La mayoría de los padres consideran que
educar es una tarea difícil
El comportamiento de los hijos exige
perseverancia y unas técnicas básicas de disciplina
Carta de Abraham Lincoln al profesor de su hijo
El País 23/03/2013
Después de esta escena, algunas madres dan un portazo, incluso lloran
de desesperación.
No entienden que su hijo no haga lo que se le pide a
la primera. La explicación que dan es que el niño es desobediente, malo,
y que no hay nada que hacer por conseguir paz en casa. Terminan por
juzgarse como malas madres e ineficaces en la educación de sus hijos. En
la escena podemos encadenar varios errores para que Carlos no obedezca:
dar voces, órdenes contradictorias, comunicarle que ha perdido la
batalla (“puedes conmigo, me desesperas”) y amenazarle con hablar con su
padre demostrando que su autoridad es nula.
“El propósito de la educación es lograr que
los niños quieran hacer lo que deben hacer”
(Howard Gardner)
La mayoría de padres ve la tarea de educar como algo difícil. Pero si
anticipa todo lo que puede fallar, que su hijo no estudiará, se
relacionará con amigos que resten, no comerá… esto le desesperará y
caerá en la profecía autocumplida. Lo más importante en la educación es
establecer unas reglas que no se salte ni usted. Trabaje para que se
cumplan desde edad temprana. A partir de los seis meses los niños
entienden muchas cosas; no se expresan, pero empiezan a diferenciar
entre “esto sí se puede y esto no”. No trate de educar a un chaval de 15
años al que lleva consintiendo todo este tiempo, será tarde. Cuanto
antes sepan sus hijos que hay normas, que los premios van asociados al
cumplimiento de responsabilidades, que todos tienen que colaborar, antes
conseguirá tener hijos educados, responsables y con autonomía.
La mejor prevención en educación es la intervención temprana. Muchos
padres se quejan de que los niños no vienen con un manual bajo el brazo,
pero si siguen estas reglas básicas, seguramente le allanarán el camino
que supone educar.
Primero. Volumen y tono conversacionales. Conseguir
que le hagan caso no es cuestión de hablar alto. El poder está más en lo
que se dice, en las consecuencias que conllevará no hacerlo a la
primera, en la coherencia y en ser muy disciplinado con las rutinas. Si
quiere que sus hijos le respeten, empiece por respetarles a ellos. Nadie
quiere obedecer a alguien que no se muestra seguro y relajado.
Lecciones con arte
Ilustración de Alberto Vázquez |
La película
– ‘El club de los poetas muertos’, del director Peter Weir.
La frase
– “Tan solo por la educación puede el hombre llegar a ser hombre. El hombre no es más que lo que la educación hace de él”, de Inmanuel Kant.
Canción
– ‘Lecciones de urbanidad’, de Serrat.