Máxima preocupación por la vulneración sistemática de los derechos de las niñas, niños y adolescentes en los conflictos bélicos.

 El final del año 2023 ha traído numerosas noticias sobre la infancia y la adolescencia, pero no tantas ni de tanto calado como las relacionadas con la aberración a la que asistimos atónitos durante días, semanas y meses en la franja de Gaza sobre población civil, especialmente sus ciudadanos niños, niñas y adolescentes. 

Un año convertido en el de mayor conflictividad bélica desde la II Guerra Mundial.


No obstante nuestra selección de noticias nos permite resaltar otras como la que nos muestra la claridad con que la voz de niños, niñas y adolescentes claman por un planeta limpio, detallando seis áreas concretas de propuestas. Planeta que es y será su hogar cuando haya dejado de ser el nuestro, mientras seguimos impidiéndoles decidir al respecto. O también la de esos adolescentes gallegos que diseñan inventos para resolver problemas cotidianos a personas con parálisis cerebral, una muestra de la impronta que puede marcar nuestra sociedad si damos cabida. Como la de esos 157 niñas y niños procedentes de 8 colegios defendiendo los derechos de los niños en el Congreso de los diputados. Está por ver si los representantes de los ciudadanos con capacidad de votar tendrán presente las preocupaciones, los deseos y las propuestas de aquellos otros ciudadanos a quienes ellos mismos no les permiten elegir. Comprobaremos en la actividad parlamentaria de este nuevo año si tiene traducción en actuaciones dirigidas a mejorar sus vidas o siguen en gran medida enfrascados en marear perdices ideológicas ajenas a su día a día. 

Resultaría de mucha utilidad para mejorar la desafección en las instituciones por parte de los adolescentes, la cual se encuentra por encima de la media de los países analizados. Pueden servir como orientación a nuestros parlamentarios otras noticias que hemos recogido: los adolescentes que se sienten invisibilizados por el urbanismo diseñado para el consumo; los casi 600.000 niños pobres en Andalucía; ese 23.5% de adolescentes que juega dinero online; el hacinamiento en el que vive uno de cada cinco niños en España; el disparado número de niños migrantes que llegan solos a Canarias; ser el país de la UE con más pobreza monetaria entre niños, según la flamante ministra de juventud e infancia. Podríamos acabar con otra noticia para sugerir a nuestros diputados, pero acabaremos con la de que el 53% de los niños accede al porno antes de los 13 años. Animamos mucho desde aquí a nuestros representantes por todo lo bueno que pueden hacer por la infancia.

En los últimos meses del pasado año abundaron las noticias asociadas a esta última cita: el uso de las pantallas y de internet a través suyo, y la influencia en la vida de niñas, niños y adolescentes, su salud o el desarrollo de su personalidad, así como el posicionamiento de ellos mismos, sus familias las instituciones o el gobierno mismo.

Son muchos los aspectos que ilustran este vasto panorama, como la noticia que recoge la obsesión de las niñas por el skin care ya a los 12 años. Ese casi 3% de los adolescentes que pierden el control de sus vidas por las redes sociales. Los movimientos de padres y madres para limitar el acceso de sus hijas e hijos a los móviles, como en este ejemplo de Baleares o también el aluvión de demanda de escuelas de padres.

En materia de bienestar y calidad de vida, en estos meses las noticias plantean una serie de reflexiones sobre los avances que han ido aconteciendo en el país. Uno de los aspectos que más destaca es la Inclusión y diversidad en la infancia, para garantizar la igualdad y el pleno disfrute de todos los niños, niñas y adolescentes. En este aspecto, la estrategia de Castila-La Mancha se contempla en la fácil comprensión y acceso de la normativa, por lo que se busca que su nueva Ley de Atención y Protección a la Infancia y a la Adolescencia se adapte a un lenguaje amigable de lectura fácil para las personas más jóvenes.

Son estas noticias seleccionadas y otras muchas que no podemos añadir que no hacen sino señalar una gran preocupación originada por el devenir del desarrollo tecnológico globalizado al aterrizar en nuestras vidas cotidianas, y sin que nuestro analfabetismo al respecto nos haya ocasionado preocupación. Pero cuando consecuencias no previstas han aparecido en nuestros adolescentes (y ya también nuestras niñas y niños) entonces como por arte de hormona nos hemos sentido sobrepasados. Esta reacción no siempre tiene en cuenta las causas para poder prevenir ni se entretiene en el análisis de los expertos, sino que como patata caliente que es, necesitamos que salga de nuestra mano. A pesar de ello haremos bien en escuchar a los especialistas, en hablar de ello y abordarlo con mente abierta, porque no hay soluciones simples para problemas complejos.

Máxima preocupación por la vulneración sistemática de los derechos de las niñas, niños y adolescentes en los conflictos bélicos.

Y ya sí, nos toca abordar la carga de las noticias y los múltiples acentos que pueden recaer en una misma palabra: GUERRA. Como el lema que los niños y niñas de Antequera quisieron mostrar en el pleno del ayuntamiento con motivo del día de la infancia, el derecho a vivir en paz; reacciones masivas en niños de, por ejemplo Madrid, donde alumnado de más de 40 centros concertados claman por estos asesinatos; la contabilización de niños muertos en Gaza, que en sólo tres semanas de conflicto ya había superado a la suma de todo un año de guerras en el mundo, civiles culpables de ser personas nacidas en aquel lugar; las secuelas de los no fallecidos, de por vida, ubicados en un infierno viviente. Niños palestinos y niños israelíes. Niños, al fin y al cabo. Los niños y las mujeres son los civiles más vulnerables durante la guerra. Una guerra que no diferencia terroristas de civiles ni a los niños del resto, pudiendo ser procesados por tribunales militares desde los 12 años.

Organizaciones y agencias denuncian la violación de derechos fundamentales en la infancia, detallando cuáles son las principales: World Vision, Save the Children, UNICEF y otras denuncian esta situación, pero son pocos los países que ejercen presión para detener esta masacre. En el día en que se redacta esta sección se escucha al ministro israelí afirmar que la guerra va para largo y que no más de 200.000 palestinos vivirán en la franja de Gaza, lugar que quedará para ser habitado por los israelíes.

Este año recién iniciado tiene mucho margen para mejorar y desde la Asociación GSIA estaremos muy atentos al ejercicio de los derechos de esos niños, niñas y adolescentes y su reflejo en los medios de comunicación. Nuestros mejores deseos para todos nuestros lectores y en especial a esos niños víctimas de conflictos bélicos. Ellos y sus familias.

Ojalá se hagan realidad.

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