Repensar la educación: la instrumentalización del conocimiento

Convertir los colegios e institutos en máquinas expendedoras de trabajadores al servicio de la empleabilidad cercena numerosas capacidades intelectuales y personales de nuestro estudiantado más joven, que se ve sometido a un abusivo imperativo de productividad.


                     Imagen: Rawpixel

Carlos Javier González Serrano

@aspirar_al_uno



En un artículo de 1904 publicado en Die Zeit, Hermann Hesse, Nobel de Literatura en 1946, denunciaba con vehemencia que «nuestra educación se ha esforzado por arrebatarnos la libertad y la personalidad y por introducirnos desde la más tierna infancia en una situación de forzoso trajín y sin una pausa de respiro, y se ha producido una decadencia y una falta de ejercicio de la ociosidad». Hesse aseguraba que nos habían arrebatado algo fundamental: el Freizeit, es decir, nuestro tiempo libre.


Las últimas leyes educativas aplicadas en nuestro país se fundan y hacen hincapié en el denominado enfoque por competencias o «modelo competencial». En dichas leyes se estipula que el punto central en la formación del estudiantado no es solo aprender, sino también y sobre todo saber aplicar lo aprendido.


En principio podría parecernos una tarea loable: preparar a nuestros chavales para introducirse en el intrincado e implacable universo laboral. Sin embargo, la pregunta que queda incómodamente sobrevolando, y que habría de inquietarnos, es si con ello no hemos convertido el conocimiento, y su valor intrínseco, en un instrumento al servicio de distintos intereses; si no estaremos transfigurando silenciosamente colegios e institutos en lugares mecanizados donde capacidades y potencias como la curiosidad, la imaginación, la creatividad o la reflexión quedan reemplazadas por «habilidades y destrezas» presuntamente prácticas y útiles que, a su vez, ahogan a adolescentes y jóvenes en una vorágine de autoexigencia, ansiedad, estrés y presión. Todo ello en nombre de la rentabilidad, la eficacia, la aplicabilidad de los conocimientos y, por supuesto, en nombre del progreso.


Ya antes que Hesse, hace más de dos siglos, el poeta y filósofo Friedrich Schiller escribió estas líneas en la segunda de sus Cartas sobre la educación estética de la humanidad (1793-1795): «La utilidad es el gran ídolo de nuestra época, y a él deben complacer todos los poderes y rendir homenaje todos los talentos». Este tiránico yugo, defendía Schiller, nos introduce en la implacable rueda de la necesidad, somete al individuo al ejercicio y aprendizaje de ciertas prácticas específicas y limitantes y lo incapacita para poder desarrollarse en cualquier otro sentido. Con ello, concluye el alemán, no serán pocos los individuos que «abrazarán una cómoda servidumbre»… por temor a la libertad.


Dicho en crudo: una sociedad dominada por meros especialistas muy difícilmente se cuestiona y piensa a sí misma. La especialización implica automatismo en los procesos, cerrazón intelectual y una limitada visión de conjunto. A fuerza de ser útiles, nuestra libertad (de acción y pensamiento) nos es arrebatada. No en vano el maestro Emilio Lledó ha escrito en su libro Identidad y amistad que «la libertad es la posibilidad interior, el territorio íntimo donde se fragua lo que podemos hacer, incluso lo que podemos ser. Por eso es tan importante fomentarla y sostenerla, y por eso es tan delicado su cultivo». También nuestra María Zambrano escribió que, frente al empecinamiento técnico y a la dictadura del progreso, debemos reivindicar el valor del pensar, que «es función necesaria de la vida» y «por ser la vida algo que tenemos que hacernos y no un regalo cumplido y acabado».


Pero descendamos por un momento a la realidad desde las alturas metafísicas con dos ejemplos a pie de aula. Una alumna del segundo curso de bachillerato de Ciencias Biomédicas, que sueña con ser cirujana, me confesaba pocos días antes de presentarse a la prueba de acceso a la universidad que su formación específica en Química, Biología o Matemáticas le parece esencial para poder ejercer su futura profesión, pero que no puede imaginar una vida en la que deje de preguntarse por la belleza, la justicia, el bien o la verdad; que los contenidos de asignaturas como Filosofía, Historia del arte o Literatura le resultan insustituibles e imprescindibles para plantearse qué y cómo quiere ser y cómo debe actuar. Esa estudiante sabe muy bien hacia dónde desea dirigir su vida profesional, pero también sabe perfectamente a qué no quiere –ni puede ni está dispuesta a– renunciar.


Por otro lado, un alumno del primer curso de bachillerato de la modalidad de artes plásticas me preguntaba hace unos días si debería inscribirse en la optativa de Psicología en el segundo curso, «a pesar de ser yo estudiante de Artes», pero «me interesa mucho conocer cómo funciona nuestro cerebro y por qué actuamos como actuamos». Su salida «natural», me comentaba, era la de encaminarse a un itinerario que le ayudara «a labrarse un buen futuro profesional». En ese instante, y para no sesgar su opinión, le invité a reflexionar sobre sus propios deseos al margen de las demandas del mercado laboral. La cuestión no era qué asignatura escoger, sino qué clase de ser humano desea ser.


Convertir los colegios e institutos en máquinas expendedoras de trabajadores al servicio exclusivo de las exigencias de la empleabilidad cercena e incluso anula numerosas capacidades intelectuales y personales de nuestro estudiantado más joven, que se ve sometido a un abusivo imperativo de productividad, cuya normalizada aplicación puede llegar a provocar, dicho sea de paso, perdurables trastornos emocionales. La educación no se ciñe a una mera transmisión de conocimientos y a su consiguiente aplicación; también consiste en el contagio de ciertas maneras de hacer, sentir y ver las cosas.


Si acostumbramos a nuestros niños y adolescentes a que todo ha de estar sometido al rendimiento y al lucro, haremos de nuestras escuelas lugares de sometimiento y de sujeción ideológica en vez de fomentar un desarrollo autónomo y emancipado que se haga cargo de la realidad como algo siempre por realizar. El mundo como una tarea, como una inacabable confección: como un quehacer del que sentirnos responsables. La despótica utilidad se opone a lo que Schiller llamó «contemplación» o «reflexión», que, a su juicio, es «la primera relación de libertad que se establece entre el ser humano y el universo que le rodea».


Escribió Ortega y Gasset que «someterse, extrañarse, es comenzar a entender». Ese proceso de extrañamiento, de las propias costumbres y de nuestra circunstancia, es lo que mantiene viva una educación fundada en la conquista de la libertad interior. En la grieta que genera el pensamiento nos jugamos todo. No se trata de defender aladas bicocas que alejen a nuestros estudiantes de su realidad, sino de pararnos a pensar qué estamos perdiendo –y qué les empujamos a perder– cuando todo lo que nos proponemos es ganar. Convertir la realidad en un mendaz escenario de pérdidas y ganancias, a través de una mezquina retórica economicista, nos extravía de la senda de la libertad. Es más que posible vivir sin pensar en la justicia o en la verdad; la abismática pregunta es qué vida nos quedaría entonces.


Instrumentalizar el conocimiento y transformarlo en la avara medida de nuestra futura empleabilidad significa, en definitiva, reducir el escenario de la pluralidad humana, al decir de Hannah Arendt. Significa homogeneizar, eliminar la diversidad. Mis estudiantes lo tienen claro: buscar y ejecutar la propia vocación es importante. Pero no a cualquier precio. No al precio de la servidumbre intelectual.

Infancia huérfana de la violencia de género: la víctima más invisible del drama

Estudio singular de la Defensoría de la Infancia y Adolescencia de Andalucía.

Este informe está dedicado a analizar la situación de aquellos niños y niñas que se han quedado huérfanos porque sus madres han sido asesinadas por sus padres o parejas. 




Defensoría de la Infancia 
y Adolescencia de Andalucía
2023






Desde la Defensoría tratan de poner de relieve los problemas y necesidades a los que se han de enfrentar los menores de edad tras el fallecimiento de la progenitora así como aquellas intervenciones públicas necesarias para superar el trauma vivido y hacer posible que sus vidas puedan tener un mejor futuro. 


La sociedad y los poderes públicos no pudieron proteger a sus madres pero sí deben ayudar a estos niños y niñas a superar el trauma, reparar el daño y garantizarles un futuro digno. Una infancia que, además, les ha tocado vivir uno de los mayores dramas a los que se puede enfrentar el ser humano: ser el hijo o hija del asesino de su madre.


La Organización de Naciones Unidas, en la IV Conferencia Mundial de 1995, reconoció que la violencia contra las mujeres es un obstáculo para lograr los objetivos de igualdad, desarrollo y paz y viola y menoscaba el disfrute de los derechos humanos y las libertades fundamentales.


Este tipo de violencia es una lacra social con historia silenciada durante muchos años y cuesta un peaje muy elevado a las mujeres, en ocasiones, incluso con su propia vida.


Son muchos los debates, análisis y estudios, tanto a nivel internacional como nacional, que vienen a señalar las repercusiones negativas que estos reprobables actos tienen sobre las mujeres víctimas. Paralelamente esta especial sensibilidad ha ido acompañada de un incremento de la atención social e institucional que se ha traducido en la aprobación de una serie de medidas legislativas y en la puesta a disposición de recursos para atender a las víctimas.


Pero la violencia de género no afecta exclusivamente a la mujer sino que se extiende ineludiblemente a los niños y niñas que conviven con el maltratador y aquella. Ésta es la razón que llevó a un amplio sector de la doctrina a proclamar que en la violencia de género no hay una sola víctima. Los hijos e hijas de las mujeres son tan víctimas como éstas, si bien el alcance es diferente en función de que la persona menor de edad sea también el centro de las agresiones, cualquiera que sea su tipología, o por el contrario, su protagonismo deriva de su condición de testigo de la violencia ejercida contra su madre. Son niños y niñas que les toca vivir un ambiente con comportamientos destructivos y modelos de conductas negativas cuyas consecuencias se dejarán sentir en su desarrollo y en su proceso de formación.


A pesar de la incidencia de este fenómeno sobre las personas menores de edad, los recursos y la protección que éstas han venido recibiendo de los poderes públicos, sin embargo, no han evolucionado al mismo compás que la atención a la mujer maltratada. Y ello porque la asistencia prestada a estos niños y niñas expuestos a violencia de género se ha encontrado íntimamente ligada a la de sus madres, sin tener en cuenta que los hijos debían ser acreedores de una atención propia, especializada y adaptada a sus características y necesidades específicas.


Pero abordar el fenómeno de la violencia de género sin una perspectiva de derechos de infancia, poniendo el foco únicamente en la mujer, invisibiliza la violencia sufrida por los hijos e hijas de esas mujeres como sujetos de derecho. Una violencia que deriva de su situación de vulnerabilidad múltiple: por vivir en un entorno violento que afectará a su desarrollo psicológico y bienestar -incluso la violencia directamente se ejerce sobre ellos-, porque pueden ser utilizados como instrumento para controlar o seguir dañando a sus madres y, también, por la difícil situación en la que se quedan cuando se produce el asesinato de la madre a manos del agresor.


Índice del informe:

Presentación


Testimonio de víctima

1. Avanzando en la protección a la infancia víctima de la violencia de género

2. Especial vulnerabilidad de las personas menores huérfanas de la violencia de género


3. Análisis de datos estadísticos: casi 400 huérfanos de la violencia de género en la última década


4. Retos y desafíos para los menores huérfanos de la violencia de género y sus familias


4.1. Soledad y abandono tras el entierro: un necesario acompañamiento a los huérfanos y sus familias

4.2. Otorgamiento de la guarda y custodia a las familias: un problema añadido

4.3. La crianza de los huérfanos: la importancia de las ayudas públicas

4.4. La doble victimización de los menores huérfanos en los procesos judiciales

4.5. Menores huérfanos de la violencia de género: solo víctimas indirectas

4.6. Menores huérfanos de la violencia de género: solo víctimas indirectas 

4.7. Escasas medidas de protección del patrimonio de las personas menores huérfanas 


5. Propuestas para mejorar la vida de las personas menores huérfanas de la violencia de género


¿El horario escolar intensivo maltrata a los chavales?.

“Gran parte de los centros" han asumido “un horario intensivo centrado en las mañanas”, cuando “se ha demostrado que pasar más tiempo en el centro educativo permite elevar las tasas de graduación y mejorar el aprendizaje y otros indicadores sociales y conductuales”, especialmente “en los alumnos desfavorecidos”.
Sin embargo, no es de recibo 
que las evidencias científicas apunten a favor de la jornada partida y
 que los centros continúen avanzando en la compactación de la jornada escolar 
ante la impasible mirada de las administraciones educativas.



A veces, algunas fechas señaladas que marcan pequeños acontecimientos de la vida cotidiana de las personas, grandes y pequeñas, nos ofrecen la oportunidad de introducir alguna cuña de raciocinio en ese maremágnum de relatos políticos que acaparan titulares en los medios. Tal es el caso del comienzo del curso escolar en la enseñanza reglada. Un hecho señalado que afecta a más de seis millones de personas (niñas, niños y adolescentes de entre 6 y 18 años) en toda España. Ellas y ellos se convierten en protagonistas de la actualidad, por un día. Sus tiernas imágenes sirven de “percha” para traer a colación algunos de los problemas estructurales del sistema educativo, referidos, mayormente, a recursos materiales (espacios) y personales (profesorado). Pero cabe preguntarse: ¿Cómo responde el sistema escolar a las necesidades bio-psico-sociales del alumnado? ¿Qué repercusiones tienen factores como la organización del tiempo escolar, las relaciones con el profesorado y con sus pares o las posibilidades de participación activa en el proceso de aprendizaje, en su rendimiento escolar (objetivo social) y en su calidad de vida (objetivo personal)?

En lo que atañe a la organización del tiempo escolar, en el informe de la OCDE (Propuestas para un plan de acción para reducir el abandono escolar temprano en España), hecho público en el mes de junio de este año, se señalaba lo siguiente: “gran parte de los centros" han asumido “un horario intensivo centrado en las mañanas”, cuando “se ha demostrado que pasar más tiempo en el centro educativo permite elevar las tasas de graduación y mejorar el aprendizaje y otros indicadores sociales y conductuales”, especialmente “en los alumnos desfavorecidos”.

Se refiere en este caso al horario continuo que comenzó a aplicarse en los colegios públicos de algunas comunidades autónomas en los años 90 del pasado siglo, y que poco a poco se ha ido extendiendo a la enseñanza concertada y a otras comunidades, favorecida en los últimos tiempos por las medidas que se adoptaron durante la pandemia del Covid19, con el fin de reanudar la presencialidad en las aulas después del periodo de confinamiento. No existen datos precisos del número de centros que actualmente se encuentran acogidos a esta modalidad, ni del alumnado afectado por la misma (se estima que está más implantada en secundaria que en primaria y más frecuente en la enseñanza de titularidad pública (80%) que en la privada (23%). La decisión de pasar de la modalidad de jornada partida (mañana y tarde) a jornada continuada (intensiva de mañana) es iniciada por los claustros y ha de ser aprobada por los respectivos Consejos Escolares, donde el profesorado es mayoría frente a la pequeña representación de madres y padres y la casi insignificante del alumnado, cuya presencia es sólo obligatoria en el nivel de enseñanza secundaria pública. En muchas CCAA se obliga a un proceso electoral en el que prácticamente la única información disponible es la facilitada por el propio profesorado que, en lugar de abstenerse de participar en el proceso por ser parte implicada, muy a menudo toma partido claro por el cambio fomentando la participación de las familias, a la que obliga la norma pero que contrasta con el desdén que este mismo profesorado muestra ante la participación de las familias en las elecciones a los Consejos Escolares.

La jornada continua supone una pérdida anual de ingresos que asciende a 8.048 millones de euros para las familias, de los que un 66,4% corresponde a las madres.

Justo un año antes del informe de la OCDE, el Centro de Políticas Económicas de la Escuela de Negocios ESADE (EsadeEcPol) había presentado los resultados de su estudio titulado Jornada escolar continua: Cómo la pandemia está acelerando un modelo social y educativo regresivo. En este estudio se señalaba que la jornada continua tiene un impacto negativo en el alumnado, sobre todo desde el punto de vista socioemocional, y asimismo una elevada repercusión en el trabajo de los progenitores, especialmente el de las madres, concluyendo que la jornada continua supone una pérdida anual de ingresos que asciende a 8.048 millones de euros para las familias, de los que un 66,4% corresponde a las madres. 

Más recientemente, se ha mostrado el avance de una investigación dirigida desde la Universidad de Valencia, que profundiza en este aspecto, a partir de explotación de la encuesta sobre usos del tiempo del INE, que contestan personas desde los 10 años, y cuya concreta explotación se centra en la población escolar de 10 a 18 años. Los principales hallazgos en materia de salud de esta investigación indican que, si bien en ambas jornadas los alumnos y alumnas ya madrugan en exceso, se observa un impacto negativo en la cantidad de descanso del alumnado que asiste a jornada continua, que duerme menos (de media 42 minutos/día menos) que el alumnado que asiste a jornada partida. Además, se alerta de que en jornada continua se come a menudo muy tarde, entre las 14:00 y las 16:00, lo que podría estar relacionado con sobrepeso y obesidad infantil, frente a un horario más saludable del alumnado que asiste a jornada partida y come entre las 13:00 y las 15:00. Por último, los resultados indican que el alumnado que asiste a jornada continua dedica más tiempo a pantallas, de media 43 minutos/día más que el alumnado que asiste a jornada partida. Por el contrario el estudio solo encuentra positivo que el alumnado que asiste a jornada continua haga más deporte reglado: de media 16 minutos/día más que el alumnado que asiste a jornada partida, aunque también se reconoce que la encuesta no mide parte de la actividad física no reglada que hacen los alumnos y alumnas de jornada partida en el descanso del comedor (juegos, etc.) que les permite disfrutar de más tiempo en el exterior y a horas más tempranas. 

En cuanto a rendimiento, el estudio indica que en jornada continua se pasa más tiempo haciendo deberes en casa, de media 29 minutos/día más que el alumnado que asiste a jornada partida. A pesar de este esfuerzo extra, la jornada continua no mejora el rendimiento, sino que lo empeora, como avalan los pocos estudios disponibles tanto en Galicia, como en las comunidades de Madrid y Valenciana. 

Por último, el estudio indica que la jornada continua no mejora la conciliación, ya que el alumnado que asiste a jornada continua pasa el mismo tiempo con la familia que el alumnado de partida, las diferencias halladas no son estadísticamente significativas. 

No es de recibo que las evidencias científicas apunten siempre a favor de la jornada partida y que los centros continúen avanzando en la compactación de la jornada escolar ante la impasible mirada de las administraciones educativas, más preocupadas por evitar el conflicto laboral con el profesorado que en proteger la salud, el bienestar y el aprendizaje del alumnado que tiene a su cargo. Urge una moratoria que pare en seco este proceso y urgen análisis con más y mejores datos para ir al fondo de esta cuestión. Para ello las administraciones públicas (sanidad y educación) tienen a su servicio la investigación científica.

También el profesorado y las familias deberían sumarse a este empeño, asimismo preocupados por la salud, el bienestar y el rendimiento del alumnado, pero desde la sociología sabemos que hay diferencias y patrones que solo son visibles en análisis agregados. Se pueden plantear alternativas para que el profesorado pueda disfrutar de una jornada continua, y soluciones de conciliación para las familias, manteniendo una jornada partida para el alumnado. Porque los horarios deben diseñarse en función de las necesidades de los niños y no de las de los adultos. El criterio no puede ser fruto de las presiones de padres y profesorado, sino que se han de configurar los horarios de manera que sean óptimos para la infancia y la adolescencia. El buen trato debido a las y los estudiantes más jóvenes de todo el sistema educativo exige que no se pueda supeditar la vida, la salud y el aprendizaje de todos ellos a los intereses de los adultos.

_______________________

*Lourdes Gaitán Muñoz es presidenta del equipo directivo del Comité de Investigación CI17 de la Federación Española de Sociología, además de socia de infoLibre, y 
Daniel Gabaldón Estevan es investigador Principal del proyecto TIME (El tiempo en la infancia, un Mapeo de España)

Propuestas para un plan de acción con el que reducir el abandono escolar temprano en España. OCDE.

El abandono escolar temprano (AET) puede dar lugar a crecientes desafíos individuales y ocasionar elevados costes económicos 
para los sistemas educativos y las sociedades en general. 
En respuesta, numerosos países de la OCDE y de la Unión Europea 
han convertido la reducción del AET en una prioridad política.



España ha logrado avances significativos en la reducción del AET en los últimos años; en 2022, la tasa de AET era del 13,9%, casi la mitad que una década antes. A pesar de este logro, la tasa media en España sigue estando muy por encima de la meta del 9% fijada por la Comisión Europea y entre las más elevadas de la Unión Europea y la OCDE. Dentro del país también existen disparidades regionales notables con tasas que varían desde el 5% hasta más del 15% entre las diferentes comunidades autónomas.

Esta situación ha llevado al Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP) de España a solicitar la  asistencia de la Dirección General de Apoyo a las Reformas Estructurales de la Comisión Europea (DG REFORM) en apoyo de la ejecución de su programa de reformas orientadas a la reducción del AET. Dicha solicitud sentó las bases para el proyecto «Apoyo para afrontar el abandono escolar temprano en España» de 2021-2023, financiado por la Unión Europea a través del Instrumento de Apoyo Técnico e implementado por la OCDE en colaboración con DG REFORM y el MEFP.

Basándose en datos de investigaciones y buenas prácticas a nivel nacional e internacional, así como
en la aportación especializada de los principales agentes en el ámbito de la educación, el proyecto ha
detectado los puntos fuertes y los retos existentes a la hora de combatir el AET en toda España. Estas
labores han dado lugar a las presentes propuestas de plan de acción, que consta de «cinco áreas de acción», cada una de los cuales incluye una serie de recomendaciones con base empírica destinadas
a adoptar un enfoque coordinado para prevenir y afrontar el AET en todas las comunidades autónomas
y en las ciudades de Ceuta y Melilla.

Este informe ha sido elaborado por Elena Arnal (consultora externa), Alfonso Echazarra (consultor
externo), y por parte de la Secretaría de la OCDE, por Solène Burtz, Inés Sanguino y Marco Kools
(Dirección de Educación y Competencias de la OCDE). Agradecemos especialmente la colaboración
del MEFP, Purificación Llaquet, Juan Carlos Parodi y Eladio Sánchez Martínez, así como las aportaciones realizadas por numerosas partes interesadas del sector educativo en España que participaron en los debates del grupo de trabajo y contribuyeron con valiosas observaciones y opiniones.
También queremos dar las gracias a Elisa Gómez Alemán y a DG REFORM, de la Comisión
Europea, por su apoyo a la puesta en marcha del proyecto.

Ha comenzado el Dipoma en Políticas de Infancia y Adolescencia: Retos Actuales

 Tal como estaba previsto, el día 20 de septiembre ha comenzado a impartirse

el Diploma de la UCM "Políticas de Infancia y Adolescencia, Retos Actuales" 

en colaboración la Asociación GSIA:




Deseamos a los alumnos y al profesorado 
que el transcurso de esta formación les sea especialmente gratificante, 
para que se asienten más cada día en la sociedad 
los derechos de las personas niños, niñas y adolescentes.


Los ODS relacionados con la infancia, cada vez más lejos de lograrse

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) denuncian que millones de niños y niñas están siendo olvidados. Concretamente, dos tercios de los Objetivos de Desarrollo relacionados con la infancia no están en camino de lograrse en 2030.



DIARIO_RESPONSABLE

19 Septiembre 2023





A mitad de camino de la Agenda de 2030, la hoja de ruta que muestra la senda para lograr un bienestar universal, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) denuncian que millones de niños y niñas están siendo olvidados, contraviniendo el principio principal de esa misma Agenda: no dejar a nadie atrás.

Nos acercamos al aniversario número 8 de la creación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y con el trasfondo de la Cumbre de los ODS,  dos agencias de la ONU han dado a conocer sendos informes en los que se destacan que la mayor parte de las metas relacionadas con la infancia no están en el camino para alcanzarse en 2030.


A pesar de los esfuerzos realizados a nivel mundial, es cierto que muchos de los ODS relacionados con la infancia todavía están lejos de alcanzarse para muchos niños y niñas en diferentes partes del mundo. Algunas de las razones detrás de esto incluyen:

  1. Desigualdades económicas y sociales: Las desigualdades económicas y sociales persisten en muchas regiones, lo que dificulta el acceso de los niños a servicios básicos como la educación y la atención médica.
  2. Conflictos armados y crisis humanitarias: En áreas afectadas por conflictos armados y crisis humanitarias, los niños a menudo son los más vulnerables y pueden tener dificultades para acceder a servicios esenciales y disfrutar de una infancia segura y saludable.
  3. Cambio climático y desastres naturales: Los desastres naturales y el cambio climático pueden tener un impacto devastador en la vida de los niños, especialmente en comunidades vulnerables que no cuentan con las medidas de adaptación adecuadas.
  4. Falta de inversión en educación y salud: En algunos lugares, la falta de inversión en educación y salud infantil puede dificultar el progreso hacia los ODS relacionados con la infancia.
  5. Obstáculos culturales y tradicionales: En algunas culturas, las normas y prácticas tradicionales pueden ser un obstáculo para el empoderamiento de las niñas y la promoción de la igualdad de género.

En un informe titulado Progresos en el bienestar infantil: dar prioridad a los derechos de la infancia en la Agenda 2030UNICEF advierte de que, en la actualidad, solo el 6% de la población infantil, alrededor de 150 millones de niños que viven en solo 11 países, ha alcanzado el 50% de las metas relacionadas con la infancia cumplidas. A este ritmo, sólo un total de 60 países, donde vive apenas el 25% de la población infantil, habrán alcanzado sus objetivos para 2030, dejando atrás a unos 1900 millones de niños en 140 países.


Catherine Russell, Directora Ejecutiva de UNICEF declaró que “Hace siete años, el mundo se comprometió a erradicar la pobreza, el hambre y la desigualdad, y a garantizar que todos, especialmente los niños y niñas, tuvieran acceso a servicios básicos de calidad. Pero en el ecuador de la Agenda 2030 nos estamos quedando sin tiempo para convertir la promesa en realidad”. Las consecuencias de no cumplir los objetivos se medirán en vidas infantiles y en la sostenibilidad de nuestro planeta, asegura Russell, quien exhorta a volver al buen camino, lo que “empieza por dar prioridad a los niños y niñas”.


El reporte revela que algunos países de ingresos bajos y medios-bajos son los que más rápido están avanzando. Por ejemplo, según los datos disponibles hasta 2021, Camboya, India, Marruecos, Rwanda y Uganda, entre otros, obtuvieron resultados uniformes en el avance de múltiples metas relacionadas con la infancia. Al respecto, UNICEF destaca que el mundo sigue afrontando los efectos de múltiples crisis, como el COVID–19, el cambio climático, las guerras y la crisis económica, que han paralizado o revertido años de progreso. En particular, la pandemia ha contribuido directamente en los últimos años a provocar un colapso histórico de los servicios de inmunización, y la pobreza del aprendizaje ha aumentado en un tercio en los países de ingresos bajos y medios.


Los Objetivos relacionados con la protección frente a la violencia, la promoción del aprendizaje y la promesa de una vida sin pobreza son los que se encuentran más lejos de sus metas. En particular, la pandemia ha contribuido directamente en los últimos años a provocar un colapso histórico de los servicios de inmunización, y la pobreza del aprendizaje ha aumentado en un tercio en los países de ingresos bajos y medios. Los Objetivos relacionados con la protección frente a la violencia, la promoción del aprendizaje y la promesa de una vida sin pobreza son los que se encuentran más lejos de sus metas.


Finamente, las investigaciones denuncian que la educación se encuentra en estado de emergencia. En el capítulo educativo, datos de la UNESCO muestran que el número de niños y jóvenes sin escolarizar ha aumentado en seis millones desde 2021 y asciende ahora a 250 millones. Este aumento se debe en parte a la exclusión masiva de niñas y mujeres jóvenes de la educación en Afganistán, pero también al continuo estancamiento del progreso de la educación en todo el mundo. Las cifras de escolarización socavan el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 4, que establece el acceso a una educación de calidad universal como muy tarde en 2030.


Si los países cumplieran sus metas nacionales, 4, 6 millones más de niños en edad de ingresar en la escuela primaria participarían hoy en la enseñanza preescolar, 58 millones más de niños, adolescentes y jóvenes estarían escolarizados, y al menos 1,7 millones más de docentes de primaria habrían sido formados, según el análisis de la UNESCO.

El Museo del Traje y el Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil acercan la cultura, la creación y la moda a la adolescencia

Cultura que transforma’ une moda y museos en la lucha contra la desigualdad. 

El programa, iniciativa del Ministerio de Cultura y Deporte y el Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil, pone en marcha ‘DiseñAR-T’ en el Museo del Traje-Centro de Investigación del Patrimonio Etnológico, una propuesta de participación cultural dirigida a adolescentes.


Museo del Traje y 

Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil, 

Programa ‘DiseñAR-T’


El programa, que cuenta con la colaboración de Mango, tiene el objetivo de proporcionar una actividad extraescolar cultural de calidad a adolescentes en el Museo del Traje, museo de titularidad estatal dependiente del Ministerio de Cultura y Deporte, que genere el hábito de la visita a los museos, favorezca su desarrollo personal y fomente orientaciones profesionales.


DiseñAR-T’ consiste en una actividad extraescolar destinada a adolescentes de entre 12 y 16 años a celebrar una tarde a la semana durante el curso escolar 2023-2024. Debido al éxito de la primera edición, se plantean dos niveles educativos: uno de iniciación y otro avanzado, teniendo cada grupo 15 participantes. Las sesiones serán eminentemente prácticas con una breve introducción teórica que podrá hacerse bien en el taller, bien en la exposición permanente del museo.


Moda y museos contra la desigualdad


El programa DiseñAR-T está dirigido a adolescentes de doce a dieciocho años provenientes del programa CaixaProinfancia y Fundación Balia y se desarrollará cada martes del calendario escolar –un total de diecisiete sesiones desde febrero a junio– en horario de tarde.


La actividad, tanto teórica como práctica, consiste en una visita dinámica a través de las colecciones, seguida de un ejercicio práctico que variará según los contenidos de la visita. Para su desarrollo, se contará con la participación de profesionales del sector, que trasladarán de primera mano su experiencia, destacando el diseñador Lorenzo Caprile como embajador del programa.


La finalidad del programa es descubrir, explorar y desarrollar todos los trabajos que convergen en la industria textil y el sector de la moda: desde el diseño y la producción de una prenda, pasando por los sistemas de difusión de la moda más actual, hasta su designación como representación cultural y consecuente conservación en el Museo.


Se hablará de conceptos de forma transversal como la identidad y la imagen personales, los códigos y el lenguaje de la moda y sus complementos, los modelos de consumo y el impacto medioambiental de la industria textil. También habrá espacio para la reflexión sobre conceptos clave dentro de la filosofía del Museo, tales como las identidades de género, el canon y la normatividad de la imagen. Al final del curso se celebrará un acto en el que las y los participantes exhibirán sus trabajos en público.


‘Cultura que transforma’


‘DiseñAR-T’ forma parte de ‘Cultura que transforma’, programas puestos en marcha por el Ministerio de Cultura y Deporte y el Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil, para promover la participación en cultura de niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad y asegurar el acceso a los beneficios que esta comporta. 

Se vinculan con seis ejes culturales: bellas artes, cine, música, teatro, danza y literatura. En total, se han puesto en marcha ocho programas en diferentes territorios en ramas como el fomento de la lectura durante la primera infancia, talleres en museos, creación cinematográfica, práctica musical colectiva o campamentos de verano ‘multiartes’. 

Además, se han desarrollado dos redes de ámbito estatal: la Red Música Social, que tiene el objetivo de fomentar la inclusión a través de la práctica musical colectiva; y la Red Estatal de Promoción Lectora Infantil y Juvenil ‘Leer Transforma’, dedicada a impulsar la lectura y la cultura a través de actividades lúdicas y didácticas.