La mayoría de los adolescentes y preadolescentes quieren estar en TikTok,
la red social que ya acumula más de 500 millones de descargas.
Para muchos es una de las primeras razones para querer un móvil,
junto con escribir mensajes a sus amigos y tener un perfil de Instagram.
La aplicación de TikTok
ha sido diseñada como una red social, donde los usuarios/as comparten
vídeos editados. Les permite seguir sus perfiles favoritos, indicar los
vídeos que les gustan y enviar comentarios, como en cualquier otra red
social. Y como en las demás, también se utilizan hashtag (palabras
clave) para viralizar los vídeos creados, pudiendo llegar a tener
millones de visualizaciones.
¿Por qué les gusta tanto TikTok?
Como ya ha ocurrido con otras redes sociales y aplicaciones, los
menores han establecido su propia manera de usar TikTok, y han
convertido la plataforma en un territorio principalmente juvenil. La
mayoría aprovechan las herramientas que ofrece esta app para publicar
vídeos acompañados de su música favorita, en los que realizan
coreografías frente a la cámara. Pero también hacen vídeos con un toque
de humor, imitaciones con pequeñas grabaciones de audio que extraen de
programas de televisión, o graban bromas con amigos o familiares. En
algunas ocasiones, se graban a sí mismos explicando sus pensamientos o
reflexiones.
Son vídeos cortos, a menudo solo unos segundos, que se graban desde
el móvil y se editan desde la misma aplicación. Se pueden combinar con
la música y añadirles multitud de filtros y efectos. Así pues, los
menores no necesitan más que un móvil con cámara y conexión a Internet
para compartir sus creaciones.
Al tener una estructura de red social, crean retos y modas que se
viralizan rápidamente. Por ejemplo, repitiendo una misma coreografía o
reto en sus vídeos, animando a otros usuarios/as a reproducir la idea.
TikTok tiene además una función específica para hacer ‘dúos’: vídeos que
combinan los videos de dos o más usuarios distintos, en los que
reproducen el vídeo del otro usuario o reaccionan ante este. Es una
forma más de ‘responder’ ante las creaciones de otros usuarios, ganando
popularidad.
El reclamo habitual de estas aplicaciones sociales no es muy
diferente de cualquier otra moda adolescente: “quiero estar en TikTok
porque la gente de mi edad está ahí”. Es un espacio más en el que
relacionarse y conocer gente, donde además participan personas de
referencia para ellos. Podemos encontrar famosos del mundo musical, de
la televisión o el cine, así como influencers que han conseguido reconocimiento gracias a TikTok, YouTube o Instagram.
¿La clave para que les enganche?
Debemos recordar que las redes sociales están diseñadas para gustar.
Filtros que consiguen que los vídeos se vean atractivos, una oportunidad
de entretenimiento sin límites y, por encima de todo, un mecanismo para
expresar el reconocimiento social. Cada like o seguidor que consiguen
les proporciona un refuerzo, les genera un sentimiento de satisfacción y
les anima a seguir con su actividad en la red.
¿Es apropiada para los menores?
Si nos atenemos a la legalidad, la aplicación recomienda que los usuarios/as tengan al menos 13 años. Pero en España, según
el RGPD para poder registrarse, sin necesidad de consentimiento
paterno, los menores han de contar con al menos 14 años de edad.
Como ocurre en casi todas las redes sociales, es sencillo variar la edad
para saltar este filtro a la hora de crear su perfil. Por ello, es
importante que los adultos sean conscientes de si el menor pretende
utilizar TikTok y le transmitan la necesidad de contar con su permiso.
Este tipo de aplicaciones conllevan algunos riesgos para niños/as y adolescentes por el simple hecho de ser redes sociales:
- Pérdida de privacidad: los menores no siempre son conscientes de la importancia de proteger su información personal, y fácilmente pueden mostrar en sus vídeos más de lo que quisieran. Una vez que comparten un vídeo, cualquier persona puede verlo o incluso descargarlo y difundirlo a través de otras aplicaciones.
- Contacto con desconocidos: este tipo de aplicaciones son un espacio en el que pueden relacionarse y conocer gente, comunicándose a través de comentarios o mensajes privados. Sin embargo, cualquiera puede crear un perfil falso y atractivo para llamar la atención de un menor.
- Contenido inapropiado: las publicaciones y la presión social pueden favorecer la promoción de actitudes sexistas y/o peligrosas para la salud, así como el fomento de modelos de referencia inalcanzables. Por ejemplo, vídeos en los que los adolescentes aparecen saltando por encima de coches en marcha, o coreografías musicales con cierta connotación sexual. Además, es común que algunos usuarios/as utilicen un lenguaje inadecuado en los comentarios o videos.
- Uso excesivo: la aplicación permite pasar de un vídeo a otro indefinidamente, y los usuarios más activos actualizan con publicaciones diarias, lo que supone cierta presión para sus seguidores si quieren ‘estar al día’. Por otra parte, crear los vídeos requiere dedicar tiempo para ensayar, varias grabaciones y tiempo para editar la publicación hasta conseguir la calidad deseada.
- Ciberacoso: en TikTok es posible recibir comentarios públicos y privados, y las críticas entre adolescentes pueden ser crueles o desmedidas. Un vídeo que reciba decenas o cientos de comentarios de este tipo puede resultar perjudicial para su autoestima y su desarrollo emocional. En casos extremos, los acosadores pueden publicar vídeos humillantes sobre otras personas, en los que se burle o ridiculice a los protagonistas.
Pero como cualquier red social, TikTok también ofrece aspectos
positivos si se utiliza con responsabilidad. Sin duda favorece la
creatividad y las habilidades artísticas con la creación de
publicaciones de interpretación o baile, y muchos perfiles en esta red
fomentan actitudes saludables como el deporte, la música y la diversidad
cultural. Asimismo, es un medio de ocio más en el que pueden
relacionarse entre iguales, conocer personas con las que compartir sus
aficiones e inquietudes, y expresar sus sentimientos e ideas.
Recomendaciones para las familias
Seguramente podemos anticiparnos, mientras empiezan a insistir en que
les gustaría hacerse una cuenta de TikTok, y tomar algunas medidas
antes de descargarla. Es importante valorar la madurez del menor y
esperar el momento adecuado. Además, siempre es útil y positivo para los
menores promover hábitos de uso seguro de Internet antes de que
comiencen a usar este tipo de redes sociales.
A la hora de empezar a utilizarla, es necesario configurar la aplicación y adaptar los ajustes de privacidad para el tipo de uso que queremos que realice el menor.
En primer lugar, debemos valorar la posibilidad de establecer la cuenta
como privada, de manera que solo las personas que acepte como
seguidores puedan ver sus publicaciones, si es necesario restringir los
comentarios, o si es preferible evitar la personalización de anuncios en
esta plataforma, entre otras opciones.
Además, TikTok ofrece unos ajustes de ‘desintoxicación digital’, en
los que podemos restringir contenidos potencialmente inapropiados, y
especificar un control del tiempo de uso. Si se alcanza dicho límite, la
aplicación queda bloqueada hasta introducir un código de acceso para
poder continuar.
Hablar de estas cuestiones en familia, manteniendo un razonamiento y una negociación,
evitará que posteriormente el menor modifique esta configuración por su
cuenta, saltándose los límites que hayamos establecido. Son funciones
útiles en las que apoyarnos al principio como parte de nuestra labor de mediación parental,
siempre que se complementen con nuestro acompañamiento y supervisión
responsable, adaptándonos de forma progresiva para fomentar la autonomía
del menor.
Un aspecto educativo importante a tener en cuenta es aprender a hacer
frente a los posibles problemas que pueden surgir al utilizar una red
social. En el centro de ayuda de TikTok,
nos muestran cómo podemos bloquear a un usuario o determinados tipos de
vídeos, así como reportar e informar sobre aquellos contenidos que
consideremos inapropiados o peligrosos. De este modo, mejoraremos la
experiencia del menor en la aplicación, dado que identificará qué tipos
de contenidos prefiere no ver, y también estaremos implicándole en la
construcción de un entorno en Internet más seguro.
Es recomendable que establezcamos unos límites de uso, en cuanto a
tiempos y espacios, mostrándole qué tipo de vídeos puede grabar y cuál
es el lugar apropiado para ello. Puede que su propia habitación, el baño
o el centro educativo sean lugares inadecuados que ofrecen demasiada
información sobre su vida personal.
Siempre existe la posibilidad de abandonar la red social, para lo que podemos ayudarles a eliminar la cuenta.
En ese momento, se eliminarán todos los vídeos creados por el menor,
pero debemos ser conscientes de que cualquiera podría haberlos
descargado o capturado previamente, además de que los mensajes que
hubiera compartido seguirán siendo visibles para otros usuarios/as. Por
lo tanto, es necesario animarles a reflexionar antes de compartir una
publicación, o escribir cualquier mensaje o comentario, dado que
perdurará en el tiempo.
¿Tienes dudas sobre cómo utilizar
de forma segura esta red social? En ese caso, o si surgen problemas,
recuerda que puedes acudir a la Línea de Ayuda en Ciberseguridad de
INCIBE 900 116 117.
Para terminar, TikTok, al igual que otras redes sociales, puede ser
positiva si se hace un buen uso de ella y se toman las medidas de
prevención adecuadas. Dedicar un tiempo en familia a trabajar en su
formación y educación en el uso seguro y responsable de Internet, les
hará estar preparados para afrontar los riesgos, fomentando una
experiencia beneficiosa y segura en línea.
Y vosotros, ¿en casa utilizáis esta red social?, ¿creéis que los
menores hacen un uso adecuado de esta aplicación? Podéis compartirlo con toda la comunidad de IS4K, ¡gracias!