La violencia en la pareja que se produce en adolescentes se conoce con el nombre de violencia en el noviazgo. La violencia en la pareja puede incluir daño físico, sexual o psicológico, abarcando las agresiones, la coacción sexual, el maltrato psicológico y los comportamientos de control.
Revista Española de Salud Pública
Volumen 97
Publicado: 28/06/2023
En España, según datos de 2019 del Ministerio de Igualdad, la prevalencia de violencia física y/o sexual por parte de la pareja o expareja fue del 14,2%, presentándose entre los dieciséis-veinticuatro años un mayor riesgo de sufrir todos los tipos de violencia. En la actualidad, las nuevas tecnologías constituyen la principal vía de comunicación entre los/las adolescentes, y del mismo modo que simplifica la socialización, también aumenta el riesgo de sufrir violencia en la adolescencia. Esta violencia puede clasificarse en cibercontrol (acosar) y/o ciberagresión (dañar)
Actualmente, es un problema generalizado en la adolescencia y existe un gran desconocimiento al respecto de las creencias/actitudes que están ayudando a perpetuar este fenómeno. El objetivo de este estudio fue conocer la percepción de los adolescentes sobre esta violencia y estimar la frecuencia observada de exposición a diferentes ítems de violencia en el noviazgo, valorando las diferencias según sexo y nivel educativo.
Se realizó en 2022 un estudio transversal en cuatro centros educativos públicos de Galicia (España) que impartían Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato. El muestreo de los centros fue de conveniencia. Se invitó a los estudiantes a contestar un cuestionario anónimo. Se estimó la frecuencia observada de exposición del estudiantado a diferentes ítems de violencia en el noviazgo y de identificación de la violencia.
Se incluyeron 410 estudiantes. El 99% de las mujeres percibieron que no es normal controlar la vestimenta de la pareja frente al 88% de los hombres; en relación con el control de las amistades, estos porcentajes fueron del 87,6% y el 73,1%, en mujeres y hombres, respectivamente. Con respecto a las críticas a la pareja, estos porcentajes fueron del 54,7% frente al 67,9%, respectivamente en mujeres y hombres. El 46,8% del estudiantado admitió conocer casos que enviaban varios mensajes al día para saber qué estaba haciendo la pareja. El 21,7% refirió conocer casos que sentían miedo de su pareja. La percepción de violencia en el noviazgo es mayor por parte de las mujeres.
Las mayores diferencias entre hombres y mujeres se observan en los ítems del dominio control. Alrededor del 46,8% de los encuestados admitieron conocer casos que enviaban varios mensajes al día para saber lo que estaba haciendo la pareja, un 46,3% conocía algún caso que criticaba a la pareja y un 42% conocía casos que le gritaban a la pareja. El porcentaje que refirió conocer casos que sentían miedo de su pareja fue del 21,7%.
El control ejercido por la pareja asociado a las nuevas tecnologías es el ítem donde se observa mayor normalización de las conductas, observándose que únicamente el 27,9% de los adolescentes y el 28,7% de las adolescentes considera que no es nunca normal enviar varios mensajes a la pareja para controlar lo que está haciendo. Estos porcentajes son similares a los obtenidos en un estudio previo realizado en 640 adolescentes de trece a diecisiete años en centros educativos de Terrasa y Alicante, que observa que el 22% de las niñas y el 20,5% de los niños informaban haber sufrido control y/o miedo a la victimización. Una explicación plausible puede ser la romantización de las situaciones de control, siendo consistente con lo plasmado en los estudios dedicados a la violencia de género en la adolescencia, donde se destaca la normalización de las conductas de control a través de las nuevas tecnologías, siendo blanqueadas como pruebas de amor y confianza.
Se observa que el control de la pareja a través de las nuevas tecnologías son conductas muy comunes entre los adolescentes de ambos sexos; el 46,8% conoce algún caso que envía varios mensajes al día para conocer qué está haciendo la pareja y un 33,9% conoce algún caso que controla la conexión de la pareja en redes sociales. Estos hallazgos denotan una baja percepción de riesgo asociado a este tipo de control que, tal y como ya se comenta, parece haberse normalizado.
Algunos autores indican que la juventud podría ser especialmente vulnerable a una mala interpretación del control de pareja, debido a la visión irreal y distorsionada que tienen del amor. Algunos estudios sobre la prevalencia de conductas como control, amenazas y/o humillación a través de herramientas electrónicas parecen mostrar que estos comportamientos han pasado a formar parte de la comunicación habitual de los/las adolescentes.
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