HDIA mes de noviembre, Revista GSIA, Nueva Etapa.

Hablando de Infancia y Adolescencia. 
La Asociación GSIA edita esta Revista de Prensa, bimensual y digital,
que analiza la actualidad recogida por los medios 
en relación a la infancia y la adolescencia, 
aportando nuestro propio enfoque 
con distintos secciones, artículos y columnas de opinión.



La infancia como agente de cambios globales: 
de lo local a la incidencia política en la Unión Europea

Situar a la infancia en la agenda social a través de los medios de comunicación supone una mirada
que va más allá de lo particular: implica el reconocimiento del derecho de una parte de la sociedad (la infancia) a ser tratada como agente constructora de la realidad colectiva. 
Es quizá la percepción diferenciada de lo “infantil” frente a lo adulto lo que condiciona la cobertura del contenido de los medios de comunicación. O puede ser que el interés de la sociedad esté polarizado entre las acciones individuales adultas y las que ocurren desde o para un amplio sector de la población, generalmente población adulta también. Sea como sea, el acercamiento a las cuestiones que tienen que ver con las personas menores de 18 años sigue teniendo ese componente adultocéntrico que pone en el centro, no a la infancia como agente, si no a las personas adultas como protagonistas de los procesos. Procesos, sin duda alguna, que van hacia el reconocimiento de los derechos, pero que, una vez más, son contados desde lo adulto hacia lo adulto, lo que de alguna forma pone de nuevo a la infancia en ese segundo plano que viene ocupando sistemáticamente.

Sin embargo, si nos fijamos en las notas de prensa que nos ofrecen entidades que trabajan en
participación infantil como Unicef o Save the Children, los titulares ponen el acento en que son las
personas las protagonistas de las noticias. No son los ministerios o las consejerías, son un grupo de niñas, niños y adolescentes los que promueven los cambios que son agentes de los mismos

En relación al protagonismo y participación, observamos avances en el desarrollo en el ámbito
autonómico de legislación en materia de infancia. La ley de la Comunidad Foral de Navarra propone desarrollar esta norma aprobada en la anterior legislatura mientras que el Gobierno Vasco aún está en anteproyecto. Apuestas decididas por la inclusión de los derechos humanos de la infancia en los marcos normativos, pero si nos fijamos bien, son noticias en las que aparece la palabra menores para referirse a las niñas, niños y adolescentes, detalle que indica que el cambio no solo debe ser legislativo, sino que debería ser cultural...  Prueba de esto es la Observación General nº26 del Comité de Derechos de la Infancia (sobre lo que versa nuestro Escaparete GSIA), la consulta a la infancia de Zaragoza o el informe de Save the Children. Una vez más, procesos que buscan proteger derechos de la infancia, de toda la infancia: salud ambiental, justicia especializada, educación afectivo-sexual, etc.

En nuestro Escaparate GSIA abordamos los Derechos del niño, medio ambiente y cambio climático (O.G. nº 26). El Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas ha publicado la  Observación General N.º 26 sobre los derechos del niño y el medio ambiente, con especial atención al cambio climático. 
Su elaboración se ha realizado mediante un proceso participativo, a través de consultas y talleres en línea y presenciales, incluidas las realizadas a niños y niñas de la comunidad mundial. El Comité ha contado con un Consejo Asesor Infantil, y con 16.331 contribuciones de niños, niñas y adolescentes de 121 países.  Proceso recogido, compartido y difundido profusamente por el Blog HDIA GSIA 
Y ahora la revista HDIA GSIA responde a la llamada del Comité para dar la mayor difusión al contenido de esta Observación General, con el fin sensibilizar a los gobiernos, y a toda la población sobre los derechos ambientales de los niños y promover su implementación: échele un vistazo en esta Revista HDIA noviembre... 

La revista HDIA de este mes tiene muchas otras secciones no te las pierdas.

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"La pobreza nos quita el derecho a la infancia". Percepciones de los niños sobre la pobreza en cuatro Estados miembros de la UE

"La pobreza nos quita el derecho a la infancia"

Eurochild publicó su primer informe sobre la pobreza infantil, que ofrece una visión general de la situación sobre el terreno en Bulgaria, Croacia, Estonia y Malta, incorporando las voces de los niños a la conversación. 

El informe es el producto final de una serie de consultas y encuestas con niños llevadas a cabo por cuatro Foros Nacionales Eurochild : la Red Nacional para la Infancia en Bulgaria, la Sociedad "Nuestros Niños" Opatija en Croacia, la Unión Estonia para el Bienestar Infantil y la Fundación Malta para el Bienestar de la Sociedad.

Lee desde aquí este informe.

Según los últimos datos de Eurostat correspondientes a 2022,  el 24,7% de los niños en Europa corren riesgo de pobreza  y exclusión social, lo que podría tener un impacto devastador en sus vidas. Eurochild se compromete a trabajar por una sociedad en la que los niños crezcan felices, sanos, seguros de sí mismos y respetados como individuos por derecho propio. Llevar las voces de los niños a dichas conversaciones es crucial para este objetivo .

La subrepresentación de las voces de los niños en la toma de decisiones sigue siendo generalizada, especialmente en los debates relacionados con la pobreza infantil. Con nuestro informe ponemos de relieve las perspectivas de los niños porque nadie comprende mejor las experiencias vividas por los niños que los propios niños .' -  SE Marie-Louise Coleiro Preca, Presidenta de Eurochild.

Para este informe, se consultó a los niños con un enfoque de métodos mixtos para adaptarse y responder a las circunstancias nacionales y locales. El proceso de consulta y este informe tuvieron como objetivo comprender cómo los niños entienden las causas, manifestaciones y efectos de la pobreza en sus pares, y brindar un espacio para que los niños expresen sus opiniones, preocupaciones y, finalmente, sus ideas sobre lo que debe cambiar.


España es el país de la Unión Europea con mayor tasa de pobreza infantil

Con motivo de la conmemoración el 17 de octubre del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, la Plataforma de Infancia ha hecho un llamamiento a los partidos políticos para que sitúen la lucha contra la pobreza infantil en el centro de la agenda política en la XV legislatura. 


17 Oct, 2023 | ACTUALIDAD



Según el Análisis de la Encuesta de Condiciones de Vida con Enfoque de Infancia 2023, el 27,8% de los niños, niñas y adolescentes viven en situación de pobreza monetaria, lo que sitúa a España con los niveles más altos de pobreza infantil de toda la Unión Europea, con 2,2 millones de personas menores de 18 años con ingresos inferiores al umbral de pobreza establecido (10.888 euros para un hogar de una persona y 21.185 para familias de dos adultos y dos niños). De ellos, 1 de cada 10 experimentan Carencias Materiales Severas (CMS), el porcentaje más elevado en comparación con los demás grupos de edad (821.000 menores de 18 años).


España es poco eficiente a la hora de luchar contra la pobreza infantil; las transferencias sociales sólo alcanzaron al 8% de los niños, niñas y adolescentes y tan sólo lograron reducir la tasa de pobreza en 7,5 puntos, cuando la media europea está alrededor de los 16 puntos. 


“Estos datos enfatizan la importancia de implementar políticas adaptadas a la realidad de la infancia y adolescencia. Es fundamental aprender de las experiencias exitosas y adoptar enfoques que garanticen un progreso más equitativo y efectivo en la protección de la infancia en España”, ha señalado Ricardo Ibarra, director de la Plataforma de Infancia.

 

En concreto, las organizaciones de infancia se han puesto en contacto con las fuerzas políticas para hacerles llegar medidas específicas que contribuyan a reducir la pobreza en la infancia y adolescencia. Entre ellas destacan: la aprobación de una ayuda a la crianza de carácter universal a través de deducciones fiscales reembolsables en el IRPF; avanzar en la universalización de la educación 0-3 años de calidad; garantizar el acceso al comedor escolar a todos los niños y niñas en situación de pobreza; y avanzar en la Garantía Infantil Europea, que todavía está pendiente de implementación completa en España. 

 

El objetivo de una ayuda a la crianza de carácter universal es reducir la desigualdad en el acceso a beneficios fiscales por parte de los hogares con rentas más bajas y prevenir de este modo la pobreza infantil y su intensidad.  Por otro lado, la educación de 0-3 años juega un papel clave en la reducción de las diferencias socioeconómicas y su impacto sobre los niños y niñas. La aparición de las desigualdades durante los primeros años de vida incrementa los casos de abandono escolar, abandono educativo temprano y bajo rendimiento educativo. 

 

El acceso a comedor escolar es otra de las medidas que puede contribuir a mejorar la situación de pobreza y/o exclusión social en la infancia. En España, el 17,8 % de las escuelas primarias carecen de comedor, algo que afecta especialmente a la infancia vulnerable. Para paliar esta situación, la Plataforma de Infancia propone establecer un umbral de renta estatal que garantice el acceso a comedor escolar gratuito a todos los niños y las niñas en situación de pobreza.  

  

Por último, la Garantía Infantil Europea todavía está pendiente de implementación completa en nuestro país. El objetivo es luchar contra la pobreza infantil desde una perspectiva multidimensional, permitiendo el acceso gratuito de los niños, niñas y adolescentes a una serie de servicios esenciales como educación, nutrición, vivienda adecuada, sanidad y participación. 

 

“La situación de la infancia debe ser uno de los grandes temas que vertebre un posible acuerdo de Gobierno. La perspectiva de infancia, así como medidas específicas para avanzar en el pleno disfrute de derechos de niños, niñas y adolescentes, deben estar presentes en el acuerdo para seguir avanzando durante la XV legislatura”, enfatizó Ricardo Ibarra. 


Análisis de la Encuesta de Condiciones de Vida con Enfoque de Infancia 2023


El Comité de Derechos del Niño de la ONU condena muerte de más de 3.500 menores en Gaza

El Comité de los Derechos del Niño (CRC, siglas en inglés) condenó la escalada de los ataques de las fuerzas de ocupación de Israel contra la población civil en la Franja de Gaza, que ha provocado la muerte de más de 3.000 niños, y denunció la situación de los que han sido retenidos como rehenes.

tercera información

Agencia Telesur-INTENACIONAL

02/11/2023


El portavoz  del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), James Elder declaró que “Gaza se ha convertido en un cementerio de niños. Es un infierno para todos los demás”.


El portavoz manifestó que en Gaza se registran unos 940 niños desaparecidos, posiblemente bajo los escombros, y en tres semanas han sido asesinados unos 3.450 menores, a la vez que lamentó que este número aumenta significativamente todos los días.


«El Comité llama a que se ponga fin al daño devastador causado a las vidas de los niños en el territorio palestino ocupado. Sumamos nuestra voz a los que piden un cese del fuego inmediato. Instamos a la liberación inmediata de los niños rehenes, junto con sus cuidadores, como una primera etapa urgente en el camino hacia la liberación de todos los rehenes», acotó el ente.


El ente internacional denunció que desde el pasado 7 de octubre se han realizado denuncias de mutilaciones, lesiones, secuestros, desplazamientos forzados, privación de atención médica, de alimentos y de agua, actos considerados como prohibidos por derecho internacional humanitario, independientemente de  la protección que este grupo poblacional merece y se le garantiza.


Unicef exigió un alto al fuego humanitario inmediato y un acceso humanitario ininterrumpido para que la ayuda llegue a los niños, niñas y familias necesitadas, y de esta manera poder salvar vidas y evitar más sufrimiento.


Programa IX Jornada GSIA: Las Relaciones Afectivo-sexuales en la Infancia y la Adolescencia. Diálogos Intergeneracionales. 28 de noviembre.

 IX JORNADA TÉCNICA DE GSIA. 
LAS RELACIONES AFECTIVO-SEXUALES EN LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA:
Diálogos intergeneracionales.

Organiza Asociación GSIA,

Fecha: martes 28 de noviembre de 2023.
Lugar: Sala Conferencias FacultaD de CC de la Información.
Universidad Complutense Madrid.
Horario: 9.00 a 14.00 horas.


Presentación:
La Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y Adolescencia frente a la Violencia (LOPIVI) en su título I estableció el respeto y apoyo al derecho de todo niño y niña a su pleno desarrollo y una salud integral, así como a su orientación sexual e identidad de género sentida. Derecho que se ha consolidado con la Ley 4/2023 para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI.

El recorrido para alcanzar la prevención y sensibilización sobre la identidad y la libertad sexual comienza en el ámbito educativo, según se indica en la Ley Orgánica 10/2022 de Garantía Integral de la Identidad sexual, al incluir dentro de sus principios contenidos sobre coeducación, educación afectivo-sexual, e igualdad de género. Ley que incorpora una mención explícita sobre el uso crítico y adecuado de Internet para la prevención de las violencias sexuales.

En todo caso será necesario incluir en el debate social sobre la sexualidad en la infancia y adolescencia a los niños, niñas y adolescentes para visualizar su posición, rol, pensamientos, y demandas en torno a cómo experimentan su sexualidad. Como forma de atender lo que reza el artículo 2 de la Ley 15/2022 Integral para la igualdad de trato y no discriminación cuando se señala que "se reconoce el derecho de toda persona a la igualdad de trato y no discriminación con independencia de ...si son menores o mayores de edad.... Nadie podrá ser discriminado por razón de edad...".

Entre las claves que emergen con fuerza sobre la sexualidad experimentada en la infancia y adolescencia está cuál es el papel y procedimientos para la toma de decisiones de los niños sobre sus propios cuerpos, más si queremos tratar a los niños, niñas y adolescentes como sujetos de derechos y no como objetos; cómo definen y resignifican las ideas que se están planteando entre las partes confrontadas en el debate social sobre múltiples aspectos (género asignado y sentido, el deseo, los tiempos en la adolescencia sobre cómo quieren vivir su sexualidad, la influencia en las redes sociales, etc.); o cómo experimentan la herencia cultural adulta sobre qué representa el género en la sociedad y sobre todo los roles construidos y asignados sobre las masculinidades y las feminidades.
Queremos poder ampliar el foco y hablar de la sexualidad saludable, de qué se está haciendo en materia de educación afectivo-sexual, de prevención, y de las consecuencias del acceso a contenidos inadecuados, entre otras cuestiones.

Todo lo planteado es razón suficiente para hacer emerger en el debate social la posición de arbitraje que deberían tener los niños, niñas y adolescentes sobre una cuestión que les concierne como es la experimentación de su propia sexualidad.

De esta manera, la IX Jornada Técnica de GSIA se pone como objetivo captar y dar valor al discurso de la infancia y adolescencia sobre la vivencia de la sexualidad y propiciar un debate social en el que se incorporen sus ideas y puntos de vista sobre todo para lograr entender cuáles son las claves en las tomas de decisiones que afectan a los niños, niñas y adolescentes.
Se contará con la presencia de académicos, representantes de colectivos, y consejos de participación de infancia y adolescencia. Con intervenciones agrupadas en distintas mesas de debate.

La Jornada está dirigida a investigadores/as, docentes, madres y padres, así como a otros profesionales que desarrollan su actividad en el ámbito de atención a la infancia y la adolescencia, y en general a cualquier persona interesada por el bienestar de los niños, niñas y adolescentes. 
La asistencia es gratuita hasta completar aforo.

Programa previsto:

9,00 a 9,30: Presentación, introducción al tema de la jornada.

9,30 a 10,45: Mesa 1. La educación afectivo-sexual en la infancia y adolescencia 
Participantes:
SORAYA CALVO. Sexóloga y profesora e Investigadora en la Universidad de Oviedo.
MARÍA CAPELLÁN. Presidenta de CEAPA.
2 NIÑOS/AS (representantes de centros educativos).
Moderador: GSIA

10,45 a 11,15: Descanso

11,15 a 12,30: Mesa 2. La identidad de género de los niños, niñas y adolescentes. 
Participantes:
IRENE MARTÍNEZ. Profesora de la Universidad Complutense de Madrid, investiga la educación en sexualidad e igualdad y las pedagogías feministas.
ELENA GALLARDO. Especialista en infancia y juventud trans desde la perspectiva educativa. Universidad Ramón Llull y Rovira i Virgili.
2 NIÑOS/AS (representantes de grupo de participación locales).
Moderador: Kepa Paul Larrañaga (GSIA)

12,30 a 13,45: Mesa 3. Las relaciones afectivo-sexuales consentidas
Participantes:
IRENE DE LAMO. Joven jurista que ha escrito un artículo de análisis de la Ley del sí es sí.
CARLOS PÉREZ. Psicólogo en el Centro de Intervención en Abuso Sexual Infantil.
2 NIÑOS/AS (representantes de grupo de participación locales).
Moderadora: Myriam Fernández Nevado (GSIA)

13,45 a 14,00: Cierre de la jornada.



El coordinador de bienestar, al año de instaurarse: "Falla en la teoría y en la práctica"

Más de un año después de implementarse el coordinador de bienestar en los centros educativos, la nueva figura no cumple las funciones para las que fue creada porque "falla en la teoría y en la práctica", ninguna comunidad autónoma le destina presupuesto y el profesorado se siente solo y desbordado.

LA VANGUARDIA / AGENCIAS

30/10/2023 08:05


Madrid, 30 oct (EFE).- Más de un año después de implementarse el coordinador de bienestar en los centros educativos, la nueva figura no cumple las funciones para las que fue creada porque "falla en la teoría y en la práctica", ninguna comunidad autónoma le destina presupuesto y el profesorado se siente solo y desbordado.


Son algunas de las conclusiones del informe publicado hoy por la ONG Educo "Coordinador/a de Bienestar y Protección: balance del primer año, donde analiza y repasa este cargo nacido con la Ley Integral de Protección a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia (LOPIVI), e instaurado en los colegios con "desiguales e insuficientes resultados".


“Hay un incremento de casi el 40 % de las notificaciones de violencia, los abusos sexuales contra la infancia y la adolescencia han aumentado un 300 % y las cifras de suicidios de niños y niñas entre los 10 y 14 años nunca han sido tan altas. Es inadmisible que no se vuelquen los esfuerzos en intentar resolver este problema y que esta figura (...) se haya convertido en un mero trámite”, afirma la directora general de Educo, Pilar Orenes.


Una norma insuficiente y diferente según la autonomía


Al no haber un decreto estatal que exija unos mínimos obligatorios sobre las funciones del rol, unas horas exclusivas para desarrollarlas, y una formación eficaz y previa al desempeño del puesto, la figura falla, subraya Educo.


Cada comunidad ha desarrollado la norma a su manera y, salvo ejemplos contados, lo ha hecho sin apenas profundizar en ella.


"Urge un decreto estatal que clarifique”, explica Paula San Pedro, coordinadora de Incidencia de Educo y coautora del informe.


En siete comunidades (Asturias, Cantabria, Cataluña, Comunidad de Madrid, Murcia, Navarra y País Vasco) el coordinador se regula mediante una circular que no tiene ni carácter obligatorio.


Se une a ello que ninguna autonomía tiene presupuestado el nuevo puesto: “El presupuesto es pieza clave para que puedan desempeñar sus funciones. Los colegios no pueden asumir estos gastos. Sin la inversión de las administraciones competentes, la propuesta fracasará porque los procedimientos e iniciativas que el o la coordinadora de Bienestar identifique para generar entornos seguros y protectores han de estar sostenidos por un presupuesto específico”, dice.


Dentro del presupuesto debería estar contemplada también la remuneración, para poner en valor la figura, como se hizo con el coordinador COVID19. Actualmente, solo Canarias, Cataluña y Galicia proponen algún tipo de complemento, y no necesariamente económico.


A la falla normativa le sigue la falla práctica. Para empezar, dice Educo, se ha observado que hay un gran desconocimiento sobre las funciones del coordinador.


De hecho, en el desarrollo normativo de Andalucía, Asturias, Cantabria, Cataluña, Comunidad de Madrid, Navarra, Murcia y La Rioja no se incluye una mínima definición de las características del puesto.


“Hemos hablado con numerosas personas que ejercen el rol y el sentimiento es común: se encuentran perdidas y sin apoyo de los distintos niveles de la administración”, explica Paula San Pedro.

Además, solo Extremadura y Galicia establecen la necesidad de formación inicial.


“El éxito de esta figura dependerá en gran medida de su formación. No puede ser que nosotros recibamos una capacitación de 30 horas mientras que la de los monitores de tiempo libre sea de 270 horas. Es una vergüenza.”, se queja un coordinador de Bienestar y Protección de un colegio de Madrid consultado para el informe.


Falta de horas liberadas


Normalmente cuentan con entre una y tres horas semanales, sin importar si existen protocolos abiertos o el número de alumnado del centro. En cuatro comunidades la normativa ni siquiera establece la liberación de horario (Cantabria, Navarra, Murcia y País Vasco).


Esto contrasta significativamente con las dificultades burocráticas, algo que Educo también recalca, abogando por facilitar y simplificar los procedimientos en caso de abrir un protocolo.


“Es un marrón”


La suma de carencias asociadas al puesto repercute directamente en la seguridad y confianza de la persona que tiene que asumirlo: “Yo acepté este rol porque creo firmemente que puede ayudar a mejorar la salud emocional del alumnado. Pero la realidad es muy distinta. Es un marrón, dejas todo a medias, no lo pagan y no hay horas. No sé si seguiré el próximo curso”, aseguraba una coordinadora de Bienestar y de un colegio de primaria en Huesca.


Por último, falta apoyo externo de las consejerías de Educación, los servicios sociales, los centros de salud y la Policía. “Derivamos un caso grave de un alumno a los servicios sociales al principio de curso, siete meses más tarde seguimos sin tener respuesta. No hay suficientes recursos”, comentan desde un IES en Santiago de Compostela.


Hay que pasar de la cultura de la violencia a la del buen trato

El director de la Cátedra Infancia y Adolescencia de la Universitat Politècnica de València (UPV), Vicente Cabedo, reclama pasar de la actual “cultura de la violencia” a la del “buen trato”, un “cambio de paradigma” que debe comenzar en los centros escolares, que además tendrían que convertirse en “escuelas de ciudadanía en la que formarse en valores”.

Conche Tejerina | València (EFE) 
29 octubre 2023

Cabedo dirige desde hace una década esta Cátedra -que comenzó como Aula-, una iniciativa “abierta a la sociedad” cuya finalidad es la promoción y el desarrollo de actividades de formación y sensibilización tanto para los menores, en ocasiones “invisibilizados” y “no escuchados”, como para sus familias, haciéndoles a ambos protagonistas y partícipes de la mismas.

También creó hace dos años la Red de Universidades por la Infancia y Adolescencia (RUIA), un proyecto de colaboración interdisciplinar en el que ya participa una treintena de universidades españolas y que pretende la promoción y garantía de los derechos de los menores, la investigación, la innovación, la formación y divulgación y la transferencia del conocimiento.

Infancia y adolescencia, una situación “nada halagüeña”

En una entrevista con EFE, Cabedo señala que la situación de la infancia y la adolescencia “no es nada halagüeña” en el contexto actual de conflictos bélicos, por los problemas que afectan a los menores migrantes no acompañados (Menas) o por la pobreza infantil, que en España afecta a un porcentaje importante de la población.

También se refiere a la violencia vicaria, que hasta no hace mucho ha sido “invisibilizada” y que hace de los menores víctimas porque al ser testigos del maltrato que sufren sus madres lo “interiorizan” y “ven como algo normal los valores de la cultura de la violencia”.

Sobre el uso y abuso de las nuevas tecnologías y las redes sociales de los menores, considera que más que prohibirles hacerlo, los adultos deben “acompañarles” e intentar enseñarles a hacer un uso responsable de sus contenidos y a que aprendan que debe ser “una parte” de su ocio, como leer, hacer algún deporte o jugar con sus hermanos o amigos.

Pornografía a edades cada vez más tempranas

También indica que el acceso a pornografía se hace a edades cada vez más tempranas y supone un problema porque no están aún formados en las relaciones sexuales y esa concepción del sexo les daña, y ante el auge de violaciones grupales de menores afirma que “algo está fallando porque las relaciones no son negativas, pero sí los abusos y las violaciones”.

Ante problemas como el repunte de las violaciones grupales o del acoso, tanto en centros escolares como a través de las redes sociales, Cabedo aboga por hacer un “cambio de paradigma cultural desde la infancia” porque, afirma, “no puede negarse que vivimos en una cultura de la violencia, pero se debería pasar a la cultura del buen trato”.

“Hay que hacer mucha pedagogía. A la infancia y adolescencia les hace falta educarse más en valores y en el ámbito de la igualdad y del respeto a la diversidad de género, sexo, raza o religión. Tenemos que hacer una mayor inversión en educación en este sentido”, afirma este profesor titular de Derecho Constitucional en la UPV.

Regreso de Educación para la ciudadanía o Ética

A su juicio, deberían volver a las escuelas asignaturas como Educación para la Ciudadanía o Ética, aunque reconoce que el problema es que esto “se politiza”, y se muestra convencido de que los colegios e institutos deberían ser una “escuela de ciudadanía en la que formarse en valores”.

Hay que “crear ciudadanos respetuosos con los derechos de las personas, solidarios y no violentos”, asevera este doctor en Derecho Constitucional, quien cree que desde edades tempranas se debería empezar a conocer la Constitución, para que sepan de dónde derivan los derechos y la dignidad de los ciudadanos.

También aboga por “modificar” el artículo 39 de la Constitución, en el que asegura se piensa en niños, niñas y adolescentes como “objetos de protección”.

Y lo explica así: “No me gusta la visión de proteger al niño porque es desvalido, destierro la palabra proteger, lo que hay que garantizar es que tenga una vida con un desarrollo físico, psicológico y sin ningún tipo de agresión, una autonomía progresiva”.

Ley de Protección Integral

Cabedo subraya que la Ley Orgánica de Protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia (Lopivi), aprobada en junio de 2021, significa un “hito” en materia de protección y es una norma “moderna, muy consensuada y modélica” pero que hay que “llevar a la práctica”.

Destaca que supone un “cambio de paradigma trascendental” en el abordaje de la lucha contra la violencia y su erradicación, ya que el foco de atención “no se concentra ya en dar una respuesta a la violencia consumada, sino en la prevención, en su evitación y, especialmente, en la creación de los denominados entornos seguros y en la promoción del buen trato”.

Considera que las dos figuras para la prevención y protección frente a la violencia que crea -el coordinador o coordinadora de bienestar y protección del alumnado, y el delegado o delegada de protección en el ámbito del ocio, deporte o tiempo libre- deberían ser personas con la formación suficiente que se dedicaran de forma expresa a este tema y no profesores que compaginen esta labor con sus clases.

“Lo importante es detectar el problema de forma precoz para evitarlo y no cuando el menor haya sufrido ya un acoso”, explica Cabedo.

Por último, subraya que la Cátedra ha impulsado ayudas para jóvenes tutelados en los sistemas de protección a la infancia para que, cuando cumplan 18 años, puedan acceder a una universidad, y destaca que la Universidad de Alicante ha lanzado una convocatoria similar y espera que el resto de universidades se sumen a esta iniciativa.


¡Cómo afrontar el duelo con niños!.

 Los adultos morimos, pero también los niños y los bebés
Hablar de la muerte no es fácil en esta sociedad. 
El sistema lo reduce a algo privado, incómodo para los demás. 
Más aún cuando la muerte es de un niños. ¿Qué se permite y no en el duelo de  padres? 
¿Cómo se lo contamos a las niñas y niños que viven esa muerte de cerca?

Duelo perinatal.  Foto: Óscar Quintela


Hay un hecho que es irrefutable aunque muchas personas lo negarían: los niños, las niñas y los adolescentes mueren. No en la misma medida que las personas mayores o con las enfermedades que a día de hoy en Occidente son mortales, pero mueren. La negativa a verlo y la poca frecuencia hacen que cuando sucede, sea un hecho traumático, difícil de explicar e incluso difícil de aceptar. No solo para explicárselo a otros niños o niñas, si no para aceptarlo como adultos. De hecho, las enfermedades terminales de menores es el caso más claro de un deseo de exceso de tratamiento o de intentar por todos los medios que la vida no acabe, incluso cuando se sabe que ya no es posible. Una situación que conoce de cerca Miriam Mateos, enfermera oncológica pediátrica que lleva 21 años trabajando en un hospital de la Comunidad de Madrid. Ella explica que el cáncer es una enfermedad que permite calcular bien los tiempos con los menores, a diferencia de otras situaciones como la muerte súbita o un accidente de coche, por ejemplo. “Es raro que los niños no se curen, o que si no lo hacen, hay tiempo para hacerse a la idea”, comenta a El Salto esta enfermera cuyo trabajo se desenvuelve entre oncología, cuidados paliativos y otros pacientes crónicos.

En este punto, Miriam Mateos tiene la necesidad de puntualizar: “los cuidados paliativos están enfocados a dar vida. No a alargarla, sino a mejorarla”. Al igual que el tabú de la muerte sigue presente en la sociedad, cualquier tratamiento que esté en esa fase de la vida también lo está. Mucho más aún la eutanasia, pese a estar regulada, o el fallecimiento de niños. Una situación que se plasma en su día a día y aunque ella se siente respaldada y libre para contar su trabajo y sus experiencias en su círculo cercano, siempre tiene en cuenta delante de quién habla. “Mucha gente se mueve entre el tabú y lo morboso —explica—. Hay veces que te preguntas por qué tienen esa curiosidad. Depende mucho de quién esté a tu lado. Yo no oculto la muerte, ni a mis hijos ni a nadie, pero es verdad que en la sociedad occidental tendemos a ocultar la muerte y que no exista”.

“No oculto la muerte, ni a mis hijos ni a nadie, pero es verdad que en la sociedad occidental tendemos a ocultar la muerte y que no exista”

Por eso, cuando muere un menor el silencio se hace mayor. La enfermera explica que normalmente, cuando se sabe que hay un niño terminal solo recibe la visita de su círculo más cercano. Pero no ocurre así en otras culturas. Ella misma recuerda un último caso que ha vivido, el de un chico de 14 años de origen peruano. Su madre, su padre y sus dos hermanos estuvieron acompañándole más allá del último aliento. Mateos y sus compañeras ofrecen a los familiares acompañar y participar en las tareas para preparar el cuerpo, como parte de esa despedida. “Decidieron que mientras se le lavaba pusiéramos música que le gustaba a él, eligieron la camiseta que más le gustaba e incluso le pusieron una banda en la cabeza que le regaló un compañero de unidad de la misma edad, con quien congenió mucho y que había fallecido poco antes”, comenta la enfermera, que pese a su gran experiencia reconoce que “siempre es impactante, aunque lo hayas vivido más veces”.

De hecho, resalta que ningún duelo es igual. Ella, comentaba hace poco en una sesión con personal sanitario organizada por Luto en Colores, que en algunos casos los padres necesitan tiempo con el cuerpo de su hijo, otras hacerles fotos o cualquier cosa que les ayude a gestionar la situación. “Se les pregunta qué quieren, siempre, para que no se sientan juzgados”. Por ejemplo, comentaba, unos padres de un bebé recién nacido que no había superado los primeros días querían dar un paseo por el jardín del hospital. Nunca lo habían hecho con su bebé y nunca podrían hacerlo. Lo mismo que los familiares del chico que pusieron al rapero Bad Bunny mientras limpiaban el cuerpo ya sin vida de su hijo. Puede que resulte chocante para los de fuera, pero “es una necesidad que tienen los padres y familiares”. Para poder atenderles, cuenta la enfermera, se genera un sistema de equipo entre los profesionales de la unidad: desde mantener el contacto con los que ya conocen, a pedir refuerzo si la carga de trabajo o la situación del menor lo requiere, para que el sanitario que les acompañe pueda dedicarle la mayor atención posible. Lo mismo si deciden que la muerte sea en casa. “Se les forma, se les informa todo, para que ellos puedan estar. Si en el último momento se angustian, pueden volver al hospital sin problema”, explica.

Mateos, que trabajó antes en trasplantes y oncología de adultos, entiende que la gran diferencia entre la despedida de los mayores y de los menores es la familia. “En un niño la familia es muy importante, nunca mueren solos”. Aquí, Miriam recuerda lo mal que lo han pasado muchos de sus compañeros y compañeras en la pandemia, cuando el fallecimiento ocurría sin poder despedirse o contando solo con la compañía de un sanitario. “Conozco casos donde no han podido seguir ejerciendo después de eso”, comenta. Retomada la política habitual de las visitas, Miriam describe la actividad de las unidades pediátricas como un ambiente muy alejado de algo lúgubre: visitas de familiares, amigos, incluidos otros niños, las clases para que no pierdan escolarización y las actividades de entretenimiento que realizan muchas asociaciones. En concreto, Mateos destaca la labor de la Fundación Aladina, que hasta ayuda a muchas familias, entre otras cosas, a pagar el coste del entierro. Un gasto no esperado, insoportable para muchas familias, que llega en un momento de mucho dolor.

¿Cómo hablamos de la muerte con los niños?
La enfermera pediátrica reconoce que incluso en la unidad de cuidados paliativos la muerte puede seguir siendo tabú. “Incomoda tanto que cuando se muere un niño o una niña la unidad se enrarece”, explica y relata cómo la madre de otra paciente pidió que cambiaran a los familiares de ese niño de planta para ‘evitar el sufrimiento’ a su hija. Mateos sospecha que en cierto modo, quería evitarse a ella misma ese dolor. Por eso, concluye que en este punto salen dos tabúes: el de la muerte y el de contar la verdad a los menores. En su experiencia, el adulto está preocupado por lo que deja, mientras que los niños y niñas tienen otro código. “Uno me preguntó el otro día si podría besar a una chica porque estaba muy bajo de defensas -pone de ejemplo-. Ellos cuando se encuentran bien, siguen siendo niños igual. Los que los paran son los padres, son los que llevan la carga de la enfermedad”. Otro ejemplo: un niño que su mayor preocupación era entender si el linfoma que le habían dicho que tenía era cáncer, porque él sabía que con el cáncer se cae el pelo. “Un médico le explicó que sí, pero que luego vuelve a crecer y el chaval se quedó tranquilo”, recuerda.

Con los adolescentes la cosa cambia, más cuando los pacientes tienen la edad de los propios hijos de los sanitarios. “Siempre se habla con los adolescentes, si quieren que se hable con los padres o no, todo”, comenta la enfermera que relata un hecho concreto: “recuerdo una noche donde un chico estaba muy mal, él lo sabía y aunque los padres se turnaban, esa noche estaban los dos e intentaban salir uno fuera de la habitación aparentar normalidad. El niño nos dijo que él sabía que estaba muy mal, que no quería que sus padres supieran que él era consciente para que no sufrieran. Respetamos ambos deseos”. Lo mismo intentan hacer con la difícil decisión de muchos padres de qué hacer con los hermanos del paciente, cuando son pequeños. Les animan a que les visiten, que les cuenten y que les expliquen —dentro de la comprensión de su edad— qué está ocurriendo. Pero, ¿cuando fallece el niño de la cama de al lado? ¿O el hermano mayor? ¿O el bebé al que esperaban y no va a llegar nunca a casa?

La psicóloga, terapeuta Gestalt y acompañante de niños y niñas Ana Muñoz recuerda un caso cercano. Un niño de seis años falleció y en el colegio se decidió guardar un minuto de silencio. La madre de dos compañeros del centro pidió ayuda para saber cómo comunicarle el hecho a sus hijos, aunque no compartían aula con el fallecido. “Lo que le recomendé es transmitir la información sin mucho adorno, como lo que es: un niño se ha muerto y no va a volver al cole y dejar que ellos pregunten”. Ana Muñoz explica que igual que los y las menores no entendían para qué se guardaba el minuto de silencio porque es un símbolo en código de adultos, los hijos de esta madre preguntaron en su código. “Preguntaron, por ejemplo, ‘si le pincho ¿ya no le duele?’ o ‘entonces, ¿ya siempre será un niño, no crecerá?’”. También dijeron ‘menos mal que no era muy amigo mío’. “Esta última frase demuestra que eran perfectamente conscientes de que si eso le pasa a un amigo o amiga, les dolerá mucho”.

“Los menores saben gestionar mejor las pérdidas: tendríamos que escucharles más, aprender y no proyectar nuestra angustia en un exceso de preocupación antes sus duelos”.

Muñoz también destaca que cuando un niño o niña muere, para los demás menores supone un punto de inflexión. Seguramente la mayoría ha vivido o conocido la muerte de alguien mayor o algún adulto enfermo, pero al morir un niño o niña cambia esa percepción. “Rompe con todo el marco de los pequeños, porque piensan que ni ellos ni sus padres pueden morirse”. Aunque ella aconseja contar las cosas llanas, también advierte que no es necesario contar todos los detalles, pero sí estar disponible a que los niñas y niñas pregunten. “El o la adulta que les acompañe debe estar disponible para hablar con claridad”, explica Ana, en referencia a cuando las personas están sumidas en el dolor y le transmiten al niño o niña que es tabú lo que pregunta. En ese mismo sentido opina Silvia Melero, periodista y creadora de Luto en Colores. “Mi experiencia es que los menores saben gestionar mejor las pérdidas: tendríamos que escucharles más, aprender y no proyectar nuestra angustia en un exceso de preocupación antes sus duelos, que son bastante naturales”.

“Los niños cuyos papás o mamás han muerto y están en una clase en la que no hay otros niños que hayan muerto sus padres, se sienten diferentes. Aunque solo sea visible cuando no van a recogerle”, explica Paloma Rosado, autora del 'Poder del dolor'. Un ejemplo de herramienta que puede ayudar es la pulsera de los buenos recuerdos, una tira donde escriben algo positivo de la persona que han perdido. La mayoría son pensamientos de momentos o pequeños detalles que no volverán, explica y añade que “lo importante es recoger esas ideas y darles un espacio para ello”. La experta en duelo infantil resalta tres cosas importantes que necesitan los niños y niñas: saber que ellos no han tenido la culpa, que no es tabú hablar de lo que sienten y que no están solos. “Necesitan que les digan, con la voz y con el cuerpo, que alguien les diga 'siempre habrá un adulto que te va a cuidar'. Es muy importante”, precisa.

El (más aún) invisible luto perinatal.
Si al tabú de la muerte de los menores se le añade que ese niño o niña ha vivido pocas horas o días o incluso que ha fallecido poco antes de nacer, la incomprensión social se hace mayor aún. “Yo creo que la invisibilización del sufrimiento se da en todos los ámbitos: muerte, enfermedad, discapacidad, paro, migración forzosa… Nos cuesta hablar del dolor y nos cuesta escuchar a otro cuando sufre. La forma de abordarla es ponerla sobre la mesa como algo que ocurre en la vida. Las personas morimos pero también los niños y los bebés. Estos incluso antes de nacer”. El duelo por esta muerte se llama duelo perinatal y Pilar Gomez -Ulla está especializada en ello. “Lo que consideran algunas personas como infrecuente —continúa—, no lo es. Al final del embarazo pasa menos, pero si tenemos en cuenta todo el embarazo es más frecuente. Se considera que uno de cada cuatro embarazos terminan en pérdida. Puede ser al principio, incluso cuando el embarazo aún no está detectado, o al final”, explica la experta en duelo perinatal, creadora de la Red El Hueco de mi Vientre y colaboradora del Instituto Europeo de Salud Mental Perinatal. Ella aboga por entender que esta pérdida es igual a la muerte de cualquier ser querido y por ello, los padres, hermanos o hermanas o los abuelos de este bebé que ha muerto antes de nacer o al poco de nacer necesitan el mismo apoyo.

“Cuando la pérdida se produce en la etapa intrauterina no se inscriben como hijos en el Libro de Familia. Si tienen más de 180 días se inscriben en el legajo de abortos, antes como ‘feto de’ y ahora, ha cambiado la ley, se permite poner el nombre del bebé”, comenta la experta que reclama que “queremos que sí se puedan inscribirse como hijos porque ayuda en el tránsito en el duelo. Cuanto más pequeñito es el bebé, más cuesta hacer entender y que haya esa autorización del duelo”. Además de ayudar con el dolor, está el permiso de maternidad, que solo existe cuando el bebé con vida nace con las semanas de gestación que sea o bien, nace muerto pero tiene más de 180 días de gestación. “Por debajo de esto, ni la madre tiene prestación por baja maternal, ni el padre tiene permiso”. Gómez-Ulla aboga por la proporcionalidad de las bajas, ya que entiende que no será lo mismo unas semanas que casi el embarazo completo, pero tampoco considera “razonable” volver a trabajar al día siguiente de sufrir un aborto.

“Se debe nombrar la muerte, porque se da de forma natural, enseguida se van a encontrar con ella. Ya sea una flor que se muere, una hormiga que se pisa por accidente, la abuela de alguien. Es muy importante no negar la muerte y hacer ver que es irreversible”.

Lo mismo ocurre para el niño o la niña que no conocerán a su hermano fallecido. Gomez-Ulla, al igual que las demás expertas, coincide en hacerlo de forma clara: “Se debe nombrar la muerte, porque se da de forma natural, enseguida se van a encontrar con ella. Ya sea una flor que se muere, una hormiga que se pisa por accidente, la abuela de alguien. Es muy importante no negar la muerte y hacer ver que es irreversible”. Ella cuenta que si excluimos a los menores de los rituales de despedida o no les queremos exponer que estamos tristes, “estamos mandando el mensaje de que esto no se llora, esto no se expresa. Si el niño tiene dolor o añoranza, lo va a vivir solito”. Esta correcta gestión del duelo pasa por expresar emociones y aprender a querer de otra manera a quien ya no está. Nunca olvidar a quien se ha ido, recalca Pilar