'Populares', liberales y la extrema derecha impidieron que
la activista sueca interviniera en el pleno del Parlamento Europeo,
"Porque no es una autoridad institucional ni un cargo electo".
La
respuesta de Verdes, Socialdemócratas y la Izquierda Unitaria
fue convocar esta semana
a medio centenar de activistas a reuniones,
ruedas de prensa y la tribuna de invitados del Parlamento.
La
Eurocámara tiene previsto aprobar esta semana una resolución
sobre emergencia climática
en vísperas de las movilizaciones por el
clima del 15 de marzo.
Las estudiantes flamencas Kyra Gantois (izquierda) y Anuna De Wever (derecha) acuden al Parlamento Europeo esta semana. EFE |
Greta Thunberg habló en Davos, ante las élites
políticas y empresariales. Intervino en el Consejo Económico y Social de
la UE, ante las más altas instituciones comunitarias. Pero, según los populares,
liberales y la extrema derecha la activista ecologista sueca de 16 años
Greta Thunberg no puede intervenir en el Parlamento Europeo. ¿Por qué?
"Porque no es una autoridad institucional ni un cargo electo".
Así, sin más, los presidentes de los grupos parlamentarios europeos del PP, ALDE, ECR, ENF y EFDD ventilaron
el 21 de febrero la solicitud de los Verdes –apoyada por el S&D y
el GUE– para que Thunberg tomara la palabra, cinco minutos, ante el
Parlamento Europeo en esta semana en Estrasburgo, en la que se debatirá
una resolución en vísperas de las movilizaciones por el clima convocadas
en medio mundo para el 15 de marzo.
El veto llegó justo después de una intervención de
Thunberg ante el Consejo Económico y Social Europeo que agitó
a los funcionarios de las instituciones europeas.
"Sabemos
que la mayoría de los políticos no quieren hablar con nosotros", dijo
entonces nada más comenzar. "Bueno. Tampoco nosotras queremos hablar con
ellos", afirmó en una sala llena de políticos de la UE, entre ellos el
presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.
"Queremos
que hablen con los científicos en su lugar –prosiguió Thunberg– que los
escuchen, porque solo estamos repitiendo lo que están diciendo ellos
desde hace décadas. Queremos que se cumpla el acuerdo del clima de París
y del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático
(IPCC). No tenemos otras exigencias, sólo seguir lo que dice la
ciencia".
"Nos dicen que somos jóvenes, pero no hay
tiempo para esperar a que crezcamos y nos hagamos cargo", dijo, citando
el último informe del IPCC, que establece que las emisiones deben
alcanzar un máximo en 2020 y luego caer abruptamente con el fin de
mantener el calentamiento global por debajo de 1,5ºC. "Eso es el año que
viene", subrayó: "Están deseando que dejemos de hablar de la crisis del
clima y que hablemos de otras cosas, porque saben que no pueden ganar
esta pelea. Porque saben que no han hecho sus deberes. Nosotros sí hemos
hecho nuestros deberes, háganlos ustedes y escuchen a los científicos".
"Según
el informe del IPCC, estamos a unos 11 años de llegar a un punto de no
retorno. Para evitar eso, deben realizarse cambios sin precedentes en la
próxima década. Si la UE quiere mantenerse dentro de los límites de
emisiones, necesita una reducción mínima del 80% para 2030. Y eso
incluye los transportes aéreos y terrestres, de personas y mercancías.
Debemos dejar de competir unos con otros. Necesitamos cooperar y
trabajar juntos para compartir los recursos del planeta de una manera
justa".
Invitación extensiva
La respuesta de
Verdes, Socialdemócratas y la Izquierda Unitaria (GUE), ante el veto de
la derecha, fue convocar esta semana a medio centenar de activistas a
reuniones, ruedas de prensa y la tribuna de invitados del Parlamento.
Entre ellos, hay varios españoles: Ander Congil, Lucas S.Barrero, María Pardillos y Miguel Gallardo.
El
miércoles acudirán al pleno a primera hora, al debate de emergencia
climática –que irá acompañado de una resolución que se vota el jueves–,
que seguirán desde la tribuna de invitados de la Eurocámara.
Posteriormente, atenderán a los medios en una rueda de prensa a las
11.30.
Pero antes, este lunes a última hora está
previsto que lleguen a Estrasburgo, y al Parlamento Europeo el martes a
primera hora. El mismo martes mantendrán una reunión interna del
movimiento aprovechando que se juntan activistas de varios países para
debatir los próximos pasos, y también mantendrán reuniones con los
diferentes grupos políticos que les han invitado: Verdes,
Socialdemócratas e Izquierda Unitaria (GUE).
Fuentes
organizadoras del viaje confirman que no esperan la llegada de Thunberg a
Estrasburgo, pero sí las de Kyra Gantois y Anuna de Weber, dos de las
caras más visibles del potente movimiento juvenil contra el cambio
climático en Bélgica, junto a activistas llegados de media Europa.