En Finlandia ha desaparecido el acoso en las escuelas.
¿Cómo lo han logrado?
En España, el 70% de los escolares de 15 años ha sido víctima o verdugo (en muchos casos, ambos) de bullying, tanto de forma presencial como mediante nuevas tecnologías.
Los expertos señalan que este tipo de acoso existe en todas las sociedades humanas,
y han pedido a las escuelas que acepten el problema para poder estudiar
e implementar medidas dirigidas a prevenirlo allí donde puede aparecer y
hacerlo desaparecer allí donde existe.
El método KiVa es una de las propuestas más prometedoras en este sentido.
Los orígenes del método KiVa
Finlandia
es un país que destina grandes recursos a la educación, al ser
considerada esta última un asunto de Estado de gran relevancia. En los
últimos años el país nórdico se ha propuesto acabar con el acoso escolar y mejorar el sistema educativo en sus distintas vertientes.
Reflejo
de ello es que Finlandia ha conseguido en los últimos años el digno
primer puesto en educación superior, educación primaria y formación en
el Índice de Competitividad Global (ICG) gracias a la
importancia que se le da a la educación en los últimos tiempos. Todas
las medidas destinadas a la educación han contribuido a crear una
potente fuerza laboral con las competencias adecuadas para adaptarse a
un contexto socioeconómico en constante cambio y que ha causado altos
niveles de desarrollo tecnológico.
El sistema educativo finlandés: uno de los mejores del mundo
Finlandia
es actualmente una de las naciones más creativas y innovadoras de la
U.E y del mundo, posicionándose en el segundo puesto en el ranking, (el
primer puesto lo ostenta Suiza). En el momento en que la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) elaboró el informe PISA, el país nórdico consiguió los primeros puestos en educación.
No
obstante, el sistema educativo finlandés no es perfecto: Finlandia
también sufre la nefasta epidemia del acoso escolar. ¿Con qué
herramienta solucionan el bullying en Finlandia? Pues con el programa KiVa.
El programa KiVa
El término KiVa surge de la unión de las palabras “Kiusaamista Vastaan” (en finlandés, contra el acoso escolar).
Gracias a esta propuesta, Finlandia está consiguiendo erradicar el acoso escolar. Este método es aplicado en el 90% de las escuelas de educación básica,
y su éxito es tal que se ha convertido en una herramienta
imprescindible a la hora de valorar y escoger cualquier centro del
sistema educativo finlandés, tanto para trabajar, en el caso de los
profesores, como para estudiar, en el caso de los alumnos.
La etapa de experimentación
El programa KiVa fue creado a propuesta del gobierno finlandés y la
comunidad educativa; “El proyecto comenzó a introducirse de forma
aleatoria en los colegios finlandés”, explica Christina Salmivalli,
profesora de Psicología y una de las inventoras del programa.
Años
después se realizó un estudio (uno de los mayores del país, por cierto)
para ver cómo evolucionaba el programa y la incidencia que este tenía
en los alumnos. Los resultados fueron apoteósicos: el programa KiVa
había disminuido todos los tipos de acoso en los institutos y colegios.
El cerco al bullying había empezado a funcionar. De hecho, el acoso escolar desapareció en el 80% de los centros escolares. Cifras espectaculares que, lógicamente, han despertado el interés de la comunidad educativa internacional.
Resultados a largo plazo contra el bullying
Al
cabo de un año los investigadores se percataron que el número de niños y
adolescentes que padecían acoso escolar habían disminuido un 41%. Pero
el método no sólo resolvió el problema sino que el programa también
potenció el confort de los alumnos y la motivación de estos a la hora de
estudiar, disparándose a través de este modo las buenas calificaciones.
La embajada de Finlandia en Madrid afirma que un
98 por ciento de los 1.000 colegios que colaboraron en el programa en
2009 creyeron que la vida escolar había mejorado significativamente durante el primer año en el que se comenzó aplicar el método KiVa, algo que confirman numerosos estudios.
Es tal el éxito del programa que el método KiVa ha recibido el Premio Europeo de Prevención del Crimen en 2009, entre otros.
Una
de las mejores maneras de entender el potencial de este programa KiVa
contra el acoso es a través de un ejemplo. En la escuela Karamzin tenían
un problema grave de acoso escolar, por lo que el programa KiVa se puso
en marcha en la escuela durante el 2008: durante el primer año de implantación se redujo el acoso escolar en un 60%.
¿Cómo funciona el método KiVa?
El
método utilizado en el programa KiVa consiste en no centrarse en la
dialéctica de la confrontación entre víctima y acosador (ni tratar a la
víctima para que sea más extravertida ni intentar cambiar al acosador para que desarrolle empatía) sino que se basa en la actuación sobre los alumnos testigos que se ríen de tal situación.
En
muchos casos, estos espectadores interiorizan que lo que pasa es
normal, incluso divertido, aunque tengan una opinión subyacente
diferente. Lo que se pretende hacer a través del método es
influir en dichos espectadores para que no participen indirectamente en
el acoso. Si esto se consigue, el acosador, que necesita de
reconocimiento para proseguir con el bullying, deja de acosar a causa de
que no le aporta ningún beneficio.
En resumen, el programa de
basa en intentar que los espectadores no les rían las gracias a los
jóvenes que son la parte agresora en el acoso. Sencillo, pero eficaz.
Los detalles del programa
En
el programa KiVa los estudiantes son instruidos en unas 20 clases a los
7, 10 y 13 años (edades clave en el desarrollo del menor) para
identificar las diferentes formas de bullying. De este modo ya son
concienciados desde bien pequeños.
Hay diez temarios y trabajos
que se realizan a lo largo del curso y en donde se enseñan valores
morales como la empatía y el respeto por los demás. Se utilizan gran
cantidad de recursos: charlas, videojuegos,
manuales para el profesorado, vigilancia en el recreo,
largometrajes... incluso un buzón virtual para denunciar si son testigos
o víctimas de acoso escolar.
El equipo KiVa
En toda escuela el director elige un equipo KiVa integrado por tres adultos que detectan y investigan los casos de acoso escolar.
Primero determinan si el acoso es puntual o continuado. Después hablan
con la víctima para tranquilizarla. Posteriormente hablan con los
acosadores para sensibilizarlos y con los testigos, que son la piedra
angular del programa, de esta forma se consigue reducir el acoso
escolar.
El potencial del método
Este drástico cambio en
una serie de escuelas finesas puede dar una idea de los cambios
cualitativos a nivel social que este tipo de programas podrían tener no
solo en las escuelas, sino en los diferentes estratos culturales de
personas adultas educadas mediante estos métodos.
Si ya desde las
etapas más tempranas somos educados para no apoyar pasivamente actos de
violencia de este tipo, es concebible que la mentalidad de los adultos
también cambie en muchos sentidos. Solo el tiempo dirá si este tipo de cambios culturales repentinos llegan a darse.
Las repercusiones del programa KiVa pueden ir mucho más allá de la
lucha contra el bullying, pueden ser la semilla para una sociedad más
justa, solidaria y cohesionada.
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