“(IN) Equidades en el Ejercicio de los Derechos de Niños y Niñas. Derechos humanos y sociales en el periodo 2010-2017. Documento estadístico 1 / 2018”.

Baremo de la Deuda Social de la Infancia,
perteneciente a la Universidad Católica de Buenos Aires

presentó un detallado informe denominado 




Introducción
Con el presente informe técnico del Observatorio de la Deuda Social Argentina (UCA), (In)equidades en el ejercicio de los derechos de niñas y niños. Derechos humanos y sociales en el período 2010-2017
Documento estadístico, se inicia una nueva serie de estudios correspondientes a lo que se ha dado en llamar Serie Agenda para la Equidad (2017-2025).

En efecto, el Programa del Observatorio de la Deuda Social Argentina inicia en el año 2017 la publicación de una nueva serie de documentos estadísticos, trabajos de investigación e informes especiales, los que sin perder continuidad y comparabilidad con los estudios denominados "Serie del Bicentenario 2010-2016", procura ampliar el campo de estudio del desarrollo humano, y social desde un enfoque de derechos.
Esta nueva serie de estudios extiende la investigación de las "Deudas Sociales" al período 2017-2025 y, tanto antes como ahora, los derechos humanos y sociales vigentes en la Argentina y las desigualdades estructurales que existen para el ejercicio de los mismos constituyen el parámetro que orienta las preocupaciones, la definición de los problemas y el análisis científico riguroso de la sociedad y en particular de las infancias.
La nueva agenda propuesta por Naciones Unidades alrededor de los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS-ONU, 2015), inspira, motiva y orienta el trabajo de los próximos años. Asimismo, es importante señalar que la Encuesta de la Deuda Social Argentina Serie "Agenda para la Equidad (2017-2025)", se aplicó en su primera edición en el tercer trimestre de 2017 y tendrá continuidad anual hasta 2025. Esta encuesta introdujo una necesaria actualización del marco muestral de la EDSA Bicentenario 2010-2016 a partir del Censo 2010 (ver Anexo). Esto se hizo con el fin de disponer de una representación más realista y completa de los dominios poblacionales estudiados, y lograr de este modo un registro más fiable de los cambios económicos, sociales, políticos y ambientales ocurridos durante la última década y media en el país. Debido a estos cambios, los resultados puntuales que brinda esta nueva medición no son estrictamente comparables con los datos de la Serie del Bicentenario 2010-2016. Sin embargo, atendiendo al valioso objetivo de disponer de series históricas que permitan este tipo de análisis para los indicadores disponibles, la EDSA "Agenda para la Equidad"   también dispone de un diseño de solapamiento  conceptual, muestral y analítico a partir del cual ofrece para 2017 datos comparables con el período 2010-2016.
Con estos cambios metodológicos, una vez más se pone a disposición de la sociedad argentina, un nuevo informe que compila los principales resultados de la EDSA para un conjunto amplio de indicadores en materia de desarrollo humano  y social de la infancia y adolescencia, siguiendo la perspectiva de derechos que caracteriza a los estudios del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia. 
Justamente, los umbrales de derechos vigentes en la Argentina, y que se constituyen en parámetro para la construcción de los indicadores con los que se procura describir el estado de situación del desarrollo humano y social de la infancia son a nivel internacional: la Declaración Universal de los Derechos del Hombre (ONU, 1948); el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (ONU, 1966); la Declaración sobre el Derecho al Desarrollo de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU, 1986); la Declaración del Milenio de la Asamblea General (ONU, 2000); y más recientemente, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS-ONU, 2015).
Asimismo, y a nivel local desde el Estado no solo se adhirió a la normativa internacional de referencia, sino que se avanzó de modo notable en la creación de jurisprudencia en el campo de los derechos sociales y en particular en los derechos de las niñas, niños y adolescentes. Durante la primera década del siglo XXI, se sancionaron la Ley 26061 de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes; la Ley 26206 de Educación Nacional; la Ley 26233 sobre Centros de Desarrollo Infantil; y la Ley 26390 de Prohibición del Trabajo Infantil y Protección del Trabajo Adolescente.
Estos valiosos avances en el reconocimiento del niño/a como sujeto de derecho fueron acompañados por la creación de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENNAF); el Consejo Federal de Niñez, Adolescencia y Familia; y el Plan Nacional de Acción por la Niñez y la Adolescencia. Un reto largamente postergado es el nombramiento del Defensor del Niño, figura contemplada por la Ley 26061 y que tiene el rol central de evaluar, monitorear, promover, proteger y garantizar el pleno ejercicio de los derechos del niño/a.
A partir de este amplio marco legal se han establecido los umbrales normativos a partir de los cuales evaluar el grado de cumplimiento de los derechos en la niñez y adolescencia urbana. En esta publicación se retoma la estructura de dimensiones de derechos considerados primordiales al iniciarse los estudios del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia: 
1) Alimentación, salud y hábitat;
2) Subsistencia;
3) Crianza y socialización;
4) Educación;
5) Información;
y 6) Protecciones especiales: trabajo infantil (Tuñón, 2011, 2012, 2013, 2014, 2015, 2016, 2017).
Esta estructura conceptual y sus respectivas dimensiones e indicadores se presentan en la Tabla 1.
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La investigación -elaborada con la calidad y el rigor científico técnico al que nos tiene acostumbrado este destacado equipo de cientistas sociales- presenta distintas facetas de las inequidades que ocurren en nuestro país en materia de protección de la infancia. Si bien todas las dimensiones consideradas por este trabajo son de vital relevancia, importa para este caso destacar la situación relacionada a la protección contra el trabajo infantil en la Argentina. El análisis estadístico observa que casi un 12% de los niños y niñas de entre 5 y 17 años realiza trabajo doméstico o económico. De ese parcial, un 7,9% realiza trabajo económico. Esto quiere decir que trabaja para beneficio de un tercero no relacionados familiarmente.
Todos sabemos que nuestras leyes prohíben el trabajo infantil; y además, nuestro discurso “culturalmente correcto” lo considera absolutamente inadecuado e injusto. Sin embargo, la realidad muestra otra cosa.
Cada vez que un niño queda impedido de la protección esencial que indican sus derechos, su dignidad está siendo vulnerada como persona. Se están truncando las posibilidades de que se desarrolle en todo su potencial, de que pueda llegar a ser feliz, y de que, además, pueda realizar una contribución positiva a la sociedad a la que pertenece. Individualmente cada niño o niña en esta situación es como el niño de hielo de la estatua expuesta al sol. El calor de los rayos va derritiendo su dignidad como persona, y su futuro como miembro de la familia humana.
Cada vez que nuestros niños y niñas se ven forzados a trabajar, perdiendo oportunidades educativas - tanto escolares cómo lúdicas - no sólo se derrite y licúa ese maravilloso proyecto personal que toda vida conlleva; también se derrite nuestro futuro como sociedad.

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