trabajo infantil, tanto dentro del trabajo en sí como en cualquier intervención destinada a beneficiar a los niños trabajadores. Y es importante que los niños puedan trabajar con dignidad. 

2.-  Los niños que trabajan no deben ser perjudicados ni explotados a través de su trabajo. La atención debe centrarse en prevenir daños en lugar de prevenir el trabajo. 

 3.-  Los niños que trabajan no deben ser perjudicados ni explotados mediante ninguna intervención destinada a su beneficio. No deben ser criminalizados por su trabajo. 

4.-  Las políticas y los programas relacionados con el trabajo infantil o el trabajo infantil deben basarse en pruebas empíricas sobre los efectos en el bienestar y el desarrollo de los niños y responder a ellas, tanto con respecto a su trabajo como a las intervenciones en el trabajo infantil. 

5.-  Las políticas deben abordar los factores estructurales, políticos y económicos que llevan a los niños a buscar trabajo de manera que los perjudique, en lugar de simplemente buscar sacarlos del trabajo. En esa consideración se incluye una educación de calidad a fin de hacer realidad los derechos del niño y los objetivos de la educación, así como las prácticas comerciales y de producción que llevan a los niños a realizar trabajos nocivos. 

6.-  Todos los actores deben reconocer y apoyar la participación sistemática de los niños para determinar su propio interés superior y promover sus derechos humanos en general. En particular, los niños que trabajan son trabajadores y deberían tener todos los derechos de los trabajadores, incluido el derecho a defender sus intereses. 

 * Cf. Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño (CDN) artículos 17, 23, 27, 29, 32.

La web cuenta con informacion y accesos a iniciativas colectivas, a  estudios de casos e a investigaciones.

Acesso a los Miembros de la Red, entre los que se encuentran dos miembros de la Asociacion GSIA.