Educar para después de la Crisis

Educar para después de la Crisis

"Los efectos de la crisis económica están influyendo 
en aquel niño/a caprichoso y consumista de 5 años atrás, 
la actitud de pedir por pedir y acumular sin jugar está sufriendo cambios....

...el “hoy no puede ser” o “elige esto o esto, todo no” son aceptados positivamente, 
por lo que su actitud frente al consumo empieza a ser otra más racional...

...Las actitudes de futuro solo son posibles si se construyen desde el hoy,  
es necesario estimular la conciencia de los niños 
respecto a otros valores más allá del dinero, 
disfrutar del esfuerzo, crear  otras formas de trueque, 
incluso sentir otra perspectiva del confort 
y sobre todo reformar el sistema económico desde la base"


Si entendemos la crisis como cambio y apostamos por la esperanza de construir otra forma de vida, alejada de las compulsiones y frustraciones del capitalismo, debemos de tener en cuenta la base educativa, sin ella difícilmente se conseguirá el cambio de sistema de vida.

Los efectos de la crisis económica están influyendo en aquel niño/a caprichoso y consumista de 5 años atrás, la actitud de pedir por pedir y acumular sin jugar está sufriendo cambios, los padres y el propio entorno están  llevando a cabo un papel educativo, el niño recibe respuestas a sus peticiones argumentadas con la crisis, el “hoy no puede ser” o “elige esto o esto, todo no” son aceptados positivamente, por lo que su actitud frente al consumo empieza a ser otra más racional, observamos niños más pacientes, colaboradores y permeables al pacto. Desde esta perspectiva podemos afirmar que la crisis está siendo educativa para algunos.

Parece pues existir una siembra de nuevos mensajes que son consecuencia de una realidad familiar determinada, pero cada vez más en nuestro país esta realidad se extiende y existen familias con hijos que sufren verdaderos problemas económicos, primero se eliminan las extraescolares, se intercambia y se recicla la ropa, las vacaciones son como máximo en el pueblo y se recorta en alimentación. La observación psicológica al respecto es que contra más sufrimiento económico peor se manejan los mensajes, por un lado se quiere ocultar la realidad para proteger al niño y por otro se trasmite la angustia, con la resultante frustración en el niño potenciadora de violencia futura.

Cuidar el lenguaje es fundamental en la educación de los niños, lo que decimos aunado a lo que sentimos será la base de sus creencias, por lo tanto pilares de su conducta.   Es necesario parar y reflexionar sobre los mensajes que trasmitimos a nuestros hijos o alumnos sobre la crisis, sobre el camino que estamos recorriendo, y sobre el futuro al que queremos llegar. Sabemos a dónde vamos? este es un ejercicio necesario.
Los mensajes y las emociones son conjugados al unísono  en los oidos de  los niños  pues tienen un radar potentísimo, escuchan el “ya no vas a ir a futbol” junto a la carga negativa emocional nuestra. Si los padres manejaran sus mensajes positivamente y sus emociones,  el fin educativo sería positivo  en cualquiera de los casos desde el niño que no se le compra la chuchería diaria, al que ya no puede ir a extraescolares o al que ha de compartir su ropa.

Ha de haber una generación bisagra que tome conciencia del antes, de lo que ya no es válido, y del mañana, de lo que queremos que sea el futuro, generación de padres, maestros e instituciones que de manera ex profeso sepan trasmitir qué mensajes, qué valores, qué pautas de comportamiento son los idóneos para este nuevo proyecto de vida al que nos enfrentamos y debemos de construir. Si estamos esperando que regrese el pasado esta actitud nos inmoviliza y nos impide ser creativos.

Las actitudes de futuro solo son posibles si se construyen desde el hoy,  es necesario estimular la conciencia de los niños respecto a otros valores más alla del dinero, disfrutar del esfuerzo, crear  otras formas de trueque, incluso sentir otra perspectiva del confort y sobre todo reformar el sistema económico desde la base.

Psicóloga n.1826 y coach acreditada por COPC y ICF

1 comentario:

  1. Lourdes Gaitán14 abr 2014, 17:39:00

    ¡Qué colección de vulgaridades y lugares comunes, sin ninguna base científica ni empírica que sostenga afirmaciones tan gratuitas! (pese a que quien lo firma se presenta a sí misma como "psicóloga y coach acreditada).
    ¿Por qué hay que insultar a los niños, de entrada, calificándolos de "caprichosos y consumistas"? ¿por qué esos padres han tenido que esperar a la crisis "para llevar a cabo un papel educativo"? ¿en qué datos se apoya la autora para afirmar que "contra (sic) más sufrimiento económico peor se manejan los mensajes? ¿o para establecer un nexo causal entre eso y "la resultante frustración en el niño potenciadora de violencia futura"?
    Entiendo que, en tiempos de crisis debe agudizarse el ingenio para conseguir clientes, pero, por favor, sin ofender a los niños y niñas.

    ResponderEliminar

Danos tu opinión, Escribe tu comentario, AQUÍ