Mostrando entradas con la etiqueta Pobreza infantil. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Pobreza infantil. Mostrar todas las entradas

Jornada participativa “Hacia la estrategia de lucha contra la pobreza infantil en Barcelona”

Unas setenta personas expertas en infancia y pobreza, debaten sobre las actuaciones que hay que impulsar o reforzar en la ciudad de Barcelona para hacer frente a la pobreza infantil en el marco de la jornada participativa “Hacia la estrategia de lucha contra la pobreza infantil en Barcelona”.



Institut infancia i adolescencia

Ajuntament de Barcelona

04/12/2024



El Instituto Infancia y Adolescencia de Barcelona está elaborando la Estrategia de lucha contra la pobreza infantil de Barcelona por encargo del Área de Derechos Sociales del Ajuntament de Barcelona. El objetivo de esta estrategia es generar un modelo de ciudad integral y transversal en la lucha contra la pobreza infantil y poner en valor las actuaciones que se realizan en la ciudad.


Tres de cada 10 niños y niñas crecen en riesgo de pobreza y/o exclusión social en nuestro país: España ocupa el primer puesto en pobreza infantil de la Unión Europea, con una tasa del 34,5%, lejos del 24,8% de media de la UE. Y lo que es peor, es que la evolución muestra una tendencia al alza (2,3 pp más respecto a 2022). Catalunya (32,6%) y Barcelona (32,3%) tienen tasas similares de riesgo a la pobreza. Ante estos datos, el Ayuntamiento de Barcelona está impulsando esa estrategia que irá alineada con la Garantía Infantil Europea (GIE) y las estrategias europea, española y catalana.

 

Una estrategia elaborada de forma participativa


Con la participación de 70 personas provenientes de la administración, las entidades sociales y la academia, el 4 de diciembre de 2024 ha tenido lugar la Jornada participativa “Hacia la estrategia de lucha contra la pobreza infantil en Barcelona” organizada por la Ayuntamiento de Barcelona y el Instituto Infancia y Adolescencia de Barcelona (IIAB-Institut Metrópoli).


La bienvenida ha ido a cargo de la Comisionada de Acción Social, Sonia Fuertes, y del Comisionado de Políticas de Infancia, Adolescencia, Juventud y LGTBI, Javier Rodríguez. Posteriormente, Laia Pineda, directora del Instituto Infancia y Adolescencia, ha presentado el Observatorio 0-17 BCN, enmarcando los datos sobre infancia y pobreza en la ciudad. La investigadora del Instituto Metrópoli, Lara Navarro, ha explicado las ideas clave del estudio  “Infancias desiguales en la ciudad de Barcelona: Condiciones de vida de la población infantil más allá de la pandemia”, y Elisa Stinus, investigadora del Instituto Infancia y Adolescencia, ha referenciado los marcos sobre los que se estructura la estrategia de pobreza y ha hecho una breve explicación de la metodología participativa.

 

5 ámbitos clave en los que se detectan retos y oportunidades de actuación


A continuación, han tenido lugar los grupos participativos en base a 5 temas alineados con la Garantía Infantil Europea (GIE), en los que se han puesto a debate conjuntamente las problemáticas y actuaciones a impulsar o reforzar en la ciudad de Barcelona, teniendo en cuenta los ejes transversales de feminización de la pobreza, discapacidad y origen de los niños y niñas.


Los 5 temas de los grupos han sido los siguientes: Prevención y protección social de la infancia y adolescencia; Educación y crianza de la primera infancia; Educación y actividades extraescolares; Alimentación y salud; y Vivienda y espacios adecuados.


Para el cierre, se han puesto en común las ideas y propuestas de los grupos de trabajo con el objetivo de avanzar hacia la elaboración de la Estrategia de lucha contra la pobreza infantil en Barcelona, a fin de generar un modelo de ciudad integral y transversal en la lucha contra la pobreza infantil y poner en valor las actuaciones que se realizan, de forma participada con los agentes clave implicados. 

Índice Mundial 2024 de Alianza ChildFund sobre los derechos de las mujeres y la infancia: Enfoque. La voz de la infancia sobre su derecho al futuro

El Índice Mundial 2024 evalúa las condiciones de vida de las mujeres y los niños e identifica las causas profundas de las violaciones de derechos



rw

Informing humanitarians worldwide 24/7

26 Nov 2024



Un informe emblemático publicado por ChildFund Alliance concluye que se necesitarán 113 años para que las mujeres y los niños sean testigos de la plena implementación de sus derechos.


Publicado desde 2015 por WeWorld, miembro italiano de ChildFund Alliance, el Índice Mundial mide las condiciones de vida de las mujeres y los niños en todo el mundo evaluando la promoción, el ejercicio y la violación de sus derechos. La edición de 2024 presenta una clasificación mundial de 157 países, que identifica las causas profundas de las violaciones de derechos y las áreas que necesitan una intervención más urgente.


Entre las principales conclusiones se encuentra que uno de cada tres niños y más de una de cada cuatro mujeres viven en países con una implementación mínima de las protecciones de los derechos humanos; las sociedades actuales son generalmente menos democráticas y seguras para las mujeres y los niños; y los derechos educativos se han estancado.



En la clasificación mundial, Suecia, Islandia y Noruega ocupan los primeros puestos en materia de protección de los derechos de las mujeres y los niños, seguidos de cerca por Suiza, Australia y Dinamarca. En los últimos puestos se encuentran Malí, Níger, la República Centroafricana y el Chad.


ChildFund Alliance publicó el informe en un evento en Nueva York el 13 de noviembre, con Manuel Fontaine , Asesor Especial de Derechos del Niño en UNICEF, dando el discurso inaugural. Entre los participantes del panel durante el programa se encontraban Lisa Ann Kurbiel , Jefa de la Secretaría del Fondo Conjunto de las Naciones Unidas para los ODS; Daniel Seymour , Director de Alianzas Estratégicas en ONU Mujeres; Sarah Jonson , Asesora Técnica, Agencia y Participación Juvenil en la Fundación Internacional de la Juventud; Gillian Huebner , Directora Ejecutiva de la Colaboración sobre Asuntos Mundiales de la Infancia en la Universidad de Georgetown; y Casey Harden , Director Ejecutivo/Secretario General de la YWCA Mundial, quien actuó como moderador. Martina Albini , Coordinadora del Centro de Investigación en WeWorld, presentó la metodología y los hallazgos del Índice.


El derecho de los niños a un futuro


El Índice también incluye un enfoque sobre el derecho de los niños y jóvenes a tener un futuro , y refleja consultas con 10.000 niños de 41 países donde opera la Alianza, capturando sus miedos, esperanzas y sueños para el futuro.


Para elaborar el Índice, ChildFund consultó a los niños sobre cuestiones como la pobreza, los conflictos y el cambio climático. “Nuestro objetivo era evaluar en qué medida los niños y jóvenes que participan en los proyectos de ChildFund hacen realidad sus derechos fundamentales, y también hacer que participen en un diálogo sobre cuestiones que afectan directamente a su vida cotidiana”, afirmó Meg Gardinier, Secretaria General de ChildFund Alliance. “Seguimos comprometidos a seguir construyendo sobre nuestras ocho décadas de historia colectiva para garantizar un mundo más inclusivo en el que se escuchen y se tengan en cuenta las voces de los niños”.


Al comentar las conclusiones del informe, Manuel Fontaine , Asesor Especial sobre los Derechos del Niño de UNICEF, dijo: “Dada la resistencia mundial contra los derechos humanos, nunca ha sido más importante tomar medidas proactivas para incorporar un enfoque basado en los derechos del niño en todo lo que hacemos. “Al reconocer la dignidad y el valor inherentes de cada niño, abordar de manera proactiva la discriminación y apoyar la participación y el compromiso significativos de los niños, avanzamos hacia la plena realización de los derechos del niño, tal como se establece en la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño”.


Temas comunes a través de las fronteras


A pesar de las diferencias geográficas y culturales, los jóvenes identificaron temas comunes y acciones prioritarias que consideran cruciales para su futuro, y surgieron cinco solicitudes prioritarias de los niños:

  1. mejorar el acceso y la calidad de la educación para alcanzar nuestros objetivos;
  2. Protégenos de la violencia y la discriminación;
  3. preguntar y escuchar nuestras opiniones;
  4. comprendernos y respetarnos; y
  5. Anímanos, guíanos y apóyanos.

“Para mí, los adultos pueden ayudar significativamente a los jóvenes a construir su futuro brindándoles una educación de calidad, tutoría, apoyo, dando un buen ejemplo, creando oportunidades y escuchándolos. La educación debe incluir el pensamiento crítico, la creatividad y la inteligencia emocional”. (Niña de 14 años, Filipinas)


“Los adultos deberían ayudar a los niños a vivir en un lugar seguro, lejos de las zonas de conflicto” (Niño, 18 años, Etiopía)

“Para mí, los adultos deberían ser más comprensivos y no juzgarnos. Respetar nuestras decisiones a pesar de todo. Y no intentar vivir nuestra vida, sino dejarnos tomar nuestras propias decisiones” (Niña, 16 años, Francia)


Creando un mundo mejor para los niños


Teniendo en cuenta la importancia de la participación significativa de los niños como tema unificador en todos los países y regiones, los miembros de ChildFund Alliance han desarrollado recomendaciones destinadas a fortalecer los mecanismos para involucrar a los niños.


Entre ellos se incluyen:

  • Incorporación de la participación infantil en la sociedad;
  • garantizar una participación segura, inclusiva y equitativa;
  • invertir en el fortalecimiento de la capacidad y
  • Indicadores y herramientas de seguimiento y rendición de cuentas.

 

Pobreza y Desigualdad. Informe OIAA 2024

El cuaderno Pobreza y Desigualdad forma parte de la serie monográfica Estado de la Infancia y Adolescencia en Andalucía, cuyo objetivo es dar a conocer la realidad de la población menor de 18 años en distintos ámbitos de conocimiento a partir de indicadores cuantitativos procedentes de registros oficiales y encuestas consolidadas.



Observatorio de la Infancia y Adolescencia de Andalucía (OIAA)

Junta de Andalucía. 

Consejería de Inclusión social, Juventud, Familias e Igualdad

Ainhoa Rodríguez García de Cortázar

Octubre de 2024



Esta publicación presenta los resultados de los principales indicadores disponibles sobre pobreza infantil en Andalucía, comparados con los de España y la Unión Europea, así como con las cifras de pobreza entre la población de todas las edades. Incluye indicadores como el riesgo de pobreza o exclusión social (AROPE), el riesgo de pobreza relativa y de pobreza grave o severa tanto en niñas como en niños, el efecto que las transferencias sociales y las pensiones tienen en la reducción de la pobreza relativa y la pobreza grave, las carencias sociales y materiales severas, las distintas carencias materiales, así como los principales índices de desigualdad económica.


En 2023 el 38,3% de las personas menores de 18 años de Andalucía se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social (umbral de pobreza relativa de Andalucía), el 47,1% si se calcula el AROPE con el umbral de pobreza relativa de España. En un año ha aumentado entre 2 y 4 puntos porcentuales el riesgo de pobreza o exclusión social en la infancia y adolescencia de la comunidad autónoma.


Los hogares monoparentales con hijos/as dependientes de Andalucía experimentan mayor riesgo de pobreza o exclusión social que otros tipos de hogares. En 2023 el 57,3% (umbral de pobreza de Andalucía) o el 66,1% (umbral de pobreza de España) de estos hogares se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social. De 2022 a 2023 se ha incrementado 9 puntos porcentuales el porcentaje de hogares monoparentales con hijos o hijas dependientes en riesgo de pobreza o exclusión social en la comunidad autónoma.


La pobreza relativa o riesgo de pobreza alcanza en 2023 al 29,2% de la población andaluza menor de 18 años si se calcula con el umbral de pobreza de Andalucía, al 42,5% de los niños y niñas con el umbral de pobreza de España. Este riesgo de pobreza es entre 10 y 12 puntos porcentuales más elevado que el de la población de todas las edades. Las transferencias sociales contribuyen a reducir la pobreza infantil 10 puntos porcentuales, las pensiones la reducen 3 puntos porcentuales (umbral de pobreza de Andalucía).


Además, el 16,3% de los niños, niñas y adolescentes en la comunidad autónoma viven en situación de pobreza grave o severa (umbral de pobreza severa de Andalucía) en 2023, el 21,3% si se emplea el umbral de pobreza severa de España. Este riesgo de pobreza es 7 u 8 puntos porcentuales más elevado en la infancia y adolescencia que entre la población general. Si no existiesen las transferencias sociales y las pensiones de jubilación o supervivencia la pobreza grave o severa en la población andaluza menor de edad sería 8 puntos porcentuales mayor (umbral de pobreza grave de Andalucía).


El 10,2% de los niños, niñas y adolescentes de Andalucía residen en hogares sin empleo o con muy baja intensidad laboral según la Encuesta de Condiciones de Vida de 2023, en España el 6,9% de la población menor de edad.


Además, padecen carencias sociales y materiales severas el 16,9% de las personas menores de 18 años en Andalucía y carencias materiales el 14,6%. En 2023 más de la mitad de los niños, niñas y adolescentes andaluces (50,9%) viven en hogares sin capacidad para afrontar gastos imprevistos,el 45,0% en familias que no pueden permitirse salir de vacaciones al menos una semana al año, el 23,9% viven en hogares que no pueden mantener la vivienda a una temperatura adecuada, el 19,5% viven en hogares que han tenido en el último año retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda principal (hipoteca o alquiler, comunidad, gas, etc.), el 13,3% de los niños, niñas y adolescentes de Andalucía no pueden permitirse una comida de carne, pollo o pescado cada dos días y el 13,6% no pueden disponer de un ordenador personal.


Andalucía es en 2023 la comunidad autónoma con mayores desigualdades económicas, si bien superada por Ceuta y Melilla. En la Encuesta de Condiciones de Vida de 2023 se observa una estabilización de las desigualdades de este tipo, que se habían reducido en 2021 y 2022. En concreto, el coeficiente de Gini alcanza el valor de 32,6 (en una escala de 0 a 100) y el índice S80/S20 de 5,9, es decir, la quinta parte de la población andaluza que cuenta con mayor nivel de renta ha recibido 5,9 veces más ingresos que la quinta parte con menor nivel de renta.

Acceso al documento  

Más de 250 millones de niños en el mundo no asisten a la escuela

Pese a décadas de avances y compromisos internacionales, la población mundial no escolarizada se ha reducido apenas un 1% y la cantidad de niños y jóvenes fuera de las escuelas sigue siendo muy alta, señala la agencia de la ONU para la educación, que atribuye el problema a la falta crónica de inversiones en el sector.



Naciones Unidas

Noticias ONU

1 Noviembre 2024



                                                    UNICEF Kenya. Estudiantes de una escuela en Kilifi, Kenya


El número de niños y adolescentes escolarizados se ha incrementado en 110 millones desde que se adoptó el Objetivo de Desarrollo Sostenible sobre educación en 2015, con más niños en la escuela hoy que nunca; sin embargo, la cantidad de niños que no asisten a la escuela llega a 250 millones, una cifra demasiado elevada en este punto de la historia, apuntó la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).


En su nuevo Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2024, el organismo destaca que las tasas de finalización de estudios también han subido y que en la actualidad, los jóvenes que terminan la secundaria superan por 40 millones a los que lo hacían en 2015.


Este avance muestra que los esfuerzos mundiales para garantizar la educación universal han llegado a un punto muerto preocupante, ya que la población no escolarizada se ha reducido apenas un 1% en casi diez años.


La educación de calidad, privilegio de unos pocos


La directora general de la UNESCO recordó que la educación “es el motor fundamental de las sociedades prósperas, inclusivas y pacíficas”.


“Sin embargo, la educación de calidad corre el riesgo de convertirse en el privilegio de unos pocos si no tomamos medidas serias para dar a todos los niños del mundo la misma oportunidad de aprender y prosperar”, enfatizó Audrey Azoulay.


Si bien ha habido avances en la matriculación escolar, las disparidades persisten, señala el informe.


Brecha alarmante entre ricos y pobres


Además, la brecha entre los países ricos y pobres sigue siendo alarmante: en las naciones de renta baja el 33% de los niños y jóvenes en edad escolar está fuera de la escuela, en comparación con el 3% de las de renta alta.


África subsahariana es la región del mundo con mayores desafíos, ya que alberga a más de la mitad de todos los niños y adolescentes sin escolarizar del mundo, subraya el estudio.


En un segundo informe, que monitorea el financiamiento de la educación, se recalca la falta crónica de inversión como el gran obstáculo para alcanzar la escolarización universal.


Elaborado por la UNESCO y el Banco Mundial, el texto detalla que los países de altos ingresos invierten 8543 dólares por estudiante, mientras que los países de ingresos bajos y medios sólo destinan 55 dólares a cada alumno.


Deuda y educación


La situación se complica aún más por la carga de la deuda. Así, en África los países gastan ahora casi tanto en el servicio de la deuda como en educación, mientras que la ayuda mundial a la educación disminuyó del 9,3% en 2019 al 7,6% en 2022.


Para responder a esta situación, la UNESCO en colaboración con la presidencia brasileña del G20 ha instado a diseñar mecanismos de innovadores de financiamiento, incluidos los canjes de deuda por educación.


Los líderes discuten acciones concretas para resolver la crisis educativa mundial en la Reunión Mundial de Educación de la UNESCO, que tiene lugar en Fortaleza, Brasil desde ayer 31 de octubre.


Al término del cónclave, más de 40 ministros de Educación ratificarán la Declaración de Fortaleza, que llama a priorizar la educación como una herramienta clave para un futuro más justo y sostenible. 

Asimimismo, ese documento final pide enfoques educativos renovados a los desafíos más apremiantes mediante la incorporación de la educación climática en los planes de estudio escolares, la promoción de la educación para la paz contra el aumento de la incitación al odio y la discriminación, y la promoción de la igualdad de género en la educación y a través de ella. 

La mala salud mental en la infancia también tiene que ver con la pobreza y la salud mental de los progenitores.

Las situaciones de dificultad económica conllevan un mayor riesgo de mala salud mental de los progenitores y ésta también se asocia a una peor salud mental de sus hijos e hijas. La correlación se ha mostrado más fuerte en situaciones de pobreza material grave y alta inseguridad alimentaria.



Catalunya-Plural

Xavier Bartoll-Roca

23/10/2024





Numerosas investigaciones han evidenciado que los niños que crecen en un hogar de posición socioeconómica desfavorecida tienen menos oportunidades de desarrollo, sobre todo en la dimensión cognitiva, pero también en la emocional o de comportamiento. Otras investigaciones han matizado que las dificultades económicas aumentan los trastornos psicosociales de los niños incluso por efecto de la mala salud mental de sus progenitores. Así, la preocupación de los adultos por no disponer de recursos económicos suficientes dificulta una crianza adecuada. El estrés económico incrementa los conflictos de pareja y favorece prácticas parentales inconsistentes, ya sean más rígidas o más laxas. Otros condicionantes son también importantes para el desarrollo máximo de los niños, en concreto, la diferencia entre recibir o no ayudas públicas, la calidad de las escuelas y/o el entorno de barrio. Para conocer la interrelación de algunos de estos elementos se ha analizado una muestra representativa de los hogares con niños de la Encuesta de Salud que elabora la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) en la ciudad del año 2016, cuando todavía persistían los efectos de la crisis económica, con tasas de paro en torno al 27% (2012).


El estudio ha analizado tres tipos de dificultades económicas en el hogar: la situación de empleo de los padres y/o madres, la pobreza material y la inseguridad alimentaria. Se trataba de comparar cómo afecta alguna de estas situaciones a la salud mental de los progenitores y, por extensión, a sus hijos. En todos los casos se ha mostrado cómo las situaciones de dificultad económica conllevan un mayor riesgo de mala salud mental de los progenitores y ésta también se asocia a una peor salud mental de sus hijos e hijas. La correlación se ha mostrado más fuerte en situaciones de pobreza material grave y alta inseguridad alimentaria. También se ha demostrado que los progenitores con mayor riesgo de mala salud mental ejercen un estilo parental más inconsistente con sus hijos e hijas.


Para precisar más estos efectos negativos sobre el bienestar psicosocial de los niños, es posible diferenciar los problemas en dos dimensiones: por un lado, la dimensión que exterioriza el malestar de los niños, por ejemplo, en forma de agresividad, carencia de atención y/o conflictividad relacional; por otro, la dimensión que interioriza el malestar en forma de sentimientos de retraimiento, tristeza y otros efectos emocionales adversos.


Por lo que se refiere a la primera dimensión (exteriorización del malestar), se demuestra el peso de la mala salud mental de los progenitores en la mala salud mental de los niños que se encuentran en dificultades económicas. Pero, en cambio, en lo que se refiere a la segunda dimensión (interiorización del malestar) la asociación entre sufrir dificultades económicas en el hogar y los problemas relacionados con la depresión del niño es directa (es independiente del estado de salud mental de los progenitores). Esta relación directa puede estar relacionada con el hecho que los niños sufren directamente las dificultades económicas, por ejemplo, en los cambios en la rutina de las comidas, o en una menor disponibilidad de alimentos que a su vez comporta debilitamiento físico e incide en el sentimiento de retraimiento o tristeza de los niños. Una situación de pobreza persistente también agrava este mecanismo de depresión del niño.


En paralelo a estos resultados, otros estudios también han detectado asociaciones entre situaciones de pobreza persistente y problemas de hiperactividad, disminución en el autocontrol y un empeoramiento en las relaciones interpersonales de los niños. Desgraciadamente, las limitaciones muestrales no nos han permitido conocer si los efectos sobre la salud mental de los niños y niñas de sufrir dificultades económicas son más intensos en determinados subgrupos de hogares. Sin embargo, se han podido observar indicios que indican que los hogares monomarentales son los de mayor riesgo de padecer pobreza. Tampoco se ha podido discernir si los efectos en los niños se diferenciaban según la relación con la madre o con el padre, ya que, como la literatura indica, cambia según quien asume roles del hogar, cuidados y/o del trabajo remunerado. En cualquier caso, la conclusión es clara: los niños que viven en hogares más desfavorecidos experimentan menos bienestar psicosocial e interiorizan ese sentimiento.


Para analizar la influencia del entorno de barrio se utiliza la opinión de los progenitores sobre si consideran que el barrio dónde viven tiene un problema de violencia. Aunque con limitaciones, con este indicador hemos querido captar la importancia de la calidad del entorno de barrio en la salud mental de los niños más allá de las dificultades económicas del hogar. Los resultados muestran cómo la opinión sobre la violencia en el barrio se asocia en todos los casos con una mala salud mental de los progenitores y también de los niños. Con coincidencia con otros estudios, uno de los aspectos que los niños más valoran es un entorno seguro, tanto en la escuela como en los barrios. Tal y como muestran los últimos análisis de la Encuesta de Bienestar Subjetivo de la Infancia en Barcelona (año 2021), sentirse seguro o segura es la variable que más se vincula a la satisfacción con la vida por parte de los niños.


El bienestar mental y físico de los niños es relevante, no solo para su presente, sino también porque tiene consecuencias en su vida adulta. Los niños que crecen en entornos económicos desfavorecidos tienen una mayor probabilidad de desempeñar trabajos precarios con menores ingresos y tener peores indicadores de salud, entre otros efectos negativos.

Diversas líneas de intervención son factibles para preservar la mejor salud mental posible en niños y niñas. Primeramente, desde el punto de vista de las finanzas familiares, el alivio de la falta de recursos, sea por incremento o extensión de salarios mínimos, vía reducción de tasas, o por el impulso de programas de transferencias para necesidades o de otros similares, tendrían el potencial de mejorar la salud mental de los padres y/o madres y, por tanto, también la de sus hijos. También son favorables las políticas públicas que facilitan la provisión de bienes y servicios de calidad a los niños, como las ayudas a los comedores escolares y al cuidado de los menores de edad, asegurar la accesibilidad a guarderías o una mayor flexibilidad laboral que facilite la conciliación familiar. Una segunda línea de acción son las intervenciones que combinan la educación de progenitores y niños, o también las que se dirigen a mejorar las habilidades parentales, que requieren menos recursos que las dirigidas a ambas generaciones. Por último, se recomiendan las actuaciones urbanas destinadas a promover entornos seguros, saludables y de ocio enriquecedor, como son los espacios jugables, los entornos verdes y de calidad.