Percepción entre los jóvenes de las desigualdades en huella de carbono

Investigación seleccionada en la convocatoria para apoyar proyectos de investigación sobre la realidad social de las personas jóvenes (FS22-1B)



Fundación “la Caixa”

ElObservatorioSocial

Mayo 2024




El cambio climático y la desigualdad económica están interconectados y, a la vez, relacionados con la justicia intergeneracional. Las personas ricas y de ingresos elevados tienden a dejar huellas de carbono superiores a las del resto de la población, y los ingresos y la riqueza tienden a aumentar con la edad, pero serán los jóvenes de hoy quienes sufrirán en mayor medida los daños climáticos más severos. Los autores de este artículo realizaron una encuesta a 1.547 personas de entre 16 y 32 años, residentes en España, para explorar cómo perciben los jóvenes distintas relaciones entre la desigualdad económica y el cambio climático. Las conclusiones de la investigación sugieren que, en términos generales, un elevado porcentaje de jóvenes perciben diferencias en materia de huellas de carbono que oscilan entre moderadas y significativas. Al comparar sus percepciones con datos de investigaciones académicas, se observa que los jóvenes tienden a sobreestimar la magnitud de tales diferencias, aunque en todos los casos son conscientes de que guardan una mayor relación con las diferencias de ingresos que con la edad. Los resultados señalan que, en la transición hacia una economía baja en carbono, la mayoría de los jóvenes consideran que los responsables políticos deberían tener en cuenta las desigualdades en materia de huellas de carbono. También coinciden en que deberían aplicarse políticas públicas concretas —como gravar los activos sucios— que sean susceptibles de reducir tales desigualdades.

Puntos clave

  1. Muchos jóvenes consideran que, en España, las diferencias en materia de huellas de carbono son moderadas (31%), significativas (33%) o muy acusadas (24%). Al comparar los valores percibidos en materia de huellas de carbono con datos de publicaciones académicas, se observa que las percepciones de muchos jóvenes son imprecisas, dado que tienden a sobreestimar, en lugar de subestimar, las emisiones generadas por quienes más contaminan.
  2. El 78% de los encuestados consideran que las personas de ingresos elevados dejan huellas de carbono superiores a la huella media de la población. En cambio, las diferencias percibidas en las emisiones generadas por los distintos grupos de edad están bastante equilibradas, aunque el porcentaje de los encuestados que creen que las personas mayores dejan huellas de carbono superiores rebasa ligeramente el de aquellos que consideran que son los jóvenes quienes dejan huellas más elevadas (32% y 26%, respectivamente).
  3. El porcentaje de encuestados que consideran que las personas de ingresos elevados, en comparación con las de bajos ingresos, tienen más facilidades para reducir sus huellas de carbono rebasa significativamente el de quienes difieren de esta afirmación (54% y 11%, respectivamente). Las posibilidades percibidas de reducción de emisiones de carbono según se trate de personas jóvenes o de personas mayores son prácticamente las mismas.
  4. Un elevado porcentaje de jóvenes (74%) consideran que las desigualdades en materia de huellas de carbono deberían desempeñar un papel significativo en la configuración de políticas encaminadas a mitigar el cambio climático.
  5. Gravar los activos sucios se cuenta entre las políticas susceptibles de reducir las desigualdades en materia de huellas de carbono, y la mayoría de los jóvenes, con independencia de que sean de izquierdas o de derechas, están de acuerdo con ello. Sin embargo, solamente el 40% de los encuestados están a favor de aplicar un impuesto sobre los vuelos frecuentes.

Autores de la investigación: 


Stefan Drews, Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales, Universidad Autónoma de Barcelona (España), Universidad de Málaga (España); Théo Konc, Universidad Técnica de Berlín (Alemania), Instituto Potsdam para la Investigación sobre el Impacto del Cambio Climático (Alemania)


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¿Cómo afecta la contaminación atmosférica a la infancia?: Segundo factor de riesgo de muerte. Informe SOGA 2024, UNICEF

 La exposición a la contaminación atmosférica se relaciona con más de 700.000 muertes de niños y niñas menores de cinco años, lo que la convierte en el segundo factor de riesgo de muerte.
La polución no solo afecta al día a día de las niñas y niños, 
sino que condiciona su desarrollo cognitivo, así como la memoria y sus procesos mentales. 

Un nuevo informe ha confirmado lo que se sospechaba: 
la contaminación atmosférica afecta especialmente a los niños y niñas. 

Los niños y las niñas menores de cinco años son especialmente vulnerables.

La quinta edición del informe sobre el Estado del Aire en el Mundo, conocido como SoGA, realizado por primera vez en colaboración con UNICEF, concluye que la contaminación atmosférica causó 8,1 millones de muertes en todo el mundo en 2021. Además, concluye que los niños y las niñas menores de cinco años son especialmente vulnerables, con efectos sobre la salud como el nacimiento prematuro, el bajo peso al nacer, el asma y las enfermedades pulmonares. 

En 2021, la exposición a la contaminación atmosférica se relacionó con más de 700.000 muertes de niños y niñas menores de cinco años, lo que la convierte en el segundo factor de riesgo de muerte en el mundo para este grupo de edad, después de la malnutrición. 500.000 de estas muertes infantiles estaba relacionada con la contaminación del aire en los hogares debido a la cocción en interiores con combustibles contaminantes.

La contaminación atmosférica procede de la quema de combustibles fósiles y biomasa en sectores como el transporte, los hogares, las centrales eléctricas de carbón, las actividades industriales y los incendios forestales. Estas emisiones no sólo afectan a la salud de las personas, sino que también contribuyen a los gases de efecto invernadero que están calentando el planeta. Las poblaciones más vulnerables se ven afectadas de forma desproporcionada tanto por los riesgos climáticos como por el aire contaminado.

Neumonía, asma y otros efectos

¿Cómo afecta la contaminación atmosférica a la infancia?Algunos de los mayores efectos sobre la salud de la contaminación atmosférica se observan en la infancia. Los niños y las niñas son especialmente vulnerables a la contaminación atmosférica y los daños de ésta pueden empezar en el útero, con efectos sobre la salud que pueden durar toda la vida. La exposición de los niños y niñas a la contaminación atmosférica está relacionada con la neumonía, responsable de uno de cada cinco muertes infantiles en el mundo, y con el asma, la enfermedad respiratoria crónica más frecuente en los niños mayores

En este mismo sentido, desde Children The City, advierten de que “la evidencia es absolutamente condenatoria: la salud de los niños se está viendo dramáticamente afectada por contaminantes del aire que tienen un impacto devastador en la salud de la raza humana y se convierten en el segundo factor de riesgo de muerte a nivel mundial”. En referencia al informe SoGA enfatizan que el grupo de edad de menos de cinco años es particularmente vulnerable a los efectos en cadena, entre ellos el nacimiento prematuro, el bajo peso al nacer y los problemas pulmonares. enfermedades.

“La salud de los niños se está viendo dramáticamente afectada por contaminantes del aire que tienen un impacto devastador en la salud”

“A pesar de los avances en la salud materno infantil, cada día mueren casi 2.000 niños menores de cinco años debido a los impactos en la salud relacionados con la contaminación del aire. Nuestra inacción está teniendo efectos profundos en la próxima generación, con impactos en la salud y el bienestar para toda la vida”, afirmó Kitty van der Heijden, directora ejecutiva adjunta de UNICEF. “La urgencia global es innegable -continuó-. Es imperativo que los gobiernos y las empresas consideren estas estimaciones y los datos disponibles localmente y los utilicen para informar acciones significativas y centradas en los niños para reducir la contaminación del aire y proteger la salud de los niños”.

“La salud de los niños se está viendo dramáticamente afectada por contaminantes del aire que tienen un impacto devastador en la salud”

Muchos países, particularmente aquellos que experimentan los niveles más altos de contaminación del aire, finalmente están abordando el problema de frente. Las acciones sobre la calidad del aire en regiones como África, América Latina y Asia, como la instalación de redes de monitoreo de la contaminación del aire, la implementación de políticas de calidad del aire más estrictas o la compensación de la contaminación del aire relacionada con el tráfico mediante el uso de vehículos híbridos o eléctricos, están teniendo impactos mensurables en la contaminación. y mejorar la salud pública.

Una preocupación también para ellos y ellas

Desde el Grupo asesor de Medioambiente de UNICEF, no pasan por alto esta realidad y se muestran preocupados de que no todo el mundo tenga en cuenta esta crisis climática. En concreto, piensan que en general muchos chicos y chicas no están interesados en el tema, no están suficientemente informados (convenientemente, tal vez por culpa de la desinformación) y también pueden pensar que no les afecta tan directamente. El negacionismo climático también preocupa a los jóvenes, niños y niñas más comprometido con este tema. 

 Desde el grupo quieren generar más conciencia sobre ello y reivindicar que el movimiento climático debe ser inclusivo. Entre los temas que quieren trabajar a partir de septiembre está reducir la desinformación o el desinterés sobre el cambio climático y generar contenido práctico para que todo el mundo esté concienciado. 

 Una realidad que concuerda con lo que advierten muchas otras organizaciones internacionales. Desde ISGobal advierte de que “nuestra población más joven y vulnerable, que es nuestro futuro, no dispone de los entornos que merece y que necesita para crecer bien. La mayoría de los niños y niñas viven en ciudades que son focos de contaminación atmosférica. Y, además, pasan hasta una cuarta parte del día en escuelas que suelen ser ‘puntos calientes’ urbanos de exposición medioambiental, en zonas densas y muy contaminadas. Esta situación en las ciudades es especialmente grave. Se calcula que el 33% de los casos de asma infantil en Europa pueden atribuirse a la contaminación atmosférica

“La salud mental de los y las adolescentes también se ve afectada, ya que los estudios demuestran que la exposición a la contaminación atmosférica”

Los efectos más graves también pasan por la afectación de la memoria y las dificultades e el aprendizaje de los niños y niñas. Así lo constata un estudio realizado en Barcelona que relaciona directamente la contaminación atmosférica en sus escuelas con su desarrollo cognitivo. “La salud mental de los y las adolescentes también se ve afectada, ya que los estudios demuestran que la exposición a la contaminación atmosférica está asociada a síntomas de depresión, ansiedad, trastornos psicóticos y una peor salud mental general”, explican. 

“La salud mental de los y las adolescentes también se ve afectada, ya que los estudios demuestran que la exposición a la contaminación atmosférica”

El camino a recorrer para mejorar eta situación puede verse en iniciativa de toda Europea como la campaña de Clean Cities, la iniciativas Streets for Kids o y Schools Streets. Trabajando en diferentes sectores para hacer frente a la contaminación atmosférica se puede marcar un cambio significativo en la infancia con beneficios duraderos.

¿Qué hace que ahora los adolescentes sean menos felices? El FMI lo explica

El organismo recalcó la importancia de atender la salud mental de los jóvenes debido a que representa un problema sanitario que podría generar consecuencias económicas en el futuro



Infobae

Valeria González

05 Ago, 2024



Imagen ilustrativa/ Infobae
Es un hecho, la salud mental de la juventud y la adolescencia está dañada. Y aunque el deterioro se ha visto remarcado en los últimos cuatro años (desde 2020 hacia la actualidad), este malestar colectivo no está ligado únicamente a la pandemia de COVID-19. Vivimos en un mundo donde los adolescentes se enfrentan a una sensación de crisis antes de llegar a la edad adulta, lo que ha revertido las cifras históricas de optimismo en esta etapa vital.


Cimenna Chao Rebolledo, investigadora de la Universidad Iberoamericana, habló con Infobae recientemente sobre este malestar colectivo que se presenta en los jóvenes en años recientes, sin embargo, consideró que si se revisan con detenimiento las cifras, es una tendencia que venía decayendo desde hace años atrás.


De acuerdo con el último Informe Mundial sobre la Felicidad, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), hay una realidad preocupante: los jóvenes de todo el mundo declaran hoy niveles de felicidad inferiores a los de sus mayores. Desde 2006, los niveles de felicidad juvenil declarados han disminuido en América del Norte, América Latina, Europa, el sur de Asia, Oriente Medio y el norte de África. ¿A qué se debe esto?


¿Cuáles son los factores que hacen infeliz a la juventud?


Según un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI), hay varios factores que contribuyen a esta disminución de los índices de felicidad. Entre los factores a considerar se encuentran los económicos, sociales, digitales, así como del cambio climático e incertidumbre de mañana.


Presiones sociales y tecnológicas


Si las redes sociales bien ofrecen una conexión con el resto del mundo, pueden fomentar la incompetencia y la comparación social. Según el estudio de 2022 titulado Asociaciones entre el uso de las redes sociales y la soledad en una población transnacional: ¿Importan los motivos del uso de las redes Según un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI), hay varios factores que contribuyen a esta disminución de los índices de felicidad. Entre los factores a considerar se encuentran los económicos, sociales, digitales, así como del cambio climático e incertidumbre de mañana.


Presiones sociales y tecnológicas


Si las redes sociales bien ofrecen una conexión con el resto del mundo, pueden fomentar la incompetencia y la comparación social. Según el estudio de 2022 titulado Asociaciones entre el uso de las redes sociales y la soledad en una población transnacional: ¿Importan los motivos del uso de las redes sociales?, se encontró una fuerte correlación entre el aumento del uso de las redes sociales y los síntomas de depresión y soledad en los adultos jóvenes como una probable una tendencia mundial, debido al tiempo en que la población adolescente y juvenil invierte dentro de estas plataformas, donde se ubican estereotipos y estándares a seguir para pertenecer a los círculos sociales, tanto digitales como físicos.


Al mismo tiempo, y a pesar de las conexiones en línea, los jóvenes pueden experimentar una falta de relaciones personales sólidas debido a factores como la disminución del tiempo libre, la movilidad geográfica o la ansiedad social. Sentirse desconectado de una comunidad que los apoya puede afectar negativamente a la felicidad.


Incertidumbre y ansiedad


De acuerdo con el FMI, la amenaza inminente del cambio climático pesa mucho sobre las generaciones más jóvenes, que están heredando un mundo plagado de desafíos ambientales y pueden sentir una falta de control o de capacidad para abordarlos.


Al mismo tiempo, el aumento de las divisiones sociales y políticas puede alimentar la ansiedad y la desesperanza. Ser testigo de una negatividad constante puede resultar emocionalmente agotador. Un informe de UNICEF de 2023 concluyó que los jóvenes que viven en zonas de conflicto en todo el mundo, como Siria y Yemen, presentan niveles particularmente altos de ansiedad y depresión.


Mundo económico y laboral


De acuerdo con el estudio, hay un ascenso más empinado hacia la prosperidad que las generaciones anteriores. La asequibilidad de la vivienda, la educación y la atención sanitaria pueden ser obstáculos importantes para la seguridad financiera y el bienestar general. Aun cuando se trate de adolescentes, el conocer que cada día hay presiones monetarias más grandes puede producir un estrés desmedido en las nuevas generaciones, recalcó el FMI.


De la misma forma, la deuda por préstamos estudiantiles y los salarios estancados obstruyen aún más sus finanzas, retrasando hitos como la compra de una vivienda y la formación de una familia, que contribuyen a los sentimientos de falta de logros personales, profesionales, así como de poca estabilidad. En un informe del Banco Mundial, publicado en 2022, se concluyó que el aumento de los costes de la vivienda también es una preocupación importante para los adultos jóvenes en economías en desarrollo como Brasil y la India, así como en países de Occidente y Oriente, es decir, un malestar global.


Al mismo tiempo, la economía informal, las presiones laborales y las condiciones de trabajo precarias ofrecen menos seguridad y beneficios en comparación con tiempos. Esta falta de estabilidad dificulta la planificación financiera y aumenta la incertidumbre sobre el futuro. Acorde a un informe de 2023 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) concluyó que las tasas de desempleo juvenil siguen siendo obstinadamente altas en las economías desarrolladas y son aún peores en los países en desarrollo. Todo lo anterior puede provocar presiones tanto en los adolescentes como en los jóvenes adultos.


El informe del Fondo Monetario Internacional reveló una disparidad geográfica y de desigualdad. Mientras que en Noruega, Suecia, Alemania, Francia, el Reino Unido y España los adultos mayores manifiestan una mayor felicidad que los jóvenes, en Portugal y Grecia se observa la tendencia opuesta. Además, los jóvenes de América del Norte están ahora sensiblemente menos satisfechos que sus mayores por los factores antes mencionados, ligado a las propias batallas que la región atraviesa, como altos índices de inseguridad en México, por ejemplo. La desigualdad en materia de felicidad también ha aumentado en todas las regiones, con excepción de Europa, que pronto podría seguir este cambio “histórico” y “desconcertante”.


Según el organismo, de no abordarse esta problemática, las consecuencias podrían ser catastróficas. Como señala el informe: “Pensar que en algunas partes del mundo los niños ya están experimentando el equivalente a una crisis de la mediana edad exige una acción política inmediata”, pues cuando la felicidad disminuye, también lo hacen la motivación, la productividad, la salud y la esperanza de vida.


¿Cómo se puede volver a los adolescentes felices?


Si bien el informe presenta un panorama preocupante, también ofrece esperanza. En países como Costa Rica y Kuwait, la felicidad de los jóvenes aumentó. Aunque las razones específicas aún están siendo estudiadas, estos ejemplos sugieren que la clave podría ser centrarse en el apoyo social y en un sentido de propósito.


El FMI consideró que los siguientes puntos son claves para regresar la felicidad de los adolescentes y jóvenes a niveles saludables


1. Priorizar el apoyo a la salud mental a nivel mundial. Es necesario invertir en servicios de salud mental accesibles e integrales para los jóvenes en las escuelas y comunidades de todo el mundo. La intervención y el apoyo tempranos son fundamentales para abordar los efectos negativos de las redes sociales y otros factores estresantes. Programas como el entrenamiento de atención plena y las sesiones de terapia de grupo han demostrado ser eficaces para reducir la ansiedad y la depresión en los jóvenes. Además, la creación de recursos en línea y líneas de ayuda específicamente dirigidas a los problemas de salud mental de los jóvenes puede garantizar una mayor accesibilidad.


2. Fomentar las conexiones entre culturas en el mundo real. Se deben apoyar y alentar las actividades que promueven la interacción social genuina y un sentido de pertenencia en todas las culturas. Los programas de intercambio internacional, en los que jóvenes de diferentes países viven y aprenden juntos, pueden fomentar la comprensión y las amistades para toda la vida. Las iniciativas de tutoría virtual para jóvenes pueden conectar a los jóvenes con profesionales experimentados que pueden ofrecer orientación y apoyo. Incluso las comunidades globales en línea centradas en intereses compartidos, como el activismo ambiental o la escritura creativa, pueden brindar un sentido de pertenencia y propósito.


3. Impulsar la reforma de las redes sociales. Las empresas de redes sociales y los gobiernos tienen la responsabilidad global de priorizar el bienestar de los usuarios. Es fundamental implementar regulaciones y políticas de contenido más estrictas que limiten la propagación de negatividad y desinformación. Las plataformas también pueden explorar funciones que limiten el tiempo de uso de la pantalla o exijan la verificación de edad para ciertos tipos de contenido. La cooperación internacional puede garantizar que estas reformas se implementen de manera efectiva a través de las fronteras, creando un entorno en línea más seguro y positivo para los jóvenes de todo el mundo.


4. Promover la educación para el futuro. Las escuelas deben ir más allá de los programas académicos tradicionales y dotar a los estudiantes de habilidades para la vida que puedan aplicarse en cualquier lugar. Además de educación emocional, talleres de educación financiera pueden ayudar a los jóvenes a tomar decisiones informadas y a afrontar las complejidades de los gastos y la elaboración de presupuestos. Enseñar hábitos saludables en línea puede garantizar un uso responsable y seguro de las redes sociales.

El mundo se encuentra en una encrucijada ante la cruda realidad de la disminución de la felicidad de los jóvenes. El Informe Mundial sobre la Felicidad 2024 nos recuerda nuestra responsabilidad colectiva de fomentar el bienestar de las generaciones futuras. Los jóvenes de hoy son la fuerza laboral del mañana; al abordar ahora los factores que contribuyen al descontento juvenil, las empresas y la sociedad pueden allanar colectivamente el camino hacia un futuro más brillante.

Infancia perdida en Gaza

Nur y Susan, de 14 y 12 años respectivamente, sufren las consecuencias de la brutal ofensiva israelí y representan la situación de miles de niños y niñas



elDiario.es

5 de agosto de 2024




Las niñas y niños en Gaza están viviendo un auténtico infierno  UNRWA

Los 10 meses de ofensiva en Gaza se han convertido en un auténtico infierno para su población, especialmente para los niños y niñas de la Franja. Son los que están pagando el precio más alto. De las más de 39.300 personas palestinas asesinadas, 15.000 son niños y niñas, y hay alrededor de 21.000 menores desaparecidos, según el Ministerio de Sanidad.


Nur Ziyad, de 14 años, es de Beit Lahia, en la región norte de la franja de Gaza. Hace unas semanas, un intenso bombardeo golpeó la casa de su familia y el edificio vecino de cuatro pisos se derrumbó sobre su hogar. Nur y su familia de 10 personas se refugiaron en una clínica de la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina —UNRWA por sus siglas en inglés— en el campamento de refugiados de Jabalia. 


En medio de los bombardeos y los incendios, Nur estaba constantemente preocupada por la seguridad de su familia, agarrando con fuerza la mano de su madre por miedo a perderla. Las condiciones en la clínica eran difíciles, más de 80 personas hacinadas en una sola habitación, todas ellas sin comida, agua, ni artículos de primera necesidad. Después de 30 días de miedo y peligro continuos por los bombardeos cercanos, la familia decidió trasladarse al sur, coaccionada por las órdenes de desplazamiento forzado de las fuerzas israelíes. 


Caminaron desde el norte a través de un puesto de control militar cerca de Wadi Gaza, y a lo largo del camino observaron cuerpos en descomposición y mutilados por perros.  


Tras pasar el puesto de control, continuaron en camión hasta Nuseirat y luego hasta Rafah. El viaje a Rafah duró dos días enteros. Mientras cruzaba el puesto de control, las fuerzas israelíes le ordenaron que se deshiciera de todos sus enseres.  


Oyeron hablar de una escuela en el este de Rafah en la que podrían encontrar refugio, por lo que caminaron durante un día para llegar hasta ella. Afortunadamente, cuando llegaron aun había sitio y se pudieron refugiar allí, sin embargo, la comida era escasa e insuficiente para las necesidades de Nur y sus hermanos y menudo hacían largas colas para conseguir algo de comida. 


Según informes, 8.000 menores de cinco años sufren malnutrición aguda en Gaza y 3.500 tienen riesgo de morir por malnutrición. Además, más de medio millón de niños y niñas llevan diez meses sin poder recibir educación o ir a la escuela. Las nuevas generaciones están viviendo lo que ya vivieron sus antepasados, lo que los palestinos llaman la Nakba o la catástrofe, cuando en 1948, tras la guerra Árabe-Israelí, fueron expulsados a la fuerza de sus hogares. Hoy en día, la Nakba continúa en Gaza.  


Susan, de 12 años, también carga con el peso del trauma de la generación de refugiados y refugiadas de Palestina que la precedió. “Nunca olvidaré esos restos esparcidos por todas partes... Perdí el contacto con mis amigos y no sé quién de ellos sigue vivo. Extraño a mi alma gemela, Lama”, asegura. 


En los primeros días de la ofensiva sobre Gaza, las fuerzas israelíes le exigieron a ella y su familia que abandonaran su casa, pero su padre no lo hizo. “No sabíamos adónde ir, ya que no teníamos otro lugar. Cuando se intensificaron los impredecibles bombardeos en nuestro barrio, nos vimos obligados a huir de Shuja'iyya a una escuela en Khan Younis”, relata. “Unos días después, esa escuela fue bombardeada. Corrí a buscar a mi padre por los pasillos, todos llenos de muertos y heridos. Nunca olvidaré haber visto restos esparcidos por todas partes. Seguí llamando a mi padre hasta que lo encontré. ¡Lo abracé y no podía creer que todavía estuviera vivo!”. 


A pesar de las notables dificultades que ha atravesado, Susan ha tenido suerte y sus padres siguen a su lado. En Gaza se estima que 17.000 menores no corren la misma suerte y están huérfanos o se han visto separados de sus padres. Absolutamente ningún niño ni niña deberían vivir una situación así.  

“Sueño que la guerra terminará y que podremos volver a nuestras vidas como antes”, concluye Susan con esperanza e inocencia.   

"No puedes pretender parecerte a un filtro": un tipo de violencia muy sutil.

 Alertan de la violencia estética en personas menores: cirugía plástica, bótox, filtros:
 parecerse a personas que realmente no son así.

Llevamos demasiado tiempo con un canon de belleza con excesivo culto al cuerpo y un gusto por la extrema delgadez, lo que unido a la adolescencia y las redes sociales crea una combinación a veces de difícil manejo.

Este mes de mayo, Francisca Escorza elaboró y Sergio Padial lanzaron una guía para prevenir en el aula la violencia estética en edad escolar, dirigida el profesorado trabaje en el aula esta temática de la 'violencia estética' mediante talleres.

Los jóvenes llegan "en algunos casos a infravalorar y menospreciar" partes del cuerpo, "ocasionando desde un malestar significativo a una obsesión duradera o, en sus casos más extremos, trastornos como la anorexia o bulimia".

La presión social sobre la imagen femenina hace que el 90 % de afectados aún sigan siendo mujeres, aunque el porcentaje de hombres, sobre todo jóvenes, ha aumentado. Se produce una violencia porque son niñas menores de edad que tienen una obsesión por parecerse a personas que realmente no son así, porque lo que están utilizando son filtros. Eso está generando ansiedad, problemas a nivel escolar, es un tipo de violencia muy sutil.

Los filtros que ponen en Instagram o en Tik Tok y el afán por parecerse a actrices, actores y futbolistas famosos está perjudicando la salud de esta generación: en torno a los 15, 16 y 17 años las niñas ya utilizan bótox y rellenos labiales, y, últimamente, pretenden parecerse a personajes que utilizar herramientas digitales, filtros, para "mejorar" su imagen cada vez más alejada de la realidad.

En los últimos tiempos es significativo el aumento de chavales y  chavalas con solicitudes de cirugías plástica y que estos acuden con las firmas de consentimiento de los padres: "No puedes pretender parecerte a un filtro". Eso es una violencia contra las niñas menores de edad que tienen una obsesión por parecerse a personas que realmente no son así, porque lo que están utilizando son filtros. Eso está generando ansiedad, problemas a nivel escolar, es un tipo de violencia muy sutil.

El culto a lo estético, a los filtros, a todo lo que es artificialidad, por parecerse a los influencers, a los  tiktokers  puede derivar en problemas de salud mental.

Fuente: Fuente Francisca Escorza elaboró, junto a Sergio Padial, una guía para prevenir en el aula la violencia estética en edad escolar, dirigida el profesorado trabaje en el aula esta temática de la 'violencia estética' mediante talleres: Gabinete de Convivencia Escolar e Igualdad de la delegación Territorial de Educación de la Junta de Andalucía en Málaga.