Día Mundial por la dignidad del niño, niña y adolescente trabajador



Día Mundial por la Dignidad del niño, niña y adolescente trabajador:

Con motivo de la celebración del Día por la dignidad del niño, niña y adolescente trabajador publicamos las conclusiones del I Congreso Nacional de niños, niñas y adolescentes en Argentina celebrado el pasado octubre en el marco del V Congreso Mundial de Infancia.

Conclusiones 1er Congreso Nacional de Argentina:

Los niños, niñas y adolescentes de la Argentina hemos finalizado nuestro 1er Congreso Nacional y 6° Provincial, en el marco del V Congreso Mundial por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia. Más de 1000 representantes de todo el país hemos debatido acerca de nuestros derechos en Talleres de Filosofía, Cultura, Deportes, Ciencia. También en Foros y Plenarios.
Los representantes de cada provincia hicieron sus aportes específicos, en relación con estos derechos a través de diversos proyectos.

- Derecho a una buena alimentación.
- Derecho a expresar opiniones sin ser juzgados.
- Derecho a la identidad.
- Derecho a no ser discriminado.
Derecho a estudiar.
- Derecho a tener una familia.
- Derecho a la vida.
- Derecho a la movilidad (respecto de las discapacidades).
- Derecho al juego.
- Derecho a la comunicación.
- Derecho a la salud.
- Derecho a la libertad.
- Derecho a la diversidad cultural.
- Derecho a no trabajar.
- Derecho a no ser maltratado.
- Derecho a una infancia digna.
- Derecho al amor.
- Derecho a tener derechos.
- Derecho a una educación bilingüe.
- Derecho a no ser separado de los padres.
- Derecho a cuidar el medio ambiente.
- Derecho de las mujeres a que no se les pegue.
Nosotros estamos aquí en representación de los que no pudieron llegar y hablamos por los que se quedaron atrás, los que pidieron auxilio y no se lo dieron, los que tuvieron miedo y no hablaron, los que fueron víctimas de trata de personas o de pedofilia. Queremos hacernos valer. Nosotros somos el cambio y eso no nos lo puede quitar nadie.
Del presente depende el futuro. De acuerdo a cómo nos tratan ahora, a cómo vemos hoy las cosas, así serán nuestras causas del futuro. Queremos ser escuchados aunque seamos chicos, no ser subestimados por los adultos, queremos ser parte de la sociedad. No todos pensamos lo mismo, pero podemos hablar y escucharnos.
Estas son nuestras primeras conclusiones:
1. Sobre nuestro derecho a participar y ser escuchados: Queremos ser escuchados y tomados en serio, queremos que se nos tenga confianza y se nos crea cuando decimos nuestras cosas. Queremos expresar lo que sentimos y queremos que nos digan la verdad. Si nunca hablás nadie te va a escuchar. Queremos participar y construir juntos el espacio que necesitamos y nos merecemos, ya sea en la sociedad como en los centros de estudiantes de las escuelas.
2. Tenemos el derecho a divertirnos y expresarnos libremente: Queremos hacer música, dibujar, cantar y bailar.
3. Tenemos derecho a ser protegidos: Queremos que nos cuiden. El crecimiento de los niños implica diferenciar entre el respeto y el miedo, el miedo no es parte del respeto. No queremos que nos den ni un chirlo. No a la trata de personas, no a la pedofilia, no al abuso, no al bullying, no a la violencia, no a la discriminación por la clase social, por las elecciones sexuales, por el embarazo, por el color, por la música, por la forma de hablar. No al trabajo infantil. Nadie tiene derecho a hacernos trabajar, ni nuestros padres, porque los niños no tienen que trabajar con sus padres. Tenemos derecho a tener una buena vida, a vivir como niños y no como adultos.
4. Tenemos derecho a tener hospitales y centros de salud cerca de nuestra casa.
5. Tenemos derecho a que no se nos caigan los techos de la escuela.

6. Tenemos derecho a crecer y vivir con nuestra familia, en nuestra casa. Al sentirnos amados nos sentimos seguros, imperfectamente perfectos.
7. Tenemos derecho a la identidad: La identidad es saber de dónde venimos. Quiero vivir sin culpas, sin robar, sin mentiras, sin pelear, sin avergonzarme de mí mismo.
8. Para vivir en un mundo mejor, tenemos derecho a que se nos cuide el planeta.
9. Tenemos derecho a no ser discriminados: Queremos tener la oportunidad de ser quienes somos sin ser juzgados, no importa la clase social, cómo nos vestimos, qué música preferimos. Algunos de nosotros que han sido discriminados han dicho:
“Que nunca me dejen de lado por ser ciego”.
“Que no me discriminen por usar lentes”
“Que no me digan apodos que no me gustan”
“Que no me discriminen por tener otra cultura diferente a la de los demás”
“Los celíacos somos iguales a todos, nada más que comemos diferente”
“Yo soy no vergüenza (aunque sea sordo)”
“Tenemos derecho a elegir nuestro sexo”

Por más que seamos jóvenes, nuestras realidades son muy complejas. Hablan por nosotros pensando en el futuro pero no se dan cuenta que somos el presente.
Hay que pensar en las nuevas generaciones. Para cambiar el mundo debemos empezar por nosotros mismos. La libertad nos nutre para sentirnos vivos: como un pájaro que vuela alto, así quiero ser yo un pájaro que vuela muy alto. Nuestra imaginación vuela más alto que la de los adultos.
Para un cambio profundo, necesitamos una sociedad comprometida, que termine con los prejuicios que los adultos tienen de nosotros. No queremos ser invisibles en la sociedad, queremos ser vistos y que vean todo lo que hacemos.
Debemos luchar por los diferentes problemas que puedan suceder en nuestro lugar. Es el momento de estar unidos y dar amor, de caminar hacia un país con conocimiento, donde la voz de todos sea escuchada. Somos lo que somos y no nos pueden cambiar. Somos adolescentes, somos personas como vos. Somos lo que queremos ser y no importa lo que piensen de nosotros porque sabemos que tenemos derechos.
¡Seamos como los que dicen lo que sienten y tienen un corazón valiente!

San Juan - Argentina, Octubre 2012

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