La repercusión de los conflictos armados sobre los niños y niñas de todo el mundo ha alcanzado niveles devastadores –y, probablemente, sin precedentes– en 2024, según un análisis de UNICEF sobre los datos más recientes disponibles y las tendencias mundiales predominantes.
28 Diciembre 2024
UNICEF/UNI589800/Subieh Sila, una niña de 4 años, perdió su pierna derecha cuando su casa fue bombardeada en Gaza. También perdió a su madre, su padre y sus tres hermanas, Saba, Farah y Laila. |
Se calcula que más niños y niñas que nunca están viviendo en zonas de conflicto o se encuentran desplazados por la fuerza a causa de las guerras y la violencia. Los derechos de la infancia se ven sistemáticamente vulnerados en este tipo de situaciones, y un número récord de niños y niñas afectados por conflictos han muerto o han resultado heridos[1], se han visto obligados a abandonar la escuela, no han recibido las vacunas esenciales o padecen graves niveles de desnutrición. Además, se prevé que las cifras sigan aumentando. Los conflictos generan aproximadamente el 80% de todas las necesidades humanitarias en el mundo[2], al ser uno de los causantes de la interrupción de servicios esenciales como el agua potable, los alimentos y la atención médica.
Más de 473 millones de niños y niñas –al menos 1 de cada 6 a nivel mundial– viven actualmente en zonas afectadas por conflictos[3]. El número de situaciones de conflicto en todo el mundo es el más alto registrado desde la Segunda Guerra Mundial[4]. Además, el porcentaje de niños y niñas que viven en estas regiones se ha duplicado, pasando de alrededor del 10% en la década de 1990 a casi el 19% en la actualidad[5].
A finales de 2023, la cifra de niños y niñas desplazados por los conflictos y la violencia ascendía a 47,2 millones[6]. Las tendencias registradas en 2024 revelan un aumento adicional en el número de niños y niñas desplazados por la intensificación de los conflictos, en particular en el Estado de Palestina, Haití, Líbano, Myanmar y Sudán. Los niños y niñas representan el 30% de la población mundial, pero, en promedio, suponen alrededor del 40% de las personas refugiadas y el 49% de los desplazados internos[7]. En los países afectados por los conflictos, un promedio de más de una tercera parte de la población es pobre (34,8%), lo que contrasta con una tasa de poco más del 10% en los países que no sufren conflictos[8].
“Según casi todos los indicadores, 2024 ha sido uno de los peores años de la historia de UNICEF para los niños y niñas que viven en zonas en conflicto, tanto por el número de niñas y niños afectados como por la magnitud del impacto que estos conflictos tienen en sus vidas”, ha declarado Catherine Russell, Directora Ejecutiva de UNICEF. “Un niño o una niña que crece en una zona de conflicto tiene muchas más probabilidades de no estar escolarizado, de sufrir desnutrición o de verse obligado a abandonar su hogar –en ocasiones, con demasiada frecuencia– que un niño o una niña que vive en una región en paz. Esto no debe convertirse en la nueva normalidad. No podemos permitir que toda una generación de niños y niñas se conviertan en víctimas colaterales de las guerras descontroladas que azotan al mundo”, ha añadido.
Según los últimos datos disponibles, referidos a 2023, las Naciones Unidas constataron un total de 32.990 violaciones graves cometidas contra 22.557 niños y niñas[9], la cifra más alta desde que se inició el seguimiento por mandato del Consejo de Seguridad. Dada la tendencia mundial al alza en el número de violaciones graves –en Gaza, por ejemplo, miles de niños y niñas han muerto y otros tantos han resultado heridos, y las Naciones Unidas constataron más víctimas infantiles en Ucrania en los nueve primeros meses de 2024 que en todo 2023[10]–, es probable que las cifras de este año sean aún más altas.
La situación de las mujeres y las niñas es especialmente preocupante en situaciones de conflicto, habida cuenta de las denuncias generalizadas de casos de violación y violencia sexual. En Haití, por ejemplo, en lo que va de año, el número de denuncias de casos de violencia sexual contra la infancia ha aumentado en un 1000%[11]. En estas situaciones, además, los niños y niñas con discapacidad suelen estar expuestos de forma desproporcionada a la violencia y la vulneración de sus derechos.
La educación también se ve gravemente perturbada en las zonas donde hay conflictos. Se calcula que en los países afectados hay más de 52 millones de niños y niñas sin escolarizar. Los niños y niñas de la Franja de Gaza y buena parte de los de Sudán, por ejemplo, llevan más de un año sin ir a la escuela, y en países como Ucrania, la República Democrática del Congo y Siria, los centros educativos han sido dañados, destruidos o utilizados con otros fines, lo que ha dejado a millones de niños y niñas sin acceso a la educación. La destrucción de las infraestructuras educativas y la falta de seguridad en las inmediaciones de las escuelas han exacerbado una situación que ya de por sí planteaba trabas para la educación de los niños y las niñas de estas regiones.
La desnutrición infantil en las zonas en conflicto también ha alcanzado niveles alarmantes. En efecto, los conflictos y la violencia armada siguen siendo las principales causas del hambre en muchas zonas críticas, al perturbar los sistemas alimentarios, provocar desplazamientos de población y obstaculizar el acceso de la ayuda humanitaria. En Sudán, por ejemplo, este año se ha declarado la primera situación de hambruna desde 2017, concretamente en Darfur del Norte. Por otro lado, se calcula que en 2024 más de medio millón de personas de cinco países afectados por conflictos están viviendo en la Fase 5 de la CIF*, la situación más extrema en la escala de inseguridad alimentaria[12].
Los conflictos también tienen un efecto devastador sobre el acceso de la infancia a los servicios de salud básicos. Alrededor del 40% de los niños y niñas que no están vacunados o que no han recibido todas sus vacunas viven en países parcial o totalmente afectados por conflictos[13]. Estos niños y niñas suelen ser los más vulnerables a brotes de enfermedades como el sarampión y la poliomielitis, debido a la inseguridad y a la falta de acceso o la interrupción de los servicios de salud y nutrición.
La repercusión sobre la salud mental de los niños y niñas también es enorme. En los más pequeños, la exposición a la violencia, la destrucción y la pérdida de seres queridos puede manifestarse mediante depresión, pesadillas y trastornos del sueño, así como a través de comportamientos agresivos o retraídos, tristeza y miedo.
El año 2024 también se ha convertido en el más mortífero de la historia para el personal humanitario: 281 trabajadores humanitarios han muerto en todo el mundo, una cifra que supera las registradas anteriormente[14].
“Los niños y las niñas que viven en zonas de guerra luchan cada día por sobrevivir y eso les roba su infancia”, ha afirmado Catherine Russell. “Sus escuelas son bombardeadas, sus casas quedan destruidas y sus familias, devastadas. No solo se ven privados de la seguridad y la posibilidad de satisfacer sus necesidades vitales básicas, sino también de la oportunidad de jugar, de aprender o de disfrutar de su infancia. El mundo está dejando de lado a estos niños y niñas. En 2025, debemos hacer todo lo posible para invertir la tendencia y salvar y mejorar la vida de la infancia”, ha añadido.
UNICEF hace un llamamiento a todas las partes en conflicto y a todos aquellos que tienen influencia en ellas para que tomen medidas decididas que pongan fin al sufrimiento de los niños y las niñas, garanticen el respeto de sus derechos y cumplan sus obligaciones de conformidad con el derecho internacional humanitario.
[1] Informe anual del Secretario General para la cuestión de los niños y los conflictos armados
[2] Estrategia del Grupo del Banco Mundial sobre la reducción de la fragilidad, los conflictos y la violencia 2020-2025, Grupo del Banco Mundial, febrero de 2020 (en inglés).
[3] Instituto de Investigación para la Paz de Oslo (PRIO)
[4] Índice de Paz Mundial
[5] Instituto de Investigación para la Paz de Oslo (PRIO)
[6] https://data.unicef.org/topic/child-migration-and-displacement/displacement/
[7] Informe sobre Tendencias Globales de ACNUR
[8] https://www.undp.org/es/comunicados-de-prensa/1100-millones-de-personas-viven-en-situacion-de-pobreza-multidimensional
[9]tps://childrenandarmedconflict.un.org/2024/06/2023-alarming-levels-of-violence-inflicted-on-children-in-situation-of-armed-conflict
[10] https://www.unicef.org/press-releases/unicef-executive-director-catherine-russells-remarks-united-nations-security-0
[11] https://www.unicef.org/press-releases/remarks-unicef-executive-director-catherine-russell-ecosoc-special-session-haiti
[12] https://www.ipcinfo.org/ipcinfo-website/ipc-dashboard/en/
[13] https://www.unicef.org/es/inmunizacion/inmunizacion-y-conflictos
[14] https://www.unocha.org/news/un-relief-chief-decries-bullets-and-bombs-against-aid-workers