Junta de Andalucía.
Miguel, CEIP Río Verde (Almuñécar). |
Alimentación saludable,
buenos tratos, relacionarse con las amistades y
participación social, entre las necesidades que más
preocupan a la infancia en Andalucía.
El Observatorio de la
Infancia en Andalucía analiza la opinión de niñas, niños
y adolescentes sobre qué necesitan y qué creen que
deberían hacer las personas que gobiernan, las familias
y las personas menores de 18 años para defender sus
derechos en el estudio 'Necesidades y propuestas de la
Infancia en Andalucía’.
A partir de una muestra 585
cuestionarios con preguntas abiertas, contestadas por
alumnado de primaria y secundaria de 9 centros
educativos y miembros de 5 consejos municipales de
infancia y adolescencia de distintas provincias
andaluzas, el estudio analiza las necesidades y
propuestas que expresan los niños, niñas y adolescentes
en relación a los ámbitos de salud, bienestar,
protección, educación y participación.
La alimentación saludable es
una de las necesidades más expresadas para crecer como
personas sanas y felices: "una fruta al día, comer
legumbres y verduras" o "comida buena, no caducada".
Para sentirse personas seguras y protegidas plantean
"que los padres no maltraten" y "no pasar por alto los
maltratos". La amistad y la diversión son fundamentales,
"salir al parque a pasear con mis amigos", "más derecho
a jugar". En cuanto a la participación señalan que “se
nos trate como adultos y no como niños que sólo dicen
tonterías y no saben de lo que están hablando" o "unos
derechos para poder votar y que parte de lo que opinemos
se tenga en cuenta”.
Entre las propuestas
dirigidas a las personas que gobiernan demandan que
deben invertir más en el bienestar de la infancia,
escuchar las opiniones de niñas y niños y facilitar su
participación política. En relación a las familias
consideran que éstas deberían dar cariño y apoyo,
proteger sin sobreproteger, “hablar claro”, escuchar y
confiar en sus hijos e hijas. Además, creen que niñas y
niños pueden apoyarse mutuamente, ser más respetuosos,
no discriminar, participar y reivindicar sus derechos.
Sus respuestas fueron
sistematizadas e incluidas el II Plan de Infancia y
Adolescencia de Andalucía, con objeto de dar un mayor
reconocimiento social a la participación infantil y
favorecer la inclusión de la perspectiva de niños, niñas
y adolescentes en las políticas públicas. Uno de los
grandes retos que trata de abordar este estudio, todo
ello, con el propósito de contribuir al reconocimiento
de las capacidades de la infancia para formar parte de
procesos políticos y promover nuevas actitudes de la
población adulta para hacer valer los derechos de los
niños, las niñas y adolescentes en su vida cotidiana, en
todos los espacios sociales.
Presentación
La Convención de los Derechos del niño establece que los niños y niñas tienen derecho a expresar libremente su opinión sobre los asuntos que les importan e inciden en su bienestar (art. 12), a la libertad de expresión (art. 13), a la libertad de pensamiento y de conciencia (art. 14) y a la libertad de asociación (art. 15). En la Ley 26/2015, de 28 de Julio, de modificación del sistema de protección a la infancia y a la adolescencia se expresa que los menores tienen el derecho a participar plenamente en la vida social, cultural, artística y recreativa de su entorno y tener una incorporación progresiva a la ciudadanía activa, a la vez que establece que desde los poderes públicos se promoverá la constitución de órganos para su participación.
Además, la Ley de Infancia Andaluza propone que las Administraciones Públicas mantengan un papel activo en el refuerzo del protagonismo y la participación social de la infancia, especialmente en el ámbito familiar y escolar.
Tener en cuenta la voz de la infancia y adolescencia equivale a respetarla como colectivo e individualmente, escuchar su opinión implica un compromiso por parte de la sociedad, pero sin duda también supone un avance cualitativo importante en la vida de estos niños y niñas al participar en las decisiones que se toman en los ámbitos fundamentales de su vida: la familia, escuela, ciudad, barrio o la comunidad en la que residen. Implicarse en estas decisiones les ayuda a ser personas más responsables y maduras, con mejor nivel de satisfacción sobre sus vidas y más autoestima. Además, aprenden a mantener una mejor relación con su familia y con el entorno en el que viven, ya que los derechos se respetan mejor cuando las personas participan. En definitiva, ser participantes activos les supone una gran responsabilidad, pero también la oportunidad de crecer con una mayor autonomía y control sobre el desarrollo de sus vidas.
El Observatorio de la Infancia en Andalucía, en su compromiso con la infancia y adolescencia, mantiene como uno de sus objetivos principales la promoción del derecho a la participación de los niños y niñas en cada uno de los ámbitos en los que esta se puede desarrollar, sensibilizando sobre la importancia de reconocer sus capacidades y fomentar la generación de espacios que hagan posible su participación. Bajo estas premisas se realiza el presente documento.
Francisco Jesús Alaminos Romero
Coordinador del Observatorio de la Infancia en Andalucía
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