El líder contra la esclavitud infantil
que incomoda a las grandes multinacionales
Alicia Justo
- Ehsan Ullah Khan, la figura que encabeza la lucha contra el trabajo de los más pequeños, ha estado recientemente en Gran Canaria.
- Este pakistaní asegura que el 100% de la producción de Zara en Asia se sustenta con mano de obra infantil.
- El año pasado se desplazó a Arteixo para entrevistarse con Pablo Isla y preguntarle por la situación de las industrias que trabajan con niños.
Ehsan Ullah Khan fundó el Frente de Liberación del Trabajo Forzado y la Marcha Global para eliminar la esclavitud infantil |
“El 100% de la producción de
Zara en Asia es trabajo infantil”, confiesa Ehsan Ullah Khan, el líder
pakistaní contra la esclavitud de niños y niñas que ha estado
recientemente en Gran Canaria invitado por el Ayuntamiento de Santa
Lucía para conmemorar el 25 aniversario del Espal.
Encabeza un
movimiento a nivel mundial que denuncia el trabajo forzoso que padecen
400 millones de niños en el mundo.
Khan lleva tiempo centrando su
combate, su batalla “personal” en Inditex, la multinacional española que
ha incrementado sus beneficios en un 5% en 2014 pero que según Khan,
mantiene a miles de menores cosiendo en industrias que forman parte del
abrupto tejido de subcontratas que se expanden principalmente por Asia.
El año pasado,
este pakistaní se desplazó a Arteixo para entrevistarse con Pablo Isla,
presidente del gigante textil, pero “no me quiso recibir y envió a un
responsable de la empresa”, recuerda Ullah Khan. Ese día, le cuestionó
al directivo por qué no trasladaba las industrias a España, un país
azotado por la crisis económica y un alto nivel de desempleo. “Su
respuesta fue que los españoles son unos vagos que no quieren trabajar”.
Ullah Khan llegó por
casualidad a convertirse en uno de los referentes mundiales contra la
esclavitud infantil. Era periodista y trabajaba en un diario local, pero
en 1967 se cruzó con un chico de 18 años, esclavo, con los ojos llenos
de lágrimas apostado a un lado de la carretera. “Quise ayudarle, le dije
que él era libre como cualquier otra persona que nace en otra parte del
mundo, pero él solo quería morirse”. En este instante decidió emprender
su lucha, fundó el Frente de Liberación del Trabajo Forzado, que lo
llevó a prisión y a sufrir varios intentos de asesinato. Desde 1995 vive
“forzosamente” en el exilio en Suecia sin posibilidad de poder regresar
a su tierra. En el país nórdico creó el movimiento Marcha Global desde
donde articula la lucha para erradicar la explotación infantil con
políticas de educación. Khan ha logrado que cinco empresas de Pakistán
cierren sus instalaciones y la liberación de cientos de niños.
Un menor que trabaja en una
fábrica de Pakistán, de Camboya o de Bangladesh entra a las 4 de la
mañana y sale a las 6 de la tarde. Los horarios rondan entre las 10 y
las 16 horas y el salario no supera los 2€ al día. Las industrias de
ropa, alfombras, fútbol o de material médico se sustentan con el trabajo
de menores que son vendidos a las mafias o a las empresas por sus
propios padres. “Comprar un niño en Pakistán es muy barato y una vez que
lo has hecho, puedes hacer con él lo que quieras”. Así le sucedió a
Iqbal Masih, vendido por su madre cuando tenía cinco años a cambio de
600 rupias (12 €). Masil comenzó a trabajar en una fábrica de alfombras
persas destinadas al mercado occidental donde además era maltratado y
despojado de todos sus derechos. Con 10 años se cruzó en su camino el
Frente del Ullah Khan quien consiguió liberarlo y convertirlo en una
figura contra la esclavitud de los niños. Después de un viaje a Estados
Unidos, la mafia lo asesinó cuando tenía 12 años.
“Por eso siempre digo que no
compren en empresas como Zara, Mango, Ikea o H&M, porque con el
dinero que les entregas, ellos compran 5 esclavos más”. Khan sostiene
que los gobiernos y grandes multinacionales son cómplices de este
entramado que saca partido de los oprimidos y los convierte en mano de
obra barata. “Este es un gran problema político, social, económico y
militar pero a ninguno de ellos les interesa cambiar el sistema”.
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