Se acerca el Día de Internet Segura 2024, 6 febrero. Concovatoria INCIBE para Centros Educativos.

Y recuerda que puedes apuntarte con tu centro educativo 
a tallares en línea,
al concurso “¿Qué es para ti el 017?”


El 6 de febrero se conmemora en todo el mundo el Día de Internet Segura, SID 2024 (por sus siglas en inglés, Safer Internet Day) y desde INCIBE nos unimos como cada año a la iniciativa
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Para nosotros es muy importante compartir esta iniciativa con vosotros y vuestros alumnos y nos encantaría que nos acompañarais. Os animamos a que lo comentéis con el equipo docente de vuestro centro y reservéis un hueco la mañana del martes 6 de febrero porque ¡no podéis faltar!

Nuevos talleres online

Estamos preparando un completo programa de actividades que incluirán nuevos talleres online adaptados a distintas franjas de edad con el objetivo de seguir avanzando en el desarrollo de competencias digitales para la ciberseguridad y el uso seguro y responsable del alumnado, de forma dinámica, interactiva y entretenida.

En ellos se tratarán temáticas como la importancia de comunicarse con respeto y responsabilidad en Internet; cómo evitar virus y detectar fraudes online y buenos hábitos al utilizar y configurar dispositivos y servicios en la red.

¿Contamos con vosotros? Permaneced atentos a nuestra web, suscribiros al boletín de INCIBE Menores, y seguid nuestras redes sociales X (antes Twitter) y Facebook, porque próximamente os daremos más información de los talleres online.

Y como muestra de lo que podréis encontraros en esta edición, os dejamos los talleres online del Día de Internet Segura 2023.

Concurso ¿Qué es para ti el 017?

Además, recordad que aún estáis a tiempo de apuntaros al concurso “¿Qué es para ti el 017?”, la iniciativa que INCIBE ha puesto en marcha para dar a conocer el servicio del 017, Tu ayuda en ciberseguridad entre los centros educativos y sus alumnos. ¡Podéis participar con vuestros vídeos hasta el viernes 12 de enero de 2024 a las 13:00 y ganar una impresora 3D para vuestro centro escolar!

Estas son las bases del concurso donde encontraréis todos los detalles para poder apuntaros, si no lo habéis hecho ya.

¿Por qué aprendemos mejor en la infancia?

Hasta ahora no había evidencia neurocientífica clara que explique por qué los menores aprenden de manera más eficiente que los adultos. Nuevas investigaciones indican que la clave está en las concentraciones de un neurotransmisor fundamental en el cerebro: en esta etapa sus niveles son más flexibles.

Una de las claves vinculadas a la facilidad para aprender en la infancia es la novedad y otra resulta ser la conexión. / Adobe Stock 

Entre los dos y los 10 años, nuestro cerebro es una esponja, una metáfora que se hizo más popular aún gracias a un estudio español publicado en 1997 en Open Edition Journals y liderado por María Luisa García Bermejo. “Cuanto más jóvenes son, más se parecen a las esponjas, cuanto más absorben, más retienen”, señala el análisis.

Pero, ¿de verdad es esto así y lo absorben todo? “Evidentemente tienen que filtrar –explica a SINC Manuel Martín-Loeches, catedrático de psicobiología en la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Están sujetos a muchos estímulos. El propio cerebro determina que es redundante qué es necesario y qué no. Pero para ellos es todo novedad. Y eso es fundamental en el cerebro de los primates: nos gusta la novedad, nos gusta explorar".

Según Martín-Loeches“la recompensa, los estímulos positivos genera un tono emocional que facilita el aprendizaje y la memoria. Un tono positivo permite consolidar la memoria, uno negativo lo dificulta. Cuando crecemos ya no somos tan esponjas. La novedad es la clave”.

"Un tono positivo permite consolidar la memoria, uno negativo lo dificulta. Cuando crecemos ya no somos tan esponjas. La novedad es la clave" Manuel Martín-Loeches, psicobiólogo (Universidad Complutense de Madrid)

Y aun así, la novedad no basta: el proceso de aprendizaje es mucho más complicado y no se basa en una cuestión de osmosis o proximidad.

Por ejemplo, nuestra habilidad para aprender un nuevo idioma desciende notablemente a partir de los 10 años, de acuerdo con un estudio liderado por Steven Pinker, de la Universidad de Harvard. Esto se debe tanto a la neuroplasticidad como a su "flexibilidad cognitiva", de acuerdo con un estudio publicado en Neuroscience Journal.

Algo similar ocurre con las matemáticas: en niños menores de dos años y medio (y en algunos niños un poco mayores), la predominancia del lado derecho del cerebro les da la capacidad de percibir instantáneamente cuántos elementos hay en un conjunto relativamente grande, sin contarlos o adivinar. Esa es la conclusión de un análisis liderado por Karin Landerl, de la Universidad de Graz (Austria) y cuyos resultados se dieron a conocer en Frontiers of Phsychology.

Más neuronas y más conexiones disponibles

Una de las claves vinculadas a la facilidad para aprender en la infancia es la novedad y otra resulta ser la conexión. “A edades más tempranas hay más neuronas y más conexiones disponibles, pero luego se eliminan si no las usamos y si las utilizas, se consolidan. Hay un principio en el cerebro que es muy interesante. Cuando dos neuronas se conectan, la que recibe el neurotransmisor, le envía a la anterior una sustancia que la mantiene viva y esto es fundamental”, señala Martín-Loeches, autor del recientemente publicado ¿De qué nos sirve ser tan listos?, de Editorial Destino.

Pero, a riesgo de repetirnos, el proceso de aprendizaje es mucho más complejo todavía, aunque la ventaja de la infancia podría reducirse a cuatro letras: GABA, la abreviatura en inglés del neurotransmisor ácido γ-aminobutírico. En términos básicos, es el principal neurotransmisor inhibidor del sistema nervioso central de los mamíferos y su función principal es reducir la excitabilidad neuronal: hace de dique para que un impulso no se transmita a otras neuronas. Y, al mismo tiempo, permite que se fije en nuestra memoria lo que aprendemos.

Aunque no todo es blanco o negro y en eso se centra un nuevo trabajo publicado en Current Biology y liderado por Takeo Watanabe de la Universidad Brown (EE UU).

En los adultos, poco después de aprender algo nuevo, la red neuronal involucrada en el aprendizaje “se mantiene activa. Si se necesita la misma red neuronal o una similar para aprender algo más demasiado pronto, la información que se procesó recientemente puede destruirse. Este fenómeno se conoce como interferencia retrógrada”, escribe Watanabe e una nota introductoria a su estudio.

Este científico está de acuerdo con que el neurotransmisor GABA tiene una función importante para ayudar al cerebro a consolidar nueva información al estabilizar la red para que el aprendizaje posterior no anule lo que ya estaba allí. Sin embargo, este tipo de procesamiento inhibidor de GABA no está completamente maduro en los niños.

"En la infancia los niveles de GABA son más bajos. Es por eso que tienen menos habilidades inhibitorias y un control de los impulsos más débil que los adultos." Takeo Watanabe, neurofisiólogo (Universidad de Brown)

Pero… si GABA es necesario para configurar el cerebro y que sea capaz de aprender elementos consecutivos, y en la infancia tenemos concentraciones más bajas, ¿por qué aprendamos mejor a edades tempranas?

La realidad, hasta ahora, era que no había evidencia neurocientífica clara que explique por qué los menores aprenden de manera más eficiente que los adultos.

Lo que se sabe, desde hace al menos un siglo, es que el cerebro adulto necesita un período de “enfriamiento” después de aprender nueva información. Si bien estudios previos, habían medido la concentración de GABA en la infancia, lo habían hecho en un solo punto y en un contexto no relacionado con el aprendizaje. Así, para comprender mejor los mecanismos de aprendizaje, el equipo de Watanabe necesitaba medir la concentración de GABA en un entorno vinculado al aprendizaje y en diferentes áreas.

Para ello, recurrieron a la técnica de MRS (siglas en inglés de espectroscopia de resonancia magnética de protones) funcional. En términos sencillos, actúa de un modo similar a los espectrómetros de los telescopios que miden los elementos químicos en las estrellas para saber su composición. En este caso, la MRS funcional detecta las frecuencias de resonancia en diferentes moléculas, lo que da como resultado un perfil específico para cada neuroquímico.

Esto permitió al equipo de Watanabe medir la concentración de GABA en áreas corticales visuales tempranas antes, durante y después de varias sesiones de aprendizaje. Luego compararon las concentraciones entre menores (de 8 a 11 años) y adultos (de 18 a 35 años).

Las sesiones de aprendizaje consecutivas parecieron aumentar la concentración de GABA en los niños, lo que permitió que el aprendizaje se estabilizara rápidamente

Los resultados mostraron que, antes de que comience el aprendizaje, la cantidad total de GABA en el primer grupo fue menor que en los adultos (algo que supuestamente complicaría la capacidad de afianzar conocimientos), sin embargo, en las siguientes rondas de aprendizaje, el cerebro de los menores mostró un aumento rápido en la concentración de GABA, mientras que en los adultos no cambió.

“Las sesiones de aprendizaje consecutivas parecieron aumentar la concentración de GABA en los niños, lo que permitió que el aprendizaje se estabilizara rápidamente”, concluyen los autores.

Los análisis también mostraron que bastaron unos minutos para esta estabilización, mientras que los adultos precisaron al menos una hora para alcanzar unos niveles de GABA que les permitieran adquirir nuevos conocimientos.

Los resultados de los experimentos sugieren que, en comparación con los adultos, los niños exhiben un procesamiento inhibitorio asociado al GABA más dinámico, que se adapta más rápidamente para estabilizar el aprendizaje que en los adultos, explican los investigadores.

Un último detalle que también influye en el aprendizaje y se sabe desde hace siglos es la felicidad. Pero también el miedo. Las emociones, en general, son condicionantes para nuestra capacidad de afianzar conocimientos. Tanto las positivas como las negativas. La diferencia es a qué conocimientos beneficia cada una.

Emoción y memoria

“Hay un circuito neural que te da el tono emocional y está ubicado, principalmente, en la amígdala –indica Martín-Loeches–. La amígdala está pegada al hipocampo, que es responsable de la memoria. De este modo, la emoción y la memoria están muy cerca y por eso durante la infancia se aprende más, porque nos emociona lo nuevo. Normalmente una emoción positiva para aprender y consolidar, pero depende del tipo de tarea también.

La ciencia demuestra que la letra entra con mielina, con emociones, con GABA. Y también con felicidad

La dopamina “lubrica” las conexiones y permite que se hagan asociaciones más fácilmente. Pero también hay que tener en cuenta que estas emociones se acompañan de estados menos analíticos, mientras que las negativas son más propicias para el análisis. Por ejemplo, en matemáticas, las negativas serían más útiles porque te impiden estar disperso y te obligan a estar concentrado”.

Tiempo atrás se decía que la “letra con sangre entra” y aprendíamos por las buenas o por las malas… Hoy la ciencia demuestra que la letra entra con mielina, con emociones, con GABA. Y también con felicidad. 

Fuente: SINC             

¿Cómo viven y sienten los niños migrantes y refugiados en Europa?

Aún existen algunas verdades rotundas en esta época de opiniones encontradas y descreimiento. Que los niños son el futuro es una de ellas. Si, además, tenemos en cuenta la inocencia y la vulnerabilidad que definen la infancia y la transición a la vida adulta, y que lo que sucede en esta etapa es clave para el desarrollo cognitivo, emocional y social de cualquier niño, resulta también indiscutible la necesidad de garantizarles una protección especial. Así lo reconoce la Convención para los Derechos del Niño.


THE CONVERSATION

Inmaculada Serrano

Universidad Pontificia Comillas

Publicado: 1 enero 2024 21:23 CET



Aún existen algunas verdades rotundas en esta época de opiniones encontradas y descreimiento. Que los niños son el futuro es una de ellas. Si, además, tenemos en cuenta la inocencia y la vulnerabilidad que definen la infancia y la transición a la vida adulta, y que lo que sucede en esta etapa es clave para el desarrollo cognitivo, emocional y social de cualquier niño, resulta también indiscutible la necesidad de garantizarles una protección especial. Así lo reconoce la Convención para los Derechos del Niño.


En el caso de los niños de origen migrante se dan, además, muchas otras vulnerabilidades. A los estereotipos a los que se enfrentan en la calle o en el aula se añade, con frecuencia, un estatus administrativo más o menos precario para ellos o para sus familias, que puede limitar el acceso a servicios y que genera miedo e incertidumbre.


Muchos de estos niños se enfrentan, además, a un idioma y cultura desconocidos. Empiezan de cero en centros educativos donde todo resulta extraño, no entienden a nadie y tampoco se pueden hacer entender. Algunos han sufrido también experiencias traumáticas, ya sea en su país de origen o en el camino. Y a todo ello se enfrentan a veces sin apoyo familiar o bien con dificultades familiares de todo tipo, arrastradas por la experiencia migratoria y el desarraigo.


En total, en los 27 países de la Unión Europea hay casi cinco millones de niños nacidos en el extranjero y 6,6 millones con nacionalidad extranjera. De ellos, más de medio millón y casi un millón, respectivamente, residen en España. Estas cifras incluyen desde recién llegados y solicitantes de asilo a niños nacidos en este país de padres extranjeros.


Todos ellos son nuestra responsabilidad y también nuestro futuro. En esta etapa de sus vidas se decide en qué tipo de adultos se convertirán, cómo se relacionarán con la sociedad, qué esperarán de ella y de sí mismos. Esto debería llevarnos a plantear algunas preguntas importantes: ¿cómo les va en aspectos fundamentales para su desarrollo, bienestar e inclusión? ¿Cómo les va a los colegios que trabajan con esta diversidad y qué políticas se están aplicando para sostener y apoyar a unos y a otros?


Hasta ahora estas preguntas tenían difícil respuesta por falta de marcos de referencia y datos, pero los recientes resultados del proyecto IMMERSE intentan empezar a responderlas. El proyecto, liderado por la Universidad Pontificia Comillas y financiado por la Comisión Europea, se ha desarrollado durante cinco años en Alemania, Bélgica, España, Grecia, Irlanda e Italia.


Contando con la participación de niños, familias, educadores, entidades sociales y responsables políticos, se han seleccionado 30 medidas clave y se han recogido datos secundarios y datos de encuesta entre más de 24 000 niños y más de 400 centros.


Los resultados, presentados recientemente en Madrid (España) y en el Parlamento Europeo, nos permiten empezar a despejar muchas dudas.


Acceso a los derechos básicos


Por un lado, el acceso a derechos básicos como la educación obligatoria o la atención médica está fundamentalmente consolidado en los seis países analizados, aunque con déficits significativos en los niveles de escolarización en Grecia y Alemania. Sin embargo, los indicadores de rendimiento académico y escolar exponen claras desventajas entre los niños de origen migrante en todos los países.


De acuerdo con los datos de encuesta recogidos, la inmensa mayoría de estos niños (alrededor del 80 %) se declaran felices, un dato que muestra ante todo el optimismo y resiliencia a estas edades, que son compartidos por niños de cualquier condición. Además, la mayoría de estos niños confían en las instituciones (educativas, sanitarias, de seguridad).


En el colegio


En contraste, otros indicadores claves para el bienestar de estos niños arrojan peores resultados: tan solo alrededor de la mitad declaran un fuerte sentido de pertenencia en su colegio, o dicen contar con el apoyo de amigos y compañeros o de sus profesores, de nuevo en clara desventaja con otros niños no migrantes. En muchos de estos indicadores España está, no obstante, a la cabeza entre los países analizados, destacando el nivel de apoyo por parte de los profesores y la confianza en las instituciones educativas, donde apenas existen diferencias con niños no migrantes.


En contraste, los resultados referidos a políticas que intentan garantizar no solo el acceso a derechos, sino también apoyos específicos necesarios para niños, profesores y centros educativos, son mucho menos satisfactorios en todos los países. Particularmente en lo referido al apoyo para el acceso a la educación superior y la política de educación intercultural en el caso de España.


Compromiso con la interculturalidad


En los centros educativos emerge un compromiso claro con la interculturalidad en casi todos los países, y especialmente en España. Pero falla la implementación en el día a día de las clases, y en la comunicación con los padres. Y, de manera clave, en todos los países se da una preocupante ausencia de servicios de salud mental y apoyo psicosocial en los centros.


Por todo ello, a la pregunta de si lo estamos haciendo bien cabe responder: en gran parte sí, pero existe mucho margen de mejora. En particular, los resultados en España deberían motivarnos a apoyar decididamente la labor que se realiza desde los centros, particularmente desde el ámbito de las políticas sociales y educativas.


Este esfuerzo de mejora no solo es necesario, sino que merece mucho la pena. Partimos de una buena base: derechos básicos consolidados, confianza en las instituciones y una declaración de optimismo que, eso sí, va claramente disminuyendo con la edad, en el camino de la transición a la edad adulta.

Los datos deben ir de la mano de la reflexión y el análisis y motivarnos en la dirección de mejoras que están al alcance de la mano. Se lo debemos y nos lo debemos.

La infancia en transformación, proyecto UNICEF/Gallup.


Motivación del proyecto
Vivimos una época de rápidas y profundas transformaciones. Conforme el mundo evoluciona y se vuelve más digitalizado, globalizado y diverso, la infancia cambia con él. La infancia en transformación es un proyecto de colaboración entre UNICEF y Gallup creado para estudiar estas tendencias y entender mejor cómo es la infancia en el siglo XXI. 
El proyecto busca responder a dos preguntas: ¿Cómo es crecer hoy en día? ¿En qué medida los jóvenes ven el mundo de forma diferente? Para responder a estas preguntas, queríamos recabar la opinión de los propios niños y jóvenes
Comparar las experiencias y los puntos de vista de los jóvenes con los de las personas mayores es un medio excelente para observar cómo está cambiando la infancia y dónde divergen o convergen las generaciones. El objetivo principal del proyecto es hacer que los jóvenes –sus experiencias y perspectivas– nos orienten en la labor de mejorar la vida de todos los niños, ahora y en el futuro.

El micrositio dinámico
Este micrositio ha sido encargado por UNICEF con el fin de que personas de todo el mundo, especialmente niños y jóvenes, participen en las preguntas del proyecto y analicen sus conclusiones. En este micrositio no se recoge ningún dato sobre los usuarios.

Los resultados que se presentan en este micrositio web se basan directamente en los datos obtenidos en la encuesta siguiente. Las alusiones a “los jóvenes” se refieren a la cohorte de edad más joven en ambas encuestas: las personas de entre 15 y 24 años. Todas las alusiones a una cifra global o a un promedio ―por ejemplo, “en promedio” o “un promedio de”― se refieren a los resultados de la encuesta correspondientes a una pregunta determinada para el país que representa la mediana de todos los países encuestados. De igual manera, el “promedio” de un grupo de países de un nivel de ingresos determinado se extrae a partir de los resultados de la encuesta del país que representa la mediana en ese grupo de países.

Las encuestas
UNICEF y Gallup se han asociado en dos encuestas internacionales y multigeneracionales con el fin de analizar las preguntas y los temas del proyecto.

Los microrrelatos marcados como “NUEVO” reflejan datos extraídos del trabajo de UNICEF en la última encuesta Gallup World Poll. Todos los demás se basan en datos extraídos de la encuesta de UNICEF y Gallup de 2021.

Encuesta de UNICEF y Gallup de 2021
Para la primera fase del proyecto La infancia en transformación, UNICEF y Gallup diseñaron una encuesta a medida que se realizó en 21 países de todo el mundo. Gallup aprovechó su experiencia con la encuesta anual Gallup World Poll para encuestar a muestras representativas de al menos 1.000 personas por país (1.500 en la India). En cada país, la muestra se dividió en dos cohortes de edad: jóvenes de entre 15 y 24 años (de acuerdo con la definición de “jóvenes” de las Naciones Unidas) y adultos de 40 o más. Las encuestas se realizaron entre febrero y junio de 2021. Se contactó a todos los encuestados por teléfono. Un grupo de expertos colaboró en el desarrollo del instrumento de la encuesta, que incluye preguntas que ya se habían probado en otros estudios, así como preguntas nuevas elaboradas específicamente para el proyecto La infancia en transformación.

Dado el tamaño de las muestras de los países y la división de la muestra en dos cohortes de edad, la mayoría de los resultados presentados en este informe tienen un margen de error de aproximadamente ±4 puntos porcentuales con un nivel de confianza del 95%. Los márgenes de error serán más amplios en los subgrupos más pequeños de una población. Para obtener más información sobre cómo interpretar los resultados, consulte la página de metodología aquí.

UNICEF y la encuesta Gallup World Poll
Para la segunda fase del proyecto La infancia en transformación, UNICEF se asoció con Gallup en su última encuesta Gallup World Poll. Entre Abril de 2022 y Febrero de 2023 volvimos a plantear 5 de las 32 preguntas originales del proyecto, esta vez en 55 países (los 21 originales mas 34 adicionales). Las preguntas se centran en cuatro esferas: crisis climática, fuentes de información, confianza e identidad. Todas las muestras son probabilísticas y representativas a escala nacional, y de un tamaño aproximado de 1.000 personas mayores de 15 años por país. El alcance abarca todo el país, incluidas las zonas rurales, y el marco de muestreo representa a toda la población civil no institucionalizada.

Dado el tamaño de las muestras de los países, la mayoría de los resultados presentados en el micrositio web tienen un margen de error de aproximadamente ±4 puntos porcentuales con un nivel de confianza del 95%. Los márgenes de error son más amplios en los subgrupos más pequeños de una población. En promedio, el margen de error para la cohorte de jóvenes de entre 15 y 24 años en los 55 países es de ±7,6 puntos porcentuales. Para obtener más información sobre el muestreo o los márgenes de error de la encuesta, consulten aquí el resumen de la metodología de la encuesta Gallup World Poll o pónganse en contacto con nosotros en la dirección de correo electrónico que figura a continuación.

Para obtener más información
En los informes del proyecto, cuyos enlaces están disponibles en esta página, se ofrece un análisis más exhaustivo de sus conclusiones. Se anima a los usuarios que deseen seguir profundizando en el tema a consultar los cuestionarios, las metodologías, los microdatos completos y los libros de códigos (también disponibles en esta página). Estaremos encantados de saber qué conclusiones extraen de sus propios análisis. Si tienen alguna pregunta o quieren contarnos de qué forma están utilizando el proyecto, envíennos un correo electrónico a la dirección Changing-Childhood@unicef.org.



En la mayoría de los países del mundo, 
es necesario haber cumplido los 18 años para votar. 
Sin embargo, en muchos países es posible 
contraer matrimonio legalmente a menor edad, sobre todo en el caso de las mujeres. 
¿No es demasiada responsabilidad sin suficiente libertad?


¿A qué edad considera que debería permitirse votar por primera vez?

Entérate aquí de más información sobre el voto!!!!


OTROS TEMAS DEL INFORME La infancia en transformación | UNICEF x Gallup

.- Poder de los niños 

.- Igualdad para algunos

.- Bajo presión, salud mental

.- El lugar al que llama hogar

.- Fuentes habituales, de información

.- Otras crisis climáticas

.- ¿Navegar significa confiar? ....

Navidad, rebeldía y designio.

El niño nace y constituye una fenomenal rebeldía ante las imposiciones del poder económico y político de aquella colonia romana. Siempre la metáfora de la Navidad tiene esa imprescindible referencia a la desobediencia, a la no resignación. Días después, según marca el almanaque en distintos lugares de la Tierra, la masacre de los inocentes es la continuidad de aquella política de saqueo que necesita de la subordinación de las mayorías
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(APe).- María y José fueron perseguidos pero insistieron en su convicción de tener a Jesús. En la clandestinidad ordenada por el poder romano, invasor de aquella porción de la geografía llamada Palestina, no tuvieron más opción que refugiarse entre los animales.

Cuna y destino de muchas y muchos.

Nacer, vivir y morir como animales.

Un mandato del imperio.

Y, sin embargo, el niño nace y constituye una fenomenal rebeldía ante las imposiciones del poder económico y político de aquella colonia romana. Siempre la metáfora de la Navidad tiene esa imprescindible referencia a la desobediencia, a la no resignación.

Días después, según marca el almanaque en distintos lugares de la cápsula cósmica que es el planeta Tierra, la masacre de los inocentes es la continuidad de aquella política de saqueo que necesita de la subordinación de las mayorías.

Saqueo de riquezas y castigo desmesurado contra las chicas y los chicos, los “santos inocentes”.

Pero para eso hay que desterrar la idea de la “santidad” de las niñas y los niños.
Hay que hacerlos sujetos de penas y culpabilidades de la ferocidad que desarrollan los adultos, verdaderos responsables de la concentración y extranjerización de riquezas y multiplicadores de la desigualdad. No es una cuestión económica. Es hacer del pesebre una realidad inmodificable. Nacer, vivir y morir como animales. Por eso es fundamental subrayar la rebeldía que conlleva la metáfora de la Navidad.

Más de dos mil años después, la Argentina vuelve a ser parte de un proyecto colonizador, extractivista y depredador.

Y como en aquellos tiempos, la matriz debe elegir responsables de los dolores que no sean los verdaderos. Y una vez más la decisión es cargar contra la pibada.

El ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, adelantó -horas antes de la Navidad- que el gobierno buscará reducir la edad de imputabilidad de 16 a 14 años, pero que todavía está "en el análisis con una comisión para ver si es que es para todos los delitos o solo para algunos".

-El menor necesita un cuidado, educación, resocialización, de nada sirve sacarlo de la sociedad y meterlo en una cárcel porque se hace amigo de los otros menores y forma una banda…Frente al delito, su consecuencia tiene que ser una pena que en los casos de menores tiene que ser educación. Si no, no te sirve, vas a seguir teniendo delincuentes menores - agregó el ministro de Justicia.

La idea de descargar sobre la espalda de niñas, niños y adolescentes la ferocidad del sistema tiene, como siempre, una idea central: la impunidad de los saqueadores de las riquezas de las mayorías.

-... el único designio de la ley es la libertad de mercado – aclara de manera implacable el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona.

“Que triunfe la idea libertaria económica de la libertad de mercado”, agrega el funcionario.

Nacer, vivir y morir como animales. El “designio” del imperio romano para su colonia palestina está en el mito del pesebre navideño y en la masacre de los “santos inocentes”.

Saqueo material y encubrimiento de los saqueadores.
Para construir ese ocultamiento deliberado de delincuentes de guante blanco hay que desatar la cacería contra niñas, niños y adolescentes.

La continuidad de las imágenes del calendario no es solamente una sucesión de fechas, si no la pedagógica demostración de las políticas de los imperios y sus serviciales colaboradores locales.

Transferencia de recursos de las grandes mayorías hacia las minorías del privilegio y rigurosidad contra la pibada.

Porque el designio, como dice Libarona y sería aplaudido por Herodes, Poncio Pilatos y otros tantos, es la libertad de mercado.

IMMERSE: un proyecto financiado por el programa Horizonte 2020 destinado a mapear la integración de los niños refugiados y migrantes en Europa

 INMERSE es una Plataforma en línea destinada a construir una comunidad virtual de profesionales, instituciones y otros actores interesados en la integración socioeducativa de los niños refugiados y migrantes.


La Plataforma les proporcionará un espacio común para compartir sus propias experiencias, ideas y preocupaciones, y un lugar en el que obtener información relevante, recursos y buenas prácticas e iniciativas identificadas en IMMERSE.


La plataforma IMMERSE ayudará a sensibilizar y divulgar las actividades y los resultados el proyecto.


El consorcio IMMERSE integra a once socios de seis países:

  • tres universidades especializadas en estudios sobre migración e infancia
  • dos administraciones públicas con competencias en migración y educación
  • tres ONG que trabajan por los derechos, la integración y la protección de los niños
  • dos empresas especializadas en la innovación social y la implicación de grupos de interés
  • una empresa tecnológica especializada en la transformación digital

Objetivo principal


IMMERSE tiene por objeto mejorar la inclusión socioeducativa de niños migrantes y refugiados en Europa con el fin de fomentar la construcción de sociedades inclusivas y cohesionadas.


El principal objetivo de IMMERSE es definir una nueva generación de indicadores relativos a la integración y la inclusión socioeducativa de niños migrantes y refugiados en Europa.
IMMERSE se propone reunir a las partes interesadas (niños y sus familias, investigadores, ONG, legisladores, educadores e instituciones educativas) para crear y validar de forma conjunta un panel de indicadores. Estas acciones aportarán datos que reflejen las necesidades y las expectativas particulares de las partes interesadas.

Los investigadores de IMMERSE recabarán y supervisarán datos relativos a los indicadores seleccionados de niños con edades entre los 6 y los 18 años en seis países europeos: Bélgica, Alemania, Grecia, Irlanda, Italia y España. IMMERSE desarrollará una solución innovadora y basada en las TIC para llevar a cabo recopilaciones de datos (plataforma de incorporación) y visualización y análisis de los mismos (panel de indicadores).


Qué hace el proyecto IMMERSE

  • Definir nuevos métodos y herramientas de investigación
  • Incluir las opiniones de los niños a lo largo del proceso
  • Recabar datos representativos de la realidad europea
  • Influir en  las partes interesadas para que adopten las recomendaciones propuestas

Panel de indicadores de integración socioeducativa


Este panel de Indicadores ha sido cocreado conjuntamente para representar una definición más significativa de la integración, incluyendo las voces de los niños refugiados y migrantes, sus familias y quienes trabajan directamente con ellos en las escuelas y ONG, así como responsables políticos.

Abarca 30 indicadores:

  • 14 para resultados de integración a nivel micro, divididos en 5 dimensiones: 1) acceso a derechos, 2) idioma y cultura, 3) bienestar, 4) conexión y 5) logros educativos.
  • 16 para barreras y facilitadores de la integración a nivel meso y macro, relacionados con: 1) liderazgo político, 2) segregación escolar, 3) organización escolar y profesorado, 4) apoyo al aprendizaje, 5) servicios de salud mental y 6) actitudes negativas.

Los datos contenidos en el panel reúnen información obtenida tanto de la recopilación de datos primarios (llevada a cabo entre 2021-2023, abarcando 24.419 niños y 406 centros) como de fuentes documentales secundarias (Eurostat, ministerios nacionales y oficinas estadísticas, MIPEX, PISA, Eurydice).


La cocreación del Panel de Indicadores y los datos contenidos en el mismo se produjeron en los seis países de IMMERSE: Bélgica, Alemania, Grecia, Irlanda, Italia y España. No obstante, el proyecto global IMMERSE y su correspondiente Panel de Indicadores se han diseñado para mantener su aplicabilidad más allá de las fronteras nacionales y abarcar una perspectiva paneuropea.


Recogida de datos de IMMERSE a través de encuesta


La recogida de datos a través de la encuesta se llevó a cabo entre junio de 2021 y junio de 2023 en un total de 406 centros con más de 24.000 niños, de los cuales casi el 60% (13.345) son de origen refugiado o migrante. La encuesta también incluyó a directores, profesores y padres. Esta encuesta transnacional a gran escala pretende ofrecer una imagen representativa de la realidad europea en materia de integración de los niños refugiados y migrantes, centrándose en seis países (Bélgica, Alemania, Grecia, Irlanda, Italia y España) que representan los diversos contextos migratorios europeos.


La recogida de datos se centró en las escuelas primarias y secundarias de las regiones seleccionadas de los seis países, y se complementó con la recogida de datos en otros entornos, como los centros de acogida, con el objetivo de incluir a poblaciones más vulnerables y de difícil acceso, como los niños migrantes no acompañados y los solicitantes de asilo.


Otras cuestiones que recoge la plataforma:

  • Buenas prácticas sobre la integración de niños migrantes y refugiados
  • Recomendaciones de políticas sobre la integración de niños migrantes y refugiados
  • Base de datos digital en línea de buenas prácticas y recursos para la integración social de niños refugiados y migrantes
  • Publicaciones
  • Sitio de jóvenes y niños

Este espacio está dedicado a niños, padres, profesores, educadores y otros profesionales que apoyan la inclusión de niños migrantes y refugiados, para que encuentren información sobre:

  • El punto de vista de los niños sobre la integración de migrantes y refugiados en Europa.
  • Cómo los niños han sido partícipes de la co-creación e implementación de las actividades y resultados del proyecto.
  • Cómo los profesores, educadores e investigadores han trabajado codo con codo con los niños durante todo el proceso.
  • Recursos prácticos para talleres con niños sobre la integración de migrantes y refugiados.