El efecto Messi.


 


La necesidad de “obtener” deportistas para participar en competiciones de alto nivel o, como anteriormente he comentado, músicos espectaculares no tiene ningún sentido ser priorizada frente a la necesidad de que los niños sean niños...

Cada año más de mil niños de entre seis a ocho se postulan para conseguir entrar en La Masia. Lugar donde se van a forjar los futuros Messis y otros grandes futbolistas de nuestro país. Bueno, quien habla de La Masia puede permitirse hablar de centros deportivos de alto rendimiento donde, alumnos menores de edad y, en ocasiones, de edades muy tempranas, van a ser forjados en un determinado deporte. 
Bueno, lo anterior también sirve para aquellos niños a los que se les da extremadamente bien algún instrumento musical y, para ellos, también existen sus centros de internamiento. 
Sí, el premio para un niño (o más bien para sus padres) es estar interno en una residencia en la que, debido a motivos varios, sólo va a relacionarse con su familia en días concretos y, cómo no, va a ser formado en el deporte o instrumento a lo largo de tres, cuatro, cinco o seis horas al día.

Fuente: http://www.fcbarcelona.es/
Fuente: http://www.fcbarcelona.es/
Sinceramente, no lo veo. 
No veo el objetivo de internados para alumnos con familias, supuestamente, sin problemas. 
No entiendo la facilidad de algunos de justificar el envío a esos centros de aislamiento de sus retoños. No entiendo la necesidad de niños de seis, siete, ocho o nueve años entrenando o practicando más de tres horas diarias. No entiendo que se permita lo anterior. 
No me cabe en la cabeza que existan unos padres que hagan lo anterior con sus hijos. 
Qué no, que por mucho que me lo quieran vender como deseo de los niños, la realidad es que, en la mayoría de ocasiones -y más a esas edades tan tempranas- es un deseo de los padres. 
Muchos padres que, bajo diferentes justificaciones, encierra a su hijo en contextos donde la relación con el mismo va a impedirle ejercer sus roles. Muchos padres que no deberían ser llamados así. Aberrante lo anterior. Aberrante encerrar y enviar lejos a sus hijos a contextos que limiten la relación entre progenitores e hijos.

La necesidad de “obtener” deportistas para participar en competiciones de alto nivel o, como anteriormente he comentado, músicos espectaculares no tiene ningún sentido ser priorizada frente a la necesidad de que los niños sean niños. Y un niño no debería, una vez finalizada su jornada educativa, dedicar esa barbaridad de horas diarias a mejorar en ese deporte o instrumento musical porque eso, por mucho que queramos justificarlo, es simple y llanamente explotación infantil. Eso sí, en este caso, justificada por demasiados y vendida por los que ofrecen esos internados como la posibilidad de ser el nuevo Messi.
Docente desconcertado que intenta encontrar su lugar en un mundo que no entiende. O que prefiere no entender.

Visibilizar la fuerte desigualdad social y educativa en el cuidado parental.


Desigualdad social y cuidado parental en España.
eldiario.es




¿Cómo influyen la educación y la clase social en el tiempo dedicado al cuidado parental en España?
Entender la disparidad social en el cuidado parental es importante 
para saber cómo opera la transmisión intergeneracional de la desigualdad social
La reproducción de la desigualdad social tiene costes importantes. Un coste evidente es de tipo social. Un país donde los grupos desfavorecidos no tienen las mismas oportunidades que los grupos privilegiados presenta claros déficits democráticos y de justicia social. Pero la desigualdad de oportunidades también tiene costes económicos evidentes. Esta desigualdad social impide que el talento, motivación y esfuerzo de muchas personas de orígenes humildes pueda florecer, lo que revierte negativamente sobre la productividad y dinamismo de la economía. Por tanto, entender cómo opera la transmisión de la desigualdad social es importante para contribuir al debate público.
En este artículo me centro en un eje esencial de la transmisión de la desigualdad: cómo las madres y padres españoles de diferentes posiciones sociales dedican tiempo al cuidado parental. La familia es la principal institución de reproducción social de la desigualdad. En el seno familiar, los menores reciben el cuidado parental necesario para adquirir habilidades cognitivas y socio-emocionales  cruciales para su desarrollo y bienestar futuros
Estudios previos muestran que los progenitores de posiciones sociales privilegiadas, al identificarse especialmente con los valores contemporáneos de cuidado parental intensivo y tener recursos materiales y sociales elevados, dedican más tiempo al cuidado parental que los progenitores de posiciones desfavorecidas. Los datos españoles más recientes, sin embargo, no se han analizado para explorar esta pregunta clave.

La “Encuesta de empleo del tiempo” (2009-2010) permite investigar el cuidado parental en España usando los mejores datos recientes disponibles. 
El Gráfico 1 presenta no sólo claras disparidades de género en el cuidado parental, sino también por niveles educativos. Las madres con educación primaria dedican al cuidado parental 8.6 horas semanales, y aquellas con niveles educativos secundarios básicos 10.4, muy lejos de las 12.8 horas observadas para las madres con título de Bachillerato superior, y todavía más en relación a las 14.8 horas semanales dedicadas al cuidado parental entre las madres con estudios universitarios. Los padres con niveles educativos primarios dedican 5.7 horas semanales al cuidado parental, y quienes tienen educación secundaria básica 6.4, mientras que los padres con educación secundaria alta dedican 8.3 horas semanales a estas actividades, siendo superados por las 9.6 horas invertidas por los padres con estudios universitarios.
El Gráfico 2 muestra también variaciones notables en el cuidado parental entre clases sociales. Las madres de clases trabajadoras dedican al cuidado parental menos de 8 horas semanales, claramente por debajo de las 10.5 horas semanales empleadas por las madres de clases intermedias y muy por debajo de las 11.9 horas observadas para las madres de clases directivas y profesionales. De modo similar, los padres de clases trabajadoras no cualificadas dedican 4.2 horas semanales al cuidado parental, por debajo de los padres de clases trabajadoras cualificadas (6.1 horas) e intermedias (6.6 horas) y todavía más en relación a los padres de clases directivas y profesionales (7.7 horas).
Los estudios académicos sugieren que la disparidad social en el cuidado parental se explica por dos factores principales. Uno se refiere a los valores parentales. Estudios previos argumentan que los individuos de posición social elevada han incorporado especialmente en su vida cotidiana las normas contemporáneas de cuidado parental intensivo. Estas normas están muy ligadas a estrategias parentales que buscan el estímulo constante de habilidades de los hijos, con el objetivo de que éstos alcancen niveles educativos y laborales privilegiados, permitiendo así  reproducir su status social. En este sentido, una mayor simetría en los valores y actitudes parentales entre grupos sociales podría suponer una reducción de las diferencias educativas y de clase en el cuidado parental.  
Ahora bien, un segundo nivel de factores clave tiene que ver con desigualdades de tipo estructural: los recursos de tiempo. Las personas de posiciones sociales desaventajadas, a diferencia de aquellas con mayor status social, suelen tener poca autonomía sobre el empleo, trabajando a menudo en horarios y jornadas inflexibles que se solapan con el tiempo disponible para el cuidado parental. Además, a diferencia de las familias de posiciones sociales humildes, las familias más privilegiadas poseen recursos que les permiten reducir tiempo en las tareas domésticas, típicamente desempeñadas por las mujeres. Tener acceso a servicio doméstico privado o poder cenar fuera de casa regularmente son privilegios de los que se benefician esencialmente las familias con mayores recursos, lo cual les permite maximizar tiempo para el cuidado parental.
El Gráfico 3 muestra claras diferencias educativas en el acceso a recursos de tiempo. Observamos una relación negativa evidente entre el nivel educativo y la proporción de personas empleadas que trabajan con jornada irregular, ya sea fuera del horario estándar o en fin de semana. Por contra, la educación se relaciona de forma positiva con el acceso a servicios domésticos privados, con diferencias particularmente acusadas entre las personas con estudios universitarios y aquellas que tienen educación básica.
El Gráfico 4 muestra cómo las diferencias educativas en el cuidado parental son más acusadas durante el fin de semana (sábado y domingo) que durante la semana (de lunes a viernes). Observamos que para los padres con estudios universitarios existe un incremento en el cuidado parental cercano al 20% durante el fin de semana, mientras que para el resto de grupos educativos no hay diferencias en función del día analizado. Estas variaciones educativas pueden explicarse en parte por las desigualdades sociales en los recursos de tiempo, siendo éstas particularmente relevantes durante el fin de semana, cuando, al no asistir al colegio, más dependen los menores en edad escolar del cuidado parental.
En resumen, estas líneas pretenden visibilizar la fuerte desigualdad social y educativa en el cuidado parental que existe en España. Ésta es una cuestión de primer orden para entender cómo funciona la transmisión intergeneracional de la desigualdad social, si bien ha recibido poca atención en los debates públicos. Este artículo, más que intentar explicar los mecanismos exactos que operan detrás de esta disparidad social o proponer políticas públicas específicas, quiere subrayar la importancia del cuidado parental dentro de los debates sobre condiciones familiares, infancia y desigualdad social.

El juego en clave de derechos: espacios, tiempos y posibilidades para una infancia más activa

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Existe un consenso en reconocer la importancia del juego y de las prácticas corporales y motrices como determinantes del desarrollo integral de la infancia en relación con procesos sociales culturales e identitarios.[1] Así como el juego ha sido por muchas décadas objeto de discusión en las ciencias sociales desde distintos abordajes (históricos sociológicos pedagógicos y psicológicos), el movimiento -y el sedentarismo como falta de actividad física- se ha identificado como una preocupación creciente en las sociedades actuales;[2] esto se evidencia a partir de problemáticas enmarcadas en contextos como:
  • El incremento de afecciones a la salud desde edades tempranas (obesidad, cardiopatías, etc.)[3]
  • El cada vez mayor empleo del tiempo libre de niños/as frente a pantallas y dispositivos electrónicos[4]
  • Las respuestas frente a los riesgos: privatización del espacio público, encapsulamiento de las viviendas, incremento de espacios comerciales[5]
  • La falta de inversión y mantenimiento de espacios abiertos adecuados para niños y niñas[6], que se evidencia incluso en ámbitos escolares en muchos países de la región[7]
  • La exclusión social[8] y la estigmatización territorial[9] presentes en las ciudades actuales
  • La contaminación ambiental, sobre todo en contextos urbanos con alta incidencia de pobreza[10]

La necesidad de movimiento
El juego, el deporte y la recreación resultan claves para el desarrollo integral de la infancia. El ejercicio de estos derechos potencia habilidades personales como la cooperación, el trabajo en equipo, la resolución de problemas, el pensamiento crítico, la conciliación de intereses, la recuperación de acontecimientos traumáticos,[11] además de que favorece la promoción de la salud y la prevención de enfermedades.[12]
El periodo de la infancia y la adolescencia resulta fundamental para la generación de patrones de actividad corporal y motriz, lo cual otorga un potencial transformador a las experiencias en relación al juego y al movimiento en esta etapa.[13]
Considerando la importancia del espacio público como ámbito de socialización en la infancia, también se ha remarcado la potencialidad del juego como catalizador en la apropiación y transformación de la ciudad por parte de los/as niños/as; en este sentido, el juego materializa una forma amplia de expresión y de participación ciudadana.[14]
En este marco, la garantía de estos derechos interpela a las familias entorno a la importancia de las actividades al interior del hogar, pero también implica una responsabilidad del Estado para garantizar condiciones que permitan el desarrollo de actividades al aire libre, a través de espacios adaptados para la infancia en sus distintas etapas de desarrollo (primera infancia, infancia y adolescencia).

La inequidad no es un juego
En muchos contextos el derecho al juego todavía se encuentra subvalorado, convirtiendo a las prácticas lúdicas en expresión de inequidades sociales, económicas, educativas y territoriales.[15] En este sentido, puede ser valorado como un indicador que permite analizar la acción de los Estados y la sociedad en general en relación a las condiciones de bienestar y calidad de vida de niños, niñas y adolescentes.
Desde Equidad para la Infancia queremos resaltar la importancia del derecho al juego a partir de una reflexión que tome en cuenta los contextos y situaciones que determinan su pleno ejercicio. Una mirada que profundice en la incidencia de las desigualdades en la infancia, permite analizar las posibilidades diferenciadas de acceso que brindan nuestras sociedades en materia de infraestructuras adecuadas, ambientes y prácticas saludables.
La garantía del derecho al juego, al deporte, a la recreación, a la vida activa y a la salud requiere políticas públicas que brinden recursos, tiempos y espacios para los/as niños/as y sus familias, sobre todo en los sectores con mayores vulnerabilidades.
[1] El reconocimiento del derecho al juego se ha cristalizado tanto en la Convención Internacional de los Derechos del Niño (CDN), como muchas de las legislaciones nacionales en América Latina. Vea cómo ha quedado reconocido formalmente en algunas de los países América Latina en: http://www.equidadparalainfancia.org/el-reconocimiento-formal-del-derecho-al-juego/
[2] La necesidad de impulsar más oportunidades y espacios para el desarrollo de actividades físicas en la infancia, se ha identificado como una preocupación creciente en los países de la región, debido al aumento del sedentarismo y sus consecuencias en la salud, pero también a partir de las posibilidades de la vida activa como medio de socialización, integración y cooperación social. Vea algunos ejemplos en: http://www.equidadparalainfancia.org/politicas-publicas-para-impulsar-la-actividad-fisica-en-la-infancia/
[3] Según la Organización Mundial de la Salud en los países con economías emergentes la prevalencia de sobrepeso y obesidad infantil entre los niños en edad preescolar supera el 30%. Se estima que sin intervención de políticas públicas específicas, los niñ@s con sobrepeso se mantendrán obesos durante la infancia, la adolescencia y la edad adulta, aumentando las probabilidades de generar cardiopatías o enfermedades crónicas que reducirían la calidad de vida y su potencial desarrollo. OMS (2015) En: http://www.equidadparalainfancia.org/obesidad-y-sobrepeso-en-la-infancia/
[4] “Los jóvenes están frente a una pantalla un tercio de su existencia, mucho más tiempo que el que comparten con personas reales… las pantallas han desplazado en un 18 % al estudio, en un 13 % a la lectura, en un 17 % a los deportes y en un 17 % a las actividades sociales con la familia…” Tal como reflexiona Antonio Franco desde Ecuador, el uso intensivo de estos equipos evidencia que los comportamientos de los jóvenes y las estrategias para llegar a ellos, han cambiado y que es necesario entenderlas para enfrentar esta nueva realidad. Franco (2013) http://www.equidadparalainfancia.org/el-uso-de-la-tecnologia-en-la-infancia-y-adolescencia/
[5] Tal como señala la publicación del Centro Nacional de Educación Ambiental (CENEAM – España): “La casa blindada, la casa con dobles ventanas, con rejas y tapias, la casa que se esconde de la calle y que busca sistemas privados de seguridad no sólo no contribuye a la seguridad colectiva, sino que comienza a generar islas de inseguridad en su entorno. Este divorcio entre lo de “adentro” y lo de “afuera” rompe ese diálogo necesario entre espacio privado y público para crear confianza y permitir que éste sea habitado por menores…” CENEAM (2009) En: http://www.equidadparalainfancia.org/hagan-sitio-por-favor-la-reintroduccion-de-la-infancia-en-la-ciudad/
[6] En muchas de las ciudades de la región existe un déficit de espacios públicos para el juego y es que no sólo se trata de colocar juegos en espacios citadinos, es necesario también considerar una serie de medidas adicionales para el desarrollo de la infancia en la ciudad; pero tal como señala Eduardo Lugo Laguna, en ciudades como la mexicana Puebla, el espacio público vecinal es un ámbito desatendido, Laguna (2013) En: http://www.equidadparalainfancia.org/derechos-de-los-ninos-y-espacios-jugables/
[7] El panorama regional en relación a la infraestructura y condiciones para la realización de actividades físicas en la escuela es heterogénea. El porcentaje de alumnos que asisten a escuelas con campos deportivos todavía muestra importantes brechas en la región: en Argentina solo el 44,8% de los/as niños/as cuentan con espacios para practicar deportes en sus colegios; en Uruguay 47%; Brasil 53,3%; Perú 69,8%; Chile 80,7%. UNESCO (2008). En: http://www.equidadparalainfancia.org/una-mirada-al-interior-de-las-escuelas-primarias/
[8] De acuerdo Luz Chapela, el tiempo y los espacios urbanos contemporáneos esconden una violencia inaudita derivada de la casi absoluta exclusión económica (y por lo tanto política, social, jurídica, ecológica, cultural, étnica o lingüística) de poblaciones vulnerables. Chapela (2007) http://www.equidadparalainfancia.org/ciudades-inhospitas/
[9] Habitar ciertos territorios puede acarrear desigualdades urbanas y procesos estigmatizantes; en este sentido, Gabriel Kessler analiza en qué medida la estigmatización territorial genera privaciones específicas en la población y cómo agrava otras ya existentes. Kesler (2012) En: http://www.equidadparalainfancia.org/las-consecuencias-de-la-estigmatizacion-territorial-reflexiones-a-partir-de-un-caso-particular/
[10] De acuerdo con las investigaciones de Javier Auyero: “…los pobres no respiran el mismo aire, toman la misma agua, ni juegan en el mismo terreno que otros”. Auyero (2011). En: http://www.equidadparalainfancia.org/sufrimiento-ambiental-e-infancia-entrevista-javier-auyero/ y http://www.equidadparalainfancia.org/la-otra-inclusion-social/
[11] El deporte, el juego y la recreación contribuyen a un buen estado físico, bienestar mental y a la interacción social. UNICEF (2004) En: http://www.equidadparalainfancia.org/deporte-recreacion-y-juego/
[12] La inactividad física se considera el cuarto factor de riesgo de mortalidad más importante en el mundo, por tanto la OMS insiste en la importancia de la actividad física para la salud desde los primeros años de vida. OMS (2010). En: http://www.equidadparalainfancia.org/recomendaciones-mundiales-sobre-actividad-fisica-para-la-salud/
[13] UNESCO propone la alfabetización física desde la educación preescolar hasta el nivel secundario, como puntapié inicial para la formación de ciudadanos con mayor confianza en sí mismos, mayor control y coordinación, a través de programas que fomenten el juego activo diario en pos de un desarrollo humano integral. UNESCO (2015). En: http://www.equidadparalainfancia.org/educacion-fisica-de-calidad/
[14] Cristina Bloj considera la potencialidad del juego como catalizador en la apropiación de la ciudad por parte de los niñ@s y su participación en la transformación del espacio público, a partir de la experiencia rosarina de “la Ciudad de los niños”. Bloj (2015) En: http://www.equidadparalainfancia.org/ciudades-e-infancia-juego-participacion-y-derechos/

[15] De acuerdo con Cristina Bloj, el derecho al juego y la recreación se encuentra subvalorado por ser un “derecho cultural”. Bloj (2015) En: http://www.equidadparalainfancia.org/ciudades-e-infancia-juego-participacion-y-derechos/

La justicia permite abortar a una menor en contra de sus padres.

La adolescente, de 15 años, fue ingresada 
tras la intervención, en un centro de menores.

Cristina Huete 
Santiago 17 OCT 2015

El entorno desestructurado y la situación de riesgo de exclusión social de una gestante de 15 años han llevado a la juez de Familia de Vigo a autorizar la práctica de un aborto a la menor en contra de la decisión de sus padres, que se oponían a la interrupción del embarazo por su convicciones evangelistas. 
En este caso, la gestante consiguió también el amparo de la Fiscalía de Menores para interrumpir su embarazo. Tras el aborto, la menor fue trasladada a un centro de menores.

Pese a que tanto la juez como la Fiscalía de Vigo eluden cualquier pronunciamiento público sobre asuntos de familia y de menores, fuentes judiciales sostienen que la decisión —adelantada por el Faro de Vigo— se ha basado en el entorno desestructurado de la quinceañera, considerando que la ley contempla la posibilidad del aborto "por el interés de la menor", a la que protege y cuya libertad ideológica e integridad física y moral garantiza.

La joven gestante viguesa no estaba tampoco expresamente amparada por la anterior ley del aborto, aprobada por el Gobierno del PSOE en 2010, ya que no ha cumplido los 16 años que esa norma contemplaba como tope mínimo para no depender del criterio de los tutores legales. La interrupción del embarazo, que le fue practicada la semana pasada en el hospital vigués Álvaro Cunqueiro, sí cumplía el resto de los requisitos legales.
“Entorno familiar hostil”
Asociaciones en defensa de los derechos de las mujeres, como la Red de Mujeres Vecinales contra los malos tratos de Vigo, dan la voz de alarma por el hecho de que la Administración haya protegido en un centro de menores a la chica "después de haber pasado el calvario de su embarazo y aborto" y no antes.
En la misma línea, la letrada coruñesa Gloria del Valle sostiene que a la vista de casos como este "queda claro que el legislador no ha tenido en cuenta que un elevado número de embarazos no deseados en menores de edad se produce en el entorno familiar o siendo este hostil". En su opinión, la actuación de la Fiscalía de Menores ha sido correcta en este caso, pero entiende "que no se puede abocar a las mujeres menores de edad embarazadas a que un fiscal decida sobre sus vidas". "Deben estar protegidas por la ley", sostiene. Esta letrada considera que el caso de esta menor "es suficiente para abrir un debate en profundidad" sobre la situación en la que han quedado las menores tras la reforma de la ley del aborto aprobada por el PP.

Del Valle entiende que, aunque la ley de 2010 no lo recogía expresamente, el caso de esta viguesa de 15 años se habría podido tratar "por analogía" como el de las chicas de 16 y 17 años. "La ley trataba de evitar precisamente esta situación de mantener a la menor en el seno de una familia con conflicto", dice la letrada. En su opinión, la reforma evidencia que hay "una enorme fisura que deja en situación de desprotección a las mujeres menores de edad, las más vulnerables".

"Es indignante lo que está pasando esta niña", insiste la abogada, que insta a los colectivos sociales y jurídicos a abrir un debate en profundidad.

Destino Confidencial: Los Niños del Mar, vídeo de Casa Generación.

A GSIA, nos ilusiona mucho compartir con vosotros este vídeo 
(VER ENLACE al vídeo) que me ha enviado Juan Enrique Bazán

*Juan Enrique es el colega peruano que nos apoyó en la creación del Experto en Políticas Sociales de Infancia en 2004, y que impulsó también la creación de la Red Europea de Master en Derechos de los Niños.

*Lucy Borja, esposa de Juan Enrique, trabajadora social, es la fundadora de CASA GENERACIÓN, un proyecto de trabajo con niños(as) en situación de calle en Lima (Perú).

*Casa Generación desarrolla distintos programas (ver http://friendsofgeneracion.org/work/) algunos de los cuales tenemos la suerte de conocer desde  hace 10 años en Lima.

*El vídeo del enlace corresponde a un documental para televisión (lo que ya es un éxito en Perú) que cuenta parte de la historia de Generación, y de uno de los grupos de niños que acogió y acoge, que se han convertido en surferos de competición.

Pero lo más importante del video, es estar atento a las palabras de Lucy y de los chavales, toda una lección de dignidad y de trabajo social con un enfoque de derechos humanos.
 

Os animamos a que lo veáis y que le deis la difusión que se merece, como consideréis más oportuno.

El caso excepcional de EEUU y los derechos de la infancia, el único País No firmante de la CDN.

ex secretario general Adjunto de la ONU y

 subdirector ejecutivo de Unicef.
Fuente 

Niños en la playa Orange, en Alabama, Estados Unidos. Crédito: Erika Blumenfeld/IPS
Niños en la playa Orange, en Alabama, Estados Unidos. Crédito: Erika Blumenfeld/IPS
KATMANDÚ, 6 oct 2015 (IPS) - El primero de este mes, Somalia ratificó la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), lo que dejó a Estados Unidos como el único Estado miembro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que no ha adoptado este tratado de derechos humanos de aceptación universal.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, refleja el sentir de los activistas de derechos humanos de todo el mundo cuando alienta a Estados Unidos para que se sume a la comunidad mundial y ratifique este noble tratado.
Muchos legisladores estadounidenses... sienten que esos tratados son necesarios y útiles para otros países, pero no para Estados Unidos, porque temen que puedan rebajar las normas contenidas en la Constitución nacional o generar obligaciones internacionales no deseadas para su país.
El resto del mundo, y muchos estadounidenses, no entienden por qué Estados Unidos eligió ser el tercero en discordia al no adoptar el más humanitario de todos los tratados de derechos humanos, que busca proteger los derechos y el bienestar de los niños y niñas más vulnerables.
Es aún más sorprendente si se considera que muchos estudiosos y expertos estadounidenses distinguidos participaron activamente en la redacción de la CDN, y que el gobierno de Estados Unidos lideró la negociación. Pero la mayoría de la población estadounidense no conoce este gran tratado de derechos humanos que su país ayudó a crear, y que se niega a ratificar.
Esa renuencia a ratificar la CDN parece ser parte de un fenómeno más amplio de “excepcionalismo estadounidense”. Este sostiene que el resto del mundo está obligado por los tratados y convenciones de derechos humanos, pero Estados Unidos no tiene por qué sumarse ya que tiene una gran Constitución y leyes progresistas que muchas veces son superiores a los propios tratados internacionales.
En consecuencia, Estados Unidos siempre es reacio y lento para ratificar los convenios internacionales, incluso aquellos en los que participó activamente en su redacción, como el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer y la propia CDN.
Muchos legisladores estadounidenses – en particular del opositor Partido Republicano – sienten que esos tratados son necesarios y útiles para otros países, pero no para Estados Unidos, porque temen que puedan rebajar las normas contenidas en la Constitución nacional o generar obligaciones internacionales no deseadas para su país.
Tal es el sentido de superioridad de algunos legisladores estadounidenses influyentes que ignoran o descartan toda prueba de lo contrario.
El caso excepcional de EEUU y los derechos de la infancia
Kul Chandra Gautam
Por ejemplo, la Asociación de Abogados de Estados Unidos realizó un análisis comparativo de la CDN, la Constitución de Estados Unidos y sus leyes federales pertinentes, y determinó que son compatibles entre sí o que las normas de la convención son más fieles a los derechos humanos del mundo moderno.
La experiencia de los demás países industrializados que ratificaron la CDN también indica que es sumamente relevante y beneficiosa para todos los países, sean ricos y avanzados o pobres y en desarrollo.
La CDN reconoce el derecho de todo niño y niña al máximo desarrollo físico, mental y social, a la protección contra el abuso, la discriminación, la explotación y la violencia, a la expresión de sus opiniones y a la participación en las decisiones que afectan a su futuro.
También reafirma el papel primordial de los padres y la familia en la crianza de sus hijos, y emula disposiciones clave sobre los derechos y el bienestar infantiles de la Constitución y las leyes de Estados Unidos.
Algunos opositores de la CDN en Estados Unidos argumentan que impondría todo tipo de obligaciones internacionales terribles que serían perjudiciales para su país, sus niños y sus familias, como la posible interferencia de la ONU que pondría en peligro la soberanía nacional y minaría la Constitución, o que debilitaría a la familia estadounidense y el papel de los padres en la educación de sus hijos.
Otros destacan que generaría una cultura de la permisividad, incluido el aborto a petición y el acceso sin restricciones a la pornografía, y que habilitaría a los niños a demandar a sus padres judicialmente y a desobedecer su orientación.
Estas inquietudes no son exclusivas de Estados Unidos. Muchos en otros países expresaron temores similares. Pero en 25 años de experiencia en más de 100 países, ricos y pobres, con gobiernos progresistas o conservadores, esas preocupaciones resultaron infundadas, exageradas e hipotéticas.
Estados Unidos es una nación de extraordinaria riqueza, que beneficia a la mayoría de los niños y niñas del país. Viven en casas cómodas y vecindarios seguros y tienen un nivel de vida digno, salud, educación y bienestar social. Pero aún queda espacio para la mejoría y para la humildad.
Estudios realizados por la respetada organización no gubernamental Children’s Defense Fund, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia y otros revelan que, a pesar de la riqueza de Estados Unidos, un número asombroso de niños y niñas siguen careciendo de los elementos básicos de la vida.
En importantes indicadores sociales, los niños estadounidenses están rezagados con respecto a los países más industrializados. En esa liga, Estados Unidos ocupa los últimos lugares con respecto a la pobreza infantil relativa, la brecha entre ricos y pobres, partos de madres adolescentes, bajo peso al nacer, mortalidad infantil, niños víctimas de la violencia armada y el número de menores de edad en la cárcel.
Muchas personas fuera de Estados Unidos no comprenden cómo el país más rico del planeta permite que uno de cada seis niños viva en la pobreza (relativa), cómo sus leyes permiten que las armas de fuego maten a un niño cada tres horas, o cómo tantos niños y familias pueden vivir sin un seguro de salud básico.
La ratificación de la CDN no cambiará por sí sola la situación de la infancia en Estados Unidos. Pero ayudaría a establecer un marco nacional crítico que formule metas claras para que los gobiernos estadales y federal, organizaciones privadas y personas individuales puedan utilizar para concebir políticas y programas que atiendan mejor las necesidades de los niños y sus familias.
En el plano internacional, la ratificación de la CDN ayudaría a mejorar la posición de Estados Unidos como líder mundial en materia de derechos humanos.
Como parte de la CDN, Washington quedaría habilitado para participar en el Comité de los Derechos del Niño, el organismo internacional que supervisa la aplicación de la convención, y trabajar para fortalecer aún más el progreso de la infancia en todos los países.
Cuando era candidato en 2008, el actual presidente Barack Obama reconoció la vergüenza que implica para Estados Unidos encontrarse en compañía de Somalia, donde no existe el imperio de la ley, como países que no ratificaron la CDN.
Obama se comprometió a analizar la CDN y otros tratados para que Estados Unidos reanudara su liderazgo mundial en materia de derechos humanos.
Ahora que Somalia ratificó la CDN, Estados Unidos sigue siendo un líder solitario, sin seguidores o compañeros de viaje en su negativa a aceptar el tratado de derechos humanos más ratificado del mundo.
Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad del autor y no representan necesariamente las de IPS – Inter Press Service, ni pueden atribuírsele.
Traducido por Álvaro Queiruga

La Formación Inicial de un Cuerpo Único de Educadores para la Formación Básica, presentación del libro

El próximo 28 de octubre 
en el Ateneo, 
a las 19h.
Presentamos el libro

La Formación Inicial de un Cuerpo Único de Educadores para la
Formación Básica

a cargo de
Pepe Domínguez. Autor de libro.
Sara Ramos Doctora en Psicopedagogía. 
Profesora de Teoría e Historia de la Educación(UCM)


Con este acto La Federación de MRPs de Madrid inicia un seminario sobre los fines de la Educación y la formación inicial del profesorado.

 Este trabajo pretende fundamentar una propuesta utópica de formación inicial de un cuerpo únicode educadores/as para implementar la utopía de la educación básica única, unitaria, holística, universal, emancipadora y gratuita, concebida como un ciclo único desde el nacimiento hasta los 18 años. 

Este trabajo pretende retomar, revitalizar y actualizar las dos utopías centrales de lasAlternativas para la enseñanza (1974-1976), para continuar la tradición de la renovación pedagógica.

El trabajo consta de una Introducción y tres partes. 

En la Introducción se expone el marco teórico del trabajo, que se fundamenta en cuatro constructos: 1. El derecho universal a la educación y el universalismo ético, basado en los derechos humanos y libertades fundamentales. 2.Las relaciones dialógicas, necesarias e inevitables, entre paideia y politeia3. La coexistencia de dos paradigmas globales antagónicosel instruccionismo y el holismo educativo (educación integral)4. La utopíacomo motor de la actividad educadora: utopía planetaria y utopía educadora.
La Primera Parte dará una visión panorámica y sintética de la crisis identitaria de la educación básica y de cada una de sus etapas y de su repercusión en la crisis de identidad profesional de los educadores/as y en el fracaso escolar de los educandos. Planteará la necesidad de realizar un diagnóstico profundo de las crisis de identidad, que pueda ser conocido y debatido por todos los ciudadanos, y ofrecerá algunas sugerencias para realizarlo. 
La Segunda Parte ofrecerá un catálogo de referentes imprescindibles para diseñar un paradigma global de la educación básica y esbozará una propuesta de la educación básica posible, deseable y realizable. La Tercera Parte esbozará unapropuesta utópica posible, deseable y realizable de formación inicial de un cuerpo único de educadores/as para implementar la educación básica única, unitaria, holística, universal, emancipadora y gratuita, que constará deUn Grado Común y tres Másteres especializados.
Finalmente, este trabajo habrá logrado su objetivo, si en los próximos años tenemos un debate público e intenso, con la participación de todos los ciudadanos para consensuar los fines generales de la educación básica que queremos y el tipo de educadores/as que necesitamos.
Edita: Federación de MRPs Madrid
Autor: José Domínguez Rodríguez
PVP: 9 euros (gastos de envío a Península, Baleares o Canarias incluidos). Todos los beneficios de este libro han sido donados por el autor a la Federación de MRPs de Madrid.


La compra del libro puede hacerse a través de: 
Blog del Grupo Aprendizaje colectivo Gac;

Web Fundación Angel Llorca:


Sección de Educación, Federación de MRPs de Madrid y Colectivo Infancia

Hablando de Infancia y Adolescencia, Revista GSIA Septiembre 2015

Hablando de Infancia y Adolescencia. Junio 2015
En Siria no hay vuelta al cole

La Asociación GSIA edita una publicación periódica que analiza la actualidad recogida por los medios en relación a la infancia y la adolescencia, aportando nuestro propio enfoque en distintos artículos y columnas de opinión.


En la página web de la Asociación GSIA puedes consultar todos los números editados de la Revista de Prensa "Hablando de Infancia y Adolescencia".

También en la web encontrarás artículos, documentación, investigaciones, estudios, legislación, etc. relativos a la infancia y la adolescencia.