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MASTER en Políticas Sociales de Infancia. Abierto plazo de Inscripción.
Juventud, competencias y emprendimiento: Perspectivas económicas de América Latina 2017.
OCDE/CEPAL/CAF.
“Perspectivas económicas de América Latina 2017:
Juventud, competencias y emprendimiento”,
OECD Publishing, Paris. 2016; 335 pp.
ISBN: 978-92-64-26502-8
La presente recensión se centra en las principales ideas y
conclusiones de todos los capítulos de este estudio de la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Tendencias económicas recientes. Actitudes y comportamientos, oportunidades y desafíos a los que se enfrenta la juventud en América Latina y el Caribe (ALC)
Ante un panorama en que la economía en ALC se está desacelerandoa
causa de las difíciles condiciones macroeconómicas y el bajo crecimiento
de la productividad, los y las jóvenes se encuentran en la disyuntiva
entre el riesgo que esto supone y el progreso social, político y
económico de la última década en la región.
Siendo la tasa de crecimiento de estos países negativa en 2015 (el
PIB cayó entre un 0,5% y un 1,0%), y aunque se experimenta una modesta
recuperación en 2017, la OCDE considera que existe en general una incapacidad de reorientarse hacia un modelo de innovación y de producción más intensivo en conocimiento; algo debido, sobre todo, a la prevalencia de muchas deficiencias relacionadas con el Estado de derecho, a excepción de Chile y Uruguay.
La desaceleración actual, añade el texto, reduce los recursos
disponibles para financiar inversiones decisivas a largo plazo, máxime
en capital físico y humano. Algunas economías tienen cierto margen, que
en casos están limitados por las reglas fiscales estructurales. Otras
economías están en proceso de consolidación fiscal. Y en otros casos, lo
que han de hacerlos países es fortalecer el sistema tributario. Este
contexto, concluyen, pone a prueba el progreso socioeconómico, en
particular la reducción de la pobreza y la desigualdad, y la expansión
de la clase media.
La protección efectiva de la infancia es una obligación: Comunicado de Prensa de FAPMI/ECPAT.
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Naciones Unidas suspende a España en derecho a la vivienda: los niños víctimas directas de los desahucios.
Mario Andrés-Candelas / Marta Martínez Muñoz,
deben ser reconocidos como víctimas directas
y, por lo tanto, como personas desahuciadas,
ya que ellos y ellas, igual que el resto de miembros de sus familias,
también se quedan sin un hogar en el que vivir.
El pasado 20 de junio el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Comité DESC en adelante) de la Organización de Naciones Unidas (ONU), dictaminó que el desahucio de Mohamed, Naouel y sus dos hijos Abdennour y Adam, que tenían 8 meses y 2 años en el año 2013, momento en el que se produjo el desahucio, supuso una flagrante vulneración de sus derechos ya que las administraciones públicas, tanto a nivel municipal, como regional y estatal, no actuaron para proporcionar una alternativa habitacional digna, ni antes ni después del desahucio. Diferentes noticias al respecto han aparecido en los últimos días, pero consideramos que merece la pena detenerse un momento en las posibles implicaciones de este dictamen, especialmente en el caso de la infancia.
*El Comité DESC
En primer lugar, hay que aclarar el carácter del Comité que realiza
este dictamen, ya que, ante este mar de siglas y organizaciones, resulta
fácil perderse. El Comité DESC es uno de los nueve “órganos de
tratados” existentes en la ONU, encargados de supervisar la aplicación
de los tratados de Derechos Humanos vigentes. En concreto, el Comité
DESC se creó en 1985, formando parte del Consejo Económico y Social de
la ONU, con el fin de ejercer de órgano supervisor del Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Dicho
Pacto, abierto a la firma, ratificación y adhesión por la Asamblea
General de Naciones Unidas en 1966, fue aprobado y ratificado en 1977
por el Estado español.
En relación a los derechos de la infancia, este Pacto, reconoce en su artículo 10 que “se
deben adoptar medidas especiales de protección y asistencia en favor de
todos los niños y adolescentes, sin discriminación alguna por razón de
filiación o cualquier otra condición. Debe protegerse a los niños y
adolescentes contra la explotación económica y social”. En cuanto a la vivienda, el artículo 11 señala que se debe garantizar “el derecho de toda persona a un nivel de vida adecuado para sí y su familia, incluso alimentación, vestido y vivienda”.
Teniendo en cuenta este artículo 11, y después de que el caso de
Mohamed, Naouel, Abdennour y Adam ya hubiera pasado por todas las
instancias judiciales españolas, incluyendo el Tribunal Constitucional,
sin considerar ninguna de ellas que este caso supusiera una violación de
los derechos fundamentales, en febrero de 2015, Javier Rubio, abogado del CAES
llevó el caso ante el Comité DESC para que este organismo determinase
si existía una violación del artículo 11 del Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Una vez conocido el
dictamen, Javier Rubio afirma que “con esta decisión, Naciones Unidas
establece que el derecho humano a una vivienda incluye el hecho de que
los alquileres necesitan de garantías jurídicas, la necesidad de
accesibilidad a la vivienda pública, y prohibición de los desahucios sin
alternativa”. (1)
La Crianza Idiota.
Cada quien invierte, desde lo exagerado hasta lo obsceno, en sus propios hijos.
Hijos fetichizados como proyección de los propios goces y caprichos parentales.
No por nada, hoy los docentes se quejan de que son tratados como enemigos por los apoderados, quienes no actúan como parte de una comunidad educativa.
Y por algo se habla de que se ha encarecido tener un hijo,
inversión por la que se está dispuesto a endeudarse.
La crianza concebida cada vez más como la administración de un bien privado, es precisamente parte de lo que posibilita la vulneración de los niños institucionalizados.
C. Michelson (Psicoanalista):
La crianza idiota.
Huffpost , 03/08/2017
Ref. 526212
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En Chile vivimos estos días algo parecido a lo que occidente sintió frente a la foto del pequeño Aylan, el niño muerto en la orilla de una playa turca, tras intentar huir junto a su familia de su país en guerra.
Escandalizados los buenos ciudadanos, nos preguntamos cómo es que ha sido posible tamaña aberración con los niños del Servicio Nacional de Menores en Chile. Nos enteramos de abusos y muertes (1.313 niños fallecidos, por distintas razones, en los últimos 11 años en la institución) que superan lo que puede llamarse una negligencia, siendo algo más cercano a la violación de derechos humanos.
Junto al reclamo por el ajuste de cuentas, muchos, en un gesto de autoflagelo, declaran fuerte que somos todos responsables. Lo que no pasa más allá de ser un ademán de autocomplacencia, por si acaso se logra expiar algo de culpa.
Sin embargo, más allá de esa impostura culposa que a nadie le sirve, es relevante preguntarnos con algún grado de seriedad, cómo es posible habitar un mundo en que algo así pasa con los niños. No para pegarnos latigazos y jugar a ser mejores personas (eso siempre es una trampa), sino para entender esta negligencia como un síntoma social. Es decir, como una expresión del modo en que entendemos, sentimos y reproducimos el pacto social.
Pasar de indignación tras indignación, niega al pensamiento y deja nuestro ego intacto, contribuyendo a que todo siga igual. Así, pasamos del escándalo del SENAME con prisa a la batahola del polémico "Bus de la libertad", que también llegó a nuestro territorio. Y en tal escandalera algo se nos pasó de largo. El ciudadano bien pensante en general, repudia con claridad esta propaganda reaccionaria, ya que apoya sin ambigüedades la política de la diversidad, ¿pero, es tan cierto, que la moral contemporánea está en contra del mensaje pintado en el bus?.
"Con mis hijos no se metan", "Menos Estado, más familia" decía el bus. Ambas frases, más allá de la ofuscación progresista, los atraviesa tanto como a los conservadores.
La crianza concebida cada vez más como la administración de un bien privado, es precisamente parte de lo que posibilita la vulneración de los niños institucionalizados.
La crianza concebida cada vez más como la administración de un bien privado, es precisamente parte de lo que posibilita la vulneración de los niños institucionalizados. Cada quien invierte, desde lo exagerado hasta lo obsceno, en sus propios hijos. Hijos fetichizados como proyección de los propios goces y caprichos parentales. No por nada, hoy los docentes se quejan de que son tratados como enemigos por los apoderados, quienes no actúan como parte de una comunidad educativa. No es casual el auge de manuales y blogs de crianza. Y por algo se habla de que se ha encarecido tener un hijo, inversión por la que se está dispuesto a endeudarse.
La crianza se ha vuelto idiota. Idiota en su sentido etimológico: estar preocupado sólo por sí mismo, cuestión que para los griegos era una deshonra. De ahí la contradicción de que el dolor con las historias del los niños vulnerados, los refugiados, los institucionalizados, sea transitorio. Nos duele al proyectar la idea mental que tenemos sobre la infancia en esos niños. ¿Pero qué son realmente en lo social esos cuerpos? A veces son lo que no se quiere mirar, incluso lo que se teme. Y sobre todo para la idiotez social, esos niños no son de nadie, porque se asume que son de los padres, no del mundo. Si no hay padres, no existen.
Hace poco se viralizó la historia de una mujer que relataba que amamantaba a su hijo mientras tenía sexo. Si pensaban que estaba claro lo que era un abuso infantil, pues están equivocados. Muchos de los comentarios eran de apoyo. Basándose en esa idea ligera de que lo natural es bueno y lindo, y de que lo que prevalece es el criterio de cada padre. Esto es lo que genera el goce idiota sobre los hijos. Por el contrario, entender que los hijos también son del mundo, nos llevaría a trabajar por un mundo mejor, más allá de nuestro ombligo.
Dicen que la historia se repite primero como tragedia, luego como farsa. Y quizás haya hoy algo de farsa en el pacto social, permitiendo que la protección hacia los débiles sea nada más que un simulacro.
Procede de
Los niños, ciudadanos europeos, dan a sus padres derecho a vivir en Europa.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha dictaminado
que los padres de niños con ciudadanía de la Unión Europea (UE)
tienen un derecho derivado a vivir en un país de la UE
El fallo surgió del caso de una mujer venezolana que vive en Holanda. Inicialmente había entrado en Holanda con una visa de turista y tenía un hijo con un ciudadano de la UE.
El niño tenía la ciudadanía de la UE y por lo tanto tenía derecho a vivir en Holanda o en cualquier otro país de la comunidad. La madre y el padre se separaron y el niño vivió únicamente con la madre. Sin los derechos de residencia, la madre no podía solicitar asistencia social para el niño, y el padre no estaba proporcionando la manutención del niño.
El tribunal dictaminó que al decidir si denegar los derechos de residencia a un padre o madre de un ciudadano de la UE, los tribunales nacionales tendrán que considerar quién era el principal cuidador del niño, si el niño es dependiente, si hay un segundo progenitor que estaría dispuesto y capaz de asumir el único cuidado del niño, y el interés superior del niño.
Los tribunales nacionales de Holanda deben ahora aplicar estos punto a este caso y al de otras familias en situaciones similares.
Tomado a través de Boletín del CRIN.
Retratos de juventud 2016 = Gazteen argazkiak 2016
Gabinete de Prospección Sociológica,
Retratos de juventud 2016 = Gazteen argazkiak 2016.
Vitoria-Gasteiz, Eusko Jaurlaritza-Gobierno Vasco, 2017, 178 p.
Ref. 525799
Localización: SIIS Archivo / DFB Archivo
INTRODUCCIÓNLa vigésima entrega de la serie “Retratos de Juventud” se ha creado a partir de los datos recogidos en los Sociómetros Vascos del año 2016, los números 60, 61 y 62.Este trabajo tiene como objetivo analizar la opinión y las actitudes de la juventud vasca sobre un amplio abanico de temas sociales y compararlos con las opiniones de laspersonas de 30 años o más así como observar la evolución producida en los principales indicadores.
VALORACIÓN DE LA SITUACIÓNLa principal preocupación personal de la juventud está ligada a los problemas del mercado laboral, un 61 % lo mencionan entre los tres principales, y la han mencionado en mayormedida que las personas mayores de 29 (48 %). Muy lejos están los problemas económicos y la educación (mencionados por un 14 % en ambos casos) y, la vivienda ylos desahucios (10 %). El porcentaje referido a los problemas del mercado de trabajo ha descendido 10 puntos desde el 2013, aunque sigue siendo bastante superior a losporcentajes anteriores a la crisis.El mercado laboral es el problema principal de Euskadi más mencionado por la juventud desde el año 2009 hasta la actualidad (un 71 % lo mencionan entre los tres másimportantes), seguido muy de lejos por los problemas económicos (18 %) y los relacionados con la situación política (14 %). Aún siendo el principal problema para toda lapoblación, las y los adultos han mencionado en mayor medida el mercado laboral que la juventud (82 %).La juventud está algo más satisfecha que las y los adultos con su situación personal, 6,7 puntos (en una escala de 0 a 10), frente a 6,3 de las y los adultos. Además, son aún másoptimistas respecto a su futuro; 7,3 puntos, frente a 6,6.Las personas jóvenes valoran bastante mejor la situación de Euskadi que la de España (6,2 y 4,2 puntos, respectivamente, en una escala de 0 a 10) y, creen que la situación será algo mejor dentro de un año en a ambos ámbitos (6,5 y 4,5 puntos, respectivamente).Tanto la valoración de la situación de Euskadi como la de España siguen la tendencia de ligero ascenso iniciado en 2014.La juventud valora la gestión del Gobierno Vasco con 5,5 puntos (en una escala de 0 a 10) y con 2,5 la del Gobierno de España.
Fuente
Los efectos del cambio climático sobre el trabajo infantil.
que fomenta, sin duda y de forma inadmisible,
la explotación laboral de niños y niñas
en todo el mundo.
Fundación Tierra de hombres.
Este informe de la Fundación Tierra de Hombres [(Resumen informe en español)] se lanza a nivel internacional el 9 de junio de 2017 sobre los efectos del Cambio Climático en el Trabajo Infantil. Una relación ignorada que fomenta, sin duda y de forma inadmisible, la explotación laboral de niños y niñas en todo el mundo.
A pesar de que los efectos del cambio climático son evidentes en todo el mundo, las nefastas consecuencias que la degradación del medio ambiente tiene sobre la vida de niños y niñas y, más concretamente, sobre el trabajo infantil, pasan aún inadvertidas. Por este motivo, Fundación Tierra de hombres presenta el informe "Los efectos del cambio climático y de la degradación medioambiental sobre el trabajo infantil: el vínculo ignorado", un estudio que demuestra cómo las condiciones meteorológicas extremas, las sequías, el agotamiento de los recursos naturales, la contaminación o los desechos tóxicos, a menudo agravan la situación de las comunidades más empobrecidas fomentando la explotación laboral de los niños y niñas.
Algunos datos
A pesar de que el número de niños y niñas explotadas laboralmente ha disminuido de 246 millones (2000) a 168 (2013), 85 millones de menores continúan realizando trabajos peligrosos. Se estima que el 58,6% de niños y niñas explotados laboralmente, trabaja en agricultura, el 25,4% en servicios, el 6,9% en el trabajo doméstico, el 7,2% en la industria, construcción y manufactura, y el 1,9% no están definidos.
Migración y consecuencias sobre la salud
La alteración de los ecosistemas motivan las migraciones, sobre todo de las zonas rurales a la urbana, ya que dependen en su mayoría de la agricultura y la escasez de tierras fértiles, agua o leña como combustibles imposibilitan su desarrollo. Así, los hogares más pobres se ven obligados a sacar a sus hijos de la escuela para que trabajen, y así conseguir nuevas fuentes de ingresos. A este respecto, los menores dejan de estar escolarizados para exponerse a la explotación infantil, inhalación de substancias tóxicas o condiciones de trabajo intolerables, que afectan a su sistema nervioso central, inmunitario y digestivo.
Los casos de Nepal, India, Burkina Faso, Perú y Nicaragua
Los resultados de la investigación han demostrado cómo el cambio climático en la región del Sahel (Burkina Faso) provoca condiciones meteorológicas imprevisibles y el agotamiento de los suelos, provocando la migración en busca de ingresos. Según Antje Ruhmann, experto en derechos de la infancia en Tierra de hombres "la combinación de condiciones de vida pobres, las escasas oportunidades de adquirir una educación y la falta de trabajo en condiciones dignas para jóvenes y adultos, junto con la reciente fiebre del oro, han originado que un mayor número de menores trabajen en condiciones peligrosas y dañinas en las minas de oro". En la India se puede observar, por ejemplo, que la duración de la migración estacional, a causa del cambio climático, ha aumentado de tres a seis meses. En consecuencia, muchos niños trabajan en lugar de asistir a la escuela. El estudio de Nicaragua muestra que pueden surgir nuevas formas de trabajo como resultado de la degradación ambiental. Los vertederos a cielo abierto se han convertido en una lucrativa y de fácil acceso fuente de ingresos también para los menores. Paralelamente, el trabajo de los recolectores de residuos es parte de la solución, ya que contribuyen a un ambiente más limpio y sano. Pero, como consecuencia, el 48% de los niños que trabaja con residuos ha presentado lesiones en los últimos 12 meses. En Nepal, con una población que se dedica, mayoritariamente a la agricultura, los desastres naturales, como el terremoto de 2015, empeoran notablemente las condiciones de explotación existentes, obligando a las familias a trabajar junto a sus hijos en fábricas de ladrillos ante la alta demanda para la reparación de las viviendas. Por otro lado, el caso de Perú muestra que los campesinos locales no cuentan con las herramientas adecuadas para compensar las pérdidas de ingresos por el cambio climático, lo que propicia las migraciones a zonas urbanas.
La migración estacional o permanente parece ser la estrategia más frecuente para las familias, en respuesta a las consecuencias de la degradación del medio ambiente. En la mayoría de los casos, esta migración aumenta el riesgo de que los niños terminen en condiciones de explotación laboral, ya que al desplazarse no están debidamente registrados y no pueden acceder a la escuela.
Recomendaciones
El Informe sobre el Trabajo Infantil 2017 aporta recomendaciones a nivel internacional, estatal, empresarial, para actores medioambientales y para la sociedad civil. Deja claro que:
. Se deben dedicar mayores recursos a la investigación sobre la relación entre el cambio climático y el trabajo infantil, esquemas de prevención más específicos y una mayor integración entre las políticas de protección al medio ambiente y las de protección a la infancia.
. La situación de las personas migrantes, afectadas por el cambio climático debe tenerse en cuenta en la política nacional e internacional y ser adaptada a cada contexto local para que, de este modo, los niños y niñas tengan acceso a una educación de calidad que les ofrezca una mejor perspectiva de futuro a largo plazo.
. Paralelamente, es necesario elaborar un contenido informativo acerca de la cuestión laboral y del medioambiente destinado a los niños, brindarles el espacio y las condiciones que propicien su participación en el debate sobre el medioambiente, y la reflexión sobre las repercusiones de esta cuestión sobre sus derechos.
. Asimismo, es necesario reforzar el marco normativo e institucional para la protección de los derechos ambientales de los niños mediante el análisis de los vínculos entre la Convención de los Derechos del Niño y los Objetivos de Desarrollo Sostenible y por tanto, las políticas internacionales encaminadas a erradicar las peores formas de trabajo infantil deben concebir los factores medioambientales como causas fundamentales de este flagelo. (información extraída de la nota de prensa de Fundación Tierra de Hombres [+])
Para más información:
Fundación Tierra de Hombres [+] Email: comunicacion@tierradehombres.org
Los efectos del cambio climático y de la degradación medioambiental sobre el trabajo infantil. El vínculo ignorado. (Informe completo en inglés) (2017) [+]
Noticia (09/06/2017): El cambio climático agrava la explotación laboral infantil [+]
El niño como agente dinamizador del empleabilidad del adulto?.
Ingresos en los hogares en que viven menores:
Recuperación parcial.
Recuperación parcial.
Por
María Miyar Busto,
Se puede afirmar que la proporción de niños que viven en hogares sin rentas es afortunadamente más pequeña,
que la de niños que viven en hogares con rentas.
Por tanto
«El debate sobre la pobreza en la infancia no debería centrarse tanto en la ausencia de rentas
cuanto en su suficiencia para cubrir las necesidades de atención y cuidado de los menores».
La evolución de la pobreza infantil ha preocupado a los medios de comunicación y los científicos sociales tanto durante la recesión como durante la reciente recuperación. Para comprender mejor los riesgos en carencias materiales que pueden sufrir los niños es imprescindible conocer las características económicas de los hogares en los que viven.
En este sentido, la Encuesta de Población Activa (EPA) ofrece una notable oportunidad de análisis, puesto que dispone de información sobre la ocupación y la percepción de pensiones (contributivas y no contributivas) y otras prestaciones de desempleo[1] de todos los miembros del hogar.
En el primer trimestre de 2017, algo menos de 3 de cada 10 personas del conjunto de la población española vivían en hogares en los que no había ningún adulto ocupado, pero solo 3 de cada 100 vivían en hogares sin ningún ingreso (gráfico 1). Centrando la atención en los niños menores de 10 años, se observa que, en los hogares en los que ellos viven, la desocupación es menor que en el resto de hogares. Así, mientras que el 9,8% de los menores de 10 años viven en hogares sin ocupados, esta cifra asciende al 11,1% en el caso de los adultos entre 25 y 49 años (gráfico 1).
Gráfico 1
Personas viviendo en hogares sin ocupados y sin ingresos,por edad
Fuente: Elaboración propia a partir de EPAI 2007-2017.
De los datos sobre la composición de los ingresos de los hogares se desprende que la ocupación es la fuente de renta más frecuente en los hogares en los que viven niños. El 89,4% de los menores de 10 años viven en hogares en los que hay ocupados (gráfico 2). Aunque el 76% del total de menores viven en hogares en los que la ocupación es la única fuente de ingresos, también hay hogares en los que la ocupación se combina con la presencia de pensiones u otras prestaciones en el hogar (13,4% del total de menores de 10 años). Entre los niños que residen en hogares sin ocupados, la situación más frecuente es la de convivir con receptores de prestaciones (4,1%), aunque también un 3,5% viven en hogares que no disponen de ninguna de las tres fuentes de ingresos consideradas (empleo, pensiones u otras prestaciones). Solo un 2% de los menores de 10 años viven en hogares en los que se recibe alguna pensión y no hay ningún miembro del hogar que reciba otra prestación o esté ocupado. A la luz de estos datos, el papel de las pensiones como sustento directo y único de renta en los hogares es marginal entre los niños.
Gráfico 2
Fuentes de ingresos percibidos en los hogares, niños menores de 10 años
Fuente: Elaboración propia a partir de EPAI 2017.
Durante la recesión, no solo aumentó el porcentaje de niños en hogares sin ninguno de estos ingresos, sino que además se modificó la composición de las fuentes de renta en aquellos hogares que mantuvieron alguna. En primer lugar, cabe destacar que, si bien en 2007 el 95% de los menores de 10 años vivían en hogares con alguno de sus miembros ocupado, desde 2009 ese porcentaje baja hasta situarse en el 86% en 2013 (gráfico 3). A partir de 2014 se percibe una cierta recuperación, de modo que en 2017 alcanza ya el 90%. A pesar de que el aumento desde 2013 ha sido considerable, la cifra aún se sitúa cinco puntos por debajo de la correspondiente a 2007.
Gráfico 3
Fuentes de ingresos percibidos, niños menores de 10años,
Fuente: Elaboración propia a partir de EPAI 2007-2017.
Por otra parte, en 2008 el porcentaje de menores de 10 años que vivían en hogares en los que únicamente se percibían prestaciones era insignificante. Entre 2008 y 2013 se incrementó del 2 al 7%, es decir, se multiplicó por más de tres en cinco años (gráfico 3). Gracias a la reducción experimentada desde 2014, el porcentaje se sitúa en el 4% en 2017, lo que supone una reducción del 43% respecto a 2013, aunque duplica aún la cifra previa a la recesión.
«El debate sobre la pobreza en la infancia no debería centrarse tanto en la ausencia de rentas cuanto en su suficiencia para cubrir las necesidades de atención y cuidado de los menores».
Es llamativo que la evolución del porcentaje de menores de 10 años en hogares sin ingresos difiere de la de los menores en hogares cuyas rentas proceden de la ocupación o las prestaciones. Mientras que en estos dos indicadores el cambio de tendencia se percibe entre 2013 y 2014, el porcentaje de niños en hogares sin ingresos creció entre 2008 y 2015, pasando del 2 al 5% (gráfico 3). No es hasta 2016 que este grupo presenta los primeros indicios de recuperación, y aún entre 2016 y 2017 solo consigue disminuir en un punto porcentual.
Por último, cabe considerar que la evolución del grupo de menores que viven en hogares con pensiones es muy reducida. Si bien el grupo de niños que comparten vivienda con personas que reciben una pensión (sin ocupados ni receptores de otras prestaciones) aumenta entre 2010 y 2015, en ningún momento supera el 2% de los menores de 10 años (gráfico 3).
Los datos de la EPA sobre los ingresos de los hogares amplían la perspectiva del fenómeno de la pobreza infantil, aun cuando para completarla sería necesario contar con información precisa sobre la cuantía de los ingresos percibidos. En todo caso, a la luz de la información disponible en la EPA sobre la presencia en los hogares de rentas procedentes de la ocupación, las pensiones u otras prestaciones, se puede afirmar que la proporción de niños que viven en hogares sin rentas es afortunadamente muy pequeña. El debate sobre la pobreza en la infancia no debería centrarse tanto en la ausencia de rentas cuanto en su suficiencia para cubrir las necesidades de atención y cuidado de los menores. El importe de los salarios y las prestaciones accesibles a las familias con hijos pequeños constituyen variables clave para asegurar la cobertura de tales necesidades.
[1] Prestaciones y subsidios por desempleo.
Children of Austerity: Impact of the Great Recession. Un nuevo estudio Innocenti,
Children of Austerity: Impact of the Great Recession (acceso informe sobre España pag. 219 en adelante)
sobre la pobreza
infantil en los países ricos, producido por UNICEF Innocenti,
en
colaboración con dieciséis instituciones internacionales de
investigación, ofrece un informe detallado de los efectos de la crisis
financiera de 2008 y de las respuestas gubernamentales Sobre los niños de los países de altos ingresos.
Children
of Austerity combina una perspectiva comparativa en 41 países de la
OCDE y de la UE con 11 estudios de casos de países detallados escritos
por destacados académicos nacionales. El análisis
va más allá de los promedios nacionales, con datos desglosados por
características clave de los hogares y condiciones subnacionales.
Es
el primer estudio internacional sobre los efectos de la crisis y las
respuestas gubernamentales, con énfasis explícito en los niños de los
países ricos.
A
través de 11 estudios de países diversos (Bélgica, Alemania, Grecia,
Hungría, Irlanda, Italia, Japón, España, Suecia, Reino Unido y Estados
Unidos), este volumen describe la evolución de la pobreza infantil y el
bienestar material durante la crisis , Y vincula estos resultados con las respuestas de los gobiernos.
El
análisis subraya que los países con sistemas de protección social
fragmentados eran menos capaces de proteger los ingresos de los hogares
con niños en el momento en que el desempleo se disparó.
Revista GSIA mes de Junio 2017
LA MAGIA DE LOS DATOS: LA INFANCIA Y LA
ADOLESCENCIA COMO “OBJETOS” DE ESTUDIO
Asi es cómo los niños y niñas pueden ocupar y autogestionar un solar-
Este artículo aparece publicado en Yorokobu
«Somos los peques del barrio y tenemos un secreto.
¡Hemos conquistado un descampado en el barrio para poder jugar!
Nos ha resultado muy difícil pero al fin lo hemos encontrado.
¡No había ninguno cerca! Estamos muy contentos, pero todavía no lo sabe mucha gente, sshhhh… por eso os queremos escribir esta carta…»
¿Es posible un solar abierto y gestionado por los niños y niñas del barrio?
Donde padres y madres, arquitectos, artistas y técnicos den un paso atrás.
Foto Alejando |
A finales de 2015, un grupo de niños y niñas —madres y padres— del barrio madrileño de La Latina anunciaban en un cartel a sus vecinos la apertura del solar en el número 3 de la calle Almendro, un espacio que llevaba más de dos décadas de absoluto desuso.
«Somos los peques del barrio y tenemos un secreto. ¡Hemos conquistado un descampado en el barrio para poder jugar! Nos ha resultado muy difícil pero al fin lo hemos encontrado. ¡No había ninguno cerca! Estamos muy contentos, pero todavía no lo sabe mucha gente, sshhhh… por eso os queremos escribir esta carta…», rezaba el cartel.
Ellos, los niños, serían además los encargados de pensar y diseñar el espacio.
«Mientras los adultos nos dedicábamos a hablar y debatir sobre el espacio, los niños se apropiaban de él. Comenzaban a jugar, a investigar, a crear lugares secretos. A descubrir. Al observarles nos dimos cuenta de que sin nosotros, sin planificación, ellos mismos estaban transformando el lugar al sentirse parte de él». Lo cuenta Rubén Lorenzo, de Basurama, conocido colectivo madrileño dedicado a la investigación, creación y producción cultural que junto a Zuloark, un estudio de arquitectos, diseñadores, constructores y pensadores del urbanismo social, fueron convocados en noviembre de 2015 por el Ayuntamiento de Madrid para abrir el solar de la calle Almendro a través de un proceso participativo con los vecinos y los niños del barrio.
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