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‘Por una justicia a la altura de la infancia’, Informe Save the Children

Los abusos sexuales cometidos contra niños, niñas y adolescentes 
son uno de esos delitos que causan estupor cada vez que salen a la luz. 
Para contribuir a su erradicación, el informe 
‘Por una justicia a la altura de la infancia’, publicado por Save the Children, 
trata de exponer las carencias del sistema judicial 
a la hora de enfrentarse a casos de este tipo.

La cantidad de casos que exceden el “tiempo deseable” antes de tener una sentencia se duplicó entre 2020 y 2022. Además, algunas víctimas se ven obligadas a declarar hasta en tres ocasiones antes del juicio.

/ Pixabay/ ctxt


Aquello de que la justicia en España va despacio queda preocupantemente retratado cuando se trata de juzgar delitos contra la libertad sexual de personas menores de edad. Sobre todo al observar cómo está empeorando la situación en los últimos años. Si bien los procesos judiciales ya fueron largos en el periodo 2019-2020, hasta un 67,3% de ellos llegaron a resolverse antes de los dos años, lapso temporal que el informe define como “tiempo deseable”. Sin embargo, los datos pertenecientes al bienio 2021-2022 reducen mucho esa cifra, ya que solo el 23,5% de los casos fueron resueltos dentro de ese tiempo deseable. Es decir, casi ocho de cada diez abusos sexuales a niños, niñas o adolescentes no fueron resueltos en los dos primeros años tras iniciar los procesos judiciales.

Por si esto fuera poco, entre las páginas de la publicación se alerta sobre la existencia de casos en los que la víctima se ve obligada a declarar hasta en tres ocasiones antes de que se produzca el juicio, ello a pesar de que la normativa internacional sobre protección de los derechos de los niños y niñas recomienda reducir al máximo el número de veces que se entrevista a este tipo de víctimas menores de edad. Así, el sistema fuerza a estas personas a entrar en una dinámica de revictimización o victimización secundaria en la que, una y otra vez, se ven obligadas a revivir un hecho traumático desde su posición de víctima.

En 2021-2022, el 82,9% de las agresiones fueron cometidas por personas del entorno conocido de las víctimas

Resulta interesante también el estudio realizado en el informe sobre el perfil de las víctimas y los agresores, ya que permite hacerse una idea bastante definida acerca del panorama actual de los delitos contra la libertad sexual infantil.

En 2021-2022, el 82,9% de las agresiones fueron cometidas por personas del entorno conocido de las víctimas. Dentro de esta categoría, se percibe un cambio sustancial en cuanto al porcentaje de agresores pertenecientes a la familia de la persona agredida; mientras que en los años 2019-2020 esta fue, con diferencia, la procedencia más común de este tipo de delitos (49,5% frente al 34,5% de personas conocidas, pero no de la familia), en 2021-2022 hubo una reducción significativa de agresores familiares, que representaron el 40,6% de los casos, por debajo del 42,3% conformado por los agresores procedentes de entornos conocidos no familiares.

Con respecto a las víctimas, los datos publicados por el Ministerio del Interior en 2021 demuestran que en este caso también existe una desigualdad que perjudica enormemente a las mujeres. De todas las denuncias presentadas durante ese año por delitos contra la libertad sexual que tuvieron como víctima a niños, niñas o adolescentes, en el 82,7% de las ocasiones se trataba de agresiones cometidas contra el género femenino.

Y la realidad es que no se trata de un delito excepcional, sino todo lo contrario

casi la mitad (48,8%) del total de delitos contra la libertad sexual tienen como víctima a niños, niñas o adolescentes



“Ya no quiero dormir, no soporto más pesadillas”. En Gaza hay cerca de un millón de niños. Su miedo es insoportable.

 Mahmoud Mushtaha, el joven periodista gazatí, cuenta el infierno en la Franja. 

Desde su precaria y peligrosa situación, Mushtaha nos ha hablado del terror y 

el sufrimiento que Israel está infligiendo a un millón de niños gazatíes

 que mueren bajo los misiles, la falta de comida y agua o las epidemias 

 que empiezan a aflorar por las pésimas condiciones de vida en la Franja.  

Muchos de ellos sufren trastornos psicológicos por los bombardeos. 

Save the Children advierte de que el 80% muestra signos de angustia emocional.


Mahmoud Mushtaha 

Ciudad de Gaza 

Crónicas desde el Infierno, CTXT.


Una niña palestina y su madre son rescatadas de los escombros, Khan Yunis, sur ciudad de Gaza. / Mohammed Zannoun


Mariam Jarada, de 14 años, expresa su miedo a dormir debido a las pesadillas. “El sonido de los aviones y los bombardeos me da pánico. Cada vez que intento dormir, me atenaza un miedo a que algo malo esté ocurriendo. He llegado a un punto en el que ya no quiero dormir; no soporto más pesadillas”.


En la Franja de Gaza viven alrededor de un millón de niños. Muchos menores y jóvenes nacidos aquí han estado expuestos a los bombardeos y ataques aéreos durante las cuatro guerras israelíes anteriores –en los años 2008, 2012, 2014 y 2021–, además de a varios ataques, y ahora vuelven a estarlo en 2023.


Cuando comenzaron los bombardeos en la ciudad de Gaza, la niña Dana Shamiya, de 11 años, escribió a bolígrafo una carta y la colocó bajo la almohada de su madre. El mensaje dice: “Todo es aterrador y da miedo. Ha sido mi cumpleaños y no he soplado las velas. No recibí regalos ni nada. Echo de menos a mi padre y a mis hermanos. Me siento como si estuviera ardiendo. Casi me vuelvo loca, Dios”.


Decenas de miles de niños sufren distintos síntomas psicológicos relacionados con el miedo a los bombardeos. Entre estos síntomas se encuentran la depresión, la ansiedad, los trastornos de conducta, las pérdidas de orina, la irritabilidad y un largo etcétera. “Dana expresó el miedo y la ansiedad que ella y el resto de mi familia estamos experimentando en Gaza a causa de los ataques aéreos y los cañones que no dejan de disparar”, explica Mohammed Shamiya, hermano de Dana.


Save the Children, organización internacional no gubernamental con sede en el Reino Unido, ha advertido de que las secuelas de la situación en Gaza seguirán afectando a los niños durante muchos años. La organización destaca que los niños de Gaza experimentan miedo persistente, privación del sueño y muestran signos de ansiedad como temblores continuos y micción involuntaria.


Además, Save the Children asegura que “no hay ningún niño a salvo en Gaza en estos momentos. Al menos 4.412 niños han muerto desde que comenzó el ataque israelí contra Gaza. Los niños que sobrevivan sufrirán secuelas mentales a largo plazo: ninguno ha salido ileso”.


En otro hogar, Bassem Al-Shawa, de 51 años, intenta calmar a su hija Marah, de nueve años y medio, al oír los bombardeos israelíes. Dice: “Cuando mi hija oye el sonido de cualquier explosión, empieza a gritar y a llorar y dice: ‘No quiero morir y quiero estar contigo’”.


“Varios días después del ataque israelí a Gaza, Marah cayó en un estado de miedo, mostrando síntomas preocupantes de deshidratación y una coloración amarillenta de la cara. Al principio atribuí su angustia al ruido constante de los ataques aéreos israelíes, pero las terribles circunstancias de los hospitales, desbordados por el gran número de víctimas, me impidieron buscar atención médica inmediata”, explicó Bassem.


Los niños de Gaza se enfrentan ahora no sólo a las crisis de pánico, sino también a una grave escasez de alimento


Y añadió: “A medida que pasaban las semanas, el estado de Marah se deterioró aún más. Hasta tres semanas después no conseguí llevarla al centro de salud más cercano, donde descubrimos que había desarrollado anemia debido a una grave desnutrición”. El miedo de Marah le había dificultado enormemente la ingesta de alimentos.


El psiquiatra Mohammad Abu Al-Sabah advirtió en las redes sociales de que los niños de la Franja de Gaza que han sufrido traumas importantes pueden correr el riesgo de desarrollar tendencias violentas. Explicó que las consecuencias psicológicas de esas experiencias traumáticas suelen manifestarse en forma de comportamientos perturbadores y agresivos. Las guerras, señaló, tienden a contribuir a una mayor prevalencia de la violencia entre los niños, ya sea en el entorno escolar o en sus hogares.


Según Abu Al-Sabah, una mayoría significativa de los niños de la Franja de Gaza se enfrentan a problemas de salud mental, como depresión, ansiedad y trastornos del comportamiento, lo que subraya la urgente necesidad de apoyo e intervención en materia de salud mental.


“¿Qué culpa tiene esta niña de contraer la enfermedad junto con el miedo? Francamente, no sé cómo tratarla dadas las difíciles circunstancias vitales en las que vivimos. Siempre cuido de mi hija y le doy de comer lo mejor posible, pero en Gaza, la calamidad te llega tan hondo que no te lo esperas”, dijo Al-Sabah.


Según Save the Children, el 80% de los niños de Gaza muestran signos de angustia emocional debido a los continuos ataques. La ONU ha emitido repetidas advertencias de que Gaza puede convertirse pronto en un lugar inhabitable.


El impacto traumático de los continuos bombardeos israelíes en los niños de Gaza es desgarrador. Su miedo es insoportable. Además, los niños de Gaza se enfrentan ahora no sólo a las crisis de pánico, sino también a una grave escasez de alimentos, lo que hace surgir el alarmante espectro de la hambruna y de la catástrofe humanitaria que se cierne sobre la Franja.

El coordinador de bienestar, al año de instaurarse: "Falla en la teoría y en la práctica"

Más de un año después de implementarse el coordinador de bienestar en los centros educativos, la nueva figura no cumple las funciones para las que fue creada porque "falla en la teoría y en la práctica", ninguna comunidad autónoma le destina presupuesto y el profesorado se siente solo y desbordado.

LA VANGUARDIA / AGENCIAS

30/10/2023 08:05


Madrid, 30 oct (EFE).- Más de un año después de implementarse el coordinador de bienestar en los centros educativos, la nueva figura no cumple las funciones para las que fue creada porque "falla en la teoría y en la práctica", ninguna comunidad autónoma le destina presupuesto y el profesorado se siente solo y desbordado.


Son algunas de las conclusiones del informe publicado hoy por la ONG Educo "Coordinador/a de Bienestar y Protección: balance del primer año, donde analiza y repasa este cargo nacido con la Ley Integral de Protección a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia (LOPIVI), e instaurado en los colegios con "desiguales e insuficientes resultados".


“Hay un incremento de casi el 40 % de las notificaciones de violencia, los abusos sexuales contra la infancia y la adolescencia han aumentado un 300 % y las cifras de suicidios de niños y niñas entre los 10 y 14 años nunca han sido tan altas. Es inadmisible que no se vuelquen los esfuerzos en intentar resolver este problema y que esta figura (...) se haya convertido en un mero trámite”, afirma la directora general de Educo, Pilar Orenes.


Una norma insuficiente y diferente según la autonomía


Al no haber un decreto estatal que exija unos mínimos obligatorios sobre las funciones del rol, unas horas exclusivas para desarrollarlas, y una formación eficaz y previa al desempeño del puesto, la figura falla, subraya Educo.


Cada comunidad ha desarrollado la norma a su manera y, salvo ejemplos contados, lo ha hecho sin apenas profundizar en ella.


"Urge un decreto estatal que clarifique”, explica Paula San Pedro, coordinadora de Incidencia de Educo y coautora del informe.


En siete comunidades (Asturias, Cantabria, Cataluña, Comunidad de Madrid, Murcia, Navarra y País Vasco) el coordinador se regula mediante una circular que no tiene ni carácter obligatorio.


Se une a ello que ninguna autonomía tiene presupuestado el nuevo puesto: “El presupuesto es pieza clave para que puedan desempeñar sus funciones. Los colegios no pueden asumir estos gastos. Sin la inversión de las administraciones competentes, la propuesta fracasará porque los procedimientos e iniciativas que el o la coordinadora de Bienestar identifique para generar entornos seguros y protectores han de estar sostenidos por un presupuesto específico”, dice.


Dentro del presupuesto debería estar contemplada también la remuneración, para poner en valor la figura, como se hizo con el coordinador COVID19. Actualmente, solo Canarias, Cataluña y Galicia proponen algún tipo de complemento, y no necesariamente económico.


A la falla normativa le sigue la falla práctica. Para empezar, dice Educo, se ha observado que hay un gran desconocimiento sobre las funciones del coordinador.


De hecho, en el desarrollo normativo de Andalucía, Asturias, Cantabria, Cataluña, Comunidad de Madrid, Navarra, Murcia y La Rioja no se incluye una mínima definición de las características del puesto.


“Hemos hablado con numerosas personas que ejercen el rol y el sentimiento es común: se encuentran perdidas y sin apoyo de los distintos niveles de la administración”, explica Paula San Pedro.

Además, solo Extremadura y Galicia establecen la necesidad de formación inicial.


“El éxito de esta figura dependerá en gran medida de su formación. No puede ser que nosotros recibamos una capacitación de 30 horas mientras que la de los monitores de tiempo libre sea de 270 horas. Es una vergüenza.”, se queja un coordinador de Bienestar y Protección de un colegio de Madrid consultado para el informe.


Falta de horas liberadas


Normalmente cuentan con entre una y tres horas semanales, sin importar si existen protocolos abiertos o el número de alumnado del centro. En cuatro comunidades la normativa ni siquiera establece la liberación de horario (Cantabria, Navarra, Murcia y País Vasco).


Esto contrasta significativamente con las dificultades burocráticas, algo que Educo también recalca, abogando por facilitar y simplificar los procedimientos en caso de abrir un protocolo.


“Es un marrón”


La suma de carencias asociadas al puesto repercute directamente en la seguridad y confianza de la persona que tiene que asumirlo: “Yo acepté este rol porque creo firmemente que puede ayudar a mejorar la salud emocional del alumnado. Pero la realidad es muy distinta. Es un marrón, dejas todo a medias, no lo pagan y no hay horas. No sé si seguiré el próximo curso”, aseguraba una coordinadora de Bienestar y de un colegio de primaria en Huesca.


Por último, falta apoyo externo de las consejerías de Educación, los servicios sociales, los centros de salud y la Policía. “Derivamos un caso grave de un alumno a los servicios sociales al principio de curso, siete meses más tarde seguimos sin tener respuesta. No hay suficientes recursos”, comentan desde un IES en Santiago de Compostela.


Hay que pasar de la cultura de la violencia a la del buen trato

El director de la Cátedra Infancia y Adolescencia de la Universitat Politècnica de València (UPV), Vicente Cabedo, reclama pasar de la actual “cultura de la violencia” a la del “buen trato”, un “cambio de paradigma” que debe comenzar en los centros escolares, que además tendrían que convertirse en “escuelas de ciudadanía en la que formarse en valores”.

Conche Tejerina | València (EFE) 
29 octubre 2023

Cabedo dirige desde hace una década esta Cátedra -que comenzó como Aula-, una iniciativa “abierta a la sociedad” cuya finalidad es la promoción y el desarrollo de actividades de formación y sensibilización tanto para los menores, en ocasiones “invisibilizados” y “no escuchados”, como para sus familias, haciéndoles a ambos protagonistas y partícipes de la mismas.

También creó hace dos años la Red de Universidades por la Infancia y Adolescencia (RUIA), un proyecto de colaboración interdisciplinar en el que ya participa una treintena de universidades españolas y que pretende la promoción y garantía de los derechos de los menores, la investigación, la innovación, la formación y divulgación y la transferencia del conocimiento.

Infancia y adolescencia, una situación “nada halagüeña”

En una entrevista con EFE, Cabedo señala que la situación de la infancia y la adolescencia “no es nada halagüeña” en el contexto actual de conflictos bélicos, por los problemas que afectan a los menores migrantes no acompañados (Menas) o por la pobreza infantil, que en España afecta a un porcentaje importante de la población.

También se refiere a la violencia vicaria, que hasta no hace mucho ha sido “invisibilizada” y que hace de los menores víctimas porque al ser testigos del maltrato que sufren sus madres lo “interiorizan” y “ven como algo normal los valores de la cultura de la violencia”.

Sobre el uso y abuso de las nuevas tecnologías y las redes sociales de los menores, considera que más que prohibirles hacerlo, los adultos deben “acompañarles” e intentar enseñarles a hacer un uso responsable de sus contenidos y a que aprendan que debe ser “una parte” de su ocio, como leer, hacer algún deporte o jugar con sus hermanos o amigos.

Pornografía a edades cada vez más tempranas

También indica que el acceso a pornografía se hace a edades cada vez más tempranas y supone un problema porque no están aún formados en las relaciones sexuales y esa concepción del sexo les daña, y ante el auge de violaciones grupales de menores afirma que “algo está fallando porque las relaciones no son negativas, pero sí los abusos y las violaciones”.

Ante problemas como el repunte de las violaciones grupales o del acoso, tanto en centros escolares como a través de las redes sociales, Cabedo aboga por hacer un “cambio de paradigma cultural desde la infancia” porque, afirma, “no puede negarse que vivimos en una cultura de la violencia, pero se debería pasar a la cultura del buen trato”.

“Hay que hacer mucha pedagogía. A la infancia y adolescencia les hace falta educarse más en valores y en el ámbito de la igualdad y del respeto a la diversidad de género, sexo, raza o religión. Tenemos que hacer una mayor inversión en educación en este sentido”, afirma este profesor titular de Derecho Constitucional en la UPV.

Regreso de Educación para la ciudadanía o Ética

A su juicio, deberían volver a las escuelas asignaturas como Educación para la Ciudadanía o Ética, aunque reconoce que el problema es que esto “se politiza”, y se muestra convencido de que los colegios e institutos deberían ser una “escuela de ciudadanía en la que formarse en valores”.

Hay que “crear ciudadanos respetuosos con los derechos de las personas, solidarios y no violentos”, asevera este doctor en Derecho Constitucional, quien cree que desde edades tempranas se debería empezar a conocer la Constitución, para que sepan de dónde derivan los derechos y la dignidad de los ciudadanos.

También aboga por “modificar” el artículo 39 de la Constitución, en el que asegura se piensa en niños, niñas y adolescentes como “objetos de protección”.

Y lo explica así: “No me gusta la visión de proteger al niño porque es desvalido, destierro la palabra proteger, lo que hay que garantizar es que tenga una vida con un desarrollo físico, psicológico y sin ningún tipo de agresión, una autonomía progresiva”.

Ley de Protección Integral

Cabedo subraya que la Ley Orgánica de Protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia (Lopivi), aprobada en junio de 2021, significa un “hito” en materia de protección y es una norma “moderna, muy consensuada y modélica” pero que hay que “llevar a la práctica”.

Destaca que supone un “cambio de paradigma trascendental” en el abordaje de la lucha contra la violencia y su erradicación, ya que el foco de atención “no se concentra ya en dar una respuesta a la violencia consumada, sino en la prevención, en su evitación y, especialmente, en la creación de los denominados entornos seguros y en la promoción del buen trato”.

Considera que las dos figuras para la prevención y protección frente a la violencia que crea -el coordinador o coordinadora de bienestar y protección del alumnado, y el delegado o delegada de protección en el ámbito del ocio, deporte o tiempo libre- deberían ser personas con la formación suficiente que se dedicaran de forma expresa a este tema y no profesores que compaginen esta labor con sus clases.

“Lo importante es detectar el problema de forma precoz para evitarlo y no cuando el menor haya sufrido ya un acoso”, explica Cabedo.

Por último, subraya que la Cátedra ha impulsado ayudas para jóvenes tutelados en los sistemas de protección a la infancia para que, cuando cumplan 18 años, puedan acceder a una universidad, y destaca que la Universidad de Alicante ha lanzado una convocatoria similar y espera que el resto de universidades se sumen a esta iniciativa.


"Incarcerated Childhood and the Politics of Unchilding" libro de la prof. Nadera Shalhoub-Kevorkian "invitada a renunciar" a su trabajo en la Universidad Hebrea de Jerusalén.

 La prof. Nadera Shalhoub-Kevorkian, Lawrence D. Biele Cátedra de Derecho,  
ha firmado recientemente la carta, que más de 1.350 especialistas y estudiantes 
en asuntos de infancia y adolescencia de todo el mundo han firmado, 
como un llamamiento a todos los políticos, jefes de estado del mundo
para que paren las miles de muertes, asesinatos.... a los que se está sometiendo 
a la infancia y adolescencia palestinas.

Su trayectoria investigadora y docente se centra en trauma, crímenes de Estado y criminología, vigilancia, violencia de género, derecho y sociedad. 

Estudia el delito de feminicidio y otras formas de violencia de género, la violencia contra niños en zonas asoladas por conflictos, los delitos de abuso de poder en contextos coloniales, la vigilancia, la seguritización y el control social.

Por el hecho de firmar esa carta, la prof. Nadera Shalhoub-Kevorkian  ha sido "invitada a renunciar" a su trabajo en la Universidad Hebrea de Jerusalén.
Esa invitación 'solicitando' su renuncia representa un ataque atroz a la libertad académica y la democracia, y una desvergüenza que denota la falta de límites, cuando se pierden los referentes en los derechos humanos. 


Incarcerated Childhood and the Politics of Unchilding
Edit. Cambridge University Press (5 septiembre 2019).

¿Quién tiene derecho a una infancia segura y protegida?
La infancia encarcelada y la política del unchilding(sin hijos) profundiza la comprensión de los niños como capital político en manos de quienes están en el poder, involucrando críticamente las voces de los niños junto con material de archivo, histórico y etnográfico en Palestina. 

Al ofrecer el concepto de "no tener hijos", Shalhoub-Kevorkian expone el trabajo político de la violencia diseñada para crear, dirigir, gobernar, transformar y construir a los niños colonizados como otros peligrosos y racializados, permitiendo su desalojo del ámbito de la niñez misma. 

Al penetrar en los espacios íntimos cotidianos de los niños y, simultáneamente, en sus cuerpos y vidas, el unchilding funciona para habilitar una compleja maquinaria de violencia contra los niños palestinos: encarcelamiento, lesiones, pérdidas, traumas y ocupación política militarizada. 

Al mismo tiempo que el libro documenta las violaciones de los derechos de los niños y las consecuencias que esto tiene para su bienestar presente y futuro, traza la resistencia y el poder de los niños para interrumpir la violencia colonial, recuperando la infancia y, con ella, el futuro palestino.




Informe sobre abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia católica, España. Una Respuesta Necesaria.

 "ESTE INFORME DA RESPUESTA A UNA SITUACIÓN DE SUFRIMIENTO Y SOLEDAD 
CUBIERTA POR UN INJUSTO SILENCIO". Ángel Gabilondo.

Los abusos sexuales en la Iglesia católica constituyen un grave problema social y de salud pública. 
Un problema que ha causado mucho daño. 
La gravedad del fenómeno deriva de la intensidad del daño que han sufrido las víctimas, 
de la cantidad de personas afectadas y de la defraudación de la confianza depositada por ellas, 
y por una parte muy importante de la sociedad, 
en una institución que ha tenido un poder innegable en España 
y una autoridad moral en la sociedad.
La respuesta de la Iglesia católica, al menos a nivel oficial, 
ha estado caracterizada durante mucho tiempo 
por la negación o la minimización del problema.



El Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, ha hecho entrega esta semana a la presidenta de las Cortes Generales, Francina Armengol, del “Informe sobre abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia católica y el papel de los poderes públicos”, Una respuesta necesaria, dando cumplimiento a la encomienda recibida del Congreso de los Diputados tras la aprobación de una Proposición no de Ley (PNL), el 10 de marzo de 2022, que contó con el voto a favor de la mayoría de los grupos políticos de la Cámara Baja.

El Informe cuenta con 777 páginas y está alojado íntegro  en la web del Defensor del Pueblo (www.defensordelpueblo.es). En el mismo, además de una presentación del titular de la institución y una introducción general, se recoge, entre otras cosas, los ámbitos de actuación, objetivos, metodología y fuentes empleadas, detalles de una encuesta encargada a GAD3, marco jurídico, y conclusiones-recomendaciones que son elevadas a las Cortes Generales y al Gobierno de España para “la adopción de las medidas necesarias en orden a cumplir con el objetivo de la encomienda”, según se explicita en la mencionada PNL.

El Defensor del Pueblo, señala, así lo hace constar en la introducción del Informe, que “se trata de un Informe necesario para dar respuesta a una situación de sufrimiento y de soledad que durante años se ha mantenido, de una u otra manera, cubierta por un injusto silencio”. Ángel Gabilondo pone de relieve la importancia que las víctimas han tenido en todo momento a la hora de abordar los trabajos que ahora concluyen. “Las víctimas son el sentido primero, el sentido último y el sentido central de este Informe”.

 Respuesta de la Iglesia y de los poderes públicos

El Informe apunta que la respuesta de la Iglesia católica, al menos a nivel oficial, ha estado caracterizada durante mucho tiempo por la negación o la minimización del problema. Algunas víctimas han tenido que hacer frente no solo a la negación y a la ocultación, sino incluso a presiones y a reacciones de representantes de la misma en las que se les culpabilizaba de los abusos sufridos.

Se ha de reconocer, al mismo tiempo, que la Iglesia católica es una institución plural y que la Comisión Asesora, creada ad hoc, pudo detectar buenas y malas prácticas. Y el Informe reconoce “el coraje institucional de quienes han optado por asumir la responsabilidad que corresponde a la institución por la victimización producida”.  

Por su parte, los poderes públicos carecieron de procedimientos adecuados para prevenir, detectar y reaccionar frente a la comisión de abusos sexuales de menores en los centros escolares de la Iglesia católica. Sólo muy recientemente, el año 2021, se introdujeron mecanismos y procedimientos de prevención y detección para la totalidad de los centros educativos de titularidad pública o privada. La mayoría de casos que han llegado a ser denunciados, pese a ser una muy pequeña parte de la realidad del problema, no han encontrado respuesta por parte del sistema judicial.

Recomendaciones

El Informe propone una veintena de recomendaciones concretas. Entre ellas, se encuentran la de celebrar un acto público de reconocimiento y reparación simbólica a las víctimas por el prolongado período de tiempo de desatención y de inactividad, en particular entre 1970 y 2020. La creación de un fondo estatal para el pago de compensaciones a favor de las víctimas y que un órgano administrativo especial -creado para la ocasión- sea el que instaurare un procedimiento de reconocimiento y reparación de las víctimas de agresión o abuso sexual infantil en el ámbito de la Iglesia católica. Así como diversas reformas normativas para la aclaración y reparación de lo sucedido, y para prevenir hechos similares. Además, entre las recomendaciones se incluye que la Iglesia católica debe poner los medios necesarios para ayudar a las víctimas de abusos sexuales en el proceso de recuperación, ofreciendo tratamiento a las víctimas o familiares, cuando lo requieran. Y que las diócesis y los institutos de vida consagrada abran a los investigadores la información contenida en sus archivos. (Todas las recomendaciones, integras, pueden ser consultadas en el Parte VIII Capítulo 2 del Informe).

Ángel Gabilondo, que ha dirigido los trabajos y presidido la Comisión Asesora de expertos, subraya que el Informe se ha configurado sobre la base de testimonios de las víctimas. “Escucharlas es encontrarse con la voz y la experiencia de un dolor. Y lo sucedido es para ellos y para la sociedad un verdadero desastre”. Y resalta, “el Defensor del Pueblo no tiene como misión juzgar, no es juez. No tiene como misión legislar, no es el legislador. Más bien analiza, pregunta, estudia, investiga y recomienda y sugiere”.

Testimonios

La Unidad de Atención a las Víctimas, también creada para abordar los trabajos del Informe, ha recogido información relevante sobre 487 víctimas, en entrevistas realizadas tanto en Madrid como fuera de la capital. De ellas, la inmensa mayoría (84%) fueron hombres. Las víctimas recalcan los problemas emocionales y de conducta que padecen como consecuencia de los abusos. Y un tercio de éstas señalaron haber tenido síntomas de estrés postraumático y, algunas de ellas, habían experimentado síntomas depresivos, sentimientos de vergüenza y estigmatización y de acción suicida.

La atención a las víctimas ha sido el trabajo de un equipo formado por especialistas contratados para la ocasión (tres psicólogos, una trabajadora social, una criminóloga y un abogado-psicólogo sanitario, que han contado con el apoyo administrativo de dos personas). Las primeras víctimas fueron atendidas, en la Unidad de Atención a las Víctimas, el 6 de julio de 2022.

Los testimonios recogidos de la escucha respetuosa a las víctimas revelan el impacto devastador que los abusos sexuales han tenido en sus vidas. “En ningún caso el número de testimonios pretende dejar determinado el alcance cuantitativo del problema. Lo importante, cuando se ofrece un determinado número de testimonios de víctimas, es tener presente la singularidad personal de cada una de ellas y la inviabilidad de reducirla a una cifra en una contabilidad”, subraya el Defensor del Pueblo.

Además de los testimonios directos recogidos para elaborar el Informe se ha tenido en cuenta otras fuentes provenientes de organismos oficiales, de la propia Iglesia y de investigaciones de medios de comunicación. Especial mención requiere la colaboración del diario El País, que inició sus investigaciones periodísticas en octubre de 2018 y que ha entregado hasta en cuatro ocasiones sus archivos a la institución Defensor del Pueblo para completar los trabajos.

Algunos de los testimonios recogidos en la Unidad de Atención a las Víctimas, con citas explícitas, se incluyen en el Parte III Capítulo 4 del Informe, tras contar con autorización previa del autor.

La mayoría de los victimarios conocidos son hombres. Y solo una pequeña parte de las personas acusadas de haber cometido abusos han sido juzgadas por parte de las autoridades civiles. La mayoría fueron mantenidas en sus puestos, trasladadas o, en menor medida, juzgadas a través de Derecho Canónico.

Comisión Asesora

Tras recibirse la encomienda del Congreso de los Diputados, se comenzó a trabajar en el ámbito de actuación en tres direcciones. Además de la Unidad de Atención a las Víctimas y de pensar en la constitución de un Foro de Asociaciones, se creó, como se ha  indicado, una Comisión Asesora, compuesta por expertos externos: diecisiete asesores que pertenecen al ámbito profesional y académico con experiencia en atención a las víctimas, con conocimientos jurídicos y victimología, y profesionales que han dedicado su vida a la docencia o a jóvenes o han escrito y estudiado sobre las consecuencias de traumas infantiles en la vida adultas. Esta Comisión se ha reunido en trece ocasiones. La primera, el cinco de julio de 2022. La última, el 28 de septiembre de 2023.

 Más de ochenta reuniones

El Defensor del Pueblo ha mantenido, además de reuniones con asociaciones de víctimas, más de 80 encuentros con el presidente y secretarios generales de la Conferencia Episcopal Española, con el presidente de la Conferencia Española de Religiosos y con superiores y miembros de la misma, con el decano del Tribunal de la Rota, con representantes de institutos de vida consagrada, y con la Comisión Asesora y Foro de Asociaciones de Víctimas.

Objetivo y Metodología

El objetivo del Informe ha sido el de describir la dimensión del fenómeno, sus causas y sus consecuencias en las personas afectadas, con el fin de que las recomendaciones emitidas sean útiles para la prevención y la reparación de las víctimas. Asimismo, se espera que los trabajos realizados y las conclusiones a las que los mismos han llegado contribuyan a la determinación de los hechos y responsabilidades, a la reparación de las víctimas y a la planificación de las políticas públicas orientadas a la prevención y atención de los casos de abusos sexuales cometidos sobre niños y adolescentes.

El Informe se ha realizado a partir del análisis interdisciplinar de la información recogida por diversas fuentes, como se ha apuntado, entre ellas los trabajos de campo propios, como una encuesta realizada por GAD3 para la institución Defensor del Pueblo que contextualiza el problema.

Esta revela, entre otras cosas, que el 11,7% de las personas entrevistadas afirman haber sufrido abusos sexuales, antes de cumplir 18 años. Un 3,36% manifiesta que ese abuso se produjo en el ámbito familiar. Asimismo, la encuesta de GAD3 también concluye que el 0,6% de la muestra representativa de la población encuestada ha sido agredida sexualmente por un sacerdote o religioso católico, y un 1,13 % que la agresión se registró en el ámbito religioso.

El 72% de los encuestados consideraron que el abuso sexual infantil es un problema social muy grave y un 24,4% lo valoraron de bastante grave. Sin embargo, la mayor parte de las personas encuestadas consideró que no se están tomando las medidas adecuadas para reducir el problema.

La encuesta demoscópica, encargada por la institución siguiendo el proceso de licitación de la Administración, contempla una muestra metodológica y numérica significativa de la población española (8.013 personas) a partir de datos anonimizados recogidos por la Unidad de Atención a las Víctimas que han sido objeto de tratamiento estadístico y del análisis de las demandas y preocupaciones plasmadas en el Foro de las Asociaciones. Los datos desglosados de la encuesta se incluyen en la Parte III Capítulo III del Informe. Esta es la primera encuesta que se realiza con estas características desde 1994, cuando el Ministerio de Asuntos Sociales hizo una similar, aunque la actual incluye más preguntas relacionadas con la problemática específica aquí examinada, y la muestra es muy superior.

El Informe indica que “los abusos sexuales en la Iglesia católica constituyen un grave problema social y de salud pública. Un problema que ha causado mucho daño. La gravedad del fenómeno deriva de la intensidad del daño que han sufrido las víctimas, de la cantidad de personas afectadas y de la defraudación de la confianza depositada por ellas, y por una parte muy importante de la sociedad, en una institución que ha tenido un poder innegable en España y una autoridad moral en la sociedad”.

Las conclusiones y las subsiguientes recomendaciones de este Informe no pretenden ser una última palabra. Y menos aún una solución definitiva o un punto final, ante un daño tan grande que ha afectado y que afecta a tantas personas desde hace tanto tiempo. Más bien aspiran a contribuir a la toma de conciencia iniciada hace unos años por parte de la sociedad española, recordando y requiriendo a la Iglesia católica y a los poderes públicos que sigue abierta la necesidad de dar una respuesta a las víctimas.

Ángel Gabilondo subraya que “el Informe aporta claridad, datos y argumentos ante una cuestión que a todos resulta difícil de abordar, pero que es imprescindible hacerlo. Se trata de que se asuman responsabilidades, lo que implica responder de, responder ante y responder a. Y esta respuesta necesaria exige que el Informe que hoy entregamos a la Cortes Generales, a través de su presidenta, contribuya a la toma de mayor conciencia de la cuestión, y a dar efectivamente una respuesta a las víctimas, una respuesta exigida por ellas con buenas razones”.

 


"¡Puto móvil!". He leído y acepto que el puto móvil dañe la salud mental de mis hijos.

que crean adicción intencionadamente y ponen en peligro a niños y adolescentes.

La primera responsabilidad es de esas compañías cuyo modelo de negocio busca 
maximizar beneficios a costa de la salud pública, también de los menores
y de los gobiernos que no las regulan ni sancionan como deberían. 

Pero las familias también deberíamos darle una vueltecita al asunto.
Le regalaste a tu niño su primer móvil, le diste permiso a tu hija adolescente 
para que se instalase la misma red social que usan todas sus amigas, y como de costumbre
 marcaste la casilla de “He leído y acepto los términos y condiciones de uso” 
sin leer ni el primer párrafo. 
Total, para qué, si van a hacer lo que quieran, tanto las empresas como los hijos. 
“El puto móvil”, así lo llamas tú también en casa, ¿verdad?.
Una joven revisa su teléfono móvil, en una fotografía de archivo. EFE/Robert Ghement
Si hubieras echado unos minutos en leerte las condiciones, te habrías llevado una sorpresa: en el largo contrato pone cosas como que “esta aplicación está diseñada conscientemente para atraer, captar y atrapar a los más jóvenes”, “esta plataforma se aprovecha del dolor de los niños manipulándolos psicológicamente y manteniéndolos adictos a la vez que rebaja su autoestima”, “su uso prolongado por menores de edad tiende a correlacionarse con depresión, ansiedad y problemas de imagen corporal”, o que “la compañía busca maximizar el beneficio a expensas de la salud pública, poniendo a los niños en peligro”.
Espera, que el documento que aceptaste y firmaste sin leer es muy largo, hay más: “esta plataforma implementa funciones para extraer tiempo y atención adicionales de usuarios jóvenes cuyos cerebros en desarrollo no están preparados para resistir estas técnicas manipuladoras”“la empresa explota de manera desmedida las vulnerabilidades psicológicas de los usuarios jóvenes”, y la guinda: “nuestro algoritmo ofrece contenido de acuerdo con programas de refuerzo variable, manipulando la liberación de dopamina en los usuarios jóvenes, induciéndolos a usar repetidamente nuestros productos, como un jugador en una máquina tragaperras”.
Venga, ahora que ya lo has leído, dale a “aceptar” y deja a tu niño o tu niña que sigan con su móvil y su TikTok o su Instagram.
No, por desgracia los documentos de condiciones de las redes sociales no son tan sinceros y transparentes. Los párrafos anteriores los he copiado de la demanda que los fiscales de más de cuarenta estados norteamericanos acaban de presentar contra Meta, la empresa matriz de Facebook, Instagram o WhatsApp. Se unen a las decenas de demandas que hace meses presentaron también familias y centros educativos, contra Meta y también contra TikTok, Snapchat o Youtube, por el daño a la salud mental de los más jóvenes, pero también por el destrozo educativo y el mayor esfuerzo y gasto que tienen que soportar las escuelas públicas por “los crecientes costes atribuibles a la crisis de salud mental”.
No lo pone en ningún contrato, pero lo sabemos de sobra y no podemos seguir haciéndonos los tontos: llevamos años leyendo noticias sobre investigaciones que vinculan las redes sociales con daños a la salud mental de los adolescentes, además de trastornos alimentarios, suicidios, ciberacoso, insomnio, menor rendimiento escolar o hasta la captación y explotación de menores para el tráfico sexual.
Las familias no tenemos la culpa, pues la primera responsabilidad es de las empresas, y de los gobiernos que no las regulan ni sancionan como deberían. No es un problema de abuso o mal uso de su tecnología: es un modelo de negocio, su beneficio se basa en promover en los usuarios el abuso y el mal uso. Pero las familias deberíamos darle una vueltecita al asunto, desde que les ponemos el móvil a los bebés para que coman o no molesten, hasta regalarles su primer smartphone a edades cada vez más tempranas (en la comunión ya), y permitir o desentendernos de que usen redes sociales sin estar preparados para ello.
Llevamos años sospechando que no es bueno, leyendo noticias al respecto, viendo en vivo cómo afecta a nuestros hijos, cómo nosotros mismos nos convertimos en yonquis. Llevamos años refiriéndonos al aparato como “el puto móvil”, motivo frecuente de bronca familiar. Llevamos años comentando que, fíjate, los dueños e ingenieros de las grandes tecnológicas no dejan que sus hijos tengan pantallas, y en las escuelas de Silicon Valley usan pizarra, tiza y papel. ¡Qué curioso!. 
Nos hace mucha gracia cuando vemos a un niño, nativo digital, hacer el pellizco con los dedos sobre un libro buscando ampliar o reducir una página. Pero cada vez tiene menos gracia. Y menos que va a tener si en el futuro se confirman las consecuencias de la adicción y la toxicidad de plataformas y pantallas para toda su generación. Igual un día nos lo echan en cara: “¿por qué me disteis el puto móvil cuando no tenía edad para ello?” Y no podremos defendernos diciendo que hicimos clic en lo de “he leído y acepto las condiciones…”

La Jornada sobre violencia sexual desde una mirada de la infancia y la adolescencia concluye que la justicia restaurativa debería ser una vía para afrontar las agresiones sexuales entre menores

En el transcurso de esta Jornada, organizada por la Sección de Derechos de la Infancia y adolescencia de la ICAB, también se ha dado a conocer que uno de cada cinco menores es víctima de violencias sexuales

La Jornada sobre violencia sexual desde una mirada de la infancia y la adolescencia, que se ha llevado a cabo este lunes 23 de octubre de 2023 en el ICAB, ha sido presentada por la diputada de la Junta de Gobierno, Mireia Ramon, y el presidente de la Sección de Derecho de la Infancia y Adolescencia, Xavier Campà, y se ha iniciado con la conferencia marco de Jaume Funes, psicólogo, educador y periodista.

El auditorio de la 8.ª planta se ha llenado para seguir las tres mesas de reflexión en las cuales se ha estructurado la jornada y que han servido para dar respuesta a las dudas que surgen alrededor de las violencias sexuales entre adolescentes y el mundo digital, para hacer un análisis transversal del aumento de la violencia sexual entre los menores y para abordar como se puede reconducir esta situación y qué respuesta se puede dar desde la justicia ante estas conductas.

La mesa sobre la gestión de la sexualidad de los adolescentes en tiempos digitales ha contado con la participación de José Ramón Ubieto, psicólogo clínico y psicoanalista, Chelo Fernández, ingeniera técnica en telecomunicaciones y posgrado en marketing, y Àlex Rodríguez, psicólogo del Servicio Municipal Konsulta'm de Nou Barris, y ha sido moderada por Xavier Campà.

Se ha llevado a cabo un análisis sobre el acompañamiento y la formación de los adolescentes en el descubrimiento de la sexualidad en la segunda mesa de reflexión, que ha contado con las magníficas ponencias de Teresa Cambra, inspectora de Educación del Consorcio de Educación de Barcelona, Manel Ortega, técnico de EDUCO, Maria Gonzalez, psicóloga y coordinadora del área comunitaria de la Asociación de Derechos Sexuales y Reproductivos y el Centro Joven de Atención a las Sexualidades, y ha moderado la abogada Meritxell Bosch, vicepresidenta de la sección de derechos de la infancia y adolescencia del ICAB.

Para cerrar la Jornada, en la última mesa de reflexión se han abordado los sistemas de respuesta para los menores inimputables y la justicia restaurativa y han intervenido Alba Muro, coordinadora-psicóloga del servicio de atención a Menores inimputables de la DGAIA, Lidia Ayora y Mascarell, jefe del Servicio de Mediación y Asesoramiento Técnico de Justicia Juvenil, y Rocío Guarnido, abogada experta en procesos penales de menores y en justicia restaurativa, con la moderación de Jordi Casajoana Feliu, abogado y vocal de la Sección de los Derechos de la Infancia y la Adolescencia ICAB.

Gran demanda contra META: "aprovecharse del dolor de los niños”, “engañar repetidamente al público sobre los peligros sustanciales”


Las demandas a las tecnológicas critican su modelo de negocio basado en la economía de la atención para así maximizar el tiempo ante la pantalla, pues se basan en la publicidad: Cuanto más tiempo pasen los usuarios en sus plataformas, más anuncios pueden vender, más dinero ganan. 
En absoluto les importa el contenido y su veracidad, ni el alcance que pueda tener en la sociedad, en los niños, niñas, adolescentes, en las elecciones (es más, se ha demostrado que han influido intencionadamente en las mismas): son unas vulgares depredadoras de dinero, lo demás no les importa. 

Esperamos que estas demandas no se detengan solo en la protección a la infancia y a la adolescencia: si no, otra vez volveremos al "pobrecitos los niños, hay que protegerlos". Si esto es un problema social que se solucione para todos los adultos y los niños, porque no está demostrado que el daño que supuestamente se hace para personas menores de 13 o 18, no se haga también para mayores de esas edades... No está demostrado que la madurez de las personas humanas tengan para la gestión de su vida, su salud... esté automáticamente alcanzada con una marca/frontera/paso como la edad.                                                                                                                                           Asociación GSIA

Meta ha sido acusada de engañar al público sobre los riesgos de sus redes.
  Lavanguardia/Getty Images/iStockphoto

El 6 de enero 2023 ya las escuelas públicas de la ciudad de Seattle habían demandado a Microsoft y Ámazon en defensa de la salud de los estudiantes  (Washington, EE UU)
han sido las últimas en sumarse a una ofensiva contra las grandes tecnológicas en defensa de la salud mental de los estudiantes. Busca cambiar la manera en la que operan TikTok, Instagram, Facebook, SnapChat y YouTube porque explotan el sistema de recompensas del cerebro de los jóvenes para que estos vuelvan una y otra vez a las aplicaciones, y les generan ansiedad, depresión y pensamientos suicidas. “Esta crisis de salud mental ha impactado en la tarea educativa al absorber los recursos de nuestras escuelas”,

El Gobierno de Luisiana también comenzó este año con una recomendación a los distritos escolares y a las escuelas privadas, para que se prohíba TikTok. En este caso, la preocupación es que la información privada de los menores queda en manos de ByteDance, una compañía que tiene su base de operaciones en China.

El condado de Kent, al sur de Seattle, representa a unos 25.000 estudiantes y también se ha sumado a la demanda iniciada por Seattle.

Ya se están presentando más de 100 demandas similares en juzgados federales.

Y estos días se ha presentado una gran demanda contra Meta
La denuncia presentada el martes en los Fiscales Generales de 41 Estados contra la dueña de Instagram y Facebook por “aprovecharse del dolor de los niños” es un nuevo paso para pedir responsabilidades a las hasta ahora intocables redes sociales.
Han denunciado a la compañía presidida por Mark Zuckerberg por “engañar repetidamente al público sobre los peligros sustanciales” de sus redes sociales.

Según el escrito de los fiscales, Meta ha desarrollado sus productos con el objetivo de hacerlos adictivos y dirigirlos a una franja de edad especialmente baja: la de los menores de 13 años. Su objetivo, dice el documento, es “atrapar” a jóvenes y adolescentes. De la misma forma, la coalición de demandantes denuncia que la empresa está recopilando datos de estos menores sin el permiso de sus padres o tutores, violando las leyes federales de Estados Unidos.

Esta demanda es consecuencia de las negociaciones fallidas entre Meta y las fiscalías de los Estados, que desde 2021 han investigado el impacto que estas redes tienen en la salud mental de menores y adolescentes. El medio estadounidense The Wall Street Journal publicó ese año un reportaje con información interna de la compañía en el que señalaba cómo esta era consciente de que Instagram empeoraba la autopercepción de los usuarios sobre sus cuerpos.

La Academia Estadounidense de Pediatría declaró la emergencia nacional a finales de eses mismo 2021, después de ver un “drástico incremento” en las visitas de los servicios de emergencia para atender casos de salud mental, que incluía intentos de suicidio.

El fiscal general de California, Rob Bonta, responsable de la Fiscalía donde se ha presentado la demanda colectiva, ha declarado que “Meta ha dañado a nuestros niños y adolescentes cultivando adicciones para disparar sus ingresos corporativos”.

En un comunicado, la compañía asegura que se sienten “desilusionados porque, en lugar de trabajar de manera productiva con compañías de la industria para crear estándares de edad claros para todos los jóvenes que usan las aplicaciones, los fiscales generales hayan elegido este camino”.

Algunos estados como Utah han aprobado en los últimos meses leyes federales que prohíben el acceso a las redes sociales a menores de 13 años. También exigen que los jóvenes de menos de 18 años necesiten el consentimiento paterno para poder utilizarlas.

Algunos de las anteriores denuncias y pleitos con Facebook como protagonista: