Este material sirve también para que las niñas y niños sepan identificar qué les está pasando y que puede pasar a partir de ahora y también está disponible en valenciano, porque la infancia también tiene derecho a recibir la información en su lengua.
Ha llegado la DANA y nos han pasado muchas cosas. Cómo nos podemos sentir las niñas y niños en esta situación
Este material sirve también para que las niñas y niños sepan identificar qué les está pasando y que puede pasar a partir de ahora y también está disponible en valenciano, porque la infancia también tiene derecho a recibir la información en su lengua.
La infancia es la más afectada por la migración por causa climática en el Sudeste Asiático, según World Vision
La infancia es la más afectada por la migración relacionada por el cambio climático en el Sudeste Asiático, según el informe 'Climate Change, Vulnerability and Migration', de la organización World Vision.
Newsroom Infobae
El estudio se basa en 92 relatos de primera mano de niños migrantes y menores que se quedaron cuando sus padres y cuidadores emigraron, así como entrevistas con líderes y expertos locales. Ha sido elaborado en colaboración con el Centro Asiático del Instituto de Medio Ambiente de Estocolmo (SEI, por sus siglas en inglés) y describe el agravamiento de la pobreza, las privaciones y la carga de la deuda en las comunidades rurales, que llevan a las personas a emigrar; la explotación y los abusos a los que se enfrentan muchas personas migrantes; y las luchas de los que se quedan en casa.
World Vision recuerda que las Naciones Unidas calculan que en 2020 había 10,6 millones de personas migrantes internacionales en el Sudeste Asiático, siendo Tailandia, con diferencia, el país que acogía a un mayor número de ellos, de los que alrededor de 1,27 millones eran menores de 18 años. "A medida que se intensifican los efectos del cambio climático, que empujan a más personas a emigrar, es crucial que se protejan sus derechos e intereses, especialmente los de la infancia, que es muy vulnerable", subraya la organización.
Del informe se desprende que especialmente las niñas mayores asumen de forma rutinaria "importantes tareas" en casa y en las granjas y, además, trabajos asalariados, incluso a expensas de su educación. "Tanto los adultos como los niños y niñas describieron profundos impactos emocionales por la separación familiar, y experiencias traumáticas durante la migración", expone.
A través de un análisis detallado de seis aldeas rurales de Camboya, Laos y Vietnam, el informe muestra cómo el cambio climático, con lluvias torrenciales e inundaciones cada vez más frecuentes, se traduce en hambre, ausencias escolares y ansiedad por las deudas crecientes. "Muestra los sacrificios que hacen los padres, el sentido del deber de los niños y niñas hacia su familia y sus aspiraciones de una vida mejor. Y pone de relieve muchas formas en las que gobiernos nacionales, donantes y socios para el desarrollo, así como las organizaciones internacionales, pueden marcar la diferencia", apunta la organización.
También asegura que, a medida que se agrava la crisis climática, los niños y jóvenes del Sudeste Asiático se enfrentan a "crecientes amenazas" para su salud, educación, medios de subsistencia y perspectivas económicas. En este sentido, explica que los efectos del cambio climático, amplificados en algunos casos por el desarrollo de infraestructuras como la construcción de presas, "están empeorando la situación de pobreza y la desigualdad y haciendo que las personas sean cada vez más vulnerables a la migración forzosa y se expongan potencialmente a la explotación y el abuso".
La investigadora principal y directora mundial del programa de Migración y Movilidad del SEI, Sara Vigil, ha indicado que la investigación "revela una realidad desgarradora: el cambio climático y la migración están transformando las vidas de innumerables niños y niñas vulnerables, muchos de los cuales deben afrontar las consecuencias emocionales y físicas de la separación y la inestabilidad". Por ello, ha agregado que "es fundamental que se aborden las causas profundas de esta angustia y garanticemos que la infancia esté en el centro de los esfuerzos para crear un futuro más seguro".
Por su parte, el líder Regional para Asia Oriental de World Vision, Terry Ferrari, ha recalcado que "la carga física, emocional y mental que la migración supone para las niñas y los niños empeora su vulnerabilidad". He hecho, ha señalado que los retos a los que se enfrentan, agravados por la migración relacionada con el clima, "han pasado desapercibidos durante demasiado tiempo, pero ya no se pueden ignorar". "Es necesario tomar medidas urgentes para abordar las causas profundas de la migración relacionada con el clima y proteger el futuro de estas jóvenes vidas", ha concluido.
En el informe, World Vision recomienda aumentar la resiliencia de las comunidades mediante infraestructuras sólidas y preparación ante las catástrofes; proporcionar un apoyo "flexible y justo" a los medios de vida sostenibles; proteger tanto a los padres como a los hijos que emigran; cuidar a los cuidadores y a los niños que se quedan con ellos; y capacitar a niños y jóvenes para que puedan construirse un futuro mejor.
Percepción entre los jóvenes de las desigualdades en huella de carbono
Investigación seleccionada en la convocatoria para apoyar proyectos de investigación sobre la realidad social de las personas jóvenes (FS22-1B)
ElObservatorioSocial
Mayo 2024
Puntos clave
- Muchos jóvenes consideran que, en España, las diferencias en materia de huellas de carbono son moderadas (31%), significativas (33%) o muy acusadas (24%). Al comparar los valores percibidos en materia de huellas de carbono con datos de publicaciones académicas, se observa que las percepciones de muchos jóvenes son imprecisas, dado que tienden a sobreestimar, en lugar de subestimar, las emisiones generadas por quienes más contaminan.
- El 78% de los encuestados consideran que las personas de ingresos elevados dejan huellas de carbono superiores a la huella media de la población. En cambio, las diferencias percibidas en las emisiones generadas por los distintos grupos de edad están bastante equilibradas, aunque el porcentaje de los encuestados que creen que las personas mayores dejan huellas de carbono superiores rebasa ligeramente el de aquellos que consideran que son los jóvenes quienes dejan huellas más elevadas (32% y 26%, respectivamente).
- El porcentaje de encuestados que consideran que las personas de ingresos elevados, en comparación con las de bajos ingresos, tienen más facilidades para reducir sus huellas de carbono rebasa significativamente el de quienes difieren de esta afirmación (54% y 11%, respectivamente). Las posibilidades percibidas de reducción de emisiones de carbono según se trate de personas jóvenes o de personas mayores son prácticamente las mismas.
- Un elevado porcentaje de jóvenes (74%) consideran que las desigualdades en materia de huellas de carbono deberían desempeñar un papel significativo en la configuración de políticas encaminadas a mitigar el cambio climático.
- Gravar los activos sucios se cuenta entre las políticas susceptibles de reducir las desigualdades en materia de huellas de carbono, y la mayoría de los jóvenes, con independencia de que sean de izquierdas o de derechas, están de acuerdo con ello. Sin embargo, solamente el 40% de los encuestados están a favor de aplicar un impuesto sobre los vuelos frecuentes.
Autores de la investigación:
Stefan Drews, Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales, Universidad Autónoma de Barcelona (España), Universidad de Málaga (España); Théo Konc, Universidad Técnica de Berlín (Alemania), Instituto Potsdam para la Investigación sobre el Impacto del Cambio Climático (Alemania)
La crisis climática es una crisis de los derechos de la niñez
La crisis climática amenaza directamente la capacidad de las niñas y los niños para sobrevivir, crecer y prosperar.
Save the Children en México
23 de julio, 2024
Imagen tomada de la web de Humanium |
Quizá llevamos décadas escuchando y hablando del cambio climático, pero la realidad es que la crisis climática ya no es un problema del futuro, está aquí y ahora. La degradación ambiental se ha convertido en un factor que pone en riesgo los derechos de las niñas, niños y adolescentes en general, y sobre todo en su derecho a un ambiente limpio, saludable y sostenible.
La crisis climática amenaza directamente la capacidad de las niñas y los niños para sobrevivir, crecer y prosperar. Los fenómenos meteorológicos extremos ponen en riesgo sus vidas y destruyen la infraestructura para su bienestar, ya que son física y fisiológicamente más vulnerables a las crisis climáticas y ambientales que las personas adultas.
Las niñas y los niños son menos capaces de soportar condiciones climáticas extremas como inundaciones, sequías, tormentas y olas de calor, y en realidad, no tendrían por qué resistir estas condiciones. La mayor amenaza para nuestro planeta es la creencia de que alguien más lo va a salvar.
Desde Save the Children hemos observado que, gracias a la crisis climática a la que nos enfrentamos, 35 millones de niñas, niños y adolescentes están bajo amenaza en la temporada de huracanes más activa registrada en el Atlántico.
La temporada de huracanes en el Atlántico comenzó oficialmente este mes y se prolongará hasta finales de noviembre. Los investigadores de la Universidad Estatal de Colorado (CSU) prevén 23 tormentas con nombre esta temporada, de las cuales 11 se convertirán en huracanes y cinco alcanzarán la categoría de huracán mayor (categoría 3-5). Por su parte, el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos pronostica que el Atlántico Norte podría registrar hasta 25 tormentas con nombre y entre cuatro y siete huracanes de gran intensidad de aquí a finales de noviembre.
Según los investigadores de la CSU, este nivel de actividad es un 170 % superior a la media de la temporada de 1991-2020, debido principalmente a las temperaturas récord de la superficie del mar debido al cambio climático inducido por el hombre, el desarrollo de las condiciones de La Niña en el Pacífico, la reducción de los vientos alisios del Atlántico y la menor cizalladura del viento. Las tormentas que se desplazan por aguas oceánicas más cálidas absorben más vapor de agua y calor, lo que acelera la velocidad del viento y puede causar más daños si la tormenta toca tierra.
A medida que la crisis climática intensifica la frecuencia y gravedad de los fenómenos meteorológicos extremos y las zonas costeras se van poblando, millones de niños, niñas y adolescentes de zonas propensas a las tormentas se enfrentan a mayores riesgos como inundaciones, corrimientos de tierra, daños en viviendas y escuelas, mayor exposición a enfermedades e incluso la muerte.
Para la niñez que ya está en desventaja, los riesgos del cambio climático son aún mayores. A medida que los eventos climáticos se vuelven más frecuentes e intensos, las familias más pobres enfrentarán dificultades cada vez mayores para recuperarse. Los efectos combinados del cambio climático y la degradación ambiental están exacerbando las desigualdades existentes y empujando a las niñas, niños, jóvenes y mujeres más pobres y vulnerables a la pobreza, lo que impulsa la migración y la tensión social.
La emergencia climática es una carrera que estamos perdiendo, pero es una carrera que podemos ganar. Como bien dijo Wangari Maathai, defensora y activista medioambiental (Premio Nobel de la Paz en 2004), “La generación que destruye el medioambiente no es la generación que paga el precio. Ese es el problema”.
En Save the Children mantenemos nuestro compromiso para que la niñez, sus familias y sus comunidades sean más resilientes; sin embargo, hacemos un llamado a la sociedad en general para que se haga consciencia, se informe y, desde sus acciones, sume a que el planeta sea un lugar seguro para el presente y el futuro.
No tendremos una sociedad si destruimos el medioambiente. El momento de actuar ya no puede esperar.
La infancia, una de las más afectadas por el cambio climático
Los fenómenos climáticos extremos afectan especialmente al presente y futuro de los más jóvenes, especialmente de aquellos que viven en países en los que estos fenómenos tienen más incidencia.
08 Enero, 2024 - 10:00 h.
12 millones de desplazamientos de niños y niñas tan solo en 2022
Según datos de UNICEF, en el año 2022 unos 12 millones de niños y niñas tuvieron que dejar atrás sus hogares de forma forzosa por culpa de los fenómenos meteorológicos extremos que tuvieron lugar aquel año, como las inundaciones de Pakistán o la sequía en la zona del Cuerno de África. En el caso de Etiopía, uno de los países afectados por la sequía, casi 2 millones de niños y niñas se encontraban en riesgo de desnutrición severa, según datos de mediados de 2023. A estos datos se les debe sumar los desplazados por desastres climáticos de 2023, por desastres como las inundaciones en Libia que han obligado al desplazamiento forzado de más de 43.000 personas más entre niños y adultos.
Inger Ashing, directora general de Save the Children, declaró lo siguiente para el medio Euronews Green durante la celebración de la COP28 en 2023: "Es fundamental garantizar que la crisis climática se reconozca y se aborde como una crisis de los derechos de la infancia".
Los derechos de la infancia y cómo pueden verse afectados por el cambio climático, ha sido tratado desde organizaciones como UNICEF, desde la que han hecho llamamiento a los gobiernos para la protección de la infancia. Sin embargo, según un informe de Save the Children, Unicef y Plan Internacional muestra que tan solo un 2,4% de los principales fondos dedicados a la lucha climática tienen alguna relación con actividades de apoyo y protección a la infancia.
También para Euronews Green, Inger Ashling señaló que la financiación a los proyectos que cuentan con participación directa de niños y niñas, mientras que para aquellos proyectos que se dirigen directamente a ellos el dinero que se percibe es todavía menor. Destaca que la participación infantil, por ejemplo en reuniones y eventos como la COP28 ya terminada, debería tener una mayor prioridad, ya que "es la única forma de hacerlo más respetuoso con los niños".
Por otra parte, en la Observación General nº 26 del Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas, se señala que los gobiernos han de considerar los derechos de la infancia cuando se toman decisiones relacionadas con la lucha contra el cambio climático. Entre las obligaciones se encuentran el mitigar el impacto del daño climático, incluir a los niños y niñas en la toma de decisiones y proporcionar ayuda financiera y técnica a los países que así lo necesiten, entre otras.
Un tercio de la infancia en el mundo se expone a una grave escasez de agua
con un suministro de agua cada vez más escaso y unos servicios hídricos inadecuados, también está cambiando la infancia y alterando su salud mental y física
El informe El cambio climático está transformando la infancia, publicado en vísperas de la cumbre sobre el cambio climático COP28, pone de relieve la amenaza que supone para los niños y niñas la vulnerabilidad hídrica, una de las formas en que se dejan sentir los efectos del cambio climático. Asimismo, ofrece un análisis de las repercusiones de los tres niveles de inseguridad hídrica en el mundo: la escasez de agua, la vulnerabilidad hídrica y el estrés hídrico.
Este informe, que supone un suplemento de la publicación de UNICEF sobre el Índice de Riesgo Climático de la Infancia de 2021, también describe muchas otras formas en las que la infancia está sufriendo los efectos de la crisis climática: enfermedades, contaminación atmosférica y fenómenos meteorológicos extremos, como inundaciones y sequías.
Desde el momento de la concepción hasta la edad adulta, la salud y el desarrollo del cerebro, los pulmones, el sistema inmunitario y otras funciones fundamentales de los niños y niñas resultan afectados por el entorno en el que crecen. Por ejemplo, en edades tempranas existe más propensión a sufrir los efectos de la contaminación atmosférica que en la vida adulta. Por lo general, los niños respiran más deprisa que los adultos y sus cerebros, pulmones y otros órganos aún se están desarrollando.
«Las consecuencias del cambio climático son devastadoras para la infancia», ha afirmado la directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell. «Sus cuerpos y mentes son especialmente vulnerables a la contaminación, las enfermedades mortales y el calor extremo. El cambio climático no solo está cambiando su mundo –con fuentes de agua que se secan y fenómenos meteorológicos aterradores cada vez más violentos y frecuentes– sino también su bienestar, ya que afecta a su salud mental y física. Los niños y niñas exigen cambios, pero con demasiada frecuencia sus necesidades quedan relegadas a un segundo plano», ha añadido.
Según las conclusiones del informe, la mayor parte de los niños y niñas de las regiones de Oriente Medio, África del Norte y Asia Meridional están expuestos al problema, lo que significa que viven en lugares donde los recursos hídricos son limitados y hay elevados niveles de variabilidad estacional e interanual, descenso de la capa freática o riesgo de sequía. Son demasiados –unos 436 millones– quienes se enfrentan a la doble carga de una escasez de agua elevada o muy elevada y unos niveles de servicio de agua potable bajos o muy bajos (lo que se conoce como vulnerabilidad hídrica extrema), lo que pone en peligro sus vidas, su salud y su bienestar. Es una de las principales causas de muerte en la infancia menor de 5 años por enfermedades prevenibles.
El informe muestra que los más afectados viven en países de ingresos bajos y medios de África subsahariana, Asia central y meridional, y Asia oriental y suroriental. En 2022, 436 millones de niños y niñas vivían en zonas de extrema vulnerabilidad hídrica. Algunos de los países más afectados son Níger, Jordania, Burkina Faso, Yemen, Chad y Namibia, donde 8 de cada 10 niños y niñas sufren este tipo de exposición.
Agua potable y saneamiento: fuente de salud
En estas circunstancias, la inversión en agua potable y servicios de saneamiento son una primera línea de defensa esencial para proteger a la infancia de los efectos del cambio climático. El informe advierte de que el cambio climático también está provocando un aumento del estrés hídrico, que es la relación entre la demanda de agua y los suministros renovables disponibles. Para 2050, se prevé que 35 millones más de niños y niñas estarán expuestos a niveles elevados o muy elevados de estrés hídrico. Oriente Medio y el norte de África, y Asia meridional, son las regiones que se enfrentan actualmente a los mayores cambios.
Llamamiento a las puertas de la COP28
Aprovechando la coyuntura de la COP28, que se celebrará en Dubái del 30 de noviembre al 12 de diciembre de 2024, UNICEF hace un llamamiento a los dirigentes mundiales y a la comunidad internacional para que tomen medidas cruciales con y para la infancia, con el fin de garantizar un planeta habitable. Instan a incluir a los niños y niñas en la decisión final de la COP28 y convocar un diálogo de expertos sobre la infancia y el cambio climático; incorporar a la infancia y la equidad intergeneracional en el Balance Mundial; introducir a la infancia y los servicios esenciales resilientes al clima en la decisión final sobre el Objetivo Mundial relativo a la Adaptación; y garantizar que el Fondo de Pérdidas y Daños y los acuerdos de financiación tengan en cuenta a la infancia y que sus derechos se integren en la gobernanza y el proceso de toma de decisiones del fondo.
Más allá de la COP28, UNICEF pide a las partes que tomen medidas para proteger la vida, la salud y el bienestar de la infancia –incluida la adaptación de los servicios sociales esenciales–, formen a todos los niños y niñas para que sean defensores del medio ambiente, y cumplan los acuerdos internacionales sobre sostenibilidad y cambio climático, incluida la rápida reducción de las emisiones.
«Los niños, niñas y jóvenes no han dejado de hacer llamamientos urgentes para que se escuche su voz, pero apenas desempeñan un papel oficial en las políticas y decisiones sobre el clima. Rara vez se les tiene en cuenta en los planes y acciones existentes de adaptación, mitigación o financiación del clima (…) Es nuestra responsabilidad colectiva escucharlos y situar a la infancia en el centro de la acción climática más urgente», ha valorado Russell.
Infancia desplazada en un clima cambiante. Informe UNICEF: El cambio climático está transformando la infancia.
‘Impoy’ Prince Jhay Mark Timonio, de 8 años, se sienta en los escombros de casas rotas 20 de diciembre 2021 en Barangay Tapon, Purok 6 en Ubay, Bohol, Filipinas. La familia de Elyza perdió su casa como casi cualquier otra familia en este purok. © UNICEF/UN0570020/David Hogsholt. | ‘ |
Los derechos de los niños están en peligro 34 años después de la adopción del tratado para protegerlos
Unos 400 millones de menores de edad, aproximadamente el 20% de la población mundial infantil, viven en zonas de conflicto o huyen de alguna de ellas, señala la agencia para la niñez. En tanto, el Comité que vela por los derechos de la infancia destaca el nivel de brutalidad observado en Gaza.
20 Noviembre 2023
Hacen falta acciones más enérgicas para defender los derechos los niños en un mundo donde están cada vez más amenazados debido a los conflictos, el aumento de la pobreza y los impactos climáticos, dijo este lunes la directora del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Catherine Russell hizo esta declaración con motivo del Día Mundial del Niño, que conmemora la adopción de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, el instrumento de derechos humanos más ampliamente ratificado de la historia.
“En ningún momento desde que se adoptó la Convención, hace 34 años, los derechos de los niños habían estado en mayor peligro”, afirmó Russell.
Aunque el tratado de 1989 reconoce que todos los niños y niñas tienen derechos inalienables que los gobiernos prometieron proteger y defender, “hoy los niños viven en un mundo cada vez más hostil a sus derechos”, lamentó.
Los derechos de los niños afectados por los conflictos son los más vulnerados. Según UNICEF, unos 400 millones de menores de edad, aproximadamente el 20% de la población mundial infantil, viven en zonas de conflicto o huyen de alguna de ellas.
“Muchos son heridos, asesinados o violados sexualmente. Están perdiendo familiares y amigos. Y algunos son reclutados y utilizados por fuerzas o grupos armados”, apuntó Russell.
Añadió que muchos niños han sido desplazados varias veces, arriesgándose a separarse de sus familias, perder años críticos de educación y debilitar los vínculos con sus comunidades.
Mil millones de niños enfrentan la crisis climática
Además, prosiguió, todo esto coincide con otras amenazas a los derechos de los niños, como el aumento de la pobreza y la desigualdad, las emergencias de salud pública y la crisis climática.
UNICEF cifra en más de mil millones a los niños que viven actualmente en países en riesgo extremadamente alto por los impactos del cambio climático.
“Esto significa que la mitad de los niños del mundo podrían sufrir daños irreparables a medida que nuestro planeta continúa calentándose”, advirtió la responsable de la agencia de la ONU.
“Podrían perder sus hogares o escuelas a causa de tormentas cada vez más violentas... podrían sufrir un deterioro severo porque los cultivos locales se han secado debido a la sequía... o podrían perder la vida debido a olas de calor o neumonía provocadas por la contaminación del aire”.
“Los niños necesitan paz ahora”
Russell pidió una mayor determinación para defender y proteger los derechos de los niños mediante la alineación de los marcos legales nacionales con la Convención de los Derechos del Niño, y asegurando la rendición de cuentas por las violaciones a sus garantías dondequiera que ocurran.
Aludió a la publicación del Secretario General de la ONU, António Guterres, en la plataforma X, antes Twitter, subrayando que los niños “necesitan paz ahora”.
En Gaza, un nivel de brutalidad no visto en décadas
Por su parte, el Comité de la ONU para los Derechos del Niño pidió una vez más ceses de hostilidades y “un retorno a los fundamentos del derecho humanitario para salvaguardar a todos los niños”.
El Día Mundial del Niño se ha convertido en “un día de luto por los muchos niños y niñas que han muerto recientemente en conflictos armados”, sostuvieron los integrantes del Comité en un comunicado, y precisaron que más de 4600 niños han sido asesinados en Gaza en sólo cinco semanas.
“Esta guerra se ha cobrado la vida de más niños en menos tiempo y con un nivel de brutalidad que no habíamos presenciado en las últimas décadas”, recalcaron los expertos del Comité.
Guerra contra los niños
Agregaron que si bien la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU adoptada la semana pasada, que pide pausas y corredores humanitarios es un paso adelante, “no pone fin a la guerra que se está librando contra los niños, simplemente hace posible que se les salve de ser asesinados algunos días, pero no otros”.
El Comité también expresó su preocupación por los miles de niños que mueren en conflictos armados en muchos otros países, incluidos Ucrania, Afganistán, Yemen, Siria, Myanmar, Haití, Sudán, Mali, Níger, Burkina Faso, la República Democrática del Congo y Somalia.
“Las cifras verificadas muestran que en 2022, la cifra global de niños asesinados o mutilados fue de 8630”, reportaron.
Asimismo, calificaron como profundamente preocupante que el año pasado se negara el acceso humanitario a unos 4000 niños. “Dada la situación actual en Gaza, el número de niños víctimas de estas graves violaciones de derechos humanos está aumentando exponencialmente”, alertaron.
Punto crítico para las niñas
Los expertos también aseveraron que la situación de las niñas afectadas por conflictos armados “se encuentra en un punto crítico”, con informes verificados de secuestro y violación en Sudán y Haití.
Además, expresaron preocupación por los hijos de los “llamados ‘combatientes extranjeros'”, como los que actualmente se encuentran en campamentos en el noreste de Siria y que deberían ser repatriados.
Si bien algunos Estados han tomado medidas para devolver a los niños y a sus madres, dijeron que se estima que 31.000 niños todavía viven en condiciones pésimas en esos campamentos.
También llamaron la atención sobre la difícil situación de los niños que son separados de sus madres cuando llegan a la adolescencia temprana, así como de varios cientos de niños que se encuentran en prisión.