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La mitad de los niños entre 6 y 17 años lee por diversión. Es una de las
conclusiones que se desprende del informe Kids & Family
Reading, cuya quinta edición ha sido publicada por el editor y
distribuidor de libros infantiles Scholastic el 8 de enero de 2015. En este
informe se proporciona una visión sobre la realidad de la lectura infantil y
juvenil en Estados Unidos y abarca cuestiones como la preferencia de los niños
por el libro en papel o por elegir sus propios libros.
Se destacan a continuación los resultados más significativos, según han
sido recogidos por Carolyn Sun en School
Library Journal.
El informe de Scholastic revela notables diferencias entre lectores
frecuentes e infrecuentes: estos últimos leen una media de 21,1 libros anuales,
mientras que los primeros leen 43,4 cada año. Esta brecha aumenta con la edad:
si los lectores frecuentes de entre 12 y 17 años leen una media de 39,6 libros,
los infrecuentes se quedan en los 4,7.
A los padres les gustaría que sus hijos pasaran más tiempo leyendo y menos
delante de una pantalla. La mayor parte de los padres con hijos entre 6 y 17
años considera que las habilidades de lectura son las más importantes que un
niño puede tener. Así lo afirma el 75 por ciento de los encuestados. Sus hijos
difieren en esta percepción: el 54 por cidento está de acuerdo. Lo mismo sucede
respecto a la idea de leer libros por ocio: el 86 por ciento de los padres y el
46 por ciento de los niños lo consideran importante.
Los factores que más se relacionan con la lectura frecuente en niños y
jóvenes de 6 a 17 años son tres: el disfrute de la lectura, la convicción de los
padres de que leer por ocio es importante y el hecho de que los padres sean
lectores frecuentes. En los niños de 6 a 11 años existen otros factores: la
lectura temprana en voz alta y pasar menos tiempo delante del ordenador. Entre
12 y 17 años son diferentes: leer libros por propia iniciativa,
independientemente de las tareas escolares, experiencias de lectura electrónica,
tener una gran biblioteca en casa y tener padres involucrados en sus hábitos de
lectura.
El 73 por ciento de los padres con niños entre 0 y 5 años afirma que lee a
sus hijos en voz alta desde el primer año, mientras que solo un 30 por ciento
comenzó antes de los tres meses. En las familias con rentas más bajas la escuela
juega un papel fundamental para la lectura por ocio: el 61 por ciento de los
niños en esta categoría familiar dice leer por ocio sobre todo en la escuela o
en casa y en la escuela igualmente.
Los niños quieren libros que hayan elegido ellos mismos. Es lo que afirma
el 91 por ciento de los niños en edades entre 6 y 17 años. Además quieren libros
que les hagan reír (70 por ciento) y usar su imaginación (54 por ciento), que
les cuenten una historia inventada (48 por ciento), con personajes que les
gustaría ser porque son valientes, inteligentes o fuertes (43 por ciento),
historias que les enseñen algo nuevo (43 por ciento) y que tengan un misterio o
un problema que resolver (41 por ciento).
La lectura de libros electrónicos ha aumentado desde 2010, pero existe una
clara preferencia por el libro en papel. El 61 por ciento de los niños ha leído
un libro electrónico, mientras que en 2010 eran el 25 por ciento. El 77 por
ciento afirma que la mayoría de los libros que leen son impresos impresos y casi
el 65 por ciento dice que siempre prefiere leer en papel.
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Los niños prefieren escoger sus propios libros, informe Kids & Family Reading
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