La propuesta tiene estrecha relación con el concepto de desarrollo sustentable definido por la Comisión Brundtland como el conjunto de políticas que “garantiza las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”. Este principio fue adoptado en 1992 por la anterior conferencia en Río de Janeiro, conocida como Cumbre de la Tierra.
“El ‘derecho a un futuro’ es la tarea más urgente del presente”, escribió Roberto Bisio, coordinador de Social Watch y redactor responsable del extenso estudio. “Se trata de la naturaleza, sin duda, pero también se trata de nuestros nietos y de nuestra propia dignidad, de las expectativas del 99% de los 7.000 millones de hombres y mujeres del mundo, de niñas y niños a quienes hace dos décadas se les prometió sustentabilidad y que han visto, en cambio, sus expectativas convertidas en la ficha de un casino financiero mundial que no controlan."
“Los ciudadanos de todo el mundo reclaman un cambio, y este informe es solo una vía más para que se oigan sus voces. El mensaje no puede ser más claro: las personas tienen derecho a un futuro, y el futuro comienza hoy mismo”, agregó Bissio en el prólogo titulado.
“Apoyamos la recomendación de instituir un defensor de la justicia intergeneracional y de las futuras generaciones”, declaró en otro capítulo del informe el Grupo de Reflexión sobre Perspectivas Globales de Desarrollo, integrado por miembros de Social Watch, Friedrich Ebert Stiftung, terre des hommes, Third World Network, Dag Hammarskjöld Foundation, DAWN y el Global Policy Forum.
“El nombramiento de defensores (Ombudsperson) para las generaciones futuras puede llevar la agenda de la sustentabilidad justo al corazón de los gobiernos”, agregó el Grupo. “El defensor podría participar directamente en la formulación de políticas y evaluar desde una perspectiva integral sus efectos a largo plazo. Solo a un organismo independiente que no requiera ser reelegido por sus contemporáneos podrá concentrarse íntegramente en el análisis a largo plazo y representarlo sin vacilaciones.”
La propuesta sigue la línea de las conferencias mundiales de los años 90 sobre derechos humanos, equidad social y medio ambiente cuyo punto culminante fue la Declaración del Milenio (2000), en la cual los países miembros de la ONU se comprometieron a “defender los principios de la dignidad humana, la igualdad y la equidad en el plano mundial” como “un deber a cumplir hacia todos los habitantes del planeta, en especial los más vulnerables y, en particular, los niños del mundo, a los que pertenece el futuro”.
Lo prometido por los jefes de Estado y de Gobierno en la Cumbre del Milenio supone cambiar “los modelos actuales no sustentables de producción y consumo […] en el interés de nuestro bienestar futuro y el de nuestros descendientes”, sostuvo el Grupo de Reflexión en su declaración.
“Al futuro del mundo, de sus 7.000 millones de personas y de las generaciones venideras lo determinarán las respuestas que demos a los significativos desafíos que afronta el planeta. Nuestras prácticas actuales ponen en peligro nuestra propia existencia”, remarcó Eurostep, red de organizaciones no gubernamentales europeas de fomento al desarrollo con presencia en más de 100 países.
“El desarrollo sustentable significa darles más bienestar tanto a las generaciones presentes como a las futuras, y se preocupa no solo de la justicia ambiental sino también de la social, económica e intergeneracional”, observó Eurostep en un capítulo del informe.
C.J. George, coordinador regional para Asia meridional de terre des hommes, explicó que “la justicia intergeneracional es parte integral de conceptos como desarrollo sustentable, justicia social, derechos de niños y jóvenes, calentamiento global y cambio climático”, así como al principio de “equidad de derechos entre generaciones de niños, jóvenes, adultos y sobrevivientes y también entre generaciones presentes, pasadas y futuras”.
Aunque la Convención sobre los Derechos del Niño, ratificada por casi todos los países, garantiza “un trato justo y equitativo” para todo niño y toda niña e “incluye a las generaciones futuras” en su formulación, George advirtió que “este compromiso está aún lejos de ser el adecuado”.
“En cierto sentido, la presente generación ejerce poder sobre la venidera, y puede utilizar los recursos mediante procedimientos por los que le niegan a ésta sus derechos”, agregó. “El futuro no tiene forma de controlar el presente. Y la generación actual tiene poder sobre la propia existencia de las futuras.”
“Hoy, el reto no es solo reiterar el compromiso con las siguientes generaciones desde una posición de la justicia, sino también reequilibrar los intereses económicos y sociales”, escribió George. “Ese reequilibrio implica el retorno del Estado a las esferas sociales y normativas de acción política, asumiendo sus responsabilidades, tanto para disponer el acceso equitativo a los servicios como para regular el alcance del libre mercado. Los mercados son inherentemente competitivos y seguir la lógica de la supervivencia del más apto contradice el concepto de equidad, condición necesaria para la sustentabilidad.”
El coordinador general de Terre des Homes recordó “la propuesta del Consejo para el Futuro Mundial de nombrar a una ‘representación legal o un tutor’” para proteger a las generaciones por venir. “Algunos países ya cuentan con instituciones así. La creación de un Ombudsperson internacional o alentarla a nivel nacional puede ser un resultado concreto de Río+20 hacia la sustentabilidad del futuro, lo que equivale a garantizar la justicia intergeneracional.”
adoptada el 12 de
noviembre de 1997 por la Conferencia
General de la UNESCO en su 29ª reunión
Artículo 1 - Necesidades e intereses de las generaciones futuras
Las generaciones actuales tienen la responsabilidad de garantizar la plena salvaguardia de las necesidades y los intereses de las generaciones presentes y futuras.
Artículo 2 - Libertad de elección
Es importante tomar todas las providencias necesarias para que, respetando los derechos humanos y las libertades fundamentales, las generaciones presentes y futuras puedan escoger libremente su sistema político, económico y social y preservar su diversidad cultural y religiosa.
Artículo 3 - Mantenimiento y perpetuación de la humanidad
Las generaciones actuales deben esforzarse por asegurar el mantenimiento y la perpetuación de la humanidad, respetando debidamente la dignidad de la persona humana. En consecuencia, no se ha de atentar de ninguna manera contra la naturaleza ni la forma de la vida humana.
Artículo 4 - Preservación de la vida en la Tierra
Las generaciones actuales tienen la responsabilidad de legar a las generaciones futuras un planeta que en un futuro no esté irreversiblemente dañado por la actividad del ser humano. Al recibir la Tierra en herencia temporal, cada generación debe procurar utilizar los recursos naturales razonablemente y atender a que no se comprometa la vida con modificaciones nocivas de los ecosistemas y a que el progreso científico y técnico en todos los ámbitos no cause perjuicios a la vida en la Tierra.
Artículo 5 - Protección del medio ambiente
1. Para que las generaciones futuras puedan disfrutar de la riqueza de los ecosistemas de la Tierra, las generaciones actuales deben luchar en pro del desarrollo sostenible y preservar las condiciones de la vida y, especialmente, la calidad e integridad del medio ambiente.
2. Las generaciones actuales deben cuidar de que las generaciones futuras no se expongan a una contaminación que pueda poner en peligro su salud o su propia existencia.
3. Las generaciones actuales han de preservar para las generaciones futuras los recursos naturales necesarios para el sustento y el desarrollo de la vida humana.
4. Antes de emprender grandes proyectos, las generaciones actuales deben tener en cuenta sus posibles consecuencias para las generaciones futuras.
Artículo 6 - Genoma humano y diversidad biológica
Ha de protegerse el genoma humano, respetándose plenamente la dignidad de la persona humana y los derechos humanos, y preservarse la diversidad biológica. El progreso científico y tecnológico no debe perjudicar ni comprometer de ningún modo la preservación de la especie humana ni de otras especies.
Artículo 7 - Diversidad cultural y patrimonio cultural
Las generaciones actuales deberán velar por preservar la diversidad cultural de la humanidad respetando debidamente los derechos humanos y libertades fundamentales. Las generaciones actuales tienen la responsabilidad de identificar, proteger y conservar el patrimonio cultural material e inmaterial y de transmitir ese patrimonio común a las generaciones futuras.
Artículo 8 - Patrimonio común de la humanidad
Las generaciones actuales han de utilizar el patrimonio común de la humanidad, según lo define el derecho internacional, sin comprometerlo de modo irreversible.
Artículo 9 - Paz
1. Las generaciones actuales deben velar por que tanto ellas como las generaciones futuras aprendan a convivir en un ambiente de paz, seguridad y respeto del derecho internacional,los derechos humanos y las libertades fundamentales.
2. Las generaciones actuales deben preservar a las generaciones futuras del flagelo de la guerra. Con ese fin, han de evitar que las generaciones futuras sufran las consecuencias perjudiciales ocasionadas por los conflictos armados y otros tipos de agresiones y la utilización de armas, contrarios a los principios humanitarios.
Artículo 10 - Desarrollo y educación
1. Las generaciones actuales han de legar a las futuras las condiciones para un desarrollo socioeconómico equitativo, sostenible y universal, tanto individual como colectivo, en particular, mediante una utilización justa y prudente de los recursos disponibles a fin de luchar contra la pobreza.
2. La educación es un instrumento importante para el desarrollo de los seres humanos y las sociedades. Debe utilizarse para fomentar la paz, la justicia, el entendimiento, la tolerancia, la igualdad en beneficio de las generaciones actuales y futuras.
Artículo 11 - No discriminación
Las generaciones actuales deben abstenerse de realizar actividades y de tomar medidas que puedan ocasionar o perpetuar cualquier forma de discriminación para las generaciones futuras.