El organismo regulador de las telecomunicaciones alemán (Bundesnetzagentur)
ha prohibido la venta de My Friend Cayla, una muñeca interactiva con conexión a Internet
que, según los expertos, expone a los niños a varios peligros, incluyendo el espionaje,
la interacción no monitorizada con desconocidos y la explotación comercial
de sus conversaciones por parte de las empresas que lo fabrican.
El presidente de la Bundesnetzagentur advierte a los que ya hayan comprado la muñeca que deben destruirla
En España se puede comprar por 89,95 euros en jugueterías y grandes superficies como El Corte Inglés
Fuente Eldiario.es Marta Peirano
My friend Cayla, la muñeca interactiva prohibida en Alemania |
El presidente de la Bundesnetzagentur, Jochen Homann, ha llegado a decir que los padres que ya hayan comprado la muñeca deberían destruirla de inmediato.
"Aquellos objetos que esconden cámaras o micrófonos con
conexión que pueden transmitir datos de manera inadvertida ponen en
peligro la privacidad de las personas", aseguraba Homann el viernes pasado. Especialmente cuando se trata de menores, "los miembros más vulnerables de nuestra sociedad". Homann fue el secretario del Ministerio Federal de Economía y Tecnología hasta 2012.
La muñeca interactiva Cayla esconde un micrófono interno, un sistema de
reconocimiento de voz y una conexión a Internet por
tecnología Bluetooth que se controla, hasta cierto punto, a través de
una aplicación. La muñeca escucha y contesta a su pequeño interlocutor
ofreciendo información sobre sus gustos, su familia y algunas
experiencias que relata.
Las preguntas que no sabe contestar las busca en Internet. Por ejemplo,
si una niña pregunta cómo se llama el hada de Peter Pan, la muñeca lo
buscará y contestará: Campanilla.
Vulnerables a los hackers y al marketing
La tecnología Bluetooth que tiene la muñeca ofrece un radio de conexión
de más de 10 metros para otros dispositivos con la misma tecnología.
Con un smartphone y el micrófono, explicaba Homann, un extraño podría usar la muñeca para escuchar y hablar con el niño sin tener acceso físico al juguete, incluso separado por varias paredes.
Evidentemente, la conexión a la Red ofrece otras oportunidades
para acceder al niño sin permiso ni conocimiento de sus padres o
tutores.
Pero aún; la empresa que
proporciona el software de reconocimiento de voz se reserva el derecho a
registrar las conversaciones del niño y compartir esa información con
terceros. Un estudio realizado por el Consejo de Consumidores Noruego
(Forbrukerradet) acusa a Nuance Communications, especializada en
tecnologías de reconocimiento de voz, de violar las leyes que protegen
la intimidad del menor escuchando y explotando sus conversaciones.
También advierten que la muñeca introduce sutiles recomendaciones
publicitarias, de productos vinculados a las empresas que la fabrican,
como otros juguetes o películas de ciertas productoras. El estudio
incluye otros juguetes que usan el mismo software, como Hello Barbie y el Robot inteligente i-QUE.
Pendiente de investigación en España
Por estos motivos, a finales de 2016 la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) denunció los graves fallos de seguridad de los tres productos, interpelando a las autoridades para que los investigaran.
En consecuencia, la Agencia Española de Protección de datos inició
actuaciones previas de investigación "ante la preocupación señalada por
organizaciones de consumidores, a nivel nacional y europeo, y las
noticias aparecidas en los medios en relación a la comercialización de
productos orientados al mercado infantil conectados a Internet y que
potencialmente recogen datos personales de menores, como audio e
imagen". Otros países que han empezado investigaciones son Francia,
Suecia, Grecia, Bélgica, Irlanda y Holanda. En España, la muñeca Cayla
se puede comprar por 89,95 euros en jugueterías y establecimientos como El Corte Inglés.
Hasta sacar sus conclusiones, la AEPD hace unas recomendaciones básicas para
aquellos padres que quieran comprar juguetes conectados, como
"comprobar si pueden captar la voz o la imagen de los menores y dónde se
almacena esa información". También aconsejan "revisar la política de
privacidad para consultar qué permisos se están concediendo y a quién
sobre esos datos".
Todos los intentos por parte de
eldiario.es de comentar el caso con Nomaco Spain S.L., la empresa que
distribuye la muñeca en España, han sido infructuosos
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