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El trabajo infantil aumenta por primera vez en 20 años y la pandemia puede empeorar la situación, 12 de junio.

 12 de junio, día mundial contra la explotación laboral de niñas, niños y adolescentes.
Los avances para acabar con esta explotación se han estancado por primera vez en dos décadas y 
la pandemia de COVID-19 amenaza con abocar al trabajo infantil a nueve millones más de niños para 2022. 
Un nuevo estudio de UNICEF Y OIT indica que el mundo no está en vías de eliminar el flagelo para 2025 
y que, para cumplir esa meta, el progreso global tendría que ser casi 18 veces más rápido que en los últimos 20 años. 

Noticias de la ONU

Durante los últimos cuatro años, el número de niños que trabaja ha aumentado en 8,4 millones, elevando hasta 160 el número de niños, niñas y adolescente que desempeñan alguna tarea laboral señala un informe conjunto de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), junio 2021.


El estudio advierte que los avances para acabar con el trabajo infantil se han estancado por primera vez en 20 años, invirtiendo una tendencia a la baja que permitió reducir esta lacra en 94 millones entre 2000 y 2016.

Pero esas no son las únicas malas noticias que aporta el informe, lanzado un día antes de la celebración del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, ambos organismos advierten que la cifra todavía podría crecer más debido a debido a la COVID-19.

Se calcula que la pandemia del coronavirus podría abocar a nueve millones más de niños al trabajo infantil hacia finales de 2022 y que, según las predicciones de un modelo de simulación, esta cifra podría aumentar hasta los 46 millones si los menores carecen de acceso a una cobertura de protección social básica.

En cifras concretas, el reporte señala que se ha producido un aumento significativo del número de niños de 5 a 11 años que trabajan, una franja de edad que representa algo más de la mitad de la cifra total mundial, y que desde 2016 también creció en 6,5 millones el número de menores de 5 a 17 años que desempeñan tareas peligrosas, hasta alcanzar los 79 millones.

Estamos lejos de acabar con el trabajo infantil para el 2025

Sin embargo, el nivel de progreso varía drásticamente según las regiones.

Aunque desde el 2008 disminuyó el porcentaje y el número de niños que trabajan en Asia y el Pacífico y en América Latina y el Caribe, la aparición de la COVID-19 pone en peligro ese avance.

Por otro lado, desde 2016 aumentó en 16,6 millones en África subsahariana, región responsable de gran parte del incremento global del trabajo infantil. La subida se debió a múltiples factores como el crecimiento de la población, las crisis recurrentes, la pobreza extrema y las medidas inadecuadas de protección social.

El estudio indica que el mundo no está en vías de eliminar el trabajo infantil para 2025, como lo plantean los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Para cumplir esa meta, el progreso global tendría que ser casi 18 veces más rápido que el ritmo alcanzado en las dos últimas décadas.

Según las estimaciones realizadas antes de la pandemia del coronavirus y basadas en la velocidad de los cambios entre 2008 y 2016, en 2025 habrá unos 140 millones de niños trabajando si no se toman las medidas adecuadas de forma acelerada.

© UNICEF/Kamuran Feyizoglu
Un niño turco trabajando en el campo. El 70% del trabajo infantil ocurre en la agricultura.

El sector agrícola concentra la mayoría del trabajo infantil

Otras conclusiones clave del informe son:              

  • Por sectores, el agrícola, con un 70% o 112 millones, es donde se desempeñan la mayoría de los niños que trabajan, seguido por el 20% en los servicios con 31,4 millones de menores afectados, y el 10% en la industria, que emplea a 16,5 millones de niños.
  • Casi el 28% de los niños de 5 a 11 años y el 35% de los niños de 12 a 14 años que trabajan van a la escuela.
  • El trabajo infantil es más frecuente entre los niños que entre las niñas en todos los grupos de edad. Sin embargo, la brecha de género en el trabajo infantil se reduce si se tienen en cuenta las tareas domésticas realizadas por las niñas durante al menos 21 horas a la semana.
  • La prevalencia del trabajo infantil en las zonas rurales (14%) es casi tres veces superior al de las zonas urbanas (5%).
  • Los niños que trabajan corren el riesgo de sufrir daños físicos y mentales. El trabajo infantil compromete su educación, restringe sus derechos y limita sus oportunidades futuras, además de que conduce a círculos viciosos de pobreza y trabajo infantil por generaciones.
UNICEF/ Nyani Quarmyne
Niños trabajando en una instalación informal de procesamiento de oro en Ghana. El trabajo infantil es algo común, debido a la pobreza.

Para invertir la tendencia al alza del trabajo infantil, la OIT y UNICEF piden:

  • Una protección social adecuada para todos, que incluya prestaciones universales para los niños.
  • Aumentar el gasto en educación de calidad y conseguir que todos los niños vuelvan a la escuela, incluidos los que no iban antes de la COVID-19.
  • Fomentar el trabajo decente para los adultos, de modo que las familias no tengan que recurrir a la ayuda de los niños para generar ingresos familiares.
  • Acabar con las normas de género nocivas y la discriminación que influyen en el trabajo infantil.
  • Invertir en sistemas de protección de la infancia, desarrollo agrícola, servicios públicos rurales, infraestructuras y medios de vida

La UE no defiende la protección de los niños contra el abuso sexual en línea a través de la tecnología.

La vulneración del interés superior del niño 
por el nuevo Código Europeo de las Comunicaciones Electrónicas.
No podemos permitir que la regulación sobre la privacidad 
en las comunicaciones electrónicas prevalezca 
sobre la necesidad de detectar y eliminar 
el contenido de abuso y explotación sexual infantil.
  La propia Comisión reconoce expresamente 
la necesidad de buscar una solución.

Leticia Mata Mayrand*.  
 
El 21 de diciembre de 2020 vencía el plazo para la trasposición por los Estados miembros de la Directiva (UE) 2018/1972, del Parlamento Europeo y del Consejo, de 11 de diciembre, por la que se establece el Código Europeo de Comunicaciones Electrónicas (en adelante EECC) (SP/LEG/25314). A partir de esa fecha, los Estados miembros deben aplicar las disposiciones legales, reglamentarias y administrativas que hayan adoptado para dar cumplimiento a lo dispuesto en la citada directiva.

El EECC amplía el ámbito de aplicación de la Directiva sobre la privacidad y las comunicaciones electrónicas del año 2002 para abarcar los servicios de comunicaciones interpersonales over-the-top (OTT) como, por ejemplo, los servicios de mensajería y correo electrónico. Esto conlleva a que, en ausencia de medidas legislativas nacionales adoptadas de conformidad con el art. 15, apartado 1, de la citada Directiva[1], los proveedores de servicios no puedan seguir aplicando la tecnología utilizada para detectar, eliminar y denunciar ante las autoridades competentes el material detectado en la red, constitutivo de un posible delito de abuso y/o explotación sexual infantil o grooming, al haberse vuelto ilegal.

Esto supone un duro e incomprensible golpe a la lucha contra este tipo de delitos que, lamentablemente, crecen de forma exponencial día a día[2] y en cuya detección, denuncia y eliminación los proveedores de servicios constituían colaboradores indispensables.

Organizaciones europeas de protección de los derechos de los niños y niñas como MISSING CHILDREN EUROPE (MCE) o EUROCHILD, que juntas representan a más de 2000 entidades sociales de toda Europa, han unido esfuerzos para solicitar al Parlamento y Comisión Europea que acuerden, con carácter urgente, una excepción o derogación temporal que permita a los proveedores de servicios continuar utilizando las herramientas tecnológicas de las que disponían para detectar, informar y eliminar material de abuso y explotación sexual infantil en la red  y detectar e informar de casos de grooming.

Cada segundo y cada niño cuenta”, ha señalado Maud de Boer Buquicchio, presidenta de MCE y ex relatora especial de la ONU sobre la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía. Asimismo, declara que la UE no defiende la protección de los niños contra el abuso sexual en línea a través de la tecnología y que no podemos permitir que la regulación sobre la privacidad en las comunicaciones electrónicas prevalezca sobre la necesidad de detectar y eliminar el contenido de abuso y explotación sexual infantil.

Cada día que pasa sin que se llegue a un acuerdo sobre esa excepción o derogación temporal, muchos niños y niñas europeos estarán desprotegidos frente al peligro de ser víctimas de este tipo de delitos, y de caer en manos de depredadores sexuales que se mueven por la red.

Tan es así, que varios de estos proveedores de servicios, incluidos GOOGLE, MICROSOFT, LINKEDIN, ROBLOX Y YUBO APP, han expresado su compromiso con la seguridad infantil y su intención de seguir utilizando esta tecnología para eliminar el material de abuso sexual infantil en la red, pese a que haya quedado prohibido por el EECC.

Esa excepción o derogación temporal cuya aprobación urgente solicitan las organizaciones de infancia constituiría una solución provisional hasta que, conforme al compromiso adquirido por la Comisión en la Estrategia de la Unión Europea para una lucha más eficaz contra el abuso sexual infantil, publicada el 24 de julio de 2020, se apruebe a medio o largo plazo la legislación necesaria para prevenir y combatir  de forma eficaz el abuso y la explotación sexual infantil en la red, garantizándose la intimidad de las comunicaciones electrónicas como la protección de los niños frente a este tipo de delitos.

La propia Comisión reconoce expresamente en la citada Estrategia la necesidad de buscar una solución y propone dos fases como medidas clave:

En una primera fase, con carácter prioritario, la Comisión propondrá la legislación necesaria para garantizar que los proveedores de servicios de comunicaciones electrónicas puedan continuar sus prácticas voluntarias actuales para detectar en sus sistemas cualquier tipo de abusos sexuales de menores de edad cometidos mediante el uso de las nuevas tecnologías después de diciembre de 2020.

En una segunda fase, antes del segundo trimestre de 2021, la Comisión propondrá la legislación necesaria para luchar eficazmente contra los abusos sexuales de menores de edad en la red, incluso exigiendo a los proveedores de servicios que detecten pornografía infantil conocida y obligándoles a denunciarlo ante las autoridades públicas.

Ya ha pasado más de un mes desde la aprobación del EECC y aún seguimos esperando esa solución legislativa temporal de la UE que permita a los proveedores de servicios continuar utilizando su tecnología para detectar, eliminar y denunciar estos delitos y, al mismo tiempo, garantice el respeto de los derechos fundamentales, incluidos los derechos a la intimidad y a la protección de los datos personales.

Las graves consecuencias  que  la actual situación legislativa está provocando en la protección de los niños y niñas frente a estos delitos ya se dejan ver en las preocupantes cifras ofrecidas recientemente por Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados de EE. UU. (NCMEC): en  las tres semanas siguientes al 21 de diciembre se ha producido una caída del 46% en los informes de detección de este tipo de ese material por parte de los proveedores de servicios en la Unión Europea, en comparación con las tres semanas anteriores a dicha fecha.

No hay duda de que esta fuerte disminución es consecuencia directa de la nueva regulación contenida en el EECC. ¿Hasta cuándo habrá que esperar?

[1] La Directiva sobre la privacidad y las comunicaciones electrónicas no contiene ninguna base jurídica respecto al tratamiento voluntario del contenido y los datos de tráfico para fines de detección de abusos sexuales de menores. Los proveedores solo pueden aplicar dichas medidas si se basan en una medida legislativa nacional que cumpla los requisitos expuestos en el artículo 15 de la Directiva (proporcionalidad, etc.), para restringir el derecho a la confidencialidad. En ausencia de dichas medidas legislativas, las medidas para detectar abusos sexuales de menores adoptadas por los proveedores, que tratan contenidos o datos de tráfico, carecerán de base jurídica.

[2] En los últimos años se ha registrado un dramático aumento de las denuncias por abuso y explotación sexual infantil en la red dentro del marco de la Unión Europea: de 23.000 en 2010 a más de 725.000 en 2019, con casi tres millones de videos, imágenes o conversaciones procedentes de los Estados miembros de la Unión Europea [EU and global data as reported to the National Centre for Missing and Exploited Children (NCMEC)].

* Leticia Mata Mayrand,Abogada especializada en protección a la infancia, Miembro del Patronato de la Fundación ANAR.


Más de 100 expertos desafían la declaración del 2021 como el Año Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil por parte de la ONU.

Comunicado de prensa.

Texto :

La ONU ha declarado 2021 Año Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil en apoyo directo de la meta 8.7 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que estipula que el trabajo infantil en todas sus formas debe ser eliminado para 2025.

En respuesta, más de 100 expertos (académicos, profesionales y los propios niños trabajadores) han firmado una carta abierta en la que piden que se adopten enfoques del trabajo infantil más basados en pruebas, en lugar de perseguir este objetivo global tan poco realista y potencialmente perjudicial.

Según las propias estimaciones globales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre el trabajo infantil, incluso en un mundo anterior a COVID este objetivo era totalmente irreal. En la actualidad, existe un gran peligro de que la precaria situación de los niños trabajadores se vea aún más perjudicada por las bienintencionadas, pero ineficaces y potencialmente contraproducentes normas anteriores a COVID-19. Retirar a los niños del trabajo no sirve de nada si esto los hunde aún más en la hambruna y las vidas rotas que el trabajo se encargó de mitigar.

 La intervención debe considerar el bienestar de forma holística: debe atender al bienestar y desarrollo general de los niños -físico, mental, social y espiritual-, tal y como estipula la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN; artículos 17, 23, 27 y 32).

 Por lo tanto, los expertos hacen un llamamiento a la ONU, a UNICEF y al Comité de los Derechos del Niño, como principales supervisores de la CDN, junto con la OIT, para que faciliten un diálogo más inclusivo entre los gobiernos, las agencias de la ONU, los donantes, las ONG, los investigadores y los propios niños trabajadores....

"....Para ser útiles, las intervenciones deben adaptarse a situaciones que varían no solo localmente, sino también de acuerdo con el estado y las circunstancias específicas de los niños en cuestión: niños, niñas, niños discapacitados, niños de grupos minoritarios y niños de diferentes estados socioeconómicos. todos tienen distintas necesidades y distintas vulnerabilidades. La intervención debe considerar el bienestar de manera integral: debe atender al bienestar general y al desarrollo de los niños, físico, mental, social y espiritual, según lo estipulado por la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño (CDN; artículos 17, 23). , 27, 32). Posteriormente, el trabajo infantil y las intervenciones desarrolladas deben evaluarse de acuerdo con los efectos reales, tanto beneficiosos como perjudiciales, en el bienestar de los niños.

En muchas sociedades, los niños son educados para crecer en su responsabilidad y contribución a sus familias y sociedades a medida que adquieren competencias. La participación en el trabajo a menudo contribuye a esta educación, entendiendo que la "educación" va más allá de la escolarización, lo que de hecho se ha demostrado en ocasiones que daña ese aprendizaje cultural. Incluso fuera de la crisis de COVID-19, el trabajo apropiado puede tener beneficios para los niños, que no deben retirarse de aquellos que están en desventaja de otra manera: el trabajo beneficioso debe fomentarse en lugar de prohibirse.

Para garantizar que las intervenciones para poner fin al trabajo infantil logren una mejora integral, ya no podemos continuar ciegamente con el objetivo bien intencionado pero poco realista de eliminar el trabajo infantil para 2025. En su lugar, debemos tener en cuenta lo que los niños trabajadores y sus familias ya están haciendo para mitigar sus dificultades y mejorar sus vidas, y considerar cómo, tanto en respuesta a las crisis de COVID como al futuro precario, podría ser posible aprovechar esto.

Por lo tanto, hacemos un llamado a la ONU, UNICEF y el Comité de la CNUDN como los supervisores principales de la CNUDN junto con la OIT para facilitar un diálogo más inclusivo entre gobiernos, agencias de la ONU, donantes, ONG, investigadores y los propios niños trabajadores".




Para más información, póngase en contacto con uno de los iniciadores:
Prof. Michael Bourdillon, University of Zimbabwe
michaelbourdillon@gmail.com (inglés).

Dr. Edward van Daalen, McGill University
edwardvandaalen@gmail.com (inglés, holandés, francés).
 
Mr. Richard Carothers, Children and Work Network
richardgcarothers@gmail.com (inglés).

FIRMANTES:
  1. Dr. Tatek Abebe, Norwegian University of Science and Technology, Norway
  2. Dr. Jiniya Afroze, Terre des hommes, Switzerland
  3. Dr. Bree Akesson, Wilfrid Laurier University, Canada
  4. Prof. Priscilla Alderson, UCL, UK
  5. Dr. Mohammed Alrozzi, University of Bath, UK
  6. Prof. Nicola Ansell, Brunel University London, UK
  7. Dr. Marina Apgar, Institute of Development Studies, Sussex University, UK
  8. Dr. Deniz Arzuk, University College London, UK
  9. Dr. Dena Aufseeser, University of Maryland Baltimore County, USA
  10. Mr. Mavuto K. Banda, University of Hull, UK
  11. Mg. Marco Bazán, Instituto de Formacion de Educadores de JANTs, Peru
  12. Vittoria Becci, Sciences Po Law School, Paris, France
  13. Dr. Shelina Bhamani, Aga Khan University
  14. Dr. Tanu Biswas, University of Bayreuth, Germany
  15. Prof. Janet Boddy, University of Sussex, UK
  16. Prof. Michael Bourdillon, University of Zimbabwe, Zimbabwe
  17. Prof. Jo Boyden, University of Oxford, UK
  18. Mr. James Suru Boyon, African Movement of Working Children and Youth, Senegal
  19. Dr. Nicolás Brando, Centre for Children's Rights - Queen's University Belfast, UK
  20. Dr. Rachel Burr, School of Education and Social Work, Sussex University, UK
  21. Mr. Richard Carothers, Children and Work Network (member), Canada
  22. Dr. Eve K. Chandaengerwa, Midlands State University, Zimbabwe
  23. Dr. Kristen Cheney, International Institute of Social Studies, Netherlands
  24. Dr. Tara Collins, School of Child and Youth Care, Ryerson University, Canada
  25. Dr. Philip Cook, University of Edinburgh, UK
  26. Prof. Michelle Cottier, University of Geneva, Switzerland
  27. Dr. Gina Crivello, University of Oxford, UK
  28. Prof Alejandro Cussianovich, Universidad Nacional Mayor de San Marcos - Lima, Perú
  29. Prof. Ellen Desmet, Ghent University, Belgium
  30. Dr. Jenny Driscoll, King's College London, UK
  31. Prof. Claudia Espinoza Carramiñana, Grupo interdisciplinario estudios niñez de Universidad Católica de Valparaíso, Chile
  32. Dr. María Florencia Amigó, Macquarie University, Australia
  33. Mr. Justin Flynn, Institute of Development Studies, Sussex University, UK
  34. Dr. Lourdes Gaitán, Grupo de Sociología de la Infancia y la Adolescencia (GSIA), Spain
  35. Prof. Karl Hanson, University of Geneva, Switzerland
  36. Dr. Jason Hart, University of Bath, UK
  37. Dr. Roger Hart, Graduate Center of the City University of New York, USA
  38. Jennifer Haza Gutiérrez, Melel Xojobal A.C. Mexico
  39. Prof. Heinz Hengst, Hochschule Bremen, Germany
  40. Dr. Neil Howard, University of Bath, UK
  41. Dr. Roy Huijsmans, International Institute of Social Studies of Erasmus University Rotterdam, Netherlands
  42. Dr Afua Twum-Danso Imoh, University of Bristol, UK
  43. Dr. Mélanie Jacquemin, Institut de Recherche pour le Développement, LPED- Aix Marseille Université, France
  44. Lic. Santiago Joaquín Morales, Universidad de Buenos Aires, Argentina
  45. Dr. Victor Karunan, Chulalongkorn University, Thammasat University, Mahidol University, Bangkok, Thailand
  46. Prof. Anne Trine Kjørholt, Norwegian University of Science and Technology, Norway
  47. Prof. Andrea Kleeberg-Niepage, Europa Universität Flensburg, Germany
  48. Ms. Lea Kulakow, Kindernothilfe, Germany
  49. Prof. Cath Larkins, University of Central Lancashire, UK
  50. Prof. Deborah Levison, University of Minnesota, USA
  51. Prof. Manfred Liebel, University of Applied Sciences of Potsdam, Germany
  52. Prof Ronald Lutz, University of Applied Sciences, Erfurt, Germany
  53. Dr. Nicolas Mabillard, University of Geneva, Switzerland
  54. Dr. Stanford Mahati, University of the Witwatersrand, South Africa
  55. Prof. Claudia Maier-Höfer, Evangelische Hochschule Darmstadt, Germany
  56. Mr. A K M Maksud, Grambangla Unnayan Committee, Bangladesh
  57. Dr. Gillian Mann, Child Frontiers, Canada
  58. Marta Martínez Muñoz, Enclave de Evaluación, Spain
  59. Mr. Philip Meade, University of Applied Sciences of Potsdam / ProNATs e.V. Germany
  60. Mr. Per Miljeteig
  61. Prof. Phil Mizen, Aston University, Birmingham, UK
  62. Org. MNNATSOP, Movimiento Nacional de Niños, Niñas Adolescentes Trabajadores Organizados del Perú
  63. Org. MOLACNATS, Movimiento Lactinoamericano y del Caribe de Niños, Niñas y adolescentes Trabajadores- MOLACNATS
  64. Dr. Virginia Morrow, University of Oxford, UK
  65. Dr. Maria Federica Moscati, University of Sussex, UK
  66. Dr. William Myers
  67. Lic. Quesil Nina Ramos, Universidad Nacional del Centro del Perú
  68. Prof. Chamutal Noimann, BMCC City University of New York, USA
  69. Dr. Sevast-Melissa Nolas, Goldsmiths, UK
  70. Prof. Julia O'Connell Davidson, University of Bristol, UK
  71. Ms. Claire O'Kane, Proteknon Foundation for Innovation and Learning, France
  72. Dr. Sam Okyere, University of Bristol, UK
  73. Dr. Alula Pankhurst, Young Lives Ethiopia
  74. Lic. Martin Paolini, Universidad Nacional de Lujan Argentina
  75. Dr. Noam Peleg, University of New South Wales, Sydney, Australia
  76. Prof. Minerva Gómez Plata, Universidad Autónoma Metropolitana. Programa Infancia, Mexico
  77. Dr. Kirsten Pontalti, Proteknôn Foundation, Canada
  78. Prof. Gina Porter, Durham University, UK
  79. Dr. Rebecca Raby, Brock University, Canada
  80. NATS. Samira Ramirez, Movimiento Lactinoamericano y del Caribe de Niños, Niñas y adolescentes Trabajadores- MOLACNATS
  81. Dr. Maria Eugenia Rausky, CIMeCS-IdIHCS/CONICET-Universidad Nacional de La Plata, Spain
  82. Dr. Alberto Rinaldi, Sciences Po Law School, Paris, France
  83. Org. Ternura Revelde, Ternura Revelde, Argentina
  84. Dr. Elsbeth Robson, University of Hull, UK
  85. Dr. Keetie Roelen, Institute of Development Studies, UK
  86. Dr. Rachel Rosen, University College London, UK
  87. Mr. Iven Saadi, University of Applied Sciences of Potsdam, Germany
  88. Dr. Helmut Sax, Ludwig Boltzmann Institute of Fundamental and Human Rights, Austria
  89. Prof. Jacquelyn Sennett, Western Washington University, USA
  90. Prof. Spyros Spyrou, European University Cyprus, Cyprus
  91. Ms. Carolina Szyp, Institute of Development Studies, Sussex University, UK
  92. Dr. Jessica K. Taft, University of California, Santa Cruz, USA
  93. Prof. Nigel Patrick Thomas, University of Central Lancashire, UK
  94. Dr. Dorte Thorsen, Institute of Development Studies, Sussex University, UK
  95. Mtra. Irma Alma Ochoa Treviño, Arthemisas por la Equidad, A.C., Monterrey, Nuevo León. México
  96. Dr. Edward van Daalen, McGill University, Canada
  97. Prof. Wouter Vandenhole, University of Antwerp, Law and Development Research Group, Belgium
  98. Prof. Debbie Watson, University of Bristol, UK
  99. Prof. Ben White, International Institute of Social Studies, Erasmus University, Netherlands
  100. Prof. Reinhart Wolff, Alice Salomon University Berlin, Germany
  101. Mónica G. Yerena Suárez, Educando en los Derechos y la Solidaridad A.C. Mexico.









El Convenio de la OIT sobre el trabajo infantil logra la ratificación universal.

Por primera vez en la historia de la OIT, 
todos sus Estados Miembros han ratificado una convención internacional del trabajo.
Los 187 Estados Miembros de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) han ratificado 
el Convenio de la OIT sobre las peores formas de trabajo infantil, 1999 (núm. 182).
También la Convención sobre los Derechos del Niño 
está firmada por todos los países miembros de la ONU, menos uno.

GINEBRA (OIT Noticias)

Video, acceso.


El Convenio núm. 182 sobre las peores formas de trabajo infantil  logró la ratificación universal después de la ratificación por parte del Reino de Tonga.

La embajadora del Reino de Tonga, Titilupe Fanetupouvava’u Tuivakano depositó formalmente los instrumentos de ratificación con el Director General de la OIT, Guy Ryder, el 4 de agosto de 2020.

El citado Convenio es el que ha logrado la ratificación más rápida en la historia de la Organización, desde su aprobación en la Conferencia Internacional del Trabajo que tuvo lugar hace 21 años.

“La ratificación universal del Convenio 182 constituye un hito histórico y permitirá que todos los niños gocen a partir de ahora de protección jurídica frente a las peores formas de trabajo infantil”, afirmó Guy Ryder, Director General de la OIT. “Ello pone de manifiesto un compromiso a escala mundial para erradicar de nuestra sociedad las peores formas de trabajo infantil, incluidas la esclavitud, la explotación sexual y la utilización de niños en conflictos armados u otros trabajos ilícitos o peligrosos susceptibles de menoscabar la salud, la moral o el bienestar psicológico de los niños”.

La ratificación universal del Convenio 182 constituye un hito histórico. Ello pone de manifiesto un compromiso a escala mundial para erradicar de nuestra sociedad las peores formas de trabajo infantil, incluidas la esclavitud, la explotación sexual y la utilización de niños en conflictos armados u otros trabajos ilícitos o peligrosos susceptibles de menoscabar la salud, la moral o el bienestar psicológico de los niños."

Guy Ryder, Director General de la OIT

La Sra. Sharan Burrow, Secretaria General de la Confederación Sindical Internacional (CSI), acogió con beneplácito la ratificación.

“La ratificación universal del Convenio núm. 182 pone de relieve de forma eficaz y oportuna la importancia de las normas de la OIT y la necesidad de encontrar soluciones multilaterales frente a los problemas mundiales. El trabajo infantil infringe gravemente los derechos fundamentales, y corresponde a los mandantes de la OIT y a la comunidad internacional garantizar la plena aplicación de dicho Convenio, en particular mediante actividades de debida diligencia en las cadenas mundiales de suministro”, señaló la Sra. Burrow.

“La ratificación universal del Convenio núm. 182 de la OIT sobre las peores formas de trabajo infantil marca un hito histórico”, afirmó Roberto Suárez Santos, Secretario General de la Organización Internacional de Empleadores (OIE). “La OIE y las organizaciones que la integran refrendan desde hace varios años la aplicación de dicho Convenio. En la actualidad, la comunidad empresarial es consciente de la necesidad de que las empresas lleven a cabo su actividad de forma que se respeten y promuevan los derechos infantiles. Ello es aún más acuciante como consecuencia de la pandemia de la COVID-19 . No podemos permitir que dejen de lograrse avances en la lucha contra las peores formas de trabajo infantil. Debemos actuar de consuno para erradicar todas las formas de trabajo infantil”.

La citada ratificación universal constituye un nuevo avance con respecto a las expectativas de Kailash Satyarthi, Premio Nobel de la Paz, que afirmó: “Sueño con un mundo seguro para todos los niños, en el que la infancia sea segura ...y todos los niños gocen de la libertad de ser niños”.

La OIT estima que hay 152 millones de niños que realizan trabajo infantil , 73 millones de los cuales llevan a cabo trabajos peligrosos. El 70% de todo el trabajo infantil tiene lugar en el sector agrícola y obedece principalmente a situaciones de pobreza y a las dificultades de los padres para encontrar un empleo decente.

© bobthemagicdragon

En virtud del Convenio núm. 182 se establece la prohibición y la erradicación de las peores formas de trabajo infantil, incluidas la esclavitud, el trabajo forzoso y la trata de niños. Se prohíbe la utilización de niños en conflictos armados, la prostitución, la pornografía y actividades ilícitas como el tráfico de drogas, así como en trabajos peligrosos.

Dicho Convenio es uno de los ocho Convenios Fundamentales de la OIT . Estos abarcan la abolición del trabajo infantil, la erradicación del trabajo forzoso, la abolición de la discriminación en el trabajo y los derechos de libertad sindical y negociación colectiva. Dichos principios también figuran en la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo  (1998).

Desde la fundación de la OIT en 1919, la erradicación del trabajo infantil ha constituido uno de sus principales objetivos. El Sr. Albert Thomas, primer Director de la Organización, afirmó que el trabajo infantil “representa la explotación de la infancia y es el reflejo del mal... lo más insoportable para el corazón humano. La protección de los niños constituye siempre el punto de partida para llevar a cabo una labor eficaz en materia de legislación social”.

La lucha contra el trabajo infantil es el objetivo principal del Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil y Trabajo forzoso (IPEC+) , uno de los mayores programas de la OIT de cooperación para el desarrollo, en el que se ha brindado asistencia a más de 100 países de todos los continentes.

La incidencia del trabajo infantil, incluidas sus peores formas, disminuyó en casi un 40% de 2000 a 2016, a raíz del aumento del índice de ratificación de los Convenios núm. 182  y 138 (sobre la edad mínima para trabajar)  y la adaptación de legislaciones y políticas eficaces en los países.

No obstante, el ritmo de los avances ha sido cada vez menor en los últimos años, en particular en relación con el grupo de menor edad (de 5 a 11 años) y determinadas zonas geográficas. Como consecuencia de la pandemia de la COVID-19, existe un riesgo real de que se produzca un retroceso con respecto a los avances logrados hasta ahora, y de que el trabajo infantil aumente por primera vez en veinte años, a menos que se adopten medidas adecuadas.

En el marco de la meta 8.7  de los Objetivos de Desarrollo Sostenible , adoptada por todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas en 2015, se aboga por “poner fin a todas las formas de trabajo infantil para 2025”. El partenariado global, la Alianza 8.7 , de la que la OIT presta servicios de secretaría, reúne a más de 250 asociados y 21 países pioneros para coordinar, innovar y acelerar los progresos encaminados a poner fin al trabajo infantil, el trabajo forzoso, la trata de personas y la esclavitud moderna. La ratificación universal del Convenio núm. 182 pone de manifiesto la voluntad de todos los Estados Miembros de la OIT de erradicar el trabajo infantil, incluidas todas sus formas, en todos los lugares.

Ese objetivo histórico se ha alcanzado pocos meses antes de que comience el Año Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil en 2021 , cuya celebración liderará la OIT en colaboración con sus asociados. Su objetivo es aumentar la concienciación sobre el problema y contribuir a lograr avances para subsanarlo.

El número de jóvenes que ni estudia ni trabaja sigue creciendo sin parar.

 Los jóvenes afrontan un futuro incierto en el mercado laboral debido a la automatización, al enfoque limitado de buena parte de la formación profesional y a la falta de empleos acordes con sus calificaciones. De hecho, cada vez trabajan menos jóvenes.      
Lin Qi

Una mujer recibe capacitación
en un taller de ingeniería en Kenya
La cantidad de jóvenes que ni estudia, ni trabaja ni recibe ningún tipo de educación, no solo no disminuye, sino que sigue aumentando y puede crecer aún más a corto término, según destaca un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo. Las mujeres tienen más del doble de probabilidades de verse afectadas por esta tendencia.
El estudio Tendencias mundiales del empleo juvenil 2020: La tecnología y el futuro de los empleos  indica que, desde su anterior edición el año 2017, la franja poblacional de 15 a 24 años que cumple con esos requisitos pasó de 259 millones de jóvenes en 2016 a los 267 millones en 2019, dos terceras partes de ellos mujeres, y prevé que crecerá hasta los 273 millones en 2021. 

Video OIT

A escala mundial, las mujeres jóvenes tienen dos veces más probabilidades que los hombres jóvenes de ser ninis. La brecha de género es aún mayor en regiones como Asia Meridional y los Estados Árabes, donde las normas sociales y culturales impiden a las mujeres cursar estudios o trabajar fuera de su hogar. La tasa de jóvenes ninis no ha disminuido de una manera significativa en ninguna región desde 2005”.
Estas cifras alejan la consecución de la meta 8.6 establecida por la comunidad internacional en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de disminuir las tasas de jóvenes sin un trabajo y una educación adecuada para el año 2020.

La automatización afecta más a la formación profesional

El informe señala que la pérdida de empleos debido a la automatización expone más a los jóvenes empleados que a los de mayor edad y que los “más vulnerables son quienes cuentan con formación profesional”.
“Ello pone de manifiesto que la calificación adquirida mediante formación profesional para lograr un empleo específico tiende a quedar obsoleta más rápidamente (…) que la adquirida en programas de enseñanza general”, señala el informe.
Por ese motivo, la Organización urge “a revisar y modernizar los programas de formación profesional” de acuerdo con la evolución de las disposiciones de la economía digital.
El director del Departamento de Política de Empleo de la Organización Internacional del Trabajo, Sangheon Lee, explicó que la separación de los estudios o del mundo laboral de tantos jóvenes perjudica su futuro a largo plazo y puede llegar a minar el desarrollo socioeconómico de su país.
“Ahora bien, las causas por las que esos jóvenes llegan a ser nini son sumamente variadas. El reto consistirá en armonizar el planteamiento flexible necesario para ofrecer a dichos jóvenes políticas y medidas adecuadas para que la situación cambie. Una solución única para todos no servirá de nada”, detalló.
Pese a indicar que los jóvenes que finalizan estudios de grado superior tienen menos probabilidades de verse afectados por la automatización, destaca que se enfrentan a otro tipo de problema ya que “el rápido aumento de la cantidad de jóvenes licenciados en el mercado laboral ha hecho que ésta sea superior a la que se demanda y, en consecuencia, ello ha dado lugar a una reducción salarial en este tipo de empleos”.
Esta situación comporta desaprovechar la capacidad de millones de personas de las que no se puede desperdiciar su talento “si queremos superar los problemas que plantean la tecnología, el cambio climático, la desigualdad y la demografía”, señala la directora del Servicio de Políticas de Empleo y de Mercado, Sukti Dasgupta.

Cada vez trabajan menos jóvenes….

Otro aspecto destacable del informe es que, pese al crecimiento global del número de jóvenes de 1000 a 1300 millones durante los últimos veinte años, disminuyó el número de ellos que participan en la fuerza de trabajo (la suma total de los tienen empleo o están desempleados) de 568 a 497 millones.
Pese a que la tasa mundial de desempleo es del 13,6% presenta variaciones regionales considerables que van del 9% en América del Norte y el África Subsahariana hasta el 30% en África septentrional.

…y los que trabajan no tienen buenas condiciones

Así, de los 429 millones de jóvenes empleados, unos 55 millones viven en condiciones de pobreza extrema, debido a que sus ingresos son inferiores a 1,90 dólares al día, y la pobreza moderada afecta a 71 millones.
“La mala calidad de los empleos de muchos jóvenes se manifiesta en las condiciones de trabajo precarias, la falta de protección jurídica y social, y las limitadas oportunidades de formación y de progresión profesional. El hecho de que tres de cada cuatro trabajadores jóvenes en todo el mundo estuvieran ocupados en la economía informal en 2016 pone de relieve la magnitud del problema”, revela el informe.
La destrucción y creación de empleos por parte de las nuevas tecnologías a nivel mundial comporta que, de cara al futuro avance socioeconómico, la OIT destaque como fundamental “un marco de política integrado para ayudar a los jóvenes a lograr empleos decentes en este contexto”.
De no tomarse medidas pertinentes la Organización Internacional del Trabajo destaca que si no se toman medidas aumentará en muchos países el número de jóvenes “desanimados”, una situación que cree que “socavará en último término el desarrollo socioeconómico de estos países”.

Los derechos humanos nunca serán adoctrinamiento. El respeto, la diversidad y la tolerancia nunca serán ideología.


Estos últimos días me siento triste como docente, triste e instrumentalizada. Jamás pensé que se cuestionarían los contenidos que trabajamos en nuestras aulas. Y jamás pensé que ciertos contenidos de respeto y tolerancia se considerarían adoctrinamiento.

Alumnos esperan en los pasillos de la Facultad de Relaciones Laborales de Albacete para entrar al segundo examen de la EvaU
Lourdes Cifuentes
Una vez más somos la diana de acusaciones muy graves que atentan directamente contra nuestra profesión e integridad docente. Estos días hemos sido señalados y señaladas alegremente por, ni más ni menos, que adoctrinar al alumnado. No sé si en esas afirmaciones tan categóricas hay desconocimiento, torpeza o mala fe (o una mezcla de todo). Precisamente los y las docentes apreciamos la diversidad de opiniones y, para asegurar que las decisiones sobre charlas o talleres complementarios sean plurales no se deciden por parte de un solo profesor; estas decisiones siempre son consensuadas en el seno del equipo docente y se informa de ellas en un órgano amplio en los centros educativos donde están representadas todas las partes que, sobra decir, tienen voz: alumnado, familias y profesorado.

Pareciera que lo que se está persiguiendo (y consiguiendo) con este cuestionamiento es desautorizar la palabra de los centros educativos y, a la postre, la de los y las docentes. No nos engañemos, no es una cuestión de quién es propietario o no de nuestros hijos e hijas, sino de la confianza que se tiene en el sistema educativo, en los equipos docentes y en la democracia interna de los centros
Me resulta imposible que uno de los partidos que ve adoctrinamiento en las aulas en la Región de Murcia sea el mismo que la ha gobernado durante las dos últimas décadas, con una ley educativa desarrollada por ese mismo partido que deja un amplio margen a las  Comunidades Autónomas y centros para llevar a cabo las charlas que estimen oportunas. Si se han realizado dichas charlas y talleres es porque hay una demanda de ellas desde la realidad de nuestro alumnado, y eso lo sabe cualquiera que esté dentro de un aula.

Casualmente, los contenidos que han sido señalados no son aquellos puramente académicos, sino aquellos que tienen que ver con la parte más humana del alumnado. Como docentes, trabajamos para que nuestro alumnado entienda que no hay diferencias entre ellos y ellas, que no hay normalidad (la mía) y anormalidad (la de los demás), que la normalidad es todo aquello que elijamos, que los prejuicios personales están de más y que solo el hecho de estar en este mundo nos convierte en personas iguales, cien por cien respetables y cien por cien comprendidas. Los docentes buscamos que las aulas sean espacios seguros donde nadie se sienta infravalorado, donde nadie sienta que es menos que los demás por ninguna cuestión. Si hay familias que prefieren crear jerarquías por orientación o identidad sexual, por origen, por manera de ser, su lugar está entonces en los colegios privados que diferencien a las personas atendiendo a diferentes criterios.
Pero quizá no sea eso lo que les molesta. Quizá lo que les molesta no son las charlas, sino que la sociedad avance hacia un lugar que ellos detestan, les molesta que haya pluralidad y que no todo el mundo piense como ellos, les molesta lo diferente, les molesta no controlar el mundo plural, diverso y tolerante que les queda por descubrir a sus hijos e hijas. No seamos ingenuos: esto no es un debate educativo, por eso jamás hemos oído quejarse a estos partidos de las ratios, que es una de las razones que más lastra la calidad de la educación en las aulas. Lo que se está buscando es intoxicar los centros educativos, el último y sagrado peldaño para cualquier sociedad que valore su futuro. Buscan trasladar la crispación de los espacios políticos a las aulas, buscan crear fracturas no solo entre el propio profesorado y las AMPAS sino incluso, y lo que me parece más grave, buscan crear una distinción entre el propio alumnado, haciendo patentes entre ellos y ellas las diferencias que vienen de casa, “adultizando” espacios con temas que naturalmente deberían quedar lejos de nuestras aulas.

Pero sí, en algo tienen razón, hemos de confesarlo. Sí, hay una guía que reina en los centros educativos: es la de los derechos humanos. Los docentes entendemos que los derechos humanos es ese paraguas de mínimos sobre el que construir la sociedad del futuro. Jamás, ninguna charla o taller de ningún centro educativo irá en contra de los derechos humanos; al contrario, fomentará que se hagan una realidad, que nuestros alumnos y alumnas sepan que son sujetos de los mismos por el hecho de nacer y que siempre habrá alguien que vele por ellos.

Me da pena que el alumnado sea un mero instrumento para causar división y usarlo como arma discursiva electoral y que el profesorado sea señalado como verdugo. El respeto, la diversidad y la tolerancia nunca serán ideología. Los derechos humanos nunca serán adoctrinamiento. Y qué pena de aquella persona que piense lo contrario.