La Triste Herencia, Joaquín Sorolla.

La Triste Herencia,  pintura sobre la infancia más abandonada, 
fue el cuadro que consagró al pintor Joaquín Sorolla 
tanto en España como en el Mundo.

"Estaba yo un día trabajando de lleno en uno de mis estudios de pesca valenciana, cuando descubrí a lo lejos unos cuantos muchachos desnudos dentro, y a la orilla del mar y, vigilándolos, la vigorosa figura de un fraile. 

Parecer ser que eran los acogidos del hospital de San Juan de Dios, el más triste desecho de la sociedad; ciegos, locos, tullidos y leprosos...". Joaquín Sorolla.

El que ha sido pintor de múltiples escenas de la infancia más feliz y vinculada con la naturaleza, nos dejó la "herencia" del cuadro donde la infancia más doliente es la protagonista.

Un pequeño homenaje ahora que celebramos el Centenario de la muerte del pintor, 

Triste herencia fue pintado  Joaquín Sorolla  en el año 1899. 

"Sufrí terriblemente cuanto lo pinté. tuve que forzarme todo el tiempo. Nunca volveré a pintar una tema como este". Así habla J. Sorolla en 1.909 sobre "la Triste Herencia" en una de las entrevistas  que le hicieron.  Y efectivamente  Sorolla no volvió a pintar un tema social de tal magnitud.

Aunque J. Sorolla sufrió cuando lo pintó, La Triste Herencia fue el cuadro que consagró al pintor tanto en España como en el Mundocon este cuadro obtuvo los más altos galardones en París (el máximo galardón de la Exposición Universal 1900), Madrid ( la medalla de honor de la Exposición Nacional de Bellas Artes 1901).

Y el cuadro se gestó de esta manera: "Estaba yo un día trabajando de lleno en uno de mis estudios de pesca valenciana, cuando descubrí a lo lejos unos cuantos muchachos desnudos dentro, y a la orilla del mar y, vigilándolos, la vigorosa figura de un fraile. Parecer ser que eran los acogidos del hospital de San Juan de Dios, el más triste desecho de la sociedad; ciegos, locos, tullidos y leprosos. No puedo explicarle a Ud. cuánto me impresionaron, tanto que no perdí tiempo para obtener un permiso para trabajar sobre el terreno, y allí  mismo, al lado de la orilla del agua, hice mi pintura".

A pesar de eso Sorolla estuvo a punto de abandonar la obra, le convencieron varios amigos, y trabajó para cubrir los dos metros (óleo sobre lienzo. 212 x 288 cm.) con diversas notas de color y aguadas a tinta sobre la composición general, e movimiento, las luces, así como los dibujos de las figuras individuales de los niños... Por lo tanto a pesar de la impresión que le produjo la escena, Sorolla trabajó con ahínco este cuadro.

Representa una escena de unos niños desastrados de la sociedad que sólo cuidaba la Orden de los Hnos. de San Juan de Dios, tomada al natural de la playa del Cabañal de la ciudad de Valencia (España), en la que se ven diferentes niños afectados de varios tipos de incapacidad que se disponen a tomar un baño en el mar como medida terapéutica para combatir sus problemas de salud.

Destaca la figura central de uno de los niños que se mueve con dificultad apoyado en unas muletas, en el que pueden apreciarse las secuelas de la poliomielitis, enfermedad por entonces muy frecuente y que producía graves afectaciones permanentes del aparato locomotor. Un religioso de la orden de San Juan de Dios le ayuda y vigila atentamente a los pequeños. La obra pertenece a la primera época del pintor en la que trató varios temas de interés social.

Sorolla siempre quiso que ese cuadro permaneciera en España, de hecho lo depositó en el Museo de Arte Moderno, pero el Estado Español no lo adquirió. Sorolla lo retiró de allí, tras varias vicisitudes  por Nueva York..., fue adquirido, en subasta, en 1981 a la Iglesia de la Asunción de Nueva York por Fundación Bancaja y así regresó a España​.


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