"sus voces se deben encarnar en su derecho"
Matías
Cordero Arce (*)
Introducción
En este trabajo nos hemos propuesto avanzar hacia un discurso emancipador de los derechos de las niñas y
los niños. Si nos detenemos en los términos de este
título, con especial énfasis en el uso del lenguaje, podremos entender y
articular mejor el contenido y propósito de lo que sigue.
Hablamos de un discurso emancipador de los derechos. Concebir a los derechos humanos de las
niñas y niños como “discurso” implica reconocer que el lenguaje no sólo
describe la realidad, sino que también la prescribe, la ordena y estructura de
acuerdo con “categorías de pensamiento a las que se atribuyen significados y
valores sociales importantes”.
Los discursos, en este sentido, “promueven categorías particulares de creencias y pensamiento que
guían nuestras respuestas” en el medio social, “estructurando nuestra
experiencia y los sentidos que le damos a ésta” (Evans 2005: 1049). Los
discursos, entonces, no sólo dicen, sino que reclaman la autoridad y legitimidad de no ser contradichos.
Nuestro propósito es encaminarnos hacia un discurso emancipador de los derechos de las niñas y los niños Con esto nos situamos en oposición al
discurso de derechos que canaliza hegemónicamente los derechos de las niñas y
niños en la actualidad, y que es representado por la Convención de los Derechos
del Niño (CDN), que entendemos no insta tal emancipación.
Comprometerse con unos derechos efectivamente de las niñas y niños implica
que unas y otros tienen que tener un rol principal en la concepción e
implementación de sus derechos, que sus
voces se deben encarnar en su derecho.
Descargable
en http://www.ifejant.org.pe/
(*) Matias Cordero Arce. Licenciado en Derecho y Doctor en Sociología del Derecho, Chileno, residente en Vitoria-Gasteiz.
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