Jugar en la calle para salvar el planeta. Jugar en entornos naturales debería ser un derecho de la infancia.

Hoy la infancia tiene menos oportunidades de conectar con la naturaleza que las que tuvieron otras generaciones. Una tendencia que es necesario revertir por su salud y la del planeta.la naturaleza no es un lujo estético para urbanitas sino un factor indispensable para nuestro bienestar.

DAVID F. SABADELL

Trepar a los árboles, bañarse en ríos, recoger piedras o comer moras parecen actividades propias de la infancia
Sin embargo, cada vez está más lejos de la realidad. Hoy en día, los niños y niñas pasan menos tiempo del recomendado al aire libre y su contacto con el medio natural es, a menudo, escaso. La recomendación de jugar más de una hora al día en espacios abiertos no la cumplen el 82 % de los y las niñas españolas y ello a pesar de que es importante para su desarrollo físico, mental y social. Durante el confinamiento de 2020 los más pequeños estuvieron semanas sin poder salir a la calle y en muchas ciudades los parques infantiles estuvieron cerrados durante meses. En el medio rural, donde parece que las cosas deben ser diferentes, la ausencia de servicios públicos obliga a pasar bastante tiempo al día en un autobús o un coche para poder llegar al colegio.
Los tiempos han cambiado y el vínculo que nos une a la naturaleza parece estar más roto que nunca. Esto afecta especialmente a las generaciones más jóvenes. En 2005 el periodista y escritor, Richard Louv, publicaba el libro “Los últimos niños en el bosque” en el que introducía el concepto “Trastorno por déficit de naturaleza” y reivindicaba la necesidad de recuperar el contacto directo con el medio natural para garantizar un mejor desarrollo social, emocional y físico de las niñas y niños. Este autor ha estudiado la ruptura generacional con el medio natural, de manera que las más jóvenes han ido perdiendo la cercanía que las generaciones mayores tuvieron en su infancia con la naturaleza.
Que hayamos llegado a este punto tiene que ver con varias cuestiones, pero sin duda es reflejo de un sistema de valores que nos ha hecho creer que podemos vivir de espaldas a ella. Parece, como señala Louv, que jugar en la naturaleza es improductivo. La relación disfuncional que tenemos con el medio ambiente también la investiga Lucy Jones en su libro “Perdiendo el Edén”. Esta autora británica nos recuerda que la naturaleza no es un lujo estético para urbanitas sino un factor indispensable para nuestro bienestar. Como no podía ser de otra manera, la infancia ocupa una parte importante del libro.
La ausencia de vínculo con el medio natural tiene repercusiones sobre nuestras vidas y afecta de manera importante en la infancia. La relación con la naturaleza y el juego al aire libre en las etapas tempranas de la vida facilitan el desarrollo y el aprendizaje. El juego creativo se estimula más en las zonas verdes y es beneficioso para el crecimiento emocional, social y psicológico. También se ha relacionado el contacto con el medio natural con la reducción de los niveles de estrés y el aumento de la confianza. Y teniendo en cuenta lo sedentario que es nuestro modo de vida actual salir al campo implica una actividad física muy beneficiosa. 
Además, Jones plantea que de la misma manera que pasar tiempo al aire libre sirve para que niñas y niños fomenten sus relaciones sociales, como miembros de su comunidad, también es necesario para que tomen consciencia de que forman parte de una comunidad más grande: la Tierra. Y esto, en su opinión, es una cuestión de salud pública porque es necesario conocer y amar la naturaleza, entender nuestra ecodependencia, para poder protegerla.
No es tan fácil crecer al aire libre
Sin embargo, salir a jugar a la calle (y no digamos al campo) resulta bastante complicado. En el diseño de las ciudades (donde vive la mayoría de la población) se ha prestado muy poca atención a las necesidades de las más pequeñas. Teniendo en cuenta que el 80 % del espacio público de la ciudad está destinado a los coches (aparcados o en movimiento) y que las ciudades de nuestro entorno están diseñadas para facilitar el tráfico a motor, resulta fácil comprender por qué la ciudad no está diseñada para la infancia. De la misma manera, también es fácil entender que hayan surgido movimientos como la “revuelta escolar” para reclamar espacios más saludables y vivibles. 
La OMS recomienda que en las ciudades haya entre 10 y 15 m2 de espacio verde por habitante y que estén a menos de 300 metros de distancia de su hogar. El Instituto de Salud Global de Barcelona ha realizado una clasificación en la que analiza la disponibilidad de zonas verdes en diferentes ciudades europeas. Su estudio arroja la conclusión de que el 62 por ciento de las personas de los lugares estudiados viven en sitios con menos acceso a zonas verdes que lo que recomienda la OMS. Además, como señala Jones en su libro, las personas que viven en zonas con bajos ingresos tienen aún menos posibilidades de acceder a zonas verdes, más aún si es necesario desplazarse para ello.
Las escuelas no están preparadas para hacer frente a esta necesidad de naturaleza. Cuanto más edad se tiene, más tiempo de estudio se pasa dentro del aula (las clases en el exterior son excepcionales o directamente inexistentes) y hay que dedicar más tiempo a las tareas escolares. Si pienso en los colegios de la ciudad en la que vivo, a todos se puede llegar en coche hasta la entrada y unos cuantos están situados junto a vías con mucho tráfico. En sus patios apenas hay árboles y, desde luego, el patio escolar es de cemento. El Real Decreto 132/2010 que recoge los requisitos mínimos que deben cumplir los centros escolares sólo establece que cuenten con un patio de recreo, sin necesidad alguna de que cuente con zonas verdes. Es evidente que no es lo mismo jugar en un espacio verde que en uno árido. Más, cuando en muchos casos, el tiempo de recreo es el único rato al día que muchos menores pasan al aire libre.
Lucy Jones duda en su libro de si nuestra sociedad está decidida a impedir que los niños jueguen en la naturaleza al aire libre. Una afirmación devastadora en tiempos de crisis ambiental y que se traduce no solo en la pérdida de experiencias sino también de conocimiento. El analfabetismo ecológico, fruto de la desconexión con la naturaleza, recuerda Jones, hace aún más peligrosas las consecuencias derivadas de la pérdida de biodiversidad y de la crisis climática.  
Es difícil proteger algo que ni conoces, ni amas y menos aún cuando se educa en la idea de que la naturaleza es ajena, sucia, peligrosa. Richard Louv reflexiona en su libro sobre la idea de que las generaciones más jóvenes son más conscientes de los problemas globales que amenazan a nuestro planeta, como la pérdida de biodiversidad o la crisis climática, pero han perdido intimidad y experiencias directas en el medio natural. Justo al contrario que las generaciones mayores (como la suya) que pasaron su infancia jugando al aire libre, pero no eran conscientes de la conexión global. Así quizá no sea tan casual, que muchas de las activistas y ecologistas adultas lo sean por “inspiración temprana”, llamadas a proteger lo que amaron de peques.
Jugar en entornos naturales debería ser un derecho de la infancia
Se hace necesario facilitar poder jugar más en espacios verdes al aire libre y aumentar el conocimiento de nuestro entorno. Naciones Unidas establece que una de sus Objetivos del Milenio sea proporcionar acceso universal a zonas verdes y espacios públicos, ya que ofrecen “oportunidades para mejorar la salud y la calidad de vida de todos los habitantes de las ciudades”. Existen iniciativas que Lucy Jones narra en su libro, como es el caso de Suecia, que ha puesto en marcha iniciativas para el juego al aire libre con el objeto de que se recupere el “juego simbólico y la recuperación contemplativa”. Otro ejemplo que muestra como hay un interés por recuperar los espacios de juego naturales son las escuelas de bosque en Reino Unido, dedicadas a aprender y jugar en un área natural. Las reglas del juego que cuenta Jones en su experiencia en una de ellas: “Nada de pelear con palos. Nada de niños por un lado, niñas por otro. Sed amables y considerados. No os metáis en la boca nada que no sepáis qué es”.
Una de las niñas entrevistadas por Richard Louv para su libro, Lorie, reclama: “Tendríamos que tener los mismos derechos que tenían los adultos cuando eran pequeños”. Las oportunidades de conectar con la naturaleza son mucho menores para los y las niñas de hoy en día que lo que era hace unas décadas. Así que es necesario encontrar maneras de que puedan volver a disfrutar de los juegos en el exterior, investigar y estar en el campo, y hacerlo de forma autónoma.
Esto pasa por rediseñar las ciudades, en las que las zonas verdes no sean un trozo de césped, sino un espacio seguro y saludable en el que recuperar la conexión con la naturaleza independientemente del lugar en que vivas o la renta disponible. Pero no solo hay que recuperar los espacios, sino también el momento. Es necesario facilitar los tiempos de juego al aire libre, como una parte vital del desarrollo infantil, concediéndoles la importancia que merecen y ocupando su momento dentro de sus actividades diarias, incluso en la escuela.

El niño que levantaba la mano.

La participación es fundamental en el desarrollo integral de las niñas y niños.

Presidente de UNICEF España. 

España acaba de dar un paso de gigante para avanzar en el cumplimiento de los derechos de una parte especialmente sensible de la sociedad: la creación del Consejo Estatal de Participación Infantil y Adolescente, un hito en el avance de la Convención sobre los Derechos del Niño
Se trata de un órgano permanente y estable de consulta, representación y de participación de las niñas, niños y adolescentes, adscrito al Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. A partir de ahora, 8,3 millones de niñas y niños tendrán un foro de participación en el que expresar libremente sus ideas. El Consejo nace con el fin de ser portavoz e interlocutor de la infancia ante las instituciones públicas y su puesta en marcha da respuesta a una demanda que las organizaciones de infancia vienen reclamando desde hace tiempo.

No son pocos los motivos por los que es necesaria la apuesta por la participación infantil: La Convención sobre los Derechos del Niño señala que todas las niñas y niños tienen derecho a ser escuchados, a expresar su punto de vista libremente sobre todo asunto que les afecte. El de la participación es un derecho transversal que facilita el ejercicio del resto de los derechos recogidos en esa Convención y hace referencia a estar informado, involucrado y tener influencia sobre las decisiones y asuntos que afectan a su vida.

La participación es factor fundamental en el desarrollo integral de las niñas y niños. La experiencia de participar es algo personal e intransferible, promueve habilidades de protección, resiliencia, comunicación y fomenta la iniciativa, el pensamiento crítico y los sentimientos de compromiso y responsabilidad. Es un mecanismo de gobernanza y capacidad democrática. Mediante el ejercicio del derecho a la participación, los niños y niñas experimentan un rol activo y útil en la familia, en sus centros, en su comunidad, en su país. Pero es que, además, la participación implica o facilita las relaciones de poder más equitativas entre los adultos y la infancia. Esto no supone que los niños deban asumir responsabilidades que les corresponden a los adultos, pero el desarrollo saludable de la infancia depende también de que se les permita relacionarse con el mundo, tomar decisiones de manera independiente. ¿No son los niños, niñas y adolescentes expertos de lo que necesita la infancia y la adolescencia? En ese caso la sociedad debe tener en cuenta sus propias visiones. El derecho a ser escuchado o a la participación es un elemento esencial que da legitimidad, coherencia y fomenta el respeto de los derechos humanos en cualquier proceso, iniciativa, política o ley. Y para que sea real debe garantizarse con políticas apoyadas con inversión suficiente.

Las niñas, niños y adolescentes tienen hoy más cerca la participación real en la construcción de la sociedad en la que viven y cuyo futuro representan. La niña o el niño que levante la mano en ese Consejo tendrá que ser escuchado para avanzar en la creación de un entorno político, social y cultural donde se fomente la ciudadanía y donde los adultos y la infancia puedan tomar decisiones conjuntamente para el bien común.

La nueva publicidad infantil entra en los hogares a través de vídeos divertidos y cotidianos protagonizados por niños reales de carne y hueso.

Niños ‘influencers’( niños influyentes) y regalos de Navidad: 
¿dónde está el límite de la nueva publicidad de juguetes?. 
¿Niños Trabajadores en la Publicidad?. ¿...en la publicidad dirigida a sus coetáneos?

Llega la Navidad un año más y con ella la publicidad de juguetes. Más allá de los anuncios tradicionales, la nueva publicidad infantil entra en los hogares a través de vídeos divertidos y cotidianos protagonizados por niños reales de carne y hueso. Este artículo analiza el papel que están ocupando los kid influencers –niños influencers– en Youtube, por qué resultan tan atractivos y ofrece evidencias de su influencia.

El objetivo es hacer una llamada a una mayor regulación de este tipo de publicidad y, sobre todo, al fomento de una educación digital publicitaria en familia y en la escuela, la mejor y más útil herramienta que tenemos a nuestra disposición.


Los reyes del consumo de medios infantil

Youtube se ha convertido en el rey del consumo infantil, por encima de la televisión tradicional e incluso de las plataformas de streaming. Durante el confinamiento de 2020, el 78 % de los niños veían con asiduidad vídeos de Youtube. Ahora es la plataforma favorita de los niños entre 5-14 años, que pasan en ella una media de 85 minutos al día.

Dentro de este medio de comunicación es creciente la presencia de los llamados kid influencers. Son niños y niñas que graban actividades cotidianas (jugar, comer…) en vídeos de formato corto y divertido. Muchas veces, ayudados por sus padres y con contenido de marcas incluidos. Estos influencers tienen millones de visualizaciones e incluso están doblados en múltiples idiomas.

No consuma noticias, entiéndalas.

Algunos de los kids más populares en Youtube son El mundo de Ryan, con 30 millones de suscriptores (y que ha dado el salto a la televisión: en España lo podemos ver en Clan TV) o Sis and Bro, con más de 16 millones. En español, son muy conocidas Las Ratitas (24 millones de suscriptores) o Dani y Evan (3,16 millones), que han sacado incluso libros de sus aventuras.

Esta plataforma basa sus recomendaciones en algoritmos e insiste en el contenido que sabe que gusta a cada niño. Así, hace que nuestros hijos puedan pasar horas “pegados” a una pantalla viendo a otros niños abrir sobres sorpresa o jugar con sus juguetes en bucle. Horas y horas de los mismos impactos. Pero ¿saben los niños identificar que muchos de esos vídeos son publicidad?, ¿influyen en sus decisiones de compra?, ¿debemos ponerles límites?

Influencia probada: “Quiero eso”

La influencia de la publicidad en los niños es uno de los temas más trabajados desde la comunidad científica. 
Las investigaciones nos dicen que los niños a partir de cinco años empiezan a distinguir la publicidad tradicional de otro tipo de contenido. Pero hasta los 9-11 no comprenden correctamente la intención persuasiva de estos mensajes. Además, los niños en edad escolar pueden diferenciar la publicidad, pero no muestran resistencia cuando el mensaje persuasivo viene de sus redes de confianza o celebridades. Es decir, les influye más un contenido que viene de un influencer que de un spot tradicional.

La influencia de los kid influencers se produce en un proceso persuasivo de diferentes capas:

  1. Los niños quedan fascinados por una estética divertida e inmersiva que les hace tener una actitud positiva hacia el personaje y lo anunciado.

  2. Se crea una ilusión de intimidad que genera una relación especial con esos personajes en el tiempo (algo que se llama parasocial interaction).

  3. Se produce una identificación aspiracional con ellos, tal y como también sabemos que ocurre con los personajes de ficción seriada. De ahí que muchos padres y madres habrán escuchado a sus hijos decir “quiero eso” cuando ven este tipo de vídeos. Quieren tener lo que tienen ellos y, finalmente, ser como ellos.

Con la señalización no es suficiente

Aunque algunos de estos vídeos estén identificados como publicidad cuando hay una marca (no lo están todos), su influencia comercial sigue siendo predominante en unos niños que no tienen la madurez crítica necesaria para entender completamente un mensaje publicitario. Muchos de ellos ni siquiera saben leer de manera correcta, por lo que habría que armonizar una señalización que incluyera avisos orales, entre otras cuestiones. Es necesaria más regulación de este tipo de contenido publicitario por parte de las plataformas: reducir la presencia de marcas, las recomendaciones que hace el algoritmo y valorar qué tipo de productos es adecuado que se publiciten. Mención especial se llevarían, por ejemplo, la comida ultraprocesada que tan presente está en estos contenidos y que puede promover un estilo de vida poco saludable entre los pequeños, aunque no haya una marca concreta detrás.

Fomento del consumismo exacerbado

No podemos poner vallas al campo inmenso que es Youtube. Tampoco hay que alarmarse porque mucho del contenido de juguetes que ven es inofensivo, aunque de manera reiterada puede fomentar un consumismo exacerbado, especialmente en esta época del año, o no coincidir con los valores que quieren inculcar los padres.

Se recomienda ampliar el contenido que los niños pueden ver en Youtube y reducir o negociar el cambio de vídeos si han estado mucho tiempo viendo un tipo de contenido específico como los kid influencers. Sobre todo, es bueno sentarnos con ellos para reflexionar cuando aparezca una marca en ese contenido y reflexionar con ellos sus decisiones de consumo.

Por otro lado, es muy recomendable analizar este tipo de contenido en los colegios desde las primeras etapas de Educación Infantil, ya que la reflexión pausada con otros compañeros reforzará la actitud crítica y una auténtica alfabetización mediática que irá creciendo con los años.

Tal y como nos muestra la ciencia, los niños pueden aprender a entender la publicidad, también en los complejos escenarios en línea. Y es lo más efectivo que tenemos por el momento.

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N.R.: En todo esto hay  un trasfondo que recorre toda esta sociedad: estos fenómenos que "padecen" los niños, ¿no son similares a los que "disfrutan" los mayores de edad?. Usando indebidamente el concepto "infantilización"  hay estudios y se han hecho análisis similares sobre los adultos y la publicidad, en los que la posición de una parte no pequeña de la sociedad adulta se vería perfectamente y similarmente retratada. 
Si parte de la sociedad importante adulta no está madura para soportar, analizar y comprender la presión, los significados y la potencia persuasiva de la publicidad, por qué hemos de hacer lo "apropiado" con los niños, y no con los adultos?. 
Y si un ejemplo vale más que mil palabras,  qué pretendemos con sermonear, restringir a los niños..., si los adultos se dejan llevar, alucinan... con los anuncios igual que aquellos?.
¿No estará esta contradicción más allá de donde la estamos planteando?.

Otro punto importante es la perspectiva de niños trabajadores de estos niños influyentes.

Mi pregunta sobre la vacuna es…

 ¿Qué es importante que niños y niñas sepan sobre la vacuna contra el coronavirus?

Hemos pedido a las familias amigas que forman parte de la Comunidad de Mientras Creces que nos trasladen las dudas que sus hijas e hijos pudieran tener sobre esta vacuna. A sus inquietudes ha respondido Quique Bassat, pediatra y epidemiólogo, investigador del equipo del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y coordinador del grupo de trabajo de la Asociación Española de Pediatría para la Reapertura de la Escolarización.
Video preguntas de los niños
El 15 de diciembre comenzó en España la vacunación infantil contra la Covid. A 27 de diciembre, cuando se cumple un año de la vacunación masiva en el país, un 23% de los 3,3 millones de niños y niñas entre 5 y 11 años ya han recibido al menos una dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech, según el informe de vacunación del Ministerio de Sanidad. Esta vacuna contiene una tercera parte del compuesto activo de las dosis de los adultos.

El impacto leve o asintomático del virus en este grupo de edad, los miedos a posibles riesgos de la vacuna y las dudas que se han generado fruto de la infodemia llevan a muchos adultos a plantearse si es idóneo o no vacunar a sus hijos e hijas.

El último informe Covid-19 del Instituto de Salud Carlos III, con fecha 9 de diciembre, señala que desde el inicio de la pandemia se han producido 20 muertes en niños de 0 a 9 años, 188 ingresos en UCI y 3.457 hospitalizaciones (tabla 7). Desde el 14 de octubre de 2021, las defunciones en este grupo de edad (de 0 a 9 años) han sido 3, los ingresos en UCI 8 y 184 hospitalizaciones (tabla 4).

Lejos de imponer una decisión, nuestro objetivo desde Mientras Creces es preceder la decisión final de un diálogo familiar, donde niños y niñas sean participantes -si así lo requieren- y puedan plantear no sólo preguntas sino también sus opiniones.

¿Qué es importante que niños y niñas sepan sobre la vacuna contra el coronavirus?

Preguntamos a Bassat, quien también es director del programa de Malaria en ISGlobal, cuáles son los aspectos que, en su opinión, debieran conocer niños y niñas sobre la vacuna contra el coronavirus cuando reflexionen si es importante o no vacunarse.
1. La vacuna contra el coronavirus duele… como todas las vacunas
«La primera pregunta que me hacen todos niños es si va a doler», confiesa Bassat, quien no duda en responder con un sí. «No os puedo mentir, dolerá un poquito cuando os pongan esa vacuna, igual que os duele cualquier otra vacuna, pero el beneficio que recibiréis al poneros la vacuna es tan grande que vale la pena aguantar esos pocos segundos de pupa que hace la inyección, porque luego estaréis bien protegidos contra este virus», explica Bassat.
2. Es bueno estar protegidos contra la enfermedad
Bassat entiende que niños y niñas tengan dudas de por qué es necesario vacunarse ahora, casi dos años después del inicio de la pandemia, y cuando siempre se ha dicho que los niños tienen poca enfermedad por el coronavirus. «Quizá lo más importante es que en unos pocos niños la infección por coronavirus puede causar una enfermedad muy grave. Y es verdad que es poco frecuente, y es verdad que las posibilidades de que eso ocurra son muy bajitas. Pero si tienes la mala suerte de ser tú el que va a ingresar en el hospital por culpa del coronavirus, seguro que tú y tus padres querrían evitarlo», argumenta.
Para Bassat también es importante tener en cuenta no sólo la enfermedad aguda que puede producir el virus, sino los efectos de la enfermedad a más largo plazo. Se refiere al covid persistente, que es cuando semanas o meses después de haberse infectado, la gente sigue teniendo problemas. «Y eso pasa también en los niños, y es algo que las vacunas también pueden evitar», recuerda.
Por todo ello Bassat insiste que «es muy bueno que estéis protegidos contra la enfermedad, aunque la enfermedad en vuestro grupo de edad sea una cosa muy poco frecuente».
3. Vacunados, contribuimos a evitar la infección en otras personas
Los menores de 12 años, al ser el grupo de edad que queda por vacunar, es quien ha acumulado más infecciones en las últimas semanas. «Vacunaros a vosotros ayudará a que no haya tanta transmisión y haya menos infecciones. Y si hay menos infecciones estaremos un paso más cerca de que este virus deje de ser un problema como país», alienta el epidemiólogo.
Además de prevenir la infección y evitar que las personas se pongan enfermas, la vacunación también busca romper con la cadena de infecciones y proteger a las personas sobre las que este virus tiene un mayor impacto y causa más muertes, especialmente las personas mayores. En este sentido, para Bassat es importante señalar que la vacuna en niños ayudará a evitar que muchos de sus abuelos y abuelas se infecten en caso de que los más pequeños tengan la mala suerte de tener coronavirus.
Si bien las vacunas sí evitan la infección, aún no se sabe cuánto. En esta sexta ola de la pandemia hemos visto cómo personas vacunadas se han contagiado y han transmitido el virus. Por eso, desde el ámbito sanitario se insiste en mantener las medidas de prevención que nos han acompañado todo este tiempo de pandemia: mascarilla, lavado de manos y distancia.
4. Todas las vacunas tienen riesgos
«Todas las vacunas tienen riesgos, a veces después de ponerte una vacuna tienes fiebre, o te encuentras mal. Son los efectos secundarios. Hay efectos secundarios que son más graves y otros más leves. Lo que sabemos hasta ahora es que la vacuna, en la edad de menos de 12 años, es una vacuna muy segura, y que causa muy pocos problemas», reafirma Bassat, consciente de que esta es una de las mayores preocupaciones de niños y padres.

Se invita a los niños y niñas de todo el mundo a participar en las consultas al primer borrador de la Observación nº 26.

 



Participar en las consultas al primer borrador Observación nº 26.
Y a presentar su candidatura al Equipo Asesor Infantil
Se trata de crear normas universales para que los gobiernos defiendan 
los derechos de la niñez afectados por la crisis medioambiental y climática.

El Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas está dando un paso importante 
para responsabilizar a los gobiernos de garantizar que los niños y niñas vivan en un mundo limpio, verde, sano y sostenible.

Consulta global en línea

Invitamos a la comunidad mundial a que comparta su opinión sobre cómo los derechos de la niñez se ven afectados por los daños medioambientales y qué deben hacer los gobiernos para defender estos derechos.

Tus contribuciones ayudarán a formar el primer borrador de la Observación General No. 26, normas universales de la ONU para que los gobiernos defiendan los derechos de los niños y niñas afectados por la crisis medioambiental y climática.

¡Así que únete! Desde defensores de los indígenas, del medio ambiente, de los derechos de los niños y niñas, de los inmigrantes, del género hasta de la discapacidad, todos tienen algo valioso que decir.

17 de diciembre de 2021 - 15 de febrero de 2022
Este cuestionario también está disponible en francés y inglés
***Los cuestionarios no pueden guardarse. Por lo que le recomendamos que eche un vistazo a las preguntas antes de enviarlas.***

Equipo Asesor Infantil

Se invita a los niños y niñas de todo el mundo a presentar su candidatura al Equipo Asesor Infantil que ayudará a guiar al Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas en la elaboración de la Observación General N.º 26, una guía de la ONU para que los gobiernos protejan los derechos de los niños y niñas afectados por la crisis medioambiental, también conocido como la Observación General N.º 26

Así que si eres menor de 18 años, te apasionan los derechos de la niñez y el medio ambiente, y estás dispuesto a comprometerte, te invitamos a postularte

Apúntate antes del 16 de enero de 2022 a las 11:59 pm (EST).

La Observación General será construida por muchos grupos diferentes. Y lo que es más importante, será elaborada por niños, niñas y jóvenes, especialmente de las comunidades más afectadas por la crisis medioambiental. 


Consulta en línea para niños, niñas y jóvenes

Hacemos un llamado a los jóvenes de 17 años o menos para que compartan sus opiniones sobre lo que creen que deben hacer los gobiernos para defender sus derechos y proteger nuestro planeta.

No importa lo que hayas estudiado, la edad que tengas o de dónde seas, ¡queremos saber de ti!

Únete para garantizar que los niños y los jóvenes estén en la vanguardia de la toma de decisiones medioambientales.

La primera serie de consultas en línea para niños, niñas y jóvenes se pondrá en marcha en febrero de 2022. Suscríbase a nuestro boletín para ser el primero en saber cuándo se abren las consultas en línea.

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Invita a la gente de todo el mundo a participar en las consultas en línea de la Observación General que informará de las directrices oficiales de las Naciones Unidas sobre lo que los gobiernos deben hacer para proteger los derechos de la niñez y el planeta.




Fuentes externas
.- Tierra de Hombres
.- Child Right Connet

«Caminando en el Buen trato: consolidando modelos de protección», Congreso Internacional de Infancia Maltratada.

 XV CONGRESO I. DE INFANCIA MALTRATADA
5, 6 y 7 Mayo 2022

Cidade da Cultura de Galicia, 
Santiago de Compostela, 
A Coruña.


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El primer contrato de los menores extranjeros.

En solo un mes el cambio del reglamento de Extranjería lleva a más de 4.500 jóvenes inmigrantes a solicitar sus permisos de residencia y trabajo en España

El pasado mes de octubre, el Consejo de Ministros aprobó un cambio del reglamento de la ley de Extranjería que eliminó muchas de las barreras que impedían vivir y trabajar legalmente a los menores y jóvenes extranjeros que han migrado solos a España. Unos 15.000 chavales entre 16 y 23 años encontraban todo tipo de trabas, sobre todo para poder trabajar. Entre los requisitos para conseguir una autorización de trabajo, más allá de la de residencia, la ley les exigía ofertas de contrato de un año a jornada completa o medios propios de vida imposibles de alcanzar (hasta 2.000 euros mensuales). Desde que el cambio entró en vigor, la segunda semana de noviembre, conseguir autorizaciones de residencia y trabajo es mucho más fácil y rápido y las oficinas de extranjería han recibido una avalancha de peticiones. Cientos de jóvenes han empezado ya a enderezar su futuro en el campo, en fábricas o restaurantes.


Borja Zárraga es el director entusiasta de una compañía que, por lo que cuenta, va como un tiro. El grupo vasco Haizea Wind se dedica a la fabricación de molinos de viento que se exportan a los enormes parques eólicos del norte europeo. Ya les iba bien —facturan 200 millones de euros al año—, pero la apuesta de la UE por las energías renovables para salir de la crisis acaba de ofrecerles una oportunidad de expansión sin precedentes. Zárraga planea incrementar la plantilla y duplicar la capacidad de la fábrica, aunque hay un pero: no encuentra los trabajadores que precisa. “Si queremos crecer necesito profesionales muy específicos, formados y entrenados. Podemos buscarlos en otros sitios, pero nuestra apuesta es meter gente joven en la base con ganas de aprender, trabajar y profesionalizarse para que vayan subiendo”, explica el ejecutivo en la fábrica del puerto de Bilbao. “No importa de donde sean”.

En la sala de reuniones donde Zárraga proyecta el futuro de la empresa se encuentran Othmane, Bandja y Mohamed, tres chavales de 20 años de Marruecos, Guinea y Costa de Marfil, respectivamente, que llegaron a España en patera cuando eran unos críos. Hace unos meses ninguno de los tres tenía la esperanza de poder trabajar porque sus papeles no se lo permitían, pero ahora ellos y otros 10 jóvenes inmigrantes como ellos están a punto de incorporarse al engranaje de esta compañía de más de un millar de empleados. Formados en distintos cursos de FP, cobrarán 20.000 euros brutos al año como auxiliares de pintura y soldadura y serán uno más en el plan de carrera de la empresa. “Se habla mucho de los chavales que dan problemas, que claro que los hay, pero se habla poco de todos los que tienen un hambre por trabajar, por cumplir y por aprovechar la oportunidad, que es muy difícil encontrar en la gente joven hoy en día. Y es de admirar”, tercia Zárraga.

El pasado mes de octubre, el Consejo de Ministros aprobó un cambio del reglamento de la ley de Extranjería que eliminó muchas de las barreras que impedían vivir y trabajar legalmente a los menores y jóvenes extranjeros que han migrado solos a España. Unos 15.000 chavales entre 16 y 23 años encontraban todo tipo de trabas, sobre todo para poder trabajar. Entre los requisitos para conseguir una autorización de trabajo, más allá de la de residencia, la ley les exigía ofertas de contrato de un año a jornada completa o medios propios de vida imposibles de alcanzar (hasta 2.000 euros mensuales). Desde que el cambio entró en vigor, la segunda semana de noviembre, conseguir autorizaciones de residencia y trabajo es mucho más fácil y rápido y las oficinas de extranjería han recibido una avalancha de peticiones. Cientos de jóvenes han empezado ya a enderezar su futuro en el campo, en fábricas o restaurantes.

La Secretaría de Estado de Migraciones, impulsora de la reforma contra el criterio de Interior, mantiene que desde que la medida entró en vigor, el pasado 9 de noviembre, hasta la última semana de diciembre se han tramitado al menos 4.500 peticiones. De todas ellas, según fuentes de la Administración, cerca de 1.500 eran de menores y mayores de edad que no contaban con ninguna autorización, es decir, que estaban sin papeles. Migraciones no ha concretado el número de concesiones, pero aquellos que están acompañando los procesos administrativos destacan la rapidez con la que se están resolviendo los expedientes.

Mohammed Cissé ya tiene un contrato firmado con la empresa a la espera de que su permiso de residencia le autorice a trabajar.
Mohammed Cissé ya tiene un contrato firmado con la empresa a la espera de que
su permiso de residencia le autorice a trabajar. 
Fernando Domingo-Aldama

El contrato de Mohamed Cissé en Haizea Wind está ya preparado y firmado a la espera de que su permiso de residencia incluya la frase “autoriza a trabajar”. Tras el cambio del reglamento, solicitó la modificación de sus papeles, pero aún tendrá que esperar unas semanas hasta que se la tramiten. Está impaciente por poder enviar dinero por primera vez a su familia. “Joer, llevo haciendo prácticas desde 2019. Dos empresas me llegaron a ofrecer un contrato, pero me dijeron que no podían esperar a que intentase cambiar mis papeles. Podían tardar tres meses [en el mejor de los casos] y eso para una empresa es muchísimo”, cuenta. Mientras, la compañía le mantiene en prácticas y se ha comprometido a pagarle como a cualquier empleado contratado hasta que se incorpore.

A casi 1.000 kilómetros de distancia de la fábrica de molinos, en Jerez de la Frontera, Hamza Guerrouje, de 19 años, acaba de empezar a trabajar en una empresa que exporta losas hidráulicas al Reino Unido. Guerrouje era uno de esos chavales que tenía todas las papeletas para echarse a perder. Llegó a Melilla en 2019 y, aunque le tramitaron la residencia, entre burocracias y pandemias, nunca llegó a finalizar el trámite y tener su tarjeta de extranjero. Cumplió los 18 años, se quedó en la calle y escapó de la ciudad autónoma en los bajos de un camión a bordo de un ferri. Acabó en Barcelona malviviendo entre parques y casas okupas con su autorización caducada. “No encontraba trabajo, ni dónde comer, ni dónde ducharme. Fue bastante sufrimiento”, cuenta por videollamada.

Sin saber cómo salir del agujero, Guerrouje se marchó en busca de Michel Bustillo, el fundador de la ONG Voluntarios por otro Mundo que lleva años volcada en buscar oportunidades a los menores extranjeros que se hacen adultos en la precariedad más absoluta. Se mudó a Jerez y su decisión y el cambio de reglamento viraron su suerte. También un partido de fútbol.

El pasado 16 de octubre, tres días antes de la aprobación de la nueva norma, Alex Aguirre, socio de la empresa de losas Maitland & Poate Familia acudía a un trofeo benéfico de fútbol que él mismo organizaba. Aguirre se fijó en que nadie quería ponerse de portero y que bajo los palos acabó un chaval que no solo aceptó el encargo, sino que se tiró al suelo con cada balón que intentaban colarle. “Me llamó la atención porque más allá de ponerse en un sitio donde nadie quería, lo hacía lo mejor que podía. Y cuando terminó, de buen humor, se puso a saludar a todo el mundo”, recuerda Aguirre. “Y eso es justo lo que necesitamos, gente que se implique y ponga todo de su parte. Y no creas que es fácil encontrarlo. Es complicado encontrar a gente para determinados trabajos”. El chico de la portería era Hamza Guerrouje y aquel día, sin saberlo, firmó su primer contrato.

El precipicio de la mayoría de edad

La situación de los menores extranjeros que migran solos se complica en cuanto cumplen la mayoría de edad. En España la edad media de emancipación juvenil es de 29,5 años, una de las más tardías de Europa, pero los jóvenes extranjeros están obligados a buscarse la vida en cuanto llegan a los 18 años, cuando les expulsan de los centros de acogida. Mantener o lograr sus papeles, en el caso de que no se los hayan tramitado, es aún una de las principales trabas, además de continuar formándose, alquilar una casa y sustentarse cuando, en la mayoría de los casos, no se les permite trabajar. Algunos programas públicos, como el de la diputación de Bizkaia, o la labor de varias ONG, como la de Voluntarios por Otro Mundo, en Jerez de la Frontera, logran acompañar esa etapa crítica de transición hacia la vida adulta. Othmane, Bandja y Mohamed son tres de los 250 jóvenes que desde 2018 han pasado por el programa de inserción juvenil de la Diputación Foral de Bizkaia, enfocado sobre todo en su inserción laboral. Con esta iniciativa, los jóvenes han podido formarse en hostelería, soldadura, informática o fontanería y se les han gestionado prácticas remuneradas. Con el cambio del reglamento, la mayoría de ellos podrá trabajar

Pandemia de COVID-19: el derecho a estudiar de las niñas, niños y adolescentes en América Latina y el Caribe.

Boletín Desafíos, Número 24, 

Boletín de la infancia y adolescencia. 
CEPAL/UNICEF.

La pandemia provocada por el COVID-19 ha generado una crisis a todas luces inédita para los habitantes del globo. América Latina y el Caribe ha sido la región más afectada y en octubre de 2021 contaba con un 18,5% de los contagios y el 30,3% de las muertes en el mundo por COVID-19, si bien su población alcanza al 8,4% del total mundial. 

En este contexto, niñas, niños y adolescentes no han estado al margen y se han visto especialmente afectados por la disminución del bienestar y pérdida de ingresos de sus familias, el confinamiento obligado, la reducción del contacto interpersonal, el cierre de las escuelas, la pérdida de sus cuidadores primarios o secundarios, la incertidumbre y el miedo, entre otros. 

El presente boletín recoge en su artículo central un análisis sobre los retos, retrocesos y consecuencias, así como las oportunidades de la educación secundaria en América Latina y el Caribe durante y después de la pandemia. 
La salud mental de quienes componen este grupo etario constituye el foco de la sección Puntos de vista. 
En las demás secciones podrán encontrarse recursos asociados a buenas experiencias y documentos e investigaciones desarrolladas en la materia en los últimos 18 meses.

Accesos parciales del Boletín

» Editorial
» Análisis e investigaciones
» Punto de vista
» La voz de las niñas, niños y adolescentes


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Índice Sintético de Desarrollo Juvenil Comparado (ISDJC) 2021.FAD.

El Índice Sintético de Desarrollo Juvenil Comparado de 2021 permite comparar el grado de desarrollo entre la juventud española y el resto de jóvenes de la UE-27 y también permite desarrollar análisis comparativos entre Comunidades Autónomas dentro del Estado Español. El grado de desarrollo juvenil se mide a través de cinco áreas fundamentales (educación, empleo, emancipación, vida y TIC) que a su vez se generan a través de indicadores internacionales.

Autoría: Patricia Tudela
ISBN: 978-84-17027-72-8
Cómo citar: Tudela, P. (2021): 
 Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, Fad. 
DOI: 10.5281/zenodo.5769848.
El año 2020 estuvo marcado por una crisis global sociosanitaria que ha generado un profundo desajuste en el mercado laboral y en los procesos de transición a la vida adulta de los y las jóvenes ahondando en la incertidumbre y la inseguridad a la hora de afrontar un proyecto de futuro. Prácticamente todos los territorios retroceden respecto a los logros alcanzados en ediciones anteriores del Índice reflejándose en el empleo y en la emancipación de forma evidente los efectos del Covid-19. En comparación con la media de la UE-27, España destaca en los ámbitos de vida y TIC y se mantiene en la media Europea en materia de educación mientras que se mantiene muy por debajo de la media en empleo y emancipación juvenil.
El Índice de Desarrollo Juvenil Comparado 2021 no tiene en general resultados muy alentadores. Prácticamente todos los países y territorios retroceden respecto a los logros alcanzados en la edición anterior de 2020 y los sectores responsables son claramente el empleo y la emancipación.
Sin embargo, en comparación con la media de la UE-27, España se sitúa por encima en el grado de desarrollo juvenil de Vida/Salud y, sobre todo de uso y manejo de TIC que mide el avance juvenil en ámbitos como el acceso y el uso de Internet, pero también en las capacidades digitales desde áreas como la comunicación digital, la información digital, la resolución de problemas y el manejo de software de la población joven entre los 16 y 29 años.
Son diez las Comunidades Autónomas españolas por encima de la media de la UE. Con La Rioja a la cabeza -a la altura de Dinamarca o Países Bajos, destacan también País Vasco, Castilla-La Mancha, Murcia, Cantabria, Madrid, Cataluña, Extremadura, Andalucía y Comunidad Valenciana.
Son datos extraídos del Índice Sintético de Desarrollo Juvenil Comparado (ISDJC-2021) elaborado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de Fad, en el marco del ProyectoScopio, un proyecto global de recopilación, sistematización y obtención de datos para el análisis de la realidad y socialización juvenil que se realiza gracias al apoyo de Banco Santander y Telefónica.
El Índice, que se renueva anualmente, está elaborado a partir de datos relativos a educación, empleo, emancipación, vida/salud y uso de TIC. En él se ofrece una fotografía fija que permite medir el avance en materia de desarrollo juvenil de manera comparada en los 27 países de la Unión Europea (UE-27) y, a nivel de España, en las 17 Comunidades Autónomas. Además, la elaboración en años sucesivos permite ver la evolución de los diferentes parámetros desde el año 2009....
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Debate interactivo sobre el acceso de los niños a la justicia climática - CDN/CRIN del 04/11/2021.


La justicia climática mira la crisis planetaria a través de una lente de derechos humanos. Dependiendo de múltiples factores, que a menudo se cruzan, como la ubicación, la situación económica, la raza, el género y la edad, el impacto de la crisis no afecta a todos por igual.  

Por lo tanto, la justicia climática significa que nos enfocamos en los más afectados y vulnerables a los impactos climáticos. Como tal, se basa en los movimientos de derechos civiles existentes. 

Con el creciente número de niños y jóvenes que protestan contra la inacción climática en todo el mundo, existe una comprensión cada vez más profunda de la justicia intergeneracional y los derechos del niño en este campo. 

Sin embargo, los menores de 18 años quedan casi completamente fuera de la toma de decisiones, a pesar de estar más atentos al problema que la mayoría de los adultos. Y no se trata solo de asistir a conferencias sobre el clima; pide acciones que deben tomarse hoy, en todos los niveles de la sociedad, para garantizar que los niños y las próximas generaciones tengan un futuro. 


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