y otras preguntas sobre sexo que responder con tus hijos.
Marta Borraz,
La editorial Bellaterra acaba de traducir al español Sexo es una palabra divertida, un libro con el que hablar con niños y niñas de sexualidad sin caer en estereotipos
"Hay
un vacío y, si no lo llenamos en casa y en las escuelas, se va a llenar
sí o sí", explica Paloma Calle, madre de dos niños, sobre la ausencia
de educación sexual
El
temor a abordar estos temas, la vergüenza, la falta de herramientas y la
creencia de que muchos menores no tienen edad para hablar de ello abona
la sensación de que es algo tabú.
La educación sexual en las familias: "No hay que evitar las preguntas de los más pequeños" |
"¿Cuándo está bien tocar y
cuándo no?",
"¿Alguien te ha llamado alguna vez sexy?",
"¿Qué cosas te
gustan de ti?",
"¿En alguna ocasión has escuchado la palabra sexo y no
has entendido lo que significaba?".
A través de este tipo de
interrogantes al final de cada capítulo, el libro, traducido por Javier
Sáez, introduce asuntos relacionados con la sexualidad que, por regla
general, los niños y niñas no suelen escuchar. Y es que la ausencia de educación sexual en la infancia y la adolescencia,
tanto en la escuela como en los hogares, sigue penalizando su
desarrollo y el sistema educativo sigue sin incorporarla de forma
transversal.
El consenso está ampliamente extendido entre los y las expertas en la materia: hablar de sexualidad a los menores es necesario
y lo que hay en este momento en las aulas es deficiente y depende de la
voluntad del profesorado y las direcciones de los centros. El temor a
abordar estos temas, la vergüenza, la falta de herramientas y la
creencia de que muchos menores no tienen edad para hablar de ello abona
la sensación de que es algo que no debe ser mencionado y configura
modelos sexuales únicamente alimentados por la pornografía, que se acaba
convirtiendo en único referente ante la falta de otros. Sin embargo,
desde pequeños ya es posible aproximarse a algunas cuestiones sin hacer
referencia explícitamente a las prácticas sexuales.
"Sexo es una palabra divertida,
de hecho, no menciona casi nada al respecto, lo único más explícito es
la parte de abuso sexual y de masturbación", cuenta Paloma, que coordina
el colectivo Familias HD (Heterodisidentes). "Yo creo que desde que son
peques podemos dialogar con ellos de confianza, de consentimiento, de
roles de género, de placer, de buen trato o de autonocimiento, entre
otras cosas". De eso trata Sexo es una palabra divertida y eso es también la sexualidad, aunque cuando hablamos del tema solemos pensar únicamente en prácticas sexuales.
Sin estereotipos
Así,
a través de las historias de Mika, Zai, Mimi y Omar, que protagonizan
el libro, los menores –y sus familias– desgranarán los distintos
apartados que lo componen, entre ellos, qué es el sexo, qué se puede
aprender sobre los cuerpos, cómo hablar de sexo, qué significa tocar
algo o a alguien o por qué hay chicos o chicas. Este, de hecho, es uno
de los puntos fuertes del contenido, puesto que va más allá del
binarismo hombre-mujer, explica que puede haber otro tipo de identidades
y desmonta los roles de género asociados a cada una. "Hay más de dos
tipos de cuerpos, pero llaman a la criatura recién nacida niño o niña
basándose en lo que ven. Esto parece el final de la historia, pero en
realidad es solo el principio", esgrime.
Parte de la portada de 'Sexo es una palabra divertida |
"No es un manual, es más bien la historia de cuatro niños
y niñas que van contando cosas a través de sus vivencias. Es una
oportunidad para tener conversaciones que de otra manera pueden ser más
difíciles porque la infancia está normalmente excluida de la
conversación sobre sexualidad y solemos dirigirnos a las criaturas con
eufemismos", señala Lucas Platero, sociólogo y editor del libro. En este
sentido, prosigue, son fundamentales este tipo de herramientas porque
los adultos "no tenemos suficiente preparación como profesionales y como
familias porque precisamente no hemos recibido esta formación".
Esta
ausencia de educación sexual confronta con lo que indica el Fondo de
Población de las Naciones Unidas (UNFPA), que pone sobre la mesa su
importancia y remarca su papel como algo "esencial en la salud y el
bienestar de los niños y jóvenes". Así, define la educación sexual como
aquella que incluye información científica sobre desarrollo humano,
anatomía, salud reproductiva, anticoncepción, parto y enfermedades de
transmisión sexual (ETS), pero no solo. También apunta a que debe
abarcar el "análisis de la vida familiar y las relaciones, la cultura,
los roles de género y derechos humanos como la igualdad de género".
Más allá de la reproducción heterosexual
En este sentido, el Gobierno inició los trabajos para incorporar estos contenidos de forma transversal en las aulas, pero el adelanto electoral y la falta de consenso dejó en el tintero el proyecto de ley educativa de Pedro Sánchez, que tampoco tiene muchas más facilidades de salir adelante en esta nueva legislatura.
"Esta
educación no existe en los colegios. Y cuando existe, está muy enfocada
a la reproducción y únicamente la heterosexual", cuenta Paloma, que
hace unas semanas llevó el libro a la Asamblea de Familias del centro
escolar al que va su hijo de ocho años, en Madrid. "El colegio ha
aprobado la compra de una remesa, al menos para que haya uno en cada
clase. Es fundamental dar difusión a este tipo de herramientas porque
muchas veces en las familias nos encontramos con el obstáculo de que
queremos entrar al trapo y hablar del tema y no sabemos cómo".
Además
de la falta de instrumentos, Platero también nombra aquellas familias a
las que les produce "incomodidad" hablar de estos temas con sus hijos o
las que "no quieren que nadie les hable sobre sexualidad, solo ellos".
"Al final lo que es un error es no abordar la sexualidad como un
conocimiento cualquiera porque entonces se sitúa la sexualidad en el
lugar de las cosas que solo aprendemos a través del chascarrillo, en
consultas por Internet o solo a través de la experiencia vivida". Este
vacío, de hecho, comienza a llenarse muy pronto y la clave está en qué
tipo de contenido lo llena. "La sexualidad es mucho más que todo eso. Si
no hablamos con ellos de sexualidad, ¿dónde o cómo van a satisfacer la
curiosidad?".