Orientaciones para la crianza, Cuaderno 5º SIPOSO

Orientaciones para la crianza
Guía de documentos destinados a los padres



Mª Jesús Sanz Andrés
Cuaderno 5º Siposo/Polibea
Febrero 2014 , 2ª edición 2014
Patrocinado por
Colegio de Politólogos y Sociólogos
Programa de Infancia en Dificultad Social del 
Dto de Est. e Innovación Social. Cruz Roja Española
Servicio de Neonatología del Hospital 12 de Octubre....


Presentación

El trabajo que contiene este Cuaderno nº 5 del SIPOSO sigue la línea temática del anterior –Crianza saludable. Fundamentos y propuestas prácticas–; 
con el propósito de facilitar la aplicación del conocimiento sintetizado en  aquel, ofrece información y análisis de documentos sobre la crianza destinados a los padres.  
Dicha información y análisis están orientados a facilitar la localización y elección de aquellos de dichos documentos que ofre- cen una cobertura temática adecuada y calidad técnica.  El trabajo se refiere a la crianza durante los tres primeros años del común de los niños. Se hizo pensando sobre todo en las necesidades de información de los padres, pero esperamos que pueda ser útil también para profesionales y servicios que les asisten en dicha función.
El niño en su primera infancia como el embrión y el feto es muy vulnerable. Por otra parte, depende máximamente de sus cuidadores. A la vez, atesora un enorme atractivo para el común de los progenitores y de otros próximos, y encierra potencialidades cuyo desarrollo está condicionado por, entre otros factores, la crianza.
La especie humana cuenta con motivaciones, actitudes y capacidades para el cui- dado del embarazo y para la crianza de los niños. La sociedad y la cultura modifican ese bagaje en sentido positivo y negativo. Son aportes positivos, por ejemplo, las aplicaciones del conocimiento científico al cuidado médico de los embarazos de riesgo y a la evitación y cura de ciertas enfermedades en la infancia. Son negativos para el embarazo y la crianza, también a título de ejemplo: 1) la frecuente opción de individuos y parejas por el desarrollo individual desequilibrado del lado profesional-económico, en perjuicio de la realización parental, y 2) la desconsideración de y aun la enemiga a dicha realización parental de sus trabajadores por parte de algunos empleadores y/o mandos empresariales. Por ello, la suerte de los niños no se juega sólo en los ámbitos de la investigación científica y de la clínica pediátrica, sino también en otros como la cultura popular y las prácticas empresa- riales. Por su claridad, sin mengua del rigor, entendemos que el texto de María Jesús Sanz es un medio válido para la extensión a esos ámbitos, entre otros, de las aplicaciones del conocimiento científico a la crianza saludable.
Durante varios decenios de la segunda mitad del siglo pasado, el libro Tu hijo, del pediatra norteamericano Dr. Spock, fue referencia internacional hegemónica para padres ilustrados. En el momento presente y en España, los progenitores mejor informados tienen la posibilidad de acceder en el mercado a libros sobre la materia, así como a textos breves que difunden los medios de comunicación social. Por otra parte, instituciones públicas y privadas con fines sociales mantienen una amplia oferta de cartillas pediátricas, calendarios del desarrollo infantil y guías de la crianza. Por su función social, estos medios son acreedores a una especial atención.
El examen de la documentación de carácter social sobre la crianza pone de manifiesto que no se ha logrado un consenso o canon de todas las necesidades del niño y de las cuestiones relativas a la crianza que deban ser tratadas. Dicho de otro modo, una misma clase de documentos, como las guías de crianza, tienen muy diferentes coberturas temáticas; y sólo algunas de las disponibles son completas. En el presente cuaderno, se ofrecen sendas relaciones referenciales de las necesidades del niño y de las indi- caciones relevantes e idóneas para la crianza.
Un segundo problema consiste en que, salvo excepciones, las cartillas, los calendarios y las guías en cuestión no han seguido una progresión continuada en el curso del tiempo. Eso supone que los últimos publicados no han aprovechado necesariamente los buenos logros de los anteriores. Este cuaderno contiene, por una parte, información de doce cartillas sanitarias y documentos similares, especificando su contenido. Por otra parte, María Jesús Sanz ofrece el resultado de su análisis y valoración sistemáticos de siete calendarios del desarrollo infantil y de dieciséis guías de crianza, de España y de América. A partir de este esforzado trabajo, el apartado 4 de su texto presenta orientaciones para cumplir el objetivo antes indicado: ayudar a localizar y elegir apoyos documentales para la crianza adecuados.
Como quiera que, según quedó dicho, el ámbito subjetivo al que se refiere el trabajo es el común de los niños, resulta  obvio que los afectados por circunstancias personales o familiares problemáticas deben ser objeto de consideración y atenciones especiales. Mas entendemos que, sin perjuicio de éstas, su crianza debe dar satisfacción a las necesidades generales de los niños y, por ende, tener como referencia el modelo familiar de cuidados para la primera infancia.
Los niños que nacen con deficiencias o riesgo de desarrollarlas requieren cuida- dos clínicos en la primera edad; pero las buenas prácticas de esa atención temprana no excluyen a las familias ni actúan en paralelo a ellas, sino que procuran la convergencia de aportaciones y la integración de programas.
Las situaciones familiares carenciales o problemáticas han sido objeto de la Resolución 64/142 de Naciones Unidas que establece Directrices sobre modalidades alternativas de cuidado de los niños (aprobada el 18 de diciembre de 2009). En la misma se preconiza el citado modelo familiar de cuidados en estos términos: “Al ser la familia el núcleo fundamental de la sociedad y el medio natural para el crecimiento, el bienestar y la protección de los niños, los esfuerzos deberían ir encaminados ante todo a lograr que el niño permanezca o vuelva a estar bajo la guarda de sus padres o, cuando proceda, de otros familiares cercanos” (punto 3).
En este turno de aclaraciones, tal vez sea oportuno indicar que el trabajo de María Jesús Sanz toma como referente funcional los cuidados para la primera infancia y no men- ciona la educación como tarea diferenciada. Entiendo que esto se corresponde con la posibilidad y la conveniencia de que, en los tres primeros años de la vida, la función edu- cativa se realice de modo integrado con la de cuidados.
Una última aclaración para dejar constancia de que, incluso para la edad de referencia, sin perjuicio del papel central de la madre, entendemos que es importante la aportación del varón progenitor.Y no sólo por equidad en el reparto de las cargas, sino también y sobre todo por la extensión de las oportunidades de gozo y desarrollo personal que encierra la crianza.
El SIPOSO agradece a la autora la deferencia de brindarnos para su publicación el excelente texto que contiene este cuaderno.Y agradecemos también el acompañamiento intelectual y moral que le ofrecieron quienes, como ella misma, colaboran con el SIPOSO mediante el Grupo pro Crianza Saludable: José Arizcun, Pilar Gútiez, Ramón de Marcos, Elisa Ruiz Veerman. Gracias también a quienes brindaron avales –una parte de los cuales se publican en las cubiertas– al texto de María Jesús Sanz.
En cuanto a la publicación, el SIPOSO agradece, una vez más, a Polibea el crédito que nos ofrece y su generosidad editorial. Y extendemos este agradecimiento a las entidades y especialistas que patrocinan este Cuaderno SIPOSO nº 5, cuyas identidades figuran en el interior de la portada frontal.

Demetrio Casado siposo@polibea.com

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